CONTENIDO
• El imperio de la confusión, César González Muñoz.
• Cultura de innovación, Octavio Ramírez Rojas.
• Paz y Reyes, Carlos Alberto Villegas.
• ¿La Corte Suprema, enemiga de la paz?, Juan Manuel López Caballero.
• La melancolía de Orhan Pamuk, Edgar Bastidas Urresty.
• El pastuso, Guillermo Pérez.
• La Corte Suprema y el delito de sedición, Radio Nizkor.
• Cinco años más y 100 milones de gringos no tendrán agua, Fredy Pacheco.
• La esperanza fallida, Ramón Elejalde.
• La poesía de Omar Khayyam, Antonio Mora Vélez.
• Una pelea entre desiguales, Cecilia López Montaño.
• El legado conservador, Mauricio Cabrera Galvis.
• Los implicados en la parapolítica, Horacio Serpa Uribe.
• Disfraz paramilitar, Rafael Guarín Cotrino.
El Imperio de la Confusión
César González Muñoz
Trato de entender, sin mayor éxito, cómo se les va a aplicar justicia a los desmovilizados de los grupos paramilitares. La falta de claridad, que no se le puede atribuir a las Cortes, pone en ciernes ese proceso.
El Gobierno, mediante un proyecto de Ley propone que el Código Penal defina la sedición como el empleo de las armas para tratar de impedir “transitoriamente” el libre funcionamiento del régimen constitucional y legal. Adicionalmente, el gobierno propone que la sedición se defina como el acto de organizar y dirigir grupos armados ilegales para combatir a grupos rebeldes, sustituyendo el aparato militar del Estado.
Se busca entonces que la sedición y la rebelión sean delitos políticos en el texto del Código Penal, en pie de igualdad como acciones que quebrantan el monopolio estatal de la fuerza armada.
La gracia de todo esto es que los delitos políticos son susceptibles de perdón por la vía del indulto (perdón de la pena) o de la amnistía (perdón del delito). Además, cuando la conducta de los jefes de las organizaciones armadas ilegales se define como sedición o rebelión, entonces el gobierno se abstiene de aplicar la “figura” de la extradición por delitos comunes, cuando los delincuentes acceden a desmovilizarse.
Lo que este berenjenal significa es que para el delincuente cuya conducta predominante es la del delincuente político, no habría extradición por delitos como el narcotráfico o el lavado de activos cometidos en el país solicitante. Si el tráfico de narcóticos en el extranjero, o el lavado de activos ídem. son acciones inherentes, o concomitantes, o auxiliares, del delito político no habrá extradición, por voluntad del gobierno.
Ahora bien, el gobierno pretende en su proyecto que si los líderes sediciosos o rebeldes son delincuentes políticos, las respectivas tropas también lo son. Pueden ser indultadas, o amnistiadas, en un proceso de desmovilización colectiva. Y líderes y milicianos perdonados podrán después ser elegidos en las corporaciones públicas. El Procurador Maya acaba de terciar en el debate, diciendo que el proyecto del gobierno sólo les serviría a los cuadros de mando paramilitares, quienes sí quedarían graduados de delincuentes políticos. Según Maya, las tropas quedarían en el limbo, los jueces también y el Estado colombiano entraría en contravención de tratados internacionales. El Procurador propone que la Ley faculte a los jueces para suspender los procesos penales contra los individuos desmovilizados, darles un “periodo de prueba” de buena conducta y, eventualmente, dejarlos libres de toda culpa. ¿Qué ocurre en este caso con los delitos atroces, con los actos de ferocidad, barbarie o terrorismo?
La confusión es muy grande en la mente de alguien, como yo, que piensa que el establecimiento paramilitar es una red regional de empresas criminales de toda clase, dedicadas al despojo, a la guerra sucia, al enriquecimiento mediante el comercio de sustancias prohibidas. Una red de grupos violentos con su propia visión de país, a su propia imagen y semejanza, a los que les han importado un comino las “instituciones legítimas”. Sólo me queda claro que para darnos un nuevo comienzo, nos tocará inventarnos ciertas ficciones legales aceptables a los jueces y a la comunidad internacional y levantar sobre ellas la plataforma de un país apacible. Contarnos la historia completa de los delitos atroces, de la barbarie, de la crueldad sin límite, una historia que no se puede tapar con el manto de la sedición o de la rebeldía. Buscar la reparación a las víctimas. Poner en manos de la comunidad internacional la supervisión del desmonte efectivo de las estructuras narcotraficantes y de los aparatos militares ilegales. Pero, como van las cosas, el enredo es creciente y las posibilidades de una paz digna y duradera disminuyen.
CULTURA DE INNOVACIÓN
PARA CREAR VALOR ORGANIZACIONAL
Octavio Ramírez Rojas
“ ... New concepts won´t prosper without strong screening and funding mechanisms. Instead, they´ll just create bottlenecks and headaches across the organization.
In many companies, tight budgets, conventional thinking, and strict funding criteria combine to shut down most novel ideas. Employees quickly get the message,
and the flow of ideas dries up. ... ”
M. T. Hansen; J. Birkinshaw
La comprensión y la acción gerenciales sobre las capacidades y competencias distintivas de la organización es un proceso dinámico y complejo de doble alcance: la capitalización y fortalecimiento de los sectores débiles y el avance y complemento de los sectores de fortaleza reconocida. La gestión de valor es permanente en busca del robustecimiento combinado de esas dos zonas de competencia gerencial.
La cultura innovadora dentro de una organización empresarial, de índole privada y / o pública, es fundamental para la sostenibilidad de las ventajas competitivas de la misma.
Esa cultura innovadora debe ser integral y abarcar personas, procesos, productos, mercados, relacionamientos interno y externo, aplicaciones de uso de los servicios y / o bienes que componen la oferta de valor. Y requiere, ante todo para su continuidad, de entendimiento por parte de la alta dirección de las condiciones cambiantes del entorno de actuación empresarial alrededor de su red de valor: clientes, competidores, proveedores, complementarios.
Y cómo ordenar y evaluar el alcance de los procesos que constituyen a médula de la innovación en una empresa u organización socioeconómica?
El trabajo desarrollado por W. T. Hansen y J, Birkinshaw, quienes por espacio de los diez años precedentes elaboraron cinco proyectos de investigación en innovación sobre más de treinta empresas multinacionales de Norteamérica y Europa, entrevistando arriba de ciento treinta ejecutivos del alto nivel y a cuatro mil personas no ejecutivas de quince multinacionales y analizando la efectividad de los procesos de innovación en ciento veinte proyectos de nuevos productos y en cien unidades corporativas de riesgo o negocio, les permitió construir la que denominan Cadena de Valor de la Innovación (C.V.I.).
Esta C.V.I. es un modelo integrado de tres etapas y seis tareas criticas para la gestión y evaluación de los procesos de innovación en las organizaciones, así:
A. Generación de ideas (GI), la cual puede darse: a) al interior de la UEN ; b) por colaboración entre UEN´s; c) por colaboración externa a la organización.
B. Materialización de ideas (MI) la cual se da en dos tareas criticas: a) Selección y asignación de fondos y b) desarrollo de las ideas para buscar el resultado concreto.
C. Difusión de las ideas desarrolladas, la cual se efectúa mediante procesos de informacion y comunicación efectiva a la organización.
Gráficamente la C.V.I. , como sistema integrado que es, se puede representar así:
C. V. I.
GENERACIÓN DE IDEAS MATERIALIZACIÓN DIFUSIÓN
Interna
Intra uen
Externa Selección y fondeo
Desarrollo
Comunicación
LA ORGANIZACIÓN SUMADA A SU RED DE VALOR
A su vez, Hansen y Birkinshaw presentan su cuestionario para evaluar la C.V.I en cualquier entidad de economía privada y/o pública, apuntando a la evaluación del estado de las capacidades innovadoras de la firma. En el anexo presentamos un esquema que, partiendo del cuestionario arriba citado, permite evaluar por fases y tareas el estado de la cultura innovadora dentro de una institución.
Este esquema que proponemos tiene la gran ventaja de que es adaptable a las condiciones y características de cada UEN y/o compañía. Y debe ir acompañado de indicadores de medición y de herramientas de valoración de su contribución al resultado operativo y financiero.
Si se aplica la herramienta a su organización, usted podrá saber si ella está ubicada en la frontera de la innovación, o incipientemente aproximándose a ella, o definitivamente lejos de la Cultura innovadora como fuente que es de creación de valor y riqueza.
¿En cual estadio de la capacidad innovadora se encuentra estratégica y operativamente su institución?
Bogotá, 30 de julio de 2007
PAZ Y REYES
APORTES PARA COMPRENDER LA NARRATIVA VITAL DE IBEROAMERICA
Termita Virtual el 01 Ago 2007, Carlos Alberto Villegas Uribe
Para comprender las imbricadas y enriquecedoras relaciones entre España y América –subrayo que no me refiero a los estadounidenses- es necesario regresar a Octavio Paz. Su ejercicio hermenéutico se nutre del psicoanálisis, de Freud y Yung, tanto como de la sociología de Toynbee y de pensadores de su propia tierra. Desde estos lindes, Paz brinda claves necesarias para comprender tres complejas caracterizaciones de la humanidad: la premodernidad, la modernidad y la postmodernidad. Aún cuando él no las maneje bajo estas denominaciones, sus tempranas comprensiones ya prefiguraban a los pensadores europeos que en la segunda mitad del siglo XX las desarrollarían a profundidad, Foucault, Lyotard, Berman, hasta convertirlas en herramientas de lectura de la sociedad contemporánea. Estas categorías antropológicas, sociológicas y filosóficas vibraban ya con la fuerza atávica de una taxonomía propia en la obra paradigmática de Paz: El laberinto de la soledad.
Ahora que medito sobre el proceso escritural como una suma de voluntades, distinto a la concepción mesiánica y excluyente de la escritura como un don de privilegiados; es grato reencontrarse con Paz. Encuentro en su ejercicio de imaginación activa, la recuperación de los aportes de los españoles a la construcción del México actual. Balance positivo, luego de la dolorosa conquista de la cruz y la espada, que si bien, no arrasó con los nativos, como la anglosajona, si los convirtió en la clase paria de América. Con la ecuanimidad que caracteriza a Paz, y su mirada holística de los fenómenos socioculturales, el escritor mexicano brinda un testimonio de invaluables aportes de los librepensadores españoles desplazados por la guerra a la tierra tolteca. Rescato, además, las demandas de Alfonso Reyes, sintetizadas por Paz, para quienes quieran trasegar las sendas de la literatura.
Recupero, como un guiño cómplice con los lectores de la TERMITA VIRTUAL, las palabras del más grande pensador mexicano:
“245 “No pretendo justificar a la sociedad colonial. En rigor, mientras subsista esta o aquella forma de opresión, ninguna sociedad se justifica. Aspiro a comprenderla como una totalidad viva y, por eso, contradictoria. Del mismo modo me niego a ver en los sacrificios humanos de los aztecas una expresión aislada de crueldad, sin relación con el resto de esa civilización: la extracción de corazones y las pirámides monumentales, la escultura y el canibalismo ritual, la poesía y la “guerra florida”, la teocracia y los mitos grandiosos son todos indisolubles. Negar esto es tan infantil como negar el arte gótico o la poesía provenzal en nombre de la situación de los siervos medievales, negar a Esquilo porque había esclavos en Atenas. La historia tiene la realidad atroz de una pesadilla; la grandeza del hombre consiste en hacer obras hermosas y durables con la sustancia real de esa pesadilla. O dicho de otro modo: transfigurar la pesadilla en visión, liberarnos, así sea por un instante, de la realidad disforme por medio de la creación”. 246
308. “Cárdenas abrió las puertas a los vencidos de la guerra de España. Entre ellos venían escritores, poetas, profesores. A ellos se debe en parte el renacimiento de la cultura mexicana, sobre todo en el campo de la filosofía. Un español al que los mexicanos debemos gratitud es a José Gaos, el maestro de la joven “inteligencia”. La nueva generación está en aptitud de manejar los instrumentos que toda empresa intelectual requiere. Por primera vez desde la época de la independencia la “inteligencia” mexicana no necesita formarse fuera de las aulas. Los nuevos maestros no ofrecen a los jóvenes una filosofía, sino los medios y las posibilidades para crearla. Tal es precisamente, la misión del Maestro.
Un nuevo elemento de estímulo es la presencia de Alfonso Reyes. Su obra, que ahora podemos empezar a contemplar en sus verdaderas dimensiones, es una invitación al rigor y a la coherencia. El clasicismo de Reyes equidistante del academicismo de Ramírez y del romanticismo de Sierra, no parte de las formas ya hechas. En lugar de ser mera imitación o adaptación a las formas universales, es un clasicismo que se busca y se modela a si mismo, espejo y fuente, simultáneamente, en los que el hombre se reconoce, sí, pero también se sobrepasa.
Reyes es un hombre para quien la literatura es algo más que una vocación o un destino: una religión. Escritor cabal para quien el lenguaje es todo lo que puede ser el lenguaje: Sonido y signo, trazo inanimado y magia, organismo de relojerías y ser vivo. Crítico y ensayista, es literato: el minero, el artífice, el peón, el jardinero, el amante y el sacerdote de las palabras. Su obra es historia y poesía, reflexión y creación. Si Reyes es un grupo de escritores, su obra es una literatura. ¿Lección de Forma? No, lección de expresión. En un mundo de retóricos elocuentes o de reconcentrados silenciosos, Reyes nos advierte de los peligros y las responsabilidades del lenguaje. 309
309 El primer deber del escritor, nos dice, estriba en la fidelidad al lenguaje. El escritor es un hombre que no tiene más instrumentos que las palabras. A diferencia de los útiles del artesano, del pintor o del músico, las palabras están henchidas de significaciones ambiguas y hasta contrarias. Usarla quiere decir esclarecerlas, purificarlas, hacerlas de verdad instrumentos de nuestro pensar y no máscaras y aproximaciones. Escribir significa una profesión de fe y una actitud de fe que trasciende al retórico y al gramático; las raíces de las palabras se confunden con las de la moral: la crítica del lenguaje es una crítica histórica y moral. Todo estilo es algo más que una manera de hablar: es una manera de pensar y, por lo tanto, un juicio implícito sobre la realidad que nos circunda. Entre el lenguaje, ser por naturaleza social, y el escritor que sólo engendra en la soledad, se establece así una relación muy extraña: gracias al escritor el lenguaje amorfo, horizontal, se yergue e individualiza; gracias al lenguaje, el escritor moderno, rotas las otras vías de comunicación con su pueblo y su tiempo, participa de la vida de la ciudad. 310
310. De la obra de Alfonso Reyes se puede extraer no sólo una Crítica de la Filosofía y una Ética del Lenguaje. Por tal razón no es un Azar que, al mismo tiempo que defiende la transparencia del Vocablo y la universalidad de su significado, predique una misión. Pues aparte de esa fidelidad al lenguaje que define a todo escritor, el mexicano tiene algunos deberes específicos. El primero de todos consiste en expresar lo nuestro. O para emplear las palabras de Reyes “buscar el alma nacional”. Tarea ardua y extrema, pues usamos un lenguaje hecho y que no hemos creado para revelar a una sociedad balbuciente y a un hombre enmarañado. No tenemos más remedio que usar de un idioma que ha sufrido ya las experiencias de Góngora y Quevedo, de Cervantes y de San Jan, para expresar a un hombre que no acaba de ser y que no se conoce a sí mismo. Escribir equivale a deshacer el español y recrearlo para que vuelva a ser mexicano, sin dejar de ser español. Nuestra fidelidad al lenguaje, en suma implica fidelidad a nuestro pueblo y fidelidad a una tradición que no es nuestra totalmente, sino por un acto de violencia intelectual. En la escritura de Reyes viven los dos términos de este extremoso deber. Por eso, en sus mejores momentos, su obra consiste en la invención de un lenguaje y de una forma universales y capaces de contener, sin ahogarlos y sin desgarrarse, todos nuestros inexpresados conflictos.
Reyes se enfrenta al lenguaje como problema estético y ético. Su obra no es un método o una lección, sino un estímulo. Por eso nuestra actitud ante el lenguaje puede ser diversa a la de nuestros predecesores: también a nosotros, y más radicalmente que a ellos, puesto que tenemos menos ilusiones en unas ideas que la cultura occidental soñó eternas, la vida y la historia de nuestro pueblo se nos presentan como una voluntad que se empeña en crear la Forma que la exprese y que sin traicionarla, la trascienda. 311”
(Paz, Octavio (2003) El Laberinto de la Soledad. Edición crítica de Enrico Mario Santí.Cátedra Letras Hispánicas, Madrid)
Lástima. El pensador que denunció el “Ninguneo” como una forma de expresión de la intelectualidad hispánica, ha sido victima propiciatoria de esta lesiva actitud que retarda, al desconocer los aportes de sus creadores, el progreso de la inteligencia. Los iberoamericanos comprometidos con la construcción de puentes entre los continentes hermanos, debemos volver a Paz, debemos revisitarlo para beber en esa fuente de sabiduría y lograda expresión literaria las claves para fortalecer el Hispañol como tradición y ruptura, creación y recreación de una realidad conjunta. No hacerlo constituye una prolongación del ninguneo, una inexcusable injusticia y un imperdonable olvido.
¿La Corte Suprema enemiga de la paz?
Juan Manuel López Caballero.
Catástrofes naturales azotan al país y afectan sobre todo a los habitantes de la costa; la revaluación pone en peligro a las empresas del sector exportador y produce despidos masivos de quienes trabajan en las industrias que compiten con la producción extranjera; centenares de miles de desplazados por razones económicas o de orden público pierden sus hogares; enfrentamos problemas internacionales de drogas, de roces con los países vecinos, de negociaciones del TLC; es un escándalo tener varios partidos políticos con todos sus elegidos juzgados ante los estrados y sin embargo votando los proyectos del gobierno; es inaudito que las autoridades estén ‘chuzando’ las comunicaciones privadas o que se reclute para las filas del paramilitarismo a los miembros de las fuerzas armadas por medio de sus altos oficiales; sin embargo, por encima de todos estos temas, el Presidente ha logrado imponer el debate sobre el concepto de ‘sedición’.
Y eso estaría bien en la medida que la paz sí debería ser la primera prioridad nacional.
Pero molesta si en vez de un manejo y unos propósitos claros y transparentes se trata de un intento de manipular la opinión pública, por unos motivos que aparecen bastante cuestionables y mediante métodos francamente inadmisibles.
Porque es claro que la tipificación del delito de ‘sedición’ existe; y que es a la Corte Suprema a quien compete interpretar y aplicar la Ley; y que es impertinente que el Presidente cuestione esto.
El tema y el problema no gira alrededor de si los 18.000 desmovilizados de los paras que no ejercían mando y que solo confesaron pertenecer a esos grupos deben o no recibir el indulto por ‘sedición’. Lo que está de por medio es hasta dónde Colombia trata este proceso bajo un régimen institucional o si por el contrario tienen las instituciones que acomodarse a la voluntad de un individuo.
La situación actual nace de un proceso que se echó a andar mediante una negociación ‘intima’ entre la presidencia y los paramilitares, sin participación o siquiera consultas con algún otro estamento institucional (Cortes, Partidos, Congreso, Iglesia, etc.); caracterizado por no tener marco regulatorio alguno diferente de la voluntad del mandatario, en forma absolutamente improvisada, sin tener información, ni idea siquiera de cuantos se acogerían, de qué soluciones se podrían ofrecer, con qué recursos, etc.; donde se pactaron compromisos secretos que nunca fueron revelados a la ciudadanía y que hoy aparecen como obstáculos legales; en el cual para cumplir a una contraparte sinónimo de motosierras, masacres, narcotráfico, etc. pero con una relación política cercana, se han detenido extradiciones, aceptado la compra de frentes por parte de narcos puros, o incluso la continuación de delitos desde las cárceles; pero sobre todo, quien lo dirige ha hecho oídos sordos a quienes desde el interior o como voceros de la comunidad internacional se escandalizan de que se esté tramitando esta ‘solución’, al tiempo que se incumplen normas respecto al Derecho Humanitario, a la atención a los desplazados, o a las víctimas de ese mismo paramilitarismo.
Si se aceptara la interpretación del Presidente según la cual ‘sedición’ es asumir funciones del Estado por las vías de hecho y desconociendo la legalidad, la ley propuesta parecería diseñada para aplicarla al Dr. Uribe. ¿Está la Corte en contra de la Paz o el Dr. Uribe en contra de la institucionalidad colombiana?
LA MELANCOLIA DE ORHAN PAMUK
Édgar Bastidas Urresty*
Por haber encontrado en la obra de Orhan Pamuk, escritor turco “nuevas imágenes espirituales (símbolos) para el choque y el cruce entre las culturas”(1), la Academia sueca le concedió el premio Nóbel 2006. El encuentro entre Oriente y Occidente, entre musulmanes y cristianos en la historia y la cultura ha sido un tema recurrente en las novelas de Pamuk, también los problemas experimentados por el hombre en la búsqueda de su identidad.
La política en su país, dividido entre islamistas radicales y moderados es otro de los temas de sus libros, que trata desde una posición independiente: “Un millón de Armenios y 30.000 Kurdos han sido asesinados en estas tierras, pero nadie se ha atrevido a hablar”, dijo en febrero de 2006 a un periódico suizo, declaración que fue recibida con muestras de hostilidad en los medios nacionalistas y le costó un proceso judicial, del que finalmente salió indemne por la solidaridad internacional que recibió de notables escritores, de Saramago y Gunter Grass, entre otros, y por la presión europea sobre el gobierno turco. Sin embargo, tuvo que soportar los insultos y la acusación de “traidor a la patria”, que le proferían los grupos extremistas cuando se presentaba a los juzgados de Nisantasi.
*Escritor. Ha sido profesor y rector de la Universidad de Nariño y profesor de la universidad Javeriana. Ha escrito y publicado 13 libros entre los que cabe destacar: Las guerras de Pasto, El Fariseo, Avatares, Nariño Historia y Cultura, Lecturas secretas, Ensoñaciones, Tejido de palabras y El mundo de los libros. (Pasto. Universidad de Nariño. 2005).
Pero aun no está completamente a salvo ya que un segundo proceso instaurado por un grupo de juristas nacionalistas podría llevarlo ante un juez, por haber dicho al periódico alemán Die Welt que el ejército turco “perjudica el desarrollo de la democracia”. La defensa de los derechos humanos y la condena del terrorismo le han dado un prestigio internacional.
No sólo Pamuk ha sido perseguido por el delito de opinión. El diario El País (10.12.06) de Madrid habla de La persecución de los intelectuales para referirse a 185 causas contra escritores y profesores. Atila Yaila, profesor de Ciencias políticas de la Universidad de Ankara, fue despedido por haberse pronunciado públicamente contra Mustafá Kemal, Ataturk, fundador de la Turquía moderna y autor de la supresión del alfabeto árabe de la lengua turca para reemplazarlo por el latino. Ahmet Umit y Elif Shafak, novelistas pertenecientes a una nueva generación también han sido perseguidos por la justicia por utilizar el suspense y la intriga en la interpretación de la historia turca. La escritora Perihan Manden por su parte, luego de resultar inocente en un proceso por denigrar de las Fuerzas Armadas dijo: “Estamos sometidos a tortura psicológica. Antes de quedar exculpados en el interior de los juzgados, se nos da un escarmiento en la calle” (2). Los “insultos a la identidad nacional”, de acuerdo a un artículo del Código Penal del año pasado, son castigados con cárcel.
Esta situación se ha agravado en enero del 2007 cuando fue asesinado a tiros el intelectual turco Hrant Dink, director de Agos, el único semanario de la comunidad Armenia, y quien había sido juzgado varias veces por escribir sobre el genocidio armenio. Este crimen ha sido repudiado por Pamuk y le ha causado gran dolor. A fines de enero el editor alemán de Pamuk ha anunciado la cancelación de su viaje a Alemania donde debía recibir un doctorado honoris causa por la Universidad Libre de Berlín, y leer en esta ciudad pasajes de sus libros, como iba a hacerlo en Hamburgo, Colonia, Stuttgart y Munich. Se asegura que el nuevo premio Nóbel ha recibido amenazas de muerte de uno de los sospechosos de la muerte del periodista Dink. En la primera semana de febrero el mismo diario El País informó que Pamuk tuvo que dejar Turquía por “mucho tiempo” por la prosecución de las amenazas. Tomó un avión con destino a Estados Unidos, con el anuncio de que iría a dar conferencias en la Universidad de Columnia, en New York donde ha sido profesor. El 8 de abril de 2007 la agencia EFE informa del regreso de Pamuk a Estambul, de su disposición de permanecer allí hasta septiembre y de revisar su nueva novela Muzesi (Museo de la inocencia) que se publicaría a fines de año.
La política para él no es una palabra formal sino real porque lo induce a hablar de la pobreza, la opresión y las desigualdades reinantes en Turquía, a pesar de los avances en la economía, de la solidez de la moneda, de las reformas introducidas para su ingreso en la Unión europea.
La escritura
Ser escritor para Pamuk es “descubrir pacientemente, al cabo de los años, la segunda persona, escondida, que vive en nosotros, y un mundo que segrega nuestra segunda vida” (3). La escritura le recuerda “no las novelas, la poesía, la tradición literaria, sino al hombre que, encerrado en una habitación, se repliega sobre sí mismo, solo con las palabras, y funda un nuevo mundo” (4).
Confiesa que es un escritor muy lento, pues sólo escribe ciento setenta y cinco páginas por año que equivalen a una media página por día y a nueve o diez horas de trabajo. Parece increíble, pues a pesar de que sólo tiene 54 años y que comenzara a escribir a los 22 años, luego de estudiar arquitectura, pintura y de periodismo en la Universidad de Estambul y de que experimentara muchas dudas sobre su futuro profesional, ha logrado crear una obra literaria importante y renovadora.
Todas sus novelas, traducidas a más de cuarenta idiomas -excepto El libro negro escrita en New York donde vivió tres años como becario de Columbia University, las ha escrito en su casa en el barrio de Nisantasi frente al río Bósforo en un paisaje de ensueño, a pesar de la tristeza que lo acompaña por el estado de decadencia de la ciudad. Reconoce haber leído los libros clásicos de la literatura universal, a los rusos del siglo XIX, a Flaubert, Virginia Wolf y como sus modelos literarios, a Proust, Nabokov más que Zola y Sastre.
En un lapso de 21 años se han publicado ocho novelas de su autoría y Estambul, Ciudad y recuerdos, un libro autobiográfico y están inéditos en español: Oteki Renkler (Otros colores) 1992, un libro de ensayos y Gizli Yuz (Secret Face), guión, Estambul (1992).
Cevdet Bey y sus hijos (!979) es una saga familiar de “estilo flaubertiano” donde Cevdet cuenta el ascenso de la burguesía musulmana de Estambul y sus relaciones con el ejército, la política y sus nexos con la burocracia.
En La casa del silencio (1983), el narrador da varias versiones sobre la historia de un abuelo que visita la memoria de su esposa cuando el imperio otomano está a punto de terminar. El personaje, consciente de que la cultura de oriente es incompleta con relación a la occidental escribe una enciclopedia para que los turcos colmen los vacíos. Seguramente representa a Resat Ecrem Koçu, autor de Enciclopedia de Estambul, a quien Pamuk menciona en su libro autobiográfico Estambul. Ciudad y recuerdos.
En el prefacio de El astrólogo y el sultán (1985) de Faruk Darvinoglu un nombre inventado por Pamuk, se cuenta el descubrimiento de un manuscrito del siglo XVII que dará desarrollo a la novela.
Entre Venecia y Nápoles viaja un joven científico veneciano, aparece la flota turca y ante el temor de ser capturado y perder el libro que está escribiendo intenta memorizarlo porque en él está todo su pasado. En sueños ve a quien él solía ser, a su madre, a su prometida, a sus amigos que lo llamaban con otro nombre. El narrador se identifica con el personaje, es decir con el científico aunque luego lo niegue. Los viajeros son detenidos, apresados y conducidos a Estambul donde son encarcelados y sometidos a condiciones de esclavitud, excepto el científico que se hace pasar por médico. Curiosamente, uno de los esclavos españoles que había perdido un brazo le habla de Cervantes, su antepasado. En Estambul es vendido como esclavo y comprado por un sabio con la intención de conocer los progresos científicos de occidente. Aprende turco y es llamado por el Pachá, para que lo cure de una enfermedad y al lograrlo mejora su situación por el pago de su trabajo.
La dualidad, el espejo y la búsqueda de identidad
En el palacio del Pachá se encuentra con un hombre que se le parece, en principio cree que es un doble o un sueño, pero constata su existencia. Se llama Hoja, que podría asociarse a la escritura. Con él trabaja en la producción de juegos artificiales y de un cohete, por encargo del Pachá. Logran crear un gran espectro de artificio con los cohetes, los barcos, los dragones. El Pachá le propone su conversión al islamismo pero al negarse lo amenaza con la decapitación y cuando parecía que estaba perdido ve volar a su doble que lo salva. Hoja aprende todo lo que el cautivo sabe, los dos acuerdan buscar el planeta imaginario, hablan de la posibilidad de crear seres humanos semejantes de modo que sus madres no pudieran distinguirlos y ellos se asustaran al conocerse y llevaran una vida inocente.
¿Pero el científico y Hoja conocen verdaderamente al Sultán que es un niño de 9 años y que va a asumir el poder del reino? El científico sueña que Hoja va a su ciudad y se casa con su prometida, pero se desespera, porque no sabe quién es. ¿Debe mirarse en el espejo? Le cuenta a Hoja el sueño en que su cuerpo se separa para unirse a otro cuerpo parecido a él y que los dos conspiran contra él. Hoja escribe en la hoja en blanco, somete, castiga al científico, se indigna de conocer su pasado. Hoja le cuenta su vida, le dice que los dos eran la misma persona. Sobreviene una peste bubónica, se traslada a los gatos para que se coman a los ratones (el diablo) y se pone fin a la peste. Hoja es designado astrólogo oficial e intérprete de los sueños del sultán. Este invita al narrador a diferenciarse: “Sé tú, -le dice -, pero el científico desplaza a Hoja ante el sultán.
El narrador escribe este libro, ante el castillo le confía a Hoja las cosas de su familia como si fuese a morir. Hoja desaparece, ¿es que huyó? Se retira a vivir en Gebze, se casa, tiene hijos y se dedica a escribir. Los personajes de su relato siempre querían ser otros, como podría ocurrirles a los lectores. Hoja reaparece como una sombra, luego de su viaje a Italia y explica lo que pasó con el arma y las razones de su desaparición.
La novela es traducida al inglés y la revista New Cork Times Book comenta que “Una nueva estrella se ha levantado en Oriente”.
El libro negro (1990) considerada su primera gran novela y calificada como una novela experimental de intriga y misterio, es la historia de Gallip, un abogado que sale en busca de Ruya, esposa y prima suya, desaparecida en medio del sombrío y pintoresco ambiente de Estambul, aunque él tiene la sospecha que se ha escapado con Jelal, su medio hermano.
En La vida nueva (1994) un estudiante de ingeniería descubre una bella muchacha que lee un libro que él luego encuentra en el regreso a casa. Su lectura incide tanto que va a cambiar el sentido de su vida.
Me llamo rojo (1998) novela “polifónica sobre un Oriente de cuentos y de miniaturas”, como la califica el periódico Le Monde (París. 13.10.06) va a tener un gran éxito de ventas. Plantea la ambigüedad de Turquía entre oriente y occidente y los problemas que de allí se derivan. Está ambientada en el imperio otomano del siglo XVI y es protagonizada por un sultán que se empeña en que un artista pinte con la técnica del retrato renacentista y no con la de la miniatura. El artista logra tal realismo e individualismo en la expresión que el cuadro es rechazado por los musulmanes tradicionalistas porque consideran que es un irrespeto a Alá y matan al pintor.
Nieve, (2002) novela política, de la que Publishers Weekly dice es “misteriosamente bella… profunda y conmovedora”.
Historia
Kerim o Ka, en forma abreviada, un hombre de 42 años, soltero, alto, tímido, melancólico y solitario y personaje central de esta novela se había criado en Estambul en el seno de una familia republicana y laica. Emprende desde Alemania, donde es exiliado político un viaje a Kars, en Turquía, que incidirá profundamente en su vida. Llega en la temporada invernal en la que la nieve lo cubre todo. Se hospeda en el hotel Nieve Palace de Kars, donde los viajes y el desarraigo lo inducen a evocar con nostalgia su infancia en Estambul.
El personaje sabe con anticipación lo que va a ocurrirle en su tarea de investigar los suicidios de mujeres jóvenes en la ciudad, quienes aun usan el charshafs o pañuelo sobre la cabeza.
En Kars entra en contacto con Seday Bey, propietario del Diario de la Ciudad Fronteriza y va a encontrar a la bella Ipek su compañera de estudios y novia en la universidad a quien le cuenta su huída a Alemania a causa de un artículo suyo sobre política.
Conflicto religioso y político
La atmósfera en Kars se enrarece por el asesinato del director de la escuela por un fanático. Ka conoce a Multar, un estudiante marxista, que sueña con un hijo que nunca tuvo y sufre crisis espirituales. Para superarlas vuelve al Islam pero es detenido y golpeado por la policía del gobierno republicano. Ka contacta a Azul un influyente líder islamista para conocer su posición ante el conflicto.
El círculo islamista profiere amenazas de muerte contra los ofensores de Mahoma como lo hizo Komeini, líder espiritual de Irán contra Salman Rusdhie por su libro Los versos satánicos, caso en el que Pamuk apoyó al escritor indú. Ka escribe el poema Nieve, visita al influyente jeque, le confiesa su incredulidad, su ideología europea occidental. Cena en casa de Turguet Bey en compañía de Ipek y Hadife, sus hijas y Hande una muchacha islamista.
Ka hace una lectura pública de poemas en el teatro donde luego se representa una obra en la que se hace el despojo y la quema de un charshaf, seguido de un abaleo y asesinato de varios islamistas, que algunos espectadores interpretan como si se tratara de una obra teatral. Estalla una revolución que contrasta con la belleza de la noche inmóvil: “Solo el poeta que fuera capaz de cerrar su mente a cualquier desastre podría vivir el presente como un sueño”, escribe el narrador. La policía asalta la residencia de los estudiantes islamistas y arresta a los miembros del Partido por la Igualdad de los Pueblos y se da un golpe militar contra los integristas, contra los Estudiantes de Imanes y Predicadores. Aparecen en escena otros personajes como Sunay, actor y su esposa Funda Eser, danzarina de vientre.
Hay pasajes de la novela que corresponden a períodos de la historia de Turquía, a las reformas pro occidentales y modernizadoras del presidente Ataturk, a la disputa entre islamistas y blancos, a la persecución de los kurdos y los comunistas, al golpe militar de 1880. En medio de las tensiones hay situaciones divertidas como los casos de envenenamiento por un sorbete preparado por una abuela kurda.
Ka vive el único momento de libertad en Kars donde no hay vida privada.
El narrador conocía a Ka, habla de las notas que él escribió relativas al amor físico con Ipek. Se interrumpe la historia de la vida de Ka en Kars. En Frankfort, el narrador Orhan Bey, anuncia la muerte de Ka por disparos. Orhan tiene el mismo nombre que Pamuk. Visita los lugares que frecuentaba Ka, la biblioteca entre ellos. Tarkut Bey aparece en Frankfort, visita el cuarto donde vivió Ka, describe sus objetos personales, busca su libro Nieve de poemas, menciona la novela El mundo de la inocencia.
Ka reconquista a Ipek y vive momentos de intenso amor, asiste a una reunión secreta en el hotel Asia. Intervienen militantes islamistas como Azul y Turgut Bey de izquierda contra el golpe. Denuncian la desaparición de los armenios de toda Anatolia. La historia de Ka continúa como si no hubiera muerto. El periódico Diario de la ciudad fronteriza critica el ateísmo de Ka, crítica que es como una anticipación de lo que le sucedería a Pamuk en Turquía por sus denuncias sobre el genocidio armenio y los asesinatos de los kurdos. Imagina que morirá: “aunque huya a Alemania cualquier noche me matarán de un tiro en la calle”. Escribe el poema Morir a tiros. En la prisión Azul confiesa que estuvo en Grozni luchando con los chechenos contra los rusos por la independencia de Chechenia. El narrador omnisciente hace reflexiones en torno a la vida y el teatro, el arte y la política. Cuenta que en ese momento decide escribir el libro, situación que crea la dualidad autor narrador.
Kadife e Ipek, las dos hermanas han sido amantes de Azul, lo que despierta los celos de Ka. Los buenos oficios de este permiten la liberación de Azul a cambio de que Kadife se quite el velo en un papel teatral.
“En un copo de nieve quedaba marcada tanto la estructura del nuevo libro de poesía como todo lo que Ka hacía que Ka fuera el mismo. El mapa interior de la vida entera de cualquier ser humano debía ser algo parecido”(5).
Matan a Azul, Ipek renuncia a viajar con Ka a Alemania porque cree que este los ha traicionado. En la representación de la obra, Kadife se descubre y mata a Sunay. Las muchachas de Kars se suicidan no tanto por la prohibición del velo sino por la situación de opresión y de discriminación en que viven. La historia de Kars es una historia trágica: de luchas, enfrentamientos religiosos, políticos, de asesinatos.
Estambul. Ciudad y recuerdos
Estambul libro de Memorias sobre Estambul, su historia y su cultura es también autobiográfico y permite conocer cómo fue la infancia de Pamuk, la relación con sus padres y su hermano, cómo se educó, cuáles fueron sus lecturas y autores favoritos, sus amores, sus juegos y música predilectos, sus impresiones sobre la ciudad, y en qué circunstancias decidió ser escritor. Está ilustrado con una serie de magníficas fotografías que permiten dar una mirada a Estambul, su arquitectura en diversos períodos, al río Bósforo y sobre todo, a los retratos de Pamuk desde niño hasta el 2006 cuando ha cumplido 54 años y ha ganado el Nóbel.
La caída del Imperio Otomano significó la pérdida de identidad de Estambul frente a occidente, lugar que fue ocupado por la pequeña república de Turquía. Estambul perdió su diversidad cultural, se convirtió en un lugar vacío, en blanco y negro, con una sola voz y una única lengua. Estambul se occidentalizó, el alfabeto árabe fue remplazado por el alfabeto latino. Pamuk vive en Estambul con un pie en una cultura y con el otro en un universo completamente distinto.
Lo bautizaron Horhan por el nombre de un sultán otomano. Vivía en un apartamento de Nisantasi, paseaba por la otra orilla del Cuerno de Oro de Estambul. Sus paseos por Beyoglu, por Uskudar Fatih se convertirían en una avidez que iluminarían su brillante futuro. “El sentir sus calles sucias, oscuras, amargas, lo harían dichoso y los impulsarían a escribir esas sensaciones, esa experiencia” (6). Cuenta que leyó a Freud, Virgina Woolf, Sastre, Thomas Mann, Faulkner. Con sus amigos hacía carreras de autos y escuchaba a Bob Dylan, a los Beatles, que pintaba e imitaba a Pierre Bonnard; su amiga y luego novia posaba para él. Discutía solo con su madre sobre su afición a la pintura pero finalmente decidió ser escritor.
La dualidad
Al comienzo del libro habla de la existencia de otro Orhan que significaba otra vida, la dualidad, el gemelo. La imagen del espejo le recordaba “sus delitos, sus pecados”, que él era “un tipo repugnante”; que se debatía en la amargura, en un conflicto sin solución.
La melancolía
Estambul es una ciudad melancólica, la sensación que produce es de amargura pero esto lo hace feliz. La melancolía es el sentimiento que ha dominado la ciudad en los últimos 150 años, sensación que la expresaron Lamartine, Theophile Gathier, Nerval, Flaubert y Pierre Loti en Estambul. André Gide también estuvo en Estambul y escribió sus memorias en 1914.
Los temas irrenunciables de los escritores extranjeros en los siglos XVIII y XIX eran el harem, el mercado de esclavos, los pordioseros, los cargadores, los monasterios de derviches, el enclaustramiento de las mujeres. Evoca los paseos por el Bósforo, los incendios, la belleza de los cementerios, el palacio y el harem.
La maleta de su padre
En una entrevista al diario Le Monde (14.12.06) Pamuk habla de la maleta de su padre que contenía algunos cuadernos y manuscritos que le remitió con la recomendación de que los leyera cuando él muriera y los publicara si encontrara méritos. Pamuk conocía la maleta desde niño pero no se había atrevido a abrirla, quizás por el peso literario y el misterio que encerraba. Pero no estaba completamente seguro que los escritos le gustaran porque su padre no había tomado la literatura con seriedad. Si se encontrara con una gran obra la imagen del padre se convertiría en la de escritor.
Pamuk vuelve al recuerdo de su padre, cuenta que era muy sociable, viajaba y escribía en los cuartos de hotel. Traductor de Valery, en París vio pasar a Sastre por las aceras y hablaba de los libros que había leído. Reconoce que su destino de escritor tuvo que ver con los autores universales que le mencionaba su padre, con la influencia de su gran biblioteca. Finalmente no se pronuncia sobre el valor literario de los escritos de su padre pero se lo imagina buscando una habitación para escribir en la casa de su familia.
Notas
Le Monde. Orhan Pamuk. Premio Nobel de literatura. París. (13.10.06) p.1
Perihan Manden. El País. (10.12.06) p. 2
Orahn Pamuk. La valise de mon pere. Le Monde. (Paris. 14.12.06) p. 2
Orhan Pamuk. Ibid. p. 2
Orhan Pamuk.Nieve. p. 439
Orhan Pamuk. Estambul. Ciudad y recuerdos p. 419
Breve historia del Imperio Otomano y de Turquía
Una dinastía de soberanos turcos formaron el gran Imperio Otomano entre Europa y Asia en los siglos XIV y XVI, que llegó a su mayor apogeo con Solimán el Magnífico (de 1520 a 1566), quien conquistó a Hungría, Argelia, Túnez y Tripolitania, uno de los estados de Libia actual y rivalizó con Carlos Quinto por la supremacía de Europa. La disolución del Imperio fue confirmada por el tratado de Sevres de 1920.
La República de Turquía fue creada en 1923 por Kemal Ataturk que gobernó la república hasta 1938. Con el apoyo de la Unión Soviética triunfó sobre los kurdos y armenios entre 1920 y 1921 y derrotó luego a los griegos. En 1924 suprimió el sultanato para convertir a Turquía en un Estado laico, occidental y moderno.
En 1952 Turquía ingresó al Pacto Atlántico y en 1974 intervino militarme en Chipre con la que ha mantenido una disputa periódica por el conflicto interno de griegos y turcos.
Convertida en una potencia militar por Estados Unidos, Turquía se vio involucrada en la crisis de octubre de 1962 cuando Kennedy le exigió a Kruschov el retiro de los cohetes SS-4 rusos de Cuba luego de que aquél ordenara un bloqueo marítimo de la isla. La Unión Soviética tuvo que ceder pero a condición de que Norteamérica desmantelara los cohetes Júpiter del suelo Turco, con lo que se evitó un conflicto quizá nuclear entre las dos potencias y la intervención militar norteamericana directa en Cuba. E.B.U.
EL PASTUSO
Guillermo Pérez
Gustavo Moncayo, un anónimo profesor de geografía de Sandoná, Nariño, nos dio a todos los colombianos ejemplo de valor, de determinación, de berraquera y de amor por su familia. Para lograr la libertad de su hijo, un cabo del Ejército secuestrado por la guerrilla hace diez años en el cerro de Patascoy, recorrió nada menos que unos 1.200.kilómetros, en heroica jornada de 46 días, a través de siete departamentos, atrayendo la atención de los medios de comunicación, de sus compatriotas, de muchos extranjeros y de todos cuantos desean la paz en este convulsionado país. Todo un modelo digno de seguir en nuestra atormentada patria, que hoy está dominada por ideas de derecha cuyos promotores quieren tapar el sol con las manos y cambiarnos la lengua por una alpargata.
Moncayo, nacido en bella región que, para quienes no conocen o no quieren recordar la historia, se opuso a las fuerzas del Libertador Simón Bolívar y no aceptó la República hasta muchos años después de que lo hiciera el resto del país, demostró que todo lo que se habla de los pastusos es calumnia promovida por los enemigos de un departamento que, como me consta, está habitado por gentes trabajadoras, buenas y honradas. Por unos artesanos que construyen los más bellos objetos y las más ingeniosas carrozas que asombran a propios y extraños en los mágicos carnavales de ‘’Blancos y negros’’, que son muestra de habilidad manual, de talento, de agudeza, de gracia. Los pastusos, entre quienes se encontraba mi esposa, fallecida en abril pasado, han sido objeto de burla por no ser tramposos, ventajosos ni amigos de lo ajeno.
‘’El caminante de la paz’’, como fue bautizado por los medios de comunicación, digno heredero de Agustín Agualongo, ese sí ‘’guerrillero heroico’’, es fiel representante de una actitud que, de ser imitada por otros colombianos, traería la tan anhelada reconciliación, que se traduciría en progreso y desarrollo para todos. Pero mientras Moncayo caminaba y caminaba centenares de kilómetros por tierra caliente, páramos, carreteras y caminos, en contraste, el gobierno presentaba en el Congreso un proyecto guerrerista de presupuesto para el año próximo. En él se destina la suma de cincuenta mil millones de pesos diarios para la guerra. Sí. Cincuenta mil millones, una suma con la que se construirían muchos hospitales, muchas escuelas, muchas viviendas y muchos trabajos para darle medios de subsistencia a los millones de desempleados que,.día a día, salen a la calle a buscar la comida para su familia. Y que constituyen caldo de cultivo para guerrilla, paras y delincuencia común.
Un total superior a 2.2 millones de desempleados hay en Colombia, según el mismo gobierno. El número, creo yo, debe ser superior porque si algo caracteriza a este gobierno es practicar aquello de que era acusado el régimen liberal por el viejo Laureano Gómez: ordenar y practicar la consigna: ‘’tapen, tapen,tapen’’.
El presupuesto para 2008, según información oficial, ascenderá a 125,7 billones de pesos, de los cuales 65,1 billones (más de la mitad) serán para funcionamiento y sólo 21.3 billones para inversión, rubro en el cual el sector defensa tiene una asignación de 3.55 billones, el triple de la destinada para este año. La mayor asignación en este ramo será para el fortalecimiento de la capacidad de la fuerza pública. En otras palabras, ese platal se destinará a compra de equipos, armas y elementos de todo tipo Incluyendo, obviamente, uno que otro helicóptero, aviones ligeros y pequeñas embarcaciones. Los aumentos salariales para los miles de burócratas no serán muy grandes (5.5 por ciento para quienes devenguen salario mínimo y 4.5 para el resto de funcionarios).
Al mismo tiempo que se presentaba el proyecto de presupuesto (unas migajas del cual caerán en los bolsillos de quienes se han venido enriqueciendo en los últimos años con la contratación oficial, los serruchos y la corrupción, los contratos, los obras viales y el narcotráfico) el organismo oficial de las estadísticas aceptaba a regañadientes que el desempleo aumentó el 0.6 por ciento, cifra que señala que hay más de 2.2 millones de desocupados, que la ocupación temporal es el doble que en 2004 y que el subempleo subió en 35 por ciento.
Las cifras muestran que el corazón grande que ofreció el presidente Alvaro Uribe eran promesas de candidato en busca de votos, de aprendiz de demagogo.
LA OPINION, DOS, AGOSTO 4.07
Como no hay peor sordo que quien no quiere oir y a pesar de que las cifras no son una maravilla para la propaganda oficial, el presidente Alvaro Uribe continúa insistiendo en una iniciativa que ha recibido toda clase de criticas: la transformación del concierto para delinquir en delito político. Que tiene un objetivo demasiado evidente: permitiría que los 35 parlamentarios y los paramilitares detenidos por la llamada ‘’parapolítica’’ recuperen la libertad.
Opiniones en contra han aparecido en todos los medios de comunicación, inclusive en el periódico que, cual banco colombiano, acaba de ser vendido a los españoles. Que son hoy en día los nuevos ricos, los dueños del dinero.
Columnista evidentemente independiente, María Jimena Duzán, dura crítica en otras oportunidades del ministro Juan Manuel Santos, con quien ha sostenido agudos enfrentamientos, señaló sobre la propuesta presidencial: ‘’es una vergüenza nacional’’. Y no solamente eso, la periodista, cuya hermana fue asesinada por los paras, cree que es ‘’un suicidio’’.
En las duras críticas coinciden muchos periodistas que ven con preocupación peligrosas actitudes del primer mandatario, quien inclusive se ha enfrentado a la Corte Suprema de Justicia, a la cual se ha atrevido a sindicar de actitudes sesgadas y no proceder con base en la ley, cuando la verdad es que Uribe se está jugando su prestigio, que está en peligro por sus actuaciones fujimorescas, destinadas a sacar de la candela a unos elementos que la opinión pública cataloga como narcotraficantes y que muchos consideran fueron decisivos en las elecciones presidenciales de 2002 y 2006, que estuvieron dominadas por dineros calientes y personajes de cero en conducta.
La actitud de Uribe contrasta con el hecho sin precedentes, que ha suscitado respaldo en muchas capas de la sociedad: la marcha de Moncayo, quien caminó a través de siete departamentos para lograr la libertad de su hijo. Es curioso que el humilde pedagogo se haya refugiado en una carpa, en la Plaza de Bolívar, gracias a la generosidad del alcalde Lucho Garzón, con la oposición del somnoliento ministro del interior, demostrando así que Colombia está madura para tomar determinaciones que acaben con la manipulación de los medios de comunicación, que están dejando de ser colombianos para engrosar las filas de la invasión española. Un detalle que mostró el temple de los pastusos fue la espera de 50 minutos que soportó el presidente Uribe mientras Moncayo se bañaba e iba a misa. ‘’Desde ya –dijo El Tiempo en nota editorial—encarna un símbolo político contra la crueldad del secuestro’’. Personas como esas necesita el país. Desde ya le ofrezco mi voto para lo que quiera. Sería el mejor homenaje que puedo rendirle a mi esposa, una pastusa que caminó con Moncayo desde el cielo. GPT
ii) La Corte Suprema falla que el delito de sedición no es de aplicación a los grupos paramilitares, y que sus crímenes no pueden tratarse como delito político.
Col - La Corte Suprema afirma que el delito de sedición no es de aplicación a los grupos paramilitares, y que sus crímenes no pueden tratarse como delito político. Radio Nizkor, 19jul07
El 11jul07 la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia determinó que el paramilitarismo no recae dentro del tipo penal de sedición ni es un delito político.
Esta sentencia es la respuesta a la estrategia jurídica elaborada por el abogado Abelardo de La Espriella, defensor de los ex congresistas Eleonora Pineda, Muriel Benito Rebollo y José María Imbett, firmantes del 'Pacto de Ralito', en un documento de la firma Lawyers Enterprise Consultoría y Servicios Legales Especializados, titulado "Concepto Jurídico sobre el Proceso de la Parapolítica".
En el memorando mencionado se dice textualmente:
"Como alternativa de respuesta al problema jurídico planteado, el presente concepto propone una estrategia jurídica adecuada que implica una mixtura entre la Ley 782 de 2002 y el artículo 71 de la Ley 975 de 2005 y parte del cambio de adecuación típica de concierto para delinquir a sedición, bien sea en la Fiscalía, o en la Corte...
En su sentencia de 11jul07 la Corte afirma que "Aceptar que en lugar de concierto para delinquir el delito ejecutado por los miembros de los grupos paramilitares constituye la infracción punible denominada sedición, no sólo equivale a suponer que los mismos actuaron con fines altruistas y en busca del bienestar colectivo sino, y también, burlar el derecho de las víctimas y de la sociedad a que se haga justicia y que se conozca la verdad, pues finalmente los hechos podrían quedar cobijados con la impunidad absoluta -entendida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como la falta en su conjunto de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena de los responsables de las violaciones de los derechos protegidos por la Convención Americana- que se les brindaría por medio de amnistías e indultos, medidas que podrían ser tomadas a discreción del ejecutivo y el legislativo y sin posibilidad de control judicial, tornándose en un imposible la obtención de la verdad, el deber de recordar y el derecho a saber lo que realmente sucedió en el caso...
Declara la Corte además que: "[M]uchos de los crímenes atribuidos a los miembros de los grupos paramilitares constituyen graves atentados a la humanidad y a los valores supremos que de ella se predican en la actualidad, cobrando hoy mayor vigencia lo dicho por el Tribunal Constitucional en la sentencia C-004/03" en el sentido de que "[E]s pues claro que en los casos de impunidad de violaciones a los derechos humanos o de infracciones graves al derecho internacional humanitario derivadas del incumplimiento protuberante por el Estado colombiano de sus deberes de sancionar esas conductas, en el fondo prácticamente no existe cosa juzgada, pues ésta no es más que aparente. En esos eventos, nuevamente los derechos de las víctimas desplazan la garantía del non bis in ídem, y por ello la existencia de una decisión absolutoria con fuerza formal de cosa juzgada no debe impedir una reapertura de la investigación de esos comportamientos, incluso si no existen hechos o pruebas nuevas, puesto que la cosa juzgada no es más que aparente".
La sentencia de la Corte Suprema hace responsable a la judicatura del cumplimiento de la legalidad y dedica a esta cuestión un apartado titulado "Deberes de la judicatura en el Estado social de Derecho", en el que afirma que "El Estado, en este caso los jueces, faltan a sus deberes cuando ante graves violaciones a los derechos humanos no investigan, juzgan y sancionan a los responsables de cometerlas...
Antes de llegar a las conclusiones, la sentencia es meridianamente clara con relación a la falta de rigurosidad del proceso penal previsto por la ley de impunidad conocida con el nombre de Justicia y Paz, y dice expresamente
En Colombia no existe política criminal empezando porque el ente encargado de fijarla hace mucho tiempo que ni siquiera se reúne. La fijación de penas altas y sus correlativos descuentos obedecen al péndulo de la opinión pública. Por eso se denuncia una "política criminal de doble columna", en una de las cuales se elevan las penas para un adecuado control social formal, mientras que por la otra, se implementa un verdadero festín de atenuantes y causales de libertad que transforman al juez de "acreedor" en "deudor de penas", y al expediente penal en verdadero "baratillo de rebajas"...
Se estima que en menos de 5 años unos 100 millones de estadounidenses sufrirán escasez de agua. La mira está dirigida a Costa Rica y países vecinos
31-07-07, Por Freddy Pacheco * , Ecoportal No.308.
En menos de 5 años, se estima que unos 100 MILLONES de estadounidenses sufrirán escasez de agua, por lo que el aumento en la demanda (¡y el precio!) del agua envasada será inevitable. Así, en vista de que las fuentes de agua son cada vez más escasas y que México no puede considerarse como fuente de abastecimiento, pues ocupa el segundo lugar a nivel planetario en consumo de agua embotellada, la mira de los comerciantes está dirigida a Costa Rica y países vecinos.
No se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua .
El sistema de comercio deber ser “NO DISCRIMINATORIO”, por lo que un Estado no debe “discriminar” entre sus interlocutores comerciales, dicen los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Así, se les concede a todos, de forma igualitaria, la condición de “nación más favorecida”, además del “trato nacional” a los ciudadanos y empresas extranjeras.
Con este contexto, Comex nos recuerda que dichos principios comerciales son plenamente ACOGIDOS en el TLC con EE. UU. y que “En el caso del AGUA EMBOTELLADA, hoy en Costa Rica, cualquier persona física o jurídica, pública o privada, puede aprovechar comercialmente este recurso, ya que las leyes permiten que el agua sea embotellada y vendida como un bien de mercado. Nuestra legislación permite la exportación e importación de agua embotellada. Todo esto NO CAMBIA con el TLC” (Columna “Aclarando Dudas”, 14 de agosto del 2006).
No hubo reserva
Es precisamente en ese “Todo esto no cambia con el TLC” donde los funcionarios de Comex admiten sin ambages (algunos se arrepintieron de esa confesión) que los negociadores del tratado no incluyeran, como parte de las MEDIDAS DISCONFORMES, que Costa Rica se reservaba el derecho a imponer regulaciones a la extracción y exportación del agua envasada, según las condiciones del recurso frente a las necesidades nacionales.
Esa propuesta pudo sustentarse en vista de las situaciones que comunidades canadienses e incluso estadounidenses han experimentado con el NAFTA suscrito entre sus países, como el caso de USA Springs, Inc. contra una comunidad de New Hampshire que pretendió, infructuosamente, evitar que dicha empresa obtuviera derechos de explotación por más de un millón de litros diarios del agua de su subsuelo. Con el texto del NAFTA en sus manos, la compañía impuso su interés comercial.
Al aprobarse el TLC con la Comunidad Caribeña de Naciones (Caricom) en mayo del 2005, representantes de las ahora fusionadas Cervecería Costa Rica y Pepsi Cola, entusiasmadas por las futuras exportaciones de agua, expresaron que “utilizarán LAS VENTAJAS arancelarias del TLC con Caricom para vender sus productos…”, refiriéndose a las marcas Cristal, Breezewood y Katadin pues, “Las costumbres de consumo de los mercados caribeños tienen un perfil muy adecuado para las empresas embotelladoras de agua nacionales” (La República , 23/5/05).
Cuestionable desdén
Pero como la capacidad de pago y la demanda de agua de parte de comunidades del Caribe no se pueden comparar con las de Estados Unidos, para el caso actual es cuestionable el desdén mostrado por Comex. En menos de 5 años, se estima que unos 100 MILLONES de estadounidenses sufrirán escasez de agua, por lo que el aumento en la demanda (¡y el precio!) del agua envasada será inevitable. Así, en vista de que las fuentes de agua son cada vez más escasas y que México no puede considerarse como fuente de abastecimiento, pues ocupa el segundo lugar a nivel planetario en consumo de agua embotellada, la mira de los comerciantes está dirigida a Costa Rica y países vecinos.
Pese a que más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable y que la demanda se duplica cada 20 años, el negocio de la venta de agua envasada supera los 100.000 millones de litros, aunque su precio es unas 2.000 veces superior al del agua de grifo.
Frente a los que consideramos el acceso al agua potable como UN DERECHO HUMANO, están los que la ven solo como un “OBJETO COMERCIAL”, al que no se le pueden poner restricciones para su EXTRACCION Y EXPORTACION. Sin embargo, para una posible renegociación del TLC con EE. UU., indudablemente que este sensible tema es primordial, pues no se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua. www.ecoportal.net
* Freddy Pacheco, Ph.D.
Catedrático, UNA
Universidad Nacional Heredia. Costa Rica
La esperanza fallida
Ramón Elejalde.
Era uno de los convencidos de que la jefatura de César Gaviria Trujillo en el Partido Liberal traería recuperación y unidad. Hoy no estoy tan seguro de lo que fue una idea colectiva.
Hace algunas semanas afirmé en esta columna que el liberalismo en Antioquia era una montonera y no una organización política. A pesar de los rayos y centellas que me cayeron, hoy puedo afirmar que el fenómeno no es solamente regional, sino catastróficamente nacional. Las candidaturas a las alcaldías y a las gobernaciones y la conformación de listas a concejos y asambleas han desnudado un desorden y una incoherencia realmente alarmantes. El liberalismo parece sin brújula, sin respeto por sus militantes y ensayando coaliciones por doquier, sin preocuparse por mirar quiénes han sido sus socios naturales, quiénes sus contradictores y, lo que es peor, quiénes han mancillado al elector con negocios non sanctis. Lo importante parece ser unirse a alguien que tenga posibilidad de ganar, cuando muchas veces la dignidad exige comportamientos heroicos. Mucha improvisación y el partido parecen regresar a ser un patrimonio exclusivo de los parlamentarios a quienes se les había logrado arrebatarlo desde la pasada Constituyente Liberal. Qué lejos estamos de aquella famosa orden impartida de “Fe y dignidad”. No hay fe y la dignidad se quedó embolatada en cualquier vericueto de la vieja casona de la Caracas.
Para medir las proporciones del desastre y de la incoherencia Liberal basta mirar estos ejemplos: 1- En Bogotá una parte del liberalismo, comandado por el Jefe Único y por el Directorio Distrital que presidente Héctor Elí Rojas, decidieron apoyar a la Alcaldía de Bogotá al doctor Enrique Peñalosa, quien hace algunos meses dio muchas volteretas, una de ellas por el liberalismo. Es decir, premiamos la deslealtad. Otra parte del Partido amenaza con irse a luchar al lado del candidato del Polo Democrático, Samuel Moreno, y todo este caos porque renunciamos al legítimo derecho de presentar un candidato propio en la ciudad más importante de Colombia. 2- En La Guajira le negamos el aval a un viejo luchador del partido como Amylkar Acosta, todo por cuanto otros partidos y el único parlamentario del departamento lo vetaron e impusieron otro candidato. El partido de cola de sus contradictores. 3- En el Cesar y en Sucre aún no sabemos para dónde vamos, si atender a los emisarios de algunos de los políticos cuestionados o a nuestra gente que estoicamente lucha por la supervivencia política de la colectividad roja. 4- En Antioquia es el lugar donde las paradojas políticas son más dramáticas: la cabeza de lista del Partido al Concejo de Medellín, doctora Aura Marlene Arcila, no acompaña al candidato de liberal a la Gobernación. Uno de los copresidentes de la Dirección Municipal, doctor Máximo Pérez Soto, tampoco acompaña al candidato oficial del partido a la Gobernación. Por lo menos un 40% de la Dirección Departamental acompaña a Luis Alfredo Ramos a la Gobernación y no a Eugenio Prieto Soto quien tiene el respaldo Liberal. En la lista a la asamblea de Antioquia figuran varias adherentes a Ramos, entre ellos César Pérez García, y por lo menos cuatro de los ocho congresistas liberales de Antioquia no estarán con el partido y con su candidato a la Gobernación. Aseguran ellos mismos, que lo hacen con la autorización del doctor César Gaviria Trujillo, como yo lo había denunciado en estas columnas. ¡Y pensar que algunos me criticaron por haber escrito sobre montonera liberal!
No me quedó espacio para contar lo que sucede en Risaralda y en su capital, Pereira, en Valle del Cauca, en Atlántico, en Boyacá, etc. Una lástima, y el ex presidente Gaviria parece ser una esperanza fallida.
Con todas estas cosas no puede ser posible que algunos políticos estén pensando en un régimen parlamentario, que lo primero que exige es tener organizaciones políticas serias y organizadas. Para terminar cabe una pregunta: ¿En qué quedó la reforma política de 2003? Lamentablemente en Colombia no hay régimen de partidos, ni de oposición, ni hay seriedad y coherencia ideológica. ¡Qué viva la montonera!
La poesía de Omar Khayyam
Antonio Mora Vélez*
De este poeta persa nacido en el año 1040 de la era cristiana se ha dicho que fue el poeta del vino, que divulgó un hedonismo muy característico de los países del antiguo oriente y que practicó un escepticismo filosófico que lo hacía ver como alguien a quien poco le interesaban los grandes problemas de la existencia humana. Pero del mismo modo que algunos de sus comentaristas han señalado que no necesariamente hay que entender el vino de los poemas de Khayyam como el zumo de la uva sino como la expresión de una vida que hay que vivir plenamente, una "esencia mística"; igual hay que mirar las razones de ese escepticismo más en la dirección de liberar al hombre de falsas creencias e imágenes de la vida.
"Sobre la tierra abigarrada, camina alguien que no es/ musulmán ni infiel / que no es rico ni pobre. No venera a Alá ni a sus/ leyes./ No cree en la verdad. No afirma nunca./ ¿Sobre la tierra abigarrada ¿quién es ese hombre bravo y triste?" dice en uno de sus poemas para referirse a él mismo. En torno a cualquier tema "es tan imposible afirmar como negar" decía. Para Khayyam da lo mismo orar en silencio que hacerlo en una mezquita. "Cierra tu Corán y piensa libremente", recomienda a sus lectores. Igual que los sufíes, Khayyam estaba convencido de que la verdad está en todas las creencias y no en una sola parcela de la metafísica. De estos sabios danzarines tomó también su tesis del desprendimiento, de no depender de las cosas del mundo. Y la crítica a la religión islámica. Tal vez por ello algunos historiadores lo ubican como un adepto a esa escuela de sabiduría oriental.
Pero mientras los sufíes proponen una nueva visión de la realidad y creen en una dimensión superior o Unidad que se expresa mediante la Luz –sinónimo para ellos de energía y de conocimiento— y de la cual todo lo material depende, Omar Khayyam dice que poco le interesan los cuatro elementos de la naturaleza y sostiene que el mundo depende de nuestro pensamiento. Para él, el resultado de todas las cavilaciones humanas es nada; la ciencia de los hombres es solo palabras. Y si la vida es un instante fugitivo, "breve como un incendio, llamas que se olvidan. Cenizas que el viento dispersa" y ella no existe después de la muerte, concluye que de nada vale ocuparse de los temas trascendentes de las filosofías y las religiones y que mejor es "abandonarse... a la fantasía de las horas" y al vino.
En cierta medida ese llamado a ocuparse de vivir el instante persigue que el ser humano se ocupe de él, crea más en él, y dependa menos de las opiniones de los demás. Así lo dice en este poema: "Más allá de La Tierra, más allá del Infinito/ Intentaba ver el Cielo y el Infierno/ Y una voz solemne me dijo:/ El Cielo y el Infierno están en ti". "El mundo –agrega en otro—es la cortina/ sobre la cual pasan nuestras imágenes". En lugar de buscar un paraíso que no existe, el hombre debe buscar el paraíso en su interior. "El paraíso para mí –dice Khayyam—es un instante de paz". Y por ahí termina en un individualismo que lo lleva a recomendar no marchar al lado de nadie y a decir: "En este mundo, conténtate con pocos amigos/ No trates de que perdure la simpatía que puedas sentir/ por alguien./ Antes de tomar la mano de un hombre,/ pregúntale si ella no te golpeará un día". Sabio consejo que sigue manteniendo su vigencia.
Omar Khayyam es el más destacado de los poetas orientales de los siglos 11 y 12. Él continuó "toda una tradición de poesía... puesta siempre al servicio de una lírica y epicúrea visión de la vida mientras se desarrolla en la tierra", fiel reflejo de una época de crísis como la que algunos siglos después produjo el movimiento Existencialista en Europa.
Hoy se le lee con deleite y con asombro. Sobre todo al saber que ese "amargo escepticismo sobre las posibilidades del ser humano para alcanzar las verdades supremas", las haya escrito un hombre que también fue matemático y astrónomo y que dedicó parte de su vida a los estudios de derecho, metafísica, ética y ciencia naturales.
2 de agosto de 2007
* Antonio Mora Vélez, abogado, escritor, columnista de prensa, docente universitario y Director de la Revista Institucional de la Corporación Universitaria del Caribe de Sincelejo.
UNA PELEA ENTRE DESIGUALES
Cecilia López Montaño
No fue estimulante ni esperanzador el episodio del pasado jueves, cuando el señor Presidente Uribe y el profesor Moncayo se enfrentaron en la Plaza Bolívar frente a las cámaras de la televisión y ante una polarizada concurrencia. Ver a un Presidente de la República despelucado, hablando a grito herido y en actitudes retadoras, dejó en claro la pérdida innecesaria de la majestad presidencial y, a su vez, un hombre humilde, valeroso, confuso y apabullado por la actitud presidencial, con lágrimas en los ojos, reforzó la realidad de un país polarizado entre poderosos y débiles, que es incapaz de encontrar soluciones consensuadas a los graves problemas nacionales. Mucho se ha hablado de este episodio y pocos se han atrevido a calificarlo como feliz, entre otras, porque su motivo, la necesidad de llegar a un Acuerdo Humanitario, se perdió en la mitad de este difícil encuentro. No muchos conocieron lo que sucedió previamente en la carpa del profesor, pero quienes tuvieron esa oportunidad podían predecir el final de este encuentro. Mucha tensión, palabras fuertes, recriminaciones se dieron en privado que luego de alguna manera salieron a la luz.
Un hecho que se ha ignorado cuando se trata de establecer quién ganó y quien perdió en ese difícil encuentro es la desigualdad entre los supuestos contendores. Se trata nada menos de un enfrentamiento entre el Presidente de Colombia, uno de los más populares que ha tenido el país, con una capacidad infinita de manejo de las masas, con un humilde profesor de un pueblo de Nariño, cuyo único poder es su valor para defender la libertad de su hijo y con ella la de miles de ciudadanos secuestrados. El solo hecho del diálogo ya es un triunfo para este profesor y su causa. Lo que no hemos hecho 44 millones de colombianos lo logró este hombre caminando más de 1.000 kilómetros, llorando su desgracia y la de miles de compatriotas.
Sentimientos encontrados se identifican hoy. Por un lado existe una clara realidad: el profesor Moncayo logró abrir una compuerta que estaba cerrada en la sociedad colombiana, la de las víctimas de la guerra que no han tenido ni voz ni reconocimiento. No solamente se trata de los miles de secuestrados por años en las selvas del país sino también de los miles de desaparecidos sobre los cuales se sabe aún menos. Pero, por otro, no obstante el éxito de la caminata del profesor Moncayo, no se ven cambios reales en la actitud del Gobierno frente al secuestro y mucho menos de las FARC. Muy defensivo el señor Presidente frente al tema, muy agresivo con la guerrilla, muy blando con los “paras” y muy convencido del éxito de su protagonismo en la plaza publica. Mudos, los guerrilleros de las FARC, se limitan a mirar el espectáculo que les debe producir sonrisas, como decía un editorialista. No son estos los mejores elementos para encontrar salidas reales e inmediatas.
Más que seguir en la inútil discusión de quién ganó y quién perdió, dos hechos son relevantes. Primero, qué hacer para que esta compuerta que abrió el profesor Moncayo no se cierre y evitar que la causa de los secuestrados vuelva a caer en el olvido. Y segundo, qué va a ser el Gobierno, que está ante una difícil encrucijada que ni los Ministros ni el mismo Presidente han podido manejar hasta ahora con acierto. No puede ser esta una nueva oportunidad perdida y que los 3 mil secuestrados sigan muriendo lentamente en las selvas esperando una posible escapada o la muerte en procesos de rescate o en manos de sus captores. Claros que las FARC son los grandes culpables pero ni el Gobierno ni la sociedad colombiana pueden evadir la responsabilidad de sacar estos compatriotas del infierno en que viven. La pelea desigual ha sido solo el comienzo de una etapa que debe tener un final feliz.
cecilia@cecilialopez.com
EL LEGADO CONSERVADOR
MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Agosto 5 de 2007
Son bien conocidas las afinidades ideológicas y políticas entre Álvaro Uribe y George W. Bush, que han llevado a que nuestro presidente sea no solo el mejor aliado de Bush en Suramérica, apoyándolo inclusive en decisiones tan equivocadas como la invasión a Irak, sino su “legado” en una región que ha dado un viraje hacia gobiernos de izquierda democrática, ateniéndonos al primer significado que le da el diccionario a esta palabra como sinónimo de delegado o representante.
Pero el título de esta columna no se refiere al papel que le han delegado los Estados Unidos al populismo de derecha del gobierno colombiano frente a los populismos de izquierda de los vecinos, sino al segundo significado de “legado” que según la Real Academia es “lo que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”. En el legado que quieren dejar los dos presidentes para la posteridad también hay grandes semejanzas.
En el caso de Bush, ni su bajísimo nivel de popularidad ni el rechazo de la mayoría del electorado a sus políticas, ni siquiera el control del Congreso por parte de los demócratas le van a impedir que empuje su país hacia la derecha, que debilite las tendencias liberales de la sociedad norteamericana y haga mas conservadoras sus instituciones. El instrumento para lograr este propósito no van a ser leyes -que no le va a aprobar el Congreso-, ni decretos presidenciales -que pueden ser derogados por su sucesor-, sino uno más casual pero perdurable: la posibilidad que ha tenido de nombrar dos de los jueces de la Corte Suprema de Justicia, que allá es la encargada de aplicar e interpretar la Constitución.
Ha sido casual porque en los EE.UU. los miembros de la Corte Suprema son nombrados de por vida, y solo son reemplazados cuando mueren o deciden retirarse; por coincidencia durante el período de Bush se retiraron dos de los jueces y los reemplazos elegidos por Bush fueron, según la revista The Economist, “dos brillantes y sólidos conservadores” que ya han empezado a desplazar las decisiones de la Corte significativamente hacia la derecha en temas como los derechos civiles, la acción afirmativa contra la discriminación racial, el aborto o la separación entre la Iglesia y el Estado. Para la misma revista esto ha sido un claro triunfo de las fuerzas conservadoras y una derrota de las tendencias liberales que predominaron desde los años sesenta, que va a continuar influenciando la política y las instituciones norteamericanas por varias décadas.
En Colombia durante los gobiernos de Uribe se ha venido dando un proceso similar con el cambio en la composición de la Corte Constitucional que parece que se va a consolidar con el reemplazo del magistrado Álvaro Tafur, pues se dice que el presidente está preparando una terna de candidatas de talante ultra conservador y vinculadas, por lo menos una de ellas, al Opus Dei que representa la corriente más retrógrada de la Iglesia católica. El ex director de la revista Cambio, Mauricio Vargas se declaró aterrado frente a esta terna “con olor a sahumerio clerical”.
Hay dos diferencias sustanciales con lo que pasa en EE.UU. La primera, que aquí se trata de un presidente con una alta popularidad y que cuenta con la mayoría en el Congreso (por lo menos mientras tenga puestos para ofrecer); la segunda, que en Colombia no es por casualidad puesto que aquí los magistrados de la Corte no son vitalicios sino elegidos para períodos fijos de ocho años, o sea que cada presidente siempre tenía la oportunidad de postular tres o cuatro candidatos. El problema es que el cambio del “articulito” de la reelección trastornó todo el andamiaje institucional del Estado y le dio a Uribe la posibilidad de nominar a casi todos los magistrados de la Corte, lo mismo que al Procurador, al Fiscal y al Contralor, debilitando así la división de poderes indispensable para que la democracia no se convierta en dictadura.
Hay que recordar además que desde el inicio de su gobierno Uribe se enfrentó duramente a la Corte Constitucional, e incluso preparó un proyecto de reforma para limitarle sus funciones. Ahora con la mayoría lograda en este Tribunal ya puede garantizar su legado conservador para debilitar la Constitución del 91; logrado ese propósito, ahora enfila sus baterías contra la Corte Suprema y luego contra cualquier institución que se oponga a sus designios de poder absoluto.
LOS IMPLICADOS EN LA PARAPOLITICA
Horacio Serpa
A raíz de que las investigaciones sobre la parapolítica llegaron a Santander, se han hecho especulaciones, comentarios ligeros y sugerencias de “mala leche”. Los periodistas me han preguntado si la llamada a rendir versión libre a varios Congresistas elegidos por Convergencia ciudadana que apadrina una de las candidaturas a la gobernación de Santander, favorece mi aspiración a ocupar esa responsabilidad. No han faltado muestras de preocupación en algunos rostros y de alegría en otros, que no identifican mi posición al respecto.
Siempre me alegra el bien ajeno, y nunca gozo con las tribulaciones ajenas. Al contrario, me preocupan. Soy solidario con las tristezas de otros y nunca tengo prejuicios, ni saco conclusiones apresuradas. En materia de justicia comparto el principio de la presunción de inocencia, y respetuoso como soy de las autoridades, tengo la paciencia necesaria para esperar que sean los jueces los que digan la última palabra.
No me alegra que el Senador Luis Alberto Gil y varios de sus compañeros elegidos al Congreso por Convergencia deban acudir al llamado de la Honorable Corte. No conozco los cargos mas allá de las informaciones de prensa y no me impresionan los comentarios ni las especulaciones. Se, por demás, que una versión ante las autoridades judiciales es la oportunidad que la justicia brinda para aclarar confusiones, explicar comportamientos y desvirtuar acusaciones. De manera tal que deseo para mi paisano, con quien tengo contradicciones políticas pero de ninguna manera desafectos o malquerencias, apropiados resultados y la mejor suerte.
Confío en la integridad de la Corte, en la imparcialidad absoluta de sus Magistrados, y en los propósitos altruistas que inspiran sus investigaciones, orientadas solo en el bien común, la equidad y el deseo de que haya justicia. Y justicia es tanto castigar al culpable, como absolver al inocente.
Es la misma posición que siempre he asumido. Fui administrador de justicia, llevé muchas veces mis argumentos de defensor a los estrados judiciales, y una vez tuve que comparecer ante los jueces. Nunca vacilé en obrar con justicia, en demandarla, ni en esperarla. Siempre, sin excepción, confié en la integridad de los Jueces, y ni siquiera cuando sufría a la espera de sus decisiones dejé de creer en su rectitud y buen juicio.
Conozco a casi todos los implicados en el asunto de la parapolítica. Con unos fui aliado y recibí su amistad y solidaridad; con otros he sido contradictor. El Senador Juan Manuel López es un gran amigo personal y mi mas fuerte compañero político, y creo a pié juntillas en su inocencia porque soy testigo de su comportamiento transparente y de sus notables y riesgosas diferencias con los paramilitares de Córdoba. En este especialmente, pero también en los demás casos, espero que se logre claridad y la justicia exonere de responsabilidad a los que no hayan tenido comportamientos ilegales.
Hay que esperar tranquilos que los Jueces cumplan con su deber.
Bucaramanga,30 de Julio, 2007N.S.
Disfraz paramilitar
RAFAEL GUARIN, El Nuevo Herald, agosto 4 de 2007.
Un fallo de la Corte Suprema de Justicia que priva a los paramilitares de la calificación de sediciosos y la negativa de los cabecillas presos de continuar confesando sus delitos, abrió en Colombia un debate sobre la posibilidad de otorgarles el carácter de delincuentes políticos.
¿A qué se debe esta crisis? Entre otras cosas, al eventual riesgo de extradición y a una política que encubre en un proceso de paz a traficantes. La equivocación del gobierno fue aceptar el disfraz político y no asumir el asunto tal y como era: el sometimiento a la justicia de un grupo de mafiosos con un ejército superior a 30,000 hombres.
Si bien el origen del paramilitarismo se liga al narcotráfico, en su seno hubo auténticos contrainsurgentes cuya influencia cedió en la medida que la organización fue cooptada por narcos. Esa transición se facilitó por las exigencias económicas de la confrontación y su utilidad para el cultivo, procesamiento y comercio de alucinógenos. Además de garantizar seguridad, protección y control territorial a través de la fuerza y la captura de la política, en el mediano plazo los capos metidos a paramilitares pretendían evitar la extradición a Estados Unidos y conseguir benevolencia punitiva.
Lo de hoy no dista mucho del pasado. A final de los años ochenta Pablo Escobar quiso escapar de la extradición, obtener tratamiento político e indulto. Concibió la idea de vestirse de delincuente político para alcanzar los objetivos que se evidencian en los narcoparamilitares. El jefe del cartel de Medellín incluso pensó camuflarse en las guerrillas desmovilizadas bajo el gobierno Barco y relacionó la represión a las drogas con la lucha de clases. Escobar no logró el indulto, pero sí una legislación especial, la prohibición de la extradición y un ''exclusivo'' centro de reclusión.
La coyuntura actual refleja pactos hechos en la mesa de negociación pero a espaldas del país. Cosa muy grave, no sólo por la transparencia indisociable de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, sino porque la capacidad del gobierno de dialogar con estructuras criminales se debe sujetar rigurosamente al estado de derecho.
La asociación de Uribe del paramilitarismo a la sedición y la consecuente polémica con la Corte chocan con esa regla democrática. La obligación constitucional de contribuir armónicamente con las demás ramas del poder público a los fines del Estado, verbigracia, la paz, no puede interpretarse como una obligación de los tribunales para obviar la ley. Es innegable, a la luz del código penal, que no están incursos en el delito de sedición y, por tanto, que no son delincuentes políticos; la prueba es que el gobierno anunció un proyecto de ley que modifica el tipo penal para adecuarlo a esos criminales.
De aprobarse la iniciativa se allana el camino a la intención de los ''paras''. Orientados por la negativa a la extradición por delitos políticos buscan posicionar la sedición como su delito principal y dar al narcotráfico la categoría de conducta conexa. Aquí el orden de los factores sí altera el producto. No es lo mismo haber sido primero autodefensa y después emplear el narcotráfico para financiar el aparato bélico, que ser narcotraficante y disfrazarse luego de autodefensa, situación, ésta última, que aparentemente predomina, convirtiendo al tráfico ilícito en la conducta delictiva primaria y a la supuesta sedición en un medio a su servicio. Lo ejemplifica el pago de $1,500,000 que hizo el reconocido narco el ''Tuso'' para su incorporación en la cúpula paramilitar.
Conviene eliminar cualquier diferencia respecto a los delitos comunes, disuadiendo de paso a los narcotraficantes de armar ejércitos y de cometer masacres que justifiquen la demanda de ser actores políticos. No es indispensable dicha característica para conversar con grupos armados, basta la decisión del gobierno. En España no se habla de conflicto armado interno y mucho menos que los integrantes de ETA sean románticos delincuentes políticos, no obstante, con ellos el PP y PSOE han procurado acuerdos.
La amnistía y el indulto serán entonces potestades más parecidas a la figura del perdón presidencial estadounidense, dentro del límite que la proscribe para crímenes contra la humanidad.
Salgámonos de esa discusión, suprimamos los beneficios de tales tipos penales y llamemos a las cosas por su nombre, en el caso de los paramilitares, son asesinos, descuartizadores, narcotraficantes, torturadores, hasta malos hijos, todo lo que se quiera, menos sediciosos.
www.rafaelguarin.blogspot.com
martes, 7 de agosto de 2007
CONTENIDO
• El imperio de la confusión, César González Muñoz.
• Cultura de innovación, Octavio Ramírez Rojas.
• Paz y Reyes, Carlos Alberto Villegas.
• ¿La Corte Suprema, enemiga de la paz?, Juan Manuel López Caballero.
• La melancolía de Orhan Pamuk, Edgar Bastidas Urresty.
• El pastuso, Guillermo Pérez.
• La Corte Suprema y el delito de sedición, Radio Nizkor.
• Cinco años más y 100 milones de gringos no tendrán agua, Fredy Pacheco.
• La esperanza fallida, Ramón Elejalde.
• La poesía de Omar Khayyam, Antonio Mora Vélez.
• Una pelea entre desiguales, Cecilia López Montaño.
• El legado conservador, Mauricio Cabrera Galvis.
• Los implicados en la parapolítica, Horacio Serpa Uribe.
• Disfraz paramilitar, Rafael Guarín Cotrino.
El Imperio de la Confusión
César González Muñoz
Trato de entender, sin mayor éxito, cómo se les va a aplicar justicia a los desmovilizados de los grupos paramilitares. La falta de claridad, que no se le puede atribuir a las Cortes, pone en ciernes ese proceso.
El Gobierno, mediante un proyecto de Ley propone que el Código Penal defina la sedición como el empleo de las armas para tratar de impedir “transitoriamente” el libre funcionamiento del régimen constitucional y legal. Adicionalmente, el gobierno propone que la sedición se defina como el acto de organizar y dirigir grupos armados ilegales para combatir a grupos rebeldes, sustituyendo el aparato militar del Estado.
Se busca entonces que la sedición y la rebelión sean delitos políticos en el texto del Código Penal, en pie de igualdad como acciones que quebrantan el monopolio estatal de la fuerza armada.
La gracia de todo esto es que los delitos políticos son susceptibles de perdón por la vía del indulto (perdón de la pena) o de la amnistía (perdón del delito). Además, cuando la conducta de los jefes de las organizaciones armadas ilegales se define como sedición o rebelión, entonces el gobierno se abstiene de aplicar la “figura” de la extradición por delitos comunes, cuando los delincuentes acceden a desmovilizarse.
Lo que este berenjenal significa es que para el delincuente cuya conducta predominante es la del delincuente político, no habría extradición por delitos como el narcotráfico o el lavado de activos cometidos en el país solicitante. Si el tráfico de narcóticos en el extranjero, o el lavado de activos ídem. son acciones inherentes, o concomitantes, o auxiliares, del delito político no habrá extradición, por voluntad del gobierno.
Ahora bien, el gobierno pretende en su proyecto que si los líderes sediciosos o rebeldes son delincuentes políticos, las respectivas tropas también lo son. Pueden ser indultadas, o amnistiadas, en un proceso de desmovilización colectiva. Y líderes y milicianos perdonados podrán después ser elegidos en las corporaciones públicas. El Procurador Maya acaba de terciar en el debate, diciendo que el proyecto del gobierno sólo les serviría a los cuadros de mando paramilitares, quienes sí quedarían graduados de delincuentes políticos. Según Maya, las tropas quedarían en el limbo, los jueces también y el Estado colombiano entraría en contravención de tratados internacionales. El Procurador propone que la Ley faculte a los jueces para suspender los procesos penales contra los individuos desmovilizados, darles un “periodo de prueba” de buena conducta y, eventualmente, dejarlos libres de toda culpa. ¿Qué ocurre en este caso con los delitos atroces, con los actos de ferocidad, barbarie o terrorismo?
La confusión es muy grande en la mente de alguien, como yo, que piensa que el establecimiento paramilitar es una red regional de empresas criminales de toda clase, dedicadas al despojo, a la guerra sucia, al enriquecimiento mediante el comercio de sustancias prohibidas. Una red de grupos violentos con su propia visión de país, a su propia imagen y semejanza, a los que les han importado un comino las “instituciones legítimas”. Sólo me queda claro que para darnos un nuevo comienzo, nos tocará inventarnos ciertas ficciones legales aceptables a los jueces y a la comunidad internacional y levantar sobre ellas la plataforma de un país apacible. Contarnos la historia completa de los delitos atroces, de la barbarie, de la crueldad sin límite, una historia que no se puede tapar con el manto de la sedición o de la rebeldía. Buscar la reparación a las víctimas. Poner en manos de la comunidad internacional la supervisión del desmonte efectivo de las estructuras narcotraficantes y de los aparatos militares ilegales. Pero, como van las cosas, el enredo es creciente y las posibilidades de una paz digna y duradera disminuyen.
CULTURA DE INNOVACIÓN
PARA CREAR VALOR ORGANIZACIONAL
Octavio Ramírez Rojas
“ ... New concepts won´t prosper without strong screening and funding mechanisms. Instead, they´ll just create bottlenecks and headaches across the organization.
In many companies, tight budgets, conventional thinking, and strict funding criteria combine to shut down most novel ideas. Employees quickly get the message,
and the flow of ideas dries up. ... ”
M. T. Hansen; J. Birkinshaw
La comprensión y la acción gerenciales sobre las capacidades y competencias distintivas de la organización es un proceso dinámico y complejo de doble alcance: la capitalización y fortalecimiento de los sectores débiles y el avance y complemento de los sectores de fortaleza reconocida. La gestión de valor es permanente en busca del robustecimiento combinado de esas dos zonas de competencia gerencial.
La cultura innovadora dentro de una organización empresarial, de índole privada y / o pública, es fundamental para la sostenibilidad de las ventajas competitivas de la misma.
Esa cultura innovadora debe ser integral y abarcar personas, procesos, productos, mercados, relacionamientos interno y externo, aplicaciones de uso de los servicios y / o bienes que componen la oferta de valor. Y requiere, ante todo para su continuidad, de entendimiento por parte de la alta dirección de las condiciones cambiantes del entorno de actuación empresarial alrededor de su red de valor: clientes, competidores, proveedores, complementarios.
Y cómo ordenar y evaluar el alcance de los procesos que constituyen a médula de la innovación en una empresa u organización socioeconómica?
El trabajo desarrollado por W. T. Hansen y J, Birkinshaw, quienes por espacio de los diez años precedentes elaboraron cinco proyectos de investigación en innovación sobre más de treinta empresas multinacionales de Norteamérica y Europa, entrevistando arriba de ciento treinta ejecutivos del alto nivel y a cuatro mil personas no ejecutivas de quince multinacionales y analizando la efectividad de los procesos de innovación en ciento veinte proyectos de nuevos productos y en cien unidades corporativas de riesgo o negocio, les permitió construir la que denominan Cadena de Valor de la Innovación (C.V.I.).
Esta C.V.I. es un modelo integrado de tres etapas y seis tareas criticas para la gestión y evaluación de los procesos de innovación en las organizaciones, así:
A. Generación de ideas (GI), la cual puede darse: a) al interior de la UEN ; b) por colaboración entre UEN´s; c) por colaboración externa a la organización.
B. Materialización de ideas (MI) la cual se da en dos tareas criticas: a) Selección y asignación de fondos y b) desarrollo de las ideas para buscar el resultado concreto.
C. Difusión de las ideas desarrolladas, la cual se efectúa mediante procesos de informacion y comunicación efectiva a la organización.
Gráficamente la C.V.I. , como sistema integrado que es, se puede representar así:
C. V. I.
GENERACIÓN DE IDEAS MATERIALIZACIÓN DIFUSIÓN
Interna
Intra uen
Externa Selección y fondeo
Desarrollo
Comunicación
LA ORGANIZACIÓN SUMADA A SU RED DE VALOR
A su vez, Hansen y Birkinshaw presentan su cuestionario para evaluar la C.V.I en cualquier entidad de economía privada y/o pública, apuntando a la evaluación del estado de las capacidades innovadoras de la firma. En el anexo presentamos un esquema que, partiendo del cuestionario arriba citado, permite evaluar por fases y tareas el estado de la cultura innovadora dentro de una institución.
Este esquema que proponemos tiene la gran ventaja de que es adaptable a las condiciones y características de cada UEN y/o compañía. Y debe ir acompañado de indicadores de medición y de herramientas de valoración de su contribución al resultado operativo y financiero.
Si se aplica la herramienta a su organización, usted podrá saber si ella está ubicada en la frontera de la innovación, o incipientemente aproximándose a ella, o definitivamente lejos de la Cultura innovadora como fuente que es de creación de valor y riqueza.
¿En cual estadio de la capacidad innovadora se encuentra estratégica y operativamente su institución?
Bogotá, 30 de julio de 2007
PAZ Y REYES
APORTES PARA COMPRENDER LA NARRATIVA VITAL DE IBEROAMERICA
Termita Virtual el 01 Ago 2007, Carlos Alberto Villegas Uribe
Para comprender las imbricadas y enriquecedoras relaciones entre España y América –subrayo que no me refiero a los estadounidenses- es necesario regresar a Octavio Paz. Su ejercicio hermenéutico se nutre del psicoanálisis, de Freud y Yung, tanto como de la sociología de Toynbee y de pensadores de su propia tierra. Desde estos lindes, Paz brinda claves necesarias para comprender tres complejas caracterizaciones de la humanidad: la premodernidad, la modernidad y la postmodernidad. Aún cuando él no las maneje bajo estas denominaciones, sus tempranas comprensiones ya prefiguraban a los pensadores europeos que en la segunda mitad del siglo XX las desarrollarían a profundidad, Foucault, Lyotard, Berman, hasta convertirlas en herramientas de lectura de la sociedad contemporánea. Estas categorías antropológicas, sociológicas y filosóficas vibraban ya con la fuerza atávica de una taxonomía propia en la obra paradigmática de Paz: El laberinto de la soledad.
Ahora que medito sobre el proceso escritural como una suma de voluntades, distinto a la concepción mesiánica y excluyente de la escritura como un don de privilegiados; es grato reencontrarse con Paz. Encuentro en su ejercicio de imaginación activa, la recuperación de los aportes de los españoles a la construcción del México actual. Balance positivo, luego de la dolorosa conquista de la cruz y la espada, que si bien, no arrasó con los nativos, como la anglosajona, si los convirtió en la clase paria de América. Con la ecuanimidad que caracteriza a Paz, y su mirada holística de los fenómenos socioculturales, el escritor mexicano brinda un testimonio de invaluables aportes de los librepensadores españoles desplazados por la guerra a la tierra tolteca. Rescato, además, las demandas de Alfonso Reyes, sintetizadas por Paz, para quienes quieran trasegar las sendas de la literatura.
Recupero, como un guiño cómplice con los lectores de la TERMITA VIRTUAL, las palabras del más grande pensador mexicano:
“245 “No pretendo justificar a la sociedad colonial. En rigor, mientras subsista esta o aquella forma de opresión, ninguna sociedad se justifica. Aspiro a comprenderla como una totalidad viva y, por eso, contradictoria. Del mismo modo me niego a ver en los sacrificios humanos de los aztecas una expresión aislada de crueldad, sin relación con el resto de esa civilización: la extracción de corazones y las pirámides monumentales, la escultura y el canibalismo ritual, la poesía y la “guerra florida”, la teocracia y los mitos grandiosos son todos indisolubles. Negar esto es tan infantil como negar el arte gótico o la poesía provenzal en nombre de la situación de los siervos medievales, negar a Esquilo porque había esclavos en Atenas. La historia tiene la realidad atroz de una pesadilla; la grandeza del hombre consiste en hacer obras hermosas y durables con la sustancia real de esa pesadilla. O dicho de otro modo: transfigurar la pesadilla en visión, liberarnos, así sea por un instante, de la realidad disforme por medio de la creación”. 246
308. “Cárdenas abrió las puertas a los vencidos de la guerra de España. Entre ellos venían escritores, poetas, profesores. A ellos se debe en parte el renacimiento de la cultura mexicana, sobre todo en el campo de la filosofía. Un español al que los mexicanos debemos gratitud es a José Gaos, el maestro de la joven “inteligencia”. La nueva generación está en aptitud de manejar los instrumentos que toda empresa intelectual requiere. Por primera vez desde la época de la independencia la “inteligencia” mexicana no necesita formarse fuera de las aulas. Los nuevos maestros no ofrecen a los jóvenes una filosofía, sino los medios y las posibilidades para crearla. Tal es precisamente, la misión del Maestro.
Un nuevo elemento de estímulo es la presencia de Alfonso Reyes. Su obra, que ahora podemos empezar a contemplar en sus verdaderas dimensiones, es una invitación al rigor y a la coherencia. El clasicismo de Reyes equidistante del academicismo de Ramírez y del romanticismo de Sierra, no parte de las formas ya hechas. En lugar de ser mera imitación o adaptación a las formas universales, es un clasicismo que se busca y se modela a si mismo, espejo y fuente, simultáneamente, en los que el hombre se reconoce, sí, pero también se sobrepasa.
Reyes es un hombre para quien la literatura es algo más que una vocación o un destino: una religión. Escritor cabal para quien el lenguaje es todo lo que puede ser el lenguaje: Sonido y signo, trazo inanimado y magia, organismo de relojerías y ser vivo. Crítico y ensayista, es literato: el minero, el artífice, el peón, el jardinero, el amante y el sacerdote de las palabras. Su obra es historia y poesía, reflexión y creación. Si Reyes es un grupo de escritores, su obra es una literatura. ¿Lección de Forma? No, lección de expresión. En un mundo de retóricos elocuentes o de reconcentrados silenciosos, Reyes nos advierte de los peligros y las responsabilidades del lenguaje. 309
309 El primer deber del escritor, nos dice, estriba en la fidelidad al lenguaje. El escritor es un hombre que no tiene más instrumentos que las palabras. A diferencia de los útiles del artesano, del pintor o del músico, las palabras están henchidas de significaciones ambiguas y hasta contrarias. Usarla quiere decir esclarecerlas, purificarlas, hacerlas de verdad instrumentos de nuestro pensar y no máscaras y aproximaciones. Escribir significa una profesión de fe y una actitud de fe que trasciende al retórico y al gramático; las raíces de las palabras se confunden con las de la moral: la crítica del lenguaje es una crítica histórica y moral. Todo estilo es algo más que una manera de hablar: es una manera de pensar y, por lo tanto, un juicio implícito sobre la realidad que nos circunda. Entre el lenguaje, ser por naturaleza social, y el escritor que sólo engendra en la soledad, se establece así una relación muy extraña: gracias al escritor el lenguaje amorfo, horizontal, se yergue e individualiza; gracias al lenguaje, el escritor moderno, rotas las otras vías de comunicación con su pueblo y su tiempo, participa de la vida de la ciudad. 310
310. De la obra de Alfonso Reyes se puede extraer no sólo una Crítica de la Filosofía y una Ética del Lenguaje. Por tal razón no es un Azar que, al mismo tiempo que defiende la transparencia del Vocablo y la universalidad de su significado, predique una misión. Pues aparte de esa fidelidad al lenguaje que define a todo escritor, el mexicano tiene algunos deberes específicos. El primero de todos consiste en expresar lo nuestro. O para emplear las palabras de Reyes “buscar el alma nacional”. Tarea ardua y extrema, pues usamos un lenguaje hecho y que no hemos creado para revelar a una sociedad balbuciente y a un hombre enmarañado. No tenemos más remedio que usar de un idioma que ha sufrido ya las experiencias de Góngora y Quevedo, de Cervantes y de San Jan, para expresar a un hombre que no acaba de ser y que no se conoce a sí mismo. Escribir equivale a deshacer el español y recrearlo para que vuelva a ser mexicano, sin dejar de ser español. Nuestra fidelidad al lenguaje, en suma implica fidelidad a nuestro pueblo y fidelidad a una tradición que no es nuestra totalmente, sino por un acto de violencia intelectual. En la escritura de Reyes viven los dos términos de este extremoso deber. Por eso, en sus mejores momentos, su obra consiste en la invención de un lenguaje y de una forma universales y capaces de contener, sin ahogarlos y sin desgarrarse, todos nuestros inexpresados conflictos.
Reyes se enfrenta al lenguaje como problema estético y ético. Su obra no es un método o una lección, sino un estímulo. Por eso nuestra actitud ante el lenguaje puede ser diversa a la de nuestros predecesores: también a nosotros, y más radicalmente que a ellos, puesto que tenemos menos ilusiones en unas ideas que la cultura occidental soñó eternas, la vida y la historia de nuestro pueblo se nos presentan como una voluntad que se empeña en crear la Forma que la exprese y que sin traicionarla, la trascienda. 311”
(Paz, Octavio (2003) El Laberinto de la Soledad. Edición crítica de Enrico Mario Santí.Cátedra Letras Hispánicas, Madrid)
Lástima. El pensador que denunció el “Ninguneo” como una forma de expresión de la intelectualidad hispánica, ha sido victima propiciatoria de esta lesiva actitud que retarda, al desconocer los aportes de sus creadores, el progreso de la inteligencia. Los iberoamericanos comprometidos con la construcción de puentes entre los continentes hermanos, debemos volver a Paz, debemos revisitarlo para beber en esa fuente de sabiduría y lograda expresión literaria las claves para fortalecer el Hispañol como tradición y ruptura, creación y recreación de una realidad conjunta. No hacerlo constituye una prolongación del ninguneo, una inexcusable injusticia y un imperdonable olvido.
¿La Corte Suprema enemiga de la paz?
Juan Manuel López Caballero.
Catástrofes naturales azotan al país y afectan sobre todo a los habitantes de la costa; la revaluación pone en peligro a las empresas del sector exportador y produce despidos masivos de quienes trabajan en las industrias que compiten con la producción extranjera; centenares de miles de desplazados por razones económicas o de orden público pierden sus hogares; enfrentamos problemas internacionales de drogas, de roces con los países vecinos, de negociaciones del TLC; es un escándalo tener varios partidos políticos con todos sus elegidos juzgados ante los estrados y sin embargo votando los proyectos del gobierno; es inaudito que las autoridades estén ‘chuzando’ las comunicaciones privadas o que se reclute para las filas del paramilitarismo a los miembros de las fuerzas armadas por medio de sus altos oficiales; sin embargo, por encima de todos estos temas, el Presidente ha logrado imponer el debate sobre el concepto de ‘sedición’.
Y eso estaría bien en la medida que la paz sí debería ser la primera prioridad nacional.
Pero molesta si en vez de un manejo y unos propósitos claros y transparentes se trata de un intento de manipular la opinión pública, por unos motivos que aparecen bastante cuestionables y mediante métodos francamente inadmisibles.
Porque es claro que la tipificación del delito de ‘sedición’ existe; y que es a la Corte Suprema a quien compete interpretar y aplicar la Ley; y que es impertinente que el Presidente cuestione esto.
El tema y el problema no gira alrededor de si los 18.000 desmovilizados de los paras que no ejercían mando y que solo confesaron pertenecer a esos grupos deben o no recibir el indulto por ‘sedición’. Lo que está de por medio es hasta dónde Colombia trata este proceso bajo un régimen institucional o si por el contrario tienen las instituciones que acomodarse a la voluntad de un individuo.
La situación actual nace de un proceso que se echó a andar mediante una negociación ‘intima’ entre la presidencia y los paramilitares, sin participación o siquiera consultas con algún otro estamento institucional (Cortes, Partidos, Congreso, Iglesia, etc.); caracterizado por no tener marco regulatorio alguno diferente de la voluntad del mandatario, en forma absolutamente improvisada, sin tener información, ni idea siquiera de cuantos se acogerían, de qué soluciones se podrían ofrecer, con qué recursos, etc.; donde se pactaron compromisos secretos que nunca fueron revelados a la ciudadanía y que hoy aparecen como obstáculos legales; en el cual para cumplir a una contraparte sinónimo de motosierras, masacres, narcotráfico, etc. pero con una relación política cercana, se han detenido extradiciones, aceptado la compra de frentes por parte de narcos puros, o incluso la continuación de delitos desde las cárceles; pero sobre todo, quien lo dirige ha hecho oídos sordos a quienes desde el interior o como voceros de la comunidad internacional se escandalizan de que se esté tramitando esta ‘solución’, al tiempo que se incumplen normas respecto al Derecho Humanitario, a la atención a los desplazados, o a las víctimas de ese mismo paramilitarismo.
Si se aceptara la interpretación del Presidente según la cual ‘sedición’ es asumir funciones del Estado por las vías de hecho y desconociendo la legalidad, la ley propuesta parecería diseñada para aplicarla al Dr. Uribe. ¿Está la Corte en contra de la Paz o el Dr. Uribe en contra de la institucionalidad colombiana?
LA MELANCOLIA DE ORHAN PAMUK
Édgar Bastidas Urresty*
Por haber encontrado en la obra de Orhan Pamuk, escritor turco “nuevas imágenes espirituales (símbolos) para el choque y el cruce entre las culturas”(1), la Academia sueca le concedió el premio Nóbel 2006. El encuentro entre Oriente y Occidente, entre musulmanes y cristianos en la historia y la cultura ha sido un tema recurrente en las novelas de Pamuk, también los problemas experimentados por el hombre en la búsqueda de su identidad.
La política en su país, dividido entre islamistas radicales y moderados es otro de los temas de sus libros, que trata desde una posición independiente: “Un millón de Armenios y 30.000 Kurdos han sido asesinados en estas tierras, pero nadie se ha atrevido a hablar”, dijo en febrero de 2006 a un periódico suizo, declaración que fue recibida con muestras de hostilidad en los medios nacionalistas y le costó un proceso judicial, del que finalmente salió indemne por la solidaridad internacional que recibió de notables escritores, de Saramago y Gunter Grass, entre otros, y por la presión europea sobre el gobierno turco. Sin embargo, tuvo que soportar los insultos y la acusación de “traidor a la patria”, que le proferían los grupos extremistas cuando se presentaba a los juzgados de Nisantasi.
*Escritor. Ha sido profesor y rector de la Universidad de Nariño y profesor de la universidad Javeriana. Ha escrito y publicado 13 libros entre los que cabe destacar: Las guerras de Pasto, El Fariseo, Avatares, Nariño Historia y Cultura, Lecturas secretas, Ensoñaciones, Tejido de palabras y El mundo de los libros. (Pasto. Universidad de Nariño. 2005).
Pero aun no está completamente a salvo ya que un segundo proceso instaurado por un grupo de juristas nacionalistas podría llevarlo ante un juez, por haber dicho al periódico alemán Die Welt que el ejército turco “perjudica el desarrollo de la democracia”. La defensa de los derechos humanos y la condena del terrorismo le han dado un prestigio internacional.
No sólo Pamuk ha sido perseguido por el delito de opinión. El diario El País (10.12.06) de Madrid habla de La persecución de los intelectuales para referirse a 185 causas contra escritores y profesores. Atila Yaila, profesor de Ciencias políticas de la Universidad de Ankara, fue despedido por haberse pronunciado públicamente contra Mustafá Kemal, Ataturk, fundador de la Turquía moderna y autor de la supresión del alfabeto árabe de la lengua turca para reemplazarlo por el latino. Ahmet Umit y Elif Shafak, novelistas pertenecientes a una nueva generación también han sido perseguidos por la justicia por utilizar el suspense y la intriga en la interpretación de la historia turca. La escritora Perihan Manden por su parte, luego de resultar inocente en un proceso por denigrar de las Fuerzas Armadas dijo: “Estamos sometidos a tortura psicológica. Antes de quedar exculpados en el interior de los juzgados, se nos da un escarmiento en la calle” (2). Los “insultos a la identidad nacional”, de acuerdo a un artículo del Código Penal del año pasado, son castigados con cárcel.
Esta situación se ha agravado en enero del 2007 cuando fue asesinado a tiros el intelectual turco Hrant Dink, director de Agos, el único semanario de la comunidad Armenia, y quien había sido juzgado varias veces por escribir sobre el genocidio armenio. Este crimen ha sido repudiado por Pamuk y le ha causado gran dolor. A fines de enero el editor alemán de Pamuk ha anunciado la cancelación de su viaje a Alemania donde debía recibir un doctorado honoris causa por la Universidad Libre de Berlín, y leer en esta ciudad pasajes de sus libros, como iba a hacerlo en Hamburgo, Colonia, Stuttgart y Munich. Se asegura que el nuevo premio Nóbel ha recibido amenazas de muerte de uno de los sospechosos de la muerte del periodista Dink. En la primera semana de febrero el mismo diario El País informó que Pamuk tuvo que dejar Turquía por “mucho tiempo” por la prosecución de las amenazas. Tomó un avión con destino a Estados Unidos, con el anuncio de que iría a dar conferencias en la Universidad de Columnia, en New York donde ha sido profesor. El 8 de abril de 2007 la agencia EFE informa del regreso de Pamuk a Estambul, de su disposición de permanecer allí hasta septiembre y de revisar su nueva novela Muzesi (Museo de la inocencia) que se publicaría a fines de año.
La política para él no es una palabra formal sino real porque lo induce a hablar de la pobreza, la opresión y las desigualdades reinantes en Turquía, a pesar de los avances en la economía, de la solidez de la moneda, de las reformas introducidas para su ingreso en la Unión europea.
La escritura
Ser escritor para Pamuk es “descubrir pacientemente, al cabo de los años, la segunda persona, escondida, que vive en nosotros, y un mundo que segrega nuestra segunda vida” (3). La escritura le recuerda “no las novelas, la poesía, la tradición literaria, sino al hombre que, encerrado en una habitación, se repliega sobre sí mismo, solo con las palabras, y funda un nuevo mundo” (4).
Confiesa que es un escritor muy lento, pues sólo escribe ciento setenta y cinco páginas por año que equivalen a una media página por día y a nueve o diez horas de trabajo. Parece increíble, pues a pesar de que sólo tiene 54 años y que comenzara a escribir a los 22 años, luego de estudiar arquitectura, pintura y de periodismo en la Universidad de Estambul y de que experimentara muchas dudas sobre su futuro profesional, ha logrado crear una obra literaria importante y renovadora.
Todas sus novelas, traducidas a más de cuarenta idiomas -excepto El libro negro escrita en New York donde vivió tres años como becario de Columbia University, las ha escrito en su casa en el barrio de Nisantasi frente al río Bósforo en un paisaje de ensueño, a pesar de la tristeza que lo acompaña por el estado de decadencia de la ciudad. Reconoce haber leído los libros clásicos de la literatura universal, a los rusos del siglo XIX, a Flaubert, Virginia Wolf y como sus modelos literarios, a Proust, Nabokov más que Zola y Sastre.
En un lapso de 21 años se han publicado ocho novelas de su autoría y Estambul, Ciudad y recuerdos, un libro autobiográfico y están inéditos en español: Oteki Renkler (Otros colores) 1992, un libro de ensayos y Gizli Yuz (Secret Face), guión, Estambul (1992).
Cevdet Bey y sus hijos (!979) es una saga familiar de “estilo flaubertiano” donde Cevdet cuenta el ascenso de la burguesía musulmana de Estambul y sus relaciones con el ejército, la política y sus nexos con la burocracia.
En La casa del silencio (1983), el narrador da varias versiones sobre la historia de un abuelo que visita la memoria de su esposa cuando el imperio otomano está a punto de terminar. El personaje, consciente de que la cultura de oriente es incompleta con relación a la occidental escribe una enciclopedia para que los turcos colmen los vacíos. Seguramente representa a Resat Ecrem Koçu, autor de Enciclopedia de Estambul, a quien Pamuk menciona en su libro autobiográfico Estambul. Ciudad y recuerdos.
En el prefacio de El astrólogo y el sultán (1985) de Faruk Darvinoglu un nombre inventado por Pamuk, se cuenta el descubrimiento de un manuscrito del siglo XVII que dará desarrollo a la novela.
Entre Venecia y Nápoles viaja un joven científico veneciano, aparece la flota turca y ante el temor de ser capturado y perder el libro que está escribiendo intenta memorizarlo porque en él está todo su pasado. En sueños ve a quien él solía ser, a su madre, a su prometida, a sus amigos que lo llamaban con otro nombre. El narrador se identifica con el personaje, es decir con el científico aunque luego lo niegue. Los viajeros son detenidos, apresados y conducidos a Estambul donde son encarcelados y sometidos a condiciones de esclavitud, excepto el científico que se hace pasar por médico. Curiosamente, uno de los esclavos españoles que había perdido un brazo le habla de Cervantes, su antepasado. En Estambul es vendido como esclavo y comprado por un sabio con la intención de conocer los progresos científicos de occidente. Aprende turco y es llamado por el Pachá, para que lo cure de una enfermedad y al lograrlo mejora su situación por el pago de su trabajo.
La dualidad, el espejo y la búsqueda de identidad
En el palacio del Pachá se encuentra con un hombre que se le parece, en principio cree que es un doble o un sueño, pero constata su existencia. Se llama Hoja, que podría asociarse a la escritura. Con él trabaja en la producción de juegos artificiales y de un cohete, por encargo del Pachá. Logran crear un gran espectro de artificio con los cohetes, los barcos, los dragones. El Pachá le propone su conversión al islamismo pero al negarse lo amenaza con la decapitación y cuando parecía que estaba perdido ve volar a su doble que lo salva. Hoja aprende todo lo que el cautivo sabe, los dos acuerdan buscar el planeta imaginario, hablan de la posibilidad de crear seres humanos semejantes de modo que sus madres no pudieran distinguirlos y ellos se asustaran al conocerse y llevaran una vida inocente.
¿Pero el científico y Hoja conocen verdaderamente al Sultán que es un niño de 9 años y que va a asumir el poder del reino? El científico sueña que Hoja va a su ciudad y se casa con su prometida, pero se desespera, porque no sabe quién es. ¿Debe mirarse en el espejo? Le cuenta a Hoja el sueño en que su cuerpo se separa para unirse a otro cuerpo parecido a él y que los dos conspiran contra él. Hoja escribe en la hoja en blanco, somete, castiga al científico, se indigna de conocer su pasado. Hoja le cuenta su vida, le dice que los dos eran la misma persona. Sobreviene una peste bubónica, se traslada a los gatos para que se coman a los ratones (el diablo) y se pone fin a la peste. Hoja es designado astrólogo oficial e intérprete de los sueños del sultán. Este invita al narrador a diferenciarse: “Sé tú, -le dice -, pero el científico desplaza a Hoja ante el sultán.
El narrador escribe este libro, ante el castillo le confía a Hoja las cosas de su familia como si fuese a morir. Hoja desaparece, ¿es que huyó? Se retira a vivir en Gebze, se casa, tiene hijos y se dedica a escribir. Los personajes de su relato siempre querían ser otros, como podría ocurrirles a los lectores. Hoja reaparece como una sombra, luego de su viaje a Italia y explica lo que pasó con el arma y las razones de su desaparición.
La novela es traducida al inglés y la revista New Cork Times Book comenta que “Una nueva estrella se ha levantado en Oriente”.
El libro negro (1990) considerada su primera gran novela y calificada como una novela experimental de intriga y misterio, es la historia de Gallip, un abogado que sale en busca de Ruya, esposa y prima suya, desaparecida en medio del sombrío y pintoresco ambiente de Estambul, aunque él tiene la sospecha que se ha escapado con Jelal, su medio hermano.
En La vida nueva (1994) un estudiante de ingeniería descubre una bella muchacha que lee un libro que él luego encuentra en el regreso a casa. Su lectura incide tanto que va a cambiar el sentido de su vida.
Me llamo rojo (1998) novela “polifónica sobre un Oriente de cuentos y de miniaturas”, como la califica el periódico Le Monde (París. 13.10.06) va a tener un gran éxito de ventas. Plantea la ambigüedad de Turquía entre oriente y occidente y los problemas que de allí se derivan. Está ambientada en el imperio otomano del siglo XVI y es protagonizada por un sultán que se empeña en que un artista pinte con la técnica del retrato renacentista y no con la de la miniatura. El artista logra tal realismo e individualismo en la expresión que el cuadro es rechazado por los musulmanes tradicionalistas porque consideran que es un irrespeto a Alá y matan al pintor.
Nieve, (2002) novela política, de la que Publishers Weekly dice es “misteriosamente bella… profunda y conmovedora”.
Historia
Kerim o Ka, en forma abreviada, un hombre de 42 años, soltero, alto, tímido, melancólico y solitario y personaje central de esta novela se había criado en Estambul en el seno de una familia republicana y laica. Emprende desde Alemania, donde es exiliado político un viaje a Kars, en Turquía, que incidirá profundamente en su vida. Llega en la temporada invernal en la que la nieve lo cubre todo. Se hospeda en el hotel Nieve Palace de Kars, donde los viajes y el desarraigo lo inducen a evocar con nostalgia su infancia en Estambul.
El personaje sabe con anticipación lo que va a ocurrirle en su tarea de investigar los suicidios de mujeres jóvenes en la ciudad, quienes aun usan el charshafs o pañuelo sobre la cabeza.
En Kars entra en contacto con Seday Bey, propietario del Diario de la Ciudad Fronteriza y va a encontrar a la bella Ipek su compañera de estudios y novia en la universidad a quien le cuenta su huída a Alemania a causa de un artículo suyo sobre política.
Conflicto religioso y político
La atmósfera en Kars se enrarece por el asesinato del director de la escuela por un fanático. Ka conoce a Multar, un estudiante marxista, que sueña con un hijo que nunca tuvo y sufre crisis espirituales. Para superarlas vuelve al Islam pero es detenido y golpeado por la policía del gobierno republicano. Ka contacta a Azul un influyente líder islamista para conocer su posición ante el conflicto.
El círculo islamista profiere amenazas de muerte contra los ofensores de Mahoma como lo hizo Komeini, líder espiritual de Irán contra Salman Rusdhie por su libro Los versos satánicos, caso en el que Pamuk apoyó al escritor indú. Ka escribe el poema Nieve, visita al influyente jeque, le confiesa su incredulidad, su ideología europea occidental. Cena en casa de Turguet Bey en compañía de Ipek y Hadife, sus hijas y Hande una muchacha islamista.
Ka hace una lectura pública de poemas en el teatro donde luego se representa una obra en la que se hace el despojo y la quema de un charshaf, seguido de un abaleo y asesinato de varios islamistas, que algunos espectadores interpretan como si se tratara de una obra teatral. Estalla una revolución que contrasta con la belleza de la noche inmóvil: “Solo el poeta que fuera capaz de cerrar su mente a cualquier desastre podría vivir el presente como un sueño”, escribe el narrador. La policía asalta la residencia de los estudiantes islamistas y arresta a los miembros del Partido por la Igualdad de los Pueblos y se da un golpe militar contra los integristas, contra los Estudiantes de Imanes y Predicadores. Aparecen en escena otros personajes como Sunay, actor y su esposa Funda Eser, danzarina de vientre.
Hay pasajes de la novela que corresponden a períodos de la historia de Turquía, a las reformas pro occidentales y modernizadoras del presidente Ataturk, a la disputa entre islamistas y blancos, a la persecución de los kurdos y los comunistas, al golpe militar de 1880. En medio de las tensiones hay situaciones divertidas como los casos de envenenamiento por un sorbete preparado por una abuela kurda.
Ka vive el único momento de libertad en Kars donde no hay vida privada.
El narrador conocía a Ka, habla de las notas que él escribió relativas al amor físico con Ipek. Se interrumpe la historia de la vida de Ka en Kars. En Frankfort, el narrador Orhan Bey, anuncia la muerte de Ka por disparos. Orhan tiene el mismo nombre que Pamuk. Visita los lugares que frecuentaba Ka, la biblioteca entre ellos. Tarkut Bey aparece en Frankfort, visita el cuarto donde vivió Ka, describe sus objetos personales, busca su libro Nieve de poemas, menciona la novela El mundo de la inocencia.
Ka reconquista a Ipek y vive momentos de intenso amor, asiste a una reunión secreta en el hotel Asia. Intervienen militantes islamistas como Azul y Turgut Bey de izquierda contra el golpe. Denuncian la desaparición de los armenios de toda Anatolia. La historia de Ka continúa como si no hubiera muerto. El periódico Diario de la ciudad fronteriza critica el ateísmo de Ka, crítica que es como una anticipación de lo que le sucedería a Pamuk en Turquía por sus denuncias sobre el genocidio armenio y los asesinatos de los kurdos. Imagina que morirá: “aunque huya a Alemania cualquier noche me matarán de un tiro en la calle”. Escribe el poema Morir a tiros. En la prisión Azul confiesa que estuvo en Grozni luchando con los chechenos contra los rusos por la independencia de Chechenia. El narrador omnisciente hace reflexiones en torno a la vida y el teatro, el arte y la política. Cuenta que en ese momento decide escribir el libro, situación que crea la dualidad autor narrador.
Kadife e Ipek, las dos hermanas han sido amantes de Azul, lo que despierta los celos de Ka. Los buenos oficios de este permiten la liberación de Azul a cambio de que Kadife se quite el velo en un papel teatral.
“En un copo de nieve quedaba marcada tanto la estructura del nuevo libro de poesía como todo lo que Ka hacía que Ka fuera el mismo. El mapa interior de la vida entera de cualquier ser humano debía ser algo parecido”(5).
Matan a Azul, Ipek renuncia a viajar con Ka a Alemania porque cree que este los ha traicionado. En la representación de la obra, Kadife se descubre y mata a Sunay. Las muchachas de Kars se suicidan no tanto por la prohibición del velo sino por la situación de opresión y de discriminación en que viven. La historia de Kars es una historia trágica: de luchas, enfrentamientos religiosos, políticos, de asesinatos.
Estambul. Ciudad y recuerdos
Estambul libro de Memorias sobre Estambul, su historia y su cultura es también autobiográfico y permite conocer cómo fue la infancia de Pamuk, la relación con sus padres y su hermano, cómo se educó, cuáles fueron sus lecturas y autores favoritos, sus amores, sus juegos y música predilectos, sus impresiones sobre la ciudad, y en qué circunstancias decidió ser escritor. Está ilustrado con una serie de magníficas fotografías que permiten dar una mirada a Estambul, su arquitectura en diversos períodos, al río Bósforo y sobre todo, a los retratos de Pamuk desde niño hasta el 2006 cuando ha cumplido 54 años y ha ganado el Nóbel.
La caída del Imperio Otomano significó la pérdida de identidad de Estambul frente a occidente, lugar que fue ocupado por la pequeña república de Turquía. Estambul perdió su diversidad cultural, se convirtió en un lugar vacío, en blanco y negro, con una sola voz y una única lengua. Estambul se occidentalizó, el alfabeto árabe fue remplazado por el alfabeto latino. Pamuk vive en Estambul con un pie en una cultura y con el otro en un universo completamente distinto.
Lo bautizaron Horhan por el nombre de un sultán otomano. Vivía en un apartamento de Nisantasi, paseaba por la otra orilla del Cuerno de Oro de Estambul. Sus paseos por Beyoglu, por Uskudar Fatih se convertirían en una avidez que iluminarían su brillante futuro. “El sentir sus calles sucias, oscuras, amargas, lo harían dichoso y los impulsarían a escribir esas sensaciones, esa experiencia” (6). Cuenta que leyó a Freud, Virgina Woolf, Sastre, Thomas Mann, Faulkner. Con sus amigos hacía carreras de autos y escuchaba a Bob Dylan, a los Beatles, que pintaba e imitaba a Pierre Bonnard; su amiga y luego novia posaba para él. Discutía solo con su madre sobre su afición a la pintura pero finalmente decidió ser escritor.
La dualidad
Al comienzo del libro habla de la existencia de otro Orhan que significaba otra vida, la dualidad, el gemelo. La imagen del espejo le recordaba “sus delitos, sus pecados”, que él era “un tipo repugnante”; que se debatía en la amargura, en un conflicto sin solución.
La melancolía
Estambul es una ciudad melancólica, la sensación que produce es de amargura pero esto lo hace feliz. La melancolía es el sentimiento que ha dominado la ciudad en los últimos 150 años, sensación que la expresaron Lamartine, Theophile Gathier, Nerval, Flaubert y Pierre Loti en Estambul. André Gide también estuvo en Estambul y escribió sus memorias en 1914.
Los temas irrenunciables de los escritores extranjeros en los siglos XVIII y XIX eran el harem, el mercado de esclavos, los pordioseros, los cargadores, los monasterios de derviches, el enclaustramiento de las mujeres. Evoca los paseos por el Bósforo, los incendios, la belleza de los cementerios, el palacio y el harem.
La maleta de su padre
En una entrevista al diario Le Monde (14.12.06) Pamuk habla de la maleta de su padre que contenía algunos cuadernos y manuscritos que le remitió con la recomendación de que los leyera cuando él muriera y los publicara si encontrara méritos. Pamuk conocía la maleta desde niño pero no se había atrevido a abrirla, quizás por el peso literario y el misterio que encerraba. Pero no estaba completamente seguro que los escritos le gustaran porque su padre no había tomado la literatura con seriedad. Si se encontrara con una gran obra la imagen del padre se convertiría en la de escritor.
Pamuk vuelve al recuerdo de su padre, cuenta que era muy sociable, viajaba y escribía en los cuartos de hotel. Traductor de Valery, en París vio pasar a Sastre por las aceras y hablaba de los libros que había leído. Reconoce que su destino de escritor tuvo que ver con los autores universales que le mencionaba su padre, con la influencia de su gran biblioteca. Finalmente no se pronuncia sobre el valor literario de los escritos de su padre pero se lo imagina buscando una habitación para escribir en la casa de su familia.
Notas
Le Monde. Orhan Pamuk. Premio Nobel de literatura. París. (13.10.06) p.1
Perihan Manden. El País. (10.12.06) p. 2
Orahn Pamuk. La valise de mon pere. Le Monde. (Paris. 14.12.06) p. 2
Orhan Pamuk. Ibid. p. 2
Orhan Pamuk.Nieve. p. 439
Orhan Pamuk. Estambul. Ciudad y recuerdos p. 419
Breve historia del Imperio Otomano y de Turquía
Una dinastía de soberanos turcos formaron el gran Imperio Otomano entre Europa y Asia en los siglos XIV y XVI, que llegó a su mayor apogeo con Solimán el Magnífico (de 1520 a 1566), quien conquistó a Hungría, Argelia, Túnez y Tripolitania, uno de los estados de Libia actual y rivalizó con Carlos Quinto por la supremacía de Europa. La disolución del Imperio fue confirmada por el tratado de Sevres de 1920.
La República de Turquía fue creada en 1923 por Kemal Ataturk que gobernó la república hasta 1938. Con el apoyo de la Unión Soviética triunfó sobre los kurdos y armenios entre 1920 y 1921 y derrotó luego a los griegos. En 1924 suprimió el sultanato para convertir a Turquía en un Estado laico, occidental y moderno.
En 1952 Turquía ingresó al Pacto Atlántico y en 1974 intervino militarme en Chipre con la que ha mantenido una disputa periódica por el conflicto interno de griegos y turcos.
Convertida en una potencia militar por Estados Unidos, Turquía se vio involucrada en la crisis de octubre de 1962 cuando Kennedy le exigió a Kruschov el retiro de los cohetes SS-4 rusos de Cuba luego de que aquél ordenara un bloqueo marítimo de la isla. La Unión Soviética tuvo que ceder pero a condición de que Norteamérica desmantelara los cohetes Júpiter del suelo Turco, con lo que se evitó un conflicto quizá nuclear entre las dos potencias y la intervención militar norteamericana directa en Cuba. E.B.U.
EL PASTUSO
Guillermo Pérez
Gustavo Moncayo, un anónimo profesor de geografía de Sandoná, Nariño, nos dio a todos los colombianos ejemplo de valor, de determinación, de berraquera y de amor por su familia. Para lograr la libertad de su hijo, un cabo del Ejército secuestrado por la guerrilla hace diez años en el cerro de Patascoy, recorrió nada menos que unos 1.200.kilómetros, en heroica jornada de 46 días, a través de siete departamentos, atrayendo la atención de los medios de comunicación, de sus compatriotas, de muchos extranjeros y de todos cuantos desean la paz en este convulsionado país. Todo un modelo digno de seguir en nuestra atormentada patria, que hoy está dominada por ideas de derecha cuyos promotores quieren tapar el sol con las manos y cambiarnos la lengua por una alpargata.
Moncayo, nacido en bella región que, para quienes no conocen o no quieren recordar la historia, se opuso a las fuerzas del Libertador Simón Bolívar y no aceptó la República hasta muchos años después de que lo hiciera el resto del país, demostró que todo lo que se habla de los pastusos es calumnia promovida por los enemigos de un departamento que, como me consta, está habitado por gentes trabajadoras, buenas y honradas. Por unos artesanos que construyen los más bellos objetos y las más ingeniosas carrozas que asombran a propios y extraños en los mágicos carnavales de ‘’Blancos y negros’’, que son muestra de habilidad manual, de talento, de agudeza, de gracia. Los pastusos, entre quienes se encontraba mi esposa, fallecida en abril pasado, han sido objeto de burla por no ser tramposos, ventajosos ni amigos de lo ajeno.
‘’El caminante de la paz’’, como fue bautizado por los medios de comunicación, digno heredero de Agustín Agualongo, ese sí ‘’guerrillero heroico’’, es fiel representante de una actitud que, de ser imitada por otros colombianos, traería la tan anhelada reconciliación, que se traduciría en progreso y desarrollo para todos. Pero mientras Moncayo caminaba y caminaba centenares de kilómetros por tierra caliente, páramos, carreteras y caminos, en contraste, el gobierno presentaba en el Congreso un proyecto guerrerista de presupuesto para el año próximo. En él se destina la suma de cincuenta mil millones de pesos diarios para la guerra. Sí. Cincuenta mil millones, una suma con la que se construirían muchos hospitales, muchas escuelas, muchas viviendas y muchos trabajos para darle medios de subsistencia a los millones de desempleados que,.día a día, salen a la calle a buscar la comida para su familia. Y que constituyen caldo de cultivo para guerrilla, paras y delincuencia común.
Un total superior a 2.2 millones de desempleados hay en Colombia, según el mismo gobierno. El número, creo yo, debe ser superior porque si algo caracteriza a este gobierno es practicar aquello de que era acusado el régimen liberal por el viejo Laureano Gómez: ordenar y practicar la consigna: ‘’tapen, tapen,tapen’’.
El presupuesto para 2008, según información oficial, ascenderá a 125,7 billones de pesos, de los cuales 65,1 billones (más de la mitad) serán para funcionamiento y sólo 21.3 billones para inversión, rubro en el cual el sector defensa tiene una asignación de 3.55 billones, el triple de la destinada para este año. La mayor asignación en este ramo será para el fortalecimiento de la capacidad de la fuerza pública. En otras palabras, ese platal se destinará a compra de equipos, armas y elementos de todo tipo Incluyendo, obviamente, uno que otro helicóptero, aviones ligeros y pequeñas embarcaciones. Los aumentos salariales para los miles de burócratas no serán muy grandes (5.5 por ciento para quienes devenguen salario mínimo y 4.5 para el resto de funcionarios).
Al mismo tiempo que se presentaba el proyecto de presupuesto (unas migajas del cual caerán en los bolsillos de quienes se han venido enriqueciendo en los últimos años con la contratación oficial, los serruchos y la corrupción, los contratos, los obras viales y el narcotráfico) el organismo oficial de las estadísticas aceptaba a regañadientes que el desempleo aumentó el 0.6 por ciento, cifra que señala que hay más de 2.2 millones de desocupados, que la ocupación temporal es el doble que en 2004 y que el subempleo subió en 35 por ciento.
Las cifras muestran que el corazón grande que ofreció el presidente Alvaro Uribe eran promesas de candidato en busca de votos, de aprendiz de demagogo.
LA OPINION, DOS, AGOSTO 4.07
Como no hay peor sordo que quien no quiere oir y a pesar de que las cifras no son una maravilla para la propaganda oficial, el presidente Alvaro Uribe continúa insistiendo en una iniciativa que ha recibido toda clase de criticas: la transformación del concierto para delinquir en delito político. Que tiene un objetivo demasiado evidente: permitiría que los 35 parlamentarios y los paramilitares detenidos por la llamada ‘’parapolítica’’ recuperen la libertad.
Opiniones en contra han aparecido en todos los medios de comunicación, inclusive en el periódico que, cual banco colombiano, acaba de ser vendido a los españoles. Que son hoy en día los nuevos ricos, los dueños del dinero.
Columnista evidentemente independiente, María Jimena Duzán, dura crítica en otras oportunidades del ministro Juan Manuel Santos, con quien ha sostenido agudos enfrentamientos, señaló sobre la propuesta presidencial: ‘’es una vergüenza nacional’’. Y no solamente eso, la periodista, cuya hermana fue asesinada por los paras, cree que es ‘’un suicidio’’.
En las duras críticas coinciden muchos periodistas que ven con preocupación peligrosas actitudes del primer mandatario, quien inclusive se ha enfrentado a la Corte Suprema de Justicia, a la cual se ha atrevido a sindicar de actitudes sesgadas y no proceder con base en la ley, cuando la verdad es que Uribe se está jugando su prestigio, que está en peligro por sus actuaciones fujimorescas, destinadas a sacar de la candela a unos elementos que la opinión pública cataloga como narcotraficantes y que muchos consideran fueron decisivos en las elecciones presidenciales de 2002 y 2006, que estuvieron dominadas por dineros calientes y personajes de cero en conducta.
La actitud de Uribe contrasta con el hecho sin precedentes, que ha suscitado respaldo en muchas capas de la sociedad: la marcha de Moncayo, quien caminó a través de siete departamentos para lograr la libertad de su hijo. Es curioso que el humilde pedagogo se haya refugiado en una carpa, en la Plaza de Bolívar, gracias a la generosidad del alcalde Lucho Garzón, con la oposición del somnoliento ministro del interior, demostrando así que Colombia está madura para tomar determinaciones que acaben con la manipulación de los medios de comunicación, que están dejando de ser colombianos para engrosar las filas de la invasión española. Un detalle que mostró el temple de los pastusos fue la espera de 50 minutos que soportó el presidente Uribe mientras Moncayo se bañaba e iba a misa. ‘’Desde ya –dijo El Tiempo en nota editorial—encarna un símbolo político contra la crueldad del secuestro’’. Personas como esas necesita el país. Desde ya le ofrezco mi voto para lo que quiera. Sería el mejor homenaje que puedo rendirle a mi esposa, una pastusa que caminó con Moncayo desde el cielo. GPT
ii) La Corte Suprema falla que el delito de sedición no es de aplicación a los grupos paramilitares, y que sus crímenes no pueden tratarse como delito político.
Col - La Corte Suprema afirma que el delito de sedición no es de aplicación a los grupos paramilitares, y que sus crímenes no pueden tratarse como delito político. Radio Nizkor, 19jul07
El 11jul07 la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia determinó que el paramilitarismo no recae dentro del tipo penal de sedición ni es un delito político.
Esta sentencia es la respuesta a la estrategia jurídica elaborada por el abogado Abelardo de La Espriella, defensor de los ex congresistas Eleonora Pineda, Muriel Benito Rebollo y José María Imbett, firmantes del 'Pacto de Ralito', en un documento de la firma Lawyers Enterprise Consultoría y Servicios Legales Especializados, titulado "Concepto Jurídico sobre el Proceso de la Parapolítica".
En el memorando mencionado se dice textualmente:
"Como alternativa de respuesta al problema jurídico planteado, el presente concepto propone una estrategia jurídica adecuada que implica una mixtura entre la Ley 782 de 2002 y el artículo 71 de la Ley 975 de 2005 y parte del cambio de adecuación típica de concierto para delinquir a sedición, bien sea en la Fiscalía, o en la Corte...
En su sentencia de 11jul07 la Corte afirma que "Aceptar que en lugar de concierto para delinquir el delito ejecutado por los miembros de los grupos paramilitares constituye la infracción punible denominada sedición, no sólo equivale a suponer que los mismos actuaron con fines altruistas y en busca del bienestar colectivo sino, y también, burlar el derecho de las víctimas y de la sociedad a que se haga justicia y que se conozca la verdad, pues finalmente los hechos podrían quedar cobijados con la impunidad absoluta -entendida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como la falta en su conjunto de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena de los responsables de las violaciones de los derechos protegidos por la Convención Americana- que se les brindaría por medio de amnistías e indultos, medidas que podrían ser tomadas a discreción del ejecutivo y el legislativo y sin posibilidad de control judicial, tornándose en un imposible la obtención de la verdad, el deber de recordar y el derecho a saber lo que realmente sucedió en el caso...
Declara la Corte además que: "[M]uchos de los crímenes atribuidos a los miembros de los grupos paramilitares constituyen graves atentados a la humanidad y a los valores supremos que de ella se predican en la actualidad, cobrando hoy mayor vigencia lo dicho por el Tribunal Constitucional en la sentencia C-004/03" en el sentido de que "[E]s pues claro que en los casos de impunidad de violaciones a los derechos humanos o de infracciones graves al derecho internacional humanitario derivadas del incumplimiento protuberante por el Estado colombiano de sus deberes de sancionar esas conductas, en el fondo prácticamente no existe cosa juzgada, pues ésta no es más que aparente. En esos eventos, nuevamente los derechos de las víctimas desplazan la garantía del non bis in ídem, y por ello la existencia de una decisión absolutoria con fuerza formal de cosa juzgada no debe impedir una reapertura de la investigación de esos comportamientos, incluso si no existen hechos o pruebas nuevas, puesto que la cosa juzgada no es más que aparente".
La sentencia de la Corte Suprema hace responsable a la judicatura del cumplimiento de la legalidad y dedica a esta cuestión un apartado titulado "Deberes de la judicatura en el Estado social de Derecho", en el que afirma que "El Estado, en este caso los jueces, faltan a sus deberes cuando ante graves violaciones a los derechos humanos no investigan, juzgan y sancionan a los responsables de cometerlas...
Antes de llegar a las conclusiones, la sentencia es meridianamente clara con relación a la falta de rigurosidad del proceso penal previsto por la ley de impunidad conocida con el nombre de Justicia y Paz, y dice expresamente
En Colombia no existe política criminal empezando porque el ente encargado de fijarla hace mucho tiempo que ni siquiera se reúne. La fijación de penas altas y sus correlativos descuentos obedecen al péndulo de la opinión pública. Por eso se denuncia una "política criminal de doble columna", en una de las cuales se elevan las penas para un adecuado control social formal, mientras que por la otra, se implementa un verdadero festín de atenuantes y causales de libertad que transforman al juez de "acreedor" en "deudor de penas", y al expediente penal en verdadero "baratillo de rebajas"...
Se estima que en menos de 5 años unos 100 millones de estadounidenses sufrirán escasez de agua. La mira está dirigida a Costa Rica y países vecinos
31-07-07, Por Freddy Pacheco * , Ecoportal No.308.
En menos de 5 años, se estima que unos 100 MILLONES de estadounidenses sufrirán escasez de agua, por lo que el aumento en la demanda (¡y el precio!) del agua envasada será inevitable. Así, en vista de que las fuentes de agua son cada vez más escasas y que México no puede considerarse como fuente de abastecimiento, pues ocupa el segundo lugar a nivel planetario en consumo de agua embotellada, la mira de los comerciantes está dirigida a Costa Rica y países vecinos.
No se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua .
El sistema de comercio deber ser “NO DISCRIMINATORIO”, por lo que un Estado no debe “discriminar” entre sus interlocutores comerciales, dicen los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Así, se les concede a todos, de forma igualitaria, la condición de “nación más favorecida”, además del “trato nacional” a los ciudadanos y empresas extranjeras.
Con este contexto, Comex nos recuerda que dichos principios comerciales son plenamente ACOGIDOS en el TLC con EE. UU. y que “En el caso del AGUA EMBOTELLADA, hoy en Costa Rica, cualquier persona física o jurídica, pública o privada, puede aprovechar comercialmente este recurso, ya que las leyes permiten que el agua sea embotellada y vendida como un bien de mercado. Nuestra legislación permite la exportación e importación de agua embotellada. Todo esto NO CAMBIA con el TLC” (Columna “Aclarando Dudas”, 14 de agosto del 2006).
No hubo reserva
Es precisamente en ese “Todo esto no cambia con el TLC” donde los funcionarios de Comex admiten sin ambages (algunos se arrepintieron de esa confesión) que los negociadores del tratado no incluyeran, como parte de las MEDIDAS DISCONFORMES, que Costa Rica se reservaba el derecho a imponer regulaciones a la extracción y exportación del agua envasada, según las condiciones del recurso frente a las necesidades nacionales.
Esa propuesta pudo sustentarse en vista de las situaciones que comunidades canadienses e incluso estadounidenses han experimentado con el NAFTA suscrito entre sus países, como el caso de USA Springs, Inc. contra una comunidad de New Hampshire que pretendió, infructuosamente, evitar que dicha empresa obtuviera derechos de explotación por más de un millón de litros diarios del agua de su subsuelo. Con el texto del NAFTA en sus manos, la compañía impuso su interés comercial.
Al aprobarse el TLC con la Comunidad Caribeña de Naciones (Caricom) en mayo del 2005, representantes de las ahora fusionadas Cervecería Costa Rica y Pepsi Cola, entusiasmadas por las futuras exportaciones de agua, expresaron que “utilizarán LAS VENTAJAS arancelarias del TLC con Caricom para vender sus productos…”, refiriéndose a las marcas Cristal, Breezewood y Katadin pues, “Las costumbres de consumo de los mercados caribeños tienen un perfil muy adecuado para las empresas embotelladoras de agua nacionales” (La República , 23/5/05).
Cuestionable desdén
Pero como la capacidad de pago y la demanda de agua de parte de comunidades del Caribe no se pueden comparar con las de Estados Unidos, para el caso actual es cuestionable el desdén mostrado por Comex. En menos de 5 años, se estima que unos 100 MILLONES de estadounidenses sufrirán escasez de agua, por lo que el aumento en la demanda (¡y el precio!) del agua envasada será inevitable. Así, en vista de que las fuentes de agua son cada vez más escasas y que México no puede considerarse como fuente de abastecimiento, pues ocupa el segundo lugar a nivel planetario en consumo de agua embotellada, la mira de los comerciantes está dirigida a Costa Rica y países vecinos.
Pese a que más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable y que la demanda se duplica cada 20 años, el negocio de la venta de agua envasada supera los 100.000 millones de litros, aunque su precio es unas 2.000 veces superior al del agua de grifo.
Frente a los que consideramos el acceso al agua potable como UN DERECHO HUMANO, están los que la ven solo como un “OBJETO COMERCIAL”, al que no se le pueden poner restricciones para su EXTRACCION Y EXPORTACION. Sin embargo, para una posible renegociación del TLC con EE. UU., indudablemente que este sensible tema es primordial, pues no se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua. www.ecoportal.net
* Freddy Pacheco, Ph.D.
Catedrático, UNA
Universidad Nacional Heredia. Costa Rica
La esperanza fallida
Ramón Elejalde.
Era uno de los convencidos de que la jefatura de César Gaviria Trujillo en el Partido Liberal traería recuperación y unidad. Hoy no estoy tan seguro de lo que fue una idea colectiva.
Hace algunas semanas afirmé en esta columna que el liberalismo en Antioquia era una montonera y no una organización política. A pesar de los rayos y centellas que me cayeron, hoy puedo afirmar que el fenómeno no es solamente regional, sino catastróficamente nacional. Las candidaturas a las alcaldías y a las gobernaciones y la conformación de listas a concejos y asambleas han desnudado un desorden y una incoherencia realmente alarmantes. El liberalismo parece sin brújula, sin respeto por sus militantes y ensayando coaliciones por doquier, sin preocuparse por mirar quiénes han sido sus socios naturales, quiénes sus contradictores y, lo que es peor, quiénes han mancillado al elector con negocios non sanctis. Lo importante parece ser unirse a alguien que tenga posibilidad de ganar, cuando muchas veces la dignidad exige comportamientos heroicos. Mucha improvisación y el partido parecen regresar a ser un patrimonio exclusivo de los parlamentarios a quienes se les había logrado arrebatarlo desde la pasada Constituyente Liberal. Qué lejos estamos de aquella famosa orden impartida de “Fe y dignidad”. No hay fe y la dignidad se quedó embolatada en cualquier vericueto de la vieja casona de la Caracas.
Para medir las proporciones del desastre y de la incoherencia Liberal basta mirar estos ejemplos: 1- En Bogotá una parte del liberalismo, comandado por el Jefe Único y por el Directorio Distrital que presidente Héctor Elí Rojas, decidieron apoyar a la Alcaldía de Bogotá al doctor Enrique Peñalosa, quien hace algunos meses dio muchas volteretas, una de ellas por el liberalismo. Es decir, premiamos la deslealtad. Otra parte del Partido amenaza con irse a luchar al lado del candidato del Polo Democrático, Samuel Moreno, y todo este caos porque renunciamos al legítimo derecho de presentar un candidato propio en la ciudad más importante de Colombia. 2- En La Guajira le negamos el aval a un viejo luchador del partido como Amylkar Acosta, todo por cuanto otros partidos y el único parlamentario del departamento lo vetaron e impusieron otro candidato. El partido de cola de sus contradictores. 3- En el Cesar y en Sucre aún no sabemos para dónde vamos, si atender a los emisarios de algunos de los políticos cuestionados o a nuestra gente que estoicamente lucha por la supervivencia política de la colectividad roja. 4- En Antioquia es el lugar donde las paradojas políticas son más dramáticas: la cabeza de lista del Partido al Concejo de Medellín, doctora Aura Marlene Arcila, no acompaña al candidato de liberal a la Gobernación. Uno de los copresidentes de la Dirección Municipal, doctor Máximo Pérez Soto, tampoco acompaña al candidato oficial del partido a la Gobernación. Por lo menos un 40% de la Dirección Departamental acompaña a Luis Alfredo Ramos a la Gobernación y no a Eugenio Prieto Soto quien tiene el respaldo Liberal. En la lista a la asamblea de Antioquia figuran varias adherentes a Ramos, entre ellos César Pérez García, y por lo menos cuatro de los ocho congresistas liberales de Antioquia no estarán con el partido y con su candidato a la Gobernación. Aseguran ellos mismos, que lo hacen con la autorización del doctor César Gaviria Trujillo, como yo lo había denunciado en estas columnas. ¡Y pensar que algunos me criticaron por haber escrito sobre montonera liberal!
No me quedó espacio para contar lo que sucede en Risaralda y en su capital, Pereira, en Valle del Cauca, en Atlántico, en Boyacá, etc. Una lástima, y el ex presidente Gaviria parece ser una esperanza fallida.
Con todas estas cosas no puede ser posible que algunos políticos estén pensando en un régimen parlamentario, que lo primero que exige es tener organizaciones políticas serias y organizadas. Para terminar cabe una pregunta: ¿En qué quedó la reforma política de 2003? Lamentablemente en Colombia no hay régimen de partidos, ni de oposición, ni hay seriedad y coherencia ideológica. ¡Qué viva la montonera!
La poesía de Omar Khayyam
Antonio Mora Vélez*
De este poeta persa nacido en el año 1040 de la era cristiana se ha dicho que fue el poeta del vino, que divulgó un hedonismo muy característico de los países del antiguo oriente y que practicó un escepticismo filosófico que lo hacía ver como alguien a quien poco le interesaban los grandes problemas de la existencia humana. Pero del mismo modo que algunos de sus comentaristas han señalado que no necesariamente hay que entender el vino de los poemas de Khayyam como el zumo de la uva sino como la expresión de una vida que hay que vivir plenamente, una "esencia mística"; igual hay que mirar las razones de ese escepticismo más en la dirección de liberar al hombre de falsas creencias e imágenes de la vida.
"Sobre la tierra abigarrada, camina alguien que no es/ musulmán ni infiel / que no es rico ni pobre. No venera a Alá ni a sus/ leyes./ No cree en la verdad. No afirma nunca./ ¿Sobre la tierra abigarrada ¿quién es ese hombre bravo y triste?" dice en uno de sus poemas para referirse a él mismo. En torno a cualquier tema "es tan imposible afirmar como negar" decía. Para Khayyam da lo mismo orar en silencio que hacerlo en una mezquita. "Cierra tu Corán y piensa libremente", recomienda a sus lectores. Igual que los sufíes, Khayyam estaba convencido de que la verdad está en todas las creencias y no en una sola parcela de la metafísica. De estos sabios danzarines tomó también su tesis del desprendimiento, de no depender de las cosas del mundo. Y la crítica a la religión islámica. Tal vez por ello algunos historiadores lo ubican como un adepto a esa escuela de sabiduría oriental.
Pero mientras los sufíes proponen una nueva visión de la realidad y creen en una dimensión superior o Unidad que se expresa mediante la Luz –sinónimo para ellos de energía y de conocimiento— y de la cual todo lo material depende, Omar Khayyam dice que poco le interesan los cuatro elementos de la naturaleza y sostiene que el mundo depende de nuestro pensamiento. Para él, el resultado de todas las cavilaciones humanas es nada; la ciencia de los hombres es solo palabras. Y si la vida es un instante fugitivo, "breve como un incendio, llamas que se olvidan. Cenizas que el viento dispersa" y ella no existe después de la muerte, concluye que de nada vale ocuparse de los temas trascendentes de las filosofías y las religiones y que mejor es "abandonarse... a la fantasía de las horas" y al vino.
En cierta medida ese llamado a ocuparse de vivir el instante persigue que el ser humano se ocupe de él, crea más en él, y dependa menos de las opiniones de los demás. Así lo dice en este poema: "Más allá de La Tierra, más allá del Infinito/ Intentaba ver el Cielo y el Infierno/ Y una voz solemne me dijo:/ El Cielo y el Infierno están en ti". "El mundo –agrega en otro—es la cortina/ sobre la cual pasan nuestras imágenes". En lugar de buscar un paraíso que no existe, el hombre debe buscar el paraíso en su interior. "El paraíso para mí –dice Khayyam—es un instante de paz". Y por ahí termina en un individualismo que lo lleva a recomendar no marchar al lado de nadie y a decir: "En este mundo, conténtate con pocos amigos/ No trates de que perdure la simpatía que puedas sentir/ por alguien./ Antes de tomar la mano de un hombre,/ pregúntale si ella no te golpeará un día". Sabio consejo que sigue manteniendo su vigencia.
Omar Khayyam es el más destacado de los poetas orientales de los siglos 11 y 12. Él continuó "toda una tradición de poesía... puesta siempre al servicio de una lírica y epicúrea visión de la vida mientras se desarrolla en la tierra", fiel reflejo de una época de crísis como la que algunos siglos después produjo el movimiento Existencialista en Europa.
Hoy se le lee con deleite y con asombro. Sobre todo al saber que ese "amargo escepticismo sobre las posibilidades del ser humano para alcanzar las verdades supremas", las haya escrito un hombre que también fue matemático y astrónomo y que dedicó parte de su vida a los estudios de derecho, metafísica, ética y ciencia naturales.
2 de agosto de 2007
* Antonio Mora Vélez, abogado, escritor, columnista de prensa, docente universitario y Director de la Revista Institucional de la Corporación Universitaria del Caribe de Sincelejo.
UNA PELEA ENTRE DESIGUALES
Cecilia López Montaño
No fue estimulante ni esperanzador el episodio del pasado jueves, cuando el señor Presidente Uribe y el profesor Moncayo se enfrentaron en la Plaza Bolívar frente a las cámaras de la televisión y ante una polarizada concurrencia. Ver a un Presidente de la República despelucado, hablando a grito herido y en actitudes retadoras, dejó en claro la pérdida innecesaria de la majestad presidencial y, a su vez, un hombre humilde, valeroso, confuso y apabullado por la actitud presidencial, con lágrimas en los ojos, reforzó la realidad de un país polarizado entre poderosos y débiles, que es incapaz de encontrar soluciones consensuadas a los graves problemas nacionales. Mucho se ha hablado de este episodio y pocos se han atrevido a calificarlo como feliz, entre otras, porque su motivo, la necesidad de llegar a un Acuerdo Humanitario, se perdió en la mitad de este difícil encuentro. No muchos conocieron lo que sucedió previamente en la carpa del profesor, pero quienes tuvieron esa oportunidad podían predecir el final de este encuentro. Mucha tensión, palabras fuertes, recriminaciones se dieron en privado que luego de alguna manera salieron a la luz.
Un hecho que se ha ignorado cuando se trata de establecer quién ganó y quien perdió en ese difícil encuentro es la desigualdad entre los supuestos contendores. Se trata nada menos de un enfrentamiento entre el Presidente de Colombia, uno de los más populares que ha tenido el país, con una capacidad infinita de manejo de las masas, con un humilde profesor de un pueblo de Nariño, cuyo único poder es su valor para defender la libertad de su hijo y con ella la de miles de ciudadanos secuestrados. El solo hecho del diálogo ya es un triunfo para este profesor y su causa. Lo que no hemos hecho 44 millones de colombianos lo logró este hombre caminando más de 1.000 kilómetros, llorando su desgracia y la de miles de compatriotas.
Sentimientos encontrados se identifican hoy. Por un lado existe una clara realidad: el profesor Moncayo logró abrir una compuerta que estaba cerrada en la sociedad colombiana, la de las víctimas de la guerra que no han tenido ni voz ni reconocimiento. No solamente se trata de los miles de secuestrados por años en las selvas del país sino también de los miles de desaparecidos sobre los cuales se sabe aún menos. Pero, por otro, no obstante el éxito de la caminata del profesor Moncayo, no se ven cambios reales en la actitud del Gobierno frente al secuestro y mucho menos de las FARC. Muy defensivo el señor Presidente frente al tema, muy agresivo con la guerrilla, muy blando con los “paras” y muy convencido del éxito de su protagonismo en la plaza publica. Mudos, los guerrilleros de las FARC, se limitan a mirar el espectáculo que les debe producir sonrisas, como decía un editorialista. No son estos los mejores elementos para encontrar salidas reales e inmediatas.
Más que seguir en la inútil discusión de quién ganó y quién perdió, dos hechos son relevantes. Primero, qué hacer para que esta compuerta que abrió el profesor Moncayo no se cierre y evitar que la causa de los secuestrados vuelva a caer en el olvido. Y segundo, qué va a ser el Gobierno, que está ante una difícil encrucijada que ni los Ministros ni el mismo Presidente han podido manejar hasta ahora con acierto. No puede ser esta una nueva oportunidad perdida y que los 3 mil secuestrados sigan muriendo lentamente en las selvas esperando una posible escapada o la muerte en procesos de rescate o en manos de sus captores. Claros que las FARC son los grandes culpables pero ni el Gobierno ni la sociedad colombiana pueden evadir la responsabilidad de sacar estos compatriotas del infierno en que viven. La pelea desigual ha sido solo el comienzo de una etapa que debe tener un final feliz.
cecilia@cecilialopez.com
EL LEGADO CONSERVADOR
MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Agosto 5 de 2007
Son bien conocidas las afinidades ideológicas y políticas entre Álvaro Uribe y George W. Bush, que han llevado a que nuestro presidente sea no solo el mejor aliado de Bush en Suramérica, apoyándolo inclusive en decisiones tan equivocadas como la invasión a Irak, sino su “legado” en una región que ha dado un viraje hacia gobiernos de izquierda democrática, ateniéndonos al primer significado que le da el diccionario a esta palabra como sinónimo de delegado o representante.
Pero el título de esta columna no se refiere al papel que le han delegado los Estados Unidos al populismo de derecha del gobierno colombiano frente a los populismos de izquierda de los vecinos, sino al segundo significado de “legado” que según la Real Academia es “lo que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”. En el legado que quieren dejar los dos presidentes para la posteridad también hay grandes semejanzas.
En el caso de Bush, ni su bajísimo nivel de popularidad ni el rechazo de la mayoría del electorado a sus políticas, ni siquiera el control del Congreso por parte de los demócratas le van a impedir que empuje su país hacia la derecha, que debilite las tendencias liberales de la sociedad norteamericana y haga mas conservadoras sus instituciones. El instrumento para lograr este propósito no van a ser leyes -que no le va a aprobar el Congreso-, ni decretos presidenciales -que pueden ser derogados por su sucesor-, sino uno más casual pero perdurable: la posibilidad que ha tenido de nombrar dos de los jueces de la Corte Suprema de Justicia, que allá es la encargada de aplicar e interpretar la Constitución.
Ha sido casual porque en los EE.UU. los miembros de la Corte Suprema son nombrados de por vida, y solo son reemplazados cuando mueren o deciden retirarse; por coincidencia durante el período de Bush se retiraron dos de los jueces y los reemplazos elegidos por Bush fueron, según la revista The Economist, “dos brillantes y sólidos conservadores” que ya han empezado a desplazar las decisiones de la Corte significativamente hacia la derecha en temas como los derechos civiles, la acción afirmativa contra la discriminación racial, el aborto o la separación entre la Iglesia y el Estado. Para la misma revista esto ha sido un claro triunfo de las fuerzas conservadoras y una derrota de las tendencias liberales que predominaron desde los años sesenta, que va a continuar influenciando la política y las instituciones norteamericanas por varias décadas.
En Colombia durante los gobiernos de Uribe se ha venido dando un proceso similar con el cambio en la composición de la Corte Constitucional que parece que se va a consolidar con el reemplazo del magistrado Álvaro Tafur, pues se dice que el presidente está preparando una terna de candidatas de talante ultra conservador y vinculadas, por lo menos una de ellas, al Opus Dei que representa la corriente más retrógrada de la Iglesia católica. El ex director de la revista Cambio, Mauricio Vargas se declaró aterrado frente a esta terna “con olor a sahumerio clerical”.
Hay dos diferencias sustanciales con lo que pasa en EE.UU. La primera, que aquí se trata de un presidente con una alta popularidad y que cuenta con la mayoría en el Congreso (por lo menos mientras tenga puestos para ofrecer); la segunda, que en Colombia no es por casualidad puesto que aquí los magistrados de la Corte no son vitalicios sino elegidos para períodos fijos de ocho años, o sea que cada presidente siempre tenía la oportunidad de postular tres o cuatro candidatos. El problema es que el cambio del “articulito” de la reelección trastornó todo el andamiaje institucional del Estado y le dio a Uribe la posibilidad de nominar a casi todos los magistrados de la Corte, lo mismo que al Procurador, al Fiscal y al Contralor, debilitando así la división de poderes indispensable para que la democracia no se convierta en dictadura.
Hay que recordar además que desde el inicio de su gobierno Uribe se enfrentó duramente a la Corte Constitucional, e incluso preparó un proyecto de reforma para limitarle sus funciones. Ahora con la mayoría lograda en este Tribunal ya puede garantizar su legado conservador para debilitar la Constitución del 91; logrado ese propósito, ahora enfila sus baterías contra la Corte Suprema y luego contra cualquier institución que se oponga a sus designios de poder absoluto.
LOS IMPLICADOS EN LA PARAPOLITICA
Horacio Serpa
A raíz de que las investigaciones sobre la parapolítica llegaron a Santander, se han hecho especulaciones, comentarios ligeros y sugerencias de “mala leche”. Los periodistas me han preguntado si la llamada a rendir versión libre a varios Congresistas elegidos por Convergencia ciudadana que apadrina una de las candidaturas a la gobernación de Santander, favorece mi aspiración a ocupar esa responsabilidad. No han faltado muestras de preocupación en algunos rostros y de alegría en otros, que no identifican mi posición al respecto.
Siempre me alegra el bien ajeno, y nunca gozo con las tribulaciones ajenas. Al contrario, me preocupan. Soy solidario con las tristezas de otros y nunca tengo prejuicios, ni saco conclusiones apresuradas. En materia de justicia comparto el principio de la presunción de inocencia, y respetuoso como soy de las autoridades, tengo la paciencia necesaria para esperar que sean los jueces los que digan la última palabra.
No me alegra que el Senador Luis Alberto Gil y varios de sus compañeros elegidos al Congreso por Convergencia deban acudir al llamado de la Honorable Corte. No conozco los cargos mas allá de las informaciones de prensa y no me impresionan los comentarios ni las especulaciones. Se, por demás, que una versión ante las autoridades judiciales es la oportunidad que la justicia brinda para aclarar confusiones, explicar comportamientos y desvirtuar acusaciones. De manera tal que deseo para mi paisano, con quien tengo contradicciones políticas pero de ninguna manera desafectos o malquerencias, apropiados resultados y la mejor suerte.
Confío en la integridad de la Corte, en la imparcialidad absoluta de sus Magistrados, y en los propósitos altruistas que inspiran sus investigaciones, orientadas solo en el bien común, la equidad y el deseo de que haya justicia. Y justicia es tanto castigar al culpable, como absolver al inocente.
Es la misma posición que siempre he asumido. Fui administrador de justicia, llevé muchas veces mis argumentos de defensor a los estrados judiciales, y una vez tuve que comparecer ante los jueces. Nunca vacilé en obrar con justicia, en demandarla, ni en esperarla. Siempre, sin excepción, confié en la integridad de los Jueces, y ni siquiera cuando sufría a la espera de sus decisiones dejé de creer en su rectitud y buen juicio.
Conozco a casi todos los implicados en el asunto de la parapolítica. Con unos fui aliado y recibí su amistad y solidaridad; con otros he sido contradictor. El Senador Juan Manuel López es un gran amigo personal y mi mas fuerte compañero político, y creo a pié juntillas en su inocencia porque soy testigo de su comportamiento transparente y de sus notables y riesgosas diferencias con los paramilitares de Córdoba. En este especialmente, pero también en los demás casos, espero que se logre claridad y la justicia exonere de responsabilidad a los que no hayan tenido comportamientos ilegales.
Hay que esperar tranquilos que los Jueces cumplan con su deber.
Bucaramanga,30 de Julio, 2007N.S.
Disfraz paramilitar
RAFAEL GUARIN, El Nuevo Herald, agosto 4 de 2007.
Un fallo de la Corte Suprema de Justicia que priva a los paramilitares de la calificación de sediciosos y la negativa de los cabecillas presos de continuar confesando sus delitos, abrió en Colombia un debate sobre la posibilidad de otorgarles el carácter de delincuentes políticos.
¿A qué se debe esta crisis? Entre otras cosas, al eventual riesgo de extradición y a una política que encubre en un proceso de paz a traficantes. La equivocación del gobierno fue aceptar el disfraz político y no asumir el asunto tal y como era: el sometimiento a la justicia de un grupo de mafiosos con un ejército superior a 30,000 hombres.
Si bien el origen del paramilitarismo se liga al narcotráfico, en su seno hubo auténticos contrainsurgentes cuya influencia cedió en la medida que la organización fue cooptada por narcos. Esa transición se facilitó por las exigencias económicas de la confrontación y su utilidad para el cultivo, procesamiento y comercio de alucinógenos. Además de garantizar seguridad, protección y control territorial a través de la fuerza y la captura de la política, en el mediano plazo los capos metidos a paramilitares pretendían evitar la extradición a Estados Unidos y conseguir benevolencia punitiva.
Lo de hoy no dista mucho del pasado. A final de los años ochenta Pablo Escobar quiso escapar de la extradición, obtener tratamiento político e indulto. Concibió la idea de vestirse de delincuente político para alcanzar los objetivos que se evidencian en los narcoparamilitares. El jefe del cartel de Medellín incluso pensó camuflarse en las guerrillas desmovilizadas bajo el gobierno Barco y relacionó la represión a las drogas con la lucha de clases. Escobar no logró el indulto, pero sí una legislación especial, la prohibición de la extradición y un ''exclusivo'' centro de reclusión.
La coyuntura actual refleja pactos hechos en la mesa de negociación pero a espaldas del país. Cosa muy grave, no sólo por la transparencia indisociable de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, sino porque la capacidad del gobierno de dialogar con estructuras criminales se debe sujetar rigurosamente al estado de derecho.
La asociación de Uribe del paramilitarismo a la sedición y la consecuente polémica con la Corte chocan con esa regla democrática. La obligación constitucional de contribuir armónicamente con las demás ramas del poder público a los fines del Estado, verbigracia, la paz, no puede interpretarse como una obligación de los tribunales para obviar la ley. Es innegable, a la luz del código penal, que no están incursos en el delito de sedición y, por tanto, que no son delincuentes políticos; la prueba es que el gobierno anunció un proyecto de ley que modifica el tipo penal para adecuarlo a esos criminales.
De aprobarse la iniciativa se allana el camino a la intención de los ''paras''. Orientados por la negativa a la extradición por delitos políticos buscan posicionar la sedición como su delito principal y dar al narcotráfico la categoría de conducta conexa. Aquí el orden de los factores sí altera el producto. No es lo mismo haber sido primero autodefensa y después emplear el narcotráfico para financiar el aparato bélico, que ser narcotraficante y disfrazarse luego de autodefensa, situación, ésta última, que aparentemente predomina, convirtiendo al tráfico ilícito en la conducta delictiva primaria y a la supuesta sedición en un medio a su servicio. Lo ejemplifica el pago de $1,500,000 que hizo el reconocido narco el ''Tuso'' para su incorporación en la cúpula paramilitar.
Conviene eliminar cualquier diferencia respecto a los delitos comunes, disuadiendo de paso a los narcotraficantes de armar ejércitos y de cometer masacres que justifiquen la demanda de ser actores políticos. No es indispensable dicha característica para conversar con grupos armados, basta la decisión del gobierno. En España no se habla de conflicto armado interno y mucho menos que los integrantes de ETA sean románticos delincuentes políticos, no obstante, con ellos el PP y PSOE han procurado acuerdos.
La amnistía y el indulto serán entonces potestades más parecidas a la figura del perdón presidencial estadounidense, dentro del límite que la proscribe para crímenes contra la humanidad.
Salgámonos de esa discusión, suprimamos los beneficios de tales tipos penales y llamemos a las cosas por su nombre, en el caso de los paramilitares, son asesinos, descuartizadores, narcotraficantes, torturadores, hasta malos hijos, todo lo que se quiera, menos sediciosos.
www.rafaelguarin.blogspot.com
• El imperio de la confusión, César González Muñoz.
• Cultura de innovación, Octavio Ramírez Rojas.
• Paz y Reyes, Carlos Alberto Villegas.
• ¿La Corte Suprema, enemiga de la paz?, Juan Manuel López Caballero.
• La melancolía de Orhan Pamuk, Edgar Bastidas Urresty.
• El pastuso, Guillermo Pérez.
• La Corte Suprema y el delito de sedición, Radio Nizkor.
• Cinco años más y 100 milones de gringos no tendrán agua, Fredy Pacheco.
• La esperanza fallida, Ramón Elejalde.
• La poesía de Omar Khayyam, Antonio Mora Vélez.
• Una pelea entre desiguales, Cecilia López Montaño.
• El legado conservador, Mauricio Cabrera Galvis.
• Los implicados en la parapolítica, Horacio Serpa Uribe.
• Disfraz paramilitar, Rafael Guarín Cotrino.
El Imperio de la Confusión
César González Muñoz
Trato de entender, sin mayor éxito, cómo se les va a aplicar justicia a los desmovilizados de los grupos paramilitares. La falta de claridad, que no se le puede atribuir a las Cortes, pone en ciernes ese proceso.
El Gobierno, mediante un proyecto de Ley propone que el Código Penal defina la sedición como el empleo de las armas para tratar de impedir “transitoriamente” el libre funcionamiento del régimen constitucional y legal. Adicionalmente, el gobierno propone que la sedición se defina como el acto de organizar y dirigir grupos armados ilegales para combatir a grupos rebeldes, sustituyendo el aparato militar del Estado.
Se busca entonces que la sedición y la rebelión sean delitos políticos en el texto del Código Penal, en pie de igualdad como acciones que quebrantan el monopolio estatal de la fuerza armada.
La gracia de todo esto es que los delitos políticos son susceptibles de perdón por la vía del indulto (perdón de la pena) o de la amnistía (perdón del delito). Además, cuando la conducta de los jefes de las organizaciones armadas ilegales se define como sedición o rebelión, entonces el gobierno se abstiene de aplicar la “figura” de la extradición por delitos comunes, cuando los delincuentes acceden a desmovilizarse.
Lo que este berenjenal significa es que para el delincuente cuya conducta predominante es la del delincuente político, no habría extradición por delitos como el narcotráfico o el lavado de activos cometidos en el país solicitante. Si el tráfico de narcóticos en el extranjero, o el lavado de activos ídem. son acciones inherentes, o concomitantes, o auxiliares, del delito político no habrá extradición, por voluntad del gobierno.
Ahora bien, el gobierno pretende en su proyecto que si los líderes sediciosos o rebeldes son delincuentes políticos, las respectivas tropas también lo son. Pueden ser indultadas, o amnistiadas, en un proceso de desmovilización colectiva. Y líderes y milicianos perdonados podrán después ser elegidos en las corporaciones públicas. El Procurador Maya acaba de terciar en el debate, diciendo que el proyecto del gobierno sólo les serviría a los cuadros de mando paramilitares, quienes sí quedarían graduados de delincuentes políticos. Según Maya, las tropas quedarían en el limbo, los jueces también y el Estado colombiano entraría en contravención de tratados internacionales. El Procurador propone que la Ley faculte a los jueces para suspender los procesos penales contra los individuos desmovilizados, darles un “periodo de prueba” de buena conducta y, eventualmente, dejarlos libres de toda culpa. ¿Qué ocurre en este caso con los delitos atroces, con los actos de ferocidad, barbarie o terrorismo?
La confusión es muy grande en la mente de alguien, como yo, que piensa que el establecimiento paramilitar es una red regional de empresas criminales de toda clase, dedicadas al despojo, a la guerra sucia, al enriquecimiento mediante el comercio de sustancias prohibidas. Una red de grupos violentos con su propia visión de país, a su propia imagen y semejanza, a los que les han importado un comino las “instituciones legítimas”. Sólo me queda claro que para darnos un nuevo comienzo, nos tocará inventarnos ciertas ficciones legales aceptables a los jueces y a la comunidad internacional y levantar sobre ellas la plataforma de un país apacible. Contarnos la historia completa de los delitos atroces, de la barbarie, de la crueldad sin límite, una historia que no se puede tapar con el manto de la sedición o de la rebeldía. Buscar la reparación a las víctimas. Poner en manos de la comunidad internacional la supervisión del desmonte efectivo de las estructuras narcotraficantes y de los aparatos militares ilegales. Pero, como van las cosas, el enredo es creciente y las posibilidades de una paz digna y duradera disminuyen.
CULTURA DE INNOVACIÓN
PARA CREAR VALOR ORGANIZACIONAL
Octavio Ramírez Rojas
“ ... New concepts won´t prosper without strong screening and funding mechanisms. Instead, they´ll just create bottlenecks and headaches across the organization.
In many companies, tight budgets, conventional thinking, and strict funding criteria combine to shut down most novel ideas. Employees quickly get the message,
and the flow of ideas dries up. ... ”
M. T. Hansen; J. Birkinshaw
La comprensión y la acción gerenciales sobre las capacidades y competencias distintivas de la organización es un proceso dinámico y complejo de doble alcance: la capitalización y fortalecimiento de los sectores débiles y el avance y complemento de los sectores de fortaleza reconocida. La gestión de valor es permanente en busca del robustecimiento combinado de esas dos zonas de competencia gerencial.
La cultura innovadora dentro de una organización empresarial, de índole privada y / o pública, es fundamental para la sostenibilidad de las ventajas competitivas de la misma.
Esa cultura innovadora debe ser integral y abarcar personas, procesos, productos, mercados, relacionamientos interno y externo, aplicaciones de uso de los servicios y / o bienes que componen la oferta de valor. Y requiere, ante todo para su continuidad, de entendimiento por parte de la alta dirección de las condiciones cambiantes del entorno de actuación empresarial alrededor de su red de valor: clientes, competidores, proveedores, complementarios.
Y cómo ordenar y evaluar el alcance de los procesos que constituyen a médula de la innovación en una empresa u organización socioeconómica?
El trabajo desarrollado por W. T. Hansen y J, Birkinshaw, quienes por espacio de los diez años precedentes elaboraron cinco proyectos de investigación en innovación sobre más de treinta empresas multinacionales de Norteamérica y Europa, entrevistando arriba de ciento treinta ejecutivos del alto nivel y a cuatro mil personas no ejecutivas de quince multinacionales y analizando la efectividad de los procesos de innovación en ciento veinte proyectos de nuevos productos y en cien unidades corporativas de riesgo o negocio, les permitió construir la que denominan Cadena de Valor de la Innovación (C.V.I.).
Esta C.V.I. es un modelo integrado de tres etapas y seis tareas criticas para la gestión y evaluación de los procesos de innovación en las organizaciones, así:
A. Generación de ideas (GI), la cual puede darse: a) al interior de la UEN ; b) por colaboración entre UEN´s; c) por colaboración externa a la organización.
B. Materialización de ideas (MI) la cual se da en dos tareas criticas: a) Selección y asignación de fondos y b) desarrollo de las ideas para buscar el resultado concreto.
C. Difusión de las ideas desarrolladas, la cual se efectúa mediante procesos de informacion y comunicación efectiva a la organización.
Gráficamente la C.V.I. , como sistema integrado que es, se puede representar así:
C. V. I.
GENERACIÓN DE IDEAS MATERIALIZACIÓN DIFUSIÓN
Interna
Intra uen
Externa Selección y fondeo
Desarrollo
Comunicación
LA ORGANIZACIÓN SUMADA A SU RED DE VALOR
A su vez, Hansen y Birkinshaw presentan su cuestionario para evaluar la C.V.I en cualquier entidad de economía privada y/o pública, apuntando a la evaluación del estado de las capacidades innovadoras de la firma. En el anexo presentamos un esquema que, partiendo del cuestionario arriba citado, permite evaluar por fases y tareas el estado de la cultura innovadora dentro de una institución.
Este esquema que proponemos tiene la gran ventaja de que es adaptable a las condiciones y características de cada UEN y/o compañía. Y debe ir acompañado de indicadores de medición y de herramientas de valoración de su contribución al resultado operativo y financiero.
Si se aplica la herramienta a su organización, usted podrá saber si ella está ubicada en la frontera de la innovación, o incipientemente aproximándose a ella, o definitivamente lejos de la Cultura innovadora como fuente que es de creación de valor y riqueza.
¿En cual estadio de la capacidad innovadora se encuentra estratégica y operativamente su institución?
Bogotá, 30 de julio de 2007
PAZ Y REYES
APORTES PARA COMPRENDER LA NARRATIVA VITAL DE IBEROAMERICA
Termita Virtual el 01 Ago 2007, Carlos Alberto Villegas Uribe
Para comprender las imbricadas y enriquecedoras relaciones entre España y América –subrayo que no me refiero a los estadounidenses- es necesario regresar a Octavio Paz. Su ejercicio hermenéutico se nutre del psicoanálisis, de Freud y Yung, tanto como de la sociología de Toynbee y de pensadores de su propia tierra. Desde estos lindes, Paz brinda claves necesarias para comprender tres complejas caracterizaciones de la humanidad: la premodernidad, la modernidad y la postmodernidad. Aún cuando él no las maneje bajo estas denominaciones, sus tempranas comprensiones ya prefiguraban a los pensadores europeos que en la segunda mitad del siglo XX las desarrollarían a profundidad, Foucault, Lyotard, Berman, hasta convertirlas en herramientas de lectura de la sociedad contemporánea. Estas categorías antropológicas, sociológicas y filosóficas vibraban ya con la fuerza atávica de una taxonomía propia en la obra paradigmática de Paz: El laberinto de la soledad.
Ahora que medito sobre el proceso escritural como una suma de voluntades, distinto a la concepción mesiánica y excluyente de la escritura como un don de privilegiados; es grato reencontrarse con Paz. Encuentro en su ejercicio de imaginación activa, la recuperación de los aportes de los españoles a la construcción del México actual. Balance positivo, luego de la dolorosa conquista de la cruz y la espada, que si bien, no arrasó con los nativos, como la anglosajona, si los convirtió en la clase paria de América. Con la ecuanimidad que caracteriza a Paz, y su mirada holística de los fenómenos socioculturales, el escritor mexicano brinda un testimonio de invaluables aportes de los librepensadores españoles desplazados por la guerra a la tierra tolteca. Rescato, además, las demandas de Alfonso Reyes, sintetizadas por Paz, para quienes quieran trasegar las sendas de la literatura.
Recupero, como un guiño cómplice con los lectores de la TERMITA VIRTUAL, las palabras del más grande pensador mexicano:
“245 “No pretendo justificar a la sociedad colonial. En rigor, mientras subsista esta o aquella forma de opresión, ninguna sociedad se justifica. Aspiro a comprenderla como una totalidad viva y, por eso, contradictoria. Del mismo modo me niego a ver en los sacrificios humanos de los aztecas una expresión aislada de crueldad, sin relación con el resto de esa civilización: la extracción de corazones y las pirámides monumentales, la escultura y el canibalismo ritual, la poesía y la “guerra florida”, la teocracia y los mitos grandiosos son todos indisolubles. Negar esto es tan infantil como negar el arte gótico o la poesía provenzal en nombre de la situación de los siervos medievales, negar a Esquilo porque había esclavos en Atenas. La historia tiene la realidad atroz de una pesadilla; la grandeza del hombre consiste en hacer obras hermosas y durables con la sustancia real de esa pesadilla. O dicho de otro modo: transfigurar la pesadilla en visión, liberarnos, así sea por un instante, de la realidad disforme por medio de la creación”. 246
308. “Cárdenas abrió las puertas a los vencidos de la guerra de España. Entre ellos venían escritores, poetas, profesores. A ellos se debe en parte el renacimiento de la cultura mexicana, sobre todo en el campo de la filosofía. Un español al que los mexicanos debemos gratitud es a José Gaos, el maestro de la joven “inteligencia”. La nueva generación está en aptitud de manejar los instrumentos que toda empresa intelectual requiere. Por primera vez desde la época de la independencia la “inteligencia” mexicana no necesita formarse fuera de las aulas. Los nuevos maestros no ofrecen a los jóvenes una filosofía, sino los medios y las posibilidades para crearla. Tal es precisamente, la misión del Maestro.
Un nuevo elemento de estímulo es la presencia de Alfonso Reyes. Su obra, que ahora podemos empezar a contemplar en sus verdaderas dimensiones, es una invitación al rigor y a la coherencia. El clasicismo de Reyes equidistante del academicismo de Ramírez y del romanticismo de Sierra, no parte de las formas ya hechas. En lugar de ser mera imitación o adaptación a las formas universales, es un clasicismo que se busca y se modela a si mismo, espejo y fuente, simultáneamente, en los que el hombre se reconoce, sí, pero también se sobrepasa.
Reyes es un hombre para quien la literatura es algo más que una vocación o un destino: una religión. Escritor cabal para quien el lenguaje es todo lo que puede ser el lenguaje: Sonido y signo, trazo inanimado y magia, organismo de relojerías y ser vivo. Crítico y ensayista, es literato: el minero, el artífice, el peón, el jardinero, el amante y el sacerdote de las palabras. Su obra es historia y poesía, reflexión y creación. Si Reyes es un grupo de escritores, su obra es una literatura. ¿Lección de Forma? No, lección de expresión. En un mundo de retóricos elocuentes o de reconcentrados silenciosos, Reyes nos advierte de los peligros y las responsabilidades del lenguaje. 309
309 El primer deber del escritor, nos dice, estriba en la fidelidad al lenguaje. El escritor es un hombre que no tiene más instrumentos que las palabras. A diferencia de los útiles del artesano, del pintor o del músico, las palabras están henchidas de significaciones ambiguas y hasta contrarias. Usarla quiere decir esclarecerlas, purificarlas, hacerlas de verdad instrumentos de nuestro pensar y no máscaras y aproximaciones. Escribir significa una profesión de fe y una actitud de fe que trasciende al retórico y al gramático; las raíces de las palabras se confunden con las de la moral: la crítica del lenguaje es una crítica histórica y moral. Todo estilo es algo más que una manera de hablar: es una manera de pensar y, por lo tanto, un juicio implícito sobre la realidad que nos circunda. Entre el lenguaje, ser por naturaleza social, y el escritor que sólo engendra en la soledad, se establece así una relación muy extraña: gracias al escritor el lenguaje amorfo, horizontal, se yergue e individualiza; gracias al lenguaje, el escritor moderno, rotas las otras vías de comunicación con su pueblo y su tiempo, participa de la vida de la ciudad. 310
310. De la obra de Alfonso Reyes se puede extraer no sólo una Crítica de la Filosofía y una Ética del Lenguaje. Por tal razón no es un Azar que, al mismo tiempo que defiende la transparencia del Vocablo y la universalidad de su significado, predique una misión. Pues aparte de esa fidelidad al lenguaje que define a todo escritor, el mexicano tiene algunos deberes específicos. El primero de todos consiste en expresar lo nuestro. O para emplear las palabras de Reyes “buscar el alma nacional”. Tarea ardua y extrema, pues usamos un lenguaje hecho y que no hemos creado para revelar a una sociedad balbuciente y a un hombre enmarañado. No tenemos más remedio que usar de un idioma que ha sufrido ya las experiencias de Góngora y Quevedo, de Cervantes y de San Jan, para expresar a un hombre que no acaba de ser y que no se conoce a sí mismo. Escribir equivale a deshacer el español y recrearlo para que vuelva a ser mexicano, sin dejar de ser español. Nuestra fidelidad al lenguaje, en suma implica fidelidad a nuestro pueblo y fidelidad a una tradición que no es nuestra totalmente, sino por un acto de violencia intelectual. En la escritura de Reyes viven los dos términos de este extremoso deber. Por eso, en sus mejores momentos, su obra consiste en la invención de un lenguaje y de una forma universales y capaces de contener, sin ahogarlos y sin desgarrarse, todos nuestros inexpresados conflictos.
Reyes se enfrenta al lenguaje como problema estético y ético. Su obra no es un método o una lección, sino un estímulo. Por eso nuestra actitud ante el lenguaje puede ser diversa a la de nuestros predecesores: también a nosotros, y más radicalmente que a ellos, puesto que tenemos menos ilusiones en unas ideas que la cultura occidental soñó eternas, la vida y la historia de nuestro pueblo se nos presentan como una voluntad que se empeña en crear la Forma que la exprese y que sin traicionarla, la trascienda. 311”
(Paz, Octavio (2003) El Laberinto de la Soledad. Edición crítica de Enrico Mario Santí.Cátedra Letras Hispánicas, Madrid)
Lástima. El pensador que denunció el “Ninguneo” como una forma de expresión de la intelectualidad hispánica, ha sido victima propiciatoria de esta lesiva actitud que retarda, al desconocer los aportes de sus creadores, el progreso de la inteligencia. Los iberoamericanos comprometidos con la construcción de puentes entre los continentes hermanos, debemos volver a Paz, debemos revisitarlo para beber en esa fuente de sabiduría y lograda expresión literaria las claves para fortalecer el Hispañol como tradición y ruptura, creación y recreación de una realidad conjunta. No hacerlo constituye una prolongación del ninguneo, una inexcusable injusticia y un imperdonable olvido.
¿La Corte Suprema enemiga de la paz?
Juan Manuel López Caballero.
Catástrofes naturales azotan al país y afectan sobre todo a los habitantes de la costa; la revaluación pone en peligro a las empresas del sector exportador y produce despidos masivos de quienes trabajan en las industrias que compiten con la producción extranjera; centenares de miles de desplazados por razones económicas o de orden público pierden sus hogares; enfrentamos problemas internacionales de drogas, de roces con los países vecinos, de negociaciones del TLC; es un escándalo tener varios partidos políticos con todos sus elegidos juzgados ante los estrados y sin embargo votando los proyectos del gobierno; es inaudito que las autoridades estén ‘chuzando’ las comunicaciones privadas o que se reclute para las filas del paramilitarismo a los miembros de las fuerzas armadas por medio de sus altos oficiales; sin embargo, por encima de todos estos temas, el Presidente ha logrado imponer el debate sobre el concepto de ‘sedición’.
Y eso estaría bien en la medida que la paz sí debería ser la primera prioridad nacional.
Pero molesta si en vez de un manejo y unos propósitos claros y transparentes se trata de un intento de manipular la opinión pública, por unos motivos que aparecen bastante cuestionables y mediante métodos francamente inadmisibles.
Porque es claro que la tipificación del delito de ‘sedición’ existe; y que es a la Corte Suprema a quien compete interpretar y aplicar la Ley; y que es impertinente que el Presidente cuestione esto.
El tema y el problema no gira alrededor de si los 18.000 desmovilizados de los paras que no ejercían mando y que solo confesaron pertenecer a esos grupos deben o no recibir el indulto por ‘sedición’. Lo que está de por medio es hasta dónde Colombia trata este proceso bajo un régimen institucional o si por el contrario tienen las instituciones que acomodarse a la voluntad de un individuo.
La situación actual nace de un proceso que se echó a andar mediante una negociación ‘intima’ entre la presidencia y los paramilitares, sin participación o siquiera consultas con algún otro estamento institucional (Cortes, Partidos, Congreso, Iglesia, etc.); caracterizado por no tener marco regulatorio alguno diferente de la voluntad del mandatario, en forma absolutamente improvisada, sin tener información, ni idea siquiera de cuantos se acogerían, de qué soluciones se podrían ofrecer, con qué recursos, etc.; donde se pactaron compromisos secretos que nunca fueron revelados a la ciudadanía y que hoy aparecen como obstáculos legales; en el cual para cumplir a una contraparte sinónimo de motosierras, masacres, narcotráfico, etc. pero con una relación política cercana, se han detenido extradiciones, aceptado la compra de frentes por parte de narcos puros, o incluso la continuación de delitos desde las cárceles; pero sobre todo, quien lo dirige ha hecho oídos sordos a quienes desde el interior o como voceros de la comunidad internacional se escandalizan de que se esté tramitando esta ‘solución’, al tiempo que se incumplen normas respecto al Derecho Humanitario, a la atención a los desplazados, o a las víctimas de ese mismo paramilitarismo.
Si se aceptara la interpretación del Presidente según la cual ‘sedición’ es asumir funciones del Estado por las vías de hecho y desconociendo la legalidad, la ley propuesta parecería diseñada para aplicarla al Dr. Uribe. ¿Está la Corte en contra de la Paz o el Dr. Uribe en contra de la institucionalidad colombiana?
LA MELANCOLIA DE ORHAN PAMUK
Édgar Bastidas Urresty*
Por haber encontrado en la obra de Orhan Pamuk, escritor turco “nuevas imágenes espirituales (símbolos) para el choque y el cruce entre las culturas”(1), la Academia sueca le concedió el premio Nóbel 2006. El encuentro entre Oriente y Occidente, entre musulmanes y cristianos en la historia y la cultura ha sido un tema recurrente en las novelas de Pamuk, también los problemas experimentados por el hombre en la búsqueda de su identidad.
La política en su país, dividido entre islamistas radicales y moderados es otro de los temas de sus libros, que trata desde una posición independiente: “Un millón de Armenios y 30.000 Kurdos han sido asesinados en estas tierras, pero nadie se ha atrevido a hablar”, dijo en febrero de 2006 a un periódico suizo, declaración que fue recibida con muestras de hostilidad en los medios nacionalistas y le costó un proceso judicial, del que finalmente salió indemne por la solidaridad internacional que recibió de notables escritores, de Saramago y Gunter Grass, entre otros, y por la presión europea sobre el gobierno turco. Sin embargo, tuvo que soportar los insultos y la acusación de “traidor a la patria”, que le proferían los grupos extremistas cuando se presentaba a los juzgados de Nisantasi.
*Escritor. Ha sido profesor y rector de la Universidad de Nariño y profesor de la universidad Javeriana. Ha escrito y publicado 13 libros entre los que cabe destacar: Las guerras de Pasto, El Fariseo, Avatares, Nariño Historia y Cultura, Lecturas secretas, Ensoñaciones, Tejido de palabras y El mundo de los libros. (Pasto. Universidad de Nariño. 2005).
Pero aun no está completamente a salvo ya que un segundo proceso instaurado por un grupo de juristas nacionalistas podría llevarlo ante un juez, por haber dicho al periódico alemán Die Welt que el ejército turco “perjudica el desarrollo de la democracia”. La defensa de los derechos humanos y la condena del terrorismo le han dado un prestigio internacional.
No sólo Pamuk ha sido perseguido por el delito de opinión. El diario El País (10.12.06) de Madrid habla de La persecución de los intelectuales para referirse a 185 causas contra escritores y profesores. Atila Yaila, profesor de Ciencias políticas de la Universidad de Ankara, fue despedido por haberse pronunciado públicamente contra Mustafá Kemal, Ataturk, fundador de la Turquía moderna y autor de la supresión del alfabeto árabe de la lengua turca para reemplazarlo por el latino. Ahmet Umit y Elif Shafak, novelistas pertenecientes a una nueva generación también han sido perseguidos por la justicia por utilizar el suspense y la intriga en la interpretación de la historia turca. La escritora Perihan Manden por su parte, luego de resultar inocente en un proceso por denigrar de las Fuerzas Armadas dijo: “Estamos sometidos a tortura psicológica. Antes de quedar exculpados en el interior de los juzgados, se nos da un escarmiento en la calle” (2). Los “insultos a la identidad nacional”, de acuerdo a un artículo del Código Penal del año pasado, son castigados con cárcel.
Esta situación se ha agravado en enero del 2007 cuando fue asesinado a tiros el intelectual turco Hrant Dink, director de Agos, el único semanario de la comunidad Armenia, y quien había sido juzgado varias veces por escribir sobre el genocidio armenio. Este crimen ha sido repudiado por Pamuk y le ha causado gran dolor. A fines de enero el editor alemán de Pamuk ha anunciado la cancelación de su viaje a Alemania donde debía recibir un doctorado honoris causa por la Universidad Libre de Berlín, y leer en esta ciudad pasajes de sus libros, como iba a hacerlo en Hamburgo, Colonia, Stuttgart y Munich. Se asegura que el nuevo premio Nóbel ha recibido amenazas de muerte de uno de los sospechosos de la muerte del periodista Dink. En la primera semana de febrero el mismo diario El País informó que Pamuk tuvo que dejar Turquía por “mucho tiempo” por la prosecución de las amenazas. Tomó un avión con destino a Estados Unidos, con el anuncio de que iría a dar conferencias en la Universidad de Columnia, en New York donde ha sido profesor. El 8 de abril de 2007 la agencia EFE informa del regreso de Pamuk a Estambul, de su disposición de permanecer allí hasta septiembre y de revisar su nueva novela Muzesi (Museo de la inocencia) que se publicaría a fines de año.
La política para él no es una palabra formal sino real porque lo induce a hablar de la pobreza, la opresión y las desigualdades reinantes en Turquía, a pesar de los avances en la economía, de la solidez de la moneda, de las reformas introducidas para su ingreso en la Unión europea.
La escritura
Ser escritor para Pamuk es “descubrir pacientemente, al cabo de los años, la segunda persona, escondida, que vive en nosotros, y un mundo que segrega nuestra segunda vida” (3). La escritura le recuerda “no las novelas, la poesía, la tradición literaria, sino al hombre que, encerrado en una habitación, se repliega sobre sí mismo, solo con las palabras, y funda un nuevo mundo” (4).
Confiesa que es un escritor muy lento, pues sólo escribe ciento setenta y cinco páginas por año que equivalen a una media página por día y a nueve o diez horas de trabajo. Parece increíble, pues a pesar de que sólo tiene 54 años y que comenzara a escribir a los 22 años, luego de estudiar arquitectura, pintura y de periodismo en la Universidad de Estambul y de que experimentara muchas dudas sobre su futuro profesional, ha logrado crear una obra literaria importante y renovadora.
Todas sus novelas, traducidas a más de cuarenta idiomas -excepto El libro negro escrita en New York donde vivió tres años como becario de Columbia University, las ha escrito en su casa en el barrio de Nisantasi frente al río Bósforo en un paisaje de ensueño, a pesar de la tristeza que lo acompaña por el estado de decadencia de la ciudad. Reconoce haber leído los libros clásicos de la literatura universal, a los rusos del siglo XIX, a Flaubert, Virginia Wolf y como sus modelos literarios, a Proust, Nabokov más que Zola y Sastre.
En un lapso de 21 años se han publicado ocho novelas de su autoría y Estambul, Ciudad y recuerdos, un libro autobiográfico y están inéditos en español: Oteki Renkler (Otros colores) 1992, un libro de ensayos y Gizli Yuz (Secret Face), guión, Estambul (1992).
Cevdet Bey y sus hijos (!979) es una saga familiar de “estilo flaubertiano” donde Cevdet cuenta el ascenso de la burguesía musulmana de Estambul y sus relaciones con el ejército, la política y sus nexos con la burocracia.
En La casa del silencio (1983), el narrador da varias versiones sobre la historia de un abuelo que visita la memoria de su esposa cuando el imperio otomano está a punto de terminar. El personaje, consciente de que la cultura de oriente es incompleta con relación a la occidental escribe una enciclopedia para que los turcos colmen los vacíos. Seguramente representa a Resat Ecrem Koçu, autor de Enciclopedia de Estambul, a quien Pamuk menciona en su libro autobiográfico Estambul. Ciudad y recuerdos.
En el prefacio de El astrólogo y el sultán (1985) de Faruk Darvinoglu un nombre inventado por Pamuk, se cuenta el descubrimiento de un manuscrito del siglo XVII que dará desarrollo a la novela.
Entre Venecia y Nápoles viaja un joven científico veneciano, aparece la flota turca y ante el temor de ser capturado y perder el libro que está escribiendo intenta memorizarlo porque en él está todo su pasado. En sueños ve a quien él solía ser, a su madre, a su prometida, a sus amigos que lo llamaban con otro nombre. El narrador se identifica con el personaje, es decir con el científico aunque luego lo niegue. Los viajeros son detenidos, apresados y conducidos a Estambul donde son encarcelados y sometidos a condiciones de esclavitud, excepto el científico que se hace pasar por médico. Curiosamente, uno de los esclavos españoles que había perdido un brazo le habla de Cervantes, su antepasado. En Estambul es vendido como esclavo y comprado por un sabio con la intención de conocer los progresos científicos de occidente. Aprende turco y es llamado por el Pachá, para que lo cure de una enfermedad y al lograrlo mejora su situación por el pago de su trabajo.
La dualidad, el espejo y la búsqueda de identidad
En el palacio del Pachá se encuentra con un hombre que se le parece, en principio cree que es un doble o un sueño, pero constata su existencia. Se llama Hoja, que podría asociarse a la escritura. Con él trabaja en la producción de juegos artificiales y de un cohete, por encargo del Pachá. Logran crear un gran espectro de artificio con los cohetes, los barcos, los dragones. El Pachá le propone su conversión al islamismo pero al negarse lo amenaza con la decapitación y cuando parecía que estaba perdido ve volar a su doble que lo salva. Hoja aprende todo lo que el cautivo sabe, los dos acuerdan buscar el planeta imaginario, hablan de la posibilidad de crear seres humanos semejantes de modo que sus madres no pudieran distinguirlos y ellos se asustaran al conocerse y llevaran una vida inocente.
¿Pero el científico y Hoja conocen verdaderamente al Sultán que es un niño de 9 años y que va a asumir el poder del reino? El científico sueña que Hoja va a su ciudad y se casa con su prometida, pero se desespera, porque no sabe quién es. ¿Debe mirarse en el espejo? Le cuenta a Hoja el sueño en que su cuerpo se separa para unirse a otro cuerpo parecido a él y que los dos conspiran contra él. Hoja escribe en la hoja en blanco, somete, castiga al científico, se indigna de conocer su pasado. Hoja le cuenta su vida, le dice que los dos eran la misma persona. Sobreviene una peste bubónica, se traslada a los gatos para que se coman a los ratones (el diablo) y se pone fin a la peste. Hoja es designado astrólogo oficial e intérprete de los sueños del sultán. Este invita al narrador a diferenciarse: “Sé tú, -le dice -, pero el científico desplaza a Hoja ante el sultán.
El narrador escribe este libro, ante el castillo le confía a Hoja las cosas de su familia como si fuese a morir. Hoja desaparece, ¿es que huyó? Se retira a vivir en Gebze, se casa, tiene hijos y se dedica a escribir. Los personajes de su relato siempre querían ser otros, como podría ocurrirles a los lectores. Hoja reaparece como una sombra, luego de su viaje a Italia y explica lo que pasó con el arma y las razones de su desaparición.
La novela es traducida al inglés y la revista New Cork Times Book comenta que “Una nueva estrella se ha levantado en Oriente”.
El libro negro (1990) considerada su primera gran novela y calificada como una novela experimental de intriga y misterio, es la historia de Gallip, un abogado que sale en busca de Ruya, esposa y prima suya, desaparecida en medio del sombrío y pintoresco ambiente de Estambul, aunque él tiene la sospecha que se ha escapado con Jelal, su medio hermano.
En La vida nueva (1994) un estudiante de ingeniería descubre una bella muchacha que lee un libro que él luego encuentra en el regreso a casa. Su lectura incide tanto que va a cambiar el sentido de su vida.
Me llamo rojo (1998) novela “polifónica sobre un Oriente de cuentos y de miniaturas”, como la califica el periódico Le Monde (París. 13.10.06) va a tener un gran éxito de ventas. Plantea la ambigüedad de Turquía entre oriente y occidente y los problemas que de allí se derivan. Está ambientada en el imperio otomano del siglo XVI y es protagonizada por un sultán que se empeña en que un artista pinte con la técnica del retrato renacentista y no con la de la miniatura. El artista logra tal realismo e individualismo en la expresión que el cuadro es rechazado por los musulmanes tradicionalistas porque consideran que es un irrespeto a Alá y matan al pintor.
Nieve, (2002) novela política, de la que Publishers Weekly dice es “misteriosamente bella… profunda y conmovedora”.
Historia
Kerim o Ka, en forma abreviada, un hombre de 42 años, soltero, alto, tímido, melancólico y solitario y personaje central de esta novela se había criado en Estambul en el seno de una familia republicana y laica. Emprende desde Alemania, donde es exiliado político un viaje a Kars, en Turquía, que incidirá profundamente en su vida. Llega en la temporada invernal en la que la nieve lo cubre todo. Se hospeda en el hotel Nieve Palace de Kars, donde los viajes y el desarraigo lo inducen a evocar con nostalgia su infancia en Estambul.
El personaje sabe con anticipación lo que va a ocurrirle en su tarea de investigar los suicidios de mujeres jóvenes en la ciudad, quienes aun usan el charshafs o pañuelo sobre la cabeza.
En Kars entra en contacto con Seday Bey, propietario del Diario de la Ciudad Fronteriza y va a encontrar a la bella Ipek su compañera de estudios y novia en la universidad a quien le cuenta su huída a Alemania a causa de un artículo suyo sobre política.
Conflicto religioso y político
La atmósfera en Kars se enrarece por el asesinato del director de la escuela por un fanático. Ka conoce a Multar, un estudiante marxista, que sueña con un hijo que nunca tuvo y sufre crisis espirituales. Para superarlas vuelve al Islam pero es detenido y golpeado por la policía del gobierno republicano. Ka contacta a Azul un influyente líder islamista para conocer su posición ante el conflicto.
El círculo islamista profiere amenazas de muerte contra los ofensores de Mahoma como lo hizo Komeini, líder espiritual de Irán contra Salman Rusdhie por su libro Los versos satánicos, caso en el que Pamuk apoyó al escritor indú. Ka escribe el poema Nieve, visita al influyente jeque, le confiesa su incredulidad, su ideología europea occidental. Cena en casa de Turguet Bey en compañía de Ipek y Hadife, sus hijas y Hande una muchacha islamista.
Ka hace una lectura pública de poemas en el teatro donde luego se representa una obra en la que se hace el despojo y la quema de un charshaf, seguido de un abaleo y asesinato de varios islamistas, que algunos espectadores interpretan como si se tratara de una obra teatral. Estalla una revolución que contrasta con la belleza de la noche inmóvil: “Solo el poeta que fuera capaz de cerrar su mente a cualquier desastre podría vivir el presente como un sueño”, escribe el narrador. La policía asalta la residencia de los estudiantes islamistas y arresta a los miembros del Partido por la Igualdad de los Pueblos y se da un golpe militar contra los integristas, contra los Estudiantes de Imanes y Predicadores. Aparecen en escena otros personajes como Sunay, actor y su esposa Funda Eser, danzarina de vientre.
Hay pasajes de la novela que corresponden a períodos de la historia de Turquía, a las reformas pro occidentales y modernizadoras del presidente Ataturk, a la disputa entre islamistas y blancos, a la persecución de los kurdos y los comunistas, al golpe militar de 1880. En medio de las tensiones hay situaciones divertidas como los casos de envenenamiento por un sorbete preparado por una abuela kurda.
Ka vive el único momento de libertad en Kars donde no hay vida privada.
El narrador conocía a Ka, habla de las notas que él escribió relativas al amor físico con Ipek. Se interrumpe la historia de la vida de Ka en Kars. En Frankfort, el narrador Orhan Bey, anuncia la muerte de Ka por disparos. Orhan tiene el mismo nombre que Pamuk. Visita los lugares que frecuentaba Ka, la biblioteca entre ellos. Tarkut Bey aparece en Frankfort, visita el cuarto donde vivió Ka, describe sus objetos personales, busca su libro Nieve de poemas, menciona la novela El mundo de la inocencia.
Ka reconquista a Ipek y vive momentos de intenso amor, asiste a una reunión secreta en el hotel Asia. Intervienen militantes islamistas como Azul y Turgut Bey de izquierda contra el golpe. Denuncian la desaparición de los armenios de toda Anatolia. La historia de Ka continúa como si no hubiera muerto. El periódico Diario de la ciudad fronteriza critica el ateísmo de Ka, crítica que es como una anticipación de lo que le sucedería a Pamuk en Turquía por sus denuncias sobre el genocidio armenio y los asesinatos de los kurdos. Imagina que morirá: “aunque huya a Alemania cualquier noche me matarán de un tiro en la calle”. Escribe el poema Morir a tiros. En la prisión Azul confiesa que estuvo en Grozni luchando con los chechenos contra los rusos por la independencia de Chechenia. El narrador omnisciente hace reflexiones en torno a la vida y el teatro, el arte y la política. Cuenta que en ese momento decide escribir el libro, situación que crea la dualidad autor narrador.
Kadife e Ipek, las dos hermanas han sido amantes de Azul, lo que despierta los celos de Ka. Los buenos oficios de este permiten la liberación de Azul a cambio de que Kadife se quite el velo en un papel teatral.
“En un copo de nieve quedaba marcada tanto la estructura del nuevo libro de poesía como todo lo que Ka hacía que Ka fuera el mismo. El mapa interior de la vida entera de cualquier ser humano debía ser algo parecido”(5).
Matan a Azul, Ipek renuncia a viajar con Ka a Alemania porque cree que este los ha traicionado. En la representación de la obra, Kadife se descubre y mata a Sunay. Las muchachas de Kars se suicidan no tanto por la prohibición del velo sino por la situación de opresión y de discriminación en que viven. La historia de Kars es una historia trágica: de luchas, enfrentamientos religiosos, políticos, de asesinatos.
Estambul. Ciudad y recuerdos
Estambul libro de Memorias sobre Estambul, su historia y su cultura es también autobiográfico y permite conocer cómo fue la infancia de Pamuk, la relación con sus padres y su hermano, cómo se educó, cuáles fueron sus lecturas y autores favoritos, sus amores, sus juegos y música predilectos, sus impresiones sobre la ciudad, y en qué circunstancias decidió ser escritor. Está ilustrado con una serie de magníficas fotografías que permiten dar una mirada a Estambul, su arquitectura en diversos períodos, al río Bósforo y sobre todo, a los retratos de Pamuk desde niño hasta el 2006 cuando ha cumplido 54 años y ha ganado el Nóbel.
La caída del Imperio Otomano significó la pérdida de identidad de Estambul frente a occidente, lugar que fue ocupado por la pequeña república de Turquía. Estambul perdió su diversidad cultural, se convirtió en un lugar vacío, en blanco y negro, con una sola voz y una única lengua. Estambul se occidentalizó, el alfabeto árabe fue remplazado por el alfabeto latino. Pamuk vive en Estambul con un pie en una cultura y con el otro en un universo completamente distinto.
Lo bautizaron Horhan por el nombre de un sultán otomano. Vivía en un apartamento de Nisantasi, paseaba por la otra orilla del Cuerno de Oro de Estambul. Sus paseos por Beyoglu, por Uskudar Fatih se convertirían en una avidez que iluminarían su brillante futuro. “El sentir sus calles sucias, oscuras, amargas, lo harían dichoso y los impulsarían a escribir esas sensaciones, esa experiencia” (6). Cuenta que leyó a Freud, Virgina Woolf, Sastre, Thomas Mann, Faulkner. Con sus amigos hacía carreras de autos y escuchaba a Bob Dylan, a los Beatles, que pintaba e imitaba a Pierre Bonnard; su amiga y luego novia posaba para él. Discutía solo con su madre sobre su afición a la pintura pero finalmente decidió ser escritor.
La dualidad
Al comienzo del libro habla de la existencia de otro Orhan que significaba otra vida, la dualidad, el gemelo. La imagen del espejo le recordaba “sus delitos, sus pecados”, que él era “un tipo repugnante”; que se debatía en la amargura, en un conflicto sin solución.
La melancolía
Estambul es una ciudad melancólica, la sensación que produce es de amargura pero esto lo hace feliz. La melancolía es el sentimiento que ha dominado la ciudad en los últimos 150 años, sensación que la expresaron Lamartine, Theophile Gathier, Nerval, Flaubert y Pierre Loti en Estambul. André Gide también estuvo en Estambul y escribió sus memorias en 1914.
Los temas irrenunciables de los escritores extranjeros en los siglos XVIII y XIX eran el harem, el mercado de esclavos, los pordioseros, los cargadores, los monasterios de derviches, el enclaustramiento de las mujeres. Evoca los paseos por el Bósforo, los incendios, la belleza de los cementerios, el palacio y el harem.
La maleta de su padre
En una entrevista al diario Le Monde (14.12.06) Pamuk habla de la maleta de su padre que contenía algunos cuadernos y manuscritos que le remitió con la recomendación de que los leyera cuando él muriera y los publicara si encontrara méritos. Pamuk conocía la maleta desde niño pero no se había atrevido a abrirla, quizás por el peso literario y el misterio que encerraba. Pero no estaba completamente seguro que los escritos le gustaran porque su padre no había tomado la literatura con seriedad. Si se encontrara con una gran obra la imagen del padre se convertiría en la de escritor.
Pamuk vuelve al recuerdo de su padre, cuenta que era muy sociable, viajaba y escribía en los cuartos de hotel. Traductor de Valery, en París vio pasar a Sastre por las aceras y hablaba de los libros que había leído. Reconoce que su destino de escritor tuvo que ver con los autores universales que le mencionaba su padre, con la influencia de su gran biblioteca. Finalmente no se pronuncia sobre el valor literario de los escritos de su padre pero se lo imagina buscando una habitación para escribir en la casa de su familia.
Notas
Le Monde. Orhan Pamuk. Premio Nobel de literatura. París. (13.10.06) p.1
Perihan Manden. El País. (10.12.06) p. 2
Orahn Pamuk. La valise de mon pere. Le Monde. (Paris. 14.12.06) p. 2
Orhan Pamuk. Ibid. p. 2
Orhan Pamuk.Nieve. p. 439
Orhan Pamuk. Estambul. Ciudad y recuerdos p. 419
Breve historia del Imperio Otomano y de Turquía
Una dinastía de soberanos turcos formaron el gran Imperio Otomano entre Europa y Asia en los siglos XIV y XVI, que llegó a su mayor apogeo con Solimán el Magnífico (de 1520 a 1566), quien conquistó a Hungría, Argelia, Túnez y Tripolitania, uno de los estados de Libia actual y rivalizó con Carlos Quinto por la supremacía de Europa. La disolución del Imperio fue confirmada por el tratado de Sevres de 1920.
La República de Turquía fue creada en 1923 por Kemal Ataturk que gobernó la república hasta 1938. Con el apoyo de la Unión Soviética triunfó sobre los kurdos y armenios entre 1920 y 1921 y derrotó luego a los griegos. En 1924 suprimió el sultanato para convertir a Turquía en un Estado laico, occidental y moderno.
En 1952 Turquía ingresó al Pacto Atlántico y en 1974 intervino militarme en Chipre con la que ha mantenido una disputa periódica por el conflicto interno de griegos y turcos.
Convertida en una potencia militar por Estados Unidos, Turquía se vio involucrada en la crisis de octubre de 1962 cuando Kennedy le exigió a Kruschov el retiro de los cohetes SS-4 rusos de Cuba luego de que aquél ordenara un bloqueo marítimo de la isla. La Unión Soviética tuvo que ceder pero a condición de que Norteamérica desmantelara los cohetes Júpiter del suelo Turco, con lo que se evitó un conflicto quizá nuclear entre las dos potencias y la intervención militar norteamericana directa en Cuba. E.B.U.
EL PASTUSO
Guillermo Pérez
Gustavo Moncayo, un anónimo profesor de geografía de Sandoná, Nariño, nos dio a todos los colombianos ejemplo de valor, de determinación, de berraquera y de amor por su familia. Para lograr la libertad de su hijo, un cabo del Ejército secuestrado por la guerrilla hace diez años en el cerro de Patascoy, recorrió nada menos que unos 1.200.kilómetros, en heroica jornada de 46 días, a través de siete departamentos, atrayendo la atención de los medios de comunicación, de sus compatriotas, de muchos extranjeros y de todos cuantos desean la paz en este convulsionado país. Todo un modelo digno de seguir en nuestra atormentada patria, que hoy está dominada por ideas de derecha cuyos promotores quieren tapar el sol con las manos y cambiarnos la lengua por una alpargata.
Moncayo, nacido en bella región que, para quienes no conocen o no quieren recordar la historia, se opuso a las fuerzas del Libertador Simón Bolívar y no aceptó la República hasta muchos años después de que lo hiciera el resto del país, demostró que todo lo que se habla de los pastusos es calumnia promovida por los enemigos de un departamento que, como me consta, está habitado por gentes trabajadoras, buenas y honradas. Por unos artesanos que construyen los más bellos objetos y las más ingeniosas carrozas que asombran a propios y extraños en los mágicos carnavales de ‘’Blancos y negros’’, que son muestra de habilidad manual, de talento, de agudeza, de gracia. Los pastusos, entre quienes se encontraba mi esposa, fallecida en abril pasado, han sido objeto de burla por no ser tramposos, ventajosos ni amigos de lo ajeno.
‘’El caminante de la paz’’, como fue bautizado por los medios de comunicación, digno heredero de Agustín Agualongo, ese sí ‘’guerrillero heroico’’, es fiel representante de una actitud que, de ser imitada por otros colombianos, traería la tan anhelada reconciliación, que se traduciría en progreso y desarrollo para todos. Pero mientras Moncayo caminaba y caminaba centenares de kilómetros por tierra caliente, páramos, carreteras y caminos, en contraste, el gobierno presentaba en el Congreso un proyecto guerrerista de presupuesto para el año próximo. En él se destina la suma de cincuenta mil millones de pesos diarios para la guerra. Sí. Cincuenta mil millones, una suma con la que se construirían muchos hospitales, muchas escuelas, muchas viviendas y muchos trabajos para darle medios de subsistencia a los millones de desempleados que,.día a día, salen a la calle a buscar la comida para su familia. Y que constituyen caldo de cultivo para guerrilla, paras y delincuencia común.
Un total superior a 2.2 millones de desempleados hay en Colombia, según el mismo gobierno. El número, creo yo, debe ser superior porque si algo caracteriza a este gobierno es practicar aquello de que era acusado el régimen liberal por el viejo Laureano Gómez: ordenar y practicar la consigna: ‘’tapen, tapen,tapen’’.
El presupuesto para 2008, según información oficial, ascenderá a 125,7 billones de pesos, de los cuales 65,1 billones (más de la mitad) serán para funcionamiento y sólo 21.3 billones para inversión, rubro en el cual el sector defensa tiene una asignación de 3.55 billones, el triple de la destinada para este año. La mayor asignación en este ramo será para el fortalecimiento de la capacidad de la fuerza pública. En otras palabras, ese platal se destinará a compra de equipos, armas y elementos de todo tipo Incluyendo, obviamente, uno que otro helicóptero, aviones ligeros y pequeñas embarcaciones. Los aumentos salariales para los miles de burócratas no serán muy grandes (5.5 por ciento para quienes devenguen salario mínimo y 4.5 para el resto de funcionarios).
Al mismo tiempo que se presentaba el proyecto de presupuesto (unas migajas del cual caerán en los bolsillos de quienes se han venido enriqueciendo en los últimos años con la contratación oficial, los serruchos y la corrupción, los contratos, los obras viales y el narcotráfico) el organismo oficial de las estadísticas aceptaba a regañadientes que el desempleo aumentó el 0.6 por ciento, cifra que señala que hay más de 2.2 millones de desocupados, que la ocupación temporal es el doble que en 2004 y que el subempleo subió en 35 por ciento.
Las cifras muestran que el corazón grande que ofreció el presidente Alvaro Uribe eran promesas de candidato en busca de votos, de aprendiz de demagogo.
LA OPINION, DOS, AGOSTO 4.07
Como no hay peor sordo que quien no quiere oir y a pesar de que las cifras no son una maravilla para la propaganda oficial, el presidente Alvaro Uribe continúa insistiendo en una iniciativa que ha recibido toda clase de criticas: la transformación del concierto para delinquir en delito político. Que tiene un objetivo demasiado evidente: permitiría que los 35 parlamentarios y los paramilitares detenidos por la llamada ‘’parapolítica’’ recuperen la libertad.
Opiniones en contra han aparecido en todos los medios de comunicación, inclusive en el periódico que, cual banco colombiano, acaba de ser vendido a los españoles. Que son hoy en día los nuevos ricos, los dueños del dinero.
Columnista evidentemente independiente, María Jimena Duzán, dura crítica en otras oportunidades del ministro Juan Manuel Santos, con quien ha sostenido agudos enfrentamientos, señaló sobre la propuesta presidencial: ‘’es una vergüenza nacional’’. Y no solamente eso, la periodista, cuya hermana fue asesinada por los paras, cree que es ‘’un suicidio’’.
En las duras críticas coinciden muchos periodistas que ven con preocupación peligrosas actitudes del primer mandatario, quien inclusive se ha enfrentado a la Corte Suprema de Justicia, a la cual se ha atrevido a sindicar de actitudes sesgadas y no proceder con base en la ley, cuando la verdad es que Uribe se está jugando su prestigio, que está en peligro por sus actuaciones fujimorescas, destinadas a sacar de la candela a unos elementos que la opinión pública cataloga como narcotraficantes y que muchos consideran fueron decisivos en las elecciones presidenciales de 2002 y 2006, que estuvieron dominadas por dineros calientes y personajes de cero en conducta.
La actitud de Uribe contrasta con el hecho sin precedentes, que ha suscitado respaldo en muchas capas de la sociedad: la marcha de Moncayo, quien caminó a través de siete departamentos para lograr la libertad de su hijo. Es curioso que el humilde pedagogo se haya refugiado en una carpa, en la Plaza de Bolívar, gracias a la generosidad del alcalde Lucho Garzón, con la oposición del somnoliento ministro del interior, demostrando así que Colombia está madura para tomar determinaciones que acaben con la manipulación de los medios de comunicación, que están dejando de ser colombianos para engrosar las filas de la invasión española. Un detalle que mostró el temple de los pastusos fue la espera de 50 minutos que soportó el presidente Uribe mientras Moncayo se bañaba e iba a misa. ‘’Desde ya –dijo El Tiempo en nota editorial—encarna un símbolo político contra la crueldad del secuestro’’. Personas como esas necesita el país. Desde ya le ofrezco mi voto para lo que quiera. Sería el mejor homenaje que puedo rendirle a mi esposa, una pastusa que caminó con Moncayo desde el cielo. GPT
ii) La Corte Suprema falla que el delito de sedición no es de aplicación a los grupos paramilitares, y que sus crímenes no pueden tratarse como delito político.
Col - La Corte Suprema afirma que el delito de sedición no es de aplicación a los grupos paramilitares, y que sus crímenes no pueden tratarse como delito político. Radio Nizkor, 19jul07
El 11jul07 la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia determinó que el paramilitarismo no recae dentro del tipo penal de sedición ni es un delito político.
Esta sentencia es la respuesta a la estrategia jurídica elaborada por el abogado Abelardo de La Espriella, defensor de los ex congresistas Eleonora Pineda, Muriel Benito Rebollo y José María Imbett, firmantes del 'Pacto de Ralito', en un documento de la firma Lawyers Enterprise Consultoría y Servicios Legales Especializados, titulado "Concepto Jurídico sobre el Proceso de la Parapolítica".
En el memorando mencionado se dice textualmente:
"Como alternativa de respuesta al problema jurídico planteado, el presente concepto propone una estrategia jurídica adecuada que implica una mixtura entre la Ley 782 de 2002 y el artículo 71 de la Ley 975 de 2005 y parte del cambio de adecuación típica de concierto para delinquir a sedición, bien sea en la Fiscalía, o en la Corte...
En su sentencia de 11jul07 la Corte afirma que "Aceptar que en lugar de concierto para delinquir el delito ejecutado por los miembros de los grupos paramilitares constituye la infracción punible denominada sedición, no sólo equivale a suponer que los mismos actuaron con fines altruistas y en busca del bienestar colectivo sino, y también, burlar el derecho de las víctimas y de la sociedad a que se haga justicia y que se conozca la verdad, pues finalmente los hechos podrían quedar cobijados con la impunidad absoluta -entendida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como la falta en su conjunto de investigación, persecución, captura, enjuiciamiento y condena de los responsables de las violaciones de los derechos protegidos por la Convención Americana- que se les brindaría por medio de amnistías e indultos, medidas que podrían ser tomadas a discreción del ejecutivo y el legislativo y sin posibilidad de control judicial, tornándose en un imposible la obtención de la verdad, el deber de recordar y el derecho a saber lo que realmente sucedió en el caso...
Declara la Corte además que: "[M]uchos de los crímenes atribuidos a los miembros de los grupos paramilitares constituyen graves atentados a la humanidad y a los valores supremos que de ella se predican en la actualidad, cobrando hoy mayor vigencia lo dicho por el Tribunal Constitucional en la sentencia C-004/03" en el sentido de que "[E]s pues claro que en los casos de impunidad de violaciones a los derechos humanos o de infracciones graves al derecho internacional humanitario derivadas del incumplimiento protuberante por el Estado colombiano de sus deberes de sancionar esas conductas, en el fondo prácticamente no existe cosa juzgada, pues ésta no es más que aparente. En esos eventos, nuevamente los derechos de las víctimas desplazan la garantía del non bis in ídem, y por ello la existencia de una decisión absolutoria con fuerza formal de cosa juzgada no debe impedir una reapertura de la investigación de esos comportamientos, incluso si no existen hechos o pruebas nuevas, puesto que la cosa juzgada no es más que aparente".
La sentencia de la Corte Suprema hace responsable a la judicatura del cumplimiento de la legalidad y dedica a esta cuestión un apartado titulado "Deberes de la judicatura en el Estado social de Derecho", en el que afirma que "El Estado, en este caso los jueces, faltan a sus deberes cuando ante graves violaciones a los derechos humanos no investigan, juzgan y sancionan a los responsables de cometerlas...
Antes de llegar a las conclusiones, la sentencia es meridianamente clara con relación a la falta de rigurosidad del proceso penal previsto por la ley de impunidad conocida con el nombre de Justicia y Paz, y dice expresamente
En Colombia no existe política criminal empezando porque el ente encargado de fijarla hace mucho tiempo que ni siquiera se reúne. La fijación de penas altas y sus correlativos descuentos obedecen al péndulo de la opinión pública. Por eso se denuncia una "política criminal de doble columna", en una de las cuales se elevan las penas para un adecuado control social formal, mientras que por la otra, se implementa un verdadero festín de atenuantes y causales de libertad que transforman al juez de "acreedor" en "deudor de penas", y al expediente penal en verdadero "baratillo de rebajas"...
Se estima que en menos de 5 años unos 100 millones de estadounidenses sufrirán escasez de agua. La mira está dirigida a Costa Rica y países vecinos
31-07-07, Por Freddy Pacheco * , Ecoportal No.308.
En menos de 5 años, se estima que unos 100 MILLONES de estadounidenses sufrirán escasez de agua, por lo que el aumento en la demanda (¡y el precio!) del agua envasada será inevitable. Así, en vista de que las fuentes de agua son cada vez más escasas y que México no puede considerarse como fuente de abastecimiento, pues ocupa el segundo lugar a nivel planetario en consumo de agua embotellada, la mira de los comerciantes está dirigida a Costa Rica y países vecinos.
No se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua .
El sistema de comercio deber ser “NO DISCRIMINATORIO”, por lo que un Estado no debe “discriminar” entre sus interlocutores comerciales, dicen los principios de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Así, se les concede a todos, de forma igualitaria, la condición de “nación más favorecida”, además del “trato nacional” a los ciudadanos y empresas extranjeras.
Con este contexto, Comex nos recuerda que dichos principios comerciales son plenamente ACOGIDOS en el TLC con EE. UU. y que “En el caso del AGUA EMBOTELLADA, hoy en Costa Rica, cualquier persona física o jurídica, pública o privada, puede aprovechar comercialmente este recurso, ya que las leyes permiten que el agua sea embotellada y vendida como un bien de mercado. Nuestra legislación permite la exportación e importación de agua embotellada. Todo esto NO CAMBIA con el TLC” (Columna “Aclarando Dudas”, 14 de agosto del 2006).
No hubo reserva
Es precisamente en ese “Todo esto no cambia con el TLC” donde los funcionarios de Comex admiten sin ambages (algunos se arrepintieron de esa confesión) que los negociadores del tratado no incluyeran, como parte de las MEDIDAS DISCONFORMES, que Costa Rica se reservaba el derecho a imponer regulaciones a la extracción y exportación del agua envasada, según las condiciones del recurso frente a las necesidades nacionales.
Esa propuesta pudo sustentarse en vista de las situaciones que comunidades canadienses e incluso estadounidenses han experimentado con el NAFTA suscrito entre sus países, como el caso de USA Springs, Inc. contra una comunidad de New Hampshire que pretendió, infructuosamente, evitar que dicha empresa obtuviera derechos de explotación por más de un millón de litros diarios del agua de su subsuelo. Con el texto del NAFTA en sus manos, la compañía impuso su interés comercial.
Al aprobarse el TLC con la Comunidad Caribeña de Naciones (Caricom) en mayo del 2005, representantes de las ahora fusionadas Cervecería Costa Rica y Pepsi Cola, entusiasmadas por las futuras exportaciones de agua, expresaron que “utilizarán LAS VENTAJAS arancelarias del TLC con Caricom para vender sus productos…”, refiriéndose a las marcas Cristal, Breezewood y Katadin pues, “Las costumbres de consumo de los mercados caribeños tienen un perfil muy adecuado para las empresas embotelladoras de agua nacionales” (La República , 23/5/05).
Cuestionable desdén
Pero como la capacidad de pago y la demanda de agua de parte de comunidades del Caribe no se pueden comparar con las de Estados Unidos, para el caso actual es cuestionable el desdén mostrado por Comex. En menos de 5 años, se estima que unos 100 MILLONES de estadounidenses sufrirán escasez de agua, por lo que el aumento en la demanda (¡y el precio!) del agua envasada será inevitable. Así, en vista de que las fuentes de agua son cada vez más escasas y que México no puede considerarse como fuente de abastecimiento, pues ocupa el segundo lugar a nivel planetario en consumo de agua embotellada, la mira de los comerciantes está dirigida a Costa Rica y países vecinos.
Pese a que más de mil millones de personas no tienen acceso al agua potable y que la demanda se duplica cada 20 años, el negocio de la venta de agua envasada supera los 100.000 millones de litros, aunque su precio es unas 2.000 veces superior al del agua de grifo.
Frente a los que consideramos el acceso al agua potable como UN DERECHO HUMANO, están los que la ven solo como un “OBJETO COMERCIAL”, al que no se le pueden poner restricciones para su EXTRACCION Y EXPORTACION. Sin embargo, para una posible renegociación del TLC con EE. UU., indudablemente que este sensible tema es primordial, pues no se puede mejorar la calidad de vida bajo la amenaza de la escasez de agua. www.ecoportal.net
* Freddy Pacheco, Ph.D.
Catedrático, UNA
Universidad Nacional Heredia. Costa Rica
La esperanza fallida
Ramón Elejalde.
Era uno de los convencidos de que la jefatura de César Gaviria Trujillo en el Partido Liberal traería recuperación y unidad. Hoy no estoy tan seguro de lo que fue una idea colectiva.
Hace algunas semanas afirmé en esta columna que el liberalismo en Antioquia era una montonera y no una organización política. A pesar de los rayos y centellas que me cayeron, hoy puedo afirmar que el fenómeno no es solamente regional, sino catastróficamente nacional. Las candidaturas a las alcaldías y a las gobernaciones y la conformación de listas a concejos y asambleas han desnudado un desorden y una incoherencia realmente alarmantes. El liberalismo parece sin brújula, sin respeto por sus militantes y ensayando coaliciones por doquier, sin preocuparse por mirar quiénes han sido sus socios naturales, quiénes sus contradictores y, lo que es peor, quiénes han mancillado al elector con negocios non sanctis. Lo importante parece ser unirse a alguien que tenga posibilidad de ganar, cuando muchas veces la dignidad exige comportamientos heroicos. Mucha improvisación y el partido parecen regresar a ser un patrimonio exclusivo de los parlamentarios a quienes se les había logrado arrebatarlo desde la pasada Constituyente Liberal. Qué lejos estamos de aquella famosa orden impartida de “Fe y dignidad”. No hay fe y la dignidad se quedó embolatada en cualquier vericueto de la vieja casona de la Caracas.
Para medir las proporciones del desastre y de la incoherencia Liberal basta mirar estos ejemplos: 1- En Bogotá una parte del liberalismo, comandado por el Jefe Único y por el Directorio Distrital que presidente Héctor Elí Rojas, decidieron apoyar a la Alcaldía de Bogotá al doctor Enrique Peñalosa, quien hace algunos meses dio muchas volteretas, una de ellas por el liberalismo. Es decir, premiamos la deslealtad. Otra parte del Partido amenaza con irse a luchar al lado del candidato del Polo Democrático, Samuel Moreno, y todo este caos porque renunciamos al legítimo derecho de presentar un candidato propio en la ciudad más importante de Colombia. 2- En La Guajira le negamos el aval a un viejo luchador del partido como Amylkar Acosta, todo por cuanto otros partidos y el único parlamentario del departamento lo vetaron e impusieron otro candidato. El partido de cola de sus contradictores. 3- En el Cesar y en Sucre aún no sabemos para dónde vamos, si atender a los emisarios de algunos de los políticos cuestionados o a nuestra gente que estoicamente lucha por la supervivencia política de la colectividad roja. 4- En Antioquia es el lugar donde las paradojas políticas son más dramáticas: la cabeza de lista del Partido al Concejo de Medellín, doctora Aura Marlene Arcila, no acompaña al candidato de liberal a la Gobernación. Uno de los copresidentes de la Dirección Municipal, doctor Máximo Pérez Soto, tampoco acompaña al candidato oficial del partido a la Gobernación. Por lo menos un 40% de la Dirección Departamental acompaña a Luis Alfredo Ramos a la Gobernación y no a Eugenio Prieto Soto quien tiene el respaldo Liberal. En la lista a la asamblea de Antioquia figuran varias adherentes a Ramos, entre ellos César Pérez García, y por lo menos cuatro de los ocho congresistas liberales de Antioquia no estarán con el partido y con su candidato a la Gobernación. Aseguran ellos mismos, que lo hacen con la autorización del doctor César Gaviria Trujillo, como yo lo había denunciado en estas columnas. ¡Y pensar que algunos me criticaron por haber escrito sobre montonera liberal!
No me quedó espacio para contar lo que sucede en Risaralda y en su capital, Pereira, en Valle del Cauca, en Atlántico, en Boyacá, etc. Una lástima, y el ex presidente Gaviria parece ser una esperanza fallida.
Con todas estas cosas no puede ser posible que algunos políticos estén pensando en un régimen parlamentario, que lo primero que exige es tener organizaciones políticas serias y organizadas. Para terminar cabe una pregunta: ¿En qué quedó la reforma política de 2003? Lamentablemente en Colombia no hay régimen de partidos, ni de oposición, ni hay seriedad y coherencia ideológica. ¡Qué viva la montonera!
La poesía de Omar Khayyam
Antonio Mora Vélez*
De este poeta persa nacido en el año 1040 de la era cristiana se ha dicho que fue el poeta del vino, que divulgó un hedonismo muy característico de los países del antiguo oriente y que practicó un escepticismo filosófico que lo hacía ver como alguien a quien poco le interesaban los grandes problemas de la existencia humana. Pero del mismo modo que algunos de sus comentaristas han señalado que no necesariamente hay que entender el vino de los poemas de Khayyam como el zumo de la uva sino como la expresión de una vida que hay que vivir plenamente, una "esencia mística"; igual hay que mirar las razones de ese escepticismo más en la dirección de liberar al hombre de falsas creencias e imágenes de la vida.
"Sobre la tierra abigarrada, camina alguien que no es/ musulmán ni infiel / que no es rico ni pobre. No venera a Alá ni a sus/ leyes./ No cree en la verdad. No afirma nunca./ ¿Sobre la tierra abigarrada ¿quién es ese hombre bravo y triste?" dice en uno de sus poemas para referirse a él mismo. En torno a cualquier tema "es tan imposible afirmar como negar" decía. Para Khayyam da lo mismo orar en silencio que hacerlo en una mezquita. "Cierra tu Corán y piensa libremente", recomienda a sus lectores. Igual que los sufíes, Khayyam estaba convencido de que la verdad está en todas las creencias y no en una sola parcela de la metafísica. De estos sabios danzarines tomó también su tesis del desprendimiento, de no depender de las cosas del mundo. Y la crítica a la religión islámica. Tal vez por ello algunos historiadores lo ubican como un adepto a esa escuela de sabiduría oriental.
Pero mientras los sufíes proponen una nueva visión de la realidad y creen en una dimensión superior o Unidad que se expresa mediante la Luz –sinónimo para ellos de energía y de conocimiento— y de la cual todo lo material depende, Omar Khayyam dice que poco le interesan los cuatro elementos de la naturaleza y sostiene que el mundo depende de nuestro pensamiento. Para él, el resultado de todas las cavilaciones humanas es nada; la ciencia de los hombres es solo palabras. Y si la vida es un instante fugitivo, "breve como un incendio, llamas que se olvidan. Cenizas que el viento dispersa" y ella no existe después de la muerte, concluye que de nada vale ocuparse de los temas trascendentes de las filosofías y las religiones y que mejor es "abandonarse... a la fantasía de las horas" y al vino.
En cierta medida ese llamado a ocuparse de vivir el instante persigue que el ser humano se ocupe de él, crea más en él, y dependa menos de las opiniones de los demás. Así lo dice en este poema: "Más allá de La Tierra, más allá del Infinito/ Intentaba ver el Cielo y el Infierno/ Y una voz solemne me dijo:/ El Cielo y el Infierno están en ti". "El mundo –agrega en otro—es la cortina/ sobre la cual pasan nuestras imágenes". En lugar de buscar un paraíso que no existe, el hombre debe buscar el paraíso en su interior. "El paraíso para mí –dice Khayyam—es un instante de paz". Y por ahí termina en un individualismo que lo lleva a recomendar no marchar al lado de nadie y a decir: "En este mundo, conténtate con pocos amigos/ No trates de que perdure la simpatía que puedas sentir/ por alguien./ Antes de tomar la mano de un hombre,/ pregúntale si ella no te golpeará un día". Sabio consejo que sigue manteniendo su vigencia.
Omar Khayyam es el más destacado de los poetas orientales de los siglos 11 y 12. Él continuó "toda una tradición de poesía... puesta siempre al servicio de una lírica y epicúrea visión de la vida mientras se desarrolla en la tierra", fiel reflejo de una época de crísis como la que algunos siglos después produjo el movimiento Existencialista en Europa.
Hoy se le lee con deleite y con asombro. Sobre todo al saber que ese "amargo escepticismo sobre las posibilidades del ser humano para alcanzar las verdades supremas", las haya escrito un hombre que también fue matemático y astrónomo y que dedicó parte de su vida a los estudios de derecho, metafísica, ética y ciencia naturales.
2 de agosto de 2007
* Antonio Mora Vélez, abogado, escritor, columnista de prensa, docente universitario y Director de la Revista Institucional de la Corporación Universitaria del Caribe de Sincelejo.
UNA PELEA ENTRE DESIGUALES
Cecilia López Montaño
No fue estimulante ni esperanzador el episodio del pasado jueves, cuando el señor Presidente Uribe y el profesor Moncayo se enfrentaron en la Plaza Bolívar frente a las cámaras de la televisión y ante una polarizada concurrencia. Ver a un Presidente de la República despelucado, hablando a grito herido y en actitudes retadoras, dejó en claro la pérdida innecesaria de la majestad presidencial y, a su vez, un hombre humilde, valeroso, confuso y apabullado por la actitud presidencial, con lágrimas en los ojos, reforzó la realidad de un país polarizado entre poderosos y débiles, que es incapaz de encontrar soluciones consensuadas a los graves problemas nacionales. Mucho se ha hablado de este episodio y pocos se han atrevido a calificarlo como feliz, entre otras, porque su motivo, la necesidad de llegar a un Acuerdo Humanitario, se perdió en la mitad de este difícil encuentro. No muchos conocieron lo que sucedió previamente en la carpa del profesor, pero quienes tuvieron esa oportunidad podían predecir el final de este encuentro. Mucha tensión, palabras fuertes, recriminaciones se dieron en privado que luego de alguna manera salieron a la luz.
Un hecho que se ha ignorado cuando se trata de establecer quién ganó y quien perdió en ese difícil encuentro es la desigualdad entre los supuestos contendores. Se trata nada menos de un enfrentamiento entre el Presidente de Colombia, uno de los más populares que ha tenido el país, con una capacidad infinita de manejo de las masas, con un humilde profesor de un pueblo de Nariño, cuyo único poder es su valor para defender la libertad de su hijo y con ella la de miles de ciudadanos secuestrados. El solo hecho del diálogo ya es un triunfo para este profesor y su causa. Lo que no hemos hecho 44 millones de colombianos lo logró este hombre caminando más de 1.000 kilómetros, llorando su desgracia y la de miles de compatriotas.
Sentimientos encontrados se identifican hoy. Por un lado existe una clara realidad: el profesor Moncayo logró abrir una compuerta que estaba cerrada en la sociedad colombiana, la de las víctimas de la guerra que no han tenido ni voz ni reconocimiento. No solamente se trata de los miles de secuestrados por años en las selvas del país sino también de los miles de desaparecidos sobre los cuales se sabe aún menos. Pero, por otro, no obstante el éxito de la caminata del profesor Moncayo, no se ven cambios reales en la actitud del Gobierno frente al secuestro y mucho menos de las FARC. Muy defensivo el señor Presidente frente al tema, muy agresivo con la guerrilla, muy blando con los “paras” y muy convencido del éxito de su protagonismo en la plaza publica. Mudos, los guerrilleros de las FARC, se limitan a mirar el espectáculo que les debe producir sonrisas, como decía un editorialista. No son estos los mejores elementos para encontrar salidas reales e inmediatas.
Más que seguir en la inútil discusión de quién ganó y quién perdió, dos hechos son relevantes. Primero, qué hacer para que esta compuerta que abrió el profesor Moncayo no se cierre y evitar que la causa de los secuestrados vuelva a caer en el olvido. Y segundo, qué va a ser el Gobierno, que está ante una difícil encrucijada que ni los Ministros ni el mismo Presidente han podido manejar hasta ahora con acierto. No puede ser esta una nueva oportunidad perdida y que los 3 mil secuestrados sigan muriendo lentamente en las selvas esperando una posible escapada o la muerte en procesos de rescate o en manos de sus captores. Claros que las FARC son los grandes culpables pero ni el Gobierno ni la sociedad colombiana pueden evadir la responsabilidad de sacar estos compatriotas del infierno en que viven. La pelea desigual ha sido solo el comienzo de una etapa que debe tener un final feliz.
cecilia@cecilialopez.com
EL LEGADO CONSERVADOR
MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Agosto 5 de 2007
Son bien conocidas las afinidades ideológicas y políticas entre Álvaro Uribe y George W. Bush, que han llevado a que nuestro presidente sea no solo el mejor aliado de Bush en Suramérica, apoyándolo inclusive en decisiones tan equivocadas como la invasión a Irak, sino su “legado” en una región que ha dado un viraje hacia gobiernos de izquierda democrática, ateniéndonos al primer significado que le da el diccionario a esta palabra como sinónimo de delegado o representante.
Pero el título de esta columna no se refiere al papel que le han delegado los Estados Unidos al populismo de derecha del gobierno colombiano frente a los populismos de izquierda de los vecinos, sino al segundo significado de “legado” que según la Real Academia es “lo que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”. En el legado que quieren dejar los dos presidentes para la posteridad también hay grandes semejanzas.
En el caso de Bush, ni su bajísimo nivel de popularidad ni el rechazo de la mayoría del electorado a sus políticas, ni siquiera el control del Congreso por parte de los demócratas le van a impedir que empuje su país hacia la derecha, que debilite las tendencias liberales de la sociedad norteamericana y haga mas conservadoras sus instituciones. El instrumento para lograr este propósito no van a ser leyes -que no le va a aprobar el Congreso-, ni decretos presidenciales -que pueden ser derogados por su sucesor-, sino uno más casual pero perdurable: la posibilidad que ha tenido de nombrar dos de los jueces de la Corte Suprema de Justicia, que allá es la encargada de aplicar e interpretar la Constitución.
Ha sido casual porque en los EE.UU. los miembros de la Corte Suprema son nombrados de por vida, y solo son reemplazados cuando mueren o deciden retirarse; por coincidencia durante el período de Bush se retiraron dos de los jueces y los reemplazos elegidos por Bush fueron, según la revista The Economist, “dos brillantes y sólidos conservadores” que ya han empezado a desplazar las decisiones de la Corte significativamente hacia la derecha en temas como los derechos civiles, la acción afirmativa contra la discriminación racial, el aborto o la separación entre la Iglesia y el Estado. Para la misma revista esto ha sido un claro triunfo de las fuerzas conservadoras y una derrota de las tendencias liberales que predominaron desde los años sesenta, que va a continuar influenciando la política y las instituciones norteamericanas por varias décadas.
En Colombia durante los gobiernos de Uribe se ha venido dando un proceso similar con el cambio en la composición de la Corte Constitucional que parece que se va a consolidar con el reemplazo del magistrado Álvaro Tafur, pues se dice que el presidente está preparando una terna de candidatas de talante ultra conservador y vinculadas, por lo menos una de ellas, al Opus Dei que representa la corriente más retrógrada de la Iglesia católica. El ex director de la revista Cambio, Mauricio Vargas se declaró aterrado frente a esta terna “con olor a sahumerio clerical”.
Hay dos diferencias sustanciales con lo que pasa en EE.UU. La primera, que aquí se trata de un presidente con una alta popularidad y que cuenta con la mayoría en el Congreso (por lo menos mientras tenga puestos para ofrecer); la segunda, que en Colombia no es por casualidad puesto que aquí los magistrados de la Corte no son vitalicios sino elegidos para períodos fijos de ocho años, o sea que cada presidente siempre tenía la oportunidad de postular tres o cuatro candidatos. El problema es que el cambio del “articulito” de la reelección trastornó todo el andamiaje institucional del Estado y le dio a Uribe la posibilidad de nominar a casi todos los magistrados de la Corte, lo mismo que al Procurador, al Fiscal y al Contralor, debilitando así la división de poderes indispensable para que la democracia no se convierta en dictadura.
Hay que recordar además que desde el inicio de su gobierno Uribe se enfrentó duramente a la Corte Constitucional, e incluso preparó un proyecto de reforma para limitarle sus funciones. Ahora con la mayoría lograda en este Tribunal ya puede garantizar su legado conservador para debilitar la Constitución del 91; logrado ese propósito, ahora enfila sus baterías contra la Corte Suprema y luego contra cualquier institución que se oponga a sus designios de poder absoluto.
LOS IMPLICADOS EN LA PARAPOLITICA
Horacio Serpa
A raíz de que las investigaciones sobre la parapolítica llegaron a Santander, se han hecho especulaciones, comentarios ligeros y sugerencias de “mala leche”. Los periodistas me han preguntado si la llamada a rendir versión libre a varios Congresistas elegidos por Convergencia ciudadana que apadrina una de las candidaturas a la gobernación de Santander, favorece mi aspiración a ocupar esa responsabilidad. No han faltado muestras de preocupación en algunos rostros y de alegría en otros, que no identifican mi posición al respecto.
Siempre me alegra el bien ajeno, y nunca gozo con las tribulaciones ajenas. Al contrario, me preocupan. Soy solidario con las tristezas de otros y nunca tengo prejuicios, ni saco conclusiones apresuradas. En materia de justicia comparto el principio de la presunción de inocencia, y respetuoso como soy de las autoridades, tengo la paciencia necesaria para esperar que sean los jueces los que digan la última palabra.
No me alegra que el Senador Luis Alberto Gil y varios de sus compañeros elegidos al Congreso por Convergencia deban acudir al llamado de la Honorable Corte. No conozco los cargos mas allá de las informaciones de prensa y no me impresionan los comentarios ni las especulaciones. Se, por demás, que una versión ante las autoridades judiciales es la oportunidad que la justicia brinda para aclarar confusiones, explicar comportamientos y desvirtuar acusaciones. De manera tal que deseo para mi paisano, con quien tengo contradicciones políticas pero de ninguna manera desafectos o malquerencias, apropiados resultados y la mejor suerte.
Confío en la integridad de la Corte, en la imparcialidad absoluta de sus Magistrados, y en los propósitos altruistas que inspiran sus investigaciones, orientadas solo en el bien común, la equidad y el deseo de que haya justicia. Y justicia es tanto castigar al culpable, como absolver al inocente.
Es la misma posición que siempre he asumido. Fui administrador de justicia, llevé muchas veces mis argumentos de defensor a los estrados judiciales, y una vez tuve que comparecer ante los jueces. Nunca vacilé en obrar con justicia, en demandarla, ni en esperarla. Siempre, sin excepción, confié en la integridad de los Jueces, y ni siquiera cuando sufría a la espera de sus decisiones dejé de creer en su rectitud y buen juicio.
Conozco a casi todos los implicados en el asunto de la parapolítica. Con unos fui aliado y recibí su amistad y solidaridad; con otros he sido contradictor. El Senador Juan Manuel López es un gran amigo personal y mi mas fuerte compañero político, y creo a pié juntillas en su inocencia porque soy testigo de su comportamiento transparente y de sus notables y riesgosas diferencias con los paramilitares de Córdoba. En este especialmente, pero también en los demás casos, espero que se logre claridad y la justicia exonere de responsabilidad a los que no hayan tenido comportamientos ilegales.
Hay que esperar tranquilos que los Jueces cumplan con su deber.
Bucaramanga,30 de Julio, 2007N.S.
Disfraz paramilitar
RAFAEL GUARIN, El Nuevo Herald, agosto 4 de 2007.
Un fallo de la Corte Suprema de Justicia que priva a los paramilitares de la calificación de sediciosos y la negativa de los cabecillas presos de continuar confesando sus delitos, abrió en Colombia un debate sobre la posibilidad de otorgarles el carácter de delincuentes políticos.
¿A qué se debe esta crisis? Entre otras cosas, al eventual riesgo de extradición y a una política que encubre en un proceso de paz a traficantes. La equivocación del gobierno fue aceptar el disfraz político y no asumir el asunto tal y como era: el sometimiento a la justicia de un grupo de mafiosos con un ejército superior a 30,000 hombres.
Si bien el origen del paramilitarismo se liga al narcotráfico, en su seno hubo auténticos contrainsurgentes cuya influencia cedió en la medida que la organización fue cooptada por narcos. Esa transición se facilitó por las exigencias económicas de la confrontación y su utilidad para el cultivo, procesamiento y comercio de alucinógenos. Además de garantizar seguridad, protección y control territorial a través de la fuerza y la captura de la política, en el mediano plazo los capos metidos a paramilitares pretendían evitar la extradición a Estados Unidos y conseguir benevolencia punitiva.
Lo de hoy no dista mucho del pasado. A final de los años ochenta Pablo Escobar quiso escapar de la extradición, obtener tratamiento político e indulto. Concibió la idea de vestirse de delincuente político para alcanzar los objetivos que se evidencian en los narcoparamilitares. El jefe del cartel de Medellín incluso pensó camuflarse en las guerrillas desmovilizadas bajo el gobierno Barco y relacionó la represión a las drogas con la lucha de clases. Escobar no logró el indulto, pero sí una legislación especial, la prohibición de la extradición y un ''exclusivo'' centro de reclusión.
La coyuntura actual refleja pactos hechos en la mesa de negociación pero a espaldas del país. Cosa muy grave, no sólo por la transparencia indisociable de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, sino porque la capacidad del gobierno de dialogar con estructuras criminales se debe sujetar rigurosamente al estado de derecho.
La asociación de Uribe del paramilitarismo a la sedición y la consecuente polémica con la Corte chocan con esa regla democrática. La obligación constitucional de contribuir armónicamente con las demás ramas del poder público a los fines del Estado, verbigracia, la paz, no puede interpretarse como una obligación de los tribunales para obviar la ley. Es innegable, a la luz del código penal, que no están incursos en el delito de sedición y, por tanto, que no son delincuentes políticos; la prueba es que el gobierno anunció un proyecto de ley que modifica el tipo penal para adecuarlo a esos criminales.
De aprobarse la iniciativa se allana el camino a la intención de los ''paras''. Orientados por la negativa a la extradición por delitos políticos buscan posicionar la sedición como su delito principal y dar al narcotráfico la categoría de conducta conexa. Aquí el orden de los factores sí altera el producto. No es lo mismo haber sido primero autodefensa y después emplear el narcotráfico para financiar el aparato bélico, que ser narcotraficante y disfrazarse luego de autodefensa, situación, ésta última, que aparentemente predomina, convirtiendo al tráfico ilícito en la conducta delictiva primaria y a la supuesta sedición en un medio a su servicio. Lo ejemplifica el pago de $1,500,000 que hizo el reconocido narco el ''Tuso'' para su incorporación en la cúpula paramilitar.
Conviene eliminar cualquier diferencia respecto a los delitos comunes, disuadiendo de paso a los narcotraficantes de armar ejércitos y de cometer masacres que justifiquen la demanda de ser actores políticos. No es indispensable dicha característica para conversar con grupos armados, basta la decisión del gobierno. En España no se habla de conflicto armado interno y mucho menos que los integrantes de ETA sean románticos delincuentes políticos, no obstante, con ellos el PP y PSOE han procurado acuerdos.
La amnistía y el indulto serán entonces potestades más parecidas a la figura del perdón presidencial estadounidense, dentro del límite que la proscribe para crímenes contra la humanidad.
Salgámonos de esa discusión, suprimamos los beneficios de tales tipos penales y llamemos a las cosas por su nombre, en el caso de los paramilitares, son asesinos, descuartizadores, narcotraficantes, torturadores, hasta malos hijos, todo lo que se quiera, menos sediciosos.
www.rafaelguarin.blogspot.com
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