EL 27 DE FEBRERO, VIERNES, VENCE EL PLAZO PARA INSCRIBIRSE AL IV CONGRESO DEL PARTIDO LIBERAL COLOMBIANO, POR EL SECTOR POLÍTICO.
Contenido
• Invitación a los Diputados en ejercicio del Partido Liberal Colombiano.
• Barbarie en la cultura, Edgar Bastidas Urresty.
• La trampa afgana de Obama, Amy Goodman.
• Tacó burro la CGT, Octavio Quintero.
• Salarios de US$500.000, Mauricio Cabrera Galvis.
• Recesión inminente, Amylkar Acosta.
• Este funcionario es un peligro, Juan Manuel López Caballero
• Fracasó la política antidrogas, Jorge Mejía Martínez.
• Exportadores de crisis, César González Muñoz.
INVITACIÓN
PARA: Diputados Liberales Asambleas Departamentales
DE: Federación Colombiana de Diputados
ASUNTO: Almuerzo de Trabajo en Bogotá
La Federación Colombiana de Diputados se permite invitar a los señores Diputados liberales a un almuerzo de trabajo el día miércoles 25 de febrero de 2009 en las instalaciones de la Universidad Cooperativa de Colombia ubicadas en la Avenida Caracas No. 37-63 a partir de lãs 9:00 a.m. con la presencia del expresidente César Gaviria Trujillo Director Nacional del Liberalismo.
Rogamos confirmar su asistencia con la Sra. Imelda Rodríguez a los teléfonos 3202569, 2881190 , 3115914300 o al correo imeldis@yahoo.es
JAIME ARTURO GUERRA RODRÍGUEZ
Asistente
jaimearturoguerra@yahoo.com
Cel. 313 466 76 65
Barbarie en la cultura
Édgar Bastidas Urresty*
Descortés la actitud del gobernador de Nariño Antonio Navarro de no responder una carta que un grupo representativo de escritores y artistas colombianos y extranjeros: Otto Morales Benítez, Eduardo Gómez, Enrique Santos Molano, Carlos Vásquez Zawadski, Margarita González, Bernardo Correa, Luís Alberto García, Fabio Martínez, Lydia Inés Muñóz, Cecilia Jurado, Alejandro García, María Morán (pintora), Ángel María Medina Santacruz, Alicia Miranda (costarricense), Reinaldo Marchant (chileno), Miguel Russo (argentino), entre otros, le dirigió hace más de un mes, solicitándole que presentara un proyecto de Ordenanza a la Asamblea Departamental para crear de la Casa de la Cultura de Nariño, que su copartidario Parmenio Cuellar, como gobernador suprimió por decreto, porque dizque no daba utilidades y constituía una carga muy pesada para el Departamento.
Esta medida, que afecta gravemente los bienes y servicios culturales, hace parte de las políticas neoliberales de supresión o privatización de instituciones del Estado, del empleo, de los servicios públicos como la salud, la educación, la electricidad, el agua, que han pauperizado a la población.
El gobernador Navarro no ha respondido la solicitud y se ha limitado a decir por boca de su asesor jurídico que el Departamento por haberse acogido a la ley 550 para “sanear sus finanzas” y “mantenerse en pie”, no puede crear nuevamente la Casa de la Cultura de Nariño, a sabiendas de que el proyecto dispone la emisión de una estampilla para asegurar su funcionamiento.
El gobernador, ignora el derecho a la cultura que consagra la Constitución colombiana, como derecho fundamental y universal, la necesidad de promover la cultura en todas sus formas, y de preservar el patrimonio cultural de la región, muy rico y diverso, amenazado por la supresión de la entidad que lo protegía y regulaba.
El gobernador Navarro dizque se propone abrir una pinacoteca en los locales que ocupaba la Casa de la Cultura de Nariño.
No ha comprendido que la Casa de la Cultura es una institución universal creada en Francia por André Malraux como un fenómeno histórico porque respondía a un llamamiento, a una esperanza, a una necesidad.
Da la impresión que los autores del cierre de la Casa de la Cultura de Nariño, que había sido fundada por la Ordenaza 64 de 1966, lo hicieron porque la cultura “que es el movimiento del espíritu en libertad”, como la define el historiador suizo Jacob Burckhardt, es una cenicienta que no da votos.
Si desaparece la cultura el bien más preciado de la humanidad, se cae en la barbarie, en la miseria espiritual.
Es paradójico que los exgobernadores de Nariño, Parmenio Cuellar y Eduardo Zúñiga, que han representado al Polo Democrático, y Navarro, contradigan la política de apoyo a la cultura popular que preconiza ese partido.
La historia hará un juicio de responsabilidades a los persecutores de la cultura en Nariño.
*Escritor y exrector de la Universidad de Nariño
La trampa afgana de Obama
Amy Goodman, publicado el 11 de Febrero, 2009
El Presidente Barack Obama brindó su primera conferencia de prensa en horario central el lunes por la noche. Cuando le preguntaron sobre Afganistán, respondió: “Éste será un gran desafío”. También le preguntaron si cambiaría la política del Pentágono que prohíbe filmar y fotografiar los ataúdes envueltos en la bandera de Estados Unidos de soldados muertos en Irak y Afganistán. Dijo que la estaba revisando. El periodista que formuló la pregunta señaló que fue Joe Biden, quien hace varios años acusó al gobierno de Bush de eliminar las imágenes para evitar la conmoción pública por las muertes de miembros del servicio militar estadounidense. Ahora el Vicepresidente Joe Biden prevé que un aumento de soldados estadounidenses en Afganistán implicará más bajas estadounidenses: “Odio decirlo, pero sí, creo que así será. Habrá un aumento”.
Mientras tanto, Associated Press recientemente citó un informe confidencial redactado por los Jefes del Estado Mayor Conjunto en el que recomiendan un cambio de estrategia en Afganistán: pasar de la construcción de la democracia a atacar los supuestos bastiones del Talibán y de al-Qaeda en la frontera entre Afganistán y Pakistán.
Y la campaña, claramente, comenzó. Días después de haber asumido la presidencia, las primeras acciones militares (conocidas) de Obama fueron dos ataques con misiles dentro de una provincia fronteriza de Pakistán, donde murieron 22 personas, entre ellas mujeres y niños.
Cherif Bassiouni pasó años yendo y volviendo de Afganistán. Es profesor de Derecho en la Universidad DePaul y ex Relator Especial de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Afganistán. En 2005, fue obligado a abandonar su cargo en las Naciones Unidas ante la presión del gobierno de Bush, días después de que publicó un informe en el que acusaba a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y a contratistas privados de cometer violaciones a los derechos humanos. Le pregunté a Bassiouni sobre el enfoque de Obama en Afganistán. Me dijo: “No hay posibilidad de una solución militar en Afganistán. La solución es el desarrollo económico, pero no veo que eso vaya a suceder…En este momento, la población no gana nada al apoyar a Estados Unidos y a la OTAN. Tiene todo para ganar al apoyar al Talibán”.
El duro informe que Bassiouni entregó a la ONU en 2005 acusaba a las Fuerzas Armadas estadounidenses y a contratistas militares privados de “entrar a hogares por la fuerza; de arrestar y detener a ciudadanos nacionales y extranjeros sin autoridad legal ni revisión judicial, a veces durante largos períodos de tiempo; de obligarlos a desnudarse, encapucharlos y privarlos de sus sentidos, del sueño o del alimento; de obligarlos a estar en cuclillas o de pie durante largos períodos de tiempo en posiciones incómodas; de abuso sexual, golpes, tortura y de usar la fuerza hasta provocar la muerte”.
También le pregunté sobre el aumento de soldados al ex Presidente Jimmy Carter, quien respondió: “Yo discreparía con Obama en cuanto al aumento de soldados, ya que esto provocaría bombardeos más intensos de pueblos y centros urbanos afganos y una gran dependencia de las fuerzas armadas. Me gustaría que nos acercáramos más, que nos adaptáramos y negociáramos con todas las facciones en Afganistán”.
Carter debe saber. El ayudó a crear lo que su asesor de seguridad nacional, Zbigniew Brzezinski, denominó “la trampa afgana”, tendida a los soviéticos. Esto se logró al apoyar a los muyahidines islámicos a fines de la década del 70 para que actuaran en contra de los soviéticos en Afganistán, creando así lo que luego evolucionó en el Talibán. Brzezinski le dijo al periódico francés Le Nouvel Observateur en 1998: “¿Qué es más importante para la historia del mundo: el Talibán o la caída del imperio soviético? ¿Algunos musulmanes incitados a la acción, o la liberación de Europa Central y el fin de la Guerra Fría?” Más de 14.000 soldados soviéticos murieron y el número de afganos muertos superó el millón. Osama bin Laden se inició con la ayuda de la operación afgana financiada por la CIA.
Bassiouni sugiere que una solución militar está condenada al fracaso y advierte que el Talibán “se dieron cuenta de que no podían derrotar a las fuerzas estadounidenses, entonces se metió bajo tierra. Pusieron los Kalashnikovs bajo sus colchones y esperaron. Hace un año reaparecieron. Pueden hacer lo mismo. Pueden regresar a las montañas, poner los Kalashnikovs bajo el colchón, esperar cinco años. Han hecho esto desde 1800 con todos los invasores extranjeros”.
Como me dijo Carter: “Ofrecer una mano de amistad o proponer acuerdos, no sólo a los líderes militares sino también a los radicales del Talibán que están dispuestos a negociar, sería el mejor abordaje, en lugar de recurrir exclusivamente a la fuerza militar”.
¿No aprendimos nada de Irak? “En cuanto a la guerra de Irak, se acabó el tiempo para las promesas y garantías, para esperar y ser pacientes. Se han perdido demasiadas vidas y demasiados millones se gastaron como para que confiemos en el Presidente para otra política que ya fue probada y fracasó”. Esas fueron las palabras del Senador Barack Obama en enero de 2007. Cuando los Jefes del Estado Mayor Conjunto aparentemente apuntan a más combate y menos negociación en Afganistán, debemos recordarle a Obama sus propias palabras.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
Amy Goodman es presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora de duración que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. En 2008 fue distinguida con el “Right Livelihood Award”, también conocido como el “Premio Nobel Alternativo”, otorgado en el Parlamento Sueco en diciembre.
© 2009 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Tacó burro la CGT
OCTAVIO QUINTERO, 14 – 02 - 09
“La CGT apoya a Gustavo Petro”, dice un comunicado de esa central obrera expedido el 11 de febrero a raíz de la renuncia del senador al Comité Ejecutivo del Polo dizque por falta de garantías.
En forma diligente, actitud que ahorra en otros menesteres más propios de su razón de ser, la CGT da por cierto que Petro es víctima (pocrecito él) de un complot dentro de su partido para cerrarle el paso a una eventual candidatura presidencial.
Debe entenderse que el respaldo de la CGT a Petro es un respaldo a su candidatura presidencial, lo cual está en todo su derecho, tanto la central obrera de apoyarlo como en Petro de aspirar. Pero está mal que la CGT, como cuerpo sindical multipartidista por esencia se parcialice, en primer lugar, tan a la carrera, y en segundo lugar, sin tener en cuenta que lo propio de la lucha interna entre los partidos cuando de candidaturas presidenciales se trata, es la confrontación entre los aspirantes.
No está bien que a esta lucha trate de dársele un cariz fratricida. Es, y para poner un ejemplo de moda, como si el sindicalismo estadounidense que se identifica con el partido Demócrata se hubiera agarrado de las mechas, y aún estuviera echándose vainas, entre los que querían a Hillary y los que querían a Obama.
En el Polo hay dos aspiraciones concretas a la candidatura presidencial: Gaviria y Petro. Y lo que debe esperarse es que entre los dos haya una lucha democrática por la nominación; primero dentro del Comité Ejecutivo y luego en el Congreso de la colectividad.
Parece que Petro perdió la primera batalla y, como mal perdedor, corre dizque a renunciar al Comité por falta de garantías. En esa misma línea, debiera esperarse que también renuncie al Polo si pierde la segunda batalla en el Congreso del Polo.
En alguna oportunidad, el ex presidente López, para inducir en el inconsciente colectivo de los colombianos la candidatura presidencial de Virgilio Barco (1986-1990) se preguntó: “¿Si no es Barco quién?”, y resultó efectivo y contundente.
Ahora Petro, parodiando a López y actuando en interés propio, es decir, de manera megalómana, parece querer decirnos a los colombianos de cara a las próximas elecciones presidenciales… “¿Si no soy yo, quién?”.
Y en el caso de la CGT, tacó burro. No está bien que una central obrera tome partido por un precandidato, considerando que como organización multipartidista, puede estar hiriendo susceptibilidades ideológicas de muchos de sus afiliados que quizás consideran mejor otros aspirantes.
Y, en el momento actual, la CGT debiera estar más pendiente de ver cómo va a enfrentar al gobierno que le ha venido robando un incremento salarial justo y equitativo a los trabajadores, y que en el último año fue ostensible; un gobierno que ha profundizado el desmantelamiento de la seguridad social y que propone o se propone culminar su obra con otra reforma laboral que arrase con el Salario Mínimo, antes que andar echando baza en disquisiciones partidistas.
Por ejemplo, un comunicado de la CGT apoyando las últimas críticas que al gobierno colombiano hizo la audiencia en el Congreso de E.U. sobre los crímenes de sindicalistas, de amplia divulgación en nuestro medio, hubiera caído mejor entre los trabajadores colombianos que esa parrafada final de su comunicado apoyando a Petro en la que sentenciosa y arrogantemente dice:
(…) “El compañero GUSTAVO PETRO, es un líder emblemático, es de lejos el mejor congresista que tiene el Parlamento colombiano (SIC) y en la práctica, ha demostrado coherencia y objetividad a la hora de actuar y si él resulta incómodo para el PDA, entonces somos muchos los que sobramos”.
¿Asume –preguntamos- la CGT, el derecho a pensar ideológicamente por todos sus afiliados? ¿No hay entre los sindicalizados de la CGT algunos o muchos que simpaticen con Carlos Gaviria?
¡Ojo, que con ese comunicado, la CGT puede estar coartando la libertad de opinión de muchos de sus afiliados!
Finalmente, parece que el comunicado de la CGT apoyando a Petro parece inspirado por el mismo Petro cuando coincide con él en que (…) “El PDA debe ser algo más que un proyecto antiuribista”. Recuérdese la entrevista de Petro a la revista Cambio en el mismo sentido en la que abrió el hueco por donde ahora se escapa no sólo la unidad del Polo sino la mayor aproximación que ha tenido la izquierda colombiana en toda su historia de convertirse en verdadera alternativa de poder.
Y ahí sí, parodiando a López, podría preguntarse… “¿Si no es contra Uribe, entonces contra quién?”.
Petro, primero, y ahora la CGT, parecen ponerle ruedas al cambio de corriente ideológica, y por ende de gobierno en Colombia, un país que parece condenado a quedarse a la vera de las reformas políticas y sociales que se respiran en otras latitudes latinoamericanas, y particularmente en Suramérica.
SALARIOS DE 500.000 DOLARES
MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Febrero 15 de 2009
Una de las medidas más aplaudidas del presidente Obama fue su decisión de imponer un límite de 500.000 dólares a los salarios de los gerentes de los bancos que han recibido ayudas del gobierno. Es una reacción política frente a la indignación que causó saber que las empresas de Wall Street pagaron este año a sus ejecutivos casi USD 20.000 millones en bonos, dizque por buenos resultados, a pesar de las multimillonarias pérdidas que tuvieron; además se piensa con mucho fundamento que una parte de esos bonos fue pagada con los dineros recibidos del gobierno.
La medida también ha sido criticada porque se dice que es una interferencia estatal al libre juego del mercado donde la oferta y la demanda deben fijar los salarios, y porque se teme que este límite pueda generar un éxodo de talento humano hacia compañías que no lo tienen. Además ya se habla de formas de pago y otras trampitas para violar el limite.
En el corto plazo las críticas son infundadas porque, si fuera cierto que el mercado libre se autorregula, con tantas quiebras y reducciones de personal en entidades financieras el exceso de oferta de banqueros sin empleo debería bajar los salarios aún más. Pero más allá de la coyuntura es necesario entender el porque de los altos salarios del sector financiero, y discutir si tiene sentido poner limites solo a este sector, o si se trata de un problema generalizado en toda la economía.
En muchos países el sector financiero es el que más altos salarios paga a sus ejecutivos; además es donde más han crecido los salarios desde que Reagan y la señora Tatcher implantaron su modelo de capitalismo salvaje. En los Estados Unidos en los setentas el valor de los salarios del sector financiero representaba el 5% de la masa salarial del país mientras que para el 2007 llegó al 10%.
Pero no es porque hoy tengan muchos más empleados sino porque el salario promedio en este sector creció el doble del salario promedio de la economía, en gran medida por las bonificaciones anuales. En los dos años anteriores a la crisis financiera las firmas de Wall Street pagaron casi USD 70.000 millones en bonos (un tercio del PIB de Colombia), para un promedio de 180.000 dólares por empleado.
Este esquema de remuneración está basado en las ganancias de corto plazo, de manera que es un gran incentivo para que los banqueros hagan apuestas de alto riesgo que generan grandes comisiones, y por lo tanto incrementan el valor de los bonos, sin importar las pérdidas que puedan causar en el futuro.
Un caso típico de este comportamiento es la quiebra de la aseguradora AIG a la que el gobierno tuvo que inyectarle USD 80.000 millones. La quiebra se produjo por el colapso de los famosos “Credit Default Swaps” (CDS) que solo el año pasado le generaron pérdidas de más de USD 15.000 millones. Pero la pequeña oficina de Londres de esta aseguradora donde se desarrollaron los CDS llegó a producir el 17.5% de las utilidades de AIG, y los menos de 500 empleados de Londres recibieron en siete años USD 3.560 millones, es decir en promedio más de un millón de dólares anuales por persona. Las pérdidas borraron las utilidades de papel que se habían contabilizado, pero los bonos no se devolvieron.
Es evidente que estas prácticas generan una gran distorsión no solo del mercado laboral sino de los valores sociales. El salario promedio de un empleado de Wall Street es hoy diez veces mayor que el promedio del resto de sectores. No es extraño pues que banca y finanzas se volvieron las profesiones más apetecidas: ¿en que otro trabajo licito un recién graduado podía ganarse un millón de dólares en un año?
Sin embargo no es posible corregir estas distorsiones por decreto, ni se puede olvidar las distorsiones de otros sectores de la economía. Pero será en otra columna.
RECESIÓN INMINENTE
Amylkar D. Acosta M1
“Salvo mi corazón, todo está bien”
Eduardo Carranza
Después de la recesión de 1999 la economía colombiana empezó a reponerse de sus quebrantos, favorecida por los vientos favorables que empezaron a soplar en la economía global, del cual se benefició Latinoamérica, sobre todo a partir del 2002 hasta el 2007, intervalo este en el cual el crecimiento de su economía promedió el 5.5%, que no se veía desde 1970 - 1974. Curiosamente, en la última década el ritmo de crecimiento de las economías de los países emergentes ha sido superior al de los países desarrollados, en este sentido Latinoamérica no es la excepción. El comportamiento de la economía colombiana durante ese mismo lapso estuvo a tono con el de la región, con un crecimiento promedio del PIB entre 2003 y 2007 de 5.56, superando la media histórica del 4%. Cabe resaltar que el crecimiento promedio del sector agropecuario durante este período se situó en un lánguido 2.3%. El gobierno saca pecho alardeando que este mayor crecimiento de la economía responde simple y llanamente a los éxitos reportados por la política de la seguridad democrática y al acertado manejo de la política económica. Pero, la realidad es otra, pues el mayor mérito que le cabe al gobierno en los buenos índices que ha acusado la economía en esta etapa es el haber permitido que funcionara sin mayores interferencias el piloto automático.
Por ello, es explicable que cuando desde mediados de 2007 la economía norteamericana y con ella la economía global, de la cual se considerada la locomotora que la jalona, sus efectos se transmitieron rápidamente a Latinoamérica y el frenazo se hizo sentir. Como todo aquello que por agua viene por agua se va, era inexorable que la baja en el crecimiento de la economía mundial y la Latinoamericana repercutiera en la ralentización del crecimiento de la economía colombiana. Con la crisis generalizada que provocaron las hipotecas subprime en los Estados Unidos, la economía global pasó de la desaceleración a la recesión y se teme, como lo hizo ver el director gerente del FMI, Dominique Strauss Kahn, que esta se pueda tornar en una depresión de grandes proporciones. De acuerdo con sus pronósticos, el crecimiento de la economía mundial sería de un magro 0.5%, el más bajo en 60 años, el cual sería mayor de no ser porque los países emergentes aunque resentidos con la crisis mantienen un crecimiento relativamente alto; es el caso de China, que venía creciendo por encima del 10% y se estima que este año lo hará alrededor del 7.7%. “El crecimiento de la economía mundial prácticamente se ha detenido” sostuvo recientemente el FMI. Por su parte, la CEPAL estima para Latinoamérica y el Caribe un crecimiento del 1.9%, muy por debajo del promedio en el último lustro.
En tales circunstancias, no dejaba de ser iluso que el Ministro de Hacienda, Oscar Iván Zuluága, en medio de semejante crisis, dijera sin pestañear que “El país está blindado contra la crisis económica externa”. Sobre todo, dadas sus vulnerabilidades, pues es bien sabido que es el único país de la región cuya economía se ha visto sorprendida por la crisis afectada por los déficits gemelos (fiscal y de cuenta corriente de la balanza de pagos), que no fue capaz de corregir aprovechando el boom de los productos básicos y lo que es peor con nota negativa por parte de las firmas calificadoras de riesgo. Así las cosas, no es de extrañar que lo que se creía iba a ser un suave aterrizaje de la economía después de un crecimiento inusitado del PIB del 7.5% en 2007, se convirtió en un aterrizaje forzoso de un crecimiento a lo sumo del 2% este año a causa de su despresurización. Los hechos son tozudos y terminan por imponerse; al Ministro de Hacienda no le quedó más camino que rendirse ante la evidencia y ya ha tenido que revisar varias veces, siempre a la baja, la proyección gubernamental del crecimiento. Primero fue en el 24 de septiembre del año anterior cuando rebajó la expectativa del gobierno para el 2008 del 5% a la horquilla de 3.8% - 4.2%, pero insistió en la meta del 5% para 2009; luego, el 14 de octubre le apostó a un rango entre 3% y 4% y más recientemente la rebajó a sólo el 3%, que todavía sigue siendo muy optimista para los analistas serios de la actividad económica. Ya el B de la R manifestó que espera un crecimiento del PIB para este año entre 1% y 3%, por su parte ANIF revisó su proyección de 3.2% a un 2% y Fedesarrollo proyecta 1.6%. Es más, el Economist Intelligence Unit (EIU), en su informe de enero es más pesimista y estima que Colombia entrará este año en una recesión franca, con una caída del PIB de – 0.5%, lo cual sería espantoso.
Y, como afirma el FMI, estos sombríos vaticinios no son alarmistas sino realistas, ya que, como lo afirma el director gerente del FMI, “2008 fue un año difícil para la economía mundial, pero de ningún modo podemos esperar que 2009 sea mejor”. Lo peor del coletazo de la crisis, entonces, está por venir. No exageraba el Presidente de la ANDI, Luis Carlos Villegas, cuando se atrevió a decir en octubre pasado que “no somos conscientes del tsunami que se ha desatado. Sin duda, sino hacemos una preparación mayor para el coletazo de la crisis financiera sobre la economía colombiana, esta podría llegar a una recesión”2. Sus palabras resultaron premonitorias, pues, como lo revela la más reciente Encuesta de Opinión Industrial Conjunta (EOIC) de la ANDI, la producción industrial, sector clave de la economía, cayó 3.1% en 2008, mientras que las ventas lo hicieron en 3%, las cifras más bajas en los últimos 5 años. De los 21 sectores analizados, 16 tuvieron caída. La utilización de la capacidad instalada en diciembre de 2008 cayó a 75%, casi 6 puntos porcentuales por debajo del nivel observado 12 meses atrás. Este es un campanazo muy sonoro, que nos advierte de lo que se nos viene pierna arriba. Razón tiene el Presidente de este gremio, Luis Carlos Villegas, para concluir que “Las cifras nos señalan que la industria colombiana, técnicamente entró en recesión”3. Aunque él hace la salvedad en el sentido que “sobre la recesión de la economía creo que estamos igual de lejos a cuando me lo preguntaron en septiembre pasado”4. Aquí se repite la historia reciente de los EEUU, en donde se aguardaba que se cumpliera el tecnicismo de esperar que bajara el crecimiento del PIB durante dos trimestres consecutivos para modo de declarar que la economía estaba en recesión. Pero la prestigiosa Oficina Nacional de Investigación Económica de los EEUU cuestionó dicho criterio y consideró que “un descenso significativo de la actividad económica que se extiende a través de sus sectores, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en producción, empleo, ingreso real y otros indicadores”5 . Con base en esta redefinición de la recesión, conceptuó que esta se estaba dando en los EEUU desde diciembre de 2007 y nadie salió a contradecirla. Si nos atenemos a ella, aquí estamos en recesión o por lo menos ad portas de ella. A las cosas hay que llamarlas por su nombre, para no dar lugar a confusión: si está en recesión la industria está en recesión la economía. Bien pudo exclamar Luis Carlos Villegas con el poeta Eduardo Carranza en su “Soneto con una salvedad”, “salvo mi corazón todo está bien”.
Las perspectivas hacia el futuro de la economía del país no lucen mejores dada la crisis de confianza que se ha apoderado tanto de empresarios como de consumidores, como lo comprueba la misma Encuesta de la ANDI. Según esta, el Índice de confianza Industrial (ICI) para diciembre de 2008 se desplomó 28 puntos con respecto al mismo mes de 2007, registrando – 20 puntos. Entre tanto, el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) se descolgó desde 34 puntos en diciembre de 2007 a 2.7 puntos en diciembre de 2008 y el Índice de Expectativas del Consumidor (IEC) se ubicó en 0.8 puntos en diciembre de 2008, con una caída vertical de 32.2 puntos. Vemos cómo no sólo se deprime la actividad económica, sino que sus agentes son presa de una profunda depresión. Se pregunta el profesor Gonzalo Palaus Rivas, “¿cómo es posible que la confianza tanto de consumidores como de empresarios esté en los mismos niveles de la época del Caguán? No deja de ser llamativo que de acuerdo con la misma, la ciudad donde cunde el mayor grado de pesimismo es Medellín, tan cara al corazón grande del Jefe del Estado”6. Vendrán tiempos difíciles y para ellos hay que prepararse, con el fin de ver de mitigar sus devastadores efectos sociales, especialmente en el ingreso y el empleo; sobre todo para la población vulnerable, que es la que llevará la peor parte.
Bogotá, febrero 14 de 2009
www.amylkaracosta.net
Este funcionario es un peligro!!
Juan Manuel López Caballero.
Se refiere el título al Presidente de la República, pero, fiel al principio de no controvertir sobre la naturaleza de las personas, solo tocaré sus actuaciones en ejercicio del cargo que ocupa.
Es un peligro porque como actor directo o como cómplice ha transgredido buena parte del código penal.
La referencia al ‘bloque de intelectuales de las FARC’ es difamación, injuria o calumnia contra quienes, como él lo dice, ‘hablan de paz’, en referencia suficientemente directa a quienes lograron iniciar un diálogo que permitió la liberación de 6 de los cautivos de la guerrilla.
También fue una forma encubrimiento el de casos como los del Director del DAS o los hechos de Guaitarilla, o las varias veces que se pronunció absolviendo por adelantado a quienes sindicados de delitos él defendió; o, si se quiere ser benevolente, fue solo obstrucción a la justicia al poner todo el peso de la institución que representa en el camino de un proceso judicial.
Pero también es culpable de la violación al Derecho Internacional con el bombardeo a un país vecino; y de que se infringieran las normas del Derecho Internacional Humanitario al utilizar indebidamente los signos de la Cruz Roja.
E incitó al crimen cuando ordenó ‘a esos que todavía quedan… acábenlos por cuenta mía’ en el caso de los miembros de la banda sicarial ‘Yiyo’ y ‘Douglas’.
O prevaricato en el trámite del referendo en el Congreso al citar a sesiones extraordinarias cuando éste no se encontraba en receso.
O abuso de autoridad, con la orden de detenciones in situ, o al vincular al país a guerras completamente ajenas a nosotros.
O peculados por desviación, al disponer de recursos por fuera del presupuesto o crear partidas sin apropiación previa, como si fueran suyos y no de los contribuyentes los dineros del Estado.
O prevaricatos por omisión al incumplir la obligación constitucional de buscar la paz.
O conspiración en el caso de las visitas de alias ‘Job’ al Palacio de Nariño.
En fin, en otros casos más graves derivados de sus políticas y de los intereses de algunos sectores que lo respaldan se podrá alegar que solo los propició, los permitió, y se benefició de ellos, pero que no es claro que todos estos son delitos, o que no es claro que él es responsable de ellos, o que la naturaleza culposa y no dolosa de los mismos no llevaría a una sentencia de culpabilidad. Tal sucede con los ‘falsos positivos’, el cohecho (Yidis y Teodolindo), los perjurios (Tasmania), o los medios con los cuales obtuvo los resultados electorales a su favor, todos estos derivados de su propuesta política aunque no de una orden expresa de él. En un juicio eso es lo que se esclarecería…
Pero como se señaló al inicio el verdadero mal está en que él representa una institución –ni más ni menos que la Presidencia de la República- y es a nombre de ella que está ejerciendo todas esas conductas en esa línea fronteriza del delito. El principio de que ‘todo se vale’, cuestionado en su aspecto ético como estrategia de guerra, se trasplanta y replica en forma igual o más grave en lo jurídico, aplicándolo a la función del gobernante, y sentando una especie de precedente o de ‘jurisprudencia’ según la cual, amparado por el respaldo cierto o supuesto de las mayorías, el presidente puede pasar por encima de las normas del código penal que le obstaculicen sus propósitos o sus programas.
Fracasó la política antidrogas
Jorge Mejía Martínez, Jorge.mejia@une.net.co
La comisión Latinoamericana sobre drogas y democracia le puso el cascabel al gato: reconoció el fracaso de la actual política antidrogas. Tres expresidentes en compañía de importantes intelectuales de América Latina no dudaron en cuestionar los resultados de políticas soportadas en el prohibicionismo y la criminalización, luego de 30 años de lucha feroz, pero ineficaz, contra las drogas. Los más grandes editorialistas de Colombia –incluido el de El Mundo- recibieron con alivio y esperanza el pronunciamiento; el gobierno se encrespó. La Comisión recalca tres tesis que quiero destacar: en lugar de reducir la lucha contra la producción de drogas a la simple represión, reorientar la estrategia a programas de desarrollo alternativo; considerar el consumo no como un asunto de policía, sino de salud pública; y hacer énfasis en el combate a las organizaciones criminales que se alimentan del mercado de las drogas.
Colombia es el único país de Latinoamérica que utiliza el glifosato fumigado desde el aire para erradicar los cultivos. Cuantiosos recursos, vidas y esfuerzos, se consumen en una política que no ha reducido sustancialmente las áreas cultivadas; seguimos produciendo el 60% de lo que se consume en el mercado de la cocaína. Bolivia –donde no se fumiga- acaba de reclamar mayores éxitos que Colombia en la erradicación de coca. Mientras que entre 2006 y 2007 en Bolivia los plantíos aumentaron de 27.500 a 28.900 hectáreas, en Perú pasaron de 51.400 a 53.700 hectáreas y en Colombia de 78.000 a 99.000 hectáreas. De acuerdo con la cancillería Boliviana, es el único país con saldo positivo en materia de incautaciones realizadas en dicho período: mientras sus decomisos de cocaína subieron de 14 toneladas en 2006 a 17 toneladas en 2007, Perú bajó de 19,7 toneladas a 14,4 toneladas y Colombia de 127 toneladas a 126,6 toneladas. También se destacó que mientras Estados Unidos otorgó en 2007 a Bolivia 66 millones de dólares para la lucha antidroga, a Perú le concedió 103 millones de dólares y a Colombia 465 millones de dólares.
El glifosato no distingue cultivos lícitos e ilícitos; la falta de oportunidades en el campo, la precaria presencia de la institucionalidad ante la proliferación de grupos armados ilegales y la ausencia de políticas públicas audaces promotoras de la sustitución de los cultivos, no han hecho más que sumarle base social a las organizaciones de la guerrilla, el paramilitarismo y otras modalidades del narcotráfico, contribuyendo al desgaste de la importante lucha del Estado contra los promotores de la violencia. Fumigación más erradicación manual, sin sustitución de cultivos, igual a fracaso.
El Informe distingue las bondades de las políticas contra el consumo de los estados Unidos y los de Europa. En el primero, prohibicionista y represivo, las estadísticas son implacables: 5.000 estadounidenses se suman cada día a la adicción de cocaína. En Europa –con una mirada más de salud pública- el consumo se ha estabilizado e incluso en países como España se ha reducido. Las estrategias de contención son distintas. Las políticas europeas contemplan, como asunto de interés público, una amplia variedad de programas de prevención y rehabilitación. En no pocos países se desarrollan, incluso, planes de reinserción social.
En España, Unas 50.000 personas piden ayuda anualmente para abandonar las drogas. El ministro de Sanidad, Bernat Soria, declaró hace pocos días su "moderado optimismo" porque en las últimas encuestas nacionales baja el número de consumidores de alcohol, tabaco y cannabis, y se mantiene el de cocaína. También aumenta la percepción de riesgo, y las dificultades para conseguir sustancias.
La vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, ha dicho del Plan antidrogas de España que se trata de "un gran pacto institucional, social y científico contra las drogodependencias" en el que "la clave es la prevención", avanzando que se van a continuar desarrollando campañas de concienciación sobre los riesgos que conlleva el consumo de drogas. La Estrategia, ha manifestado De la Vega, tiene unos objetivos "tan sencillos como vitales", que pasan por "reducir la oferta y la demanda, aumentar la información sobre los efectos de las drogas, mejorar la formación de los profesionales que atienden a los afectados y reforzar la cooperación internacional", pues el problema de las drogas traspasa las fronteras. El plan también buscará retrasar la edad de inicio y acabar con la idea de que es algo "normal" el consumo de drogas en el tiempo de ocio.
Es mejor enviar a los consumidores a las salas de los hospitales, que a las cárceles; es más humano y practico. Y a los pequeños cultivadores es preferible verlos erradicando y sustituyendo, que en brazos de las organizaciones criminales, los verdaderos enemigos.
Exportadores en Crisis
César González Muñoz
Sigue la lluvia de malas noticias sobre el comportamiento de la economía mundial. Según estimaciones preliminares publicadas el lunes, Japón –cuarto país exportador en el mundo - redujo su Producto Interno Bruto en un 12,7% (tasa anual) entre octubre y diciembre del año pasado; el PIB japonés ha caído durante tres trimestres consecutivos. Los entendidos se sorprendieron ante la dureza de esta cifra, que anuncia la peor recesión japonesa desde el primer shock petrolero de 1973-74. Olvídese usted de los problemas causados por la prolongada recesión nipona después de la hecatombe hipotecaria y de finca raíz ocurrida en 1990: Este es un colapso mucho más pronunciado. Pocos días antes se había anunciado que Alemania está “oficialmente” en recesión: La economía alemana, la mayor exportadora a escala global, viene contrayéndose desde marzo del año pasado; El PIB alemán se redujo en un 2,1% entre octubre y diciembre. De nuevo, la sorpresa fue general: Nadie esperaba que la zona del Euro (que perdió el 1,5% del PIB en el mismo periodo) tuviera cifras un poco menos malas que su tradicional locomotora.
Recordemos: Japón es la segunda nación, y Alemania la tercera, en términos del tamaño de su PIB. Y entre los dos realizan el 15% de las exportaciones mundiales de bienes. De modo que el frenazo alemán-japonés, más fuerte que los signos de recesión en Estados Unidos, no es poca cosa, y trae consigo un problema mucho más complicado en la perspectiva de la política económica contra la recesión global.
En estas épocas de crisis resulta claro que, si bien el éxito económico de las naciones normalmente exige un alto rendimiento exportador y elevadas tasas de ahorro como proporción del PIB, cuando cae la demanda global y se contrae el comercio internacional los exportadores a gran escala son como briznas de hierba bajo la ventisca. Es entonces, como ahora, cuando Japón y Alemania se identifican a sí mismas como “economías dependientes” (del comercio exportador y del manejo económico de sus socios comerciales). Desde este punto de vista, las grandes naciones exportadoras son sujetas de una bendición mixta, como dicen los ingleses.
El colapso de las exportaciones sólo puede compensarse, de algún modo, mediante un aumento del gasto público y de una fuerte expansión del consumo interno. Japón, Alemania –y todos los países ricos – se han embarcado en colosales programas de estímulo de la demanda, pero ello no es suficiente ni para la máquina alemana ni para la potencia asiática. Ambas necesitan que el mundo mantenga abiertas sus importaciones, recupere su capacidad de compra y no les preste atención a los llamados del nacionalismo económico y del proteccionismo que abundan en esta coyuntura.
Todo ello está por verse. Por otra parte, especialmente en Japón, los consumidores prefieren mantener sus ahorros cuando la incertidumbre se cierne sobre ellos. En este momento adquiere gran significado macroeconómico un rasgo saliente de la sociedad japonesa: su acelerado envejecimiento, y la concentración de los ahorros personales en manos de las familias de mayor edad.
En fin, esta crisis global terminará poniéndole algo de modestia y de sensatez al concepto mismo de “competitividad”, y esta puede ser una lección aprovechable en estas tierras. Es cierto que una estrategia basada exclusivamente en la competitividad internacional es mejor que andar a ciegas, pero es más duradero y estable consolidar una economía exportadora con un robusto mercado interno, mediante una política industrial adecuada. Tiene razón el Presidente Uribe cuando afirma, en estas horas difíciles, que son preferibles unos buenos acuerdos de inversión que los típicos Acuerdos de Libre Comercio. Hoy puede ser más fácil aceptar que el mercado interno puede ser una fuente de prosperidad por lo menos tan importante como la caldera exportadora.
miércoles, 18 de febrero de 2009
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