viernes, 30 de mayo de 2008

BOLIVIA: DEL EMPATE “CATASTROFICO”
AL EMPATE “VIRTUOSO”


Guido Riveros Frank, Presidente de la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria.

La decisión de la bancada de PODEMOS en el Senado Nacional de aprobar el Proyecto de Ley de Revocatoria, a todas luces le ha dado al Presidente Evo Morales un gran alivio en una coyuntura muy critica para su gobierno.

Al parecer, este es un intento para reposicionar a PODEMOS en un contexto político nacional donde Gobierno y Prefectos libran una dura batalla, hoy expresada en la búsqueda de imponer, por una parte, los contenidos de una nueva Constitución aprobada en medio de movilizaciones oficialistas y sin participación de la oposición, y por otra, la aprobación de estatutos autonómicos que más que expresar los legítimos anhelos autonomistas crecientes en el seno de la población boliviana, parecen ser murallas para contener el Proyecto de nueva Constitución.

Sin embargo este intento de reposicionamiento político planteado por PODEMOS peca por su carácter formal; es decir, está basado en mecanismos institucionales que no alcanzan a expresar plenamente la verdadera correlación de fuerzas que está configurando el empate estratégico que vive nuestro país.

Cuando parecía que la oposición regional había puesto al gobierno de Evo Morales contra las cuerdas con los resultados del referéndum para aprobar los Estatutos Autonómicos de Santa Cruz y cuando aparecen en el horizonte los referéndums de Beni, Pando y Tarija así como las elecciones prefecturales en Chuquisaca como seguras victorias de la oposición, la decisión del Senado lleva al Presidente Morales al escenario que mejor saber enfrentar: hacer una nueva campaña electoral. En estas lides sus perspectivas son menos difíciles comparadas con las tareas de enfrentar los desafíos de gestión: económicos, sociales y políticos, en los cuales el Presidente y su gobierno han demostrado capacidades inversamente proporcionales a sus habilidades comunicacionales y electorales.

EL EQUÍVOCO DEL EMPATE

En las elecciones del 2005, cuando el gobierno accedió al poder con el 54% de los votos válidos, éste decidió resolverlo, sometiéndose a la tesis del empate catastrófico, tratando de imponer una visión de país por encima de otras. Hoy día, luego de casi 30 meses de gobierno, podemos asegurar que el mandato del 18 de Diciembre del 2005 fue malentendido. No se trataba de resolver el empate derrotando a la mitad del país si no –gracias a ese mayoritario respaldo- de hacerlo de manera virtuosa, en democracia, poniéndose por encima de éste y con una autoridad emergente del soberano constituirse en el garante de un diálogo profundo que apunte a construir una sola agenda de cambio para todos.

Los bolivianos no deberíamos lamentar este empate y mucho menos deberíamos calificarlo como catastrófico. Este empate, hoy por hoy, es una realidad, representa nuestra fortaleza para no caer en hegemonías parciales que desconozcan la realidad compleja y, en consecuencia, desconozcan nuestra diversidad y la necesidad de sumar esfuerzos, de construir una sola agenda, un solo Proyecto Nacional.

Para el Presidente Morales la actual coyuntura le podría significar la posibilidad de replantear sus visiones y actitudes, repensar y proponer un cambio radical de lo que es su rol y su responsabilidad con la democracia y con el pueblo boliviano.

Lo real es que cualquiera sea el resultado del referéndum revocatorio, si se realiza. La victoria para cualquiera de las partes será pirrica si no salimos de este escenario encaminados en un verdadero proceso de dialogo, puesto que el empate continuará en términos catastróficos.

¿AGENDAS IRRECONCILIABLES?

Cada nación requiere de una sola agenda; múltiples agendas irremediablemente enfrentadas significan parálisis y muerte, por lo tanto deberíamos preguntarnos si los bolivianos podríamos construir un Proyecto común.

En ese contexto, la agenda posicionada por el gobierno que, en síntesis, significa una priorización del tema social, buscando erradicar la exclusión y, sobretodo, reposicionar el rol del indígena en nuestra sociedad, resulta extraordinaria e inaplazable. Se podría decir que pese a todo lo que se hizo en el pasado, la ecuación: indígena = pobreza = marginación, subsiste en Bolivia con características alarmantes. Sin embargo a pesar de la pertinencia de estas banderas enarboladas tan alto por el actual gobierno, parece que “la agenda del cambio” propuesta, era y es incompleta.

De la misma manera, las reivindicaciones autonomistas frente al estado centralista, pueden entenderse desde la perspectiva de regiones que las han enarbolado desde hace mucho tiempo y que creen que ha llegado el momento de resolver sus cuentas con el centralismo secante a cualquier precio. Las autonomías deben ser vistas como un mecanismo de democratización para que el país pueda aprovechar su riquísima diversidad en beneficio de todos, pero no como algo contrario al objetivo central de todos los bolivianos: lograr bienestar, justicia y libertad para todos, comenzando con terminar con la pavorosa herencia de exclusión que arrastramos del pasado.

SUPERAR LAS VISIONES ESTRECHAS

Sin lucha contra la pobreza y contra la exclusión no hay autonomía que valga y sin autonomía no podremos lograr mayores niveles de inclusión sobretodo para la población indígena. En estos momentos este es el desafío de la política: estar a la altura del empate que vive el país, reconocerlo y administrarlo democráticamente a través del dialogo y de la concertación.

Dentro del MAS, ha habido una creencia casi religiosa de que el cambio que ellos proponían era la única verdad. Haber levantado tan alto las banderas de la lucha contra la exclusión es el mérito del MAS, pero fallaron al creer que eso era todo. Desconocieron criterios diferentes y ayudaron a colocarnos a todos como si tuviésemos que escoger entre el bien y el mal. Ese fue otro error.

Pero también hay que reconocer que quienes piensan que la modernidad y la insistencia en políticas y en modelos que no han permitido resolver nuestros problemas hasta el presente, están equivocados. El cambio en nuestro país pasa por encontrar nuestro propio camino y destino.

Por lo tanto basta de enfrentar agendas, debemos sintonizarlas, la una como el objetivo superior de todos los bolivianos en la perspectiva del futuro y la otra como el mejor mecanismo en la tarea para lograr una participación en la tarea de construir una mejor sociedad para todos.

RESOLVER EL EMPATE DE MANERA VIRTUOSA

En este empate histórico que vivimos los bolivianos, nos enfrentamos a una disyuntiva: continuamos acrecentando la polarización, priorizando la búsqueda y amplificación de nuestras diferencias, regionales, sociales, económicas, culturales, hasta lograr el enfrentamiento, lo que significa continuar pretendiendo resolverlo con ganadores y perdedores, un hecho que ha demostrado no ser sostenible en el planeta. O lo administramos de una manera virtuosa, buscando nuestras coincidencias, haciendo de nuestros intereses comunes la base de un Proyecto Nacional como contexto en el que se resuelvan nuestras diferencias de manera democrática. Esta es la única manera de viabilizar la agenda social contra la exclusión, impulsando las autonomías, cohesionando y uniendo a todos los bolivianos a través del dialogo democrático.

Por todo lo anterior, instituciones como la nuestra (Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria) justifican su existencia, porque se esta jugando el futuro de todos los bolivianos. Tenemos la oportunidad de contribuir a establecer un diálogo sincero que nos permita resolver el empate en el marco de un proceso virtuoso, enriquecedor para todos, que valorice nuestra diversidad y nuestras culturas y promueva lo mejor que tenemos: nuestro capital humano.

O fracasamos en el diálogo y la concertación y, por lo tanto, nos condenamos a las visiones fatalistas de un país inviable, de un proyecto fallido o sorprendemos al mundo dialogando, reconociéndonos, concertando y construyendo las bases de un futuro común, es decir de un Proyecto nacional para el Siglo XXI. Esta es nuestra disyuntiva.
“Es deber del perdido
En la derrota,
Buscar del ganador
La cuota”.
Afirmación de un manzanillo a mediados del siglo XIX


Junio 11/2008
Comité Político del Partido Liberal
Junio 12/2008
Seminario del IPL para el Comité Político y la bancada parlamentaria del Liberalismo
Junio 12 y 13 de 2008
Congreso Nacional de Veedores Departamentales del Liberalismo
Junio 12/08
Análisis de la coyuntura nacional. Invitación de las Secretarías de Participación del Partido Liberal

CONTENIDO

• De patito feo, Amylkar Acosta Medina.
• Trabajadores de Coltejer, EADE y la minorista, Jorge Mejía.
• El problema del déficit externo, César González Muñoz.
• Regularizar la globalización, Mario Soares.
• Narcotráfico y revaluación, Mauricio Cabrera Galvis.
• Más allá de Tirofijo, Octavio Quintero.
• Fusión por lo bajo, Ramón Elejalde.
• ¿Cómo será el post-tirofijo?, Cecilia López Montaño.
• La carrera presidencial ignora la carrera armamentista, Amy Goodman.
• Atraso político en Colombia, Eduardo Suescún Monroy.
• Declaración final del IV Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios.
• La guerra del agua, Ecoportal.
• La guerra que perdió Manuel Marulanda, Juan Manuel López Caballero.



DE PATITO FEO

Amylkar D. Acosta M1
“Nadie debería morir porque no puede obtener los
medicamentos”.
Lee Jong-ook, Dir. OMS (Q.E.P.D)
Uno de los temas más controvertidos en el transcurso de la negociación del TLC de Colombia con los EEUU fue el atinente al capítulo de la propiedad intelectual y sobre todo en lo relativo a la protección de las patentes de los medicamentos. Colombia en este aspecto empezó cediendo antes de sentarse a negociar, actitud esta que contraría los principios más elementales de la negociación, otorgar sin nada a cambio. En efecto, en el 2002 se expidió el Decreto 2582 como condición para la proclamación de la Ley mediante la cual el Congreso de los EEUU renovaba los beneficios del ATPDEA a Colombia, aprobada el 6 de agosto del mismo año2. No le importó al gobierno que esta norma contrariara flagrantemente la Decisión 486 que estableció el Régimen Común sobre Propiedad Industrial, aprobada por la Comisión de de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) el 14 de septiembre de 2000. Dado el poder vinculante de la misma, la Asociación de Industrias Farmacéuticas Colombianas (Asinfar), gremio que representa a los laboratorios nacionales, interpuso la demanda contra dicho Decreto ante el Tribunal Andino de Justicia (TAJ) y este se pronunció el 15 de diciembre de 2005 dejándolo sin efecto. Pero, ello no fue óbice para que el Decreto de marras le sirviera al gobierno de base para la negociación de las patentes de medicamentos en el TLC con los EEUU.
Luego, el gobierno de Colombia no sólo desacató el fallo proferido por el TAJ, sino que se las apañó para, junto con el Ecuador de Lucio Gutiérrez y el Perú de Alejandro Toledo, con mayoría simple en el seno de la Comisión modificar la Decisión 486 mediante la Decisión 632 de abril 6 de 2006, aclaratoria del segundo párrafo del artículo 266 de la misma. De este modo, allanaron el camino para el cierre de las negociaciones y la posterior firma del TLC, esta vez por parte de Colombia y Perú solamente, pues el Presidente Rafael Correa de Ecuador tomó distancia respecto a los EEUU. Claro, que el precio que se pagó por esta maniobra fue muy alto, pues este fue uno de los factores que más contribuyó a dar al traste con el proceso de integración andina que tuvo como gestor hace 39 años al ex presidente Carlos Lleras Restrepo3. A la postre, Colombia se ha quedado con el pecado y sin la gracia, pues todavía es hora que la ratificación del TLC por parte del Congreso de los EEUU sigue embolatada4.
Pero, allí no terminan las tribulaciones de Colombia con el espinoso tema de las patentes de los medicamentos. Después de firmado el TLC por los presidentes Bush y Uribe, las nuevas mayorías demócratas en el Congreso de los EEUU condicionaron su ratificación a la revisión de varios de los temas ya negociados, entre ellos el de las patentes para los medicamentos. Increíblemente partió de ellos y no de la parte colombiana la iniciativa de “restablecer un justo balance entre la promoción del acceso a medicinas y la protección de la innovación farmacéutica en los países en desarrollo”5. Ello, como respuesta al endurecimiento de las normas sobre protección de las patentes de los medicamentos, que favorece obviamente a los medicamentos de marca que sólo los producen las multinacionales farmacéuticas, en detrimento de los genéricos, en el texto ya suscrito y ratificado en volandas por parte del Congreso de Colombia. El texto como fue aprobado es lesivo tanto para la industria nacional, que produce sólo medicamentos genéricos y que provee más del 70% de unidades consumidas, como para la población de más bajos ingresos, que verá afectado su acceso a la salud por el encarecimiento de los medicamentos6. Es claro que al subir los estándares de protección, como se hizo en el Decreto 2085 primero y en la negociación del TLC después, por encima de los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ello redundara en menor competencia, mayor monopolio y alza inmoderada de precios al retardar la entrada al mercado de los medicamentos genéricos, que son mas asequibles al consumidor.
A QUIÉN SIRVE COLOMBIA?
Pero, lo más inaudito es lo que acaba de ocurrir en el marco de la Cumbre de la ONU para I + D en Salud celebrada recientemente en Ginebra, preparatoria de la Asamblea Mundial de la Salud auspiciada por las Naciones Unidas. Allí la delegación de Colombia7, cuya representación curiosamente se la arrogó la Cancillería y no el Ministerio de Protección Social, asumió el papel del patito feo, pues mientras el grueso de las delegaciones de los países en desarrollo trataba de diseñar una estrategia global y un plan de acción para facilitar el acceso a los medicamentos esenciales, Colombia se alineó con la postura recalcitrante de la delegación de los EEUU y parte de la Unión Europea (UE), e incluso fue más lejos que estos en la defensa de los intereses de las multinacionales farmacéuticas, acostumbrados como están a sacar las castañas del fuego con mano ajena. Lo más irónico es quien ha liderado la justa posición de los países en desarrollo, encabezados por China, India, Brasil, Tailandia y Kenia, es el colombiano Germán Velásquez, quien ocupa una alta posición en el seno de la OMS. Este bloque de países ha venido cuestionando el actual esquema por considerarlo perverso y contrario al interés de los pueblos, los cuales se ven excluidos de la posibilidad de acceder a la salud por cuenta de los precios exorbitantes de los medicamentos de marca. Como lo registró la revista Semana, “la posición de Colombia en un debate trascendental sobre medicamentos genera polémicas entre los 120 países miembros de la Organización Mundial de la Salud”8 y se preguntan sugerentemente “¿a quién sirve?”9.
Está en el interés de los países en desarrollo acordar una estrategia y un ambicioso plan de acción tendiente a promover la investigación y el desarrollo de la industria farmacéutica, con el fin de producir nuevos medicamentos para tratar las distintas enfermedades. Con tal fin, China y los países pobres se proponen crear un gran Fondo para su financiación. Esto no es mirado con buenos ojos por parte de las multinacionales farmacéuticas, que pretenden que sólo se circunscriban al SIDA, la malaria y la tuberculosis, enfermedades estas prevalentes en los países en desarrollo, reservándose ellas el resto del jugoso mercado de los fármacos, particularmente la medicación de enfermedades cada día más extendidas como el cáncer o las afecciones cardiovasculares. Su temor estriba en el hecho de que la producción de medicamentos y vacunas genéricos o nuevos procedimientos clínicos que se desarrollen, atenten contra las posibilidades de seguir abusando de su posición dominante en el mercado de los medicamentos.
COLOMBIA: REINCIDENTE Y CONTUMAZ
No es esta la primera vez que la delegación colombiana ante escenarios multilaterales como este asume el papel de villano, como fue calificado por parte de varias ONG su actitud al plantear que este tema no debe abordarse por arte de la OMS sino que debe remitirlo a las organizaciones mundiales de comercio y de propiedad intelectual, en donde se sabe la suerte que le depararía. Las intervenciones del delegado del gobierno de Colombia le merecieron una dura reprimenda por parte de ellas, calificándolas de “estúpidas” y en un duro pronunciamiento le sacaron en cara que “En Colombia hemos visto ya muchas veces cómo el gobierno está dispuesto a hacer casi cualquier cosa que pueda para lograr la aprobación de un TLC con Estados Unidos, y evidentemente (…) a bombardear un proceso de discusión sobre los beneficios de la innovación en salud y sobre los intereses de los países en desarrollo”10. Este incidente se vino a sumar a la negociación en solitario del TLC con los EEUU, llevándose de calle la CAN, ahora se reincide en el mismo desaguisado con la negociación en curso de otro TLC con la UE; al desdoroso papel de Colombia en el Consejo de Seguridad de la ONU al apoyar la aventura de Bush en Irak; la deserción del G-22 en plena Cumbre Interministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Cancún (México) a fines de 200311. Colombia insiste en comportarse como país satélite de los EEUU, el mismo que le ha dado reiteradas demostraciones de que ellos “no tienen amigos sino intereses”, como lo pontificó el ex canciller de los EEUU y otrora abogado de la tristemente célebre United Fruit Company, de ingrata recordación para los colombianos, John Foster Dulles. Ello ha llevado al país a asumir como propio el talante aislacionista y unilateralista que ha caracterizado a la administración Bush, como detestable y detestado palo en la rueda por doquier, con todas sus consecuencias. No me resigno a aceptar que Colombia siga siendo alfil sin albedrío en esta complicada partida de ajedrez que juegan las grandes potencias en la que se ha dejado atrapar la Colombia de tod@s. Démosnos nuestro propio camino, pues, los destinos son irrepetibles e inimitables. No olvidemos que, como lo afirmó nuestro laureado García Márquez, “nuestra virtud mayor es la creatividad y, sin embargo, no hemos hecho más que vivir de doctrinas recalentadas y guerras ajenas”12. La gran pregunta es: hasta cuándo?
Riohacha, mayo 18 de 2008
www.amylkaracosta.net

Trabajadores de Coltejer, EADE y La Minorista

Jorge Mejía Martínez, Jorge.mejia@une.net.co
La decisión de los 3.000 obreros de Coltejer fue ejemplarizante. Cada uno por su lado se acercó a la mesa de votación y asumió su responsabilidad como individuo y como colectivo: renunciar a todas las prestaciones convencionales para salvar la empresa. Cambiaron las prebendas económicas por el 67% de las acciones. De asalariados con las manos vacías por la iliquidez a propietarios con expectativas. Después de más de 30 años de tener al grupo Ardila Lulle sobre sus cabezas hoy son los nuevos dueños de la empresa. Una empresa que acumulaba cada mes 10.000 millones de perdidas no ofrecía a sus operarios más que una alternativa: resignarse a morir de píe, pero morir, o arriesgar. Los cinco sindicatos que agrupaban a los trabajadores se hicieron a un lado para que la decisión fuera soberana. Aunque la discusión fue intensa y despiadada. El argumento de que la responsabilidad de la crisis no debía recaer en los que con sus manos construyeron un emporio, sino en los que irresponsablemente lo habían usufructuado, no dejó dormir a más de uno la noche anterior. Pero el sacrificio valía la pena. Los discursos veintejulieros no se encontraron eco. Con el 67% de las acciones en la mano la tarea se reduce a buscar un socio estratégico, al parecer ya encontrado, por que Coltejer no puede ser tan solo el edificio alto de junin con la playa.
Con seguridad que los trabajadores de Coltejer no recordaron la irracional historia de los trabajadores de EADE (Empresa Antioqueña de Energía) al promediar el año 2006. El gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria y el Alcalde Medellín, Sergio Fajardo, hicieron un acuerdo de gran calado social: unificar las tarifas de energía de EPM y EADE. Con otras palabras: que los antioqueños de los pueblos paguen las mismas tarifas que los antioqueños de las ciudades. Los campesinos asumían unos inequitativos sobrecostos por encima. El camino era el de unificar ambas empresas alrededor de EPM. A los trabajadores y empleados de EADE se les propuso vincularse a EPM, asumiendo la convención colectiva de EPM. El sindicato de EADE no aceptó la formula a pesar del querer mayoritario de los asalariados que respondieron con la desafiliación y con la vinculación al sindicato de EPM. 790 trabajadores de EADE, renuentes a la sensatez pero fieles a sus directivos sindicales, terminaron despedidos, sacrificados en medio del absurdo. Pudo más el enceguimiento político de unos dirigentes incapaces de ver el abismo a sus píes, mientras miraban hacia el cielo. Los trabajadores que desoyeron a tiempo los obtusos consejos de los dirigentes, cumplieron su sueño de laborar en el atractivo Edificio Inteligente con un incremento salarial del 33% para arrancar. Se impuso la unificación tarifaria y los campesinos de Antioquia también ganaron.
Otro sindicato que no deja de darse contra la pared es el de la Plaza Minorista de Medellín. Lleva 10 años haciéndole la guerra a COMERCA, la organización cooperativa de los operarios del principal centro de mercadeo popular de la ciudad. Hace 10 años que los mismos trabajadores de la Plaza decidieron asumir el reto de su administración ante la evidente incapacidad de las Empresas varias del Municipio de Medellín. Los trabajadores se capacitaron en las áreas administrativas y presupuestales. Crearon a COMERCA. Recuperaron la plaza y el entorno, desalojaron a los delincuentes de la mano de la Policía Nacional, organizaron a los pequeños comerciantes que aprendieron las bondades de atender bien a los usuarios y cada año al realizar los balances financieros las cifras muestran generosas utilidades. Hoy el optimismo es total por que hasta las puertas de la plaza llegará el Metroplus con más usuarios de toda la ciudad. COMERCA es un ejemplo de que no hay que tener raros títulos de universidades extranjeras o abolengos en los apellidos, para que con responsabilidad social, eficacia y delicadeza, se manejen los intereses colectivos.
Los trabajadores de Coltejer son una esperanza, los trabajadores de EADE fueron una frustración y los trabajadores de la Plaza Minorista son una grata realidad.


El problema del déficit externo
César González Muñoz
La economía colombiana ha mantenido, durante lustros, un déficit externo corriente; con frecuencia, éste ha llegado a ser peligroso para la estabilidad cambiaria.
En 1992 tuvimos un pequeño superávit, de menos del 2% del PIB, en medio del estrépito de la llamada apertura y de la reacción inicial de los importadores, de esperar las ulteriores reducciones de tarifas arancelarias anunciadas por el gobierno. Pero durante los años siguientes, en un ambiente de gran expansión del crédito interno, bajas tasas reales de interés, revaluación acelerada del peso colombiano y gran crecimiento del gasto público, la cuenta corriente se hundió en un déficit continuo que llego a ser casi 6% del PIB en 1997, con un promedio de cerca de 5% entre 1992 y 1998.
Vino la recesión entre siglos, incluyendo la caída de 4,5% del ingreso nacional en 1999; ésta produjo un pequeño superávit entre finales de 1999 y mediados de 2001. Desde entonces, las cifras en este campo han sido todas negativas; 2007 registró el déficit corriente más alto de la década, del 4% del PIB. Son, pues, casi dos décadas de historia de las cuentas externas.
Es una tautología útil: Si la demanda interna crece más rápido que la producción de bienes y servicios (PIB), esa diferencia se refleja en un déficit en el balance externo corriente, el cual debe ser financiado de alguna manera. Por tanto, para explicar lo que ocurre con esas cuentas no basta decir que el “fortalecimiento” del peso es la causa fundamental del saldo negativo de la balanza de pagos. Hay que buscar dicha causa en el exceso de demanda, para lo cual es necesario observar las cifras fiscales. Entre el déficit público, el exceso de demanda, la tasa de cambio y la balanza externa hay una estrecha relación.
Un déficit corriente prácticamente continuo durante más de tres lustros, y su financiación, es un problema para las autoridades monetarias/cambiarias, y para los interesados en que la estructura de la economía produzca buenos resultados sociales en términos de buenos empleos e ingresos. Tradicionalmente, las voces oficiales alivian a los interesados con un argumento que exige revisión: Los funcionarios del gobierno dicen que el saldo externo corriente negativo está “bien financiado” mediante flujos importantes de inversión extranjera directa. Esa es la tradición desde la década pasada. Ello es aritméticamente exacto, pero el cuento es más largo; los principales rubros de inversión extranjera van a petróleo, minería, industrias extractivas en general. Claro que tener riqueza en el subsuelo es una buena noticia; pero su extracción y exportación no genera mucho empleo en la cadena productiva. Para que los ingresos por regalías o dividendos les lleguen a la gente, hay que pasar primero por el gasto público, lo que suele ser como agua entre los dedos.
Por otra parte, es insensato cerrar los ojos ante una sospecha que no se puede constatar por falta de información, porque el Banco de la República, que organiza esas estadísticas, se ha negado siempre a publicar las identidades de empresas o personas que se registran como portadores de inversión extranjera. Me refiero a los capitales que entran como inversión extranjera y se pierden rápidamente en los vericuetos de la economía interna para comprar bienes raíces o títulos financieros. Algo habrá allí de capitales repatriados de buen origen, pero apuesto que el grueso de los capitales disfrazados de inversión tienen origen en la economía criminal.
El destino de la inversión extranjera auténtica, la posible importancia de la que tiene muy dudosa autenticidad, y la volatilidad que ésta puede tener en ciertas circunstancias, le da muchos factores de riesgo e inestabilidad a esta forma de “financiar” el déficit corriente.

Regular la globalización

MÁRIO SOARES 20/05/2008. Tomado De Columnistas Libres.

"El neoliberalismo ha entrado en quiebra, estalló corroido por sus propias contradicciones"

En los últimos meses, la prensa mundial -así como significativos economistas y empresarios occidentales- han empezado a expresar en artículos, entrevistas y libros su preocupación, cuando no su alarma, ante las múltiples crisis que están azotando el mundo y no sólo en Occidente. También en los llamados países emergentes.
Sólo las opiniones públicas europeas pueden presionar para regular la economía
Estas múltiples crisis tienen su epicentro en Estados Unidos, que si ha sido hasta ahora la superpotencia hegemónica del mundo, empieza a dar señales de poder perder tal condición: crisis financiera, con las perturbaciones bursátiles; monetaria, dada la inimaginable caída del dólar, moneda de referencia mundial que no deja de perder valor en relación con el euro y con el yuan; económica, que dio comienzo con la burbuja inmobiliaria y sus efectos en los créditos en los Estados Unidos (hipotecas subprime); crisis social, con el creciente desempleo, el aumento en vertical del coste de vida y el malestar de amplias capas de la población, que está extendiéndose a la Unión Europea; crisis energética, que afecta a todos los países, excepto a los grandes productores, con el petróleo rozando los 120 dólares por barril; crisis alimenticia, con la escasez y la subida repentina del precio de los alimentos esenciales (cereales, carne, leche, huevos, arroz, etcétera), que anuncia para los países más pobres una ola de hambre, incontrolable acaso; crisis de valores, con la desaparición de los principios éticos en las relaciones sociales y políticas; y, finalmente, crisis planetaria, con la destrucción de los equilibrios ecológicos básicos en la tierra y en los océanos, la disminución de la biodiversidad, la creciente desertificación, la deforestación y las alteraciones climática, provocadas por el agujero de ozono y por el efecto invernadero.
Todas estas crisis, cada una de por sí, son de una enorme gravedad. Como es sabido, algunas llevan anunciándose bastante tiempo. Pero es ahora cuando confluyen y se interrelacionan, con efectos desastrosos, llamando a la puerta de los países más desarrollados y ricos, empezando por los Estados Unidos. Da realmente la impresión de que el coloso americano está llegando al final de un ciclo y puede perder su antigua hegemonía, con todas las perversas consecuencias que de ello se derivarían.
Se ha dicho que los países emergentes podrían escapar a las crisis que se anuncian, y China especialmente, país del que algunos comentadores llegaron a pronosticar, dada su excepcional tasa de crecimiento, que se convertiría en la potencia dominante de mediados del siglo XXI. Yo no lo creo... Entre los llamados países emergentes, tal vez pueda ser uno de los más afectados, dado el volumen de su población y el rígido sistema comunista que, a nivel político, sigue siendo dominante. A pesar de que no se conoce bien lo que ocurre dentro de sus fronteras, se sabe que ha habido revueltas en las zonas rurales y que se da un malestar latente entre las élites culturales y científicas. Son señales ineludibles de la fragilidad del régimen... Veremos qué ocurrirá con los Juegos Olímpicos, que para algunos pueden recordar a los de Alemania en 1936...
La situación más grave, en cualquier caso, se localiza por ahora en Estados Unidos. Nadie duda, a estas alturas, de que la Administración Bush -y las guerras en Irak y en Afganistán con la desestabilización que han provocado en Oriente Medio y en el universo islámico- ha amplificado las crisis a las que se enfrenta, si es que no se halla en su origen. El descrédito de la política americana en el mundo y la pérdida de su antigua hegemonía, a todos los niveles excepto el militar, son indiscutibles.
Con todo, la era de Bush está llegando a su fin, sin gloria alguna, con el presidente sumido en el descrédito y la impotencia. El mundo está centrado ahora en las elecciones que tendrán lugar dentro de seis meses y que serán decisivas, no sólo para Occidente sino también para el mundo entero. ¡Se siente la falta de un nuevo Franklin Delano Roosevelt! Obama, el candidato que mejor comprende la necesidad de cambios, que, necesariamente, implican una ruptura con el sistema, a pesar de la simpatía que despertó en la opinión pública mundial y del dinamismo que desencadenó entre la juventud y los intelectuales, está siendo sometido a un terrible fuego de contención que proviene, curiosamente, de sectores contradictorios entre sí de la sociedad americana, a los que les cuesta comprender que únicamente una ruptura profunda con el statu quo puede salvarlos.
El neoliberalismo, por otra parte, ha entrado en quiebra. A semejanza con cuanto ocurrió en la antigua Unión Soviética, estalló corroído por sus propias contradicciones. Y la Unión Europea está empezando a sentir los efectos de la crisis múltiple que proviene de Estados Unidos, en plena situación de impasse político y estratégico, que la hace incapaz de reaccionar.
¿Cómo podrá la señora Merkel, europeísta convencida, impulsar la construcción europea, ante ese nefasto triángulo cuyos vértices son Brown, Sarkozy y Berlusconi? Sólo un movimiento generalizado de las opiniones públicas europeas puede presionar a los gobernantes europeos con el fin de imponer la regulación de la globalización y cierta racionalidad estratégica en la economía y en la política.
Hace 40 años, por estas fechas, vivimos la revuelta estudiantil y obrera de Mayo del 68, inesperada en sus perfiles, que hizo temblar a De Gaulle y supuso un gran impulso para la emancipación de las personas. La historia nos ofrece sobresaltos, así que estimulan el progreso. No perdamos la esperanza.
Mário Soares es ex presidente y ex primer ministro de Portugal. Traducción de Carlos Gumpert.






NARCOTRAFICO Y REVALUACION


MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Mayo 25 de 2008

Parafraseando al maestro Echandía se puede decir que la mayoría de los análisis y opiniones sobre la aguda revaluación del peso parecen hechos para Dinamarca y no para Cundinamarca. Se dice que la caída del precio del dólar es un fenómeno mundial, se le echa la culpa al Banco de la República por subir las tasas de interés, se comenta la responsabilidad del gobierno por traer dólares para financiar el gasto público preelectoral, y también se congratulan algunos porque la seguridad democrática está atrayendo capitales al país.

Todos estos factores son ciertos y en Dinamarca serían suficientes para explicar la revaluación de la moneda nacional. Pero aquí en Cundinamarca hay otro “pequeño” factor que tiene gran incidencia en la sociedad colombiana y presiona a la baja la cotización del dólar a pesar del inmenso déficit en el comercio exterior: el ingreso de dólares del narcotráfico. En Colombia llevamos muchos años en que la tasa de cambio negra, o paralela, es inferior a la oficial como consecuencia de los dineros ilícitos que ingresan a la economía, lo que hace más sorprendente la ausencia de este factor en los análisis oficiales y académicos de la situación cambiaria.

Don son las argumentos que más se invocan para justificar esta actitud de avestruz de los analistas y las autoridades: que por tratarse de una actividad ilegal no existen cifras confiables que permitan cuantificar el impacto del lavado de dinero, y que en los últimos años no ha habido cambios significativos en el volumen de droga que exporta Colombia, si acaso una pequeña disminución, por lo cual no puede atribuirse a los dólares del narcotráfico la acelerada revaluación de este período.

Además de la evidente contradicción entre los dos argumentos (si no existen cifras confiables, ¿como demostrar que no ha cambiado la cantidad de dineros ilícitos?), el segundo no hace una necesaria diferencia entre el volumen de la producción de coca, que de acuerdo con los estimativos de la misma DEA parece que no ha variado mucho, y el ingreso de los dólares del narcotráfico, que si puede haber aumentado de manera significativa.

A manera de hipótesis, pues es una labor más detectivesca que económica, se pueden plantear por lo menos tres razones que permitirían afirmar que si antes los narcotraficantes solo traían al país una muy pequeña porción del valor del mercado de la droga (se dice que solo un 5% o 10%), en lo últimos años han aumentado este porcentaje, dejando en el país una mayor parte del generado por el negocio. La primera es la misma revaluación: con una caída del 49% en el precio del dólar hasta llegar a $1.800, es lógico que los narcos tengan que traer más dólares para cubrir los costos domésticos de producción, transformación, distribución y corrupción.

En segundo lugar está el incremento de los costos domésticos, que debe ser mucho mayor que la inflación, por la creciente presión de las autoridades y el aumento de los decomisos; también puede considerarse como un aumento de costos los mayores gastos que deben estar haciendo las Farc para defenderse de la exitosa ofensiva de las Fuerzas Armadas que les ha ocasionado tantas bajas. Finalmente, todas las promesas oficiales en la negociación con los paramilitares debieron inducir una importante repatriación de capitales, que es posible que se vea afectada por la reciente extradición aunque hasta ahora no se hayan sentido los efectos.

El impacto del narcotráfico en todos los aspectos de la sociedad colombiana es demasiado grande para ignorarlo en el campo económico, o pretender que no afecta el comportamiento de variables tan sensibles como la tasa de cambio. Corresponde al Ministerio de Hacienda y al Banco de la República promover la investigación y el análisis de estas influencias, pues su conocimiento y comprensión son indispensables para poder controlarlas.

* * * *
FE DE ERRATAS:
En la columna de la semana pasada donde escribí “partidos uribistas” apareció “partidos arribistas”. Quiero aclarar que este acertado calificativo no es de mi cosecha sino que es producto de la sabiduría de los técnicos de Microsoft, como lo puede comprobar cualquiera que use el corrector de ortografía del programa Word.



Más allá de Tiro Fijo

OCTAVIO QUINTERO
Bueno, murió Tiro Fijo de muerte natural, porque a los 87 años es natural que uno se muera, más, si se tienen en cuenta las condiciones de vida en que le tocó vivir.
El caso es que Tiro Fijo ya no está entre nosotros para amargarnos el rato, como pensarán algunos, o para encarnar una lucha contra un establecimiento opresor y oprobioso, como pensarán algotros.
Se escucha a los guerreristas, con su halcón a la cabeza, festejando el deceso y pronosticando unos y asegurando los más, el fin de las Farc.
Bueno, si Tiro Fijo fue un líder, y todo indica que sí, la historia a uno le cuenta otras cosas: los líderes se proyectan más después de muertos que vivos. Tómese cualquier líder de la historia universal o de leyendas locales, independientemente de cualquier afectación moral que esa misma historia le haya atribuido, y verán que buena parte de su fama y de su gloria empiezan a partir de su tumba.
Tiro Fijo, en mi concepto particular, es el fin de si mismo; más no de su causa. Los que creen que con la muerte de Tiro Fijo llegará el fin de la subversión en Colombia, como se pensó que con la muerte de Pablo Escobar llegábamos al fin del narcotráfico, están pensando con el deseo.
Tiro Fijo no es la causa de la violencia sino más bien un efecto de la otra violencia, esa que ejerce el Estado a través de sus engranajes político, económico, social, judicial y religioso que han producido rebeliones sin revolución de una y otra forma a lo largo de estos 200 años que vamos a cumplir como República emancipada del “yugo español”, como patrioteramente se nos inculca desde niños, cuando ni siquiera hemos aprendido a leer y escribir.
Uno comprende que el establecimiento quiera manejar un mensaje subliminal indicando como consecuencia de la muerte de Tiro Fijo, el fin de las Farc. No creo. Es probable que con Tiro Fijo se haya extinguido un líder de 40 o más años de lucha armada. Pero más bien debiéramos pensar que se está extinguiendo una generación de guerrilleros con la que vivimos y convivimos esta generación que también se extingue. La reminiscencia de mi generación también escuchó a sus padres y abuelos hablando de sus guerras y de sus guerrilleros, y un texto cualquiera de historia de Colombia, de Bolívar en adelante, para no ir tan lejos como a la época de los Comuneros o de la Conquista, nos hablará de los tiro fijo de entonces, empezando por el mismo Padre de la Independencia que no fue más que eso: un guerrillero alzado en armas contra la opresión española.
Mientras subsistan las causas, persistirán los efectos. Colombia es un país tremendamente injusto, más, mucho más, en este tiempo de neoliberales. Colombia es un país con un grado de concentración económica que puede aseverarse que sus 45 millones de consumidores están en manos de apenas una decena de proveedores, últimamente extranjeros o con fuertes capitales en los grupos criollos; Colombia es un país de concentración de ingresos al punto que el 10 por ciento de sus trabajadores más privilegiados, que no calificados, detenta el 90 por ciento de todos los ingresos nacionales; un país en donde la escala salarial puede llegar de uno a 60 como se ve en los bancos en donde el presidente gana 30 millones de pesos mensuales y al menos el 50 por ciento del resto de empleados apenas 500 mil pesos (un salario mínimo), y eso por períodos laborales cuyo contrato más largo apenas llega a un año. Colombia es un país en manos de unos políticos corruptos todos, todos. Si me consiguen una o dos excepciones, me bastará tan solo para confirmar la regla; Colombia es un país cuyas tierras más productivas están en manos de unos cuantos terratenientes y su tendencia es a seguirse concentrando en este tiempo de grandes avances tecnológicos cuando la ciencia ha descubierto que con la comida de los pobres también se puede producir biocombustibles para los carros de los ricos; Colombia es un país rencoroso que presencia impávido una declaración de su principal monseñor, Pedro Rubiano, poniendo en duda que Dios pueda perdonar a Tiro Fijo. Colombia es un país de una impunidad tal que sobrepasa el 90 por ciento de todos los casos que llegan a conocimiento de los jueces y su actual presidente un usurpador del poder que lo alcanzó a sangre y fuego y lo sostiene merced a una reforma constitucional pavimentada de cohechos.
Quien crea que la muerte de Tiro Fijo es el fin de la violencia en Colombia está orinando fuera del tiesto. La muerte de Tiro Fijo es el fin de Tiro Fijo y probablemente el nacimiento de otro Tiro Fijo por 40 años más, mientras subsistan las causas objetivas que dan pábulo a las subjetividades de la rebelión, infortunadamente sin revolución, como parecen estarse dando en otras latitudes limítrofes con nosotros: Venezuela y Ecuador, por ejemplo.
oquinteroefe@yahoo.com
27-05-08


Fusión por lo bajo


Ramón Elejalde Arbeláez. ramone@une.net.co

En la última Cumbre de Gobernadores el señor presidente de la República les propuso a los mandatarios seccionales que todas las licoreras departamentales se fusionaran en una gran licorera nacional, para así enfrentar los retos inmediatos y futuros, como la lucha contra el contrabando, los tratados de libre comercio que se están suscribiendo, el cambio de gusto en los consumidores, etc. Esta propuesta tuvo una acogida positiva en los gobernadores de Antioquia, Caldas y Valle. Pero parece que quienes pusieron en marcha la idea de fusionar las licoreras oficiales fueron sus distribuidores. El domingo 18 de mayo Juan Paz informó que varios personajes relacionados con la distribución de los productos de la Fábrica de Licores de Antioquia están ahora de distribuidores de la Industria Licorera de Caldas, concretamente en el Valle del Cauca. Esto quiere decir que las licoreras de Antioquia y Caldas están ahora compartiendo distribuidores, es decir, la fusión ya comenzó, pero por lo bajo.
Indudablemente las dos licoreras más grandes del país son las de Antioquia y Caldas, son empresas que compiten, son rivales; por un lado está la FLA con el Ron Medellín Añejo y el Aguardiente Antioqueño, mientras que la ILC tiene al Ron Viejo de Caldas y el Aguardiente Cristal. Estas dos licoreras oficiales luchan por quedarse con la mayor parte del mercado de rones y aguardientes en el país y creo que cada día la pelea comercial se endurecerá más y más. Como se recordará, en los últimos años se viene hablando con mayor intensidad sobre las ventas de las licoreras oficiales, lo que implica que a mayores ventas más alta es la valoración de la empresa para una eventual negociación; o también, frente a una posible fusión la mayoría accionaria está representada por la empresa mejor valorada.
Pero no sólo la lucha de estas dos licoreras por el mercado nacional es un asunto del futuro, sino que es también un tema de subsistencia. La FLA y la ILC son la principal fuente de recursos propios para cada uno de los departamentos de Antioquia y Caldas, y del producido de ambas empresas dependen en gran medida la ejecución de los respectivos planes de desarrollo departamentales y muy especialmente los gastos de salud y de educación. Estamos hablando, en este sentido, de un asunto de vital importancia económica de los dos departamentos y por tanto supremamente sensible.
Mientras los departamentos de Caldas y Antioquia no decidan fusionar sus licoreras resulta claramente contraproducente que compartan distribuidores. Tratándose de dos empresas rivales no pueden tener los mismos distribuidores, pues estos manejan información confidencial, las estrategias publicitarias, base de datos de clientes, sistemas de comercialización, que hace que sea incompatible para un distribuidor prenderle una vela al santo y otra al diablo.
El hecho de que varios distribuidores de la FLA estén participando en la distribución de licores de la Licorera de Caldas perjudica en mayor medida al Departamento de Antioquia, pues al estar vinculados en primer lugar a éste no se deben ir a ofrecer sus servicios a la competencia y continuar la relación contractual con ambos. La FLA es la empresa líder del país y no puede admitir que sus distribuidores le comercialicen licores a la competencia. Además, se ha cuestionado enormemente el proceso mediante el cual se seleccionó por parte de la Licorera de Caldas al nuevo distribuidor para el Valle del Cauca, a la empresa La Sultana del Valle, donde están participando los distribuidores de la FLA; en este sentido es mucho más incómodo para la licorera de Antioquia tener unos distribuidores que participaron en un proceso que no fue transparente y que ha dado origen a investigaciones penales por parte de la Fiscalía General de la Nación. Si bien los medios de comunicación y distintos columnistas se han ocupado de cuestionar el proceso de selección del distribuidor de la ILC para el Valle, la verdad es que hoy es mucho más cuestionable por los actores que están interviniendo, hecho que apenas se está conociendo.
No obstante haber pasado dos semanas desde cuando EL MUNDO hizo la denuncia, hasta ahora no ha habido pronunciamientos de ninguna de las dos licoreras sobre el hecho que estén compartiendo distribuidores, lo cual me sorprende enormemente, pues no creo que esta situación tenga cómodos a los gerentes de las licoreras y menos al de la FLA.


¿CÓMO SERÁ EL POST- TIROFIJO?


Cecilia López Montaño, Bogotá, Mayo 27 de 2008

La muerte de Tirofijo plantea más retos de los que se quieren reconocer. Con su estilo triunfalista y a través de su Ministro de Defensa, el Gobierno ha anunciado "que ya se ve la luz al final del túnel". Es decir, ven muy cercano el anhelado fin de las FARC y, por consiguiente, se anuncia la continuación de la guerra y solo hacen un llamado a la guerrilla para que se entregue. Se transmite por las emisoras un mensaje de "Karina" quien llama a sus compañeros para que, al igual que ella, se rindan ante las autoridades con la seguridad de que no correrán ningún peligro. La ingenuidad de algunos consiste en creer en la espontaneidad de ese mensaje, pero de todas formas es consecuente con los ofrecimientos oficiales. Por parte del Gobierno, hasta ahora sus anuncios se limitan a seguir con la estrategia guerrerista y solo de paso se menciona la lejana posibilidad de una negociación política. Lo que si no ha aparecido es la salida para los secuestrados, los grandes perdedores de los últimos acontecimientos.

La consecuencia de la FARC-política es que nadie se va a atrever a insinuar ninguna acción a favor de los secuestrados que implique necesariamente hablar con la guerrilla. Tal y como están las cosas, el peligro de hacerlo es absolutamente evidente ya que los que lo hagan pueden terminar en manos de la justicia. Lo que se requiere entonces, y el país debe demandarlo al Gobierno, es que este salga con una propuesta clara sobre cómo resolver la situación de los secuestrados, de este terrible drama humano que tiene a 3.000 personas perdidas en la selva, muriendo lentamente.

A estas alturas es imposible conocer cuál será la reacción de "Alfonso Cano", máximo jefe desde la muerte de “Tirofijo”. Es un hombre menos guerrerista, más intelectual y más político, lo que haría suponer que estaría más dispuesto a la negociación que a la confrontación. Sin embargo, estos anuncios del Gobierno con ese aire de suficiencia que está demostrando hasta ahora, pueden enterrar las posibilidades de este cambio de dirección que en otras circunstancias podría esperarse. No es tan obvio que en las filas de las FARC acepten como camino único la desmovilización. Ya hace dos meses que murió "Tirofijo" y solo "Karina", entre los grandes jefes se ha desmovilizado.

Para aquellos que creemos que el fin del conflicto solo se logra de manera definitiva con una negociación política que empiece por liberar a los secuestrados y, en general por el Intercambio Humanitario, este sería el momento de empezar a diseñar ésta como estrategia paralela. Obvio que la negociación solo se da con una guerrilla debilitada y es posible que aún falten pasos en esa dirección. Pero desde ya se debería empezar a trabajar en esa línea y en enviar en algún momento ese mensaje, cuando se tengan indicios de hacia dónde quiere ir Cano. Sin embargo, no debemos llamarnos a engaño. Este gobierno no va a negociar porque lo interpreta como una debilidad. Y menos cuando han tenido éxito en este campo con la política de Seguridad Democrática. Este es el Gobierno de la guerra y por esto el señor Presidente Uribe tiene una popularidad tan alta, pero, en algún momento se va a necesitar un gobierno para la paz y el éxito de la sociedad colombiana consiste en identificar cuándo ha llegado ese momento.

Por todo lo anterior, el post-Tirofijo es impredecible y por el momento lo único que es seguro es que seguirá la guerra y que el tema de los secuestrados permanecerá en el limbo a menos que suceda lo previsible: que los gobiernos vecinos decidan intervenir nuevamente. Lo conveniente sería que el Gobierno, aun sin considerar ningún tipo de negociación con las FARC, presente alternativas para liberar a los secuestrados que ojalá no sean exclusivamente rescates militares. Definitivamente es un momento histórico, de reflexión y de generosidad.



La carrera presidencial ignora la carrera armamentista


Publicado el 21 de Mayo de 2008, Por Amy Goodman

Mientras la carrera por la presidencia de Estado Unidos continúa, también avanza de igual modo la carrera armamentista en todo el mundo. Hay personas – civiles, niños – que mueren o quedan mutiladas, día a día, a causa de bombas de racimo y minas terrestres sin detonar. Miles de misiles nucleares permanecen en estado de máxima alerta. El gobierno estadounidense lanza amenazas contra Irán, acusándolo de llevar a cabo un programa de desarrollo de armas nucleares, mientras al mismo tiempo ofrece uranio a Arabia Saudita. Y, con la guerra de Irak en su sexto año, uno de sus artífices, Douglas J. Feith, ex subsecretario de Políticas de Defensa del Pentágono durante la gestión de Donald Rumsfeld, ha dado forma, como era de esperar, a una versión revisionista de la historia de la guerra y las decisiones que condujeron a ella.

Feith declaró esta semana: “Y si bien fue un terrible error que el gobierno confiara en la información incorrecta sobre las armas de destrucción masiva, y fue catastrófico para nuestra credibilidad, fue ante todo un verdadero error y no una mentira… Pero dejando de lado ese error, lo que encontramos en Irak fue una grave amenaza de armas de destrucción masiva, a pesar de que Saddam había decidido no mantener las reservas, se había colocado en una posición en la que podría haber regenerado esas reservas en un plazo de 3 a 5 semanas”.

Durante una entrevista, le pregunté a Hans Blix sobre los comentarios de Feith. Blix fue Inspector Jefe de armas de la Organización de las Naciones Unidas, y estuvo a cargo de la búsqueda de las armas de destrucción masiva. Reflexionando sobre lo ocurrido hace cinco años, dijo: “Probar que no hay nada es casi imposible. [Pero], creo que si hubiéramos permanecido en Irak un par de meses más, habría bastado para dejar suficientemente claro a todo el mundo que las posibilidades de que no existieran armas de destrucción masiva eran reales”. En lugar de esperar al resultado de las inspecciones, el Pentágono estaba ocupado en tratar de desacreditar a Blix. Le pregunté sobre las acusaciones de que Estados Unidos plantó micrófonos para realizar escuchas en su oficina y en su casa. Me dijo: “Pido al cielo que hubieran prestado un poco más de atención a lo que decía, si es que de hecho estaban escuchándome”.

Blix describe el estado actual del mundo como un estado de “Paz Fría”: “Es difícil evitar la sensación de que –casi 20 años después del final de la Guerra Fría– los cálculos militares siguen dominando el modo de pensar las relaciones mundiales a largo plazo. El terrorismo se ha convertido formalmente en el enemigo principal, pero se toman precauciones contra el creciente poder de China y Rusia”. El pacto de cooperación nuclear con India del presidente Bush, la declarada disposición de Barack Obama de atacar unilateralmente a Pakistán, que es un aliado estadounidense y potencia nuclear, la promesa de Hillary Clinton de “destruir por completo” a Irán si ese país de 70 millones de habitantes atacara a Israel, y la posición dura de John McCain en relación con Rusia, que incluye el despliegue de un escudo antimisiles en Europa del Este; todos estos signos señalan una dependencia de las soluciones militares, cosa que Blix ve como un camino hacia el conflicto y la guerra.

En una notable muestra de hipocresía, el gobierno de Bush ha prometido proporcionar uranio enriquecido a Arabia Saudita. El activista antinuclear Harvey Wasserman dijo: “La idea de proporcionarle uranio enriquecido a los sauditas mientras se amenaza con declarar la guerra a los iraníes por enriquecer uranio es increíble. Es casi asombroso que alguien piense que los sauditas van, por alguna razón, a bajar el precio del petróleo a cambio de la posibilidad de conseguir reactores nucleares en el futuro”.

Le pregunté a Blix qué es lo más importante que Estados Unidos podría hacer para apoyar la paz mundial. Firmar el Tratado de Prohibición Total de Pruebas Nucleares, dijo: “Entonces, creo que sería muy probable que los chinos, que no han ratificado el tratado, lo hicieran. Si China lo hace, quizá India lo haga. Si India lo hace, Pakistán también, etc. Y así, el tratado tendría fuerza. Sería estupendo que prohibiéramos toda prueba de armas nucleares en el futuro”.

Las armas nucleares no son las únicas armas de destrucción masiva. Mientras conversaba con Blix, cientos de personas estaban reunidas en Dublín, Irlanda, para elaborar un tratado contra las bombas de racimo, la causa que impulsó la Princesa Diana durante los últimos años de su vida. La Conferencia Diplomática de Dublín sobre Municiones de Racimo está dedicada a “negociar un nuevo instrumento legal de alcance internacional y humanitario que prohíba las municiones de racimo que causen un daño inaceptable a los civiles”.

En la conferencia de Dublín participan 128 países. El principal productor de municiones de racimo, Estados Unidos, no asistió a la conferencia. Rusia y China tampoco han asistido.

Desde la proliferación nuclear hasta el uso de bombas de racimo, la cobertura de la campaña presidencial debería centrarse más en la carrera armamentista y menos en la carrera de caballos.

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Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now!, noticiero internacional diario emitido en más de 700 emisoras de radio y TV en Estados Unidos y el mundo.

© 2008 Amy Goodman

Inglés: Traducido por: Ángel Domínguez y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org www.democracynow.org/es
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ATRASO POLÍTICO EN COLOMBIA


Eduardo Suescún Monroy.

¿Cómo llegamos a los niveles de barbarie, pobreza y corrupción que hoy experimentamos? Hay varias causas, una devastadora, el atraso en nuestra cultura política desde hace, por menos, medio siglo. La falla en la formación política de dirigentes y ciudadanos ha hecho fracasar en Colombia, durante décadas, el manejo del Estado, la democracia y la economía. Sin cultura política es imposible dirigir y hacer funcionar esos tres grandes reguladores de la convivencia social.

Lo que tenemos aquí es una seudo cultura política, anticuada, superficial, acrítica. No ha servido para estudiar la realidad colombiana, menos para hallar caminos de solución. Se mueve en un mundo de palabras y formas vacías, lejos de análisis, debate y ética y de la responsabilidad personal y colectiva. Está muy cerca de la simulación y la improvisación como método de trabajo. ¡Y mucho soborno y violencia! Ha reemplazado la razón por la imagen, a la cual rinde tributo, con la creencia de que lo importante no es la opinión pública, a verdad de los hechos, sino su manipulación.

Esta seudo cultura fundada en mitos y prejuicios (machismo, fuerza, poder) y en restos inconexos de fascismo, comunismo, neoliberalismo, ha terminado por aclimatar, en todo el espectro político nacional, con importantes excepciones, la admiración y sumisión al más fuerte, la resistencia al Derecho, el desprecio por la realidad y por el debate, el desconocimiento del otro, la desistitucionalización del Estado y el regreso al estribillo siniestro, el fin justifica los medios. Consecuencia de esta seudo cultura es el conservadurismo generalizado en que hemos caído (décadas perdidas). Ha ocasionado el manejo fallido del Estado y el deterioro de nuestras instituciones democráticas, antes ejemplo en América Latina.

El liberalismo, lo supone su denominación, ha debido salirse del proceso de conservadurización y luchar contra él. Pero cayó en él. Abandonó su misión histórica. Podría estar a punto de desaparecer por inutilidad sobreviniente. Lo propio ocurrió a quienes hablaron de utilizar todas las formas de lucha. Resultaron conservaduristas, sin quererlo contribuyeron a consolidar la derecha. Todo por la precariedad y atraso en la cultura política. Falla grave y evidente en la idoneidad política ha sido, la falta de formación política en los dirigentes y en la sociedad, que permitiera a los dirigentes insuflar democracia, valores y prácticas democráticas en los partidos, en los medios, en la vida del país y que habilitara a la ciudadanía para hacer funcionar las instituciones con sentido de Nación y de transformación, por encima de intereses privados subalternos.

La vida política es importante, compleja, trascendente. No puede esperarse en ella la actuación democrática de quienes tienen formación reaccionaria o carecen de formación política, que no se improvisa, pues es el resultado de largos, a veces duros, procesos de estudios y experiencias. La ausencia de crítica en la vida pública, de estudio en la Universidad sobre el funcionamiento del Estado y del sistema democrático de gobierno, la falta de libertad de expresión e información en el interior de los medios, de análisis de la acción y del pensamiento en los partidos en el interior de los mismos, acabó con estos y desvirtuó el proceso de nuestro desarrollo democrático. Detrás de la incapacidad del Estado, del abandono del campo, del aumento de las distancias sociales y regionales, de la existencia de la guerrilla y el paramilitarismo, de los fenómenos que conforman la crisis nacional, aparece siempre una constante, la falta de formación política en los ciudadanos y en los dirigentes. El problema de fondo en Colombia, por eso, no es de carácter económico ni militar, como se ha dicho. Es cultural, el del retraso en que se encuentra nuestra cultura política. Atraso que no nos ha dejado crecer como país, que nos ha impedido resolver problemas y hacer funcionar, como debe ser, las instituciones democráticas y constitucionales. Y que hace que nos vean, desde fuera, como caso especial.

La universidad, los medios, las organizaciones, las personas interesadas en el funcionamiento de una sociedad dinámica y equitativa están llamados a crear conciencia política, moderna y democrática, que habilite la nación para transformar la vida pública y superar la larga crisis nacional. Cuando vivamos y respiremos con naturalidad una cultura política de respeto y práctica de los derechos humanos, cuando el pueblo colombiano pueda asumir su condición de sujeto de la democracia, estaremos en posibilidad de hacer marchar al Estado y a la política hacia adelante. Entretanto, seguiremos en el pozo sin fondo del atraso político, en la agonía del conservadurismo generalizado que hemos creado.


DECLARACIÓN FINAL


IV Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios

Hace 10 años, cerca de tres mil estudiantes se reunieron en la ciudad de Cartagena de Indias para realizar su primer Congreso Nacional. Como resultado, nació la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios, ACEU, como una propuesta para la unidad, coordinación y organización de las luchas contra la
privatización de la educación superior, la defensa de la autonomía y por un proyecto de universidad crítica, creadora y transformadora. Hoy, con nuevos protagonistas y un robustecido movimiento estudiantil, se han congregado de nuevo, más de mil estudiantes en las tierras de la Heroica, conocida así por sus gestas libertarias, cuyo bicentenerario estamos próximos a cumplir y al cual le rendimos un sentido homenaje, recordando en nuestras lides su historia
ejemplar.

Atravesamos por un momento político crucial para la vida del país,
caracterizado por una larga crisis en las alturas, donde se discuten y ventilan los problemas fundamentales sin que el grueso de los pobladores, y en particular las juventudes, participen de su desarrollo y desenlace. Estamos hablando de la mayor crisis de legitimidad del régimen político colombiano, manchado por la sangre de innumerables crímenes, horrores y vejámenes contra los que se
atreven a pensar y actuar en función de otros mundos posibles, más humanos y justos. La raíz del problema se encuentra en la descomposición social y política del país, en la que tomó demasiada ventaja el narcotráfico y el paramilitarismo, cuyo soporte ha sido el Estado a través de sus fuerzas militares y de inteligencia.

La salida que propone Uribe y sus consortes a esta grave crisis institucional, consiste en una reforma política ?para cambiar algo que no cambie nada?, es un sofisma con el cual pretende relegitimitar la imagen de su ya desgastado aparato de control y represión estatal. El pueblo, y especialmente el movimiento estudiantil, tienen en sus manos la posibilidad del cambio; de impedir que el proyecto autoritario y guerrerista se prolongue de manera
indefinida a costa del sufrimiento y el dolor de miles de familias que en campos y ciudades anhelan la paz, la democracia y la justicia social.

La salida de la crisis debe ser del tamaño de la crisis. Por esto, el IV
Congreso Nacional de Estudiantes Universitarios, asume con responsabilidad la tarea de impulsar con vigor e iniciativa la propuesta de la Asamblea Nacional Constituyente, que de la mano con los diversos sectores democráticos de la vida nacional, se exija la renuncia del señor Álvaro Uribe Vélez como acto
patriótico que permita la apertura democrática del país, al tiempo que
promoveremos el Mandato Estudiantil por el Acuerdo Humanitario, apelando a las reservas éticas, para que la solución de la crisis sea una verdadera síntesis de las actuales contradicciones, para dar así el paso decisivo que Colombia necesita, para ponerse a tono con las nuevas realidades sociales y políticas, que están desbrozando el camino hacia la soberanía, la democracia y la autodeterminación de los pueblos tras décadas enteras de ignominia,
hambre y pobreza, que han sembrado el neoliberalismo y el imperialismo en las tierras de Bolívar.

La educación superior no es ajena a esta situación. La contrarreforma que adelanta el gobierno para liquidar varias universidades del país como la Universidad del Atlántico y la Universidad de Caldas, no se limita exclusivamente al desmonte de la financiación estatal. También contiene un modelo pedagógico que busca apuntalar en la conciencia de la juventud, las líneas ideológicas del proyecto mesiánico, autoritario y militarista que contiene la propuesta de la segunda reelección del señor Álvaro Uribe. La reforma académica y administrativa que se adelanta en la Universidad Nacional
de Colombia, es una muestra fehaciente de los planes del gobierno para imponer una visión unilateral de universidad, que elimina el concepto de campus para afianzar el pensamiento hegemónico del uribismo, con el fin de eliminar de los claustros universitarios el libre debate de las ideas, su función crítica y de compromiso social. La aberrante propuesta de estatuto estudiantil representa la
incorporación del concepto de ?seguridad democrática? a la vida
universitaria y con ello la supresión de la democracia como elemento central en la construcción del conocimiento, la formación de hombres y mujeres libres y el desarrollo de proyectos de cultura y sociedad que dignifiquen la humanidad y sus futuras generaciones.

En esta vía marchan el resto de las universidades públicas del país. La asfixia financiera producto del recorte de las transferencias y la no
concurrencia del gobierno nacional en el pasivo pensional, tienen al borde de la quiebra a más de una institución cuyas administraciones seden a las presiones del Ministerio de Educación, el departamento de planeación nacional y hacienda pública. La crisis universitaria es estructural y abarca todos los órdenes. Reclama medidas que implican cambios en el modelo de desarrollo y la política del país.

A 90 años de la Reforma Universitaria de Córdoba en Argentina y 40 del inolvidable mayo francés del 68, cuyos ecos fueron brutalmente reprimidos en la masacre de Tlatelolco en México, reafirmamos nuestro compromiso con la unidad, la organización y la movilización de los estudiantes colombianos y del continente. El Movimiento estudiantil latinoamericano jugó un papel decisivo en las derrotas de las terribles dictaduras del cono sur durante las décadas del 70 y el 80. En Colombia, el 8 y 9 de Junio de 1954 tendría su episodio más sangriento con el asesinato de 11 estudiantes, cuando protestaban
contra la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla. Este acontecimiento estuvo precedido por la masacre de los trabajadores de las bananeras a manos del ejército, del cual cumplimos 80 años. Este hecho marcó la radicalización del movimiento estudiantil colombiano con el posterior asesinato del estudiante Gonzalo Bravo Pérez.

Estamos convencidos que no seremos inferiores a los desafíos del presente, porque el porvenir esta lleno de esperanza para los hijos de nuestra América. La persecución oficial apoyada por las amenazas constantes de las bandas paramilitares, no han impedido la respuesta del movimiento estudiantil ante el actual curso de los acontecimientos, como con la colosal batalla por la vida y
la dignidad, que adelantan los y las estudiantes de la Universidad de Córdoba, contra una década de administraciones corruptas y criminales coligadas con las estructuras paramilitares regionales.

La solidaridad será la constante con todas aquellas personas víctimas del señalamiento, la criminalización y la judicialización, cuyo fin es la
legitimación del exterminio de la oposición y el terrorismo de Estado, como formas permanentes del ejercicio del poder político. Expresamos nuestra solidaridad con la Universidad del Valle, Cauca y Atlántico víctimas de esta perversa estrategia de intimidación que combina judicializaciones con propaganda terrorista a nombre de las Águilas Negras, el asesinato y el desplazamiento, profundizando aún más la actual crisis humanitaria en las universidades públicas y privadas del país.

Agradecemos la solidaridad internacional para con los jóvenes estudiantes colombianos y que se ha expresado en la asistencia a este evento con delegaciones provenientes de países lejanos como Canadá, España e Italia, los cuales vienen adelantado intensas tareas en sus respectivos espacios de trabajo en apoyo a la causa de los jóvenes Colombianos.

Queremos extender un combativo saludo a todo el estudiantado del hemisferio a través de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes, OCLAE, que con su presencia han reafirmado su apoyo para con el proceso de organización y lucha estudiantil en nuestro país, como también a las delegaciones de Perú y Cuba, que nos han permitido aproximar nuestra
experiencia a otros desarrollos de la lucha estudiantil de cara a los procesos de integración bolivariana y coordinación de las luchas antiimperialistas.

Salimos de este IV congreso con muchas tareas para adelantar la resistencia en cada universidad del país. Con nuestra participación en esta convocatoria, reivindicamos el acto de soñar y nuestro derecho a seguir luchando por una universidad para la crítica, para el acto creativo y transformador de la palabra, en las calles y plazas públicas asumimos nuestra responsabilidad con la indeclinable labor de continuar forjando las bases organizativas del proceso
de construcción gremial local y nacional, que le garanticen al estudiantado luchar, en las condiciones actuales, por una universidad para la vida, por una universidad para la paz, por una universidad para la democracia.

Cartagena de Indias, Mayo 25 de 2008.


La guerra del agua. Quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado


27-05-08, Por Flora Fernández *, Ecoportal
El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la vida humana será un 56% superior que el suministro… y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado.
“El agua brota como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se espera que en el año 2025, la demanda de este elemento (sic) tan necesario para la vida humana será un 56% superior que el suministro… y quienes posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado”. Si no ha escuchado frases como esta, vaya familiarizándose, porque las próximas guerras serán por el agua.
En Costa Rica paradójicamente la guerra por el agua comenzó en un lugar emblemáticamente pacífico, en Monteverde, donde un grupo empresarial con el absurdo pretexto que ocupaban agua para riego en una de las zonas de mayor precipitación del país, se empeñaron en entubar dos quebradas, pese al peligro que representaba para la Reserva donde varias especies como el sapo dorado han comenzado a extinguirse.
Los vecinos con sus cuerpos se interpusieron para impedir avance de la maquinaria. Luego lo que interpusieron fueron recursos legales como el Indubio pro-Natura. En ese momento la Defensoría fue muy débil y la complicidad de varias autoridades terminó en que los vecinos fueron intimidados al acusarlos de amotinamiento, un chantaje para que cedieran en la lucha. Debieron gastar millones en la defensa y muy pocas personas les apoyamos en su momento, aún así la resistencia se mantiene.
En el referéndum del TLC, el Tribunal Electoral dijo que el “SI” ganó numéricamente y se negó a tramitar graves denuncias contra el Presidente Oscar Arias y el Embajador Mark Langdale, protagonistas de un fraude y la obscena injerencia en asuntos internos. Lo cierto es que el 7 de octubre el país cambió para siempre.
Hoy quienes nos oponíamos al TLC no sólo hemos debido soportar la afrenta de un fraude, sino también un duelo ante la ruptura de la institucionalidad. Dirán los del “SI” que estamos con sangre en el ojo… ¡por supuesto! Y lejos de buscar la manera de armonizar y buscar una reconciliación, el gobierno sigue sembrando la cizaña que arteramente recomendó el todavía diputado Fernando Sánchez en su célebre memorando del miedo. Un Nóbel de la Paz declara cada día que pasa la guerra a su pueblo vía decretos y leyes que rompen la solidaridad, mientras la prensa emula la afonía presidencial y ligeramente divulgan la vulgaridad.
Cuando advertimos que dar trato de mercancía al agua en el TLC, permitiría que esta dejara de ser un derecho humano no exagerábamos aunque los defensores del Tratado se burlaron de nosotros. Poco tardó el gobierno de Arias en sacarse de la manga una ley de aguas modificada y empeorada donde en lugar de que el agua sea un derecho humano y un servicio público se transforma en un servicio al público sujeto a las leyes del mercado; la temida privatización sería un hecho si esa ley llega a pasar, porque más que una ley de aguas es la ley de la jungla para que “cada palo aguante su vela” propia del libre comercio que Arias impulsa con tanto entusiasmo en lugar de impulsar la solidaridad.
El conflicto de Sardinal no es el primero pero es muy importante porque está sirviendo de agente aglutinador del gran movimiento del NO, como detonante para socollonearnos ante tanto abuso, decreto y violación que se viene dando. Lorena de Santa Cruz, Barva de Heredia y muchos otros sitios están en la lista de lugares donde el conflicto también va a darse, con o sin antimotines la gente va a defenderse sin miedo. Lo que es inaceptable es que el gobierno militarice a la fuerza pública contra los derechos que tienen los ciudadanos de defender la vida misma.
Y es que una cosa es que una comunidad de menos de 10 mil habitantes se abastezca de agua de sus nacientes y otra muy diferente es que con tubos de medio metro, como es el caso de Sardinal, se pretenda satisfacer a más de 30 mil turistas, generando una demanda muy superior a las posibilidades del acuífero. Por eso la posición de un político como Ricardo Sancho, Presidente Ejecutivo de Acueductos y Alcantarillados que no es experto en la materia resulta ofensiva al decir que si Sardinal se queda sin agua, les podrá dotar con agua de otra parte. La pregunta que salta de inmediato es ¿por qué mejor no le dice eso a quienes quieren llevarse el agua y deja a Sardinal en paz? La propia auditoria de AyA reveló irregularidades graves e incongruencia en su actuación. La renuncia de Sancho debería haberse presentado ya, pero en el paraíso de la impunidad eso no pasa.
Si los proyectos turísticos costeros ocupan agua y no la tienen, ¿por qué no hacen como en muchos países del mundo donde ese tipo de proyectos cubren el costo de desalinizar agua de mar? Las tarifas que cobran se los permite con creces y quizás una mayor conciencia del costo que tiene cuidar el ambiente, evitaría que tiren aguas negras al mar como recientemente denunciaron que sucedía en Papagayo.
Si es perverso usar comida para alimentar carros, más perverso resulta sobreexplotar las nacientes de agua para satisfacer lujosos hoteles, piscinas y regar canchas de golf impidiendo a las personas saciar la sed y atender los cultivos que les dan de comer. www.ecoportal.net
Tribuna Democrática
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La guerra que perdió ‘Manuel Marulanda’


Juan Manuel López Caballero.

Como ‘Tirofijo’ fue un rebelde, un guerrillero como se concebía en épocas de los enfrentamientos entre partidos o de persecución por parte de gobiernos que ejercían la violencia partidista.

Pero como ‘Manuel Marulanda’ llegó a tener más importancia porque se convirtió en representante de una alternativa política que empezaba a recorrer el mundo bajo diferentes modalidades y patrocinios –Ruso, Chino, Cubano-.

Entonces el campesino que se había alzado en armas porque le mataron unas gallinas y unos marranos se convirtió en el ‘socio armado’ del ideólogo Jacobo Arenas y tras su muerte heredó su legado y unió a la condición de ‘comandante’ la de líder de un proyecto revolucionario.

Como tal fue reconocido y no pocas veces apoyado, tanto por parte de la población colombiana como por parte de la comunidad internacional.

Fueron acertadas y concretas la razones para sublevarse aunque no necesariamente las propuestas para remediar los males que denunciaba y menos el salto a la ilegalidad para lograrlo.

El mismo apoyo que le brindaba la situación internacional de ‘guerra fría’ opacó la verdadera razón y justificación de la rebelión que encabezó, y, hasta cierto punto, el fin de esa guerra fría comenzó el fin de lo que pretendió ser un proyecto político.

Con el bombardeo de Casa Verde el día de las elecciones para la que se presentó como la Asamblea Constituyente por la Paz bajo Gaviria; o el genocidio continuado de la Unión Patriótica (más 2.000 muertos reconocidos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos); o el montaje de farándula de una supuesto Proceso de Paz en el Caguán, donde nunca hubo estrategias, ni responsables, ni dirección alguna, se frustraron sucesivas oportunidades de alcanzar un acuerdo de paz. En estos episodios su contraparte en los representantes del Estado es o son tan responsables como sus compañeros de guerrilla de que se mantuviera una lucha armada que no tenía ya la dimensión de un cambio del orden y del modelo político, y que, una vez reconocidas las ‘causas objetivas’ de la sublevación, debería haber sido materia negociable políticamente.

Cambió de estrategia la insurgencia y dejó de ser un grupo armado que buscaba derrotar las fuerzas oficiales, pasando a tratar de doblegar a los grupos de poder que manejan el Estado. Comenzaron las extorsiones a los terratenientes, los atentados a las empresas, los secuestros de personajes de peso, las pescas milagrosas en carreteras, etc.

Se enfrentaron ya no a sus similares enlistados en las fuerzas armadas sino a quienes tras ellos se protegían.

La derrota de ‘Manuel Marulanda’ no nace de que cuando murió ya perdió sentido la guerra que las FARC siguen desarrollando, ni mucho menos de que militarmente hayan sido vencidas. Nace de que en contra de la doctrina política de que debe conquistarse a la población y que así se pueden mover como un pez en el agua, los derrotó el paramilitarismo al adueñarse de la pecera (con el visto bueno del ‘establecimiento’), y el hábil uso de los medios de comunicación al crear en el imaginario de la ciudadanía la idea de que eran una banda de terroristas, bandoleros, facinerosos, etc., que, cual enemigos de Colombia, atacan a toda la población colombiana, y con los cuales en defensa de ‘ la Patria ’ nunca se debería conciliar sino el único propósito ‘patriótico’ debe ser exterminarlos.