jueves, 25 de septiembre de 2008

“El Partido Liberal no puede negociar de rodillas bajo el látigo de la iniquidad”
Carlos Lleras Restrepo, octubre de 1952, carta a los Directorios Departamentales, escrita desde su exilio en México.


CONTENIDO

• Eso de ser culto, Norberto Firpo.
• Fiscal, es con Ud. también. Ramón Elejalde.
• La justicia en debate, Iván Echeverri Valencia.
• Reflexiones sobre un referendo, Jorge Arango Mejía.
• Mujeres, enorme brecha entre discurso y realidad, Thalif Deen.
• La crisis alimentaria, Amylkar Acosta Medina.
• La calidad de la democracia en Medellín, Jorge Mejía Martínez.
• El turno del Liberalismo, César González Muñoz.
• El capitalismo en su hoguera, Octavio Quintero.








Eso de ser culto

Norberto Firpo, LA NACION, Buenos Aires, septiembre 20 de 2008.
La revista adn CULTURA del 1º de diciembre prometía, desde la tapa, la revelación de un enigma pavoroso: qué es ser culto hoy. Era una propuesta crudamente afirmativa, igualita a la que este diario había formulado hace casi nueve años, el 28 de febrero de 1999. Aquella vez, Bartolomé de Vedia deducía que calificar a un fulano de culto "puede significar muchas cosas; que ha leído El contrato social de Rousseau ", o que, sentado a la mesa, "se abstiene de sonarse la nariz con la servilleta y sabe qué cubierto empuñar si le sirven pescado". En la misma página, Juana Libedinsky juzgaba "casi imposible" determinar qué cúmulo de dones intelectuales debe lucir una persona para merecer la refulgente cucarda de culta: "¿Qué pasa -se preguntaba- si dominamos la filosofía griega, pero no manejamos Internet?" La verdad es que, así como anda el mundo, la pretensión de hallar la fórmula del lustre cultural es hoy todavía más ilusoria, más disparatada que en 1999.
El título de tapa de esa entrega de adn se repetía páginas adentro, al frente de la nota en cuestión, aunque con sutil diferencia: allí aparecía constreñido entre signos de interrogación - ¿Qué es ser culto hoy? -, ya sin los visos de atrevida temeridad que entraña toda afirmación tajante y aventurada. "Ah, muy bien, así es otra cosa", suspiró Tirifilo Peribáñez, pensador que consagra quince minutos diarios -mientras se afeita- a la tarea de dar respuesta a esa pregunta, a la que presume tan esquiva como la que planteó Shakespeare en la escena primera del tercer acto de Hamlet . (Como se recordará, aquel famoso ser o no ser no sólo otorgó personería literaria a la duda existencial; también indujo a gran parte de la humanidad a optar por el prudente término medio.)
Hubo épocas, es cierto, en que la condición de culto adornaba a todo portador de alto coeficiente intelectual, cultivado con primor y, en lo posible, puesto al servicio de causas nobles. Un ejemplo: la superior perspicacia de Arquímedes, aun activa mientras se enjabonaba en la bañera, le permitió fundar un principio tutelar de la hidrostática. A ese mérito sumó dos causas nobles: legó prosapia científica a la palabra eureka y dio prueba fehaciente de cuán útil resulta la higiene corporal.
"Sin embargo -se aflige Peribáñez, filósofo que admite todavía notoria influencia de los presocráticos, principalmente de Esopo-, desde que hay una cultura
del trabajo, una cultura del ocio, una ridícula y perniciosa cultura light ; desde que pululan las culturas más pavotas, ¿cómo determinar qué es ser culto hoy? La respuesta es simple: no hay respuesta, y todo parece indicar que no la habrá nunca más."

Fiscal, es con usted también

Ramón Elejalde Arbeláez, ramone@une.net.co
Muy graves las acusaciones que hicieron el pasado miércoles los parlamentarios Óscar Hurtado y Óscar Marín y el gerente (E.) de Empresas Públicas de Medellín, doctor Jesús Aristizbal Guevara, en la comisión Cuarta de la Cámara de Representantes durante el debate por la compra de las acciones minoritarias de Pescadero-Ituango, que hizo el Instituto para el Desarrollo de Antioquia, IDEA. Tan graves y demoledoras que lo menos que esperamos los respetuosos del Estado de Derecho, es la oportuna y rápida intervención de la Fiscalía General de la Nación para que determine si esas denuncias son ciertas y si ellas están, como presumimos, enmarcadas en varios tipos del Código Penal. Las pruebas exhibidas son todas documentales. Además deben servir de soporte para que las investigaciones disciplinarias y fiscales continúen su curso.
A mis lectores les prometo que no repetiré acá ningún argumento ya tratado en mis columnas anteriores. Resalto tres señalamientos que ameritan la intervención de la Fiscalía:
1- Valoración de Pescadero. Álvaro Vásquez, gerente del IDEA ha soportado el negocio de estas acciones en la supuesta valoración que de las acciones hizo la firma Corficolombiana. Así lo ha dejado claro en todas sus intervenciones en los medios de comunicación y en la SAI. Ahora resulta que Corficolombiana, en una contundente comunicación dirigida a EPM, manifiesta que ellos no hicieron ninguna valoración de la sociedad promotora que permitiera estimar el precio real de las acciones, sino una estimación del valor presente neto del proyecto. Malbaratar 96.000 millones de pesos del erario sin una valoración seria, cierta y confiable es algo más que una ligereza. La responsabilidad tiene que extenderse a toda la Junta Directiva del IDEA. Claro que ahora Vásquez Osorio habla de otra valoración, que seguramente sacará de su magín sin fondo.
2-Contratos clonados. Se conocen varios contratos clonados o repetidos, pero inferimos que todos lo fueron. Veamos. En rueda de prensa que Álvaro Vásquez concedió a los medios de comunicación el 16 de julio pasado dijo, entre otras cosas: “Entonces, aceptamos y comenzamos a suscribir contratos con cada uno de los accionistas (…) ayer (15 de julio) firmé el primero a las 11:15 a. m. y a las 5:30 p. m. firmé el último (…) y allí dejamos 28 contratos suscritos con particulares que corresponden al 5,098% de las acciones (…) Lo que significa que hoy (16 de julio) el Departamento en una transferencia que se hace en este momento, tiene el 51,7% de las acciones de Pescadero-Ituango”. Señor Fiscal, esos contratos se suscribieron sin el lleno de los requisitos, especialmente el de la apropiación presupuestal y el del rubro presupuestal como lo veremos en el tercer caso que comento. Como todos los contratos que se firmaron el día real de la negociación, se hicieron violando la ley, los tuvieron que repetir y firmar nuevamente entre los días 22 de julio y 5 de agosto. Pero existen más evidencias de una actuación posiblemente delictiva: Los contratos dicen que se hacen a la tasa representativa del mercado (TRM) del día del contrato y la tasa con la cual se firmó el negocio es la correspondiente al día 16 de julio. Los pagos y las consignaciones del valor del negocio se hacen ese mismo día y el día 17 de julio el IDEA capitaliza en la sociedad de Pescadero Ituango como dueña y señora de las acciones minoritarias. O les consignó a particulares un dinero público o pagó sin el lleno de los requisitos de ley, conductas tipificadas en la ley penal.
3-Resolución 0251 de 2008. Esta resolución fue supuestamente expedida el día 9 de julio del presente año. La verdad es que existe una foto del consecutivo de resoluciones del IDEA (Query) de fecha 28 de ese mismo mes, donde se constata plenamente que a ese día la citada resolución no había sido expedida. Es decir, le guardaron el número. Por eso la exactitud en el traslado presupuestal que hicieron. Resulta que el negocio de la compra de las acciones y la capitalización que tenía que hacer el IDEA entre los días 16 y 17 de julio, sumaron algo así como 108.000 millones de pesos. La supuesta valoración de las acciones por Corficolombiana la conoció el Gerente del IDEA el día 14 de julio, como lo ha reconocido reiteradamente y desde el día 9 el previó con la exactitud del relojero, el valor de lo que necesitaba invertir los días 16 y 17, como que tuvo un error, en sumas multimillonarias del 0,33%. Adivino que nos resultó el tal Álvaro, bueno, o demasiado vivo con los dineros públicos.
En el debate en comento se hicieron acusaciones aún más graves: contratos y documentos con fechas adulteradas, cifras repisadas, datos enmendados, todo en un proceso posterior a la negociación, como tratando de acomodar las cosas a las normas jurídicas. Señores de la Fiscalía, tienen la palabra y para su mejor información le sugiero que pidan la grabación de las intervenciones realizadas en el debate comentado. La justicia no puede pasar de agache.

LA JUSTICIA EN DEBATE

IVÁN ECHEVERRI VALENCIA, Ivancho502004@yahoo.com
“La sociedad está bien ordenada cuando los ciudadanos obedecen a los magistrados y los magistrados a las leyes”. Solón
En medio de los escándalos de la parapolítica, del fuerte debate del ejecutivo con las altas cortes y con la oposición y a escasos dos meses de haberse posesionado, el ministro del interior radicó en el Senado de la República un proyecto de reforma a la justicia, diciendo que busca fortalecer la independencia y autonomía de la rama, simplificar tramites y descongestionar los despachos judiciales.
Al leer el proyecto presentado se encuentra que el grueso de la reforma se reduce a temas como: Restablecimiento de la cooptación para la elección de magistrados , con excepción de los integrantes de la Corte Constitucional; Supresión de la elección por las Cortes de funcionarios que no pertenecen a la justicia; Adopción de la doble instancia en los procesos relacionados con la investidura de los congresistas; Separación de las funciones de investigación, acusación y juzgamiento de funcionarios con fuero; Otorgamiento de facultades a la Corte Constitucional para servir de juez de control de garantías en procesos adelantados contra los congresistas; Prohibición de la reelección de magistrados y de su elección en otras corporaciones; Obtención de ternas para Procurador, Contralor, Defensor y Auditor General por concurso de méritos, etc. .
Proyecto que ha generado toda clase de refutaciones y aprensiones en diversos sectores de opinión que lo considera inoportuno, dada la actual coyuntura que vive el país de descomposición institucional, máxime que de la misma se desprende un asentado propósito burocrático y funcional, que no se compadece con la preocupación prioritaria del ciudadano del común, que no se haya satisfecho por el servicio que actualmente presta el sistema judicial, dada su inercia que permite la impunidad en desmedro de la seguridad ciudadana, que cada día, desafortunadamente, se ve más sometida a los vejámenes de la delincuencia .
Lo que el ciudadano requiere no es una reforma judicial coyuntural, sino una reforma sustancial que le garantice la opción de acudir a la justicia en igualdad de condiciones, con la seguridad de que va a encontrar normas claras, funcionarios probos, procedimientos ágiles y sanciones ejemplarizantes.
Para tener una justicia fortalecida, que combata vigorosamente y con transparencia a las organizaciones criminales, se debe contar con un buen presupuesto, con personal selecto, suficiente y capacitado que devengue salarios dignos y con una mínima seguridad que le garantice la vida, dotado de equipos y de medios científicos y tecnológicos de última generación, ya que la precariedad que persiste en los despachos judiciales para cumplir con sus obligaciones, contribuye en mucho a la inoperancia de la justicia, pero desafortunadamente, nada de eso se va a superar porque se incremente la edad de ingreso y retiro de los magistrados, porque se cambie la manera de elegirlos o porque se redistribuyan sus funciones.
Ahora que el tema de la justicia se encuentra a discusión en el Congreso de la República, se constituye en una excelente oportunidad de reivindicación frente a la opinión de este cuerpo colegiado, siempre y cuando aborde su estudio con la seriedad que el asunto amerita, desprovisto de toda altivez, sin afanes revanchistas y mejorando la propuesta con políticas preventivas de los delitos y en la búsqueda de hacer más asequible y operante el sistema judicial para el logro del bien común. Sería inaceptable que la Rama Judicial, con su conocimiento y experiencia se abstuviera de intervenir y enriquecer el debate.
Reflexiones sobre un referendo


Jorge Arango Mejía, El Mundo, Medellín, septiembre 20 de 2008.


Conviene tener claro el trámite del proyecto de ley que se ha presentado al Congreso y que pretende reformar la Constitución para permitir la tercera elección consecutiva del presidente Uribe. Hay que examinar este asunto, en lo que tiene que ver con su trámite, para evitar interpretaciones erróneas.
Alguien preguntó al principal promotor de la recolección de firmas, qué ocurriría si las cámaras negaban el proyecto de ley. Respondió, palabra más palabra menos, que nada; que como se había presentado con más del 10% de las firmas de los integrantes del censo electoral, de todas maneras podría pedirse a la Registraduría Nacional del Estado
Civil la convocación del referendo, de conformidad con el parágrafo del artículo 32 de la ley 131 de 1994. Eso no es así: esa norma es aplicable únicamente a los demás referendos, diferentes a aquél cuya finalidad es la reforma de la Constitución. Éste se rige por el artículo 33 de la citada ley y requiere siempre la aprobación de la ley por el Congreso.

De otra parte, cabe preguntarse: ¿podría el Congreso modificar el proyecto presentado, para hacer posible la reelección, pero solamente en 2014? La pregunta es pertinente porque algunos han sostenido la tesis de la inmodificabilidad del texto propuesto. La respuesta es afirmativa, por las siguientes razones.

En general, el Congreso puede modificar todos los proyectos de ley. Basta que la modificación no se refiera a una materia no relacionada con el proyecto, posibilidad prohibida por el artículo 158 de la Constitución. Es evidente que el tema del proyecto es la reelección y que algo accesorio es determinar si ella puede hacerse para el período
inmediatamente siguiente o para uno posterior.

Carecería de sentido el trámite legislativo si se limitara a aprobar un texto inmodificable. Si así fuera no se entendería por qué el artículo 378 exige una mayoría calificaba: más de la mitad de los miembros de ambas cámaras.

En síntesis, esta reforma constitucional requiere, primero, la aprobación del Congreso; después, la del pueblo, es decir la mitad más uno de los sufragantes, siempre y cuando haya votado más de la cuarta parte de los ciudadanos que integran el censo electoral.

De otra parte, no es aceptable que el gobierno consulte al Consejo de Estado sobre los impedimentos de los congresistas y que éste conceptúe. ¿Por qué? Sencillamente porque esa no es la atribución prevista por la Constitución. De conformidad con el numeral 3 del artículo 237, esa corporación actúa como supremo cuerpo consultivo del gobierno en asuntos de administración. El trámite de las leyes no es materia administrativa, sino algo que concierne exclusivamente a la rama legislativa. La Sala de Consulta y Servicio Civil respondió porque se ha convertido en un vicio el decirle al gobierno todo lo que
él quiera oír, vale decir, ser consultores de bolsillo. Recuérdese que cuando el gobierno de Pastrana le preguntó si a su proyecto de ley sobre referendo se le podían introducir cambios, contestó que no, que era inmodificable, como el régimen pretendía.

Concepto equivocado que después, por fortuna, nadie tomó en serio. Volviendo a los impedimentos: son las cámaras, de conformidad con la ley Quinta de 1992 (Reglamento del Congreso) y normas concordantes, las que están facultadas para aceptarlos o rechazarlos.

Y hablando de reformas, vienen fácilmente a la mente unas preguntas: ¿qué fue de los Notables? ¿Qué propusieron? ¿Cómo recibió el gobierno sus propuestas? ¿Se disolvió esa ilustre comisión sin dejar huella en nuestra remendada Constitución? ¿O trabajan aún para darnos algún día la sorpresa de grandes cambios? La experiencia enseña que lo primero es hacer cumplir la ley, no producir leyes y más leyes desordenadamente sin concierto y sin una finalidad clara. Napoleón decía que más importante que hacer leyes era hacerlas cumplir. Y don Quijote aconsejaba a Sancho no hacer muchas pragmáticas para que no le pasara lo que a la viga, rey de las ranas, que al principio las espantó, y con el tiempo la menospreciaron y se subieron en ella.

MUJERES: Enorme brecha entre discurso y realidad

Thalif Deen, IPS, septiembre 21 de 2008.
NUEVA YORK, 19 sep (IPS) - Cuando unos 150 líderes mundiales asistan a una cumbre la próxima semana para analizar la situación de los Objetivos de Desarrollo de la ONU para el Milenio, una de las prioridades en la agenda será el tercero: promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
"Una de las muchas razones para convocar a la cumbre es presionar al mundo para que mantenga sus promesas hacia las mujeres", dijo el secretario general, Ban Ki-moon.

Pero, en realidad, hay una amplia brecha entre las promesas y su cumplimiento, mientras las mujeres continúan siendo superadas en número por los hombres --cuatro a uno-- en parlamentos de todo el mundo.

En un estudio titulado "Who Answers to Women" ("Quién responde a las mujeres"), el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) señaló que las mujeres deben ser incluidas en todos los procesos de control.

"Generar responsabilidad ante la igualdad de género no es un lujo", dijo este jueves a la prensa la directora ejecutiva de Unifem, Inés Alberdi.

El estudio de Unifem muestra que "si tuviéramos una responsabilidad más fuerte sobre los compromisos asumidos hacia las mujeres, podríamos estar mucho más cerca de alcanzar los Objetivos del Milenio", agregó.

Para superar la crisis de responsabilidad tienen que implementarse dos elementos clave, sostuvo. Primero, las mujeres deben estar representadas en cantidades mucho mayores en puestos de toma de decisiones: política, empresas y cargos públicos.

Y segundo, se necesita un cambio sistémico que coloque las necesidades de las mujeres en el centro de los mandatos públicos. Esto incluye que el desempeño de funcionarios públicos sea evaluado según sus antecedentes en cuanto al abordaje de preocupaciones de igualdad de género.

"Sin implementar medidas fuertes para rastrear los avances sobre igualdad de género, corremos el riesgo de que compromisos como los Objetivos del Milenio sean palabras sobre papel", advirtió Alberdi.

Las estadísticas presentadas en el estudio de Unifem hablan por sí mismas: alrededor de 60 por ciento de todos los trabajadores familiares no remunerados en el mundo son mujeres. Ellas ganan 17 por ciento menos que los hombres, y en África subsahariana hay tres mujeres infectadas con VIH por cada dos hombres.

Además, la violencia afecta a entre 10 y 60 por ciento de mujeres y niñas (poner fin a la violencia contra ellas está faltando en los Objetivos del Milenio), y los perpetradores son acusados en menos de uno de cada 10 casos estimados de violencia sexual y de género.

En los partidos políticos de todo el mundo hay una mujer por cada dos hombres, y en los puestos de alta gerencia hay apenas una mujer por cada nueve hombres.

"La discriminación a esta escala, tras décadas de compromisos nacionales e internacionales, es sintomática de una crisis de responsabilidad", señala el estudio.

De todos modos, Unifem también se apresura a destacar algunos de los avances logrados con los años: nueve de cada 10 niñas en todo el mundo están inscriptos en la educación primaria, y la mitad de los 22 países que alcanzaron una representación parlamentaria femenina de 30 por ciento son de regiones en desarrollo.

Un periódico londinense dijo el jueves que Ruanda se convertirá en el primer país donde las mujeres superarán a los hombres en el parlamento. Según los primeros resultados electorales, por lo menos 44 de un total de 80 escaños en el parlamento de ese país han sido ocupados por mujeres.

En Costa Rica, las mujeres ostentan 43,9 por ciento de los puestos de liderazgo en los partidos políticos, y en Honduras y Croacia más de 40 por ciento de los jueces de las Supremas Cortes son mujeres, según Unifem.

Mientras, la asistencia centrada en el género casi se triplicó (en términos absolutos), pasando de 2.500 millones de dólares en 2002 a 7.200 millones de dólares en 2006.

Nueva Zelanda y Canadá tienen la proporción más elevada de asistencia --alrededor de 11 por ciento-- asignada a la igualdad de género como su principal objetivo.

Los Objetivos del Milenio, definidos en 2000 por la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), incluyen reducir a la mitad la proporción de personas que padecen pobreza y hambre (en relación a 1990), garantizar la educación primaria universal, promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil y la materna.

Y también combatir el sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la malaria y otras enfermedades, asegurar la sustentabilidad ambiental y fomentar una asociación mundial para el desarrollo, todo esto con 2015 como fecha límite.

Pero la implementación de estos objetivos ha sido errática.

Consultada sobre la inminente cumbre, programada para el 25 de este mes, Jessica Neuwirth, presidenta de la organización Equality Now (Igualdad Ya), dijo a IPS: "Espero que la necesidad de equidad de género sea subrayada en la reunión de la ONU sobre los Objetivos del Milenio, porque es un tema central para todos ellos".

El no hablar sobre igualdad de género reflejaría un fracaso de la voluntad política de hacer avanzar la agenda en este sentido, y un obstáculo para la concreción de los Objetivos del Milenio, sostuvo.

Charlotte Bunch, directora ejecutiva del Centro para el Liderazgo Global de las Mujeres en la Universidad Rutgers, dijo que el progreso en la igualdad de género dentro de los Objetivos hasta ahora ha sido "decepcionantemente lento".

La igualdad de género es un componente clave de varios de los Objetivos del Milenio, y muchos gobiernos y la ONU han reconocido fuertemente que es esencial para el desarrollo, señaló Bunch.

"Pero el compromiso de recursos y la voluntad política necesaria para volver esto realidad todavía faltan a todos los niveles", declaró a IPS.

Pocos países en desarrollo hicieron de esto una prioridad en la asignación de su dinero para el desarrollo, y pocos donantes han estado dispuestos a destinar recursos para este fin, agregó.

Pero hasta que más donantes cumplan con su compromiso general con el octavo Objetivo, garantizando que el desarrollo sea financiado en la cantidad necesaria, será difícil imaginar que la igualdad de género se convierta en la prioridad nacional que debería ser, dijo Bunch.

Neuwirth señaló que la igualdad de género es comprendida como un tema que atraviesa los Objetivos del Milenio, con el tercero abordando específicamente la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

La Declaración del Milenio, adoptada por los líderes mundiales en 1990, establece ciertos valores considerados "esenciales".

Estos incluyen la igualdad y, más específicamente, que se garanticen "iguales derechos y oportunidades de mujeres y hombres".

Neuwirth dijo que en todo el mundo continúan vigentes leyes que discriminan explícitamente a las mujeres, colocando la aprobación formal del Estado en la discriminación de género.

"Es tiempo de superar la brecha entre retórica y realidad. Se suponía que el proceso de los Objetivos del Milenio iba a facilitar la implementación de los compromisos asumidos", agregó.

En un mundo donde las mujeres todavía son tratadas como ciudadanos de segunda clase, sin igualdad ante la ley, que es apenas el primer paso hacia la igualdad real, "tenemos que decir que el proceso no está funcionando efectivamente y los compromisos no son respaldados por la voluntad política necesaria para volverlos significativos", declaró Neuwirth.

LA CRISIS ALIMENTARIA

Amylkar D. Acosta M1
Según la FAO entre 2002 y 2008 el Índice general de precios de los alimentos se incrementó de 94 a 218; los lácteos de 88 a 266; la carne de 96 a 136 y cereales de 97 a 184 y se prevé que esta tendencia se prolongará por lo menos por diez años más, atizada en gran medida por la relativa inelasticidad en el corto plazo de la oferta. Razón para pensar que esta vez el alza de precios no es pasajera, pues responde más a razones estructurales que coyunturales. Como lo sentenció The Economist, todo indica que “Hemos llegado al final de la era de la comida barata”. Esta es una pésima noticia, especialmente para los países que son importadores netos de alimentos y para la población de más bajos ingresos. Las consecuencias no se han hecho esperar. Según el más reciente Informe de la FAO “el número de personas subalimentadas antes de la disparada de los precios del 2007 – 2008 era de 850 millones. Este número aumentó durante los últimos meses en 75 millones y alcanzó la cifra de 925 millones”. En su última Cumbre en Roma se fijó la meta de reducir a la mitad el número de personas que padecen hambre para el 2015; para ello, hay que invertir US $30.000 millones por año, con el fin de duplicar la producción alimentaria y eliminar el hambre, una cifra modesta en comparación con las enormes sumas desembolsadas por los países de la OCDE en subsidios y ayudas a sus agricultores, que sobrepasan los US $376.000 MM.
Pero, la FAO es pesimista en cuanto al logro de dicha meta; su director Jacques Diuf, afirmó que “con las tendencias observadas actualmente este objetivo se alcanzaría en el 2150 en vez de 2015”, lo cual es sumamente grave y perturbador, tanto más por cuanto se teme que se pueda presentar a muy corto plazo la que la FAO ha catalogado como una “segunda ola” de la crisis alimentaria. La combinación de precios a la baja y altos costos de los insumos pueden desincentivar la siembra y derivar en ganancias menores e incluso en pérdidas para el sector agrícola, repercutiendo en una baja de la oferta alimentaria agudizando la tendencia al alza de los precios de los alimentos. Mientras subsista la combinación de factores que han contribuido a ella, está latente la posibilidad de que se desate otro “tsunami silencioso”, que fue como calificó las Naciones Unidas esta crisis. Y, claro, los más afectados son los países emergentes que, como la India y la China, dado el precario nivel de ingreso de su población, el consumo e alimentos representa el 60% y el 40%, respectivamente, del mismo. Es, también, el caso de Colombia en donde, según la FAO, en promedio el consumo de los alimentos absorbe más del 60% del ingreso de sus habitantes. Ello es tanto más cierto, habida cuenta que dicha crisis radica más en la capacidad de acceso que en la disponibilidad de alimentos. O sea, que la generación de empleo y el mejoramiento del ingreso son parte sustancial de su solución.
En últimas, como lo delató el ex canciller nicaragüense y ahora Presidente de la 63ª Asamblea de las Naciones Unidas, Miguel d´Escoto, “La raíz del problema mundial del hambre está en la inequidad en la distribución del poder adquisitivo entre y dentro de los países”.
En los últimos meses la tendencia alcista de los precios de los alimentos y no sólo de estos sino también de los productos básicos en general, se ha venido revirtiendo, influenciada por la desaceleración del crecimiento de la economía global, las mayores cosechas estimuladas por las alzas de precios, por el repunte de la cotización del dólar y la caída de los precios del petróleo. Pero este fenómeno puede ser sólo flor de un día y resulta prematuro precipitarse a cantar victoria pensando que la crisis ha quedado atrás. Mientras no se disipen los nubarrones provocados por la combinación de factores adversos, como son el descalce de la oferta con respecto a la demanda, la inclemencia del tiempo, la volatilidad de la tasa de cambio y del precio del crudo y los brotes especulativos, seguirá latente la crisis, la cual puede estallar en cualquier momento. En todo caso, para conjurar la crisis hay que pasar por la intervención del Estado con el fin de evitar mayores sobresaltos y paliar sus consecuencias.
Riohacha, septiembre 24 de 2008
www.amylkaracosta.net

La calidad de la democracia en Medellín

Jorge Mejía Martínez, Jorge.mejia@une.net.co
Para el urbanista español Jordi Borja, muy cercano a Medellín, El ámbito local es el que facilita la innovación política, tanto en lo que se refiere a la representación (sistema electoral, control de los electos, etc) como a la democracia directa (consultas vinculantes, autogestión de equipamientos o programas, etc). La democracia participativa supone la existencia de un espacio de relación entre instituciones de gobierno y ciudadanía. En cualquier caso, dice Borja, lo que importa es la materia sobre la que se debate y se negocia, el momento en el que se hace y la influencia que la ciudadanía tenga sobre la decisión o la gestión posterior.
Llegar a tales niveles de interrelación entre el sector público y la sociedad civil requiere una innovación política radical que supere las visiones cortoplacistas, la fragmentación política rayana con la proliferación de empresas electorales de corte personalistas entusiasmadas con las posibilidades brindadas por una democracia reducida a las elecciones, al clientelismo, al autoritarismo o al paternalismo oficiales.
Todos los estudios y todas las encuestas coinciden en destacar a la capital de Antioquia como el mejor vividero del país. Los logros en distintos campos de la vida municipal –salud, educación, finanzas públicas, gestión administrativa etc.- colocan a la ciudad con la más alta votación. Pero la Encuesta de percepción ciudadana 2008, conocida hace muy pocos días, llama la atención sobre los bajísimos niveles de participación ciudadana, que hacen de Medellín la ciudad más atrasada en este campo. El 82% de la gente nunca se reúne con otros para resolver un problema de su comunidad. El 89% de la población no pertenece a ningún tipo de organización. En promedio la pertenencia a organizaciones en Medellín es de 0.39 por hogar, mientras que para Colombia es de 0.64. La participación ciudadana es un buen indicador para medir la consistencia de la democracia local y nacional. ¿Qué explicación puede darse ante el hecho de que Medellín sea pionera en calidad de vida, mientras la calidad de su ejercicio democrático no supera la precariedad? La encuesta nos debería dejar pensando a todos.
En Medellín hemos tenido dos importantes procesos participativos, en los últimos años: el Presupuesto Participativo y la Veeduría ciudadana al plan de desarrollo. El PP tiene demasiadas bondades y a su alrededor las comunidades resuelven muchas dificultades, mientras se renuevan los liderazgos sociales en los barrios y las comunas. Oxigenación con efectos políticos, cuya incidencia se ha dejado sentir en las dos últimas elecciones de Alcalde en Medellín. Pero la calidad de su impacto en la vida local – tejido social, renovación política y optimización de los recursos- todavía está por verse. Volvemos a la encuesta.
La Veeduría es un excelente ejercicio participativo. Es una confluencia de 12 años ininterrumpidos de entidades sociales, académicas, gremiales –empresarios y trabajadores- y ONGs, preocupadas por hacerle seguimiento a los planes de desarrollo municipales, a partir de metodologías evaluatorias perfeccionadas cada vez más en función de aportarle con seriedad a la ciudad. Son múltiples los esfuerzos y los recursos que la sociedad civil deposita en este ejercicio, que hoy parece llover sobre mojado. El último gran reto de la veeduría fue meterle el diente a hacer una evaluación a la gestión de los planes de desarrollo de Medellín desde 1995 a 2007. Cuatro alcaldías, cuatro planes de desarrollo, cuatro expectativas. Resultó un rico informe de 167 páginas, cuya presentación se hizo ante un reducido auditorio aunque la convocatoria se realizó por toda la ciudad. Para escuchar la Encuesta de percepción ciudadana, lógico, encuesta es encuesta: sin preguntas ni hipótesis, el auditorio de la Cámara de Comercio resultó pequeño, mientras que para la Veeduría, ejercicio académico con propuestas, el pequeño recinto fue demasiado grande. Ambos ejercicios son importantes y complementarios. Para destacar: los empresarios congregados en Proantioquia, estuvieron en ambas convocatorias.
No puede desconocerse que para las más recientes administraciones municipales, posibilitar una mejor y mayor participación ciudadana, ha sido una prioridad. Pero, ¿estaremos dando en el blanco? La Encuesta, con una muestra de 1.516 entrevistas ponderadas, realizadas cara a cara en el mes de julio de 2008, prende las alarmas públicas y privadas. Lo mismo evidencia la respuesta famélica a la valiosa invitación de la Veeduría, que ya hizo pública otra convocatoria para el próximo 8 de octubre para un debate abierto sobre Democracia, Convivencia y Participación en Medellín y la región, en el museo de Antioquia. Temas que hacen parte del desarrollo humano local, uno de cuyos componentes fundamentales es tomarle el pulso a la salud de la democracia que ejercemos.

El turno del “liberalismo”

César González Muñoz
Los hechos de las últimas dos semanas en el mundo financiero continúan estremeciendo a los analistas profesionales, preocupando a los ministros de finanzas y haciendo arquear las cejas a los banqueros centrales. Cuando se asiente el polvo, vendrá el turno de los historiadores. Ellos no causarán abundantes titulares, ni provocarán declaraciones de políticos en campaña, y sus trabajos quedarán confinados a la cátedra y a los papeles académicos. Pero esas tareas intelectuales serán fundamentales para entender lo que ocurre, así los banqueros y los gobernantes del futuro no apliquen las lecciones que dejará la lectura de los hechos corrientes desde la perspectiva histórica. ¿Qué deberán mirar los historiadores entre este berenjenal, para extraer de allí la esencia histórica?
El “modelo” (esta palabreja no me gusta, pero la uso para ser expedito) de los bancos de inversión independientes en el centro financiero de Wall Street, Nueva York, desapareció de la escena dejando una estela de colosales deudas que tendrán que ser cubiertas por la ciudadanía que paga impuestos en Estados Unidos y en muchos otros países. Los grandes bancos de inversión (había cinco hasta hace un semestre) no eran tomadores de depósitos del público y, en consecuencia, no estaban bajo la supervisión del Banco de la Reserva Federal, que es el máximo superintendente bancario gringo. Las fuentes de fondos para financiar sus operaciones eran sus endeudamientos con inversionistas de todas las clases, de todas las nacionalidades, de todos los propósitos imaginables, con un objetivo común: la rentabilidad. Apoyados en la tecnología de la información y de las telecomunicaciones, los negocios de los bancos de inversión llegaron a ser tan complejos como enormes. Mirar los balances de estas instituciones es como observar un mapa hermético, lleno de códigos y sugerencias y pistas, en el que resulta muy difícil observar la geografía real.
Pero ese era precisamente el sentido del “modelo”, fundado en la no regulación, en la supervisión leve, en la libertad de acción, en el vuelo irrestricto de la imaginación –y de la lujuria de la ganancia – en la responsabilidad estrictamente privada por la evaluación de los riesgos asumidos por los banqueros y por sus acreedores.
Había otra condición de los bancos de inversión: El pequeño tamaño del patrimonio invertido por sus accionistas frente al volumen del negocio, en comparación con el mayor peso del patrimonio en las entidades tomadoras de depósitos, obligadas a mantener su apalancamiento dentro de ciertos límites por parte de las autoridades supervisoras.
En la academia anglosajona el “modelo” de los bancos de inversión se denomina un “modelo” conservador. Puede ser muy confuso para el usuario del lenguaje común, pero por allá arriba a la no intervención estatal se la llama “conservatismo”, mientras que a la inclinación a regular y a intervenir desde el Estado se la llama “liberalismo”.
La caída de dos de los bancos de inversión (Bear Stearns, Lehman Brothers), y la desaparición de un tercero, Merril Lynch, en las entrañas de una entidad financiera tomadora de depósitos, el Bank of America, hasta donde se puede ver, terminará con la dilución de sus patrimonios (y la pérdida de los accionistas), mientras que los acreedores serán básicamente dejados incólumes con plata de los contribuyentes.
Esta semana, los dos bancos de inversión sobrevivientes, Goldman Sachs y Morgan Stanley, anunciaron que se convertirán en bancos supervisados por la Reserva Federal, financiados en alguna medida por operaciones de depósito del público pero con más capital como proporción de su balance total y con acceso a la ventanilla básica de préstamos del banco central. Un regreso al huevo. La transición tomará algún tiempo, pero ello marca el final de un periodo de la historia económica de los países ricos. Comienza una era de “liberalismo”, que en este caso significa desconfianza con la fascinación del laissez faire.


El capitalismo en su hoguera

OCTAVIO QUINTERO, oquinteroefe@yahoo.com, 25-09-08
Ahora resulta que los neoliberales que profesan la anarquía del libre comercio convienen en admitir la intervención del Estado cuando de salvar sus trapisondas financieras se trata.
“Dejar hacer, dejar pasar”, es bien venido cuando festinan los recursos de la economía en su beneficio propio. Pero cuando la burbuja hace pum, el Estado, ese Estado que redujeron a la impotencia a somatén de sus teorías del libre mercado debe salir ahora a socializar las pérdidas mientras ellos se retiran a sus cuarteles de invierno a disfrutar sus réditos mientras las aguas vuelven a sus cauces.
Muchos ejemplos han pasado en estos aciagos años del neoliberalismo cuando las crisis financieras de México, Argentina, Brasil y Colombia, los gobiernos de la época, neoliberales por supuesto, salieron al rescate de la banca que una vez saneada, volvieron a entregar a los tiburones del mercado a precios de gallina vieja, como en Colombia, por ejemplo, con los bancos de Colombia, Granahorrar, Popular, Bogotá, Megabanco y Ganadero, entre otros que recuerde a vuelo de pájaro y que hoy están de nuevo en manos privadas después de consumir más de 12 billones del presupuesto nacional en su salvamento.
Los neoliberales detestan al Estado, pero al Estado Benefactor que así le dicen peyorativamente, cuando buena parte de su presupuesto se destina a la salud, la educación, la vivienda, a promocionar el empleo o proveer alimento a los más pobres.
Produce asco intelectual ver hoy a pontífices universales y criollos del libre mercado clamando a gritos la intervención del Estado en la crisis financiera de Estados Unidos que como diría el presidente Chávez, lanza su mierda a todas las economías del mundo.
Y un pontífice de la economía del libre mercado, al que le han elevado altar en Colombia en los últimos 40 años, Rodrigo Botero, precursor de los ‘Chicago Boys’ en Suramérica y padre intelectual de quienes nos introdujeron el neoliberalismo en el país, y entonces para refrescar la memoria hablamos del ex presidente César Gaviria y de su nefasto ministro de Hacienda, Rudulf Hommes, nos dice en una columna de El Colombiano de Medellín que… “Para que los mercados cumplan su función, los gobiernos deben intervenir de manera eficaz y crear la estructura institucional apropiada”.
Yo espero que esta crisis financiera de Estados Unidos definitivamente abra los ojos de los gobiernos socialistas que se han venido instalando en Latinoamérica, y especialmente me refiero a Argentina, Chile y Brasil, que han dado en consentir y convivir con ese modelo neoliberal sin tener en cuenta que, como lo dice el mismo Botero en esa columna antes mencionada (…) “La inestabilidad financiera es inherente al sistema capitalista”.
Si el Imperio venía de capa caída por la criminal política intervencionista de sus halcones; si su Patio Trasero se le ha tornado contestatario, gracias a la desnudez del Rey que redescubrió Chávez en Venezuela, y que asienten Correa en Ecuador, Evo en Bolivia, Ortega en Nicaragua y Lugo en Paraguay, sin olvidar la larga y tenaz lucha de la gran Cuba de Fidel, este colapso financiero mundial que viajará como las ondas hertzianas por todo el mundo marca el fin de un nuevo embate capitalista por dominar el mundo tras la caída del Muro de Berlín.
Al bate llega ahora el Socialismo del Siglo XXI. Ojalá no pierda su cuarto de hora. Ojalá haya aprendido que el poder es para poder. Hay que contener la última arremetida del mercado con sus TLC y rescatar al Estado de las manos privadas, especialmente aquellos servicios públicos que en la era neoliberal se festinaron al capital extranjero, incluyendo este sector financiero que como lo dice la urraca de Botero debe ser intervenido para que cumpla la función social que hábilmente ha eludido en toda su historia precisamente porque no hemos podido los de abajo quitárselo a los de arriba a pesar, y por paradoja, que trabaja con la plata de los de abajo para acrecentar las riquezas de los de arriba.