sábado, 8 de marzo de 2008

20 de julio
1810-2010
Bicentenario de la independencia Colombiana

Invitamos a nuestros columnistas a reducir sus artículos a 900 palabras, artículos más extensos no serán publicados.

CONTENIDO


• Uribe: ¿buen político o buen gobernante?, Juan Manuel López Caballero.
• La peligrosa escalada del conflicto, La Nación.
• El retorno de Cuba a la OEA, Juan Gabriel Tokatlián.
• Sin tierra para los desplazados, Mauricio Cabrera Galvis.
• Lecciones del triunfo en la bahía de Chesapeake, Amy Goodman.
• ¿Por quien doblan las campanas?, Octavio Quintero.
• Las formas y las realidades, César González Muñoz.
• Llamaradas del 68, Julio César Moreno.
• ¿Hacemos lo correcto?, Ramón Elejalde.




Uribe: ¿buen político o buen gobernante?


Juan Manuel López Caballero.

Sería necio desconocer que Álvaro Uribe ha tenido grandes éxitos como político.

Pero no necesariamente el éxito como político significa buen gobernante, en la medida que a sus gobernados les podría convenir más algo que represente mejores respuestas a los problemas ciudadanos aunque signifiquen para él menos como logros políticos.

Yo creo que la inmensa mayoría del país preferiría un éxito en mejorar las relaciones con los vecinos, que demostrar que tenemos la razón al buscar el enfrentamiento;

Preferiría tener un avance en la búsqueda de la paz, que una victoria en alguna operación de guerra;

Preferiría lograr un acuerdo humanitario para liberar a quienes las FARC tienen en cautiverio, que el probar que si quisieran las FARC podrían liberar unilateralmente los cautivos sin necesidad de despeje Pradera y Florida;

Preferirían el éxito de poder andar por unas carreteras donde la seguridad consista en que no hay peligro, que el de que esa seguridad dependa de que haya tanquetas y retenes militares cada tantos kilómetros;

Se sentiría mejor con que las víctimas de la barbarie del paramilitarismo reciban la justa reparación, que con la desmovilización a medias y con la cuasi-impunidad de sus victimarios;

Nos convendría que se consigan ayudas para atender la educación y la salud de los colombianos, más que el recibir millones de dólares para convertirnos en el escenario de una guerra donde se supone que se protegería a la juventud americana de su tendencia al vicio;

Sería mejor que los presupuestos y la inversión del Estado se reflejen en fuentes de trabajo para los jóvenes y en formas de enriquecer a la colectividad, a que sean esos recursos y esos jóvenes -y el objetivo único de mantener una guerra- la principal fuente de empleo de la Nación ;

O buscar disminuir las condiciones de pobreza y desigualdad de nuestra población, antes que atraer a las multinacionales con la venta de nuestras empresas a precios de remate para cubrir con ello los déficits de nuestra balanza comercial;

Es preferible renegociar el TLC dentro del propósito de que la mayor parte de sus efectos benéficos se orienten a mejorar la situación de nuestro país y a cerrar la brecha que nos distancia de la contraparte (como han sido los tratados de libre comercio entre la Unión Europea ), a lograr que el Presidente Americano impulse en su Congreso uno que cierre los ojos a lo que nos pasa y nos pase a nosotros, y busque su aprobación en función de que la libre competencia le permite a sus empresas aprovechar esa brecha y las ventajas que tienen respecto las nuestras;

Más importante sería que se rescataran y reactivaran nuestros sectores productivos de importante impacto económico y social –v.gr. agricultura y manufacturas-, a que el beneficio que da la revaluación del dólar se refleje en la reducción del gasto del ejecutivo en la deuda externa, pero a costa de la crisis de ellos;

Nos convendría más avanzar en la consolidación de un verdadero Estado Democrático donde la garantía para las minorías, el equilibrio de poderes, y el propósito de acabar con la injusticia social sean las características de una Constitución cuya jerarquía superior se reconoce y se respeta, que el encontrar un líder del cual depende el país, sin el cual no podemos existir, y por lo cual la Carta Magna supone deber adaptarse a ello.



La peligrosa escalada del conflicto


Editorial, La Nación, Buenos Aires, marzo 5 de 2008.

Con la decisión del presidente de Colombia, Alvaro Uribe, de denunciar a su par venezolano, Hugo Chávez, ante la Corte Penal Internacional "por patrocinio y financiación de genocidas", así como con la ruptura de las relaciones diplomáticas con Colombia dispuesta por los gobiernos de Venezuela y de Ecuador, el conflicto por la muerte en suelo ecuatoriano del segundo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Raúl Reyes, ha cobrado una magnitud inesperada y sumamente delicada. Más aún si se tiene en cuenta la movilización de tropas de ambos países hacia las fronteras con Colombia.

Consecuente con decisiones anteriores, en especial con la que solicitó a los países de la región que sacaran de la lista de terroristas a las FARC, Chávez ordenó el cierre de la embajada de su país en Bogotá y militarizó la frontera con Colombia un día después de que las fuerzas militares colombianas lanzaron el operativo militar en Ecuador que mató a Reyes, a quien calificó de "buen revolucionario" y rindió tributos en Venezuela como si hubiera sido un héroe.

Es preocupante que cada vez sea más evidente la empatía de Chávez con el narcoterrorismo de las FARC. Como es preocupante que el presidente de Ecuador, Rafael Correa, haya desestimado las razones que llevaron al ejército colombiano a abrir fuego en su territorio, lo cual merece una explicación del gobierno de Colombia, y se haya embarcado en el discurso incendiario de Chávez.

El retiro de su embajador en Bogotá está fundado en la "transgresión a los principios de soberanía e integridad territorial" por haber invadido suelo ecuatoriano. La cancillería colombiana presentó las disculpas del caso, respondió que hizo uso del derecho a la legítima defensa y se mostró presta al diálogo para contrarrestar al terrorismo, que tanto daño causa a ambos lados de la frontera.

Aun cuando resulte condenable el ataque del ejército colombiano, no deja de llamar la atención que haya campamentos de las FARC en territorio ecuatoriano, algo que el gobierno de ese país niega cada vez que se le presenta la ocasión.

La tensión generada entre los tres países debe ser seguida con mucha atención y cuidado. Es de desear que las cuestiones planteadas se solucionen a través de un diálogo fluido y por los carriles diplomáticos correspondientes.

No es menos cierto que a partir de la muerte de Reyes podría precipitarse el principio del fin de las FARC. Es evidente que este grupo guerrillero se halla ante una encrucijada sin antecedentes en su historia: en los últimos años se ha visto la captura y muerte en combate de varios de sus jefes, la neutralización de atentados terroristas, el control de sus rutas de abastecimiento y, quizá lo más importante, el aumento de desertores de sus filas.

Se consolida de esta forma la capacidad de las fuerzas armadas colombianas para vencer a las FARC en el terreno militar y se acaba el mito de la invulnerabilidad de su secretariado, para desmantelar así su poder de destrucción y las estructuras de poder que lo manejan. Todo ello contribuye a lograr un mayor aislamiento político tanto en el país como en el exterior.

La muerte de Reyes no solamente ha sacudido al secretariado de la organización alzada en armas, sino su principal mando. Aunque ya debe de existir un reemplazante, no será fácil para la guerrilla proyectar a otro de sus jefes en el papel de relacionista ante países extranjeros.

El gran interrogante que se plantea ahora es cuáles serán los efectos sobre la compleja realidad que vive Colombia a partir de este duro revés sufrido por las FARC. ¿Se potenciarán sus sectores más duros o buscarán una salida política y negociada? ¿Seguirán liberando unilateralmente a más rehenes o el intercambio se congelará en forma indefinida?

Resulta necesario que las FARC adopten el camino de las soluciones políticas, partiendo de la liberación de todos los secuestrados que mantienen en las selvas nacionales y en las zonas de frontera. No hacerlo sería un grave error signado por la falta de humanidad y el repudio de los colombianos y del mundo entero.


El retorno de Cuba a la OEA


Juan Gabriel Tokatlian, LA NACION, Buenos Aires, marzo 5 de 2008.

En 1962, durante la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores, reunidos en Punta del Este entre el 22 al 31 de enero, se decidió la exclusión de Cuba del sistema interamericano. Tiempo antes, el 9 de noviembre de 1961, Colombia había solicitado la convocatoria a dicha reunión invocando el artículo 6° del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y debido a que se consideraba que la paz y la independencia de los estados de América podrían estar amenazadas por "la intervención de potencias extracontinentales". El llamado colombiano recibió 14 votos favorables; 2, en contra (Cuba y México), y 5, abstenciones (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador). El 11 de noviembre de ese mismo año, Venezuela rompió relaciones con Cuba.

El cónclave se produjo en el contexto de lo que se percibía a lo largo y ancho del continente como la "ofensiva del comunismo", liderada por la Unión Soviética, cuya expresión hemisférica era, según las sesiones de enero de 1962, la "presencia de un gobierno marxista-leninista en Cuba". Al calor de la Guerra Fría, la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó una serie de resoluciones en Uruguay. Una reiteró la adhesión a los principios de no intervención y autodeterminación; otra llamó a elecciones libres en los países de la región; una tercera buscó intensificar la Alianza para el Progreso, con el propósito de "extirpar los males profundos del subdesarrollo económico y social" en América latina, y la última y más trascendental excluyó al entonces gobierno de Cuba de participar en el sistema interamericano compuesto, básicamente, por la OEA y el TIAR. Cuba ha sido y continúa siendo miembro de la Organización Panamericana de la Salud.

La resolución planteaba que el marxismo-leninismo "es incompatible con el sistema interamericano, y el alineamiento de tal gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y solidaridad del hemisferio". Dos tercios la aprobaron y seis países se abstuvieron: la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México.

A 46 años de aquella decisión, y después de la renuncia de Fidel Castro a la presidencia de la isla, ¿es posible contemplar y discutir el retorno de Cuba a la OEA?

Creo que hay un conjunto de razones que justifican evaluar en detalle dicho regreso.

1.- La Guerra Fría terminó, la URSS no existe más y el comunismo ha dejado de ser una acechanza para la comunidad internacional. El anticomunismo no ha desaparecido, pero es, sin duda, obsoleto: ni Rusia tiene el poderío de la ex Unión Soviética ni la China actual es un poder agresivo y revisionista, y ni Corea del Norte es un faro inspirador para la revolución. Estos países pueden ser irritantes y preocupantes para los Estados Unidos y para algunos sectores en América latina, pero no constituyen el desafío que significó el bloque socialista en los sesenta y aún en los setenta. Cuba perdió su gran aliado soviético, y su actual sistema de vínculos externos no afecta en nada el alto o bajo grado de unión y solidaridad en el hemisferio. La razón estratégica para aislar y contener a Cuba ya no existe.

2.- Hace unos lustros que La Habana ha dejado de exportar su modelo revolucionario. Independiente de la voluntad o intencionalidad del liderazgo cubano, la isla dejó de disponer de los recursos materiales, militares, políticos y simbólicos, para proyectar su experiencia radical en el exterior. Ello ha llevado, entre otras, a que, salvo por el gobierno de los Estados Unidos, el resto del continente tenga relaciones normalizadas con Cuba. Más aún, en muchos casos, la diplomacia regional de La Habana ha devenido moderada y moderadora: sus buenos oficios han servido, en años recientes, por ejemplo, para evitar un mayor nivel de conflictividad entre Colombia y Venezuela. Paradójicamente, ambos países, que fueron cruciales en el aislamiento del castrismo en los primeros años de la revolución, hoy bien podrían coincidir-desde lugares ideológicos distintos y por motivos diferentes- para que Cuba volviese a la OEA.

3.- La transición iniciada en 2006 con el traspaso temporal del poder a Raúl Castro, y reforzada con el eclipse final de Fidel, muestra que el marxismo-leninismo no parece ser el canon práctico que orienta el proceso socioeconómico y político de Cuba. Sin duda, hay fuertes componentes personalistas y parámetros autoritarios entre los gobernantes de la isla; sin embargo, no ha existido una profundización del ethos revolucionario ni se han implementado medidas de mayor socialización de los medios de producción ni políticas de expropiación del capital extranjero. Hay una tibia apertura económica que, muy probablemente, se ahonde y agilice, y hay acotados gestos alentadores en materia de derechos humanos: no existen indicadores tangibles de que el régimen busque aislarse y convertirse en una suerte de vieja Albania tropical. No hay condiciones ni espacio para más revolución, sino para mayores reformas concretas, prudentes y liberalizadoras. Si ello es así, América latina podría aportar a ese tránsito.

4.- Cinco décadas de frustración política y derrotas diplomáticas de Estados Unidos en relación con Cuba podrían conducir a un incipiente reajuste de su política hacia la isla en el evento de que un demócrata llegara a la presidencia. El lobby cubano incide en Washington, vía Florida, pero hay nuevas generaciones de cubanoamericanos menos recalcitrantes en Miami y suficientes dilemas mundiales para la Casa Blanca después de noviembre próximo. Quizás Estados Unidos también viva una gradual transición en cuanto a Cuba. En ese sentido, habrá propuestas que no pueda hacer abiertamente y que sería conveniente que las asumiera América latina: por ejemplo, facilitar espacios de mejor interlocución entre Washington y La Habana. El reciente encuentro entre Raúl Castro y Lula muestra la disposición cubana para explorar y generar puentes hacia los Estados Unidos. Otras iniciativas del área que no fueran "anti", sino "con" EE.UU. podrían ser útiles a Washington, La Habana y la región.

5.- América latina necesita con urgencia asegurar estabilidad y prosperidad en el área. Por motivos pragmáticos, es positivo que Cuba se mantenga en orden y mejore su bienestar: ello no se logrará con discursos del pasado y nuevas recriminaciones. Nadie en la región está en condiciones de enarbolar argumentos fundamentalistas; ni las democracias del área tienen carácter pleno y rostro justo; ni Cuba, con todos sus desenfrenos, ha cometido los horrores del nazismo. Así como Occidente readmitió a Alemania en el seno del sistema mundial después de la Segunda Guerra Mundial, América puede conceder la reincorporación de Cuba al sistema interamericano.

Es probable que existan voces contrarias a dicha posibilidad. Sin embargo, cabe estudiar esa alternativa. Formalmente, la determinación de que Cuba reingrese a la OEA exigiría una nueva reunión de consulta de cancilleres o una sesión de la Asamblea General de la organización. Políticamente, se podrían ir tejiendo los consensos regionales para convocar a una u otra modalidad de encuentro. Diplomáticamente, ello requeriría de gobiernos discretos y competentes, para aglutinar esfuerzos hemisféricos y extraregionales (por ejemplo, en Europa) en aquella dirección. Eticamente, el retorno de Cuba a su comunidad de pertenencia no debiera producir una encrucijada. Y estratégicamente, es hora de que la región resuelva los casos difíciles como el cubano con autonomía, creatividad y audacia.

El autor es profesor de Relaciones Internacionales de la UdeSA.

SIN TIERRA PARA LO DESPLAZADOS

MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Marzo 2 de 2008

Se ha dicho que el caso Carimagua demuestra la falta de política del gobierno Uribe en la devolución de tierras a los campesinos desplazados por la violencia. Pero esto no es cierto. El Presidente y su Ministro de Agricultura si tienen una política muy clara para los desplazados y consiste en poner todas las trabas posible para que puedan volver a tener un pedazo de tierra propio donde rehacer sus vidas.

Las cifras hablan por sí solas. El número de familias desplazadas en la última década según los registros de la Presidencia llega a 519.702 –y pueden ser unos 300.000 más según las ONG que trabajan con los desplazados- , mientras que los hogares beneficiados con entrega de tierras han sido solo 4.653, es decir menos del 1% de los afectados reconocidos por el Gobierno. Estos afortunados han recibido un promedio de 12 hectáreas por familia para un ínfimo total de 54.565 hectáreas asignadas, que también son menos del 1% de los 6 millones de hectáreas que se apropiaron a sangre y fuego los paramilitares y narcotraficantes.

Para dificultar aún más la entrega de tierras, el Gobierno decidió que ahora el Incoder lo que va a entregar son subsidios en dinero para que los mismos desplazados sean los que compren los predios. En el Decreto 4984 de diciembre de 2007 se establecieron los requisitos para acceder a estos subsidios y la lista es tan larga que es prácticamente imposible que un campesino los pueda cumplir.

Para empezar hay que identificar el predio, mandarle hacer un avalúo por un profesional registrado en la Lonja y demostrar que tiene “la calidad mínima de los suelos en términos de clases agrológicas y la topografía requerida para el desarrollo del proyecto productivo de acuerdo a la tecnología del sistema de producción a ser implementado para asegurar un desarrollo competitivo y sostenible del mismo”.

Además hay que presentar un “Proyecto Productivo” con especificaciones similares a las que pediría el Banco Mundial para un crédito de millones de dólares, y que son absurdas para subsidios que no pueden exceder los $25 millones. Hay que hacer un Estudio de Mercado que incluya “Descripción del producto y sus usos, productos sustitutos y complementarios. - Análisis de la oferta y la demanda, tamaño del mercado local, regional, nacional e internacional. - Frecuencia de compra, precios y lugares de venta. -Análisis de los precios, incluyendo evolución histórica y variaciones estacionales. -Costos comerciales y de distribución. -Sistemas de venta y pago de los productos en los principales canales y cadenas para su comercialización”.

También se debe incluir la Licencia Ambiental y un Estudio Agropecuario de la zona que incluya “la tecnología disponible, la experiencia y tendencias de los productores, identificación de los recursos y limitantes que están incidiendo en el desarrollo actual de la región para ese proyecto productivo, y definición de las características potenciales de los productos que por sus condiciones agronómicas, puedan desarrollarse dentro del proyecto, teniendo en cuenta las nuevas condiciones de riego, drenaje, mercadeo e introducción de técnicas modernas de cultivo”.

Finalmente se deben demostrar la viabilidad financiera del proyecto, incluyendo “un presupuesto detallado, el cronograma de obras y desembolsos, y el flujo de caja del proyecto. Con base en este último, la propuesta deberá incluir el cálculo de la Tasa Interna de Retorno, TIR”.

En el Valle del Cauca 1.500 familias de desplazados iniciaron en el 2006 todo el proceso para recibir tierras; de estas fueron calificadas 717 familias y solo el 2% alcanzaron a recibir una parcelas antes de la expedición del mencionado decreto. Ahora el Incoder ha invitado a las restantes a que soliciten los generosos subsidios ofrecidos. Es de suponer que estos campesinos están muy contentos con la posibilidad de recibir plata pero tienen dos pequeños inconvenientes: encontrar tierra en el Valle del Cauca que valga menos de $4 millones por hectárea y ponerse de acuerdo con sus banqueros de inversión en la tasa de descuento que deben utilizar para calcular la TIR que les exige el Gobierno.


Lecciones del triunfo en la Bahía de Chesapeake

Publicado el 13 de Febrero de 2008
Por Amy Goodman

Tras las elecciones primarias del Potomac, Virginia se ha convertido en el nuevo Massachusetts y Texas en la nueva Florida. Barack Obama reivindicó haber conseguido una “victoria en la Bahía de Chesapeake”, ya que ganó las tres primarias —Maryland, el Distrito de Columbia y Virginia— por un amplio margen. Hillary Clinton, cuya campaña admitió dichas victorias, se va a jugar el todo por el todo en las próximas elecciones primarias de Texas, Ohio y Pennsylvania, en las que está en juego un gran número de delegados, sin haber anunciado actos de campaña en los estados en los que se celebraban las votaciones más inmediatas: Wisconsin y Hawaii.
Se menciona habitualmente que la campaña de Clinton considera al voto latino de Texas como su “cortafuegos” (o, como irónicamente observa The Guardian, su “contrafuego”). Antes de que las urnas cerraran en las primarias de Potomac, la senadora estaba haciendo campaña en El Paso, Texas. Al desplegar una estrategia como la de Rudy Giuliani, de saltarse y perder varios estados mientras que se invierte en conseguir la victoria en un estado clave (como Giuliani hizo con Florida), Clinton tiene que hacer campaña para mantener su influencia sobre los votantes latinos, los votantes de bajos ingresos y las mujeres. Las encuestas a boca de urna de las primarias de Potomac sugieren que Obama está empezando a acortar algunos puntos de la ventaja de Clinton en estos electorados clave.

Mientras que los analistas opinan sobre la disputa electoral demócrata, inesperadamente competitiva, vale la pena considerar un factor clave: el nivel de participación de los votantes no tiene precedentes y, si se mantiene hasta noviembre, podría crear un cambio trascendental en el panorama político de EE.UU.

Tomemos por ejemplo el estado de Virginia. ¿Podría volverse demócrata este estado republicano? Los demócratas consiguieron convocar a casi 1 millón de votantes el día de las primarias, el martes 12 de febrero, mientras que los republicanos no sobrepasaron los 475.000. Un hecho: los demócratas convocaron a dos veces y media más votantes que los que participaron en las primarias de Virginia en 2004 y sobrepasaron al número de votantes de las primarias republicanas en un factor de 2 a 1. Los votantes demócratas están acudiendo en masa, mientras que los republicanos de Virginia parecen estar quedándose en casa en esta ocasión.

Esto podría presagiar dos importantes resultados. En primer lugar, Virginia podría pasar de ser un estado republicano a ser un estado demócrata para cuando lleguen las elecciones en noviembre. Aunque durante décadas Virginia ha dado sus puntos electorales a los republicanos, John McCain debería tomar nota, ya que el último candidato presidencial republicano que perdió Virginia fue otro senador republicano de Arizona (Barry Goldwater, derrotado por Lyndon Johnson en 1964). Recordemos de igual modo que los votantes de Virginia fueron los primeros en elevar al cargo de gobernador a un afroaestadounidense, al elegir al demócrata Douglas Wilder en 1990. Este repentino aumento de la participación de votantes podría también dar paso a un segundo senador demócrata en Virginia, que sustituiría al senador republicano saliente, John Warner, que cumple 81 años esta semana.

Consideremos a Colorado. Este estado también ha visto un tremendo aumento en la participación de votantes. En los recientes “caucus” o asambleas electorales (ganadas cómodamente por Obama), los demócratas convocaron a 112.000 votantes frente a los 70.000 de los republicanos. Colorado suele ser descrito como un estado “púrpura”, porque está cambiando de rojo (republicano) a azul (demócrata): este estado ha dado sus puntos al candidato republicano en todas las elecciones desde Dwight Eisenhower, con la salvedad de Johnson en 1964 y Bill Clinton en 1992. En 2004, el demócrata Ken Salazar ganó el escaño del Senado que dejaba vacante el republicano Ben Nighthorse Campbell, mientras que el hermano de Salazar, John, ganó el escaño de la Cámara de Representantes que había sido ocupado por el derechista Scott McInnis durante 12 años. Al igual que Warner, el senador republicano Wayne Allard se va a jubilar, y las encuestas, junto con el aumento de la participación de votantes, indican que el actual representante demócrata Mark Udall ganará la candidatura para el Senado.

Aunque hay entusiasmo y confianza entre los demócratas de que pueden recuperar la Casa Blanca en 2008, aún necesitan decidir quién será su candidato. La amenaza de la recesión ha acaparado la atención de mucha gente, pero lo que está en el fondo de este momento político, detrás de los resultados de las encuestas y el aumento de los votantes, es la guerra de Irak. En última instancia, los demócratas tienen dos candidatos, uno de los cuales se opuso a la guerra de Irak y otra que la autorizó.

Hace un año, mientras hacía campaña en New Hampshire, Clinton aconsejó a sus posibles partidarios: “Si lo más importante para ustedes es elegir a alguien que no emitió ese voto o que dijo que su voto fue un error, entonces hay otros candidatos entre los cuales elegir. Pero para mí, lo más importante ahora es intentar acabar con esta guerra”.

Clinton se ha obstinado en su negativa a admitir que su voto a favor de la guerra fue un error. En una reciente emisión de “Meet the Press”, aseguró que el voto que emitió en 2002 no fue en realidad un voto a favor de la guerra:

“Es totalmente injusto decir que... fue un voto a favor de la guerra. Fue un voto a favor de utilizar la amenaza del uso de la fuerza contra Saddam Hussein, que nunca hizo nada sin que se lo obligara a hacerlo”.

A lo que Tim Russert le respondió recordándole lo siguiente: “El título de la ley era `Resolución de autorización para el uso de la fuerza militar contra Irak`”.

El ala progresista y contraria a la guerra del Partido Demócrata ha experimentado una revitalización. Ahora que Dennis Kucinich y John Edwards están fuera, la atención de los opositores a la guerra se centra en Obama (incluso aunque sus planes actuales para Irak son virtualmente imposibles de diferenciar de los de Clinton: ninguno de los dos aboga por una retirada inmediata). Obama claramente se está viendo beneficiado por el aumento de la participación de los votantes. De igual modo, están saliendo beneficiados los candidatos locales. Donna Edwards, la demócrata de Maryland opositora a la guerra, acaba de ganar sus elecciones primarias, derrotando a un rival que llevaba ocho años en el cargo, y que votó a favor de proporcionar fondos para la guerra. Si gana en noviembre, será la primera mujer afroestadounidense en representar a Maryland ante el Congreso de EE.UU.

En efecto, senadora Clinton, los votantes opositores a la guerra que piensan que el voto que usted hizo importa, tienen otros candidatos a los que votar. Y hay muchos votantes contrarios a la guerra buscando buenas alternativas.

-------------------------------
Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now! (www.democracynow.org/es), noticiero internacional diario emitido por más de 650 emisoras de radio y TV en Estados Unidos y el mundo.Denis Moynihan colaboró con esta columna

© 2008 Amy Goodman



¿Por quién doblan las campanas?


OCTAVIO QUINTERO

A mi personalmente no me gusta para nada la muerte del guerrillero colombiano Raúl Reyes. No me gusta ni la forma ni el sitio ni el tiempo en que se dio y menos, mucho menos, la exhibición de su cadáver como un trofeo que muestra a las claras la sevicia que invade la razón de la Seguridad Democrática del presidente Uribe.
La muerte de Reyes llega en momentos en que, como lo dijo la senadora, Piedad Córdoba, la pelota (de la paz) quedaba en campos del gobierno colombiano después de las exitosas liberaciones que a instancias del presidente Chávez había determinado las Farc de sus más importantes rehenes políticos, con excepción de Ingrid. Es decir, si la pelota había quedado en el campo del gobierno nacional, la muerte de Reyes, fue su respuesta.
La baja del guerrillero se produce en territorio ecuatoriano, lo que deja en un punto muy tenso las relaciones de Colombia con ese vecino y pone en guardia al otro vecino, más poderoso y menos dispuesto a dejarse engañar, tanto que por anticipado notifica al presidente Uribe que "ni de vainas vaya a hacer eso mismo por acá porque será tomado como causa de guerra". Y ni se diga del otro vecino en ultramar que poco espera para echársenos encima. Es decir, tenemos serios problemas fronterizos; estamos rodeados de inamistades: al sur con Ecuador, al norte con Nicaragua y al oriente con Venezuela. Realmente estamos llegando (o nos está llevando el Imperio), a un punto de no retorno en esta escalada bélica que deja a Colombia, ya no como el Japón de Suramérica de que hablara el ex presidente López Michelsen, sino en una ruta letal como la de Israel que al parecer tiene licencia para matar pasito, porque la última amonestación verbal que le hace la ONU por sus ataques a la Franja de Gaza es por “excesivos y desproporcionados”; o sea que si no hubiera sido por eso de “excesivos y desproporcionado”, la cosa hubiera resultado hasta bien.
Ni la forma en que fue dado de baja Reyes ni el sitio, como dije, me gustan. Ahora, me parece que el tiempo tampoco era el más propicio. En fuentes diplomáticas de los países que Colombia reconoce como facilitadores del proceso de paz: España, Francia y Suiza, se admite que la muerte de Reyes puede afectar el proceso ya que era el único contacto que tenían con las Farc para avanzar en la búsqueda de esa posibilidad que les encomendó el gobierno del presidente Uribe. Como se dice que la operación fue un éxito gracias a la avanzada tecnología que permitió rastrear el teléfono satelital de Reyes y ubicar el sitio exacto en donde se encontraba, puede uno pensar que se estaba comunicando con ellos y que lo que ha hecho Uribe es matarles el contacto, dejando las comunicaciones de los europeos con las Farc afectada de manera sensible.
¿Sabía el presidente Uribe que la operación se iba a adelantar invadiendo territorio ecuatoriano? ¿Sabía que Reyes era el único contacto con las Farc de los facilitadores internacionales? Es evidente que sí y quizás, por eso, se le vio tan descompuesto en la alocución que siguió a la muerte de Reyes y ese decir: “asumo todas las consecuencias”, era un anticipo de que algo mal se había hecho.
Pero ese… “ asumo todas las consecuencias” no es una expresión democrática. Eso está bien en boca de dictadores, de emperadores, de reyes, de déspotas. Porque, más que un golpe al corazón de las Farc es un golpe al corazón de la paz, a juzgar por ese par de consecuencias inmediatas que dejan su muerte: 1) relaciones extremadamente tensas con los vecinos y 2) Trunco el hilo de Ariadna que guiaba a España, Francia y Suiza por el laberinto de la paz.
Y no es que el presidente Uribe vaya a asumir todas las consecuencias. Es que todas las consecuencias las tenemos que asumir todos los colombianos. Los halcones de la guerra realmente han puesto un punto extremadamente alto y peligroso.
oquinteroefe@yahoo.com
02-03-08



Las Formas y las Realidades

César González Muñoz
Los grupos armados ilegales, el narcotráfico, el desplazamiento forzado, el tráfico de armas y precursores químicos, definen hoy, en gran medida, la situación socio-política de las regiones de frontera; el gran ausente en esos territorios es un Estado moderno y compasivo. Lejos de los corredores del poder central, allí ocurren, probablemente, los conflictos más agudos y dañinos de Colombia.
Las fronteras no tienen ventajas de localización, ni son polos de desarrollo, ni el hábitat de comunidades prósperas: Por regla general son confines, lugares mortíferos, insalubres, y abandonados. En los departamentos que hacen frontera internacional viven no menos de siete y medio millones de personas, la mayoría campesinos. Más de 5 y medio millones subsisten por debajo de la línea de pobreza. Hemos construido una nación cuyos bordes son míseros y problemáticos, en vía contraria del sentido común y de la historia.
En ese ambiente, muchas cosas ocurren rutinariamente en las fronteras, que contradicen el propio concepto de Estado-Nación. Muchas cosas que reflejan un combate permanente entre la formalidad institucional y la realidad. Y siempre la realidad se impone.
Por ejemplo, ningún conocedor del asunto podría negar que las FARC, durante años, han tenido asentamientos, refugios, santuarios y corredores al otro lado, en las zonas fronterizas con Venezuela, Brasil, Perú, Ecuador y Panamá. Eso lo han sabido siempre los políticos y los comandantes militares. Formalmente, esa presencia armada ilegal y extranjera se ha debido discutir en las instancias diplomáticas competentes, en la escala bilateral o multilateral, más allá de los “acuerdos de cooperación” entre autoridades, acuerdos que nunca han logrado modificar la realidad en lo más mínimo.
Ahora se ha desatado en estos países la más grave crisis militar, judicial y diplomática de la historia de la región por cuenta del bombardeo de un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, a dos kilómetros de la frontera, después de una cacería en la que seguramente se usaron equipos electrónicos provistos y operados por “contratistas” de Estados Unidos con recursos del Plan Colombia. No se tuvo en cuenta la formalidad institucional y el gobierno colombiano procedió a disparar sin avisarle al guardián de la soberanía ecuatoriana. Malas formas diplomáticas, sólo explicables por la realidad de los hechos: Si el guardián de la soberanía ecuatoriana se hubiera enterado a tiempo, el ataque militar no habría logrado abatir a “Raúl Reyes”. Esta es una auténtica guerra de espejos. Según el inventario oficial del computador de “Raúl”, el trasiego de las FARC por Ecuador se estaría convirtiendo en una presencia formalmente bienvenida por el Estado ecuatoriano, contra los derechos soberanos de Colombia.
El cerebro bulle con preguntas sin respuesta: La concesión de derechos de paso y de refugio a las FARC por parte del gobierno ecuatoriano, ¿se explica por el sueño bolivariano, o por algún otro objetivo altruista? ¿La presencia de “Reyes” en ese sitio se podría deber a algún acuerdo, o negocio, con incidencia francesa, alrededor de la liberación de Ingrid Betancourt? Si esta respuesta fuera positiva, ¿Sabría alguien en el gobierno colombiano que ello estaba ocurriendo? Como la realidad siempre se impone sobre la formalidad institucional, obviamente cualquier cosa puede ocurrir, sin que la ciudadanía se entere.
Ahora Colombia será reprendida y probablemente condenada en las instancias multilaterales por violar la frontera ecuatoriana. Y tendrá que vérselas con el ruido de sables que se oye en el vecindario. Al ciudadano común y sensato sólo le queda esperar que no pasemos a mayores en lo militar, y que la vergonzosa “normalidad” fronteriza se restablezca. Cuando hayamos superado este trance, habrá que recordarlo de nuevo: La auténtica seguridad nacional pasa por garantizar la seguridad de la vida en la periferia geográfica. “La Otra Colombia” sigue ahí, cantada eternamente como la Colombia del futuro.


Llamaradas del 68


Julio César Moreno, LA NACION, Buenos Aires, marzo 7 de 2008.

A cuarenta años de distancia, aquella “gran tempestad del 68” –como la llamara el filósofo italiano Lucio Colletti– sigue siendo motivo de análisis, críticas y rendiciones de cuentas, como si en aquel año de gracia hubieran surgido líneas que de algún modo siguieron influyendo en el mundo a lo largo de estas décadas.

Francia entera se prepara para recordar y debatir su “mayo de 1968”, sin duda uno de los acontecimientos más importantes en ese país desde la Revolución Francesa de 1789 o la Liberación de París de 1944. Y como en aquellas ocasiones, en el 68 se cantaba La Marsellesa, pero también otra canción revolucionaria: La Internacional. Y esa conjunción lírica reflejaba, quizá mejor que los discursos y los panfletos, el espíritu del momento.

Un momento que no era solamente francés, ya que la juventud universitaria de buena parte de Europa –de Berlín a Roma, de París a Londres– estaba en abierta rebeldía. Se trataba de masas juveniles pequeño burguesas, decía Colletti, o sea una categoría que escapaba a las previsiones del marxismo clásico y de la sociología en general; masas que proclamaban un comunismo puro y duro, incontaminado de reformismo o socialdemocracia, y que en nombre de la lucha contra el imperialismo levantaban las figuras de Che Guevara, Ho Chi Minh, Mao y reivindicaban la revolución cultural china y modelos similares.

La onda del 68 llegó también a los campus de algunas universidades norteamericanas, y en Italia se expresó con fuerza unos meses después, en un “otoño caliente” durante el cual se movilizaron miles y miles de estudiantes y trabajadores. 1968 fue también el año de la “primavera de Praga”, pero ésta no tenía nada de comunista sino más bien lo contrario, como que fue abortada por el ejército soviético.

Fue el año del “gran rechazo”, que se abrió en distintas direcciones. En la Argentina no pasó nada, pero fue un año cargado de tensiones, de una calma pesada en la que se advertían los signos de la próxima tormenta. Y la tormenta llegó unos meses después, a fines de mayo de 1969. La gran llamarada del cordobazo conmovió y cambió la historia del país. Por segunda vez en el siglo veinte –la primera fue con la Reforma Universitaria de 1918– la ciudad de Córdoba le dio un gran sacudón a la historia nacional. A partir de entonces, las cosas ya no volverían a ser como antes.

Cuarenta años después, el legado del 68 resulta absolutamente contradictorio. La revolución cultural china quedó sepultada en el cementerio de la historia, y sus principales sepultureros fueron los dirigentes de la China moderna, de Den Xiaoping en adelante, que con el modelo de “comunismo de mercado” convirtieron al país, en sólo dos décadas, en una de las potencias del siglo XXI.

Quedó también una amarga lección: que la sangre derramada por alguna de las líneas abiertas en el 68, entre ellas la de la violencia revolucionaria, fue inútil, además de intrínsecamente inaceptable, ya que se ponía en la vereda de enfrente de la democracia republicana y pluralista, que es el camino que eligió este país. Pero el 68, o nuestro 69, dejaron una gran bandera: la lucha irrenunciable por la libertad y los derechos individuales y sociales, por la justicia, la democracia y la república. Eso fue en esencia el cordobazo.


¿Hacemos lo correcto?

Ramón Elejalde. www.ramonelejalde.com

Existe en el País un apasionamiento enfermizo frente a todos los temas que tengan relación con el presidente Uribe, Venezuela, intercambio humanitario y Piedad Córdoba. Cualquier comentario que se haga, especialmente cuando contiene críticas, por leves que sean, contra Álvaro Uribe, el autor es inmediatamente satanizado y sindicado de guerrillero.
A pesar de lo anterior voy a osar hacer algunos comentarios sobre acontecimientos recientes, que considero no fueron correctamente manejados por el Gobierno.
El presidente de la República cuando llamó al presidente Correa de Ecuador, horas después del operativo que produjo la muerte de Raúl Reyes, debió contar absolutamente toda la verdad, sin hacer aparecer los hechos como una simple persecución en caliente en contra del grupo subversivo. En esa misma llamada el doctor Uribe Vélez debió pedir las disculpas necesarias y anunciarle al presidente Correa que las mismas se tramitarían por los canales diplomáticos. No haber solucionado a tiempo el problema con Ecuador, nos tiene enfrentando tres conflictos simultáneamente: Venezuela, Nicaragua y Ecuador.
Tampoco debimos pedir las disculpas a Ecuador con condicionamientos o arandelas, como algunos han llamado. Éstas debieron ser simples. Reaccionar con gravísimas acusaciones contra Correa y su Gobierno, cuando éstos rechazaron nuestras disculpas, fue otro error. No puede ser posible que primero nos dirijamos al “ilustrado” Gobierno ecuatoriano para disculparnos de lo que hicimos y media hora más tarde sindiquemos a ese “ilustrado” Gobierno de ser cómplice y auxiliador de las Farc. Aquí imperó una simple diplomacia salgareña.
Enviar al general Óscar Naranjo Trujillo a revelar los contenidos de unos computadores incautados a Raúl Reyes tampoco fue una decisión diplomática y acertada. Estos contenidos debieron originar enérgicas cartas de protesta tramitadas por los conductos diplomáticos y copias para entregar a los organismos internacionales, especialmente ante la OEA y poner estos equipos a disposición de las autoridades nacionales competentes. Dejarlos en poder del ejecutivo y no de la rama judicial es sembrar dudas sobre la custodia de una prueba tan delicada.
Algunas de las revelaciones de estos computadores dejan muy serias dudas. El cuento del uranio es verdaderamente fantasioso y macondiano. Enriquecer uranio requiere un proceso complejo, de mucho dinero y de avanzados laboratorios, que no están al alcance de una guerrilla campesina como las Farc, ni siquiera del Estado colombiano. Si es verdad que la guerrilla está replegada en la selva y en las fronteras de los países hermanos; si son ciertas las afirmaciones presidenciales en el sentido de que están prácticamente comiendo raíces y si verdaderamente estamos convencidos de que la seguridad democrática es exitosa, no puede ser verdad que las Farc estén en proceso de contar con una bomba atómica. Tampoco es comprensible que una guerrilla “pagando escondites a peso”, como decimos en Antioquia, esté traficando con uranio.
Un amigo me hacía un fino y agudo chiste: Debe ser que alias Jojoy o alias Marulanda, aprendieron física nuclear en el Sena y ahora estén dedicados a producir bombas atómicas. Bastó mirar detenidamente las armas incautadas en el campamento donde murió Raúl Reyes y que exhibió el Gobierno por televisión, para comprender que la Farc no está en capacidad de poseer armas sofisticadas, así no sean tanto como las bombas atómicas.
Las mentirillas para pescar incautos en Colombia se nos pueden devolver en el campo internacional. ¿Qué tal un estado considerando que si las Farc están trabajando con uranio es porque son un verdadero ejército irregular?
Todo lo anterior no obsta para reconocer que hasta ahora la hemos sacado barata en la OEA. La actuación del Embajador fue impecable. Sacó la cara por nuestro sistema diplomático, tan politizado e incapaz.
Tímidamente he sostenido en escenarios académicos que Colombia se ha convertido en un terrible vecino para los países limítrofes, por los problemas que tenemos de narcotráfico, cultivos ilícitos, guerrilla, águilas negras, paramilitarismo y desplazados. Debo registrar que con más valor que el mío, Armando Benedetti, furibista a más no poder, confesó públicamente esta semana en el programa “Hora 20” de Caracol que somos unos pésimos vecinos.

miércoles, 5 de marzo de 2008

A PROPÓSITO DE LA ACTUAL SITUACIÓN DE CONFLICTO ENTRE COLOMBIA, ECUADOR Y VENEZUELA:

Dijo Roger Garaudy en su libro Integrismos, página 145:
"En nuestra época, donde los hombres tienen la posibilidad técnica de aniquilar a la humanidad, ya no tenemos más opción que LA DESTRUCCIÓN MUTUA ASEGURADA O EL DIÁLOGO...Pero no hay verdadero diálogo a menos que cada cual esté convencido de que tiene algo que aprender del otro y, en consecuencia, que esté dispuesto a cuestionar sus propias certidumbres".
A PROPÓSITO DE LA ACTUAL SITUACIÓN DE CONFLICTO ENTRE COLOMBIA, ECUADOR Y VENEZUELA:

Dijo Daniel Arango Jaramillo en su libro "La Ciudad de Is", página 343:
"Los espartanos desafiaban la eternidad desde su ciudadela de hierro, y despreciaban a la Atenas que dialogaba. Atenas habla todavía, pero no hay rastro cierto de Esparta en un llano tan neto como es el valle del Eurotas. Una vez más, la historia sepulta las armas y preserva el diálogo".

lunes, 3 de marzo de 2008

ACLARACIÓN: El artículo "Popper, el último grito de la muerte" es del Dr. Juan Linares. Presentamos excusas al autor por tamaño olvido.
La Redacción.
¿Guerra internacional colombiana?
Colombia sólo ha tenido dos guerras internacionales: en el, siglo XIX, con el Perú y los derrotamos en el Portete de Tarqui; en el siglo XX, con el Perú de nuevo y los derrotamos en la lucha por el trapecio amazónico. Esperamos que la racha no continúe.
RLLI
A MARCHAR
6 DE MARZO/2008
CONTRA TODOS LOS GENERADORES DE VIOLENCIA
POR LA SOLUCIÓN HUMANITARIA
POR LA PAZ EN EL INTERIOR Y EN LAS FRONTERAS.


QUIERO BEBER
Luis Felipe de la Rosa, poeta, pastuso y Liberal.

Quiero beber, pero beber del vino
Añejo, turbio, acibarado, ardiente
Que dio la Francia al pensador divino
Para poder dormir tranquilamente…

De la vida falaz ya nada espero;
Trepé cantando, descendí de luto…
Y me quedé a la vuelta del sendero,
¡árbol caído sin verdor ni fruto!

Quiero beber, pero beber del vino
Añejo, turbio, acibarado, ardiente
Que dio la Francia al pensador mohíno
Para poder dormir tranquilamente…

¡En vano atento el horizonte exploro
Desde la soledad negra y bravía!...
Y para qué! Si la mujer que adoro,
voluble estrella, se me esconde hoy día…

Quiero cortar en el sopor de un “trago”
La hebra ruín que mi piedad resiste…
¡Pero que hago, señor, pero que hago
Si tengo el alma, como nunca, triste!



CONTENIDO

• El Evo de aquel entonces ya no es el mismo, Erika Brockman Quiroga.
• Palabras de la esfinge, César González Muñoz.
• Se soltaron los perros, Octavio Quintero.
• Atrapados sin salida, Mauricio Cabrera Galvis.
• ¿Ylos policías y los militares?, Ramón Elejalde Arbeláez.
• Popper o Yagué, Renson Said.
• Popper el último grito de la muerte.
• En que va el conflicto armado, Juan Manuel López Caballero.
• ¿A dónde va España?, Ignacio Ramonet.
• Bases de acción competitiva para preservar resultados sobresalientes, Octavio Ramírez Rojas.
• Ser revolucionario y mala persona es fácil, Rodolfo Correa.




El Evo de aquel entonces ya no es el mismo

Erika Brockmann Quiroga * ®® Escenarios, especial para el Boletín Virtual.

Coherente con su ya compulsiva costumbre, el Presidente ha decidido subirse al avión en un intento desesperado de emular la exitosa travesía internacional que hace dos años precedió su histórico ascenso al poder como jefe de Estado. Sin embargo, el mundo constatará que el Evo de ese entonces ya no es el mismo, como tampoco lo son el país ni la sociedad boliviana. La corriente democratizadora e incluyente que anunciaba mejores días se desvaneció en la estridencia del discurso y las anécdotas que suman resentimientos. Más dividida, Bolivia vive conflictos comprensibles, lastimosamente sobredimensionados al carecer del estadista y conductor del mencionado cambio.
El Presidente inició su periplo no sin antes arengar a sus más fieles para tensionar el país enfrentando a las regiones que apuestan por un Estado autonómico, regiones que intentan neutralizar la ofensiva y la torpeza del Gobierno central.
Olvidando la premisa leninista de que a las “masas se las conduce y no se las obedece”, y para sellar su lealtad con la lógica del conflicto desde las calles, terminó formalizando la conminatoria al Parlamento para que acelere el llamado a los referéndums, ‘dirimitorio’ y ratificatorio, de una propuesta constitucional maltrecha y cada vez más cuestionada. Lo curioso es que los movimientos del ‘cerco’ son apenas una fracción minoritaria (cada vez menos efectiva) del conjunto de bolivianos que le confiaron su voto, siendo probable que el apoyo a la propuesta del MAS sea débil y derrotada, o, en el mejor de los casos para él, un trofeo con pedestal de barro.
En política, como en el cacho, se ve lo que se anota. El Presidente se fue, dejando al Parlamento y a su Vicepresidente con mal pie para arrancar con un diálogo presionado gracias a su doble discurso y al impacto de las urgencias naturales. El escenario congresal y político es por hoy el último para hacer un pacto que demanda la mayoría y eluden los extremos minoritarios. El Presidente deja a un país angustiado por una escalada de precios que anuncian un año inflacionario. Los otrora discursos encendidos de la ‘guerra del y por el gas’ encuentran a una Bolivia ‘desgasificada’ e incapaz de honrar compromisos internacionales y dar el energético requerido a sus propios ciudadanos. La ‘guerra del agua’ en su versión paceña demuestra la incapacidad de las empresas públicas cuando de prestación de servicios básicos se trata y cuando el eslogan ‘agua para todos’ naufraga.
La Asamblea Constituyente dio como resultado una propuesta inaplicable, contradictoria y publicitada como panacea. Tras el entusiasmo suscitado por un frondoso catálogo de derechos, más parece que consolidará la ‘constitucionalización’ de una nueva forma de segregación y exclusión étnico-cultural. La acusación persistente y la guerra anunciada contra los empresarios ‘especuladores y conspiradores’ terminan en el lamentable estancamiento y la ‘inviabilización’ de la política de seguridad alimentaria y del aparato productivo. A excepción de los cocales que crecen sin obstáculos ni estigmatización oficial, no hay sector productivo que invierta y crezca como debiera.
¿Cómo explicará el Presidente ante el mundo este desbarajuste en el mejor momento para la economía nacional? ¿Se debe continuar con el guión de víctima de una oligarquía de 500 años que reivindica para redimir las culpas y alimentar el exotismo de algunos de sus amigos en el exterior? ¿Qué buenas noticias le dará al mundo? ¿La moda y el nuevo ‘look’ presidencial? O que, pese a todo, siguen siendo la coca y las remesas del exterior los únicos ingresos sostenibles y predecibles en una Bolivia que prometió cambios para vivir bien.
* Politóloga y psicóloga, erikabrockmann@yahoo.com.mx



Palabras de la Esfinge

César González Muñoz
La publicación de las actas de reunión de la Junta Directiva del Banco de la República es, sin duda, un progreso en la calidad de la información pública sobre lo que hace y pretende hacer la autoridad monetaria. Tiene otro elemento de interés: le da vida a la profesión de intérprete de esa nova lingua en que puede convertirse el idioma de las minutas de la junta. Ya sabemos que las minutas vienen cubiertas con un cierto manto de misterio, de generalidad, de prudencia extrema. No podremos esperar el uso de un lenguaje fácil y liviano. Siempre harán falta los intérpretes de la Esfinge quienes, por otra parte, no se pondrán jamás de acuerdo entre sí.
De la falta de un lenguaje más comunicativo no se debe culpar a la Junta ni a su Secretaría: Así ocurre con todos los banqueros centrales; cualquier frase que no quede bien puesta mueve con fuerza negocios y transacciones en la bolsa y en el sistema financiero, y desata una hojarasca de comentarios en la Internet, que puede terminar haciendo un ruido inconveniente en el mundo de los negocios, en el propio banco central e incluso en la llamada “economía real”. Aquí lo importante es que haya un balance adecuado entre la información y la prudencia.
Por mayoría (y no por unanimidad, lo que no deja de ser una señal), la Junta decidió el 22 de febrero subir en un cuarto de punto porcentual (25 puntos básicos) sus tasas de interés de intervención; como se sabe, la mecánica de este movimiento implica que las principales tasas de interés en el mercado financiero subirán un poquito en algún futuro cercano. Pero la mecánica no es lo más importante: Los intérpretes de la Esfinge afirman, correctamente, que ésta, más que una medida mecánica, es un gesto, una muestra casi gratis de la voluntad que tiene el Banco de la República de utilizar las herramientas que tiene para tratar de meterle freno a la inflación, así la frenada deje marcas de menos empleo y menor crecimiento.
Mi intérprete de cabecera dice: “La atención de la Junta está puesta en los números de inflación que podrían registrarse a finales de este año o a mediados del próximo. El susto no se debe a las estadísticas que ya conocemos, sino a las que vendrán. Todos los indicadores se inclinan a mostrar que esos números serán más altos. Claro que no hay motivo para pensar que la inflación va a coger una cuesta empinada. Nada de inflaciones de dos dígitos, por ahora. Pero la Junta sí puede perder el año en el sentido de no cumplir la meta que ella misma ha señalado de crecimiento de precios en 2008 y su perspectiva pasa 2009. Ya la meta de 2007 no se logró. Si la Junta vuelve a perder el año, así sea por poco, va a perder al mismo tiempo su joya más valiosa y más rara: la credibilidad”
El acertijo que enfrenta el Banco de la República y con él todos los bancos centrales del mundo, es que se ha iniciado una historia de altos precios de alimentos y materias primas. Esta alza de los precios relativos de los bienes primarios puede, por varios caminos, llevar a un alza generalizada y sostenida de precios. A los productores les ha llegado un buen cuarto de hora, muy esperado y bienvenido, pero el impacto macroeconómico puede ser nocivo. Mi intérprete de cabecera tiene razón cuando duda mucho de que los bancos centrales sean capaces de enfrentar el problema, y mantener su credibilidad, a punta del sólo manejo de sus tasas de interés y de las operaciones de mercado abierto. Veremos. La minuta sale la semana entrante.


Se soltaron los perros

OCTAVIO QUINTERO
Alguna parte importante del empresariado colombiano ha alertado a su jauría de analistas económicos en contra de las medidas fiscales a la carta que ha venido implementando el gobierno en pro de otro grupo de empresarios que deben tener más juego en los futuros intereses políticos del presidente Uribe.
A juzgar por los términos de sus denuncias, el asunto es grave, y puede pensarse que Uribe se está jugando una carta importante en su futura imagen pública fabricada, como todos sabemos, a partir de encuestas que se adelantan entre la mínima parte de la población que ha resultado beneficiada del exclusivo y excluyente modelo neoliberal.
No se puede albergar mucha objetividad en los comentarios de los mastines neoliberales que ahora que sus amos se alejan del centro del poder han dado en encontrar odiosos favoritismos fiscales, pero sirven para validar las críticas que de tiempo atrás hemos hecho al modelo quienes a un alto costo personal y profesional nos hemos sostenido en la inviabilidad de un modelo que ha despojado al Estado de su contenido y responsabilidad social para endosárselo a la que hoy con gracia irónica llaman “capitalismo social” en un, hasta brillante esfuerzo alquímico de mezclar el agua con el aceite.
A partir de las críticas ya suficientemente comentadas del ex ministro Hommes y del ex director de Planeación Armando Montenegro, mastines neoliberales del ex presidente Gaviria, aparece después otro peso pesado del régimen, el ex ministro Juan Camilo Restrepo, un encanto de analista político y económico, de clara estirpe social (cuando está sin puesto) descubriendo, desde su perspectiva de futuro candidato presidencial que (…) “La política tributaria de la administración Uribe se ha caracterizado porque le encanta cargarle la mano sin piedad a las rentas de trabajo, y a los consumidores a través del IVA y de la altísima tributación sobre los combustibles. Pero cede ante las presiones de quienes piden tratamientos de privilegio para sectores poderosos (…). Tiene toda la razón el ex ministro Rudolf Hommes cuando en reciente artículo señalaba que por estos tiempos "los traficantes de influencias montan y desmontan en Palacio".
Una de las razones que hacen muy interesantes los comentarios de Hommes es que él siempre escribe con conocimiento de causa porque, nadie como él ha sido siempre un “traficante de influencias”, unas veces desde el sector privado a través de fundaciones patrocinadas por generosos contratos de prestación de servicios con el Estado o, directamente desde el mismo “Palacio” al cual alude en la cita que le toma Juan Camilo, otro “traficante de influencias” especialmente para la empresa privada antioqueña y también desde “Palacio” a todo lo largo y ancho de su vasta carrera pública.
Pedro Medellín como que tiene menos que arriesgar en el lance porque su lanza en ristre apunta al corazón de Uribe:
(…) “Como si la reforma laboral y las exenciones de impuestos no fueran suficientes estímulos para los empresarios, el Gobierno ha convertido los aranceles en un mecanismo recurrente para mantener los apoyos políticos y, de paso, favorecer a algunas empresas. El asunto es tan notorio que, con el aumento de los aranceles para la tela, la ropa y los zapatos anunciado por el Gobierno, los economistas han encendido las alarmas. Armando Montenegro afirmó que "la iniciativa de subir los aranceles de un puñado de empresas selectas es altamente inconveniente". Y mientras que el ex ministro Hommes afirmaba: "Suben aranceles para que suban los precios de algunas acciones", Alejandro Gaviria, ex subdirector del DNP, alertaba sobre la desinstitucionalización que entrañaba la medida: "En el pasado, estas decisiones eran discutidas en el Consejo Superior de Comercio Exterior, una importante instancia técnica. Pero con el deterioro de los contrapesos internos, las decisiones se toman ahora en reuniones cerradas en Palacio, de frente a los beneficiados y de espaldas al país". Es la microeconomía de los favores políticos, con la que el Gobierno moviliza apoyos y garantiza alta rentabilidad a los empresarios. El modelo es sencillo: invocando la necesidad de aumentar la protección de los productores nacionales, altos funcionarios del Gobierno asumen el papel de agentes o promotores empresariales. Utilizando o no los canales institucionales, toman las medidas que no solo favorecen a ciertas empresas, sino que, además, los convierten en inigualables candidatos a dirigentes empresariales una vez salgan del Gobierno”.
Qué bueno que ahora vean esto. Casi en los mismo términos la denuncia está hecha en mi libro “La mentira organizada”, escrito hace 10 años:
(…) “¿Qué es lo que motiva la doble moral de hoy? La explicación es la connivencia que existe entre los sectores público y privado, dirigidos por capas predominantes en lo político y en lo económico que se corrompen unas a otras, aunque, para los intereses del sector privado toda la culpa se haga recaer sobre el sector público. Al igual que privatizan las utilidades y socializan las pérdidas, también las virtudes son privadas y las culpas públicas. Como si pudiera haber corrompido sin corruptor. Es sorprendente, y cuando menos sospechoso, que por mal que le vaya a un ministro, gerente o director de empresa estatal, al dejar el cargo se le abran exclusivas puertas del sector privado, especialmente en aquellas entidades privadas que más tuvieron qué ver con su gestión pública”. (Págs. 91/92).
Es indudable que estas críticas reflejan la caída del sol que está poniéndose a la espalda del presidente Uribe.


¿ATRAPADOS SIN SALIDA?

MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Febrero 24 de 2008

Los directores del Banco de la República se deben estar sintiendo como el protagonista de “Atrapado sin salida”, la clásica película de Milos Forman en la que Jack Nicholson hizo una de sus más magistrales actuaciones que le dio su primer Oscar. Como en la película, no logran salir del atolladero en que se encuentran por más esfuerzos e intentos que hagan.

Su problema es muy real y complejo. De una parte constatan que la inflación se ha acelerado y, lo que es peor, que las expectativas de los agentes del mercado apuntan a que no se reduzca, por lo que es posible que incumplan su propias metas por segundo año consecutivo. Pero de otra parte deben ser conscientes que el control de la inflación no es el único mandato constitucional del Banco sino que también deben preocuparse por el crecimiento y el empleo, además de que han recibido toda clase de presiones del gobierno y de los gremios para que afloje su política contraccionista.

En la decisión que tomó la Junta el viernes pasado primó la preocupación por la subida de los precios y, por lo tanto, aumentaron sus tasas de interés de intervención a 9.75%; con esta ya son quince las ocasiones sucesivas en que han subido las tasas desde Abril del 2006 cuando cambiaron el rumbo de la política monetaria para frenar el acelerado crecimiento del crédito bancario y evitar así el recalentamiento de la economía.

Un aumento de 0.25% en las tasas del Banco de la República es pequeño y no va a tener mucho impacto sobre los intereses que cobran los bancos, en particular en los créditos de consumo, porque ya están cerca del tope de usura. Sin embargo el mensaje es contundente: al Banco le preocupa más el riesgo de perder credibilidad porque la inflación este un poco por encima de su meta (tal vez un 1%) que el riesgo de una desaceleración de la economía, y no le preocupa la revaluación del peso porque un dólar barato le ayuda a frenar la inflación.

La Junta del Banco parece atrapada sin salida porque su diagnóstico de la situación económica es correcto pero las medidas tomadas tienen efectos negativos. En efecto es cierto que persisten presiones inflacionarias diferentes al comportamiento de los alimentos, por ejemplo que los créditos bancarios siguen creciendo por encima del 20% y el crédito de consumo más del 30%, pero también es cierto las mayores tasas atraerán más capitales golondrina, inclusive burlando los controles que se han impuesto, lo que agudizará la revaluación del peso con sus funestos efectos sobre todos los productores nacionales, no solo los exportadores sino los que compiten con los bienes importados.

Pero si hay una salida. El origen del problema es un conocido error de las políticas económicas que es tratar de usar un solo instrumento (en este caso la tasa de interés) cuando se tienen dos objetivos distintos: el control de la inflación y la competitividad de la tasa de cambio. La solución lógica es usar otro instrumento adicional.

Ese instrumento no deben ser los subsidios tributarios que está usando el gobierno para compensar por los efectos de la revaluación a unos pocos sectores privilegiados, Me refiero a los CERT o los créditos subsidiados para algunos exportadores o a la subida de aranceles para ciertos productos, que son medidas parciales, discriminatorias y con un costo fiscal que agudiza los problemas.

Para controlar las presiones de demanda alimentadas por el rápido crecimiento del crédito bancario existe un instrumento más efectivo que las tasas de interés y que además no produce daños colaterales en la tasa de cambio. Es el aumento de los encajes bancarios, es decir del porcentaje de depósitos que deben congelar los bancos comerciales. Las autoridades chinas lo han utilizado con éxito para controlar la liquidez de su economía sin presionar la revaluación del yuan; El Banco de la República también lo utilizó el año pasado y no hay razón para que no lo vuelva a usar y encontrar la salida a su dilema.


¿Y los policías y los militares?
Ramón Elejalde Arbeláez, www.ramonelejalde.com

Las últimas liberaciones de secuestrados que han realizado las Farc, en forma unilateral, son bienvenidas y llenan de regocijo a los colombianos; pero en la selva quedan muchas personas injustamente sometidas a la más cruel degradación de su dignidad humana. Quedan dirigentes políticos, que como Íngrid Betancur se les están muriendo, o policías y militares que no tienen por qué continuar pudriéndose en la selva, en un trato humillante y cruel. Las Farc, si es verdad que en su ideario político tienen reivindicaciones que reclamar, están obligadas a demostrar que la degradación de la guerra no puede llegar a esos extremos.
Ya lo habíamos advertido en esta columna. El Gobierno pierde todos los días capacidad de maniobra en la posibilidad de un intercambio humanitario con las Farc. La guerrilla está haciendo política con las liberaciones unilaterales y ha graduado como su interlocutor válido al presidente venezolano Hugo Chávez. Las Farc han venido dejando en claro que solamente a través de Chávez es posible que los secuestrados regresen al seno de la sociedad. Razón le asiste a Rodrigo Pardo en algo que ya habíamos sostenido acá: el doctor Álvaro Uribe ha perdido la manija del asunto por no despejar a Florida y Pradera. El escenario internacional que hoy tiene la subversión lo han logrado a un alto costo de nuestra situación, costo inferior si ya hubiéramos despejado esos dos municipios.
El presidente Uribe tiene que ser audaz para retomar la iniciativa en el tema, porque la opinión internacional también le va a cobrar la muerte de Íngrid o de alguno de los secuestrados y Dios quiera que eso no suceda. El Presidente tiene que preocuparse también por la liberación de nuestros policías y militares. Él es el comandante supremo de las Fuerzas Militares y esos treinta y seis hombres son sus subalternos. Un último esfuerzo de ceder un poco en su terquedad, dejaría a las Farc sin argumento alguno ante la comunidad nacional e internacional. Si logra la liberación de los secuestrados, un triunfo del doctor Uribe. Si no lo obtiene, quedarían las Farc sin ningún aliento político. Uribe no perdería nada. Los derechos fundamentales y la vida es uno de ellos, priman sobre los intereses colectivos. Vale la pena despejar a Florida y Pradera, para salvar la vida de cuarenta seres humanos.
En el tema del acuerdo humanitario, el Gobierno no puede seguir pretendiendo que gobiernos extranjeros o la Iglesia, cuya interlocución con las Farc no va a ser posible, lo logren. En esto hay que ser absolutamente objetivos y realistas. Volver a Chávez sería afrentoso y carente de dignidad. Lo que sí es posible es encontrar propuestas atrevidas que lleven a soluciones prácticas y efectivas en este lamentable caso. ¿Qué tal por ejemplo intentar una mediación para el acuerdo humanitario con Ernesto Samper y Piedad Córdoba? Sería una buena opción, ya que el doctor Samper ha sido un defensor de dicho acuerdo y además sería un excelente complemento, un complemento diplomático para unir a la voluntad, empeño y capacidad de mover el corazón de las Farc, que ha demostrado Piedad Córdoba. Es necesario ser creativos. La vida de Íngrid Betancur, la vida de unos dirigentes políticos y la vida de muchos militares y policías corre inminente peligro. Hay que salvarlos.
Presidente, con Ernesto Samper usted no pierde el manejo de la situación.


Popper o Yagé

Renson Said, via_libre19@hotmail.com

Esta semana vimos la noticia de un joven universitario de 19 años que murió por consumir Popper. Se trata de un nitrito de amilo, un potente vasodilatador que al entrar en contacto con el Sistema Nervioso Central relaja el músculo liso. Su abuso puede producir náuseas o agresividad. En todo caso, científicos aseguran que anula el cerebro. Y es la droga preferida de los jóvenes porque es un líquido incoloro e inodoro que deja pocas evidencias físicas comparado con la marihuana (que produce una placidez dulce), o la cocaína (que lleva al cuerpo a una hiperactividad a veces risible), o el éxtasis (que es el estallido de una euforia de seis horas ininterrumpidas). El Popper lleva consigo el riesgo de la sobredosis por su poder adictivo. Pero es igual de peligroso a cualquier droga sintética.

El pasado 22 de febrero una mujer de 42 años murió luego de consumir la sagrada bebida del yagé que le fue preparada por un médico indígena en un ritual de purificación. El consumo del yagé es una práctica sagrada y milenaria para las culturas indígenas ancestrales de los pueblos originarios de las selvas sudamericanas, y se ha extendido a la cultura occidental muchas veces sin respetar su naturaleza. La preparación del yagé es algo dispendioso que sólo lo puede hacer un taita con experiencia. Hay que cosechar la planta lejos de la contaminación humana. Con ella se prepara la purga (un brebaje cocinado por más de diez horas y mezclado con hojas de chacruna) que tiene propiedades psicotrópicas. Produce un estado de conciencia muy lúcido que, dependiendo del estado emocional de la persona, puede llevarlo a experiencias espirituales: viajes a otras esferas de la conciencia. El yagé se bebe acompañado de un ritual con danzas y cantos tradicionales. No es una droga, sino una bebida sagrada.

En Bogotá hay sitios que ofrecen rituales de yagé, pero en realidad son avivatos que ofrecen una sustancia conocida vulgarmente como “borrachera”, que es la misma escopolamina y que en dosis muy altas produce convulsiones, depresión severa, coma y la muerte. Eso, probablemente, fue lo que bebió la señora de que hablábamos más arriba. Un emplasto que suprime la voluntad y produce pérdida de la memoria.

Dijimos que el Popper produce agresividad y anula el cerebro. Y el falso yagé hace perder la memoria. Es importante tener esto en cuenta porque recuerdo que el presidente Uribe grita en los micrófonos que las ONG son grupos terroristas (agresividad), que hay que firmar el TLC (anulación total del cerebro) y que en Colombia no hay conflicto armado (pérdida de la memoria). Yo no sé si el presidente Uribe está metiendo Popper o escopolamina, pero el daño no se lo hace a él mismo, sino al país. El siquiatra Luis Carlos Restrepo, que es un experto en drogas, sabe muy bien que cuando un paciente comienza a hablar en abstracto, es porque el daño en el cerebro es irreversible.


Popper: el último grito de la muerte
De la vida social y familiar de Juan Carlos Rincón poco sabemos. Nos consta que tenía 19 años, que cursaba el quinto semestre de administración de empresas en la Universidad Piloto y que era el segundo de tres hermanos. Nada más. Diez o doce líneas a doble espacio pueblan la vida de un hombre. Su familia asegura que era un tío alegre, inteligente, listo. La vivacidad, la arrogancia y el desenfado juvenil le habrán hecho pensar, en más de una ocasión, que era invulnerable, invencible. Una juventud que vive el presente, como los animales, muy despierta a las sensaciones en un mundo cada vez más extraño e incontrolable. Una realidad atroz que requiere cada tanto de un presunto milagro en una adolescencia sedienta de aguas mágicas. Juan Carlos, animado – tal vez- por algunos amigos de farra de la universidad, se decidió a probar la droga de moda: “Popper”, ¿Total, qué me puede pasar?, sin sospechar que esa felicidad prefabricada acabaría de un tajo con sus días entre los mortales.
En la madrugada del sábado 16 de febrero, Juan Carlos y su novia se encontraban en un hostal. Rincón, que tenía antecedentes de epilepsia, no aguantó la embestida del “Popper”, empezó a convulsionar y tuvo que ser llevado de urgencia al centro asistencial, donde se le dictaminó hemorragia cerebral.
Así, de esa forma tan abrupta y cruel hizo su presentación oficial en sociedad: “Popper”, una droga que “anula el cerebro y deja el puro instinto”. En los círculos homosexuales se la conoce, también, bajo los nombres de: perico plus, putazo, oro líquido, rush y clímax.
El popper es un tipo de inhalante, dentro de los inhalantes es un nitrito. La denominación popper (por popped, "estallido"), oculta en realidad compuestos altamente tóxicos e inflamables derivados de los nitritos de alquilo (isobutilnitrito, butilnitrito y amilnitrito), usados como vasodilatadores desde mediados del siglo XIX en Europa, para pacientes con angina de pecho y diversos males cardiacos crónicos.
Popper es un químico sicoativo con fragancia de producto de limpieza, incluso algunos “rumbeaderos” lo han llegado a implementar para trapear sus pisos. ¿Forma subliminal de atraer, de estimular ?... Una rápida inhalada y un movimiento de cabeza brusco hacia atrás para asegurar la penetración en el cerebro y el fogonazo que se extiende imparable al sistema nervioso. Se comercializa en empaques de colores intensos y viene en varias presentaciones. Producirlo no es tan difícil; el alcohol butílico y el nitrito de sodio, sus precursores químicos, están disponibles en el mercado y la temperatura para cocinarlos la da un horno convencional. En publicaciones europeas del tipo de The Ultímate Gay Guide , de Jon Saponarsky, se advierte que quema la piel, y es que los cristales que resultan de la mezcla original se diluyen en ácido sulfúrico.
Popper es el bóxer de la clase alta, el bóxer de los gomelos... ese que no tienen que inhalar para calmar el hambre física que sentiría un indigente... sino que se inhala para calmar el hambre que busca calmar todo alúcigeno... el hambre que tiene la juventud, hambre de amor, de comprensión, hambre de entender el mundo en el que están pero que sienten cada vez más ajeno. Hambre de ser alguien ante un espejo que nos les muestra a nadie...
Vivimos en la era de la competencia permanente (el cemento ha reemplazado al alambrado… al perímetro) donde llegar o ser segundo no sirve, no tiene sentido, no cuenta, carece de valor. Es la era de los anabolizantes sintéticos que mejoran nuestro rendimiento atlético, nuestra figura. Una época en la que no se tolera la frustración, la debilidad, la derrota. Todo sirve, todo suma a la hora de obtener una pequeña parcela de felicidad por más efímera que ésta sea.
Es la era de la información en donde los jóvenes de hoy son ínternautas en búsqueda del tiempo perdido. Una especie de Homo numericus con celular (el invento más significativo después de la rueda), laptops o sedentario frente a su PC, a la vez consumidor y productor de contenidos para la red. Paradójicamente los avances tecnológicos en materia de comunicación en vez de acercarlos los han alejado del grupo social.
Son jóvenes llenos de urgencias - de preguntas sin respuestas sencillas, de deseos insatisfechos en una sociedad cada vez más materialista y cerrada - que buscan a través de las drogas alterar o modificar la realidad. La droga reemplaza, en muchos casos, a la familia y suple la carencia de infancia.
Juan Carlos Rincón, el joven muerto por inhalar popper, jamás comprendió que la belleza y la dicha son accidentes. ¿Total, qué me puede pasar?
El recuerdo es lo único que la muerte no se lleva



En que va el conflicto armado


Juan Manuel López Caballero.

La gran paradoja de la evolución de la situación colombiana es que el Gobierno comienza a tener éxitos en el conflicto armado que él niega que existe. O más exactamente, que en lo único que puede mostrar avances es en eso, pero que esos avances o ‘éxitos’ son cada vez más graves para el país.

En efecto, en lo militar las fuerzas oficiales han logrado dar de baja algunos cabecillas de frentes, acaban de capturar a ‘Martín Sombra’ que consideran miembro del Estado Mayor y más importante que Granda, y sobre todo, es un hecho que han aumentado las deserciones en forma significativa.

Lo malo es que esto lo toman como una demostración de lo correcto de su política de guerra total y la decisión de reforzarla, lo cual nos plantea las cuestiones de ¿cuándo y cómo se acaba? y ¿a qué costo?

Lo primero porque la rendición total (como parece ser lo que se espera) no existe en casos de insurgencia como ésta y lo que sucede es que entre más se debilitan pero más se aleja la posibilidad de negociación, más tienden hacia el puro y, ahí sí, verdadero terrorismo; además de que si ha tomado 5 años este resultado, puede tomar bastantes más periodos presidenciales y ‘articulitos’ para prolongar la ‘seguridad democrática’, el llegar a los cabecillas de los otros 50 o más frentes, a los 15 o más miembros de lo que se clasifica como el Estado Mayor, y no se diga a los miembros del Secretariado.

Y lo segundo porque según la Contraloría desde marzo de 2005, el área abandonada por la población desplazada sería de 2.6 millones de hectáreas y para el Gobierno, la cifra de desplazados oscilaría entre los 2 y 4 millones, según dijo el viceministro de Agricultura, Fernando Arbeláez, en el seminario sobre restitución de propiedades a población desplazada, de diciembre de 2007. Es decir que a este ritmo se acabaría toda la población rural y se abandonaría por completo el campo antes de cumplir las expectativas del Gobierno.

La última liberación de los cuatro civiles también es vista como un éxito por las autoridades; probaría que no se necesita despeje ni para negociar ni para que sean liberados los cautivos, y que se impuso el punto de vista de Uribe de que no debe haber intercambio humanitario sino liberaciones unilaterales.

Pero, como parte de las paradojas, para el país es mal presagio la prisa del Ministro de Defensa por desaprovechar la posibilidad de darle a esa liberación el carácter de la muestra de ‘buena voluntad’ que se le exigía a la guerrilla, y, por el contrario, cerrar la puerta a cualquier inicio de discusiones alrededor del paso que proponen las FARC sin siquiera dar una pausa para la respuesta.

Siguen las paradojas en el sentido de que en vez de acabar siendo Venezuela o Chávez un instrumento para ablandar a las guerrillas y distensionar la relación con ellas, lo que se logró fue que se convirtieran en su refuerzo en el momento que políticamente estaban derrotadas y militarmente golpeadas, y que no fuera con y gracias a nuestro gobierno que se lograban resultados humanitarios sino contra y a pesar de él.

Y la más grave de las paradojas es que el Gobierno pueda pensar que lo más le convendría sería la muerte de Ingrid en cautiverio pues neutralizaría el hecho de que la imagen de la guerrilla se mejoró con esta operación y no así la del Gobierno.



¿A dónde va España?


Ignacio Ramonet. Le Monde Diplomatique, marzo 2008.

Hace apenas seis meses, las elecciones generales del 9 de marzo en España debían constituir, para el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), una simple formalidad. El balance de la legislatura aparecía en efecto globalmente positivo (léase nuestro dossier sobre las elecciones españolas, páginas 12 a 15). ¿No había tomado acaso el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, con la aprobación de la mayoría de los ciudadanos, algunas decisiones audaces y de modernización de las costumbres? Entre otras, la retirada de las tropas españolas de Irak, la regularización masiva de los inmigrantes sin papeles, la legalización de los matrimonios homosexuales y las leyes para acelerar el divorcio, facilitar el aborto y contra la violencia de género.
Tales medidas venían adicionalmente a demostrar que, a pesar de los imperativos de la globalización neoliberal, un dirigente aún podía hacer prueba de voluntad política y cumplir sus promesas electorales. Devenido inaudito, ese coraje convirtió en aquel momento a Zapatero en un icono de la izquierda internacional (1).
Asimismo, y cumpliendo también lo prometido, el gobierno socialista procedió a la necesaria revisión del Estatuto de Autonomía de Cataluña cuyo nuevo texto fue aprobado en julio de 2006. Combatida en el seno mismo del PSOE y criticada de modo poco responsable hasta en los medios de comunicación no hostiles a los socialistas (diario El País , radios de la Cadena SER, canales de televisión Cuatro y CNN+ de la empresa Sogecable), esta decisión ya fue menos aceptada por una opinión pública incitada de modo abierto a la catalanofobia.

Mientras tanto, anonadada en un primer tiempo por la inesperada derrota en las elecciones del 14 de marzo de 2004 y desconcertada por las incesantes iniciativas del gobierno socialista, la derecha recomenzaba a movilizarse. Y el gran vencido del 14 de marzo, Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular (PP), asumía la dirección de la contraofensiva conservadora.

Ésta se inició en un terreno estrambótico: en torno a la autoría de los odiosos atentados del 11 de marzo en Madrid (191 muertos, más de 1.700 heridos). Contra toda evidencia (2), con un insólito desparpajo y apoyados por la artillería pesada de los medios de comunicación derechistas -diarios La Razón , El Mundo y, en menor grado, ABC (3), emisoras de radio de la Cadena de Ondas Populares de España (COPE) (4), y canal de televisión autonómico Telemadrid-, los principales líderes conservadores corearon durante casi tres años que la organización armada Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y libertad, ETA) estaba implicada en los atentados en complicidad con los islamistas yihadistas.

Una mentira tan enorme como aquella que se inventó la Administración de Bush en Estados Unidos, la de las armas de destrucción masiva supuestamente poseídas por Sadam Husein, y que dio pretexto a la invasión de Irak en marzo de 2003. Una mentira compulsivamente repetida por algunos de los medios de comunicación más importantes de España. A sabiendas. Con la frenética obsesión de los fanáticos de las teorías del complot. Lo cual da idea del enfermizo nivel que ha alcanzado en este país el enfrentamiento ideológico. Y del siniestro lodazal en el que han caído algunos órganos de (des)información. Para éstos, todo vale aunque en la infame querella perezcan la ética periodística y la razón democrática.

De poco le han servido al Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero los buenos resultados macroeconómicos: 2,88 millones de empleos creados y un Producto Interior Bruto creciendo en cuatro años por encima del 3,5% anual (a costa, hay que decirlo, de una fuerza laboral sometida a un escandaloso empleo precario).

Con el comienzo de la crisis financiera internacional, el parón inmobiliario y la desaceleracion de la economía (pero el Fondo Monetario Internacional prevé que el crecimiento en 2008 aún sera en España de entre 2,5% y 2,7%, cuando el de Francia, por ejemplo, sólo será de entre 1,3% y 2,2%), la derecha ha considerado que por fin disponía del gran argumento para imponerse.

Abastecido de municiones ideológicas por la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES ) (5), el tanque de pensamiento neoconservador fundado por José María Aznar, y en alianza con el Episcopado español y el Vaticano del Papa Ratzinger, Mariano Rajoy y los halcones del PP han endurecido aún más su discurso (contra las autonomías, contra los inmigrantes, contra la laicidad, contra los homosexuales), y proseguido su estrategia de acoso y derribo.

¿Conseguirán su propósito ? ¿Lo permitirán los ciudadanos?


Notas:
(1) Recordemos, por ejemplo, el documental italiano de protesta realizado por Sabina Guzzanti y titulado Viva Zapatero! (2005), panfleto feroz contra Silvio Berlusconi en el que el Presidente del Gobierno español aparece como la perfecta antítesis del entonces Presidente del Consejo de Italia.
(2) Como ha quedado demostrado en el juicio a los autores de los atentados y en la sentencia del 31 de octubre de 2007. La justicia española atribuye la autoría de la matanza a "miembros de células o grupos de tipo yihadista", y descarta que detrás de los ataques estuviera la organización vasca ETA.
(3) Órgano tradicional de la derecha española, el diario ABC ha cultivado estos últimos años, contrariamente a su competidor ultraderechista La Razón, una línea distante respecto a las posiciones más duras del PP, en particular precisamente en asuntos como las patrañas sobre los atentados del 11-M. Considerando que esta línea prudente es la causa del descenso de la difusión, el grupo Vocento, propietario de ABC , ha decidido, a principios de febrero pasado, fichar a José Alejandro Vara, director de La Razón , y a otros tres altos cargos de ese diario (José Antonio Navas, Pablo Planas y Francisco Marhuenda), para dar un giro radical a ABC y alinearlo con el sector más extremista del PP.
(4) Los accionistas de la Cope son: la Conferencia Episcopal Española (50%), las diócesis (20%) y órdenes religiosas como los Jesuitas y los Dominicos. Desde que, a partir de 2004, asumió un rol de oposición frontal contra el gobierno socialista, la Cope ha visto aumentar su audiencia (una media de tres millones de personas la escuchan cada día), y se ha convertido en la segunda radio generalista de España. Difunde en particular el polémico programa La Mañana, que dirige Federico Jiménez Losantos, antisocialista.
(5) Unas siglas que, subliminalmente, intentan recordar a la FAlange ESpañola, organización fascista en la que se apoyó la dictadura franquista.



BASES DE ACCIÓN COMPETITIVA PARA PRESERVAR
RESULTADOS SOBRESALIENTES


Octavio Ramírez Rojas

“ ... every company, of course, must make decisions about which capabilities it wants to develop or maintain in house and which it wants to obtain from suppliers. The context for these decisions has changed dramatically in recent years. In many industries the primary basis of competition has shifted from ownership of assets (stores, factories, and so on) to ownership of intangibles (expertise in supply chain or brand management, for example)... ”

M. Gottfredson, S Schaubert, H.Zaenz

El objetivo básico de cualquier organización, privada y/o pública, es la creación y sostenimiento del valor de la misma, cuya gestión y esencia residen en la calidad de los componentes del capital intelectual que la conforman en cualquier momento del tiempo. La búsqueda de este objetivo es, de hecho, un proceso de liderazgo continuo y complejo, ejecutado bajo la tutela de quien presida o gerencie la organización, el cual debe contar con la participación activa de todos los agentes, internos y externos, de la red de valor de la institución, los cuales se compendian gráficamente así:


COMPETIDORES




CLIENTES PROVEEDORES COMPLEMENTARIOS

RED DE VALOR


Ese accionar gerencial debe contar con una herramienta básica que denominamos “El diagnostico continuado de la Entidad” el cual se compone de los elementos siguientes, al tenor de lo expuesto por Gottfredson y otros:

a) Conocimiento detallado de los factores que conllevan a alcanzar resultados sobresalientes por parte de la organización, identificando cuales son las restricciones y riesgos sobre los cuales debe operar la firma en el corto, medio y largo plazos.
b) Debe ser integral y enfocado con énfasis en las capacidades criticas de la organización.
c) Debe motivar la acción ejecutiva y generar adecuados mecanismos de comunicación y retroalimentación organizacional.

Los autores citados en el epígrafe desarrollan un modelo basado en cuatro principios que fundamentan el alcance y contenido base para desarrollar la acción gerencial que procure resultados sobresalientes por parte de cualquier tipo de organización, identificando veintiocho preguntas claves a resolver por la entidad para alcanzar el efectivo desempeño:

Principio 1: los costos y los precios casi siempre declinan.

 Cómo compara su pendiente de costos con la de sus competidores?
 Cuál es la tasa de cambio de precios en su industria ahora mismo y cómo compara ésta con su curva de costos?
 Cómo son sus costos comparados con los de sus competidores?
 Quién es mas eficiente y efectivo en las áreas de prioridad?
 Dónde puede obtener mejoras importantes en relación con sus competidores?
 Cuáles de sus productos y/o servicios producen dinero y por qué?

Principio 2: Su posición competitiva determina sus opciones.

 Cómo comparan usted y sus competidores en términos de rendimientos sobre los activos y participación relativa de mercado?
 Cómo hacen dinero los líderes y cual es su enfoque?
 Cuál es el potencial total en la posición de su negocio?
 Qué tan grande es su mercado?
 Qué partes crecen mas rápido?
 Dónde gana o pierde participación?
 Qué capacidades crean ventaja competitiva para usted?
 Cuáles deben ser fortalecidas o adquiridas?

Principio 3: Los clientes y las utilidades no se quedan.

 Cuáles son los segmentos de clientes mas grandes, de mas crecimiento y mas rentables?
 Cómo atiende las necesidades de sus clientes en relación con sus competidores y sustitutos?
 Cuál es la tasa de retención de clientes?
 Cómo comparan sus indicadores básicos en relación con sus competidores?
 Qué parte de las utilidades de la industria tiene usted hoy?
 Cómo se espera que cambie la utilidad de la industria en el futuro?
 Cuáles son las oportunidades y amenazas?

Principio 4: Con simplicidad se consiguen resultados.

 Qué tan compleja es su oferta de productos y/o servicios y cuál es el costo de esa complejidad para su organización?
 Dónde está el centro de su capacidad innovadora?
 Cuáles son las formas criticas mediante las cuales sus productos permanecen en la atención de su mercado?
 Qué tan complejo es su proceso de decisiones y organización en relación con sus competidores?
 Cuál es el impacto de esa complejidad?
 Dónde reside la complejidad de sus procesos?
 Cuál es ese costo para su organización?

El conocimiento, la respuesta cabal y la acción continua sobre los planteamientos elaborados para cada principio por parte de los líderes y ejecutores de las tareas operacionales y estratégicas de la firma o entidad, se convierten en herramienta fundamental para el logro de la gestión organizacional sobresaliente.


Bogotá, 29 de febrero de 2008



Ser revolucionario y mala persona es fácil.


Rodolfo Correa.

En un memorable discurso, el 2 de diciembre de 1972, Salvador Allende, uno de los mas grandes socialistas democráticos de la historia, pronunció ante la enardecida masa de estudiantes de la Universidad de Guadalajara, unas palabras que seguramente apaciguaron el alma de los encendidos oyentes que, con su libro rojo debajo del brazo, esperaban, del entonces líder revolucionario, arengas que le echaran mas leña al fuego interno de sus explosivas ilusiones marxistas.

Pero Allende, con la coherencia, firmeza y prudencia que lo caracterizaba, mirándolos a los ojos, dijo a esos jóvenes de cabello largo, deseosos de la revolución, que para ser un buen revolucionario hay que ser primero buen estudiante. “Ser agitador universitario y mal estudiante es fácil, ser dirigente revolucionario y buen estudiante, es difícil.” Sentenció allende.

Y creo que es oportuno traer a colación esta anécdota, porque si Allende viviera, y fuera invitado a un campamento de las FARC, donde tienen los secuestrados en inhumanas condiciones, seguramente el presidente socialista les diría a los guerrilleros colombianos que para ser buen revolucionario, primero hay que ser buena persona. Que ser revolucionario e inhumano es fácil, porque toda esa inhumanidad se ampara en los anhelos de lucha y de transformación. Pero, no se puede esperar nada de quien apenas intentando llegar al poder, es capaz de acabar con la dignidad del ser humano y de poner el valor supremo de la persona, como prenda de negociación.

Quien aspire a regir los destinos de una sociedad, quien anhele el poder, debe demostrar, con creces, que lo que más le importa es la sociedad y no el poder. Que el fin no justifica los medios. Que un ciudadano es parte esencial de la sociedad y que una vida vale lo mismo que la vida de toda la sociedad. Un revolucionario no puede acabar con la existencia de la sociedad que espera gobernar, sería un absurdo, porque sencillamente no quedaría nada para dirigir.

Quiero hacerle una pregunta inocente, pero sincera, al secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejercito del Pueblo- ¿Estarían dispuestos a acabar con el pueblo?