viernes, 30 de enero de 2009

El mayor castigo para quienes no se interesan por la política
es que serán gobernados por personas que sí se interesan.
Arnold Toynbee
(Tomado de Libros y Letras)


Contenido


• Inés Aminta Consuegra, Rodrigo Llano Isaza
• La represa del río Ranchería, Antenor Durán Carrillo.
• De espaldas al Pamplonita, Adip Numa.
• Yo soy Liberal, Jorge Huanqui.
• El cambio no es de color, Octavio Quintero.
• Las utilidades de los bancos, Ramón Elejalde.
• El significado más importante de la elección de Obama, Juan Manuel López Caballero.
• La próxima guerra…la guerra del agua, Cristian Frers.
• La ruta Liberal para la prosperidad, Mauricio Cabrera Galvis.
• La culebra está viva, Jorge Mejía Martínez.
• Obama y el proteccionismo, César González Muñoz.




Reivindicación de una gran mujer Liberal:
Honor y gloria para Inés Aminta Consuegra


Rodrigo Llano Isaza.

Para pocos colombianos el nombre de INÉS AMINTA CONSUEGRA dice algo, su memoria se perdió en el tiempo, sus paisanos del Atlántico y, concretamente, de Barranquilla, la desconocen por completo. Ya es hora de devolverle a Inés Aminta el justo sitio que le corresponde en la galería de grandes de Colombia y del Partido Liberal.

Su padre, Pedro Mártir Consuegra, estuvo hecho de Liberalismo, él fue de los primeros combatientes por la causa Liberal. Sus más próximos antecesores llegaron de Campo de la Cruz a Sabanalarga, donde nació y se educó. Fue Secretario (de los Ministros de entonces) del Interior y de Culto de la Administración popular y revolucionaria del General Draconiano José María Melo Ortiz; Auditor de Guerra en la división de operaciones militares; Gobernador de Sabanilla; defensor del General Obando, por cuya causa sufrió todo tipo de persecuciones y vejámenes; Diplomático, viajó por Europa y fue de los primeros colombianos que viajaron a conocer Palestina. Su hija Inés Aminta, nació en Barranquilla y allí participó en las acciones de la guerra de 1885.

El extrañamiento, como herramienta de sanción política fue aplicado a las mujeres sólo en muy escasos momentos de nuestra historia. La famosa Javiera Londoño de Castañeda (origen de la leyenda de la “familia Castañeda” que se recrea en muchas de nuestras fiestas locales), el 15 de septiembre de 1757, por el “delito” de dar la libertad a 125 esclavos suyos en la población de El Retiro-Antioquia, en un gesto que la historia del mundo no le ha reconocido suficientemente, pero que fue castigado por la corona española con la expulsión de sus tierras para doña Javiera. Volvió a utilizarse el extrañamiento, pero siempre en el interior del país, cuando a la llegada del mal llamado “pacificador” Pablo Morillo y Morillo, muchas de nuestras heroínas de la independencia fueron sacadas de la Capital y llevadas a poblaciones relativamente lejanas para castigarlas por su actividad en pro de la liberación de Colombia.

Pero fue a Inés Aminta Consuegra la primera mujer de nuestra historia a quien se le aplicó la expulsión del país. Su amor por el Liberalismo, su dedicación a las letras, su pasión por la libertad de expresión, su lucha por la libertad de imprenta y sobre todo el haber escrito “Meditaciones del General Ricardo Gaitán Obeso en su prisión de Cartagena y Panamá”, fue lo que llevó a un Gobernador de Bolívar, lacayo del presidente Rafael Núñez, a expulsarla del país para ir a morir a tierras extranjeras, en el exilio, concretamente en Nueva York, como murieron el Presidente Santiago Pérez en París, o Cèsar Conto en Guatemala, o “El Indio” Juan de Dios Uribe en el Ecuador o el gran panfletario José María Vargas Vila en Barcelona, todos perseguidos y expulsados del país por la regeneración nuñista que se aterraba y convulsionaba ante el gran espejo de la libertad.

Inés Aminta fue educada por su padre en el amor a las letras, escribió, además, dos dramas: “Fabricar sobre arena” e “Inmoralidad legal” y dos novelas: “Lucía de Guzmán”, basada en los episodios de la guerra de los Supremos de 1840 y “Miserias de un corazón” que salió en letras de molde en la ciudad de Panamá el 28 de agosto de 1880 y también salió, en dos entregas, en la revista “Mujer” que dirigía doña Soledad Acosta de Samper; y una oda al “Salto del Tequendama” que apareció en la revista “La Camelia” en 1893.

Pero Núñez y sus esbirros, que odiaban a Gaitán Obeso, a quien no pudiendo aplicarle la pena de fusilamiento, llevaron a las bóvedas de Cartagena y de ahí lo sacaron para Panamá, donde Santodomingo Vila lo envenenó, no podían permitir que alguien lo ensalzara y ese “pecado” lo cometió Inés Aminta. Ella había conocido al General Ricardo Gaitán cuando este arrojado bogotano se apoderó de las embarcaciones que había en el río Magdalena y se tomó a Barranquilla, luchó al lado suyo en tareas propias de su sexo, para el tiempo de la guerra de 1885, en que el radicalismo Liberal se batía contra la dictadura de independientes y conservadores que ya comenzaba a vislumbrarse y que terminó en la muerte de la constitución de 1863, la imposición de la constitución de 1886, la hegemonía política del conservatismo durante 45 años y el restablecimiento de un régimen conventual y monástico que se imponía en el vida colombiana de la mano de la iglesia católica.

En su monólogo, Inés Aminta reflexiona sobre las causas de la guerra y sus consecuencias para el país y para el General Gaitán Obeso, lo que dejó en su verdadero tamaño al Presidente Núñez y por ello se vio expulsada de su lar nativo.

Como dijera Barba Jacob: “tal vez bajo otra tierra la gloria nos sonría”, pero los pasos de Inés Aminta se nos perdieron en Nueva York, en la llamada “Gran Manzana”, en fecha aún no precisada.

Bogotá D.C., enero 29 de 2009.



LA REPRESA DEL RIO RANCHERIA
UNA REALIDAD DE MUCHAS LUCHAS

ANTENOR DURAN CARRILLO, EX PARLAMENTARIO
Este sueño de varias generaciones Guajira es hoy una realidad, con la garantía de los recursos definidos por la Nación y el Departamento, hasta la conclusión definitiva de esta importante obra.
Desde muy niño en mi pueblo natal Caracolí, escuchaba los comentarios de los campesinos y dirigentes agrarios que hacían referencia a la urgente necesidad de construir esta represa, como redención para los agricultores del Departamento y escuche también que el cercado donde también llegue de visita en mi época de joven estudiante de la Escuela Vocacional de Fonseca se construiría la presa que lleva su nombre de el “cercado”. Mas tarde, unos campesinos me informaban insistentemente que estos terrenos pertenecieron en una época a mi abuelo paterno Alberto Duran. Sin haberme iniciado todavía en las inquietudes Políticas, oía los discursos de los dirigentes Eduardo Abuchaibe, Arnoldo Smith López, Nellith Abuchaibe, Jesús Solano, Miguel Pinedo Barros, Práxedes Bolaño Brito, Lorenzo Solano Peláez, Román Gómez Ovalle y Nelson Amaya Arregoces entre tantos otros que reclamaban a los Presidentes de esos tiempos la construcción de la que seria según sus propias palabras la más importante obra para la Guajira. Especialmente por lo que la misma traería para sus habitantes, fuente de empleo, comercialización de los productos agrícolas hacia el Caribe y otros Países, por lo que representaría en la preservación y conservación del medio ambiente, por el abastecimiento alimentario de la región, en el fortalecimiento forestal ante la amenaza del desierto que anunciaban nuestros intérpretes y compositores de nuestra música vallenata y en fin por la misma valorización de las tierras beneficiadas, todo seria un verdadero sueño hecho realidad.
Después de haber incursionado en la Política desde la asamblea Departamental continuamos esa tarea legada de nuestros dirigentes en compañía de otros lideres y desde el Congreso de la Republica muy especialmente en la Comisión Quinta de la Cámara donde fui varias veces Presidente hicimos varios debates para interesar a los gobiernos Liberales de Cesar Gaviria y Ernesto Samper de las bondades y beneficios que traería la construcción de la Represa del Río Ranchería. Conjuntamente con el doctor Amilkar Acosta colocamos este tema en prioridad de nuestra labores congresionales. Un Parlamentario costeño con jocosidad permanentemente me decía en la Cámara que los Ministros de agricultura muchas veces aplazaron los debates en la Comisión y en la Plenaria, cuando no tenían nada nuevo que informar sobre la represa, pues estaban seguro de los interrogatorios y reclamaciones que este servidor Guajiro les haría de manera Publica ante el Parlamento. No había debate sobre el sector agropecuario, sobre los distritos de riegos que no terminara en el tema de la Guajira y de la Represa por las iniciativas del Representante Duran Carrillo, comentaban siempre jocosamente los Parlamentarios Costeños.
Hoy con las modificaciones del proyecto inicial se construye la Presa el “Cercado” entre Distracción y San Juan del Cesar para almacenar 198 millones de metros cúbicos de agua que además de irrigar 18 mil quinientas hectáreas que se utilizaran para la agricultura especialmente para el cultivo de Hortalizas y cultivos de frutas, beneficiando a mas de mil usuarios. Además esta Presa surtirá los acueductos de nueve Municipios en el Departamento.
Las obras avanzan después de superar algunos obstáculos y están hoy aproximadamente en un 60% del total de la obra. Los trabajos de rebosaderos que cumplirán funciones de evacuación de lo excesos de agua que superen el nivel del embalse satisfactoriamente se vienen cumpliendo.
En una visita reciente observe que las instalaciones de 30 km de tuberías que llevaran el agua desde la Presa hasta el distrito de riego Ranchería, a unos 11.5 km y al distrito de San Juan 18.5 km están hoy muy avanzados.
Se esta calculando que la primera etapa del proyecto este terminada al final del 2010 lo cual seria un gran logro.
Como consecuencia de la actualización tecnológica y las nuevas inversiones forzosas especialmente aquellas destinadas a la preservación del Río y otros imprevistos la obra fue incrementada según datos del Gobierno en 181 mil millones, lo cual exige mayores recursos del Departamento, el Gobierno Departamental se ha comprometido a hacer un aporte adicional de 30 mil millones a los recursos anteriormente comprometidos, el restante debe hacerlo el Gobierno Nacional
El Gobierno a través del Ministerio de agricultura acaba de seleccionar mediante licitación la corporación técnica Colombiana para que asesore el proceso de estructuración de los distritos de riegos para entregarlos en concepción a los inversionistas privados. Mención especial merece el buen trabajo de Aso ranchería y de sus Directivos, con el Dr. José Ramón Molina a la cabeza, para buscar siempre los mejores caminos que posibiliten la obra. .
Pero todos estos costos adicionales y la demora misma que ha tenido la construcción de la Represa se hubiesen podido evitar si el Gobierno del Presidente Andrés Pastrana no hubiese reversado todo lo hecho por el gobierno del Presidente Ernesto Samper, con el acompañamiento de quienes como Parlamentarios y dirigentes logramos definir hace mas de ocho año para que se realizara tan importante obra. Pero en buena hora todos los Guajiros debemos apoyarla hasta su terminación definitiva para que este sueño de tantas luchas se haga finalmente realidad y que las nuevas generaciones escuchen las historias no como un sueño, sino como algo que ya existe.



De espaldas al Pamplonita


Adip Numa

“Anima Aquae”
Sobre el lecho arenoso
de las fuentes exhaustas, rezo
¡Quién lo creyera!
por el alma del agua.
(Adolfo Milanés)

La degradación del río Pamplonita es lamentable. En los siglos XVIII y XIX, fue factor importante del desarrollo regional cuando nuestra economía dependía del cultivo del cacao y su principal medio de transporte era a través de él para buscar los puertos exportadores.

En los albores del siglo XX, con la construcción del Ferrocarril de Cúcuta, su importancia transportadora empieza a decrecer. Lo anterior aunado a que el poblamiento de la ciudad se acentuó y trajo consigo una gran demanda maderable, bien para las nuevas construcciones o como combustible, lo que conllevó a la deforestación de su cuenca y por consiguiente a la disminución de su caudal hasta perder su capacidad navegable.

Ante la mirada indiferente de las administraciones municipales, el Río se ha venido degradando y hoy se mantiene abandonado a su suerte. Es refugio de maleantes y aposento de indigentes y, nos percatamos de sus existencia porque en épocas de verano se seca y escasea el agua que surte el acueducto de la ciudad o porque en un crudo invierno como el que acabamos de soportar, abunda, se desborda y causa estragos en los asentamientos subnormales construidos en sus orillas. El resto del año es la cloaca pestilente en que lo hemos convertido y sus olores esparce hasta percibirse, incluso, dentro de los establecimientos situados a lo largo del Malecón.

Aquí vale la pena hacer una reflexión ¿será que todo está perdido y entonces lo mejor es quedarnos con la nostalgia de días mejores?

Hay que empezar a mirar el Río de frente, es necesario darle la cara y renunciar a seguir dándole la espalda. La naturaleza nos legó esta gran riqueza hídrica que no hemos sabido cuidar y aprovechar en debida forma. Creemos que lo único que nos puede brindar son los cada vez más menguados litros de agua que nos proporciona y su utilización como una alcantarilla.

Su cercanía al Malecón nos recuerda que esta es una vía rápida que hace 25 años se había vuelto una escombrera y se pudo transformar en el sitio de esparcimiento más espectacular que cualquier ciudad quisiera tener, cuando en mayo de 1983, con motivo de los 250 años de la fundación de Cúcuta se construyó “el Paseo de los Próceres”. Algo similar, o mejor, se lograría hacer con el Pamplonita que es una vía fluvial que atraviesa la ciudad y con relativa facilidad puede volverse un paseo ecológico, si se logra hacer navegable un trecho de él en los kilómetros que hay entre Los Patios y el Salado.

No hay duda que este es un proyecto ecológico–turístico, ambicioso e inigualable para rescatar nuestra arteria hídrica, pero para que ello sea factible y sustentable es necesario establecer a lo largo de su recorrido, sitios de interés donde se desarrollen actividades comerciales y de diversión como almacenes, restaurantes, discotecas y aún más, muchos de los establecimientos del Malecón podrían extender sus servicios, a quienes quisieran navegar y disfrutar del paisaje, contemplando la ribera e imaginando aquellas “ondas del río” de las que nos hablara el maestro Elías M. Soto, en su inmortal bambuco.

El Pamplonita tiene apenas 115 KM de longitud y la mayor parte de su recorrido es horizontal, en especial el tramo propuesto para ser navegable entre Los Patios y el Salado y no se desconoce la gran inversión económica que demanda una obra de esta magnitud e importancia, la cual sí merece el calificativo de “Megaproyecto”, pero en este artículo no hay espacio para enumerar todo lo que se requiere. Por eso, considero que lo primero es contar con la voluntad política de las autoridades a quienes corresponde, lideradas por la alcaldía de Cúcuta, para que acojan este proyecto de rescatar el Río como política pública, con la seguridad de que muy pronto se recogerían los frutos ambientales, económicos y turísticos de los que hoy goza el Malecón.

Quiero insistir: no sigamos dándole la espalda al Río. Pensemos en grande y hagamos lo que han hecho otras ciudades con sus ríos emblemáticos, ejemplos: Londres con el Támesis que la atraviesa o París que recibe ingentes recursos que le generan los maravillosos tours por el Sena.

Si rescatamos el Pamplonita en toda su dimensión y potencialidad, el proyecto de construcción de ciudad dejará de ser una utopía para volverse realidad.

YO SOY LIBERAL

George Huanqui Butrón
Hoy - comenzando el siglo XXI - se hace necesario redefinir el significado del Liberalismo en Colombia como concepto político e ideología ciudadana.
Si bien es cierto que históricamente el Liberalismo en Colombia surgió como consecuencia
de la lucha de los menos favorecidos contra los poderes económicos, sociales, políticos y religiosos imperantes en el siglo XIX, la evolución misma de la historia y los cambios suscitados, entre otros factores, obligan a que también existan ajustes en la manera como se ven las cosas en la actualidad; lo cual, por supuesto, moldeará asimismo nuestra manera de pensar, de ver y de actuar en el futuro.
En el campo religioso, en el siglo XIX la doctrina imperante en Colombia era la católica (aún lo sigue siendo, aunque ha disminuido su importancia en relación con ese entonces), lo cual produjo, como consecuencia y de parte de los liberales, el levantamiento contra la Curia en general, y la Santa Sede en particular. Para hacer mayor énfasis, algunos liberales se fueron al extremo, entonces, de declararse ateos, tal y como lo hicieron desde un principio los comunistas y socialistas.
Yo, en cambio, creo sinceramente que uno puede ser liberal sin dejar de creer en Dios. ¿Quién ha dicho que sólo los conservadores pueden creer en Dios? ¿Quién o desde cuándo se ha impuesto que para ser liberal hay que negar a Dios?
¡YO SOY LIBERAL, Y TAMBIÉN CREO EN DIOS!
Por otro lado, en Colombia el poder económico en el siglo XIX era repartido principalmente entre la Iglesia Católica y la gran minoría de los terratenientes de origen conservador, los cuales prácticamente gobernaban a los demás en franca y escandalosa esclavitud, con la inclusión, además, de pesadas cargas impositivas.
Hoy en día, ya no es así. Aunque no se conocen las estadísticas respectivas, en la actualidad no es difícil comprobar que hay tantos potentados liberales como los hay conservadores y también de otras ideologías. Por su lado, la Iglesia tradicional perdió de forma definitiva las prebendas económicas a las que estaba mal acostumbrada.
Aunque la riqueza aún permanece no equitativa en su distribución, podemos sin embargo afirmar que en Colombia de manera general existen iguales oportunidades para que las personas de cualquier ideología prosperen.
Ser liberal no implica, como antes, ser pobre.
¡YO SOY LIBERAL, Y TAMBIÉN SOY PRÓSPERO!
En cuanto a lo social, la segregación era lo predominante en el siglo XIX en Colombia.
Pero a raíz, precisamente, del enriquecimiento lícito de familias pertenecientes a otras ideologías - entre esas, la liberal - se dio cabida; primero, con reticencia y después, con mayor resignación (aunque interesada: “cuanto tienes, cuanto vales” - la misma filosofía materialista de los conservadores de entonces dio cabida a la aceptación de otras riquezas: ¡así no fueran de su misma ideología, eran bienvenidas!-) a otras capas sociales, permitiéndoseles “el privilegio” de escalar a la otrora casi inaccesible clase social alta.
Los clubes sociales exclusivos se fueron llenando, entonces, de emergentes sociales que terminaron, con el paso de los años, confundiéndose - y fundiéndose, en algunos casos por uniones matrimoniales - con la antaño selecta minoría.
Sí, para desgracia de quienes ostentaban el poder (y paradójicamente, por esta misma causa), la situación financiera de las familias fue asimilándose a la social (“puedo comprar, luego puedo pertenecer”).
Así, en la actualidad ya no estamos hablando de familias o apellidos (vestigios crueles e injustos del siglo XIX), sino de la capacidad financiera como símbolo social.
Concluimos, luego, que fue por interés, más que por cualquier otra causa, que la clase social alta predominante dio paso a que personas con otras ideologías y de otras clases sociales, pudiesen tener acceso a una clase social digna de un ser humano.
Lo anterior, por supuesto, es debatible; pero, sea cualquiera haya sido la causa, la verdad es que en Colombia hoy cualquier persona decente, honesta y trabajadora puede llegar a pertenecer a la así llamada “clase social alta”.
¡YO SOY LIBERAL, Y TAMBIÉN PERTENEZCO A UNA CLASE SOCIAL DIGNA!
A nivel político, debemos seguir rechazando en forma enfática en nuestro país la toma del mismo por la vía de la violencia.
Para que esto pueda llevarse a cabo sin traumatismos, es necesario que ningún Partido político imperante intente la perpetuación del poder en menoscabo de otras ideologías, siempre y cuando éstas intenten esa búsqueda del poder en forma legítima, de manera no violenta, sometidas a las leyes, y con el respaldo de las mayorías.
Luego de finalizado el período del conocido Frente Nacional, en el cual sagradamente se repartieron cada cuatro años el poder político los Partidos Liberal y Conservador, el mundo entero sabe que cualquier Partido político formado legítimamente puede aspirar – y vencer – para ocupar la presidencia y tomar las riendas del poder político (democrático) en Colombia.
Decir lo contrario sería una gran mentira.
Aunque hay que reconocer que las ideologías políticas (y, por tanto, los Partidos políticos) en Colombia han sufrido lamentables “permeabilizaciones”, más que todo por motivos de índole egoísta (financiera), también es cierto que en este momento (año 2009) existen tres (3) tendencias indiscutibles que sobresalen (y “conviven”), gracias a un ambiente democrático, enmarcado dentro de la Ley, la Libertad y el Orden, y son:
• El Liberalismo
• El Conservatismo
• La Izquierda Democrática

Si bien es cierto que este cuadro puede cambiar en cualquier momento debido a múltiples factores y circunstancias (intereses económicos, políticos u otros), también es cierto que aquí en estas tendencias se encuentran prácticamente todas las ideologías reconocidas en el mundo posmoderno.
El Sistema Político Colombiano - cualquiera sea su ideología - debe hacia el futuro y por el bien de todos, seguir practicando la Democracia dentro de estos tres parámetros fundamentales: La Ley, la Libertad y el Orden.
La Democracia, porque debe ser un gobierno del y para el pueblo (Esto no es simple demagogia: Un Gobierno debe atender y satisfacer las necesidades del pueblo) Esta es la razón de ser de la Política.
En este sentido, “Ser liberal es ser democrático”; es decir, un Gobierno que se considere demócrata debe darle inclusión y participación al pueblo, lo cual implica el ejercicio de la tolerancia, aunque no necesariamente de la comunión. Me explico: Una cosa es la tolerancia; y otra, la comunión. Puede que yo no comulgue contigo (o tu forma de pensar), pero te tolero. Te tolero, porque te respeto (como ser humano).
Este es el fundamento de toda convivencia humana pacífica; la base, por tanto, de la Democracia.
1 Parámetro) La Ley, porque todo Gobierno (y país) debe permanecer ajustado a las leyes y a la justicia, para que exista paz.
En este sentido, “Ser liberal no es ser permisivo”; es decir, donde hay impunidad, arbitrariedad, injusticia y debilidad en el ejercicio del poder (legítimo), siempre habrá descontento. Donde hay descontento, siempre habrá rebelión. Donde hay rebelión, no puede haber paz.
Por eso, para que haya paz, es necesario que el Gobierno aplique las leyes en justicia y en verdad; sin parcialidad o desigualdad.
Por eso, para que haya paz, es necesario que los ciudadanos conozcan las leyes (por medio de la educación), para que vivan ajustados a esa Ley.
2 Parámetro) La Libertad, para que cada ciudadano tenga garantizado el derecho a ser y a vivir cada día mejor y más feliz. Esto incluye aspectos tales como la salud, la educación, la vivienda y el empleo.
Es un derecho a la igualdad (o libertad) que debemos tener todos de vivir y ser mejores y más felices cada día.
En este sentido, “Ser liberal no es ser subversivo”; es decir, yo no soy más liberal porque sea más rebelde, sino porque procuro vivir y ser cada día mejor y más feliz, dentro de la libertad que tengo (que me da mi país) para serlo.
La libertad produce felicidad, así como la esclavitud produce rebeldía y amargura de espíritu.
Si un Gobierno garantiza – por medio de las leyes – la libertad de todo ciudadano a vivir y ser mejor cada día, entonces ese será un país de personas felices.
Este es el objetivo de todo ser humano, y es el fin supremo de la Libertad.
3 Parámetro) El Orden, porque es necesario que las fuerzas del orden velen para que no broten rebeliones que perjudiquen la libertad, la ley, y la justicia de un país pacífico y democrático.
En este sentido, “Ser liberal no es ser libertino”; es decir, yo no soy más liberal porque “haga lo que se me da la gana” (en el desarrollo de la libre personalidad, por ejemplo); sino que existe un orden establecido que yo no puedo quebrantar, so pena de ser castigado.
Este orden lo vemos en la Naturaleza misma: Todo - sin excepción - tiene un orden. Cuando este orden establecido se rompe, siempre hay consecuencias lamentables.
El liberal tiene, por tanto, como responsabilidad auto-impuesta, que vivir en obediencia a este orden establecido. Es mentira, por ejemplo, que la preservación de la familia sea propiedad exclusiva de los conservadores. Dios es quien estableció la familia; es un orden establecido; luego, yo, como liberal, lo acato y lo practico.
Yo no dejo de ser liberal porque ame a mi familia.
YO SOY LIBERAL, Y TAMBIÉN AMO A MI FAMILIA.
Así como no dejo de ser liberal porque preserve la ley y la moral que mantienen al orden.
YO SOY LIBERAL, Y TAMBIÉN VIVO SEGÚN UN ORDEN ESTABLECIDO.
¡YO SOY LIBERAL, Y MI PARTIDO TAMBIÉN PUEDE ASPIRAR A TOMAR Y A EJERCER EL PODER POLÍTICO (DEMOCRÁTICO) EN COLOMBIA!
jorgehuanqui@yahoo.es


El cambio no es de color

OCTAVIO QUINTERO, 21 – 01 -09
Bueno, no se qué tan importante sea para nosotros los latinoamericanos el advenimiento de un presidente negro (o afrodescendiente, si se prefiere) a la presidencia de Estados Unidos. Resulta un acontecimiento, ciertamente, entre los estadounidenses que, al decir del propio Obama, a su padre hace 60 años (apenas), no le hubieran permitido entrar a ningún restaurante de Estados Unidos.
No estoy afectado de obamanomía, y pude leer sin contagiarme el discurso que el mundo celebra como la pieza oratoria más bien lograda por un presidente de USA después de Washington.
Yo diría que el discurso de Obama en su posesión debe tenernos a todos muy preocupados, incluyendo a sus conciudadanos.
Pero como no se trata de mirar el solar ajeno, empecemos por advertir que el nuevo presidente de Estados Unidos ha entrado a ejercer, en lo que a nosotros respecta, con la misma óptica de sus antecesores: considerando a Latinoamérica como el “patio trasero” del Imperio. Ni nos mencionó.
Dentro de los problemas que tiene en frente Obama, y dentro de la problemática que tiene que enfrentar de entrada, antes de que el andamio se le venga encima, Latinoamérica en general, y Suramérica en particular, no existen para el negro; y lo digo como decimos negro entre nosotros: con cariño.
Por ejemplo, me parecía un exabrupto que Obama recibiera en su primera cita como presidente electo a Calderón, el que se robó las elecciones en México hace dos años. Y después vi que dizque se trataba de una tradición de los presidentes estadounidenses. Debe ser que así intentan resarcir en parte el robo de casi la mitad del territorio mexicano en el siglo antepasado.
Podríamos convenir que resulta mejor que el Emperador nos ignore, especialmente en estos momentos en que cosas más importantes para nosotros avanzan o empiezan a darse, que la asunción al trono de Washington de un afrodescendiente.
Quizás, en virtud de esa subestimación, podamos seguir avanzando, calladitos, en la consolidación de nuestra Patria Grande, la Patria de nuestros verdaderos Padres Libertadores, hasta donde ya nada ni nadie pueda detenernos en la busca de nuestro verdadero y real destino.
Por ejemplo, más trascendental para nuestros intereses latinoamericanos ha sido el encuentro, al cabo de 23 años de distanciamiento, entre los presidentes de Argentina y Cuba, Cristina Kirchner y Raúl Castro; más trascendental para nosotros es que Evo haya sobrevivido al feroz ataque del Imperio capitalista hace unos meses y que sigan despuntando en el oriente líderes que apuntan al socialismo del siglo XXI sin pena y con gloria. Más trascendental para nosotros los latinoamericanos es la forma en que sigue avanzando nuestra integración y nuestras instituciones regionales, quizás no tan rápido como quisiéramos. Y más importante a nuestros particulares intereses regionales es que Venezuela siga siendo faro de nuestros ideales y Brasil, nuestro gigante suramericano, siga compartiendo nuestra visión económica, política y social, quizás con algunos matices más capitalistas de lo que quisiéramos, pero bueno…
Y en fin: hechos trascendentales son los que se están viviendo en Latinoamérica hace más de 10 años sin que el Imperio, entretenido en su explotación económica neoliberal y en sus juegos de guerra en Asia y el Medio Oriente, se de por enterado. Y tal vez fue y será mejor así. Por eso celebro que Obama no nos haya mencionado en su discurso porque da a entender que seguimos subestimados y eso en términos del “Arte de la guerra” es una ventaja.
Ello no quiere decir que su discurso no resulte sombrío para nosotros. Parodiando a Kennedy, antes que estar viendo qué puede hacer Washington por nosotros, veamos qué podemos hacer por Washington…
Fuera de charla, el contagio de la crisis empresarial y financiera que ataca al Imperio, y que rápidamente se traducirá también en crisis social de grande extensión y repercusión, toca a nuestras puertas, de manera brutal. Habrá que estar preparados, por ejemplo, para recibir a muchos conciudadanos que emigraron a USA en busca del “sueño americano”. Están y seguirán siendo los primeros en perder sus puestos de trabajo y en salir en bombas, aquellos que se encuentran indocumentados. Y lo anterior es válido también para los latinos en Europa. Y esas remesas que, por ejemplo en Colombia ya constituían el segundo renglón de ingreso de divisas, desaparecerán.
En el campo económico, los gobiernos latinoamericanos debieran estar viendo a ver cómo blindan sus países de la fuga de capitales que se precipitará, no por desconfianza de nosotros, sino porque las trasnacionales, que todas se han apoderado de nuestros recursos y nuestros productos, concentrarán en sus casas principales la mayor cantidad de sus utilidades para soportar el vendaval. Y también se marchitarán las exportaciones porque, como ellos, los países industrializados sí pueden, lo primero que harán será, cerrar sus mercados. Y vendrán unas inflaciones devastadores y un desempleo impresionante. Todo por cuenta del aquelarre neoliberal que desde el señor Reagan en adelante, con la anuencia de unos ímprobos gobiernos latinoamericanos nos impuso el Imperio.
Fuera injusto, irónico e inaceptable que ahora tengamos nosotros que poner el pecho a la crisis del mercado y del capitalismo, cuando en el furor de su bonanza, poco o nada recibimos.
En fin, sigamos con nuestra tarea sin pensar que porque Obama sea negro va a cambiar la historia del mundo capitalista, del cual y por el cual, fue elegido. Nuestro destino no depende del color de la piel sino de la ideología socialista. Y esa, no creo que resida en el alma de Obama.
Ni bobos que fueran los dueños del poder para haberlo dejado subir.



Las utilidades de los bancos


Ramón Elejalde Arbeláez, relejalde@gmail.com

Las escandalosas utilidades de nuestro sistema financiero contrastan con la desaceleración de la economía y la creciente pauperización del pueblo colombiano. Mientras los bancos en Colombia reconocen ganancias cercanas a los nueve billones de pesos durante el año pasado, las gentes del Suroeste y del Occidente de Antioquia, para no citar sino dos dramáticos casos, cuentan horrores de cómo se extiende la miseria entre sus habitantes.
La banca colombiana se ha convertido en una pirámide al revés. Bastan algunos ejemplos: Captan el dinero del público según unas tablas que manejan y donde reconocen unos intereses miserables, que van desde el 1% hasta el 2,85% anual, pero colocan el dinero y cobran jugosos intereses que van desde el 17% al 25,98% anual. Los créditos hipotecarios del famoso UVR llegan, en algunos casos, al 36%. Los cajeros, en su gran mayoría, solo entregan hasta $400.000 por vez, de manera que si necesita un millón de pesos, debe introducir la tarjeta tres veces y esto implica pagar por ese retiro la suma de $ 9.000, que es un porcentaje bastante alto ganado en pocos segundos, es decir que resulta más rentable que un gota a gota. Así cualquiera.
Pero miremos otros cobros que enriquecen a un grupo privilegiado en detrimento de sus usuarios: El retiro de dinero de un cajero automático de red propia vale entre 900 y 2.500 pesos. Casi lo mismo vale la transferencia entre cuentas de un mismo titular y las consultas de saldo en un cajero. Los avances en efectivo de un cajero tienen un costo que oscila entre 3.500 y 6.000 pesos. Las cuotas de manejo de las tarjetas de crédito tienen precios exagerados y usted tiene que pagar hasta por las transacciones fallidas del cajero, especialmente cuando se tienen fondos insuficientes.
La simpatía que en ciertos sectores populares ha levantado David Murcia no se debe precisamente a que el pueblo lo ve como el robin hood moderno. No. Es el rechazo al enriquecimiento sin causa de los dueños del sistema financiero entre nosotros. Si el Gobierno metió en cintura las llamadas casas de empeño, prenderías o compraventas que llaman, hace mucho rato que debió ponerle coto a tanta concentración de la riqueza. Con los bancos está pasando lo de los gariteros en las casas de juego, que paulatinamente se van quedando con el dinero de los apostadores hasta dejarlos a todos limpios. Pero no, el Estado todos los días premia más a las castas con las llamadas exenciones tributarias, so pretexto de generar riqueza y empleo, que a decir verdad si se genera y concentra en unos pocos, pero de creación empleo más bien poco.
Contrasta todo esto con la pobreza y el desempleo que todos los días es más protuberante. Conversaba con un comerciante de abarrotes de algún municipio del Suroeste antioqueño y me contaba las tristezas que se viven con el desempleo creciente en la zona y con la escasísima cosecha de café, que se perdió por culpa del invierno inclemente que nos azota. Todo esto es un caldo de cultivo perfecto para que el campesino busque en los cultivos ilícitos la solución a sus problemas de subsistencia.
Más de dos centenares de captadoras ilegales de dineros que dicen las autoridades existen en Colombia tienen justificación en las desmedidas utilidades que los bancos les quitan a sus usuarios y en lo poco que les reconocen a sus ahorradores. Con los intereses que pagan los bancos, el rentista prefiere correr aventuras, que ir a un banco usurero y ventajoso.
¡Ah! Eso sí. El día que los bancos entren en crisis tendremos que ir todos los colombianos a su salvamento, como ya sucedió en años pasados.



El significado más importante de la elección de Obama

Juan Manuel López Caballero.
Los titulares y la inquietud expresada por la mayoría de los medios de comunicación con ocasión de la posesión de Barak Obama como presidente han girado alrededor de los cambios que hará, las medidas que tomará, la prioridad que dará a uno u otro tema, y en general a lo que se será el contenido y la orientación de su gobierno. Se mencionan retos, desafíos, la situación internacional y la económica, y los cambios que podrá aportar que por primera vez un ‘afroamericano’ ajeno al círculo de Washington llegue a la presidencia del país.
También hay cierto consenso en el sentido de que las expectativas son demasiadas y que sería normal que para muchos termine en una frustración.
Sin embargo lo más importante puede no ser lo que Obama hará como presidente.
Por un lado, como parte del proceso histórico de los Estados Unidos y como lo mencionaba algún analista, esto puede ser visto como un capítulo más (tal vez el último) de la guerra civil americana. Aunque sea un tema que se trata solo en voz baja, la idea de que el Sr. Obama pueda ser asesinado durante su presidencia está presente en muchas de las mentes.
Desde la guerra de secesión que giró alrededor de la liberación de los esclavos hasta las diferentes etapas de la evolución del país hacia el reconocimiento de la igualdad de derechos para los negros, su historia ha estado marcada por muertes de quienes los han defendido. Desde Lincoln pasando por Martin Luther King o Malcolm X hasta Kennedy, los magnicidios han marcado las etapas de la lucha por las libertades civiles.
Pero además, como evento e independientemente de lo que Obama signifique o ejecute, tiene ya más trascendencia la salida y el fin mismo del Gobierno Bush. En Estados Unidos es reconocido este periodo como el más oscuro de su historia, y, excepto ciertos casos que no es necesario nombrar, el mundo también lo califica como una de las épocas más dañinas y negativas en la historia de la humanidad.
Es en este sentido que lo que haga Obama pasa a ser secundario: es en sí un paso hacia el triunfo de la tolerancia sobre la intransigencia, de la razón sobre la brutalidad y la violencia. Es la defensa de lo que proclamó en su discurso: que lo importante sea la capacidad de construir, no de destruir.



La próxima guerra… La guerra del agua


Cristian Frers, Ecoportal, 22-12-08.
El agua promete ser en el siglo XXI lo que fue el petróleo para el siglo XX, el bien precioso que determina la riqueza de las naciones. Sin embargo, 160 gobiernos reunidos en la Haya –Holanda- en el 2000 acordaron definir el agua como una necesidad humana y no como un derecho del hombre. No es pura semántica... Un derecho no se compra.En los últimos tiempos, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del planeta y se especula que en los próximos años, unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de este recurso vital para la vida en el planeta.
El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana será un 56% superior que el suministro... y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado. Se calcula que para los 6.250 millones de habitantes ha los que hemos llegado se necesitaría ya un 20% más de agua. La pugna es entre quienes creen que el agua debe ser considerado un commodity o bien comerciable (como el trigo y el café) y quienes expresan que es un bien social relacionado con el derecho a la vida. Los alcances de la soberanía nacional y las herramientas legales son también parte de este combate.
Para comprender el problema, hay que considerar un rosario de datos basados en la extracción, distribución y consumo del agua – lo muestran la Biblia o el Corán- que poseen la edad del mundo; que han dado lugar a conflictos de gran magnitud. Lo nuevo del caso es que, desde hace una década, se acumulan las cifras que presagian que el planeta se encamina a una escacez cada vez más marcada.
El problema es que el agua es un recurso que se da sentado en muchos lugares, es muy escaso para los 1.100 millones de personas que carecen de acceso al agua potable, a las que habría que sumar otros 2.400 millones de personas que no tienen acceso a un saneamiento adecuado.
Más de 2.200 millones de habitantes de los países subdesarrollados, la mayoría niños, mueren todos los años de enfermedades asociadas con la falta de agua potable, saneamiento adecuado e higiene. Además, casi la mitad de los habitantes de los países en desarrollo sufren enfermedades provocadas, directa o indirectamente, por el consumo de agua o alimentos contaminados, o por los organismos causantes de enfermedades que se desarrollan en el agua. Con suministros suficientes de agua potable y saneamiento adecuado, la incidencia de algunas enfermedades y la muerte podrían reducirse hasta un 75 por ciento.
La mayoría de las regiones, el problema no es la falta de agua dulce potable sino, más bien, la mala gestión y distribución de los recursos hídricos y sus métodos. La mayor parte del agua dulce se utiliza para la agricultura, mientras que una cantidad sustancial se pierde en el proceso de riego. La mayoría de los sistemas de riego funcionan de manera ineficiente, por lo que se pierde aproximadamente el 60 por ciento del agua que se extrae, que se evapora o vuelve al cauce de los ríos o a los acuíferos subterráneos. Los métodos de riego ineficiente entraña sus propios riesgos para la salud: el anegamiento de algunas zonas de Asia Meriodinal es el determinante fundamental de la transmisión de la malaria, situación que se reitera en muchas otras partes del mundo.
Casi la mitad del agua de los sistemas de suministro de agua potable de los países en desarrollo se pierden por filtraciones, conexiones ilícitas y vandalismo. A medida que la población crece y aumentan los ingresos se necesita más agua, que se transforma en un elemento esencial para el desarrollo.
En algunas zonas, la extracción del agua ha tenido consecuencias devastadoras en el ambiente. La capa freática de muchas regiones del mundo se reducen constantemente y algunos ríos, como el Colorado en los Estados Unidos y el Amarillo en China, se secan con frecuencia antes de llegar al mar. En China, las capas freáticas acuíferas del norte han descendido treinta y siete metros en treinta años y, desde 1990 desciende un metro y medio cada año. El mar interior de Aral, en Asia Central, ya ha perdido la mitad de su extensión. El lago Chad era hace tiempo el sexto lago más grande del mundo, en la actualidad ha perdido casi el 90% de su superficie y esta agonizando.
Este recurso es un bien tan necesario que podría pasar a ser objeto de peleas políticas, si se lo observa sólo como un negocio: represas, canales de irrigación, tecnologías de purificación y de desalinización, sistemas de alcantarillado y tratamientos de aguas residuales. No debe olvidarse el embolletamiento del agua, puesto que es un negocio que supera en ganancias a la industria farmacéutica.
El origen de esta comercialización del agua habría que buscarla en noviembre de 2001, cuando los recursos naturales al igual que la salud y la educación, empezaron a ser objeto de negociaciones en la OMC (Organización Mundial de Comercio). La meta final es la liberalización de los servicios públicos para el 2005. Esto que suena árido y aburrido, puede simplificarse: lo que hasta ahora era regulado por los estados, pasará a ser mercado de libre comercio.
Dentro de este contexto, existen dos escenarios probables:
-La apropiación territorial:
Esto podría realizarse mediante la compra de tierras con recursos naturales (agua, biodiversidad), tampoco se descarta un conflicto militar. Esta última hipótesis, nos transporta a la última guerra en Irak (Marzo 2003) y la apropiación de las grandes petroleras estadounidenses de los recursos iraquíes. No se descarta que con esa guerra hayan querido controlar los recursos hídricos de los ríos Eufrates y Tigris... ríos caudalosos en una de las zonas más áridas del planeta.
-La privatización del agua:
En los últimos tiempos, las grandes corporaciones han pasado a controlar el agua en gran parte del planeta y se especula que en los próximos años, unas pocas empresas privadas poseerán el control monopólico de casi el 75% de este recurso vital para la vida en el planeta.
Los gobiernos de todo el mundo –incluido de países desarrollados- están abdicando de su responsabilidad de tutela de los recursos naturales a favor de las empresas, según ellos, para mejorar la provisión del servicio. Las grandes corporaciones no son muchas. Las francesas Vivendi y Suez (clasificadas en los puestos 51 y 99 respectivamente en el Global Fortune 500 de 2001). La alemana RWE (en el puesto53), que adquirió dos importantes empresas de agua, Thames Water en el Reino Unido y American Water Works, en Estados Unidos de Norteamérica. La intervención privada dio pie, en algunos lugares a un aumento exagerado del costo del agua. En la Provincia de Tucumán – Argentina-, la empresa Vivendi enfrentó la furia popular y en Sudáfrica la empresa concesionada con el suministro no tuvo problemas en cerrar la canilla de un 80% de los pobladores de Alexandra Township por falta de pago.
El Banco Mundial juega un papel clave, fomentando las privatizaciones –prestando dinero para las reformas en el sistema de agua-, invirtiendo y finalmente como juez en caso de conflicto entre los inversionistas y los Estados.
Mientras poblaciones no tienen acceso a la salubridad, grandes corporaciones venden agua pura embotellada para subsanar el mal. Entre 1970 y 2000, la venta del agua creció más de 80 veces. En 1970 se vendieron en el mundo mil millones de litros. En 2000, 84 mil millones. Las ganancias fueron de 2.2 mil millones de dólares.
Los acuíferos más grandes que se conocen son:
1) Acuífero de Areniscas de Nubia con un volumen de 75 mil millones de metros cúbicos.
2) Acuífero del Norte del Sahara con un volumen de 60 mil millones de metros cúbicos.
3) Sistema acuífero Guaraní con un volumen de 37 mil millones de metros cúbicos.
4) Gran Cuenta Artesiana con un volumen de 20 mil millones de metros cúbicos.
5) Acuífero Altas Planicies con un volumen de 15 mil millones de metros cúbicos.
6) Acuífero del Norte de China con un volumen de 5 mil millones de metros cúbicos.
El Acuífero Guaraní:
El acuífero posee 132 millones de años. Sus orígenes se remontan a cuando Africa y América aún se encontraban unidas. Su extensión tiene las conocidas dimensiones del continente americano: 1.190.000 kilómetros cuadrados, una superficie más grande que la de España, Francia y Portugal juntas. Es conocido como el Gigante del MERCOSUR porque este inmenso reservorio de agua pura se extiende desde el pantanal en el norte de Brasil, ocupa parte de Paraguay y Uruguay y finaliza en la pampa Argentina. Incluso se sospecha que, a enormes profundidades, el acuífero se encuentra conectado con los lagos de la patagonia. El volumen total del agua almacenada es inmenso. El volumen explotable en la actualidad es de 40 a 80 kilómetros cúbicos, una cifra equivalente a cuatro veces la demanda total anual de la Argentina.
La investigación sobre el Sistema Acuífero Guaraní (SAG) estuvo, hasta 1997, a cargo de la Universidad de Santa Fe y Buenos Aires, de la Universidad de Uruguay y de varias Universidades Públicas Brasileras. Pero a partir de esa fecha paso a ser parte de un proyecto financiado por el Banco Mundial y todo se tiño de sospechas.
En la Argentina, a través de un estudio realizado por Elsa Bruzzone se llegó a una preocupante conclusión: La cíclica presencia del Comandante del Ejército Sur de EEUU, en la Triple Frontera –Brasil, Paraguay, Argentina-, la declaración del Departamento de Estado y los rumores de que allí habría terroristas tiene un objetivo el control del Sistema Acuífero Guaraní (SAG), un verdadero océano de agua potable subterráneo que tiene allí su principal punto de recarga.
Brasil, también puso el grito en el cielo, al declarar a través de Aurelio Garcia que: EEUU puso al Banco Mundial y a la Organización de Estados Americanos al frente de un proyecto que busca detectar la magnitud del recurso, asegurarse su uso de manera sustentable, evitar la contaminación y mantener un control permanente hasta cuando lo considere conveniente.
Quienes defienden la iniciativa de la Organización de Estados Americanos aseguran que por falta de dinero en las Universidades, se busco el apoyo de aportes provenientes del GEF, un fondo donde todos los países del mundo ponen dinero para desarrollar estudios y proyectos ambientales. Se presentó un buen proyecto y este fue aprobado, lo que significa que de alguna manera se están recuperando el dinero invertido en aquel fondo. El Banco Mundial maneja el aporte. Es como el operador de cuenta de un banco.
El alcance del problema del agua no sólo apunta al bolsillo de cualquier consumidor, sino que es una estocada al estómago del fundamentalismo de mercado imperante en la aldea global, por lo cual todo tiene precio y con mayor razón lo que es escaso. La revista Fortune expresó: El agua promete ser en el siglo XXI lo que fue el petróleo para el siglo XX, el bien precioso que determina la riqueza de las naciones. Sin embargo, 160 gobiernos reunidos en la Haya –Holanda- en el 2000 acordaron definir el agua como una necesidad humana y no como un derecho del hombre. No es pura semántica... Un derecho no se compra. www.ecoportal.net
Cristian Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social


LA RUTA LIBERAL PARA LA PROSPERIDAD


MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Enero 25 de 2009

El discurso de posesión de Obama ha sido muy comentado por los trascendentales cambios en la orientación de la política interna y externa de los Estados Unidos (y por lo tanto de quienes quieran seguir siendo sus aliados). Por ejemplo su tajante afirmación de que no renunciarán a los ideales del imperio de la ley y los derechos humanos por conveniencia, ni siquiera en la defensa de su país porque “rechazamos como falsa la elección entre nuestra seguridad y nuestros ideales”. Afirmación esta que no se quedó en palabras sino que ya se puso en práctica con las ordenes de cerrar la infame prisión de Guantánamo y prohibir la tortura.

Menos comentados pero también importantes fueron sus planteamientos en materia de política económica, en particular los que tienen que ver con la actual crisis financiera. No hubo anuncios muy concretos, pero Obama si reafirmó su talante liberal (que en Colombia llamaríamos social-demócrata) en la mención de las causas que la originaron y en su visión de como superarla.

Durante siglos, políticos y economistas han discutido sobre el papel que deben jugar el mercado libre y el Estado en la búsqueda de la prosperidad colectiva en una sociedad, es decir para lograr el objetivo central de la política económica que no debería ser otro que el bien-estar de toda la población. Cuando han predominado las ideas conservadoras se ha dado preponderancia al juego del mercado libre de las “interferencias del Estado”, como en los gobiernos de Reagan y Bush, mientras que con gobiernos liberales como los de Roosevelt, Kennedy o Johnson, se creó y expandió el modelo del Estado-bienestar.

En este debate Obama asume un posición muy clara y lo replantea en términos de eficiencia. Frente al slogan de Reagan de que había que reducir el tamaño del Estado porque este no era la solución sino el problema, Obama afirma que la pregunta que debe hacerse hoy “no es si nuestro gobierno es demasiado grande o pequeño, sino si funciona”. Además precisa para que debe funcionar el Estado: para garantizar a todo el mundo empleo, salud y una jubilación digna.

Frente a los apologistas del predominio del interés individual como motor de la economía, y de la desregulación de los mercados, -de nuevo los conservadores Reagan y Bush,- Obama les recuerda que la crisis económica es “consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos”. No desconoce el poder del mercado para “generar riqueza y expandir la libertad”, pero les dice que “esta crisis nos ha recordado a todos que sin vigilancia, el mercado puede descontrolarse”. El péndulo de la historia ha vuelto hacia la visión liberal del Estado.

Pero donde fue más evidente el postura liberal de Obama fue respecto de otro viejo debate entre los economistas, la relación entre crecimiento y distribución del ingreso. La tesis conservadora es que primero hay que crecer la torta para luego repartirla. La versión colombiana de esta tesis en el gobierno de Uribe es que hay que dar confianza a los inversionistas (léase gabelas tributarias, reducción de costos salariales, etc.) para que la inversión haga crecer la economía y genere empleo.

Por el contrario la concepción liberal es que le mejora en la distribución del ingreso (que va más allá de los subsidios asistencialistas a los pobres) es una condición esencial para la sostenibilidad del crecimiento económico. Obama toma partido claramente por esta posición cuando dice que “esta crisis nos ha recordado a todos que una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece sólo a los ricos. El éxito de nuestra economía siempre ha dependido no sólo del tamaño de nuestro Producto Nacional Bruto, sino del alcance de nuestra prosperidad, de nuestra habilidad de ofrecer oportunidades a todos los que lo deseen, no por caridad sino porque es la vía más segura hacia el bien común.” Esta es la ruta liberal para la prosperidad.



La culebra está viva: la circular 029

Jorge Mejia Martínez, Jorge.mejia@une.net.co
La seguridad no puede estar por encima de los ideales: frase hermosa y contundente de Obama. De frente al televisor aplaudíamos pero no lo podíamos creer, estaba hablando el Presidente de los EEUU. En Colombia hemos creído otra cosa: sin seguridad no hay nada y para lograrla todo se justifica. Los medios no importan. Como la guerrilla degradada por sus acciones nos encerró en los centros comerciales los fines de semana, porque se volvió un peligro transitar por las vías o asomarse por los corregimientos y las veredas, hizo carrera la creencia de que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Por ello los colombianos cerramos los ojos para no ver las masacres y desapariciones que a nombre de la lucha contra las FARC cometieron los paramilitares.
Durante más de diez años se perpetraron todo tipo de atrocidades, todas ellas a nuestras espaldas y sin que nos importara porque ¨mientras no toquen con nosotros…atrocidad contra atrocidad, se vale¨. Nos dijeron que eso de los Derechos Humanos no era más que carreta de los oenegeros al servicio de la ¨guerra jurídica¨ de la guerrilla contra la fuerza pública. Nos acostumbramos a vivir haciendo cabriolas sobre el filo de la navaja, buscando atajos, con la Constitución y las leyes convertidas muchas veces en letra muerta. Todo se informalizó en este país: gobernar, hacer política, aplicar justicia, producir. En las urnas depositamos el voto para autorizar el recorte de la democracia con tal de darle en la cabeza a las FARC. ¡Para qué democracia sin seguridad! Cuando nuestro Presidente decidió darle apoyo público a la decisión bárbara de Busch de invadir a IRAK recurriendo a todo tipo de mentiras, la mayoría dio su aplauso porque de por medio estaban en juego los recursos para la seguridad interna. El peor mandatario en la historia reciente de Norteamérica se convirtió en el adalid ejemplar para Colombia. Hoy produce una risa nerviosa esa costosa postración.
Convertir a Colombia en un real Estado de Derecho será el fruto de la presión de la comunidad internacional. Nos acostumbramos a no ver el elefante que circunda por todos lados. ¿Cómo así que si sopesamos en una balanza los dos recientes hechos más notorios, los falsos positivos del Ejército y las maniobras de las pirámides, estas últimas son más impactantes para la opinión? El asesinato de miles de inocentes convertidos de buenas a primeras en guerrilleros a cambio de recompensas, dadivas o estímulos, se aprecia como una circunstancia propia de la guerra contra la subversión. Un mal menor. No importa que sea una práctica extendida por todo el territorio nacional o que, como se demuestra ahora, en su ejecución participen desde altos mandos hasta militares del más bajo rango. Algunos civiles y uniformados se riegan para sonsacar victimas que luego aparecen como NN en lugares distantes. Para generar los falsos positivos, con la magnitud que hoy se conoce, se tuvieron que crear verdaderas organizaciones criminales propias del concierto para delinquir. La teoría exculpadora de la existencia de manzanas podridas dentro del Ejército es insuficiente.
El gobierno nacional y el Ministerio de defensa están dedicados a decapitar cabezas de militares supuestamente responsables. No les ha temblado la mano. Algún alivio habrá de producir en la expectante comunidad internacional. Las cabezas se enarbolan a lo alto para el escarnio público, propio y ajeno. En las mochilas de los militares se depositan las cartillas sobre los Derechos Humanos, cantaleta va y cantaleta viene. Pero los falsos positivos continúan, no desaparecen. En cualquier esquina del país las Personerías municipales o los familiares denuncian su existencia. No es sino mirar la prensa o la televisión. ¿Por qué? Porque la culebra sigue viva. Al gobierno y al Ministro sí les tiembla la mano para atacar de raíz la causa del problema: la vigencia de la diabólica directiva ministerial o circular 029 de 2005, auspiciadora de la muerte de inocentes a cambio de recompensas o dadivas, mientras los mecanismos de control que contempla la misma circular son engañosos totalmente.
Mientras siga viva la culebra en forma de circular 029 será muy difícil demostrar que los falsos positivos no son consecuencia de una práctica que, por fuerza de su extensión y magnitud, se convirtió en una política institucional- objeto por tanto de la mirada rigurosa de la justicia internacional- cuyos resultados inmediatos, en lugar de satisfacción, lo que nos produce es vergüenza.


Obama y el Proteccionismo

César González Muñoz
El Profesor Jagdish Bhagwati expresó hace unas semanas en el diario Financial Times una dura verdad: El Presidente Obama les tiene muchas glosas y objeciones a los tratados bilaterales de “libre comercio”; pero ello no significa que la nueva administración sea amiga, por contraposición, de observar y respetar la Ley internacional representada por la Organización Mundial del Comercio y de promover un mundo auténticamente libre en lo comercial con reglas fijadas multilateralmente.
Obama ha denunciado el unilateralismo imperante en la época de Bush, pero hasta ahora su gobierno no ha dicho nada concreto sobre el sistema multilateral de comercio, ni sobre la prioridad que debiera dársele a revivir la ronda de Doha de la OMC, congelada en buena medida por decisión del poder hegemónico. Las naciones débiles, y además sometidas a lo que quiera hacer el establecimiento gringo en materia comercial, no tienen interés alguno en lo que ocurra en las instituciones multilaterales de comercio. En Colombia, por ejemplo, la diplomacia comercial se agota en implorar la aprobación final de un TLC con Estados Unidos, un tratado que no libera, sino que “administra”, el comercio y en buscar acuerdos aún menos significativos –en lo estrictamente comercial - con Europa y otras regiones.
Por reiteradas y duras que hayan sido las críticas de Obama a los acuerdos bilaterales, ello tampoco permite esperar que su administración vaya a emprender la renegociación de acuerdos vigentes como el TLCAN.
Como candidato, y después como presidente electo, Obama dijo dos cosas bien diferentes sobre la política comercial y en especial sobre los acuerdos bilaterales; como candidato dijo. “Creo en el libre comercio. Pero también creo que por un tiempo demasiado largo, ciertamente durante la administración Bush (…..) la actitud ha sido la de que cualquier acuerdo comercial es un buen acuerdo comercial. Y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, no tiene provisiones laborales y ambientales que sean de obligatorio cumplimiento. Lo que he dicho es que debemos incluir dichas provisiones y hacerlas cumplir. Punto”.
Y más recientemente, antes de su posesión, dijo que los acuerdos comerciales deben tener dichas provisiones pero “no pienso que podamos construir un foso alrededor de la economía de Estados Unidos. Eso sería un error.” En todo caso, dijo, no hay aún una agenda específica al respecto. O sea: Ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre; la fórmula de la inacción.
No se trata solamente del usual cambio de jerga o de las vueltas en redondo que tienen que dar los políticos cuando logran hacerse elegir. Es que, por cuenta de la composición de las fuerzas electorales organizadas que llevaron a Obama a la Presidencia, esta administración estará condenada a nadar entre dos aguas: La del apoyo verbal al libre comercio – con reglas multilaterales - como dínamo del progreso, y la del proteccionismo que impulsan el establecimiento sindical, la mayoría del Partido Demócrata y buena parte de los congresistas republicanos. Todos esos sectores apoyarán, a la larga, que la administración haga discursos librecambistas en la OMC (donde los procesos son larguísimos y extra- conflictivos); entre tanto, se concentrarán en los reclamos de “comercio libre y justo”, dejarán vivir el TLCAN y buscarán el bloqueo de nuevos acuerdos bilaterales, incluido el de Colombia.
La administración Obama será adversaria de los bilaterales, pero no por las razones correctas, que tienen que ver con la justicia con las naciones débiles o con el verdadero libre comercio, sino por motivos menos grandiosos como la protección de lobbies electorales y de grupos de interés.