martes, 24 de marzo de 2009

Envileció todos los hombres de su Partido, sin amar a ninguno; sintiendo por todos ellos, un desdén que era un insulto.
José María Vargas Vila, escribiendo sobre Rafael Núñez.


CONTENIDO


• Jaime Ucrós García, caudillo Liberal. Delimiro Moreno.
• La historia en cenizas, Edgar Bastidas Urresti.
• Ciudades imprevisibles, Eduardo Durán Gómez.
• Una pirámide en el siglo XIX. “El arte de la estafa”, Rosana Torres.
• Sin humo blanco, Lucía Valdés.
• Damnificados de represas denuncian modelo energético, Ecoportal. Atención afectados con Urrá II (Córdoba) y el Quimbo (Huila).
• Las cuestiones morales en la crisis global, Editorial La Nación, Buenos Aires.
• Trasparencia, por favor. Ramón Elejalde.
• No hay rescate para los más golpeados. Amy Goodman.
• Con la misma vara que mides, Juan Manuel López Caballero.
• Política monetaria en acción, Mauricio Cabrera Galvis.
• El remedo anticíclico, Amylkar Acosta Medina.
• No más capitalismo, Octavio Quintero.
• El alcance de la inconstitucionalidad del estado de conmoción interior de 2008, Luis Gilberto Ortegón Ortegón.
• Cavilaciones en la crisis, César González Muñoz.





Jaime Ucrós García, caudillo liberal

Delimiro Moreno
El 17 de abril de 1991 –hace apenas 18 años-, falleció en Bogotá Jaime Ucrós García, el último caudillo popular liberal del Huila, cuya memoria, por ese fenómeno del “presentismo” de las actuales generaciones, empieza a desdibujarse entre su pueblo, inclusive entre sus aficionados a la historia que parecen olvidar su nombre cuando escriben sobre los sucesos políticos en los cuales jugó papel esencial.
Siempre a la cabeza
Y es injusto. Ucrós García fue uno de los jefes políticos más verticales del Huila en toda su historia, durante su época de líder indiscutible de su sector, el Movimiento Revolucionario Liberal, MRL. Entonces, no declinó su responsabilidad de jefe máximo departamental ni en los momentos de poner su nombre en las listas parlamentarias, en las cuales siempre exigió el primer puesto. Por eso, su presencia en el Congreso en ese importante periodo de nuestra historia fue intermitente, cuando la Cámara de Representantes se renovaba cada dos años, mientras el periodo del Senado cubría los cuatro de la presidencia de la República, porque cada cuatrienio aspiraba a la Cámara Alta y era derrotado por los candidatos liberales oficialistas, quienes gracias a la ley de arrastre de los “feudos podridos” se llevaban los dos renglones de ese partido en el Senado, gracias a su votación mayoritaria, que no le alcanzaba, sin embargo, sino para un representante, mientras apenas un emerrelista aseguraba la curul en la Cámara, porque la diferencia era mínima. Así el MRL, con casi la mitad del electorado, nunca tuvo senador, mientras que sus representantes fueron: en 1960, Jaime Ucrós; en 1962, Carlos Vargas Villalba; en 1964, de nuevo Jaime Ucrós; en 1966, Diego Omar Muñoz Piedrahíta y en 1970 Fabio Arce Luna.
Un líder por naturaleza y un idealista
Un sólido carácter, no vacilaba en exponer su criterio independiente sobre todas las cosas, aún a riesgo de sufrir graves consecuencias, las cuales nunca eludió. Como combatiente periodístico, en la dirección de su radioperiódico IMPACTO asumió siempre la responsabilidad de lo allí escrito por sus colaboradores y amigos, con los cuales siempre fue solidario.
El ex presidente Alfonso López Michelsen, en una semblanza para su biografía, señala: “fue un idealista tallado en la misma madera de los próceres, luchadores de imposibles. Nada para él era inalcanzable, a pesar de haber tenido una vida muy difícil desde la infancia”.
“Ucrós, - dice Fabio Arce Luna, quien formó parte de su brillante equipo inicial pero tendría luego serios enfrentamientos con él-, era por principio un combatiente, un líder por naturaleza. Feroz orador cuando quería. Gallardo, con una falla propia de los grandes líderes: no era estratega. Era un toro, que se lanzaba y se golpeaba contra la pared, porque no quería cambiar de dirección, por lo cual cometió muchos errores que le causaron a su movimiento mucho daño, porque hubiéramos podido obtener muchísimos más éxitos como grupo, si su falta de estrategia, y otros ingredientes individuales de los amigos que lo rodearon en la parte final de su lucha política, lo hubiera permitido”.
Un batallador
Guillermo Plazas Alcid, durante mucho tiempo su principal opositor político en el Huila, lo describe ahora así:
“Jaime Ucrós por tradición familiar era un aristócrata, y como tal se comportaba cuando así lo requerían las circunstancias. Luchador nato. Impulsivo, vehemente, temerario y valeroso. En el escenario público se desempeñaba espectacularmente. Su figura, su voz, su accionar, y esa original manera de expresarse lo hacían muy singular. Tenía rapidez y agudeza mental. Como los líquidos que toman la forma del recipiente que los contiene, así Ucrós asumía el talante que el escenario le demandaba. En el Club: un caballero. En el templo: un devoto. En la tribuna: un líder. En la taberna: un bohemio. En el foro: ágil y corrosivo polemista. En la barriada, agitador, populista, incendiario, casi irresponsable. En el parlamento: beligerante, frentero. Jaime Ucrós como el cazador de casta luchaba hasta la fatiga por alcanzar su presa. Una vez alcanzada, poco o nada le interesaba. Jaime Ucrós, que le gustaba vivir bien, elegantemente, y hasta con refinamiento, era al mismo tiempo desinteresado, con un desinterés medianero de la despreocupación, su afán no trascendía el aquí y el ahora. Lo demás, todo lo demás, lo tenía sin cuidado. En la batalla, exigía el primer puesto, el puesto de riesgo, de peligro. Con idéntica arrogancia desafiaba la victoria y la derrota. Ambas lo fascinaban. Muy poco o nada distinguía entre una y otra. A él, a la hora de la verdad, no le interesaba ganar o perder. Le interesaba batallar, combatir. “Tallar”, como decía. Era condotiero de sí mismo, de su propia pasión de luchador.”
El gobernante
Al culminar su tarea política de “lopista” con la elección de su líder Alfonso López Michelsen como presidente de la República, tampoco corrió a pedir los favores del nuevo mandatario y sólo dos años después de esa elección aceptó la gobernación de su Departamento, solicitada por sus fieles huestes aún en contra de su opinión.
Buen opositor, mal gobiernista, aunque buen gobernante; pierde su cauda electoral cuando se podría suponer que la iba a superar. A regañadientes, continúa a pesar de todo en la brega política, aún de subalterno o suplente de quienes no estaban a su altura, aunque en los últimos años prefiere el trabajo por la extraordinaria obra social que se impuso como un servicio al pueblo que con tanto entusiasmo lo acompañó: la Clínica de la Madre y el Niño, de la “Fundación Julita Barrós de Ucrós”, con la cual honró a su fiel esposa, que le sobrevivió pocos años. La clínica sigue pregonando con su acción permanente el objetivo principal de esa vida: el servicio a sus semejantes; y es ella, la Clínica, más importante para el servicio de la comunidad, y en especial de las clases pobres, que todas las tejas de zinc, los auxilios y los puestos distribuidos por los demás políticos a cambio de votos a lo largo de su vida.
Amigos incondicionales y enemigos radicales
Jaime Ucrós García, como todas las personalidades fuertes, tuvo amigos incondicionales y enemigos radicales. Aquellos lo ensalzaron y aún lo elogian hasta la exageración. Estos, le niegan su valor con el solo argumento de que, como Rojas Garrido, abusaba del licor más de lo que cierta hipócrita sociedad tolera, y por ello no pasaba de ser “un borrachito”, y no se detienen a mirar sus dotes de líder popular y de gobernante.
Habrá que mirarlo como fue: nada menos que todo un hombre, con virtudes y defectos, por supuesto, los cuales forman una subyugante personalidad.
Una vida para la política
Jaime Ucrós García fue concejal por varios periodos de Neiva y la mayoría de los municipios del Huila; nunca fue diputado, sin embargo, pero sí representante a la Cámara y vicepresidente de esa corporación; senador, delegado del Congreso de Colombia a las reuniones de los congresos latinoamericano y mundial; miembro de la Dirección Nacional del MRL; embajador de Colombia en Panamá; delegado de Colombia a la VII reunión anual del Congreso Interamericano Económico y Social (CIES); embajador de Colombia ante las Naciones Unidas, ante una de cuyas plenarias llevó la palabra para fijar la política internacional colombiana; observador de Colombia ante la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Panamá en 1973; miembro de la Comisión Asesora del Ministerio de Relaciones Exteriores y de la Junta Nacional de Caminos Vecinales.
En la violencia
Hoy, queremos resaltar una época deficientemente conocida por las nuevas generaciones: la violencia de 1947 a 1957, que llegó a extremos tales en el Huila que 1954 presentaba el mayor índice de homicidios en el país, con 50.9 por mil, superando a departamentos de tradición más violenta.
Ucrós fue una de las primeras víctimas de esa violencia pues fue alguna vez detenido, a principios de 1953, por un sargento que era alcalde militar de Algeciras, acusado de subversivo. Después de darle a él y a un compañero suyo, un señor Cabrera, una tremenda paliza, las dos víctimas tuvieron la suerte de que ese día visitara la población el segundo comandante del Batallón Tenerife, el entonces mayor Armando Vanegas, amigo de Ucrós, quien, al enterarse de que lo tenían preso y lo habían golpeado, ordenó su libertad inmediata.
El asesinato de Luis Borrero Durán
En el ambiente general de terror que se vivió en esa época, como consecuencia del cual aumentó la población de Neiva con cientos de desplazados y empezó a convertir la somnolienta aldea colonial en un pueblo grande, cae, en uno de esos asesinatos “ejemplarizantes” de ese tiempo, Luis Borrero Durán, un hombre alejado de la política, casado con una dama conservadora, bueno como el pan, dedicado solo a su trabajo, familiar de Jaime Ucrós García, como que era hijo de Delfín Borrero Durán, tío de su madre Clotilde, y por lo tanto primo hermano de ella.
Y miles de otros con él, como escribe Augusto Ángel Santacoloma: “A la vuelta del camino cayó asesinado un gallardo caballero neivano: Luis Borrero. En las calles de Baraya Floro Calderón, sencillo, sonriente, de buena estirpe huilense. En Palermo Paco Collazos, el periodista nocherniego y bohemio, de magnánima inteligencia y corazón puro. En San Luis, el honorable señor Donato Ramírez y cuatro de sus hijos, muchachos de un valor temerario. En Garzón, el profesor Santiago Marroquín, hombre de paz, educador benemérito y un niño hijo suyo, que, con amor filial digno de Antígone, se prendió veloz al cuello del padre para protegerlo, a fin de que el arma lo hiriese a él en su lugar. Hasta que por montes, riscos y llanos, el pueblo escarnecido, compelido por la criminosa persecución, buscó refugio y formó las guerrillas, que lucharon homéricamente, con sus machetes y escopetas de mostacilla, por la manumisión de la patria”.
El 20 de septiembre de 1953 Luis Borrero Durán regresaba de su finca de Aipe, en un campero, acompañado de su esposa Gabriela Leiva, hija del dirigente conservador José Domingo Leiva. Al paso por el estadero “El Paraíso”, donde libaba un grupo de individuos conocidos como los actores de la violencia oficial contra los liberales, uno de ellos inopinadamente y acaso sin saber muy bien quien iba a bordo, disparó sobre el "jeep" hiriendo gravemente a Luis Borrero. Su esposa asumió valerosamente la conducción del vehículo, pero no alcanzó a llevarlo a Neiva con vida. El crimen pareció quedar impune como la absoluta mayoría de los cometidos en ese tiempo, pero, animado por el valor de la viuda que nunca renunció a obtener justicia, Jaime Ucrós García asumió su investigación y logró demostrar que las balas causantes de la muerte de Luis Borrero habían sido disparadas por Marcos Ruiz, una de las personas que se encontraban en el estadero, quien gozaba de especial protección de las autoridades conservadoras como líder de los violentos. Con un coraje extraordinario, sin tener en cuenta el peligro que para su misma vida entrañaba su acción, a pesar de las amenazas, logró que se abriera el juicio por el asesinato de Luis Borrero y pidió se dictara auto de detención contra Marcos Ruiz, lo que en efecto hizo el juez Superior de Neiva, Jorge Durán Cabrera.
Avanzada la investigación por la tenacidad de Ucrós, se fijó audiencia pública para el 15 de agosto de 1959, ahora en pleno régimen de Frente Nacional, audiencia que fue presidida por el nuevo Juez Superior, Reynaldo Polanía Polanía. Como abogado defensor del acusado actuaba Jesús María Vargas Silva y como fiscal Augusto Paredes Tamayo, mientras Ucrós García se convertía en “parte civil” acusadora.
El juicio, por el hecho de ser uno de los primeros en procura de castigar delitos cometidos durante la violencia, aunque en su origen no pareciera ser de carácter estrictamente político, se convirtió en el acontecimiento más importante de la ciudad y el departamento. De Campoalegre, donde Ucrós tenía ya poderosa cauda política y se dedicaba al cultivo del arroz, llegaron a Neiva decenas de liberales, y de los barrios de la ciudad acudían también las multitudes para asistir al primer juicio organizado contra los violentos, programado por el juez Polanía para las ocho de la noche con el fin de que la gente pudiera asistir.
En algún momento, el juez tuvo que llamar en su apoyo a la policía, pues el debate alcanzó altos niveles de enfrentamiento. En uno de estos, Ucrós calificó al fiscal Augusto Paredes Tamayo, unido a la defensa para pedir la absolución del acusado, como el “Defensor No. 2”, y éste, acorralado por la oratoria y las pruebas de Ucrós y la presencia de las masas liberales, dijo que las barras eran “sucias”, lo que provocó airada reacción de éstas que intentaron linchar al fiscal, quien, atemorizado, debió acudir a la protección del juez para no ser agredido.
La audiencia terminó el 9 de septiembre con la condena del acusado, quien a pesar de que apeló y el negocio llegó hasta casación en la Corte, tuvo que pagar su pena inclusive en la famosa colonia de Gorgona.
El Frente Nacional, el MRL e Impacto
Este éxito profesional, lanzó a Ucrós García a la arena política departamental con méritos propios y fue el comienzo de su agitado periplo político que lo llevó a fundar en el Huila el Movimiento Revolucionario Liberal (MRL). Fue esa la más brillante época de su vida política, al frente del primer movimiento alternativo opuesto a las instituciones impuestas por del Frente Nacional, triunfante desde el 10 de mayo de 1957, cuando con el nombre de Frente Civil derribó la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla, con la promesa de devolverle la paz a Colombia.
Con la pretensión de que el único fundamento de la violencia que azotaba a Colombia desde 1947 era el enfrentamiento partidista que le dio origen, los líderes conservadores y liberales del Frente Nacional creyeron obtener la paz definitiva pactando la paridad política en la burocracia (la mitad de los cargos públicos para los liberales y la mitad para los conservadores) y la alternación, agregada después de los pactos de Sitges y Benidorm y no contemplada en el plebiscito de 1957, para permitir el lanzamiento de la candidatura liberal de Alberto Lleras Camargo en lugar de la conservadora de Guillermo León Valencia, vetada por Laureano Gómez, y la cual fue, como señaló Darío Echandía, una especie de paridad en el tiempo en la jefatura del Estado. Esa pretensión desconocía el hecho protuberante de que las dictaduras civiles y militar conservadoras de los últimos doce años (1946-1958) no sólo habían implantado un régimen partidista minoritario, sino que habían truncado un proceso revolucionario de cambios sociales iniciado por el liberalismo en 1930. Alfonso López Michelsen y el grupo que inició la publicación del semanario La Calle vieron bien que la coalición liberal-conservadora excluyente en lo político y enemiga de las reformas sociales y económicas reclamadas por el pueblo desde hacía muchos años, no era la respuesta adecuada a los reclamos populares. Y con base en un documento político producido por López desde su exilio en México en el que denunciaba como antidemocrática la alternación y absurdo el sistema bipartidista que excluía de la vida nacional a todas las tendencias que no estuvieran matriculadas en los dos partidos tradicionales, inició el que, primero, en la Convención de 1959 en el Teatro California de Bogotá se llamaría Movimiento de Recuperación Liberal (MRL), cuya letra “R”, al influjo de la revolución cubana, se convirtió en símbolo de Revolucionario, por decisión de la Convención de Girardot de mayo de 1960. La plataforma de ese Movimiento Revolucionario Liberal, expresada en el llamado Plan de Enero (Salud, Educación, Techo, Tierra y Trabajo, SETT) aprobado en la Convención del Teatro El Búho, encontró rápida audiencia en los sectores populares del liberalismo y en los más amplios estamentos sociales que querían retomar el hilo perdido de la Revolución en Marcha, iniciada por el liberalismo en los años 30 bajo la conducción de Alfonso López Pumarejo, padre del nuevo líder.
Desde sus primeros días, Ucrós tomó abierto partido por el sector del periódico “La Calle”, entre cuyos fundadores, en 1958, se encontró como su representante en Neiva y, lopista de ancestro, como su tío Joaquín García Borrero, con quien hizo sus primeras armas políticas, no vaciló en apoyar al “Compañero Jefe” Alfonso López Michelsen en sus planteamientos contra la alternación y la paridad.
El equipo admirable
Rodeado del más notable equipo joven que político alguno hubiera ostentado en el Huila, entre los mejores amigos de Ucrós se encontraron desde un comienzo las más distinguidas figuras nuevas del Departamento: Carlos Vargas Villalba, Diego Omar Muñoz Piedrahíta, Fabio Arce Luna, Gentil Quintero Luna, Rodrigo Lara Bonilla, Raúl Trujillo Trujillo, Rubén Ordóñez Ortega, Gerardo Murcia, Álvaro Prada, Augusto Muñoz Valderrama, Teófilo González Medina, José Vicente Ortiz Salas, Gabriel Calderón Molina, Jesús “Chucho” Narváez, Carlos Suárez Fajardo, Ovidio Bautista, Miguel S. Cortés, Humberto Perdomo Charry, Nereo Burbano, Luis Ernesto Luna... y un largo etcétera.
Con ese equipo, además y con la colaboración de quien esto escribe, fundó el radioperiódico Impacto, que logró la más amplia sintonía que programa radial informativo alguno ha tenido en el Departamento, y con él libró la batalla contra el Frente Nacional y llegó a la gobernación del Huila para desarrollar una fructífera tarea administrativa. Luego, continuó en la política sin mucho éxito y murió, como inicialmente dijimos, el 17 de abril de 1991.

Hoy, con estos deshilvanados recuerdos, más ampliamente tratados en la biografía que de él publicamos hace nueve años, le rendimos el homenaje que su recia personalidad merece.

LA HISTORIA EN CENIZAS

Édgar Bastidas Urresty, e-mail:edgarbastidas@hotmail.com
La grave noticia de la caída del edificio de seis pisos en Colonia, Alemania, que albergaba los archivos históricos casi pasó desapercibida en los medios, como si se tratara de un suceso común, sin importancia.
Para el diario Le Monde de París, del 8 de marzo, que registra y comenta el hecho, y acompaña una fotografía de las ruinas del edificio, la destrucción de los archivos históricos recuerda los autos de fe de los tribunales de la Inquisición que castigaban públicamente a los penitenciados, o los bombardeos del fin de la segunda guerra mundial.
La pérdida de los archivos por la destrucción y el incendio son enormes y aún no se pueden cuantificar, pero se sabe que han sido reducidas a cenizas, por ejemplo, las cartas de Marx quien en El Capital, en el siglo XIX, predijo la crisis económica y financiera del capitalismo, libro que se está reeditando y valorando tanto que se habla de la resurrección de Marx.
Se quemaron las cartas de Hegel, profesor de Marx en la universidad de Berlín, a quien equivocadamente se atribuye haber vaticinado el triunfo del Capitalismo y el fin de la historia. Se perdieron los manuscritos del compositor Jacques Offenbach y de Napoleón.
Según el comentario, lo que más ha afectado la sensibilidad de los alemanes, dada su popularidad es la pérdida de los archivos privados del escritor alemán Heinrich Böll, premio Nóbel en 1972.
Böll, (1917-1985), escribió entre otros libros El tren llegó puntual (1949), Casa sin amo (1954), Opiniones de un payaso, El honor perdido de Katharina Blum (1975), novela que muestra el control social que se ejerce sobre la vida privada y las libertades de la mujer en Alemania, de Katharina en la novela, que fue adaptada al cine.
Böll, escritor alemán nacido en Colonia, de 57 años, de gran contextura física, cabellos negros y bigotes poblados, aparece al lado de su colega soviético Solzhenitsin en una fotografía a color tomada en Frankfurt en 1974.
En el accidente, se han destruido centenares de cajas que contenían manuscritos inéditos y 80.000 cartas que Böll había escrito a su mujer Anamaría. Los papeles, que no estaban digitados ni microfilmados habían sido comprados por 800.000 euros y presentados por los Archivos hace tres semanas.
La única consolación, según la nota de prensa, es que en las obras completas de Böll, y que aparecerán el año próximo en 27 tomos, se utilizaron los originales desaparecidos.
La obra de Böll se caracteriza por su visión crítica sobre la sociedad alemana posterior a la segunda guerra mundial en la que se mezclan elementos católicos y de la filosofía del absurdo.
Si se observa la magnitud de la destrucción de los archivos del escritor alemán, “es difícil no soñar, ironía de la historia, que una gran parte de la inmensa obra de Böll, transfiguración católica del malestar alemán ordinario salido de los descombros de la guerra, es la encarnación más típica de lo que se ha llamado la Trümmerliteratur, es decir, la “literatura en ruinas”, según el comentario final.


Ciudades-imprevisibles

Eduardo Durán Gómez.
Imprevisible es lo que no se prevé, lo que se pasa por alto, lo que no se advierte, lo que no se vislumbra y lo que no se insinúa, presiente, vaticina o pronostica. Todo se deja pasar por alto y por eso se presentan los colapsos, los caos, el desorden y desde luego también, la tragedia.
Este escenario es el que presentan hoy en día las ciudades en Colombia: vivieron una prosperidad económica en los últimos años que les permitió crecer, ensanchar sus posibilidades, ampliar su horizonte, hacer toda clase de inversiones para poder emplear los recursos de más que ofrecía la bonanza, pero lo hicieron sin el ojo avizor que indicara el camino correcto y que evitara el desorden que condujera al trauma.
El resultado que tenemos y del cual dan cuenta todos los medios de información y de percepción, es que las ciudades en Colombia se nos volvieron inmanejables, catastróficas, en donde la característica es el desorden y la falta de todo juicio en su conducción.
Los vehículos se multiplican y las vías se adelgazan; el comercio crece y se toma las viviendas, los andenes, las calles, los semáforos y todo lo que brinde un espacio. Los parques no se mantienen ni se incrementan y la superpoblación los pisotea y los acaba. Las basuras pululan y la informalidad se esparce. Las normas de expansión no aparecen y cada cual construye como se le da la gana, atropellando el espacio y al ciudadano. La cultura y el buen comportamiento no se robustecen y lo vulgo y ofensivo se impone.
La solución tiene que ir enmarcada en tres conceptos básicos: Decisión política para generar actitud frente a los problemas, planeación para avizorar el mañana y diseñar lo previsible frente a lo que se ve venir y, autoridad para imponer a tiempo las medidas que se diseñen dentro de los respectivos parámetros.
Si las cosas no operan así, lo que surge es la irresponsabilidad y la condena al ciudadano para que viva entre el caos. Frente a ello, está el doloroso proceso de acabar con lo que se ha logrado y de borrar de un plumazo los sueños de las gentes de bien que siempre piensan en vivir mejores días con la ayuda de todo lo que tienen que aportar de su bolsillo para que las soluciones afloren y de los que eligieron con su voto para que cumplan con su responsabilidad histórica.

Los gobernantes y los ciudadanos son al fin y al cabo los que eligen qué es lo que quieren dentro de su hábitat: si vivir la experiencia de los que hicieron las cosas mejor o de padecer el desastre de aquellos que transitaron por el sendero de lo incierto y de lo caótico.
Una pirámide en el siglo XIX.
El arte de la estafa

ROSANA TORRES 22/03/2009, El País, Madrid. Colaboración enviada por el Dr. Néstor Hernando Parra Escobar.
La historia financiera del mundo contemporáneo sitúa a Doña Baldomera, hija de Mariano José de Larra, como la fundadora y creadora del fraude piramidal en los años setenta del siglo XIX.
El martes 24 de marzo hará dos siglos del nacimiento de Mariano José de Larra. La herencia de Fígaro, su más popular seudónimo, no se limita a sus escritos o a su pensamiento progresista. Su hija, Baldomera Larra Wetoret, también tuvo fama, quizás más que su padre, debido a una rocambolesca y piramidal historia de ingeniería financiera.
Pase que de manera cíclica surjan teorías que apuntan a que América no fue descubierta por los españoles, que Don Juan no tiene su origen en la literatura de Tirso de Molina y Juan de la Cueva y, lo que es más sangrante, que Cervantes no era español. Pero lo que no es de recibo, es que pretendan robarle el mérito a Doña Baldomera de ser la auténtica inventora del timo piramidal, lo que la convierte en la primera estafadora moderna de la historia. Y no es poco teniendo en cuenta que era mujer y su negocio funcionó en la década de los setenta, pero del siglo XIX.
El reconocido escritor Juan Eduardo Zúñiga, uno de los mayores conocedores de la vida y obra de Fígaro, estuvo preparando durante años una biografía sobre él que no pudo abordar solo. De aquella inmersión nació Flores de plomo (editorial Alfaguara), que la crítica ensalzó sin ambages y que gira en torno a situaciones y personajes que rodearon a Larra los días anteriores a su suicidio. Zúñiga también está al tanto de las andanzas de la hija de su investigado. La trata como de la familia, apeándole el doña y dejándola en un simple Baldomera. "La vida de ella y sus hermanos es muy tangencial, apenas convivieron con el padre, y no hay ningún estudio en profundidad sobre ella, quizás porque no lo requiere. Su madre, que era un poco simple y se decía que no tenía muchas luces, al enviudar recurrió a la propia reina para solicitar ayuda", dice de Josefa Wetoret, que pudo meter a su hijo en las escuelas pías y dejó a las dos chicas con ella. "Hicieron buenas bodas ya que eran atractivas y elegantes", cuenta Zúñiga.
Doña Baldomera casose con Carlos de Montemayor, médico de la Casa Real. Y su hermana Adela, que también hizo buena boda, tuvo más de un porqué con el mismísimo rey Amadeo de Saboya. Cuando el marido de Baldomera, afrancesado él, se quedó desplazado cuando el rey salió por patas en 1873 y llegó Alfonso XII, terminó yéndose a por tabaco a Cuba y dejó a Baldomera e hijos en situación harto precaria. Ella tuvo que acudir a prestamistas a los que pagaba un interés muy grande. Todo hace suponer que fue ahí cuando le vino la idea e inició sus operaciones prometiendo al que le dejaba una onza de oro que en un mes la devolvería duplicada.
Cumplió y se corrió la voz por Madrid. Cada vez atraía a más clientes y terminó fundando La caja de imposiciones, frente a la cual se formaban largas colas, primero en la calle de la Greda (hoy Los Madrazo), después en la plaza de la Cebada; y cuando el negocio fue boyante, en la plaza de la Paja (donde estuvo el teatro España). Operaba a la vista de todos pagando un 30% mensual, con el dinero que le daban los nuevos impositores. Se dijo que llegó a recaudar 22 millones de reales y Zúñiga cifra los afectados en 5.000. Su fama trascendió fronteras como lo demuestran periódicos de entonces como Le Figaro de Paris y L'Independance Belge de Bruselas.
Su método es el origen de los esquemas de Ponzi (1920), quien tras salir de la cárcel se convirtió en asesor financiero de Mussolini y al que muchos le atribuyen, doblemente equivocados, ser el primero en este tipo de estafas piramidales cuando la pionera es mujer y española, y en cualquier caso William Miller ya hizo una estafa piramidal en 1899. Se conocen otros casos como Gescartera (2001), Patrick Bennett (1996), Haligiannis (2005), Sofico (1974), Fidecaya (1982), Banesto (1993) o el reciente entramado de Madoff, entre otros.
Pero hay que dejar claro que la primera fue Doña Baldomera, a la que sus muchos agradecidos llamaron la madre de los pobres, aunque su apodo más popular era La Patillas por dos extraños tirabuzones que lucía pegados a las orejas. Cuentan que cuando se le preguntaba en qué consistía su negocio ella se limitaba a contestar: "Es tan simple como el huevo de Colón". Si le preguntaba cuál era la garantía de la Caja de imposiciones en caso de quiebra, contestaba impertérrita: "¿Garantía?, una sola: el viaducto", que precisamente desde entonces es elegido por suicidas para llevar a cabo su último acto.
La quiebra sobrevino en diciembre de 1876 cuando ella desapareció, con todo el dinero que pudo. Valle-Inclán en uno de sus últimos capítulos de El ruedo ibérico la sitúa huyendo en un barco, rumbo a Inglaterra, en el que también viajaba la gran leyenda de la anarquía: Mijail Bakunin.
A partir de ahí alcanzó su momento de gloria. Dos años después se tuvo noticias de que vivía bajo falsa identidad en Auteuil (Francia). El juez encargado del caso solicitó su detención y extradición, cosa que se hizo. Se celebró un juicio y esgrimió en su defensa que se fue porque terminó con menos ingresos que pagos por culpa de la guerra que le hizo la prensa.
La sentencia se publicó en la portada de El Imparcial y de La Época el 26 de mayo de 1879. Y como las mujeres malas siempre van a la cárcel se la condenó, a sus 42 años, a seis años de prisión. A su colaborador se le absolvió. A ella poco después, parece ser que gracias a una campaña de apoyo en la que firmaron desde gente sencilla hasta grandes aristócratas. Muestra de su popularidad son las canciones El gran camelo y Doña Baldomera.
Lo que pasó realmente tras su salida de la cárcel se pierde entre muchas versiones. Que vivió con su hermano Luis Mariano; que se fue a Cuba con su marido y cuando éste murió regresó a casa de su hermano transformada en "la tía Antonia"; que se fue a Buenos Aires donde murió a comienzos del siglo XX. Según Zúñiga, el hijo mayor de Larra, Luis, libretista de zarzuela, no quería que le relacionaran con el padre ni con las dos hermanas: "Debía tener miedo por el suicidio del padre, el devaneo de la hermana mayor con Amadeo y las estafas de Baldomera", comenta el autor de Largo noviembre de Madrid.
El inolvidable cronista Luis Carandel definió en EL PAÍS en 2001 a Doña Baldomera como "la primera gescarterista de la historia financiera".


Sin humo blanco

Al freno de la apertura de nuevas tiendas Juan Valdez se suma la incertidumbre sobre la propuesta del gerente de la colombiana Federación de Cafeteros de comprar acciones de la multinacional Starbucks.
Lucía Valdés, Revista América Economía, No. 372.
Tragos agridulces han tenido que pasar los caficultores colombianos este año. Primero fue una caricatura publicada en enero pasado en los principales diarios norteamericanos, que relacionaba al reconocido suave con el crimen organizado. Luego el duro invierno que continúa azotando a las principales zonas productoras del grano, como el Valle y Risaralda. Otro obstáculo ha sido el crédito apretado debido a las altas tasas de interés, que ha obligado a la Federación Nacional de Cafeteros, gremio que aglutina a los cultivadores locales, a suscribir con el gobierno un acuerdo de Política Cafetera hasta 2011. Dicho convenio contempla la entrega de apoyos financieros dirigidos a programas que permitan mejorar la competitividad y el ingreso del caficultor, y a promover la producción de cafés especiales, que son los que mayores ingresos les reportan.
Para rebosar la copa, un estudio reciente revela que Colombia no está consumiendo tanto café como correspondería a su calidad de tercer productor mundial de café y que los colombianos apenas toman al día en promedio 2,9 tazas de café, cifra similar a la que se registraba en 1994 y mucho menor a la de 1997, cuando el consumo llegaba a 3,4 tazas de café por cabeza.
Pero lo más complejo es que todavía no hay humo blanco sobre la propuesta lanzada a finales de noviembre pasado por parte de Gabriel Silva, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, de comprar, junto a otros productores como Brasil y Costa Rica, entre un seis y un siete por ciento de las acciones de la multinacional de tiendas de café Starbucks. El pasado 2 de febrero, Tim Sharrer, director de comercio y operaciones de la cadena internacional de café, anunció que por el momento no van a tener sucursales en Colombia. "Somos conscientes de que Colombia tiene un gran potencial para la venta al detalle de productos de café, pero, por ahora, no tenemos planeado incursionar en el país". ¿Las razones? Argumentan que cuando abren un mercado, se toman el tiempo necesario para tener el socio correcto y la licencia para desarrollar la marca.
Pero el gerente de la federación es optimista y sostiene que éste será un año "de crecimiento y desarrollo" para las 550.000 familias cafeteras, asegurado que la tasa de cambio es favorable gracias a la devaluación del peso colombiano, que a mediados de 2008 estaba en 1.600 pesos por dólar y ya se acerca a los 2.500 pesos.
Silva confirmó que el interés por Starbucks sigue vigente, pues "uno de los temas que más nos preocupan como representantes de un país productor de café de altísima calidad, es la tendencia de algunos actores de la industria a minimizar la importancia del origen del grano frente a los consumidores". Admite que el grano se ve inmerso en la "trampa de los commodities", puesto que el valor agregado derivado de la calidad inherente a un origen como Colombia es despreciado.
Desde su óptica, Starbucks ha centrado su modelo de negocio en la oferta de cafés de alta calidad en el mercado de Estados Unidos y ha contribuido a expandirlo en otros de manera muy importante. "Además, cuenta con una amplia red de distribución, que unida a las marcas Juan Valdez y Café de Colombia, puede traducirse en oportunidades de negocio muy interesantes". Para Silva son obvias las sinergias que pueden producirse gracias a esta compra. Por eso, aunque prudente sobre montos y formas de apalancamiento de la compra de títulos, insiste en que seguirán explorando la posibilidad de adquirir una participación accionaria en la compañía con sede en Seattle.
Lo que sí van a frenar los caficultores colombianos son las aperturas de nuevas tiendas Juan Valdez, tanto en el mercado local como en el de Estados Unidos. En este último país, en donde la crisis está teniendo mayor impacto, se concentrarán en el canal de supermercados. Por su parte, en España, país en el que los caficultores han sentido el impacto de la crisis sobre el negocio de las tiendas, "estaremos efectuando un análisis cuidadoso y revisando cada una de las tiendas que se abrieron el año pasado".
Los temores por las repercusiones de la crisis mundial y el clamor de muchos analistas que pidieron cautela en cuanto a los planes de expansión en 2009, han hecho que la federación desacelere la expansión. Para Sergio Clavijo, presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras, ANIF, se trata de una buena señal, pues en medio del replanteamiento de su negocio que están haciendo los competidores internacionales como el mismo Starbucks, considera que las tiendas Juan Valdez no podrían continuar creciendo al ritmo de 98% anual observado durante 2005-2008. Clavijo dice que es indudable que los desafíos de Procafecol, grupo que administra las tiendas, serán grandes frente a la coyuntura recesiva mundial antes señalada. "La ampliación de su red de tiendas debe hacerse cuidando su rentabilidad marginal, y su estrategia de posicionamiento en cafés premium ahora le será más exigente, dada la alta elasticidad precio de la demanda que ya ha experimentado Starbucks", confirma Clavijo.
Silva le da la razón admitiendo que por obvias razones la crisis financiera afecta los planes de expansión de las tiendas. "Si bien en Colombia no se espera un impacto tan fuerte, somos conscientes de que la economía nacional se verá afectada por una desaceleración que nos obliga a actuar con mayor cautela a la hora de tomar de decisiones de apertura de nuevas tiendas".
Después de varios años de crecimiento acelerado, las directivas del gremio se concentrarán en optimizar la operación de las 170 tiendas y consolidar la situación financiera de Procafecol.
Pero no en todos lados se aplicará la cautela. Los caficultores tienen el ojo puesto en países como Ecuador y Chile, donde continuarán con el programa de expansión planeado, aunque monitoreando continuamente las condiciones de la demanda. Por lo pronto, en Ecuador la insignia de Juan Valdez ha tenido una acogida excelente, traducida en las seis tiendas que se abrieron en los últimos meses del año pasado. El gerente de la federación de cafeteros dice que incluso sobrepasaron las proyecciones de ventas, razón por la cual continuarán con las aperturas establecidas dentro del plan de negocios. La pregunta ahora es: ¿sellarán los cafeteros su anhelada alianza con Starbucks y se romperá el mito del David colombiano y el Goliat gringo? En los próximos meses se conocerá la respuesta.


Atención para los afectados con Urrá II en Córdoba y El Quimbo en el Huila.
Damnificados por Represas
denuncian modelo energético


Ecoportal, 14-03-09,
El Movimiento de Damnificados por Represas (MAB, por sus siglas en portugués) realiza una serie de actividades de protesta en contra de la construcción de hidroeléctricas para celebrar el Día Internacional de Lucha contra las Represas, que se celebra el 14 de marzo. En todo el mundo, poblaciones damnificadas por represas denuncian el modelo energético que, históricamente, ha causado graves consecuencias sociales, económicas, culturales y ambientales.
"Queremos denunciar la falta de respeto por las familias afectadas por la construcción de represas, pero, además, queremos proponer alternativas para un desarrollo económico sustentable", afirma Orcélio Muniz, de la coordinación del Movimiento de los Damnificados por Represas. Una de las alternativas sería el reasentamiento digno de esas familias, con ambientes de trabajo y escuela para sus hijos, para que puedan de esta manera reconstruir sus vidas.
Datos de la Comisión Mundial de Represas, órgano ligado a las Naciones Unidas, revelan que, en el mundo, cerca de 80 millones de personas fueron damnificadas directa o indirectamente por la construcción de usinas hidroeléctricas. En Brasil, ya expulsaron a cerca de 1 millón de personas y más de 34 mil km² de hectáreas de tierras fueron cubiertas por los lagos reservorios.
"Nosotros nos posicionamos en contra de la construcción de hidroeléctricas, porque los lagos creados por las represas generan energía para generar lucro. Las comunidades locales quedan excluidas y tienen que modificar toda su vida a causa de esto. Y la población brasilera también sale perjudicada, pues Brasil, incluso produciendo una gran cantidad de energía hidroeléctrica, todavía tiene la quinta tarifa de energía eléctrica más cara del mundo", resalta Orcélio.
El MAB denuncia que los gobiernos y la justicia son extremadamente rápidos para dar licencias ambientales y realizar expropiaciones con el objetivo de construir represas. La entidad destaca que los últimos años estuvieron marcados por el avance de las grandes empresas nacionales y extranjeras en el control de las riquezas naturales, minerales, del agua, de las semillas, de los alimentos, del petróleo y de la energía eléctrica.
Los integrantes del movimiento realizan manifestaciones durante toda la semana y mañana se reúnen en asamblea. En Rondonia, desde el miércoles (11), cientos de ribereños damnificados por las represas del Río Madeira están acampados en Porto Velho/RO. Entre los puntos contenidos en la pauta de reivindicaciones, se encuentra la suspensión de las licencias que autorizan la construcción y funcionamiento de las usinas y penalización por los delitos ambientales que las empresas están cometiendo.
El MAB exige además la suspensión inmediata del proceso de privatización del Río Madeira y de la energía y que todas las personas tengan acceso al Río Madeira y a los lagos sin amenazas, sin persecución y sin costos. Quieren la disminución en los precios de la energía eléctrica, con exención de pago hasta 100 kwh/mes para todas las familias, y que el precio de lo que se consuma por encima de los 100 Kwh/mes esté basado en el costo real de producción, así como la suspensión inmediata de los subsidios a los grandes consumidores de energía eléctrica, en particular a las industrias electrointensivas/exportadoras. www.ecoportal.net
Traducción: Daniel Barrantes - Adital www.adital.com.br

Las cuestiones morales en la crisis global


Existe un cúmulo de comportamientos que gobiernos, empresas e individuos deberán corregir para no trastabillar otra vez
Editorial La Nación, Buenos Aires, marzo 23 de 2009.
La profundidad y la extensión casi universal que ha alcanzado la crisis económica y financiera la hacen ya equiparable a la crisis del 30. Sus alcances aún no están definidos y los remedios aplicados en grandes dosis en los países desarrollados parecen no lograr todavía el efecto deseado.
El curso de las medidas adoptadas por los gobiernos y bancos centrales han respondido, en general, a la interpretación keynesiana del ciclo económico. Frente a la recesión y al desplome de los mercados accionarios y de los bancos, se instrumentaron con celeridad aportes gubernamentales en préstamos y capitalizaciones, reducciones de las tasas de interés, absorción de carteras morosas y ampliaciones en los programas de inversión pública.
La utilización para esos fines de fondos presupuestarios, que surgen del dinero de los contribuyentes, puso de inmediato en la discusión pública la cuestión del riesgo moral.
¿Por qué razón quienes no son culpables de lo ocurrido deben contribuir al salvataje de bancos, de compañías de seguros o grandes empresas? Si existen leyes específicas de concursos y quiebras, ¿no sería éste el mecanismo apropiado para que las consecuencias fueran absorbidas por los accionistas y acreedores de esas compañías que ahora necesitan ayuda?
La respuesta de los gobiernos es que si no se instrumentan estas ayudas habría un daño sistémico de proporciones aún mayores, con una pérdida masiva de empleos e incalculables daños sociales. La razón es válida y parece haber sido aceptada por todos los gobiernos, cualesquiera sean sus posiciones políticas o ideológicas. Algunas excepciones (dejar caer a Lehman Brothers) pusieron en evidencia, por sus consecuencias sobre el resto del sistema financiero mundial, que la teoría del caiga quien caiga, como la de la destrucción creativa del capitalismo expuesta por Schumpeter, implica riesgos de una magnitud que ningún gobernante está dispuesto a correr.
Sin embargo, es válido preguntarse si no hubo culpas identificables en banqueros, empresarios o funcionarios, sobre los cuales debiera caer alguna penalización. La cuestión y el contraste han sido más evidentes en los casos concretos del pago de millonarios bonus a directivos o gerentes de diversas entidades financieras que recibieron ayuda oficial. Un caso paradigmático fue el del arribo a Washington en jets privados de los presidentes de las empresas automotrices, que venían a solicitar la ayuda que les permitiera eludir la bancarrota. Probablemente ni los bonus ni el uso de jets fueran objetables moralmente en circunstancias normales. La objeción moral es que esos directivos no fueron capaces de percibir las circunstancias que los rodeaban y considerar los comprensibles sentimientos del ciudadano común frente a esos comportamientos. El presidente Obama actuó rápido y equilibradamente frente a esos deslices.
Se han oído en estos meses muchas voces de sectores muy críticos de la economía de mercado que ven en la crisis el fracaso y la caída del capitalismo. La presidenta de la República no se ha excluido de esa visión en el intento de destacar por contraste las bondades del modelo aplicado en la Argentina desde 2003. Sin entrar en esta cuestión de política doméstica, observamos que en el mundo hoy se discute cómo deberá evitarse en el futuro la repetición de burbujas y crisis con regulaciones y políticas adecuadas, pero no se cree que el socialismo y el colectivismo sean la solución. El Muro de Berlín, los gulag, Cuba o Corea del Norte son pruebas palpables de la incompatibilidad de esos modelos con la democracia y con las libertades políticas. El avance del chavismo frente a estas libertades, en su búsqueda del socialismo en Venezuela, expone al extremo del ridículo la efusiva alegría de un dictador que cree ver hoy la derrota del capitalismo.
Es justamente un análisis equilibrado y racional el que no sólo debe llevar al mundo a corregir las fallas que ha creado esta crisis, sino abarcar las cuestiones de orden moral sobre las que haya que hacer un examen de conciencia. La búsqueda del lucro no es inmoral y permite la innovación, así como la inversión y la creación de riqueza, pero siempre que no se constituya en un objetivo excluyente o se logre abusando de posiciones dominantes de mercado. La especulación es un instrumento beneficioso para amortiguar los ciclos de precios, pero siempre que no se intente destruir la capacidad productiva de competidores más pequeños. Las colocaciones de dinero en bancos o en bonos no son socialmente objetables, ya que permiten canalizar los ahorros individuales hacia las empresas que hacen inversiones en ampliaciones o tecnología. La cuestión moral puede plantearse en todo caso en quien recibe el dinero pactando condiciones que debiera saber que no podrá cumplir o en el que presta asumiendo un riesgo excesivo que no hace conocer a sus depositantes o inversores.
El aumento sostenido, pero artificial del precio de las propiedades llevó a otorgar masivamente créditos hipotecarios con garantías que, tarde o temprano, podían resultar insuficientes. Estas carteras se incorporaban a fideicomisos que emitían bonos, que eran a su vez colocados con calificaciones generosas, en bancos, fondos o individuos. El alto riesgo de cobro de los créditos originales se diseminó en un mundo globalizado a través de esos novedosos instrumentos financieros. Hubo imprudencia en quienes otorgaron los créditos originales sin analizar los riesgos futuros. Hubo negligencia inmoral en las calificadoras de riesgo y en quienes administraron los fideicomisos aceptando y transmitiendo esa calificación a los compradores de bonos. Y hubo impericia e imprudencia en los órganos reguladores de los sistemas financieros, que no supieron proyectar las consecuencias de las bajísimas tasas de interés que hicieron posible un crecimiento sostenido de las economías, pero alimentaron la burbuja y larvaron la crisis.
Existe, por lo tanto, un cúmulo de comportamientos que los gobiernos, las empresas y los individuos deberán en el futuro prevenir y corregir si se pretende vivir en libertad, pero no volver a tropezar con la misma piedra. La corrección de estos comportamientos es una cuestión de responsabilidad moral en sí misma y frente a las generaciones futuras, que son quienes sufrirán en mayor medida las consecuencias de esta crisis cuya corrección será prolongada.




¡Transparencia, por favor!

Ramón Elejalde Arbeláez, relejalde@gmail.com
Las historias que todos los días escuchamos sobre la falta de trasparencia en algunas dependencias de la gobernación de Antioquia va pasando de castaño oscuro. Con el transcurso de los días la ola aumenta. Las quejas las ha escuchado el gobernador Ramos Botero directamente de una entidad gremial y de un diputado, como mínimo, quienes han tenido el valor civil de denunciarle los hechos. Eso sí, todo sigue igual.
Se cuestionan con mucha insistencia las adjudicaciones en materia de infraestructura. Se afirma que curiosamente son unas pocas firmas las que se ganan las licitaciones, que son las mismas a las cuales les entregan a dedo los contratos adjudicados con el mecanismo de la urgencia manifiesta, del cual están abusando demasiado en la Gobernación.
Maná, la que les entrega alimento a los niños pobres, también es presa del desaforado mercantilismo de algunos funcionarios ávidos de dinero. Sin pudor alguno han solicitado coimas a fundaciones respetables por los mercados y un diputado cuenta cómo él asistió a una reunión donde se hicieron tan descaradas propuestas. A la fundación que se negó al juego, no le compran absolutamente nada.
En la doble calzada Bello-Hatillo no existe inconveniente en pedirles tajada a los dueños de un lote para facilitarles el ingreso a la nueva construcción. Las historias respectivas fueron narradas en una concurridísima reunión de políticos y periodistas. Muchos rumores hay también con los mecanismos utilizados para seleccionar los retornos que se construyen en la vía.
En una columna del año pasado contaba que en el edificio Xerox de El Poblado le habían hecho una propuesta indecente al representante de una firma de leasing, a la que finalmente no contrataron por la negativa del representante a lo que él consideró un exabrupto.
Muy fuerte es la queja de casi todos los alcaldes que no han podido entender por qué el Departamento se niega a entregarles los recursos para las obras en los municipios donde existe cofinanciación de ellos. Todo lo quieren contratar desde la Gobernación. El malestar existente entre los alcaldes sólo lo acalla el temor a las represalias. De hecho ya existen exclusiones odiosas y los alcaldes que no votaron por Luis Alfredo Ramos son discriminados por esta razón, como si el Gobernador todavía estuviera en campaña. Se le olvida a Ramos Botero que debe gobernar para toda Antioquia, no sólo para sus electores.
Las actuaciones poco claras en la que se ha visto involucrado el Gobierno de Antioquia se extienden a los funcionarios judiciales. Como es de público conocimiento, la compra de las acciones de la sociedad Pescadero Ituango por parte del IDEA a un grupo de empresas privadas, por una suma altísima que nunca se justificó, generó una Acción Popular en defensa del patrimonio público y de la moralidad administrativa. La demanda fue presentada por una firma de abogados a la que coadyuvaron los doctores Eugenio Prieto, Rodolfo Correa y las Empresas Públicas de Medellín. Resulta que el doctor John Raymond Rúa, fue el juez administrativo que conoció inicialmente de la Acción Popular mencionada y siempre se negó a tomar medidas cautelares que protegieran los derechos colectivos. Desde el inicio del proceso los demandantes y el suscrito tuvimos conocimiento de reuniones que el citado funcionario sostuvo con parlamentarios del Equipo Colombia, partido al que pertenecen el Gobernador y el Gerente del IDEA. Pues resulta que el citado personaje fue reemplazado en el juzgado por un funcionario que ganó el concurso y tenía derecho al cargo e inmediatamente John Raymond Rúa fue nombrado Secretario General del Instituto Tecnológico de Antioquia, establecimiento público dependiente del Gobierno departamental, cuyo Consejo Superior preside el Gobernador. ¡Qué tal?
Un amigo, prestante dirigente conservador por lo demás, me envió a finales del año pasado una nota de Navidad con el siguiente escrito: “Los mejores deseos para ti y para los tuyos en el 2009 y que tu columna siga orientando en un país confuso y en un departamento cooptado por negociantes audaces y sin pudor”. Todo está dicho.
La Procuraduría debe enviar al Departamento una gran comisión, experta en contratación administrativa, en ejecución de obras públicas, en pliegos de condiciones, que escuche los gremios, la comunidad y realice una verdadera investigación sobre la contratación en la Gobernación y sus entidades descentralizadas. Por su parte, los gremios, la dirigencia política, la prensa y la sociedad en general, deben reflexionar sobre los serios cuestionamientos que se le hacen a la Administración de Luis Alfredo Ramos, pues no podemos permitir que el Departamento sea manejado bajo los criterios subjetivos de amiguismo y exclusión.


No hay rescate para los más golpeados

Amy Goodman, publicado el 18 de marzo, 2009

La utilización de dinero del rescate financiero—dinero aportado por los contribuyentes—para el pago de primas de AIG ha provocado, con razón, una virulenta reacción masiva contra la aseguradora y contra Wall Street. Pero también contra el Presidente Barack Obama y sus asesores económicos–el Secretario del Tesoro Timothy Geithner y Larry Summers. Con el rescate financiero, los ciudadanos estadounidenses pasaron a ser propietarios del 80 por ciento de AIG. La indignación se hizo notar tanto en el Partido Demócrata como en el Republicano. El Senador republicano por Iowa Charles Grassley dijo sobre los ejecutivos de AIG: “Lo primero que me haría sentir un poco mejor con ellos es que siguieran el modelo japonés, hicieran una profunda reverencia ante el pueblo estadounidense, se disculparan y luego optaran por una de estas dos alternativas: renunciar o suicidarse.” El Fiscal General de Nueva York Andrew Cuomo acaba de difundir detalles del pago de primas que dejan en evidencia la absurda afirmación de AIG de que se trata de “primas de retención” dirigidas a conservar a empleados clave: once de los ejecutivos que recibieron primas de un millón de dólares ya no trabajan para AIG.
Estos millonarios de AIG tendrían que devolver estas fortunas que no ganaron con su trabajo, y de hecho cabe la posibilidad de que el Congreso apruebe una ley impositiva exclusivamente para ellos, que grave sus primas en un 100 por ciento. Pero, para quienes han sido los más golpeados por la crisis económica, ¿servirá de algo toda esta indignación? ¿Llegará algo de los cientos de millones de dólares de los diversos paquetes de estímulo económico y rescates financieros al ciudadano común que simplemente intenta salir adelante? ¿O serán acaparados por las corporaciones consideradas “demasiado grandes como para ir a la quiebra”, dejando atrás a millones de personas que, por lo visto, son suficientemente pequeñas como para dejarlas quebrar?
El Centro para la Inclusión Social (CSI, por sus siglas en inglés) acaba de publicar un informe sobre la crisis económica que incluye recomendaciones sobre la mejor manera para resolverla. Vincula el factor racial con la falta de oportunidades y la proliferación de las tristemente famosas hipotecas de alto riesgo que desencadenaron la crisis económica.
Maya Wiley, Directora Ejecutiva de CSI, me dijo: “Para estimular la economía tenemos que estimular la igualdad.” La gente precisa educación, transporte, vivienda y un medio ambiente limpio, porque esos son los factores que les permiten tener una base sólida para responder a la crisis y salir adelante. Wiley advierte que la propuesta de crear puestos de trabajo a partir de proyectos de infraestructura de rápida implementación (proyectos conocidos como ‘shovel-ready’) dirigidos a estimular la economía, favorecerá en forma desproporcionada a quienes ya trabajan en el sector de la construcción, que son predominantemente hombres blancos. Por eso propone que se establezcan acuerdos de beneficios comunitarios para la creación de empleos. Sobre este tema, Wiley me dijo: “Es necesario contar con acuerdos de beneficios comunitarios para las obras de construcción; debemos asegurarnos de que cuando el gobierno realice obras de construcción garantice que las personas de bajos ingresos, las personas de color y las mujeres accedan en igualdad de condiciones a esos puestos de trabajo. Y debemos asegurarnos de que el presupuesto de tránsito, o más bien, el presupuesto de transporte se destine realmente a proyectos inteligentes de tránsito que conecten a la gente que necesita trabajo con los lugares donde están los puestos de trabajo.”
El grupo Unidos por una Economía Justa también pone énfasis en la brecha racial que existe en la distribución de la riqueza señalando que un “24 por ciento de la población negra y un 21 por ciento de la latina viven bajo la línea de pobreza, mientras que sólo un 8 por ciento de la población blanca se encuentra en esa situación. En el mundo corporativo estamos presenciando los mayores rescates financieros de la historia, a la vez que las remuneraciones que reciben los ejecutivos alcanzan montos inusitados. El sueldo de un alto ejecutivo es 344 veces mayor que el de un trabajador promedio.”
Existe una creencia generalizada de que la liberación de créditos salvará a la economía y de que, por lo tanto, estos gigantes bancarios necesitan cientos de miles de millones de dólares de los rescates financieros costeados por los contribuyentes. Pero la crisis comenzó justamente por los incumplimientos de pago de los créditos hipotecarios de alto riesgo. Una solución que se podría haber intentado cuando comenzó la crisis hubiera sido ayudar a los propietarios que no podían pagar, de manera que se salvaran de la ejecución de su vivienda. Maya Wiley del Centro para la Inclusión señala: “El 35 por ciento de los titulares de hipotecas de alto riesgo estaban en realidad en condiciones de recibir préstamos a tasas preferenciales. Treinta y cinco por ciento. Así que imagínense si hubiéramos tenido un sistema de financiación en el cual la gente hubiera accedido realmente a los créditos que le correspondían. La mayoría de esa gente eran personas de color. E incluso si miramos cómo se extendió la industria de los préstamos de alto riesgo, vemos que en gran medida se desarrolló porque estas comunidades de color no tenían un acceso justo al crédito.”
Los bancos y las instituciones de préstamos hipotecarios impulsaron una estrategia agresiva para imponerles préstamos riesgosos a personas pobres y minorías. La Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP, por sus siglas en inglés) presentó demandas contra Wells Fargo y HSBC, acusando a estas instituciones de “racismo sistemático e institucionalizado en la concesión de préstamos hipotecarios”.
Los bancos empaquetaron estos préstamos riesgosos en valores financieros y los vendieron; luego, en base a esos valores, crearon instrumentos derivados que resultan imposibles de entender y mucho menos valuar. AIG aseguró a los bancos de inversión contra las potenciales pérdidas de estos instrumentos derivados complejos. El Tesoro de Estados Unidos rescató entonces a los bancos y a AIG. AIG luego utilizó decenas de miles de millones de dólares de su dinero del rescate financiero para pagarles a esos mismos gigantes bancarios que ya habían recibido miles de millones de dólares en fondos de rescate: Bank of America y Goldman Sachs. Pero, a pesar de esta sangría de cientos de miles de millones de dólares que se ha destinado a estos megabancos, resulta que ahora nos dicen que el mercado crediticio sigue paralizado. Muchos bancos europeos también han recibido fondos a través de similares rescates, incluido el banco suizo UBS, que ofrece cuentas bancarias secretas que permiten a los estadounidenses más ricos evadir impuestos. De hecho eso es lo que están haciendo los tan golpeados contribuyentes estadounidenses: rescatando a sus acaudalados compatriotas evasores de impuestos.
Obama se ha rodeado de asesores financieros, como Summers y Geithner, que tienen vínculos muy estrechos con Wall Street. Es hora de encauzar el estímulo económico hacia quienes realmente lo necesitan: los ciudadanos que lo están financiando con sus impuestos.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
Amy Goodman es presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora de duración que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. En 2008 fue distinguida con el “Right Livelihood Award”, también conocido como el “Premio Nobel Alternativo”, otorgado en el Parlamento Sueco en diciembre.
© 2009 Amy Goodman, Texto en inglés traducido por Laura Perez y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org, You are subscribed as rdllano@gmail.com



Con la misma vara que mides…

Juan Manuel López Caballero.
Pocas cosas más cuestionables y más perversas que la forma en que el gobierno ha utilizado al señor Murcia como chivo expiatorio de sus deficiencias.
De un día para otro nos sorprendió la noticia de que estábamos en una situación de emergencia social por las operaciones de negocios de un particular. Parece eso una situación inconcebible y que no sucede en ninguna parte del mundo (las llamadas pirámides se dan en todas partes de vez en cuando, pero no ponen en jaque ni en emergencia las economías nacionales).
Distraer la atención hacia ese particular es ‘hábil’ (como en otras cosas lo es este gobierno) pero porque permite eludir lo que verdaderamente debemos atender: lo que falló fueron los controles institucionales puesto que en ellos es que recae la responsabilidad de que eso no suceda.
Pero si hay culpabilidad –más que responsabilidad- por omisión, igual o más grande la hay por las acciones subsecuentes. Estas no se limitan a la declaratoria de emergencia que puede (y debe) caerse, sino a la improvisación y falta de preparación o conocimiento con que se inició la ‘intervención’, ya que ésta se produjo de tal manera que causó todo el mal posible en estas situaciones (al fin y al cabo se trataba de justificar la declaratoria y de mostrar la monstruosidad del sindicado): el tema no es el Sr. Murcia y los otros directivos de DMG sino la actuación del Gobierno[1]. Nos encontramos con que la acusación fue que en el futuro se iba a cometer un fraude (hasta ese momento no habían incumplido a nadie, no había ninguna queja ni demanda, y la captación era un sistema de prepago idéntico por ejemplo al de los teléfonos celulares o los clubes para comprar automóviles), y de ello se deriva que retroactivamente todo lo que tuviera que ver con ese grupo tiene una connotación delictuosa.
Pero, paradojas de la vida: los funcionarios de Palacio acaban padeciendo no solo la misma injusticia o absurdo de ser sindicados por aparecer en cualquier forma mencionados en relación al tema (no aplica a los hijos del Presidente), sino, como si fuera poco, a través de la misma ilegalidad gestada desde las propias dependencias de Palacio como son la grabaciones o ‘chuzadas’; esas, que no puede ser usadas en ningún juicio, sí sirven para que los medios y el equipo de gobierno las conviertan en prueba reina en contra de sus funcionarios…
Que el gobierno utilice así esas ‘interceptaciones’ tiene algo más que la injusticia y hasta cierto punto la ilegalidad: le da legitimidad a todo aquel que las use (no es poca la tentación que tiene ya la Administración de Justicia para hacerlo) e incentiva a quienes se han dedicado a ello (no solo ‘órganos de inteligencia’ sino medios de comunicación y delincuentes), multiplicando a su turno el interés por seguir realizándolas... Es algo más que un mal ejemplo…
Por último queda la inquietud ya planteada en otra ocasión, de para qué se están soltando estas grabaciones y quién lo está haciendo (y por supuesto cuántas más faltan y cuánto más nos van a distraer del juicio que se debe hacer tanto a las políticas como a las ejecutorias de nuestros administradores).

POLITICA MONETARIA EN ACCION

MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Marzo 22 de 2009
Los bancos centrales del mundo entero se están movilizando para atajar la recesión económica generada por la crisis financiera, Y lo están haciendo de una manera agresiva que rompe todos los moldes de la ortodoxia monetaria. La Reserva Federal (Fed) de EE.UU bajó sus tasas de interés a cero, el Banco de Inglaterra las llevó a 0.5%, el nivel más bajo de sus más de 300 años de historia, y los bancos centrales de muchos países latinoamericanos también han hecho grandes recortes en sus tasas.
Como la reducción de tasas no ha servido para mucho, también han autorizado emisiones monetarias de un tamaño que debe atormentar a Milton Friedman en el más allá. El Banco de Inglaterra anunció una política de “relajamiento cuantitativo” que consiste en imprimir billetes para comprar más de 100.000 millones de dólares de deuda privada y, -que sorpresa- deuda pública. La Fed también va a romper todas sus reglas, emitiendo 300.000 millones de dólares para financiar al gobierno, y otros 750.000 millones para comprar créditos hipotecarios.
En Colombia todavía no se han necesitado medidas tan extremas, pero también el Banco de la República está bajando rápidamente su tasa de interés, que en menos de tres meses han pasado de 10% a 7%, para tratar de impulsar el crecimiento económico. Buena la intención, pero como ha pasado en otros países no va a servir de mucho.
El problema radica en que hay varios otros factores que influyen en la irrigación de crédito a la economía. Uno de ellos es el margen de intermediación del sistema financiero, que se ha incrementado. Antes de la medida de ayer, la tasa del República ya había caído 200 p.b., y una reducción similar había tenido la tasa de captación de los CDT en la Bolsa; sin embargo la tasa promedio de colocación de los bancos solo había bajado 50 p.b., es decir que las menores tasas no han llegado a los deudores.
No quiere decir esto que la alternativa sea mayor emisión monetaria. La restricción no es falta de liquidez del sistema financiero, pues en el último año sus recursos (depósitos en cuenta corriente, de ahorro y a término) han crecido 26 billones de pesos, a un ritmo del 19% anual, mientras que los créditos en pesos tan solo han aumentado 14.3 billones (crecimiento del 13.8%). La más frenada es la cartera de consumo, con incremento de solo 5.8%, mientras que el exceso de recursos se va a inversiones que han crecido 7.7 billones (21.6%).
En las crisis el canal de crédito no funciona bien porque los bancos se vuelven más cautelosos y exigentes para otorgar créditos y los consumidores más temerosos y prudentes para pedirlos. Por eso los créditos de Bancoldex para financiar compra de carros no van a cambiar la situación de la industria automotriz.
Ante la impotencia de la política monetaria (Keynes decía que no es posible empujar una cuerda), la otra alternativa que están utilizando los gobiernos del mundo entero es el aumento del gasto y la inversión pública. Pero en Colombia no solo los excesos de gasto en 6 años de campaña electoral dejaron sin recursos al gobierno para utilizar este instrumento, sino que en medio de la crisis se están subiendo los impuestos, como lo analizaré la próxima semana.
Nadie duda ya que el cambio radical de la postura de Cambio Radical respecto del referendo reeleccionista se dio por la amenaza del presidente Uribe de quitarle las cuotas burocráticas a los parlamentarios de ese partido. También el presidente está moviendo sus fichas en el partido de la U y en el Conservador para asegurar su reelección, todo lo cual constituye una evidente participación en política prohibida por la Constitución. ¿No le corresponde al Procurador evitar estas violaciones de la Ley?

EL REMEDO ANTICÍCLICO

Amylkar D. Acosta M1
Tirios y troyanos coinciden en que la receta keynesiana, consistente en la política fiscal anticíclica, es el antídoto contra los embates de la gran crisis global que se desató desde el año pasado, abatiendo la economía de las naciones. Se trata, entonces, de elevar el gasto público para contrarrestar el desánimo del consumo privado y de estimular este mediante el alivio de la carga fiscal de los contribuyentes. Todos a una, los distintos países han venido implementado sus estrategias tendientes a frenar o amortiguar el impacto de la crisis, recurriendo a ambiciosos planes de inversión pública centrados fundamentalmente en obras de infraestructura, al tiempo que se le inyectan recursos a la economía por la vía de la reducción o devolución de impuestos, los subsidios y subvenciones, sobre todo a los sectores más desvalidos y vulnerables, que son los que tienen una mayor propensión al consumo. Ya se ha vuelto un lugar común la afirmación en el sentido que Colombia esta vez está mejor preparada para resistir el impacto de la crisis de lo que estuvo en las crisis anteriores (la asiática, la rusa o la mexicana). Pero, no hay tal, aparte de que sigue arrastrando con la recurrencia de los déficit gemelos (déficit fiscal y déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos), no ha podido obtener la calificación inversionista para su deuda soberana por parte de las firmas calificadoras de riesgo. Además, Colombia no hizo bien la tarea pendiente: ello se patentiza en el hecho que, a contrario sensu de lo que hicieron otros países, como Chile y Perú, que aprovecharon el boom de sus exportaciones y buenos precios de los productos básicos para disponer de un colchón de seguridad para épocas de crisis, en Colombia en cambio se feriaron alegremente los recursos que se ahorraron a través del Fondo de Ahorro y Estabilización Petrolera (FAEP)2.
En este sentido compartimos con ANIF que “el gobierno (2002 – 2008) ha desperdiciado una oportunidad única para generar mayores ahorros y reducciones de deuda pública. Sólo en el año 2007, el gobierno Central logró un superávit primario del 1% del PIB (frente al 2% requerido) y la deuda bruta total todavía bordeaba un 50% del PIB (a pesar del superávit primario consolidado del 3% en los últimos años)”3. Ahora, cuando se anuncia con bombos y platillos por parte del gobierno un plan de choque por valor de $55 billones, los cuales se invertirían supuestamente en la ejecución de obras de infraestructura, constatamos que el mismo no pasa de ser un remedo de cuanto está haciéndose en otras latitudes. A prima facie el planteamiento resulta plausible, sólo que además de los problemas de financiamiento no resueltos que comporta, como lo afirma Dinero “una parte de esto se venía haciendo y otra parte está por hacerse hace años. Además, aún no está lista para ser ejecutada. Por este motivo, el plan de infraestructura no servirá como medida anticíclica en estos tiempos de crisis”4.
Como si lo anterior fuera poco, ahora el gobierno para soliviantar la voluntad de alcaldes y gobernadores, no sólo radicó un proyecto de Acto legislativo que propende por la reelección indefinida de ellos, sino que en la reciente Cumbre de gobernadores anunció una reforma tributaria territorial que le significará a los contribuyentes $500.000 millones más de impuestos, justo en los momentos cuando lo que se requiere es todo lo contrario, el alivio impositivo para que este contribuya a galvanizar las ventas, que según el DANE tuvieron un descenso del 4.9 % en enero a consecuencia de la pérdida de dinamismo del consumo a partir del último trimestre de 2008 cuando su ritmo de crecimiento pasó al 2% contra el anual contra el 9% del primer trimestre del mismo año. Nada lo justifica, sobre todo en este momento en el que según la Dirección de Apoyo Fiscal (DAF) del Ministerio de Hacienda, las entidades territoriales exhiben un holgado superávit. Otro tanto puede afirmarse con respecto al empecinamiento del gobierno en congelar a la baja el precio de la gasolina, en momentos que los precios internacionales del crudo se ha descolgado estruendosamente. Los más de $4 billones que pagarán de más los consumidores por este sobreprecio a la gasolina, que no es más que un impuesto disfrazado, es dinero que se le está sustrayendo al consumo de otros bienes, tanto o más indispensables que el combustible.
Podemos afirmar, entonces, que la política económica del gobierno además de incoherente es errática y errada; contrariamente a lo que dijo el Ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluaga, la economía colombiana no sólo no está blindada sino que da trazas de encaminarse sin remedio hacia una profunda recesión5. Por ello, comparto la opinión de Dinero en el sentido que para enfrentar con éxito la crisis “hay que empezar por dejar de creer en nuestras propias mentiras y vivir de nuestras ilusiones”6. En economía quien cree que puede engañar a los demás se engaña sin proponérselo a sí mismo, ya es hora de poner los pies en la tierra y actuar en consecuencia.
Bogotá, marzo 21 de 2009
www.amylkaracosta.net

No más capitalismo

OCTAVIO QUINTERO, 22-03-09
El ponderado analista de asuntos económicos, Eduardo Sarmiento, dice hoy en el Espectador que “en el fondo, los dos elementos centrales del funcionamiento del capitalismo, los flujos financieros y los intercambios comerciales, desaparecieron” en la borrasca económica que sepulta a las principales economías mundiales con su locomotora –Estados Unidos- a la cabeza.
Según esto, estamos ya, no en el colapso del modelo neoliberal como una connotación que es del laissez fair-laissez passer, o libre mercado que llamamos, sino en presencia del fin del capitalismo.
¡No puede ser verdad tanta belleza!
¿Por qué creer que esta crisis del capitalismo conlleva el estertor final del sistema cuando todos los historiadores nos dicen que no alcanza –no al menos todavía- la profundidad de la crisis del 29?
Pensando con el deseo, que a veces no es del todo aconsejable, creo que, e irónicamente parodiando a Fukuyama, el capitalismo ha llegado al fin de la historia, al menos en la forma en que lo conocimos hasta el año pasado.
Una variable que no parece tenerse en cuenta a la hora de comparar las crisis del capitalismo en esos dos momentos históricos es la globalización de las comunicaciones que ha impreso dinamismo a las decisiones de la gente.
En presencia hoy de este tipo de conocimiento agregado que proviene de las comunicaciones on line, pudiéramos especular con alta probabilidad de aserto que el capitalismo de los 30 sobrevivió a la Gran Depresión, debido a que pudo ralentizar el contagio de la crisis estadounidense a las demás economías del mundo. Y otra especulación válida es que el maquinista de la locomotora de entonces, Franklin Delano Roosvelt, tenía como referente ideológico a un portento del pensamiento económico: John Maynard Keynes, y en cambio Obama ha llevado a la alta dirección de su política económica precisamente a Robert Rubin, Timothy Geithner y Lawrence Summers, quienes, en el pasado reciente, con su equivocada teoría neoliberal que, para resumir, consiste en que los mercados se regulan por sí solos, provocaron la hecatombe financiera.
En el caso concreto de la globalización mediática, podría decirse que así como la información se expande en contra de, podría expandirse en pro de; es cierto, pero no con el mismo impacto porque, en el caso presente, estamos hablando de confianza, que es el máximum vital del sistema financiero, pilar central del capitalismo.
En los cursos de Alta Gerencia se nos dice que más difícil que conquistar nuevos mercados es recuperarlos cuando se pierden. Todo porque en un abrir y cerrar de ojos se pierde la confianza, misma que requiere de mucha paciencia, prudencia y convicción, para volver al punto de partida.
Por eso es que muchos auguran la proyección de esta crisis a dos o tres años vistos, calculando en ese lapso la recuperación de la confianza perdida; pero lo que no dicen es que tal supuesto se daría en condiciones tales en que el mundo percibiera que nada de lo vivido hoy volvería a presentarse, o que la ciencia económica en nada haya evolucionado de entonces a hoy, como para proponerle al mundo lo que, por allá por los años 80, el PNUD (Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo) llamó ECODESARROLLO, consistente en lograr un desarrollo económico y social sostenible y sustentable.
Ahí está la teoría en muchos libros, estudios, documentos, tratados comerciales engavetados e inclusive constituciones, leyes, decretos, normas, resoluciones y demás parafernalia que por esa época brotó de los cerebros post Prebisch, el iluminado economista argentino que el neoliberalismo sepultó para imponernos a ultranza un tipo de neocolonialismo con sus multinacionales, y de dependencia económica con sus TLC.
En materia política, el mundo actual también confronta una polarización ideológica distinta a capitalismo-comunismo de los años 30, en tanto en cuanto la de hoy es más terrenal y más universal en el entendido de que ya no está en juego el mundo entre URSS-USA sino entre pobres-ricos; ya no está en peligro el fin del mundo sino el fin de la explotación capitalista. Es decir, ya no estamos en la “Guerra de las Galaxias” sino en la “Guerra Norte-Sur”.
Las actuales condiciones políticas de Latinoamérica muestran el mapa de la procesión capitalista hacia el sepulcro. Ahí tenemos ya a más de la mitad de los países latinoamericanos volcados al socialismo del siglo XXI: Cuba (la gran Cuba precursora del “sí se puede”) y Venezuela, pionera del momento. Pero ahí está también Bolivia y su ancestral lucha indígena que hasta hoy empieza a ser reconocida y respetada en toda su dimensión. En la fila india, literalmente hablando, aparecen la rebelde Argentina y el vasto Brasil, primera potencia suramericana y décima en el mundo, a la que Obama, hablando en términos vernáculos, le pide hoy en día cacao. La seguidilla enmarca en efecto dominó a Ecuador, Nicaragua, Paraguay y últimamente a El Salvador. Y si no fuera por el fraude electoral, también México, la potencia centroamericana, estaría en manos de la izquierda revolucionaria del momento.
El capitalismo está en jaque-mate, tanto por la oposición ideológica que ha cogido camino en estos países mencionados de Latinoamérica, como por sus propias contradicciones como lo sentenció el viejo Marx y que, en el comienzo de este comentario, el gran analista colombiano, Eduardo Sarmiento, luchador antineoliberal desde hace más de 20 años, mejor dicho, desde que empezó a divulgarse entre nosotros el Consenso de Washington, lo observa en la desaparición de los dos elementos fundamentales del sistema capitalista: los flujos financieros y los intercambios comerciales, avasallados por su propia codicia.
Que los neoliberales no hayan admitido a tiempo su gran error de teoría económica; que Obama, y es la gran sospecha, no entienda de economía y por eso mismo se haya asesorado de los falsos profetas neoliberales del tiempo de Clinton, responsables directos hoy de la Gran Depresión del siglo XXI, es una circunstancia deplorable, no por la muerte del capitalismo, sino por el inmenso sufrimiento que antes de su entierro tendrá que sobrellevar la humanidad víctima de unos tercos que se resisten a ver morir su gallina de los huevos de oro.
Nunca, como para coger ánimo, la noche es más negra que horas antes del amanecer.
El que resiste lo más, aguanta lo menos.
“Ni un paso atrás; ni para coger impulso”, decía entre nosotros Gaitán.

EL ALCANCE DE LA INCONSTITUCIONALIDAD DEL ESTADO DE CONMOCION INTERIOR DE 2008


Luis Gilberto Ortegón Ortegón

En buena hora la Corte Constitucional declaró la inexequibilidad del Decreto 3929 de 2008 “Por el cual se declara el Estado de Conmoción Interior, en todo el territorio nacional, por el término de 90 días”, dictado por el Gobierno Nacional, para contrarrestar los efectos del paro judicial que para ese momento llevaba 35 días, sin que se vislumbrara una salida al respecto de las peticiones de los funcionarios judiciales y los ofrecimientos del Gobierno, situación que llevo al Señor Luis Carlos Sarmiento Angulo a sugerir la declaratoria del Estado de Excepción, y al Presidente Álvaro Uribe a decretarla.

Dentro de los argumentos expuestos por el Gobierno en la motivación del decreto, se destacan los considerandos en virtud de de los cuales se dijo, que se habían dejado en libertad más de 2.700 personas capturadas por diversos delitos; la inminente salida de cárceles por vencimiento de términos de sindicados de cruentos delitos como los relacionados con la toma del palacio de justicia, lo cual constituía una grave perturbación del orden público, dando lugar a situaciones de impunidad, que propiciaban la desprotección de los derechos fundamentales, con una inminente desestabilización institucional. Señaló además, que con la grave perturbación en la actividad judicial y la función de administrar justicia se presentan problemas de congestión, impidiendo el acceso a la justicia por parte de la ciudadana para reclamar y hacer efectivos sus derechos, y se hizo referencia inclusive, al asesinato del niño Santiago Lozano en el municipio de Chia, crimen que sacudió la sociedad por esos días.

Las motivaciones del Decreto, en gran medida coinciden con las indicadas en otros decretos dictados con anterioridad, mucho de los cuales fueron declarados inexequibles como ocurrió en los años 1994 y 19995, cuando a instancias de los gobiernos de la época, se dijo que algunas personas podrían obtener su libertad por no haberse podido calificar los respectivos procesos de quienes se encontraban vinculadas a procesos por narcotráfico, secuestro, terrorismo, extorsión y porte ilegal de armas de uso privativo de las Fuerzas Militares, rebelión y sedición entre otros. Igualmente quedarían en libertad personas que estaban siendo juzgadas por jueces regionales y el Tribunal Nacional por la misma clase de delitos.

Desde entonces, e incluso antes, la Corte Constitucional ha venido sentando su postura y estableciendo límites a la potestad del Gobierno, para declarar el estado de excepción de acuerdo con los parámetros señalados en la Constitución, indicando que, “la carga de la prueba de la conmoción exige un rigor especial, de tal manera que la sospecha de una simple instrumentalización gubernamental para solucionar problemas políticos quede totalmente despejada”. En esa oportunidad, mediante sentencia C-300 de 1994, dijo que, “la laxitud del control en esta materia traería consigo la grave consecuencia de otorgarle al ejecutivo la posibilidad de utilizar el estado de conmoción, cada vez que se presentaren problemas funcionales dentro del Estado, en un país en donde esta clase de dificultades no están llamadas a desaparecer en el mediano plazo. Por esta vía se corre el riesgo de trivializar los estados de excepción y desvirtuar la intención explícita del constituyente de poner término a su utilización abusiva e innecesaria”.

En el mismo sentido se pronunció en la sentencia 466 de 1995, cuando se manifestó con ocasión de la declaratoria de el estado de excepción dictada mediante Decreto 1370 de 1995, en la que dijo: “los hechos narrados no tienen el carácter de coyunturales, transitorios ni excepcionales, que deban ser conjurados mediante medidas de excepción, sino que constituyen patologías arraigadas que merecen tratamiento distinto por medio de los mecanismos ordinarios con que cuenta el Estado para sortear problemas funcionales y estructurales normales”.

Por supuesto, con relación a la declaratoria de estado de excepción que dictó el Gobierno Nacional, recién posesionado el Presidente Álvaro Uribe, La Corte en la sentencia C 802 de 2002 expresó: “en este marco, no puede desconocerse la posibilidad que, desconociendo los límites impuestos por el constituyente a los estados de excepción, se opte por una declaratoria de un estado de conmoción interior aún sin que concurran los presupuestos materiales requeridos”.

Todos los pronunciamientos de la Corte, nos llevaban a concluir que el decreto de conmoción interior, necesariamente sería declarado inexequible, ya que este no era el medio para atender una situación que se originaba en un conflicto laboral, para lo cual existían otros medios propios del Estado social y democrático de derecho, derivados de la propia Constitución y de los tratados internacionales ratificados por Colombia, que para el caso hubieran podido ser el medio idóneo para superar una situación de esta naturaleza, sin que ello implique que se tenga que ceder a solicitudes caprichosas, ni que se ponga en peligro las instituciones como la seguridad democrática, pues de ser así, lo único que reflejaría es la debilidad de la misma. Mucho deja que pensar el haber tenido que acudir a este tipo de medidas, para solucionar un conflicto laboral, bajo el argumento de que se pone en peligro la estabilidad institucional, olvidando que los funcionarios judiciales hacen parte de las instituciones legítimamente constituidas, que tienen como objetivo fundamental, asegurar el cumplimiento de los fines esenciales del Estado, y por lo tanto, merecen un trato que responda a la dignidad de la justicia. Pero si esa es la forma, ¿Qué se podría esperar de lo demás?. Afortunadamente el constituyente de 1991, fue cuidadoso y estableció medios efectivos de control, para asegurar el equilibrio de poderes y evitar situaciones que ocurrían en vigencia de la Constitución del 86, imperio bajo el cual se dictó la “ley de los caballos”, y por mucho tiempo tuvimos que convivir con el estado de sitio, que generó funestas consecuencias, como fueron la violación de los derechos humanos, entre las cuales se destacan las desapariciones forzadas, como las del palacio de justicia, las que ahora, son justificación del gobierno para declarar el Estado de excepción.

Vale la pena recordar, que el estado de excepción, ya había sido utilizado para conjurar situaciones de orden laboral. Así tenemos, que la primera vez que se dictó en vigencia de la Constitución de 1991, fue mediante decreto 1333 de 1992, por el cual se declaró el estado de emergencia social, el cual se expidió para fijar el alza de los salarios de los servidores públicos, entre los cuales se destacó el salario de los miembros de la fuerza pública, lo que según la motivación del mismo decreto, amenazaba de manera grave e inminente la perturbación del orden social. Curiosamente, 18 años después se acude a la figura de del estado de excepción, esta vez, a la conmoción interior, pero no para atender las peticiones laborales, sino para contrarrestar los efectos de las mismas, alegando situaciones de congestión e impunidad, como si se tratara de aspectos coyunturales y no estructurales como lo pretendió hacer ver el gobierno, olvidando que la perturbación judicial, en muchos casos está originada en las mismas actuaciones de las autoridades públicas, que por acción o por omisión violan los derechos fundamentales, o han dejado de cumplir funciones tan importantes como las relacionadas con la reglamentación de la seguridad social, lo que ha generado un alto número de tutelas de las personas que consideran vulnerados sus derechos. Esas situaciones y otras, son las medidas que se deben tomar, para solucionar la problemática judicial, y no las de los estados de excepción, los que constitucionalmente están reservados para situaciones excepcionales, que no son precisamente para contrarrestar un paro judicial.

Todas esas razones, llevaron a la Corte, a declarar la inexequibilidad de la conmoción, e indicar que, “el Ejecutivo se limitó a afirmar que los hechos alegados eran graves y que afectaban el orden institucional, la seguridad del Estado y la convivencia ciudadana, pero se abstuvo de apreciar la forma como tales hechos habían adquirido una dimensión inusitada que afectaba grave e inminentemente dichos bienes constitucionales. Igualmente, constató que el Gobierno aun cuando había enunciado de manera general una medida para incorporar al Presupuesto General de la Nación nuevos gastos, se había abstenido de apreciar la insuficiencia de los medios ordinarios para conjurar la crisis”. Al omitir tal apreciación, dice la Corte “el Gobierno había transformado el ejercicio del margen de apreciación al declarar la conmoción interior en un acto contrario a la Constitución, a los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario ratificados por Colombia y a la Ley Estatutaria sobre los Estados de Excepción”.

Un poco más reposados, luego del fallo de la Corte Constitucional, tenemos varias conclusiones que sacar. La primera que el Gobierno logró su objetivo que era levantar el paro judicial, lo cual ocurrió inmediatamente después de la declaratoria, y que fue corroborado por el propio Ministro del Interior y de Justicia, cuando manifestó a través de los medios, que la decisión de la Corte ya no tenía efecto práctico, situación que deja mucho que pensar, pues de esa afirmación, se evidencia la displicencia, para las decisiones de tan alta Corporación. La segunda, porque gracias a la decisión de la Corte que hace transito a cosa juzgada, los trabajadores de la Rama Judicial ganan, en la medida que en el futuro no se puede utilizar esa medida para conjurar ese tipo de situaciones, ya que existe prohibición para que las normas declaradas inexequibles por razones de fondo, puedan volver hacer reproducidas; y finalmente porque la Corte Constitucional, ha mantenido su línea jurisprudencial en materia de estados de excepción, tal como trataremos de analizar en un artículo que próximamente se publicará en la revista Nueva Época de la Universidad.

Cavilaciones en la crisis

César González Muñoz
Esta generación finalmente va a sufrir, o ver pasar, o aprovechar, y ojalá a entender, la primera crisis económica verdaderamente mundial. La caída será larga en términos de ingresos, empleo, bien – estar. Todas las regiones del mundo se verán afectadas. Una ironía histórica: Las naciones que han fundado en las exportaciones su alto rendimiento económico son las que están sintiendo el dolor más agudo, empezando por Japón y Alemania. Las economías abiertas en lo comercial y en lo financiero están bajo el temporal. Claro que los grupos regionales altamente exportadores tienen un alto volumen de exportaciones al interior de las propias regiones: Los países de América del Norte le llevan a sus vecinos regionales el 51% de sus exportaciones de bienes. El comercio entre países de la Unión Europea llega a las tres cuartas partes del comercio internacional de la Unión. El 50% de las exportaciones asiáticas va para la misma región. El porcentaje de Suramérica y América Central es mucho más bajo: cerca del 25% (Cifras de la Organización Mundial del Comercio). Por estos lados todos miran hacia el Norte, quizás con la excepción de Brasil, que es un exportador más diversificado. Las únicas corrientes comerciales importantes entre países de la región corresponden a Brasil/ Argentina y a Colombia/Venezuela-Ecuador. Es fácil deducir que el vigor exportador intra-regional puede ser un factor positivo, o una maldición, a la hora de buscarle salidas al gran debilitamiento del comercio mundial.
En todo caso, no se puede negar que las economías menos abiertas, regularmente más pobres, están sintiendo menos angustias relacionadas con el tobogán de la economía mundial. Algo así le ocurre a Colombia, ¿no es así?
Este episodio histórico que nos ha tocado vivir debiera dar lugar una actividad intelectual marcada por el inventario, por la modestia con las fórmulas mágicas de la riqueza y de los “milagros”. Y debería también propiciar algunas cavilaciones sobre la crueldad con que la comunidad humana está tratando el planeta. El precio de la “prosperidad” y de la abundancia material es, indudablemente, demasiado alto.
Debe haber alternativas culturales, ideológicas, políticas, a los mantras y las jaculatorias en alabanza del capitalismo de mercado y de las bondades del crecimiento económico medido como la expansión del producto interno bruto. Esas alabanzas generan un altísimo costo en términos de la habitabilidad del planeta Tierra. Ahora, cuando la prensa está llena de referencias a los “activos tóxicos” del sistema bancario, bien vale darle algún espacio a la intoxicación – y la muerte inevitable - que le causa a la comunidad humana el cambio climático, el mal uso del agua, la “bancarización” ciega del entorno natural. El análisis económico usual, en el que se mueve este comentarista, se regodea con el estudio del valor del patrimonio construido y de sus fluctuaciones. Menos atención, mucha menos atención se le presta al valor del patrimonio natural, que es una herencia y una posta que hay que entregarles a los que vienen detrás. La humanidad alcanzaría estadios más elevados de desarrollo cuando el daño ambiental causado por la obsesión del crecimiento del PIB como medida del éxito y de la prosperidad deje de ser una “deseconomía externa” del proceso económico y se convierta en una variable central de la economía política. Es obligatorio, por razones de supervivencia, hacer correctamente las cuentas de los costos involucrados en perseguir el mito de la prosperidad como equivalente al alto consumo. Todo ello requiere un montón de cambios: nuevas cuentas, nueva contabilidad de costos, una nueva valoración del medio ambiente, otras instituciones de regulación y valoración del uso de la naturaleza. Quién sabe, es posible que la crisis mundial dé lugar a que esta clase de luz brille.