sábado, 21 de julio de 2007

Contenido


• Bagdad arde, Calgary prospera. Nahomi Klein.
• La estrategia de las FARC, Rafael Guarín.
• Menos vulnerables, John Edmunds.
• La nación más favorecida, Cecilia López Montaño.
• Cual es el límite del mercado, Alicia de Arteaga.
• Más de lo mismo, Amylkar Acosta Medina.
• Acatando a Saramago, Octavio Quintero.
• El vals francés de Strauss, César González Muñoz.
• Golpe bajo, Ramón Elejalde.
• Corrupción, educación, trnasformación, Rodolfo Correa.
• El alto costo del silencio de Libby, Amy Goldman
• El compañero Jefe, Guillermo Pérez.
• Garibaldi, Icono Liberal, Julio María Sanguinetti.
• López, Jorge Mario Eastman.
• Alfonso López Michelsen, César Gaviria Trujillo.
• Hasta la vista, compañero jefe. Horacio Serpa Uribe.
• Despedida, Diana Sofía Giraldo.
• El amor judío de Mussolini, Marcos Aguinis.
• Doctor, quiero ver sangre….pero ayúdeme. Alfredo de los Ríos.





Bagdad arde, Calgary prospera


Naomi Klein *, La Jornada, julio 7 de 2007, México.

La invasión a Irak desencadenó lo que podría ser el mayor boom petrolero en la historia. Todas las señales están ahí: multinacionales con libertad para tragarse a voluntad empresas nacionales, llevarse ganancias ilimitadas a casa, disfrutar de placenteras "vacaciones fiscales" y pagar un risible uno por ciento de regalías al gobierno.
Este no es el boom en Irak iniciado por la nueva propuesta de ley petrolera. Eso vendrá después. Este boom ya está en pleno apogeo, y ocurre tan lejos de las matanzas en Bagdad como se puede llegar a estar: en las remotas tierras del norte de Alberta. En los pasados cuatro años, Alberta e Irak han estado conectados entre sí a través de una especie de subibaja invisible: mientras Bagdad arde, desestabilizando la región entera y haciendo que los precios del petróleo se eleven, Calgary prospera.
Así es como el caos en Irak desató lo que The Financial Times recientemente llamó "el boom de recursos más grande de Norteamérica desde la fiebre de oro de Klondike". Los habitantes de Alberta siempre han sabido que en la zona norte de su provincia hay vastos depósitos de betún (sustancia viscosa negra parecida al alquitrán, que se mezcla con arena, arcilla, agua y petróleo). Hay aproximadamente 2.5 billones de barriles de esa sustancia, los depósitos más grandes de hidrocarburos en el mundo.
Se pueden transformar los desechos de Alberta en crudo, pero es terriblemente difícil. Un método es extraerlo de vastas minas abiertas: primero se talan los bosques, luego se remueve el mantillo. Posteriormente, enormes máquinas sacan la sustancia negra y la cargan en los camiones de volteo más grandes del planeta (dos pisos de altura; una sola llanta cuesta 100 mil dólares). El alquitrán se diluye con agua y solventes en gigantescas tinajas, donde se revuelve hasta que el petróleo sube a la superficie; mientras, enormes cantidades de deshechos son vertidos en estanques más grandes que los lagos naturales de la región. Otro método es separar el petróleo donde está: grandes tubos de perforación empujan vapor dentro de la tierra, a grandes profundidades, lo cual derrite el alquitrán. Mientras, otro tubo lo extrae y lo transporta por varias etapas posteriores de refinamiento; gran parte funciona con gas natural.
Ambas técnicas son costosas: entre 18 y 23 dólares por barril, sólo en gastos. Hasta hace poco no tenía ningún sentido económico. A mediados de los años 80, el petróleo se vendía a 20 dólares el barril; en 1998-99 bajó a 12. Los principales "jugadores" internacionales no tenían ninguna intención de pagar más por obtener crudo que el precio en que lo podían vender, razón por la cual, cuando se calculaban las reservas petroleras globales, ni siquiera se incluían las arenas bituminosas. Todos, a excepción de unas cuantas compañías fuertemente subsidiadas, sabían que el alquitrán iba a permanecer ahí.
Luego vino la invasión estadunidense a Irak. En marzo de 2003, el precio del petróleo alcanzó 35 dólares por barril, incrementando las posibilidades de obtener ganancias de las arenas bituminosas (la industria les llama "arenas de petróleo"). Ese año, la United States Energy Information Administration (Administración de Información Energética, perteneciente al Departamento de Energía estadunidense. N de la T) "descubrió" petróleo en las arenas bituminosas. Anunció que Alberta -antes se creía que había sólo 5 mil millones de barriles de petróleo- estaba en realidad sentada en al menos 174 mil millones de barriles "económicamente recuperables". Al año siguiente Canadá rebasó a Arabia Saudita como el principal provedor de crudo a Estados Unidos.
Todo esto ha significado que el boom petrolero iraquí no se retrasó, sino que se trasladó de lugar. Todos los grandes, salvo BP, corrieron hacia el norte de Alberta: ExxonMobil, Chevron y Total (el cual planea gastarse entre 9 y 14 mil millones de dólares). En abril, Shell pagó 8 mil millones de dólares para tomar el control de su subsidiaria canadiense. El pueblo de Fort McMurray, foco del boom, no tiene dónde albergar a las decenas de miles de nuevos trabajadores, y una compañía construyó su propia pista de aterrizaje para poder llevar a la gente que necesita.
Setenta y cinco por ciento de petróleo de las arenas bituminosas se lleva directamente a Estados Unidos, lo cual impulsó a Brian Hall, consultor energético para el IHS (importante compañía que provee información estratégica a las industrias energética, de defensa, aeroespacial, de la construcción, electrónica y automotriz. N de la T), con sede en Colorado, a llamar a las arenas bituminosas "el manto de seguridad energético de Estados Unidos". Ahí hay cierta ironía: Estados Unidos invade Irak, al menos en parte, para asegurar acceso al hidrocarburo. Ahora, en parte gracias al golpe económico que produjo esa desastrosa decisión, encontró en su vecino la "seguridad" que buscaba.
Está de moda predecir que los altos precios petroleros despertarán una respuesta de libre mercado al cambio climático, desencadenando una "explosión de alternativas innovadoras", como recientemente escribió Thomas Friedman, columnista de The New York Times. Alberta es la prueba de que esa aseveración es falsa. Los altos precios sí llevaron a una extravagancia en investigación y desarrollo, pero enfocada a intentar encontrar la manera de obtener el petróleo más sucio de los lugares más difíciles de alcanzar. Shell, por ejemplo, trabaja en un "novedoso proceso de recuperación termal" (incrusta enormes calentadores eléctricos en los depósitos, y literalmente cocina la tierra).
He ahí las arenas bituminosas de Alberta: la industria que ya contribuye al cambio climático, más que cualquier otra, sube frenéticamente la temperatura. El proceso de refinar betún emite tres a cuatro veces más gases de efecto invernadero que los producidos cuando se extrae petróleo de los pozos tradicionales, lo cual hace de las arenas bituminosas la mayor contribuidora al crecimiento de emisiones de gases de efecto invernadero de Canadá. Los 100 mil millones de dólares en inversiones proyectadas para las arenas bituminosas también han vuelto a Canadá en un renegado del clima global. Ese dinero es la razón principal de por qué la próxima semana, en la Cumbre de los 8, en Heiligendamm, el Primer Ministro de mi país -quien favorece a la industria petrolera-, Stephen Harper, se reunirá con George W. Bush en su oposición a todo esfuerzo serio para poner un tope o reducir los gases de efecto invernadero. En casa, su gobierno apoya plenamente los planes de la industria petrolera de por lo menos triplicar la producción de las arenas bituminosas para 2020, sin que se le vea fin. Si los precios se mantienen altos, pronto se volverá rentable extraer 141 mil millones de barriles más de las arenas bituminosas, lo cual colocaría en Alberta las más grandes reservas de petróleo en el mundo.
Desarrollar las arenas implica devorar los árboles y la vida silvestre. El Pembina Institute, la más prominente autoridad en el impacto ambiental de las arenas bituminosas, advierte que el bosque boreal, que cubre "un área del tamaño del estado de Florida", corre el riesgo de ser allanado. Ahora resulta que el río principal que alimenta la industria con las enormes cantidades de agua que necesita está en peligro. Científicos del clima dicen que los decrecientes niveles de agua son resultado -claro- del calentamiento climático.
Al observar la locura colectiva en Alberta -una escena que hasta The Financial Times calificó de "distópica fantasía"-, se me ocurre que Canadá se quedó con algo más que el boom petrolero trasladado desde Irak. También tenemos sus elusivas armas de destrucción masiva. Están allá, cerca de Fort McMurray, en la sustancia negra azabache, bajo la corteza terrestre. Y con la ayuda de camiones de carga, pipas, vapor y gas, esas armas son detonadas.
Copyright 2007 Naomi Klein.
www.nologo.org.



La estrategia de las FARC

RAFAEL GUARIN
M ientras algunos grupúsculos en el exterior pretenden convencer que las FARC luchan por la libertad y defienden a los oprimidos, el pasado jueves los colombianos nos movilizamos masivamente para rechazar el secuestro. Las calles se invadieron con pancartas que reclamaban la libertad inmediata de quienes están encadenados en las selvas a merced de las FARC, también apoyos al acuerdo humanitario o incluso rechazos a que el gobierno desmilitarice una zona del territorio nacional. A pesar de las diferencias políticas de quienes marcharon existió un común denominador: una severa descalificación a la guerrilla.
Esa actitud colectiva es respuesta al terrorismo y demostración de rechazo a una estructura criminal a la que no interesa la reconciliación y la paz. Por el contrario, el asesinato de los diputados del Valle del Cauca y el plan ideado que utiliza el secuestro como instrumento, dibujan una de las más grandes y largas estrategias terroristas que se hayan conocido.
Al examinar cuidadosamente esos hechos se evidencian los elementos del cálculo terrorista clásico. El primero de ellos es que tanto el secuestro de políticos y miembros de la fuerza pública como su fusilamiento son acciones planificadas. No hay que olvidar que las FARC amenazaron con asesinar a los plagiados ante un hipotético rescate. En este caso, ni siquiera existió una operación de las fuerzas militares como se reconoce en su comunicado. Segundo, con tales actos intentan provocar en la sociedad desconcierto y miedo y, por último, obtener una reacción que modifique el comportamiento del Estado y los ciudadanos.
Tampoco hay duda de que esos crímenes portan un mensaje que se ratifica con la ''oportuna'' aparición de un video en que víctimas objetan el rescate y piden un acuerdo humanitario. El propósito salta a la vista: generar presión nacional e internacional sobre el gobierno Uribe, restarle capacidad de maniobra, obligarlo a acceder a un arreglo bajo las condiciones de la guerrilla y ocasionarle el mayor desgaste posible.
A menos que se entreguen los cadáveres y se demuestre otra cosa, la lógica terrorista de las FARC no permite descartar que la matanza haya sido a sangre fría y sin que mediara acción militar alguna. Su justificación estaría en la utilidad para disuadir cualquier rescate, procurar manipular a los ciudadanos y empujarlos a favorecer el acuerdo humanitario y condenar el gobierno, manosear a éste afirmando que se trató de una acción coordinada con paramilitares o mercenarios y generar declaraciones en tonos poco diplomáticos como la de la protagónica Francia. Finalmente, como lo señala Peter Waldmann, el terrorismo tiene una dimensión política que se expresa en ''las intenciones y finalidades políticas'' de sus autores.
No sería extraño. Las FARC menosprecian la opinión pública favorable y deben pensar que no tienen nada que perder, al igual que no creen haber perdido con la bomba en el Club El Nogal, el asesinato de nueve concejales del municipio de Rivera o del grupo de secuestrados en que se encontraba el gobernador de Antioquia.
Paradójicamente, las terroristas FARC se explican, entre otras cosas, por el éxito de la ''política de seguridad democrática''. Ante la fortaleza del Estado optaron por el terrorismo como principal método para resistir y preservar fuerzas, lo que hizo depender su capacidad de perturbación enteramente de su práctica.
E l perfil terrorista se vincula también con su derrota estratégica. El drama, del cual difícilmente podrán reponerse, es que si bien fueron capaces de construir una organización armada son cada vez más repudiadas, desconectadas de la sociedad y están políticamente a un paso de la aniquilación. El único salvavidas que se les ofrece es la candidez de gobiernos hábilmente enredados por la retórica fariana y de sectores políticos que pregonan el apaciguamiento y silenciosamente esperan terminar beneficiándose del terrorismo.
Si a las FARC les disgusta que los llamen terroristas, liberen sin condiciones a los secuestrados y no atenten contra los civiles. Si les incomoda el epíteto de narcoguerrilla, abandonen el narcotráfico. Si quieren una negociación, valídense primero ante los colombianos como actores políticos. Nada de eso ocurrirá, pues su inmersión en el negocio de la coca los convirtió en alumnos aventajados del terrorismo del Cartel de Medellín.
Nota: El presidente Uribe y los partidos de gobierno y oposición deben dejar de lado sus cálculos políticos y comprender que solamente su unidad podrá derrotar a los violentos.


Menos vulnerables

John C. Edmunds, Revista América Economía, No.343

Dos poderosas fuerzas han impulsado el crecimiento de la economía latinoamericana en los últimos cinco años. El alto precio de las materias primas es la que todo el mundo conoce. La otra es la reforma financiera y las transformaciones que a partir de ésta se han engendrado. Se trata de un proceso que ha sido tan rápido que asusta a muchos, especialmente a quienes recuerdan cómo cada proceso previo de expansión financiera ha colapsado, por lo que temen que esta expansión suceda lo mismo.

Esto es razonable. Pero también lo es considerar que estas últimas reformas hayan hecho a los sistemas financieros nacionales más seguros y menos vulnerables al colapso. De ser así, el futuro de las economías será más estable.

Esta expansión financiera ha sido más fuerte en países que han reformado sus sistemas financieros. En algunos las exportaciones crecieron rápidamente, pero sus sistemas financieros quedaron rezagados. En ellos, la economía real crece rápido, pero los servicios financieros siguen siendo pequeños. Los bonos corporativos son una porción pequeña del mercado y hay muy pocas ofertas públicas de acciones comunes.

En el nivel de la estadística agregada la transformación financiera se percibe claramente. La deuda externa de la región, como porcentaje de exportaciones de bienes y servicios, cayó de 230% en 1998 a un 90% proyectado en 2008. La reserva en moneda extranjera, que en 1999 llegaba a US$ 143.000 millones, o el 38% de las importaciones anuales, se proyecta en US$ 398.700 millones, o un 47% de las importaciones en 2008. Quizá ese pronóstico sea conservador, porque se esperaba que las reservas de moneda extranjera de Brasil alcanzaran los US$ 122.000 millones a fines de 2007 y US$ 144.000 millones a fines de 2008, pero habían ya alcanzado los US$ 122.000 millones antes del 25 de mayo de 2007, e iban subiendo a US$ 1.000 millones por semana.

Mientras, los mercados locales de capitales conseguían nuevos logros. Los privatizados sistemas de pensiones empezaron a reunir el ahorro de la clase media, siendo asignados en el mercado de capitales, lo que permitió que los proyectos financiados antes con crédito externo fueran financiados localmente. En 2002, hace sólo cinco años, los mercados de bonos locales eran pequeños. El valor total de los títulos de deuda era de US$ 643.000 millones y, de ésos, sólo US$ 178.400 millones fueron privados. En 2005 el valor total de los títulos privados de deuda llegó a US$ 276.800 millones.

Los fondos de pensión locales compraron mucho de esta deuda. En 10 países de Latinoamérica aumentaron su participación en un 21,8% entre fines de 2004 y de 2005. Esos países no incluyen a Brasil, donde los emisores privados colocaron US$ 22.535 millones en nuevos bonos y papeles comerciales en 2005 y US$ 38.272 en 2006. Los fondos mutuos estuvieron entre los compradores de nuevos bonos, y su valor total subió de US$ 103.298 millones a fines de 2002 a US$ 424.956 millones al final de 2006. Los fondos mutuos que invirtieron en instrumentos de deuda justificaron la mayor parte de este aumento gracias a la captación de 76.675 millones de reales (US$ 39.119 millones) entre 2003 y fines de 2006.

La transformación del financiamiento, por lo tanto, ha tenido una dimensión internacional en la que los países de Latinoamérica han repagado deuda, especialmente la garantizada por el gobierno. También redujeron su dependencia de la deuda a corto plazo. Los efectos de esto a nivel local son mucho más fuertes. Gobiernos y compañías privadas han podido renegociar su deuda en moneda extranjera por deuda en moneda local.

El total de la deuda no ha declinado, pero ha sido refinanciada en términos más seguros. El riesgo de una crisis de la moneda extranjera se ha reducido bruscamente. Por ejemplo, el total proyectado del interés de la deuda externa para América Latina será el 5,7% de las exportaciones y el 1,4% del PIB. Mucho menos que el 15,4% de las exportaciones y el 3% del PIB de 1999.

La pregunta es qué pasará si las reformas financieras y esta renegociación hicieran realmente más estables a varias economías clave de Latinoamérica. La emisión de nuevos bonos continuará y el crecimiento económico seguirá siendo alto. La región todavía producirá commodities y algún día su precio declinará.

Cuando eso suceda, sin embargo, la región no sufrirá un colapso financiero. Sólo los pocos países que tengan sistemas financieros pasados de moda sufrirán profundas recesiones. Los países que hayan transformado con éxito sus sistemas experimentarán un crecimiento más lento, pero sin problemas mayores.



LA NACIÓN MÁS FAVORECIDA


Cecilia López Montaño, E-mail cecilia@cecilialopez.com


Pocos han medido las consecuencias que para Colombia tendrá la cláusula de Nación más Favorecida incluida en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, que ya el Congreso colombiano aprobó. Lo que esto significa es que cualquier concesión que el país le haga a otros en términos de comercio, automáticamente tendrá que aplicarla a Estados Unidos, así ese tema se haya manejado de otra manera en el TLC con ese país. Y esta es un arma de doble filo, como se empieza a identificar ahora. En un excelente artículo de Emilio Sardi en Portafolio, se demuestra cómo el país está a punto de perder lo que podría ganar con la intervención de los demócratas en el campo de los medicamentos.

Me explico. El Ministerio de Comercio Exterior inició negociaciones con el grupo de países conocidos como EFTA, o AELC en español, que agrupa a Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. En ese proceso están pasando varias cosas que requieren un análisis serio. Primero, como el Gobierno no ha querido reconocer sus errores en la negociación del TLC con Estados Unidos, los mismos o peores errores se están cometiendo en estos nuevos acuerdos. Es decir, va a suceder lo que se advirtió: Colombia seguirá entregando lo que no debe y cuando terminen los numerosos tratados que están planteados con diversos países, estará en serios aprietos. Segundo, por desconocer la gravedad de la cláusula de Nación más Favorecida, se volverá a caer en el problema de la ampliación de los períodos de las patentes y se postergará la entrada de genéricos en el país con el consiguiente problema de costos para la salud.

Como lo plantea Sardi en su artículo, los países del nuevo tratado en negociación, “han exigido al Ministerio de Comercio colombiano que su TLC tenga en propiedad intelectual todo lo que los demócratas han eliminado del suyo para favorecer el acceso de los colombianos a los medicamentos.” Y el Ministerio ha corrido a aceptar esta propuesta. Lo grave, es que inmediatamente, gracias a la cláusula de Nación más Favorecida, este privilegio retornará a los Estados Unidos, con la pérdida de todo lo ganado hasta ahora. Si las transnacionales, que son las interesadas, no logran en este tratado el beneficio que les permite dominar por más tiempo el mercado de medicamentos, lo harán en cuanto tratado firme Colombia. Y Mincomercio tan tranquilo.

¿Cuáles serán las razones por las cuales estos obvios problemas no preocupan al Gobierno colombiano? Nadie logra entender que no se aproveche la coyuntura de que Estados Unidos está modificando seis capítulos del Tratado y hasta ahora no se conoce ninguna propuesta de cambio por parte de nuestro Gobierno. Grave situación porque lo único positivo, que como se ve se puede perder fácilmente, es lo relativo a los medicamentos, pero en lo ambiental y lo laboral se complica la situación del país. Gracias a que se cambia el mecanismo de solución de problemas en estos temas, las modificaciones se convertirán en barreras no arancelarias que dificultarán aún más el comercio de Colombia hacia Estados Unidos pero no al contrario. Es decir, el país se llenará de importaciones que afectarán la producción nacional y será poco lo que se podrá exportar al país del norte.

Es una verdadera lástima que el Partido Liberal no haya acompañado claramente la conclusión de que el TLC con Estados Unidos fue mal negociado, para impedir que se siga la misma ruta en los acuerdos comerciales que se vienen. Las consecuencias ya empiezan a aflorar con costos muy altos para los sectores débiles del país.





Cuál es el límite del mercado


Alicia de Arteaga, aarteaga@lanacion.com.ar, La Nación, Buenos Aires, julio 10 de 2007.

Un Rafael de museo cambió de manos por 37 millones de dólares, tras una batalla telefónica de diez minutos en Christie s, de Londres, cinco días atrás. La suma suena a monedas si se piensa que hace quince días un botiquín con fármacos, obra del británico Demian Hirst, se pagó 20 millones de la misma moneda y se convirtió en la obra más cara de un artista vivo.

Hirst tiene 43 años, ganó notoriedad en los 90 a partir de una muestra promocionada por el publicista Charles Saatchi y admite que la realización de una obra no es importante. Lo que cuenta, según dice, "es la idea".

Rafael Sanzio (1483-1520) vivió en la Italia del Renacimiento. Sus pinturas integran las colecciones de los mejores museos del mundo y el cuadro de marras era el último en manos privadas.
* * *


¿Cuál es la vara que mide el precio de una obra de arte y cuál el techo del mercado en un año de récords? Cualquier predicción es riesgosa. El coleccionista y filántropo inglés Michael Steinhardt, en un informe publicado en el International Herald Tribune , admite que la burbuja del arte puede explotar en cualquier momento; sin embargo, su caso es un ejemplo de lo contrario. Compró un Pollock siete años atrás por dos millones de dólares y hoy vale diez veces más. En mayo último se vendió por 25 millones de dólares Lemon Marilyn , de Andy Warhol, que en 1962 le costó a su dueño anterior 250 dólares.

En la última edición de Art Basel los coleccionistas internacionales gastaron más de 300 millones de dólares en cuatro días; la feria Arco de Madrid registró un alza del 30% en las ventas y, en esta remota ciudad, arteBA marcó récords de ventas.

Argumentos como la escasez de obras maestras ya no resisten el análisis, si se considera la pirueta extraordinaria del arte contemporáneo, que coloca a la par de los old masters a jóvenes en plena producción.

En este panorama de pronóstico reservado, ciertas reglas siguen siendo claras: la procedencia resulta un valor agregado. De esto puede dar fe Juan Carlos Ocampo, directivo de la Casa Naón, que anotó mejores resultados de los estimados en la subasta de la colección Paz Anchorena y de otras procedencias en el hotel de ventas de la calle Guido.

La venta seguirá hoy pasado el mediodía. Mientras tanto, en las gateras de Martín Saráchaga espera un Xul Solar que perteneció a Marta Beines, pionera de la crítica gastronómica, colaboradora durante años de LA NACION, mujer de una erudición notable. Juan Antonio Saráchaga, por su parte, sacará a remates los lotes pertenecientes a la segunda parte del remate de la colección Marci-Rivière.

Fortunas frescas, mucha liquidez, temor ante la inestabilidad de la macroeconomía, en el mundo y en la Argentina, siguen colocando a las obras de arte a la cabeza de las inversiones.

Comprar arte es, quizá, la operación más gratificante, pero la cotización de una obra no es una ciencia matemática. ¿O acaso alguien puede explicar que Van Gogh, que no vendió un cuadro en su vida, haya sido durante años el artista más caro de la historia gracias a la melancólica mirada del doctor Gachet, que en 1990 atrapó a un millonario japonés?



¡MÁS DE LO MISMO!


Amylkar D. Acosta M

“Dios no nos exige triunfar, pero sí nos exige intentarlo”
Santa Teresa de Calcuta

Es una verdad de apuño que La guajira, como lo hemos venido sosteniendo, no está mejor que cuando estuvo peor; que el desgreño administrativo, la incompetencia y la corrupción la han sumido en la postración. Como me debo a La guajira, a la que le he servido sin cálculo ni mezquindades, me creí con el deber moral de aportarle mis luces, mi experiencia y mis relaciones en el propósito de rescatarla como su gobernador; como lo afirmó El Tiempo en su Editorial, abrigaba la esperanza de “darle un nuevo aire a la democracia regional”. Se trataba de servirle a La guajira y no servirme de ella, que es lo que suele ocurrir a menudo, razón esta por la cual nuestro departamento lejos de avanzar ha venido retrocediendo, permaneciendo anclado en el pasado. Son ingentes los recursos que han sido dilapidados, despilfarrados, cuando no es que se han ido por las cañerías de la corrupción y la inmoralidad administrativa en la última década, a ciencia y paciencia de quienes han tenido bajo su responsabilidad el manejo de los mismos. Quise tener la oportunidad de administrar dichos recursos, buena parte de los cuales se están recibiendo merced a mi gestión parlamentaria, de una manera eficiente y transparente, para que por fin las obras se vieran y nuestro departamento progresara.
Dije, citando a Confucio, que “saber qué es lo correcto y no hacerlo, es ausencia de coraje o de principios” y a mí nunca me ha faltado ni lo uno ni lo otro. De allí mi decisión de aspirar a la gobernación. Pero, en mi intento me tropecé desde un primer momento con la férrea oposición de aquellos que tienen sus intereses creados, temerosos de perder sus privilegios. Trataron de apabullarme sin éxito cuando mi aspiración apenas estaba en ciernes; los confabulados, bajo la batuta del gobernador, se propusieron sacar del camino a todo aquél que se le interpusiera a sus pretensiones de imponer su sucesor. Desde ese momento me les convertí en una piedra en el zapato, en un hueso duro de roer, pues con migo no había lugar a componendas ni a contubernios o mangualas. Siempre rechacé los conciliábulos y las intrigas como métodos para escoger el candidato por parte del liberalismo, porque yo no soy susceptible de “arreglos” o pactos simoníacos. Es que yo, para utilizar sus propias palabras, no soy “garantía” para ellos, qué le vamos a hacer.
Desde el 10 de noviembre pasado solicité el Aval del Partido Liberal y desde ese mismo momento estuve dispuesto a someterme a sus reglas para obtenerlo. Es bien sabido que la coalición de gobierno dispuso en un primer momento avalar su candidato a través de Alas Equipo Colombia. Luego, a las primeras de cambio, optaron por buscar a como diera lugar el Aval liberal. El 22 de mayo, justo el día en que se vencía el término para inscribirse a fin de participar de la Consulta popular interna prevista en los Estatutos del Partido, mientras yo me inscribía el doctor Murgas le solicitaba al director del Partido Liberal, ex presidente Cesar Gaviria, que le expidiera el Aval haciendo uso de la facultad discrecional que le da el artículo 7 de la Resolución 1292 de 2007. Posteriormente, se llegó a un Acuerdo entre las partes, para someternos a una Encuesta de Opinión que contrataría la DNL, del cual fueron garantes el ex presidente Gaviria y el Representante Wilmer Gonzalez. Pero, a poco andar, no tuvieron ningún empacho en quitársele, faltando al compromiso adquirido, para insistir nuevamente en que se les otorgara el Aval sin que mediara la consulta y mucho menos la Encuesta. Nunca supe por qué se negaron sistemáticamente a escuchar la voz del pueblo, a las bases del Partido, para que fueran estas las que se pronunciaran y no quienes presumiendo de jefes las suplantaron, relegándolas a su simple papel de espectadoras. El director del Partido, ex presidente Gaviria, que ha debido hacer valer el Acuerdo, terminó cediendo a las presiones indebidas y haciéndole el juego a quienes sólo pretenden cerrarme al paso, para así allanarle el camino a su candidato. Es una lástima que se esté parlamentarizando nuevamente al Partido, después que la Constituyente liberal quiso democratizarlo. Por ello, respeto pero no comparto ni acato su decisión, con la cual se le presta un flaco servicio al Partido y a La guajira, pues con ella se le reservan cuatro años más en los que los mismos con las mismas le significarán más de lo mismo.
Finalmente, deseo expresarle mis agradecimientos a todos y a todas cuantos creyeron y respaldaron nuestro proyecto político, muy especialmente a la juventud que, como nunca, se vinculó a nuestra labor proselitista con entrega y con entusiasmo. También, desde luego, quiero agradecerles a los otros partidos, movimientos y organizaciones sociales fraternas, así como a algunas personalidades de La guajira, que hasta última ahora estuvieron dispuestos a respaldarnos. Por no practicar el clientelismo no cuento con votos cautivos para endosar en favor de uno u otro candidato; cuento con amigos, simpatizantes y seguidores de nuestras ideas y propósitos, a ellos lo único que quiero pedirles es que obren en conciencia, consultando los más altos intereses de nuestro departamento, que no se dejen soliviantar por los halagos ni amilanar por las presiones de distinta índole. Estos seis meses de trabajo hombro a hombro con todos ellos no fueron en vano; hemos sembrado la semilla que sabrá esperar mejores tiempos para entonces germinar y a la larga se recogerán los frutos. Para Nydia, mi compañera de todas las horas, mi reconocimiento a sus esfuerzos, a su consagración, a su estoicismo de soportarme y respaldarme sobre todo en los momentos más críticos de esta gesta que no fueron pocos.
Como moraleja de cuanto ha acontecido podemos decir, parodiando a Clemenceau, que la política es algo muy serio para dejarla sólo en manos de los políticos. Creo con Coelho que “el triunfo reside en la audacia de luchar” y eso es lo que hemos hecho en pro de La guajira en estos duros meses de diario trasegar. Como nos lo enseñó Santa Teresa de Calcuta “Dios no nos exige triunfar, pero sí nos exige intentarlo” y eso fue lo que hicimos. Lo sentimos por La guajira, que ahora queda abocada a enfrentar la disyuntiva de continuar en las mismas o retornar al pasado. Quisimos servirle a La guajira, pero su dirigencia política se valió de toda suerte de artimañas y maniobras para impedirlo y al final se salieron con la suya; por fortuna no ha sido el pueblo el que nos ha dado la espalda, sino que quienes detentan el poder político me bloquearon. Así las cosas, no nos queda otro camino que replegarnos con dignidad, con entereza y con la frente en alto, porque la firmeza de nuestras convicciones y los servicios prestados al país en nombre de las ideas liberales nos impiden izar una bandera que no sea la liberal, la cual hoy nos ha sido arrebatada por la propia dirigencia de nuestro partido para dejarla en manos de sus usurpadores. Una vez más he comprobado el aserto de Gaitán cuando dijo que el pueblo es superior a sus dirigentes.
El hecho de que me hayan impedido aspirar a la gobernación, no implica mi marginamiento de la política; ni más faltaba, seguiré en el noble ejercicio de ella, aunque por otros medios, siempre transparentes; en otras palabras, seguiré tronando desde mi Sinaí. Entre tanto, volveremos a lo nuestro, a la cátedra, a la investigación, a los libros, a la tranquilidad y sosiego de nuestro hogar. No abrigamos rencor, resentimiento o amargura alguna, porque no vamos a dejar que nadie camine por nuestra mente con los pies sucios. A pesar de todo, sigo creyendo que otra guajira es posible!

Riohacha, julio 7 de 2007
www.amylkaracosta.net



Acatando a Saramago


OCTAVIO QUINTERO

Me gustó López Michelsen desde que ingresé a Caracol como redactor político, y luego como redactor económico. Me parecía un liberal íntegro que acuñó en los años 60 un nombre para una disidencia que difícilmente podría alcanzar éxito: Movimiento Revolucionario Liberal (MRL). Difícilmente, digo, porque para entonces, el establecimiento político había alcanzado su máxima consolidación con el Frente Nacional. Intentar revolucionar el sistema desde la periferia, era imposible. Y así lo consigna la historia. López tuvo que retornar al seno del Partido Liberal, primero como gobernador del Cesar y luego como Canciller de Lleras Restrepo, para poder acceder al solio de Bolívar.
Alentado por Saramago, de visita en Colombia, en el sentido de que toda persona debería escribir su autobiografía, voy a intentar un par de anécdotas que hacen parte de mi vida y de mi particular percepción del ex presidente López, a quien le deseo y pronostico muchos más años de vida en el recuerdo de los colombianos, no sin antes decir que con su muerte física de hoy, el liberalismo ha perdido a su ‘último mohicano’.
1. Como redactor político de Caracol, presentía que a López no le gustaba hablar sino conmigo porque era al único que le pasaba al teléfono. Ahora creo que no era tanto por mi carisma o méritos, sino porque el otro redactor-jefe de política era nada más ni nada menos que el célebre ‘Pájaro Hoyos’, ultraconservador que, más que redactor político, era espía del ex presidente Ospina Pérez con quien López Michelsen tenía, mantenía y mantuvo hasta el fin de sus días ostensibles diferencias.
Nunca me propuse confirmar la prelación de López por mi, pero me admiraba cuando pacientemente se encaramaba en una silla del Salón Amarillo del Capitolio Nacional a explicarme con lujo de detalles en el mapa, el intríngulis de la diferencia limítrofe entre Colombia y Venezuela. Ese insigne profesor de Constitucionalismo, pluma en mano, trazaba en el Golfo de Maracaibo la línea imaginaria que dividía la frontera marítima colombo-venezolana y me decía que como el problema era económico por la cantidad de petróleo que había en la cuenca del Golfo, difícilmente Venezuela reconocería algún día que Colombia tenía derecho a parte de esas reservar petroleras.
Volví a sentir que López tenía preferencia por mi, cuando en Cali, en el hall del Aristi, me hizo llamar para que escuchara lo que le estaba diciendo a Ramiro Andrade y Iáder Giraldo en torno al MRL. Ahora no recuerdo nada de lo que les decía, sino que compartí con él y con ellos unos sabrosos wiskies.
Los celos del ‘Pájaro’ frustraron mi carrera como redactor político, y cuando quise renunciar a Caracol, Timoleón Gómez, una de las primeras estrellas del periodismo económico, me retuvo diciéndome que me quedara con él como redactor económico.
Avanzaron los años, y cuando llegó la crisis de Timoleón, ‘El Pájaro’ y Jaime Soto en Caracol, supe que mi nombre se barajaba para asumir la coordinación del noticiero. Probablemente creo que por sugerencia de López. Coincidió ese rumor con mi paso a El Tiempo, llamado por don Enrique Santos, no el de ahora sino el de antes. Al de ahora los de antes le decimos ‘Enriquito’, como los de antes de mi le decían ‘Enriquito’ a quienes los de mi generación conocimos como Don Enrique.
Días después de mi salida de Caracol y mi paso a El Tiempo, nombraron a Yamid Amat, como director de noticias.
2. En El Tiempo tuve otras dos señales del aprecio que me tenía López. Una vez, en su campaña presidencial, iba de gira a Manizales, y le pidió a don Enrique que me enviara a mi, porque yo era, según me dijo don Enrique, quien mejor manejaba el tema cafetero, del cual iba a hablar.
Creo que en Manizales se acabó quien te quería, pues, para entonces, Juan Guillermo Ríos, quien me había reemplazado en Caracol, hacía los primeros pinitos de saca micas de López. Recuerdo que una vez pasada la manifestación en la plaza, estábamos todos los periodistas en uno de los salones del Club Caldas redactando las respectivas noticias cuando Ríos se me acercó y me dijo: “Que si le puedes enviar el lead de tu noticia mañana en El Tiempo al doctor López para verla. Y como yo creí que era una lambonería de Juan Guillermo, le mandé a decir a López que me leyera al otro día.
Ahora no recuerdo si fue antes de eso o después de eso cuando tuve la última señal: una vez entró a la redacción don Hernando Santos, después de llegar de unos de sus etílicos almuerzos. Pasó silbando y taborileando sobre el mesón que dividía la redacción del pasillo hacia la jefatura y me dijo: “Quinterito, quinterito: yo no sabía que López lo apreciaba tanto”.
Mi adiós a López, quizás, fue culpa de Rodrigo Botero, su ministro de Hacienda. Otro gran amigo cuando era secretario económico de Lleras Restrepo quien, siendo ministro de López, nos mandó a decir a los redactores económicos que estuviéramos atentos a la TV porque iba a hablar sobre el Upac. Era secretario de prensa el ‘Flaco’ Castellanos, y con él mismo le mandé a decir que yo era periodista y no televidente. Ya no recuerdo con quien me conseguí una revista de Fedesarrollo, organización fundada por Botero, en donde exponía, como analista económico, toda su crítica al Upac. Lo cierto fue que basándome en esa revista elaboré una noticia que al otro día salió a cuatro coles en primera de El Tiempo diciendo que López le iba a poner freno al Upac. Esa noticia causó pánico. Casi se acaba el Upac ese día. Pero el ministro Botero no pudo rectificar y menos postergar las medidas que salieron un día después.
Si López me perdonó, el ministro Botero, no. Me persiguió después de retirado de El Tiempo echando atrás un contrato que había suscrito con el Banco Central Hipotecario para elaborar una historia sobre Bogotá con destino a la primera reunión del Hábitat celebrada en Vancouver, Canadá, cuya misión iba a presidir el futuro presidente de los colombianos, Virgilio Barco.
Me refugie en La República. Y una vez a la salida del Consejo de Ministros le dije a Botero que recordara que él podía ser ministro de Hacienda, a lo más por cuatro años, y en cambio yo era periodista de por vida. Eso no estuvo bien. Ahora lo reconozco, porque desde La República me dediqué a perseguir a Botero, hasta que cayó.
Me gustó López como político y me decepcionó como gobernante. En su administración se incubó el primer germen del modelo neoliberal con el ‘Chicago boy’, Rodrigo Botero, quien, a propósito, anda dándole chancleta a Uribe para que apriete más el desmantelamiento estatal; del poco Estado que queda en Colombia porque en casi todo, ya lo que reina es la anarquía mercantilista de los tres grupos económicos que dominan el mercado colombiano de quien, no hace muchos años, López dijo, analizando sus balances, que ganaban más tres personas: Santo Domingo, Ardila y Sarmiento Angulo que el resto de los 40 millones colombianos.
Si Saramago tiene razón, ahí les dejo el pinito; si no, por favor, perdonen.

oquinteroefe@yahoo.com



El Vals Francés de Strauss


César González Muñoz

Las dos instituciones básicas de las finanzas globales, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, viven hoy una historia que oscila entre la comedia y la tragedia.

Del Banco se fue Paul Wolfowitz, miembro prominente de la banda de Los Vulcanos de la derecha gringa, y auto - proclamado cerebro gris de la guerra de Irak. Wolfowitz dejó su cargo envuelto en un escándalo de conductas personales reprochables y atacado masivamente, por su incompetencia, por parte del propio personal directivo del banco. Ha llegado en su reemplazo Robert Zoellick, nombrado unilateralmente por Bush, sin que hubiera un proceso abierto de escogencia basado en el mérito personal, sin importar la nacionalidad del elegido. Los europeos permitieron que el Presidente de Estados Unidos hiciera su libre voluntad, porque quieren conservar el “derecho” a mantener un europeo al frente del FMI. El resto del mundo sólo puede mascullar su frustración y su ira ante este anacrónico ejercicio del poder en las vetustas instituciones de Bretton Woods.

Y ahora se va del FMI el español Rodrigo de Rato, quien anunció que dejará su cargo en octubre. En esta ópera bufa de “ráscame que yo te rasco”, los europeos se apresuraron a designar por aclamación al francés Dominique Strauss-Kahn, sin escuchar las voces de los gobiernos y los bancos centrales de otras regiones del mundo, que reclaman la apertura del proceso de selección de candidatos, con criterios anunciados públicamente por la Junta de Directores del Fondo y con un calendario de deliberaciones sobre el asunto.

La comedia del FMI va más allá: el francés Camdessus y el alemán Kohler, anteriores jefes del FMI, también abandonaron sus cargos antes de la terminación de sus periodos. La manera de elegir a los jefes y su salidas abruptas hacia otras actividades, son signos de los problemas de gobernanza que afectan a los mellizos de Bretton Woods.

Expertos como Kenneth Rogoff, antes del FMI y ahora en la Universidad de Harvard, y José Antonio Ocampo de Naciones Unidas, advierten que ambas entidades tienen serios “problemas de personalidad”.

El FMI los tiene, ciertamente. Desde hace casi tres décadas, todas las operaciones de préstamo del Fondo han ido a naciones de menor desarrollo o “emergentes”. Pero su voz, incluyendo la de las nuevas economías industriales de Asia, no se oye lo suficiente en la cúpula del FMI. Hace diez años estalló la última gran crisis financiera, con epicentro en el sudeste asiático. La opinión predominante en esa región es que el FMI llegó al rescate tarde, y en contravía. Una década después, las decisiones estratégicas del Fondo siguen firmemente en manos de Estados Unidos y de la Europa “clásica”.

En las actuales circunstancias de la economía global, el FMI parece un actor en busca de algún papel relevante. A los países “emergentes” entraron capitales privados por 260 millardos de dólares el año pasado. La liquidez es extraordinaria. La ventanilla de nuevos préstamos del Fondo no tiene oficio por estas épocas. Pero este no es el fin de la historia. El FMI necesita un cambio estructural, que le permita ejercer una supervisión eficaz de los procesos financieros y cambiarios, que lo convierta en un agente de la coordinación de políticas y que lo fortalezca como transmisor de experiencias y de prácticas aceptables. Ello no será posible si persisten los anacronismos y las evidentes inequidades en el gobierno interno del Fondo. A de Rato hay que reconocerle que dejó en proceso una Estrategia de Mediano Plazo orientada a actualizar la personalidad de la institución, que incluye una fuerte reforma del sistema de cuotas y del poder de voto. Ojalá que el vals de Strauss sea el último de la vieja historia del FMI.



Golpe bajo


Ramón Elejalde.

Indudablemente que el secuestro y posterior asesinato del señor Ramiro Moreno Ruiz por parte de las Farc, son un golpe muy duro para el Occidente Antioqueño que había comenzado a recuperarse económicamente.
El citado comerciante había sido secuestrado hace quince días en la vía al mar, unos pocos kilómetros arriba del municipio de Cañasgordas. Las connotaciones sociales y económicas para toda la región, por la reacción que se ha visto en las personas que generan riqueza y empleo en la misma, son preocupantes. La confianza que se respiraba en esa zona del departamento, el regreso de muchos de los inversionistas, habían comenzado a generar una positiva recuperación económica de una zona que han devastado por años los levantados en armas. También es bueno reconocer, a favor de la región, que la reincerción de las autodefensas también trajo mucho sosiego a esas comunidades.
La misma carretera al mar, que parecía recuperada para la institucionalidad, pierde con este hecho la confianza que muchos teníamos para transitar por ella. No se debe olvidar que en esa vía, hace ya algunos años, sucedieron algunos secuestros, como el de Bernardo Ernesto Vélez White y en ella también asesinaron a otras personas, como el doctor Félix Antonio Vélez White, hermano del anterior. La Fuerza Pública tendrá que revisar sus métodos de vigilancia sobre la misma, ya que el secuestro ocurrió cerca a un grupo del Ejército, que seguramente se limitaba a ver pasar vehículos sin percatarse de que era necesario hacer inteligencia sobre los lugares aledaños al sitio de prestación del servicio. Con todo respeto y sinceridad hay que decirlo, muchas veces veía uno a los vigilantes hablando con las niñas del vecindario o jugando con sus teléfonos celulares. Obviamente que era tal la confianza existente en la región con la vía, que para todos pasaban esos hechos desapercibidos o eran una reafirmación más de la tranquilidad que reinaba. Confianza mató a seguro.
No son pocas las acciones del gobernador Aníbal Gaviria en la zona: La carretera Cañasgordas-La Balsa-La Herradura-Frontino, que redime una gran región y disminuye la distancia entre estos dos municipios; un acueducto multiveredal que beneficia a más de 350 familias en una zona limítrofe entre las ya citadas poblaciones; la Planta de Mieles que se puso en marcha hace pocos meses y que es propiedad de todos los municipios de la región, los paneleros y el Departamento y que tuvo también inversión del Gobierno nacional; la Ciudadela Educativa y Cultural de Frontino; la Casa de la Cultura de la misma Ciudad y las acciones que ya se habían adelantado de construir las pequeñas centrales de La Herradura y La Vuelta, en la administración de Luis Pérez Gutiérrez, son obras gubernamentales que tenían levantado el ánimo de los habitantes de la región y que ahora el secuestro y la muerte mellan duro en los occidentales. Nos queda esperar que los líderes y empresarios de la región, no la dejen caer.
Desde la administración de Guillermo Gaviria Correa se viene reclamando la presencia de todo el Batallón “Pedro Justo Berrío” en la región, no han sido pocos los obstáculos que a la idea le han puesto algunos altos mandos militares, a pesar de las intenciones del anterior y el actual gobernador para lo cual ya se inició la construcción de unas modernas y seguras instalaciones. La región reclama esa unidad militar que sería el control necesario a varios frentes de la Farc que allí operan. Es necesario recuperar la confianza de las gentes del Occidente Antioqueño y especialmente la confianza en la vía Medellín-Turbo, tan vital a la economía antioqueña.
A Ramiro Moreno Ruiz, paz en su tumba, a sus familiares y amigos, una gran solidaridad.


CORRUPCIÓN, EDUCACIÓN, TRANSFORMACIÓN.


Rodolfo Correa

Erróneamente, se ha creído que la corrupción es un fenómeno que solo afecta la esfera de los servidores públicos y que su protagonista es la clase política, pero en realidad esta va mucho mas allá y puede darse a todo nivel mediante las practicas sociales. Así pues, sé es corrupto cuando es aprovechado ilegalmente el espacio publico, cuando se le promete al político apoyo mediante el voto y solo se busca de este un beneficio económico, o cuando simplemente no se es honesto con el manejo de dineros ajenos.

Es corrupto el líder que vende su conciencia y la confianza que la comunidad ha depositado en él. Es corrupto el ciudadano que da su voto por los viejos líderes que no tienen más doctrina que los contratos, el presupuesto, las dádivas, el saqueo de lo público y la defensa de sus intereses particulares.

Ciertamente la falta de ética trae consigo toda clase de dificultades para una sociedad pues representa a la colectividad múltiples atrasos en materia económica, política y cultural.

Por esta razón el esfuerzo para combatirla no debe ser solo del gobierno o de la clase dirigente que es lo que generalmente se cree, si no mas bien esta debe ser la sumatoria de esfuerzos que provengan de cada ser humano convencido de que la lucha frontal contra este flagelo es clave en el desarrollo.

Para orientar esta lucha debemos ser conscientes de que el hombre es una mezcla de grandor y pequeñez, de bondad y de maldad, de nobleza y degradación, y que el único camino para superase así mismo, aparte de su espíritu, es la educación.

La educación, como decía López Pumarejo, es la piedra angular de toda transformación. La educación nos hace revolucionarios, libres, pensadores, nos convierte en portadores de optimismo, nos llena de humanismo, nos hace sujetos políticos.

La educación es el camino para la paz. Es el camino para el verdadero gobierno del pueblo, ideal este que ha sido mancillado históricamente en nuestra patria. Gaitán, en sus múltiples alocuciones a finales de la primera mitad del siglo XX así lo reconocía a través de sus discursos al expresar que “ eso del Gobierno del pueblo no pasa de ser una supervivencia del viejo trascendentalismo político vacío de verdad. El gobierno del pueblo en la actualidad es un valor fonético y nada más. Y quizá en países como el nuestro, cuya gran mayoría de habitantes da un índice bajo cero en el termómetro de la conciencia y de la cultura, no solo no hay sino que tal vez no puede haber gobierno del pueblo. Puede haber un gobierno "para" el pueblo, que es distinto”.

La educación, entonces, es el mejor vehículo para alcanzar la libertad. Y cuando se es libre, nos debemos a la consecución de la libertad de los otros, como única garantía de la perduración de la nuestra.
Columna Semanal de Amy Goodman,!
Favor de difundir y promover con la prensa.




El Alto Costo del Silencio de Libby


Amy Goodman, presentadora de Democracy Now, 7 de Julio de 2007


"Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales," dice el preámbulo de la Declaración de Independencia. A menos, por supuesto, que uno sea amigo del presidente. Al conmutar la sentencia de "Scooter" Libby, el presidente Bush está también protegiéndose a sí mismo y al Vice-presidente Dick Cheney.

Le pregunté al ex-Embajador Joe Wilson qué pensaba acerca de la conmutación. Fue su artículo de opinión del 2003 el que refutó la afirmación de Bush de que Irak había procurado obtener uranio en África. Como represalia, la Casa Blanca filtró el nombre de su esposa, Valerie Plame,y su identidad como agente de la CIA. Wilson dijo: "Esto arroja una multitud de sospechas sobre el presidente, pero impone la pregunta de si el presidente está participando en la obstrucción de la justicia y en el encubrimiento de actividad criminal dentro de la Casa Blanca". Le pregunté cómo; a lo que respondió: "Asegurándose de que Libby no tenga incentivo para hablar con el Fiscal Especial."

A menudo, los prisioneros colaboran con los fiscales del gobierno a cambio de indulgencia. Sin la condena a prisión, el Fiscal Especial Patrick Fitzgerald pierde su poder de influencia sobre Libby. Mientras que Bush y sus subordinados enfatizan que Libby todavía enfrenta una multa de $250,000, fue establecido el Fondo para la Defensa Legal de Libby, que lo ayudará en el caso.

En la lista de miembros del Fondo figuran el ex-senador, actor de televisión y probable candidato presidencial republicano Fred Thompson, y el ex-director de la CIA y promotor de la guerra de Irak James Woolsey. La Firma de Woolsey hizo lobby a favor del grupo de Ahmed Chalabi, el Congreso Nacional Iraquí (CNI), que fue patrocinado por la CIA y que proporcionó información falsa en el período anterior a la guerra. Woolsey también fue miembro del Comité para la Liberación de Irak y estuvo involucrado en el Proyecto para el Nuevo Siglo Estadounidense, dos grupos influyentes que ayudaron a proveer cobertura intelectual y fuerza política para la invasión a Irak. Dado el poder y la riqueza representados en este grupo de recaudación de fondos, a Libby simplemente le irá bien con el pago de su multa.

La blogger Marcy Wheeler, que siguió muy de cerca el juicio a Libby, me dijo: "En algunos casos la conmutación es peor (en términos de justicia) que el perdón. Con una conmutación, Scooter Libby mantiene los derechos de la Quinta Enmienda". Si, por ejemplo, el diputado demócrata por Michigan, John Conyers, pidiera una audiencia, Libby podría acogerse en la Quinta Enmienda que le concede el derecho a no auto incriminarse, y permanecer en silencio. Si hubiese sido perdonado y despejado de cualquier falta, entonces hubiese sido más difícil para él abstenerse de contestar preguntas. La continuidad del silencio de Libby protege a Bush y Cheney.

La conmutación también permite al gobierno de Bush permanecer en silencio. Como dijo Bush: "He dicho a través de todo este proceso que no sería apropiado comentar o intervenir en este caso hasta que la apelación del señor Libby haya sido agotada".

Dicho esto, la conmutación asegura que Libby no cooperará con Fitzgerald y no cooperará con el Congreso. ¿Por qué esto tiene importancia? Porque este caso no es sobre la obstrucción de la justicia, ni sobre perjurio. En última instancia, este caso es sobre la guerra.

El caso de la guerra del gobierno de Bush dependía de afirmaciones falsas acerca de las armas de destrucción masiva. El Presidente George H.W. Bush aclamó a Wilson como un "verdadero héroe estadounidense" por su papel como embajador de Estados Unidos en Irak cuando Saddam Hussein invadió Kuwait en 1990. Pero cuando Wilson públicamente desacreditó la afirmación del gobierno de George W. Bush sobre el uranio africano, éste fue atacado, la identidad de su esposa fue revelada y su carrera arruinada. Su trabajo: agente encubierta de la CIA para investigar sobre las armas de destrucción masiva. Esta semana, la Organización de las Naciones Unidas formalmente disolvió la unidad de búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak, la Comisión de Monitoreo, Verificación e Inspección del Desarme de la ONU. Hasta allí con las armas de destrucción masiva.

Thompson realizó declaraciones después de la conmutación, dijo: "Esto va a permitir que un buen estadounidense, que ha hecho mucho por su país, reanude su vida". Muchos buenos estadounidenses fueron enviados a la guerra, y murieron, hasta ahora un total de aproximadamente 3.600. Ellos no podrán seguir con sus vidas. Y no olvidemos los cientos de miles de iraquíes muertos. Más de 20.000 estadounidenses heridos, algunos con miembros amputados, algunos ciegos, con daño cerebral. Ellos no tienen otra opción más que seguir con sus vidas, pero sin el suntuoso comité de recaudación de fondos.

La Declaración de Independencia habla del derecho inalienable a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad. También dice que cuando un gobierno "empieza a destruir estos principios, el pueblo tiene el derecho a cambiarlo o abolirlo".




EL COMPAÑERO JEFE


Guillermo Pérez

En los lejanos años de mi juventud, cuando creíamos con fe de carbonero en la posibilidad de transformar a Colombia por las vías pacíficas, descubrí movimiento político que interpretaba a las nuevas generaciones y ofrecía lo que queríamos, un cambio que eliminara nuestros males atávicos, generara igualdad de oportunidades para todos e hiciera posible la revolución romántica que por entonces encabezaba Fidel Castro, un joven cubano con mucho futuro.

Eramos muchos los que pensábamos que era factible eliminar las diferencias y llevar a la realidad sueños como la reforma agraria, la educación gratuita, la salud para todos, la vivienda sin cuota inicial, el trabajo bien remunerado, el sindicalismo libre, en fin, un cambio por las buenas y sin la contaminación, como ocurre ahora, del narcotráfico y del delito. Era, si se quiere, un relevo pacífico lo que soñábamos.

Los ilusos descubrimos que en Colombia también había un dirigente imaginativo, perteneciente a distinguidas familias, hijo de expresidente y merecedor del título de Delfín, por ser heredero de la corona. Autor de libros, profesor universitario, inteligente como pocos, había sido objeto de ácidos ataques por sus presuntos vínculos con unos negocios que habían servido de instrumento a la oposición para atacar el gobierno de su ilustre padre, el más importante mandatario del siglo 20, Alfonso López Pumarejo, autor de la revolución en marcha y de la transformación de una sociedad pacata y medioeval en moderna democracia abierta para todos.

A pesar de que mi padre, un santista convencido, guardaba profunda antipatía por López Pumarejo, yo me sentí inclinado a seguir las orientaciones de su hijo, López Michelsen, quien fundó lo que los jóvenes deseábamos, el Movimiento Revolucionario Liberal, MRL, cuyas principales banderas eran la oposición al Frente Nacional, a la alternación y, sobre todo, a la elección de un presidente conservador. Toda la artillería bipatidista se descargó contra los emerrelistas, que recibieron tratamiento de herejes de la peor laya, de enemigos del orden, hasta de comunistas estalinistas.

López el jóven fue elegido senador y su movimiento alcanzó pequeña representación parlamentaria, debido a las restricciones constitucionales. Desde ese momento en adelante, Alfonsito, como le decían despectivamente en los clubes sociales, recibió de sus seguidores el título de ‘’compañero jefe’’, por aquello de ser el comandante de grupo de izquierdistas de todos los pelajes. Pero era observado de cerca por organismos como la CIA ,que lo consideraban peligroso y una especie de Castro criollo.

No era fácil ser lopista. Era más factible militar en la masonería, que dejó de ser interesante desde que puso restaurante y abrió sus puertas a todos los lagartos que no eran aceptados en los Leones o en los Rotarios. Organizaciones como la ‘’mano negra’’ le declararon la guerra al lopismo y empezaron a perseguir a sus militantes, entre quienes se encontraban escritores, periodistas e intelectuales de las mejores calidades, que se habían separado de la disciplina partidista y creían que, como decía el compañero jefe, ‘’los mejores días están por venir’’.

Los mejores días llegaron en el gobierno de Carlos Lleras, quien nombró a López Michelsen como primer gobernador del Cesar y luego ministro de relaciones exteriores. Se pactó así la unión liberal, después de que, curiosamente, López se enfrentara en histórico debate al senador Nacho Vives, muerto hace pocos días. Para quienes les gusta la historia, Nacho recitó ante el Senado en ese famoso debate el vallenato ‘’La custodia de Badillo’’ (aquella que dice que el ladrón fue el cura), a lo que respondió López con ‘’la gota fría’’, para señalar que al parlamentario costeño le había caído una sorpresa que no esperaba, un contendiente de las mejores calidades. El ganador de la batalla fue López, quien se convirtió de inmediato en jefe del liberalismo y precandidato presidencial. No fue un jefe de pacotilla, como algunos de ahora que sólo tienen publicidad y pocos votos.

Alfonso segundo se abrió paso, a puros codazos, en medio de la tupida maraña parlamentaria del liberalismo. Derrotó a los escépticos, a los rivales, a los enemigos ocultos, a los clientelistas, a los viejos lobos. Hizo demostraciones de inteligencia –talvez fue uno de los políticos más inteligentes del siglo 20- y demostró con hechos que merecía, como el que más, los laureles de general. Sus contradictores no fueron pocos, empezando por los expresidentes Alberto Lleras Camargo y Carlos Lleras Restrepo, pero la pelea se mide por el tamaño de los rivales. Y les ganó el pulso.

Fueron varias las batallas en las elecciones, las convenciones, las asambleas y la plaza pública. Era tan ardiente luchador que se mereció el título de ‘’gallo’’, por aquello de haber derrotado a todos los que se le atravesaron en su partido. Los liberales le reconocieron sus espuelas y por ello lo llevaron, en 1974, a la primera magistratura. Obtuvo entonces estruendosa votación de tres millones de sufragios, que le permitieron hablar de que había recibido un ‘’mandato claro’’.

La administración López no fue un lecho de rosas. Sus principales contradictores fueron los miembros de la familia Caballero, parientes de su esposa Cecilia, quienes se retiraron de las páginas editoriales de El Tiempo en señal de protesta por el respaldo que había recibido del director Hernando Santos. Uno de los Caballero, inclusive, escribió el libro ‘’El Mesías de la Handel ’’ en el que se le acusó de haberse enriquecido con unas acciones de Bavaria. Otro fuerte rival fue la exprimera dama Bertha de Ospina, quien en su columna de ‘’El Tabano’’ sostuvo que una carretera se había construído para beneficiar a uno de sus hijos.

Las críticas hicieron el daño. Y cuando aspiró a la reelección, sus peores enemigos fueron los Lleras, quienes se inventaron la candidatura de Luis Carlos Galán para perjudicarlo y derrotarlo. La maniobra surtió efecto: López perdió, fue derrotado por una coalición bipartidista y para desgracia del país fue elegido el conservador Belisario Betancur, quien se inventó el lema ‘’si se puede’’ con el que quería convencer a los incautos que habría universidad gratuita, casas sin cuota oficial y universidad a distancia. No se pudo, pero se pintaron miles de palomitas en paredes y pisos y el país perdió la oportunidad de que López redondeara su obra de gobierno.

Los últimos años hicieron posible que se ganara la fama de que cuando hablaba ponía a pensar al país, una frase que humildemente ayudé a elaborar cuando fui encargado., casi permanentemente, de interpretar sus frases y ayudar a explicarlas. Siempre fijó un derrotero, lanzó ideas y propuso innovaciones que causaban controversia. La última de ella, que defendió hasta hace pocos días, fue sobre la necesidad de buscar un acuerdo humanitario para la liberación de los secuestrados en manos de la guerrilla. No le hizo caso su sucesor Alvaro Uribe, pero la idea quedó flotando.

Ya quisieran muchos colombianos ser tan importantes, tan inmensos, tan llenos de merecimientos como el hombre que acaba de irse para la inmortalidad. Ojalá su ejemplo no se pierda y los liberales que aún quedan recuerden con cariño, con lealtad y con amor aquella frase que en los tiempos del MRL nos invitó a seguirlo: ‘’pasajeros de la revolución, pasar a bordo’’. El liberalismo necesita, hoy más que nunca, un jefe de las características de quien fuera considerado por el diario El Tiempo, cuando se cumplieron treinta años de su elección como Presidente, como ‘’el último de los grandes’’. Y lo era sobradamente. Creo, como los más fieles lopistas, que era una de las más brillantes inteligencias que hayan ocupado el Solio de Bolívar. Mucha falta nos va a hacer en este futuro incierto que espera a los colombianos. Buen viento y buena mar para el hombre excepcional que se acaba de ir a la eternidad . Que los dioses lo guarden y ayuden a que Colombia algún día alcance la paz por la que tanto luchó. GPT




Garibaldi, ícono liberal


Julio María Sanguinetti, LA NACION, Buenos Aires, julio 13 de 2007.

En la rica historia rioplatense, pocos episodios se revisten de la grandeza épica y el heroísmo principista de la Defensa con que Montevideo resiste el cerco de la tiranía rosista, entre febrero de 1843 y octubre de 1851.

Montado sobre el enfrentamiento entre los dos primeros presidentes de Uruguay, los generales Fructuoso Rivera y Manuel Oribe, Juan Manuel de Rosas intenta subordinar al país del mismo modo que había sometido antes a las provincias argentinas. Al mismo tiempo, procura cortar de cuajo el desarrollo cívico que alienta una agitación liberal arribada en libros y proclamas europeas.

En esa comprometida situación, el gobierno uruguayo se constituye, bajo la austera conducción de don Joaquín Suárez, amalgamando, en inestable equilibrio, a ilustrados personajes doctorales, como Manuel Herrera y Obes y Andrés Lamas, con indómitos caudillos, como Fructuoso Rivera o Venancio Flores. A su lado, alterna la emigración argentina, flor y nata de su intelectualidad, que ya en 1838 fundaba El Iniciador , con la dirección de Miguel Cané y Andrés Lamas.

Allí escribirían Juan María Gutiérrez, Bartolomé Mitre, Juan Cruz Varela y Esteban Echeverría, el inquieto fundador de El Salón Literario, que en la casa del librero Marcos Sastre estrenó las ideas del romanticismo.

Como parte de esa prensa de combate literario y político, adquirió brillo propio El Comercio del Plata , desde cuyas páginas Florencio Varela marcó a fuego a una dictadura que sólo pudo detenerlo mediante el asesinato.

Esa época de formidable conflicto aparece a la distancia como una especie de Vietnam criollo, con pasiones vernáculas mezcladas con los intereses de las grandes potencias, en un juego cruzado de fronteras muchas veces difusas.

En ese efervescente caldero, se destacaron con singular relieve las "legiones extranjeras", formadas por inmigrantes que se volcaron al esfuerzo militar de la ciudad sitiada. Entre ellas, la "legión española" del coronel Neyra, la francesa de Thiebaut y la italiana de Garibaldi escribieron páginas novelescas de nuestra historia militar y política.

"El sitio de la Nueva Troya del Plata duró diez años, como el de Ilión -dice Bartolomé Mitre-, pero, más feliz que ella, en vez de caer, triunfó. Dentro de sus débiles murallas, artilladas con los viejos cañones de hierro que servían de postes en sus calles, se salvó la causa de la civilización y de la libertad del Río de la Plata."

Todo esto viene a cuento de que el 4 de este mes se celebraron los doscientos años del nacimiento de la más legendaria figura del siglo XIX, la que despertó en el mundo una admiración sin tasa ni medida, saltando todas las fronteras, hasta encender los ensueños sentimentales de las ladies británicas, rendidas ante la fama de aquel guerrero de melena rojiza que combatía por la libertad allí donde estuviera en juego.

Giuseppe Garibaldi, hoy algo desvanecido en el recuerdo de las nuevas generaciones, luchó en esa Defensa bajo el mando del general José María Paz y del coronel Melchor Pacheco y Obes, añadiendo historias heroicas a la fama que ya lo precedía.

Llegó a Montevideo llamado por Giambattista Cuneo, un ideólogo mazziniano que predicaba el credo republicano y liberal, al frente de una colonia italiana bullente y vigorosa.

Viene Giuseppe de Río Grande del Sur, de combatir junto a Bentos Gonçalvez en la Revolución de los Farrapos, un temerario intento emancipador de la tierra gaúcha , rebelada contra el Imperio en Brasil. Allí el marino italiano había construido de la nada un ejército y había devenido guerrero astuto y audaz, capaz tanto de sorprendentes abordajes como de alzarse con Anita Ribeiro en romántica fuga.

Ella, Anita, sería el gran amor de un gran enamorado, madre de cuatro de sus hijos y capítulo central de su leyenda de abnegación y de coraje.

Paladín de un ideal de libertad, no fue Garibaldi un teórico, pero encarnó un singularísimo fenómeno de liderazgo, capaz de magnetizar a las masas de todos los horizontes y llevarlas al combate, aun enfrentando insuperables desventajas. Se erigió, así, en el arquetipo del héroe, el "iluminado de la acción", como dice José Enrique Rodó, en el conductor dotado del misterioso don de aparecer como un relámpago y de transformar en victorias hasta sus derrotas. Su trashumante andar por el mundo dio pie para que sus enemigos pretendieran, hasta hoy, envolverlo en las sombras del mercenario. Su espada los desmiente siempre, sirviendo invariable las mismas causas.

Su gloria se construye luchando contra todos los absolutismos, políticos o religiosos, y no es casual que ellos vean en él a su mayor enemigo. Allí donde aparece un pueblo por liberar, una causa de independencia, una república por construir, una tiranía por enfrentar, irrumpe una presencia que se va agigantando con el tiempo y con las narraciones repetidas de sus hazañas.

En un bello texto en el que narra la heroica defensa que la Legión Italiana hizo del cadáver del coronel Neyra, caído delante de los muros montevideanos, Bartolomé Mitre documenta la sensación que generaba Garibaldi.

"Tenía yo entonces veinte y dos años -dice el joven Bartolo- y la personalidad de Garibaldi ejercía sobre mi imaginación una especie de fascinación, que me atraía irresistiblemente por las hazañas que de él había oído relatar, y por una especie de misterio moral que lo envolvía."

Si esa fascinación ejerce la figura de Garibaldi en Montevideo, imaginemos hasta dónde llega su aureola, cuando -triunfante la Defensa- parte de nuevo a su patria y lucha contra la ocupación austríaca, combate por una fracasada república romana que reivindica la soberanía italiana frente al Papado, enfrenta y derrota a los ejércitos borbónicos en el sur de Italia y, con sus legiones, consolida la unidad italiana.

Se bate contra todos los grandes ejércitos europeos y bajo la bandera de la Francia republicana invadida por Prusia, es el único general invicto.

En medio de esas tormentas de sangre y de arrojo, dos constantes asoman en Garibaldi: la causa liberal y el desprendimiento personal, que supera miserias, heridas y privaciones.

Sólo asume la política en la clave heroica de la lucha liberadora. Sufre, por lo tanto, profundos desencantos. Se distancia de Mazzini cuando siente que la unidad de Italia sólo es posible en torno de la monarquía piamontesa, y debe posponerse el ideal republicano; se indigna con Cavour, cuando, pactando para salvar Milán, entrega su Niza natal; se amarga con Victor Manuel, quien le debe su monarquía italiana, por sus debilidades ante un Papado intransigente.

Pese a todo, sigue adelante, con un sentido de responsabilidad que supera sus propias pasiones y entusiasmo.

Su combate llega a erigirse en un emblema universal consagrado por la única voz capaz de hacerlo, la de Victor Hugo, el poeta de las multitudes.

Mito viviente de la pugna liberal, el frenético antidogmatismo de Garibaldi, a veces malinterpretado, no excluye, sin embargo, un sentimiento religioso. Así quedó definido en sus Memorias : "Mi cuerpo está animado, como los millones de seres que viven sobre la Tierra, en el agua y en el espacio infinito, sin exceptuar a las estrellas, que también pudiera ser que tuvieran vida. Como todos estos seres soy yo, provisto de una cierta cantidad y calidad de inteligencia, y si la inteligencia cósmica que todo lo anima es Dios, yo sería una chispa desprendida de la divinidad Esa idea me ennoblece, me eleva por encima del pobre materialista, me invade de temor y respeto por los demás átomos, que también son emanaciones de la divinidad, y me estimula a buscar la aprobación de los otros que me rodean y que, más a través del ejemplo que de la teoría, pueden mantenerse en el bien, porque también ellos, según su propia esencia, pertenecen al eterno benefactor".

En estos tiempos de consumismo y egoísta posmodernidad, esta evocación garibaldina parece brillar con las luces de un siglo XIX operístico, grandilocuente y distante.

Sin embargo, lejos aún, como estamos, de derrotar a los fanatismos religiosos y a los autoritarismos de la política, la eterna causa liberal necesita mantener vivo el soplo espiritual que emana de este combatiente.

El autor es abogado. Fue presidente de la República Oriental del Uruguay en dos oportunidades: de 1985 a 1990 y de 1995 al año 2000.



López


Jorge Mario Eastman, Portafolio, julio 12 de 2007.

López Michelsen ha sido nuestro pensador más original y el ideólogo más denso de las últimas décadas. Estas calidades lo convirtieron a través de su obra, su acción y, también, de sus calculados silencios, en un líder ‘anti-obvio’ y en un analista superior.
Llegó al poder por la complicada vía de hereje del sistema y no, como pudo haber sido, por la senda facilista del delfinazgo. Como disidente y, luego, como estadista se ganó, en mil combates, charreteras de tres soles.
Se negó a enrolarse en eso que alguna vez bautizamos la ‘fila india’ hacia el Palacio de Nariño. Más de diez años cruzando los eriales de la oposición, como jefe máximo del MRL, y su crítica visionaria sobre los peligros de la alternación pactada por el Frente Nacional, así lo demuestran.
En una sociedad en la cual el sustento diario es lo presumible, lo que no lastima ni pisa callos, resulta lógico que su lenguaje casi siempre cifrado, ciertas actitudes sorpresivas, o, sus rumbos imprevistos como líder, generarán a menudo reacciones encontradas: por una parte, el rechazo airado de los opositores a todo cambio y, por la otra, admiración de sus partidarios y devoción fanática de sus múltiples seguidoras.
Hizo carrera la frase de cajón según la cual “cuando López habla, pone a pensar al país”. Y esto es más que comprensible si se tiene en cuenta que la anorexia mental de nuestra dirigencia ha llegado a tal punto que se ha institucionalizado la costumbre de opinar al fiado, es decir, solo después de haber leído los editoriales de los grandes diarios, o, puesto el oído a lo que afirman en tono pontifical los propietarios de la nación. Pero lo cierto sí es que cuando abría la boca o publicaba un escrito se armaba un maremoto de hipótesis a cargo de los voceros más empinados del arribismo intelectual, o, del trepanguismo social.
Como personaje central nunca dejó de estar de moda, y, por consiguiente, hasta su muerte multiplicó su tiempo a la enésima potencia, pues, no hubo escalador que se respetará que no lo invitará a celebrar su matrimonio, cumpleaños, separación y casi hasta sus propias honras fúnebres. La jugada consistía en garantizar con su presencia el registro fotográfico en las crónicas sociales, o, su mención en el ‘teléfono rosa’. Claro está, que ninguno de sus invitantes llegó a imaginar cuánto desdén le producía el sopor extranjerizante de nuestra vida social.
Una faceta más de su filudo humor eran sus cáusticas respuestas para, sin querer queriéndo, desatar tempestades, polémicas, inclusive malos entendidos. Le bastaba soltar en sus frecuentes almuerzos, ante los advenedizos que lo asediaban, una que otra observación para que sus supuestos intérpretes lo trasmitieran presuntuosamente bajo la afirmación personalísima de “López me dijo”.
Nuestra historia está intercalada e influida por lo que ha pasado en ciertas alcobas, o bajo las faldas del poder, o por lo que han logrado difundir los campeones mundiales del cotilleo, es decir, los políticos y los mandacallar de cuello blanco. En su calidad de historiógrafo eminente, López se dedicó, por el contrario, a pensar y escribir hasta ser el colombiano más informado, solicitado, influyente y, al mismo tiempo, temido y envidiado de nuestros compatriotas.
Por ahí decían, al referirse a su apaciguamiento como combatiente de todas las horas, que López estaba dedicado últimamente a lustrar el bronce que, por cierto bien merecía. Cuando así se lo comenté el domingo pasado, en la reunión de amigos que le organizara en Anapoima su hijo Felipe, me respondió con una cansada sonrisa volteriana. Sin duda, ya estaba consciente del término de su trascendente ciclo vital. Y me agregó con cierta melancolía: dígale a nuestros compañeros de golf que tal vez no volveré a chambonear.
Ante lo inapelable me reitero en la frase lapidaría de Pío Baroja: “La muerte es alguien que se retira de sí mismo y vuelve a nosotros. No hay más muertos que los llevados dentro por los vivos”.



Alfonso López Michelsen


César Gaviria Trujillo.

En esta mañana y por designación de la señora Presidente del Senado y del Presidente de la Cámara me dirijo a ustedes en nombre del Partido Liberal para rendir un homenaje a uno de los grandes de nuestra historia, el presidente Alfonso López Michelsen. Fue una personalidad singular y excepcional, la que mejor conjugó las virtudes de estadista, pensador, político, historiador, humanista, escritor de la que estuvieron dotados unos pocos y que caracterizan tanto a Colombia, en el concierto de las naciones latinoamericanas a lo largo de nuestra historia republicana.
A él le debemos la más grande contribución a la formación de las instituciones políticas que nos gobiernan y que reglan nuestros comportamientos como ciudadanos. El país le debe a López el haber servido por varias décadas como su principal orientador, como su guía incontestable. Los liberales lo vemos como nuestro faro, y a él le debemos el haber sido el principal forjador de nuestras ideas en el último siglo. Algunos piensan que tal reconocimiento debe ser a Alfonso López Pumarejo y la Revolución en Marcha. Y cierto es que nadie compite con él por la extraordinaria obra social que nos lego. Hay otros que piensan en nuestros mártires Uribe, Gaitan, Galán o en los dos Lleras Pero el poderoso intelecto de López Michelsen, su capacidad para polemizar, para debatir, para practicar la duda metódica, para darle jerarquía a muchas propuestas y planteamientos contrapuestos, para analizar todas las opciones desde un ángulo critico, para usar la dialéctica en la búsqueda de la interpretación acertada o la política correcta es absolutamente incomparable en nuestra historia.
Siempre tuvo una manera propia y fresca de ver los problemas nacionales. Nos educó a millones de colombianos. A mi generación y a mi, López nos enseñó a pensar, y sobre todo a pensar como liberales, a actuar como liberales. De su mano aprendí la importancia del libre examen, de la práctica del disentimiento, de la importancia de la tolerancia, del respeto al derecho ajeno Y aprendí también que la protección de los débiles es la principal de las obligaciones del liberalismo. Eso para mi fue lo esencial del Movimiento Revolucionario Liberal. Otros ven en el rebeldía, contestación, indisciplina, irreverencia, ironía, humor provocador, desdeño hacia la pompa, rechazo a los pactos frente nacionalistas. En efecto era un poco de todo eso. Con que nos quedamos. Cada una de esas características nos conduce a la esencia de lo que es ser liberal a carta cabal.
Pero más allá de las opiniones que puedan tenerse sobre el Frente Nacional, el país pudo regresar a la democracia sin sacrificio de la paz entre los partidos históricos en virtud de las actitudes de López, en el Gobierno de Carlos Lleras y la reunificación del liberalismo y en virtud del triunfo de sus ideas en su elección en el 74 y la puesta en práctica de ellas, en su gobierno.
Acompañé al Presidente López en sus dos campanas presidenciales. En la primera en la cual nuestro país de una manera torrencial se volcó para apoyar su nombre en todas las regiones en todos los estratos por ciudadanos de muchos orígenes y por sectores contestatarios de nuestra sociedad. Era la culminación del afortunado lema López es la esperanza. Es difícil imaginarse tal conjunción de voluntades, tales expectativas. Y el Presidente López fue un gran gobernante y el período del mandato claro tuvo aspectos de verdad sobresalientes... El impresionante éxito de su política económica que produjo extraordinarios frutos al final de su gobierno en crecimiento y empleo. Su visionaria política energética, su vigorosa política internacional que con Indalecio Lievano como Canciller diseño y puso en ejecución la extensión de nuestro territorio soberano por medio de tratados de delimitación de áreas marinas y submarinas en el mar Caribe. Otro hecho sobresaliente fue el papel trascendental que jugó para la devolución del canal de Panamá a los panameños y la firma y ratificación de los tratados Torrijos Carter.
Él en muchas ocasiones nos contaba sobre sus políticas y el cabal resultado que ellas tuvieron y que todos constatamos a pesar de que han ido quedando atrás. Con el curso de los años han salido airosas de todos los análisis. Yo tuve la impresión no sé si correcta de que él consideraba que esa era su principal contribución a Colombia. Yo nunca compartí esa apreciación.
Me explico. Aprendí de él mucho más en su segunda campaña, que en la primera triunfante, tuve la oportunidad de ver de cerca su audaz propuesta denominada preámbulo al foro Liberal. Vi en privado, en algo que denomino el Comité de programas que entonces podríamos decir era su Kinder, como ponía a prueba varias ideas, como construía políticas alternativas, como encontraba opciones insospechadas. Como enriquecía el ideario liberal.
En verdad no hay en toda la historia liberal nadie que haya amalgamado nuestro pensamiento, que hubiera puesto a prueba nuestras ideas en diferentes circunstancias históricas. Como por su privilegiada mente pasaban las ideas radicales, como las de la república liberal, como las propias y las de sus contemporáneos, y como alcanzaban ese feliz síntesis de lo que significaba ser liberal en la segunda mitad del siglo XX. Creo yo que esa fue su principal contribución con el liberalismo y con Colombia.
Coincido con Jaime García Parra en lo mucho que Colombia perdió de no haber tenido ese segundo mandato que hubiera puesto a tono nuestras instituciones políticas con los poderosos desafíos que surgieron en las tres siguientes décadas. Que perdida tan grande no haber anticipado la reforma a la Justicia y al régimen departamental y municipal que buscaba la malograda convocatoria a la Constituyente que fue aprobada por el Congreso pero declarada inexequible por la Corte. Cuando avocamos estos temas en el 91 los problemas eran más graves y los retos mucho mayores. Tuvimos que hacerle frente ya a una violencia desbordada que deslegitimaba enormemente nuestro sistema político. La necesidad de descentralización y de una mayor participación ciudadana eran enormes. La falta de transparencia debilitaba muchísimo la calidad de nuestra administración pública.
En estos años aprendí que López no fue, entonces, simplemente el más eminente de nuestros copartidarios, o el principal dirigente público sino, más aun, la más importante figura intelectual del siglo XX. Y eso fue fruto no sólo de su poderoso intelecto, de su voraz capacidad de leer, de su magistral pluma, sino de sus impresionantes conocimientos los cuales acumuló sobre las más diversas materias y, además, en todo tiempo sabia lo que ocurría más allá de nuestras fronteras. Muchos de los textos de López están entre la mejor prosa que se ha escrito en Colombia y que muchos de sus textos históricos son de lo mejor logrado de nuestra historia escrita.
Alfonso López Pumarejo pudo sacar avante su Revolución en marcha no solo por su extraordinaria voluntad política de transformar a Colombia, para sacarla de esas tendencias aislantes y autoritarias que lo precedieron, desde la Constitución de 86, sino porque sabia como muy pocos lo que ocurría en otras latitudes. Pues López Michelsen fue de manera excepcional un hombre del mundo con una impresionante penetración sobre las grandes corrientes de pensamiento y se enteraba día a día de los sucesos económicos o políticos en todos los continentes. Su vasta cultura le permitía comprender muchos de los fenómenos contemporáneos de globalización, mejor que muchos de los que sólo hemos vivido la historia más reciente.
Hablar con él, y me honro con su amistad por cera de tres décadas, constituía una experiencia formidable. Cuando uno dejaba ese intercambio verbal, la charla, el Presidente López lo había confesado de toda la información que uno cargara y le había sembrado mil preguntas nuevas que no habían surcado por nuestros pensamientos. Por que López tenía esa rara cualidad de que no sembraba respuestas sino preguntas, no era fuente de certidumbres sino de dudas.
Y ese era un ejercicio que practicado como lo hizo a lo largo de toda su parábola vital hizo que nuestra sociedad colombiana se tuviera que cuestionar esas verdades formadas por cierta pereza intelectual o que eran fruto de los intereses creados. López nos enseñó así a nunca aceptar dogmas ni verdades absolutas, todas son relativas todas tienen un momento histórico. Cuantas veces redefinió que era ser de izquierda en Colombia, cual era una actitud contestaría, que era el statu quo, que era ser reformista o revolucionario. Como se dice en estos días en un editorial López nunca pidió tregua tampoco se la otorgo a sus contradictores. Nunca fue un espectador fue siempre un protagonista. Nunca contesto lo que su interlocutor esperaba, nunca se fatigo de la controversia, eso era de la esencia de su carácter y su vida.
Tengo muchos motivos de gratitud y reconocimiento para con el Presidente López. Fue un extraordinario amigo y considero la amistad que me extendió como uno de las grandes satisfacciones y como uno de los orgullos de mi vida. Muchos de los que nos acompañan hoy saben de qué hablo. Fue un esposo y un padre de familia ejemplar y de él recibimos un legado que nos obliga a todos a preservar.
El principal apoyo que recibí se dio en el proceso de sacar avante el acuerdo político que le dio vía libre a la Constitución de 1991. Siempre tuvo reservas sobre el procedimiento que escogimos para expedir la nueva constitución pero prestó un servicio invaluable cuando nos apoyo para realizar en compañía de Álvaro Gómez, Antonio Navarro y Horacio Serpa el acuerdo que hizo posible la expresión de los que pensaban la mayoría de los constituyentes en el sentido de hacer una elección de nuevo congreso dentro de las reglas en la nueva Constitución plasmadas. Allí presto un servicio político enorme a la constitución, a mi gobierno y al liberalismo que por lo demás salio bastante airoso de ese proceso.
Y la Constitución recogió las ideas impulsadas por López de reformar el régimen territorial y el de justicia. Además logro plasmar en la Constitución la gran consigna liberal de que la principal responsabilidad del liberalismo, como ya lo enunciamos, lo que le daba su razón de ser, era proteger a los débiles. Aunque no tenía simpatía por la extensa consignación de derechos reconoció que el eje de la constitución era la protección de los derechos ciudadanos y la tutela como gran instrumento para hacerlos respetar.
Y no tuvo reserva alguna en aceptar que la Constitución del 91 era de estirpe liberal y que esa debía ser la principal bandera de liberalismo en las plazas públicas. Esta era la parte medular en la defensa del Estado Social de Derecho. Y no hay duda de que ese apoyo le dio una gran legitimidad a la Constitución e hizo que esta sea apreciada por todos los liberales. Porque por lo demás entre muchos de sus atributos el presidente López fue en el siglo XX el principal constitucionalista de nuestro país. Y allí sobresalió de una manera contundente. Fue de contera un gran profesor de Derecho Constitucional.
Y con estas banderas el presidente López nos acompañó a todos los rincones de Colombia en la campana que culminó en el 2006 a defender el partido en una difícil coyuntura política. Lo hizo en compañía de la niña Ceci y realizaron ambos un impresionante esfuerzo físico y tomaron un significativo riesgo de seguridad y salud. Recuperó a plenitud a su condición de compañero jefe que tantos añoran los que hicieron parte del MRL. En estos días recordaba con Alfonso Gómez Méndez su recorrido por Tierralta y Valencia para romper el cerco paramilitar que impidió al liberalismo realizar reuniones políticas por ocho años y donde recientemente se había asesinado a uno de nuestros diputados por no pedir permiso para hacer una reunión a uno de los cabecillas paramilitares. Recuerdo el diluvio que caía cuando él se dirigía a los manifestantes en Barrancabermeja, los ánimos caldeados por la persecución que el partido sufría en la Jagua de Ibirico o el sol que nos asediaba en la plaza principal de Tumaco. Y a si logro que el liberalismo realizara la campana con un temperamento optimista. En todas las plazas lo reconocieron como el gran jefe liberal, nuestro faro, nuestra nuestro timonel. Que hubiera sido de nuestro partido sin su apoyo, sin su presencia. No había argumento comparable de que era el liberalismo como su presencia en las plazas en esta primera década del siglo XXI.
Cuando un año después el Partido Liberal realizó una exitosa consulta al electorado para la elección popular de directorios y delegados a nuestro Congreso Liberal le insistí en que nos acompañara. Me dijo que no podía porque estaría en la celebración de los cuarenta años del festival Vallenato. Ya su quebrantada salud no le permitió estar en ninguno de los dos eventos.
Y cito este episodio para poner de presente que Colombia le debe esa poderosa transformación que ha significado adoptar el vallenato como nuestra música nacional o de la adopción de los valores de la cultura costeña como la cultura nacional principalmente a dos colombianos nuestros él Nóbel Gabo y el presidente López y vienen luego la Cacica, nuestros músicos, Escalona o Carlos Vives tantos de nuestros escritores, nuestros periodistas nuestros artistas.
Y su deseo final, lo que constituyó su última aspiración fue el intercambio humanitario. Nadie como él en Colombia sabía la normatividad y los alcances del Derecho Internacional Humanitario. Falta irreparable para quienes hemos creído que este es un objetivo supremo de la sociedad colombiana. Estamos obligados a luchar para que él se pueda dar
Murió López en la plenitud de su vigor intelectual. Y hasta el último momento de su vida nos ayudó a interpretar lo que ocurre en Colombia y en el mundo, tarea bien difícil. Lo mejor que podemos hacer para rendir su memoria es luchar por su manera de hacer liberalismo, por su noción de cómo se le sirve a Colombia. Y en todo caso no dejarnos atrapar por el pasado, mirar siempre hacia el porvenir de Colombia con optimismo con confianza en las ilimitadas posibilidades de nuestra nación. Gracias a la presidente del senado y a la familia López por esta oportunidad para hablar a nombre del Liberalismo.


¡HASTA LA VISTA, COMPAÑERO JEFE!

Horacio Serpa

Todos pensábamos que viviría siempre. No en vano lo vimos cada día, en todo momento importante del transcurrir nacional durante mas de medio siglo, opinando, orientando, contradiciendo, replicando, denunciando, elogiando o cuestionando, abriendo caminos o sacándose clavos, en un constante ir y venir de actitudes y decires que llamaban la atención de todos y colmaban el ámbito político. Por eso dicen que el expresidente Alfonso López Michelsen ponía a pensar a los colombianos.
A pensar, y a discutir, agrego, porque era imposible sustraerse a sus comentarios. Elogiosos a veces, como cuando en 1986 dijo “si no es Barco, quien?”, y todos corrimos a elegir al doctor Virgilio Presidente. Y cáusticos, como cuando en una polémica con el doctor Misael Pastrana dijo que la opinión del expresidente sobre la controversia le había parecido emitida por Roberta Closs, un famoso travesty internacional de visita en Colombia.
Estoy en política por López. Cuando estudiaba bachillerato en el Colegio Santander de Bucaramanga, un grupo de muchachos inconformes montamos una célula del Movimiento Revolucionario Liberal ---MRL---, recién fundado. Me entusiasmé con sus ideas, que defendí apasionadamente, a cualquier riesgo. En 1975, por ejemplo, me opuse resueltamente a un movimiento que se organizó para protestar contra la falta de agua potable y terminó, bajo la influencia del ELN, cuestionando severamente al gobierno del “Mandato Claro”.
Lo conocí personalmente en 1964 cuando fue a Barranquilla a dictar una conferencia en la Universidad del Atlántico. Lo visité en el hotel y quedé deslumbrado de su inteligencia, que transmitía desde una posición distante que infundía respeto. En 1973, en Barrancabermeja, organicé un movimiento para auspiciar su candidatura presidencial. Ese año hablé por primera vez ante una manifestación en San Vicente de Chucurí, estimulado por su presencia, pero muerto de miedo. El 2 de Febrero de 1974, en el Puerto Petrolero, también ante una enorme multitud, López me dio la alternativa. Meses después fue elegido Presidente, y al lado de Alfonso Gómez Gómez llegué a la Cámara de Representantes.
No siempre gocé de su beneplácito. Se disgustó porque en 1980 acusé ante la Cámara a uno de sus Ministros, y en otra ocasión me sindicó de haber desbarajustado la lista del liberalismo a la Constituyente, que deseaba encabezar. No fue así, pero cargué con la culpa. Tanto, que a eso atribuí que en 1998 hubiera respaldado en la primera vuelta presidencial a Nohemí Sanín. En la segunda me reivindicó y adhirió a mi candidatura en un acto realizado en el Hotel Tequendama, en el que participó el doctor Alvaro Uribe Velez.
Era agudo en sus comentarios. A raíz de las elecciones de 2002 López dijo que “Serpa había quedado enterrado”, a lo que contesté en SEMANA: “López ya no me quita el sueño”. Un par de semanas después fuimos con Rosita a Miami, donde Julio Sánchez Cristo nos invitó a una recepción en su casa. Estaba el doctor López, y fui respetuoso a saludarlo. Me largó la mano y sonriendo me dijo: “Hola Horacio, espero que siga durmiendo bien”.
La verdad, López era mas rosista que serpista. Con Rosita le gustaba conversar y a veces me mandaba mensajes subliminales difíciles de descifrar. Lo mismo que hacía en sus columnas de El Tiempo, que a más de uno produjeron dolor de cabeza. En la última campaña fue enorme hablando del país y del liberalismo, y me respaldó en las plazas y en la urna.
Quería a Santander, donde tenía en Alberto Montoya Puyana a su mas cercano interlocutor. Varias veces le escuché decir que cuando se necesitaba a alguien para cuidar la hacienda pública o el patrimonio familiar, había que buscar a un santandereano.
Ya no estará más. Queda su historia y su pensamiento. Murió López, el hombre. Y en el mismo instante, nació un mito. Hasta la vista, Compañero Jefe!
Bucaramanga,14 de Julio de 2007



Despedida


Diana Sofía Giraldo.

Presidente, tiene los ojos tristes-. -¿Como de niño?-. -Sí-. -No puede
ser. "Ojos tristes como de niño, que no tienen ya ningún cariño....",
recordó el estribillo de una canción mexicana. Ese día supe que se iba
a morir. La mirada sin luz anunciaba la proximidad de la muerte.
Diana Sofía Giraldo *

Él lo sabía. A pesar de tener una edad tan avanzada vivía un día a día
lleno de compromisos y tareas. Se quejaba de la cantidad de prólogos
de libros, de las conferencias a las que se comprometía, de la gente
que llamaba a pedirle puesto, pero en el fondo estaba feliz en el
centro del escenario político y social. Aunque sentía la cercanía de
la muerte en muy pocas ocasiones habló de ella. La escudriñaba desde
la razón y en los últimos tiempos la temía desde el espíritu.

En alguna oportunidad, motivado por el intercambio humanitario, la
última de sus pasiones, estaba decidido a trasladarse a la selva para
recibir a unos policías liberados.

Le dijimos que ponía su vida en peligro. Reflexionó en voz alta:
¿Serán capaces? Mi muerte en esas circunstancias conduciría a grandes
movilizaciones. No lo creo, le dije, recuerde lo que pasó con la
muerte de Álvaro Gómez. Decidió no ir.

La primera vez que habló de la muerte fue después del entierro de
Carlos Lemos. Fuimos a su casa y comentó: "Creo en Dios, pero no en
algunos de sus intermediarios." Yo lo había llamado dos días antes
para decirle que Carlos Lemos se iba a morir. Los médicos le daban
pocas semanas de vida. Comprendí que era inminente. Alguna vez leí que
se podía ayudar a los enfermos a aliviar sus cargas antes de partir y
Carlos se sentía mal porque alguien trató de indisponerlo con López.
No era cierto. El presidente López lo llamó, le expresó la admiración
que sentía por él y le arrancó una de sus últimas sonrisas. Un día
después Carlos murió y López asistió a sus exequias con la serenidad y
la satisfacción de haberle dado un regalo antes de morir.

Meditaba sobre los últimos días de su padre Alfonso López Pumarejo,
que murió en Londres rodeado de unos cuantos amigos. Se preguntaba
sobre las motivaciones que él tuvo para confesarse antes de morir y
pedir un ritual católico en sus funerales.

Con timidez y respeto le regalé una estampa del Jesús de la
Misericordia .Esta devoción promete a quien guarde en su casa esta
imagen, el perdón de los pecados a la hora de la muerte. La recibió
con una sonrisa. Contaba, con mucha picardía, como alguien cercano le
pidió una cita para presentarle un sacerdote que lo quería conocer,
quien al llegar a su casa le dijo categóricamente: "¡Vengo a
confesarlo!". Nunca supimos el final de esta historia.

En otra ocasión reciente, se preguntaba en voz alta cómo sería el
valle de Josafat. ¿Te imaginas a los miles de millones de seres
humanos buscando a sus parientes? Le pregunté dónde tenía la estampa
del Jesús de la Misericordia y me dijo que la llevaba en el bolsillo
cuando viajaba en avión. Siempre le tuvo respeto a los aviones, se
tomaba una pastilla y dormía. Tal vez revivía un accidente de aviación
que sufrió a los 15 años, y recordaba que, en medio de las aguas,
estaba más preocupado por recuperar unos discos comprados en Europa
que por su propia vida.

Su gran amor, Cecilia Caballero. Durante los últimos años este amor
fue in crescendo, asistía con su esposa a todas partes, no la dejaba
sola un segundo, la cuidaba y la protegía con dedicación y esmero.
Siempre tomados de la mano. Como lo expresó uno de sus hijos: "Temía
que la muerte los sorprendiera separados." Ella, devota creyente, le
pedía a Dios con insistencia que le conservara a él la plenitud de sus
capacidades hasta el último momento de su vida. Y así fue.

En sus hijos quedan los rasgos más determinantes de su personalidad.
En Juan Manuel, su espíritu original, creativo y contestatario. En
Alfonso, su afán constante por el conocimiento y el gusto por la
política. En Felipe, su extraordinaria capacidad de análisis de la
realidad y su don para moverse como ciudadano del mundo globalizado.

Fue el mejor de los amigos. Tenía la extraordinaria cualidad de
hacerle sentir a cada uno de ellos que era único. Irremplazable.
Siempre estaba disponible. Devolvía cada una de las llamadas. Se
despedía aun cuando emprendía viajes cortos y se reportaba cuando
regresaba. Le daba continuidad a los temas iniciados. Preguntaba por
la familia, la salud, los hijos. Lloraba a sus muertos. Confiaba en
ellos y los escuchaba. Rindió culto a la amistad durante toda su vida,
y en los últimos tiempos, cuando ya tenía la certeza del valor del
tiempo que se agotaba, reclamaba su presencia y recibía en su
biblioteca diciendo: "Pensé que no iba a volverte a ver".

El dolor por su partida es irreparable para ellos. En sus miradas se
refleja el profundo dolor por una amistad interrumpida y la plenitud
de tener en la memoria los recuerdos y el afecto con que los
privilegió.

Tuvo amigos en todos los rincones de Colombia, sintió y quiso cada
pedazo de su país. Fue vallenato con los vallenatos, fue llanero con
los llaneros. Llevó su país en las entrañas y no necesitó ni de los
cargos ni del poder para desplegar la grandeza del estadista reflejada
en la sencillez imponente de su autenticidad.

* Directora Fundación Víctimas Visibles



El amor judío de Mussolini


Marcos Aguinis, LA NACION, Buenos Aires, julio 20 de 2007.

Margherita Sarfatti fue una mujer hermosa, culta y apasionada, que dominaba cuatro idiomas y conoció a Benito Mussolini durante sus juveniles luchas marxistas. Lo siguió en su rápido ascenso al poder, hasta convertirse en una de sus propagandistas más convincentes dentro de Italia y fuera de ella, incluso en los Estados Unidos, donde fue recibida con honores por el presidente Roosevelt y su esposa, Eleanor. Alternó con periodistas de la talla de William Randolph Hearst, discutió en el fermentado mundo intelectual y forjó una amistad con el presidente de la Universidad de Columbia, en cuyos archivos se guarda como un tesoro la mayoría de sus cartas y documentos. Se decía entonces que Roma volvía a ser la capital del mundo y que Roosevelt aplicaba las políticas económicas de Mussolini.

Millones de oyentes escucharon las exposiciones de Margherita en fluido inglés por la cadena NBC: Italia había superado la anarquía de la guerra, conseguía un rápido crecimiento económico, eliminaba la lucha de clases y había evitado el genocidio que hubieran perpetrado los bolcheviques. Las artes y ciencias recibían un gran impulso desde el Estado. La "mano fuerte" del líder convenía a la indisciplina de los italianos. "¿Qué es el fascismo? -insistía-. ¡Es socialismo!" El socialismo bueno, inclusivo, esperanzador. Había dejado atrás la imperfecta democracia y las exclusiones comunistas.

Margherita y Benito mantuvieron un prolongado romance que fue quebrado cuando el Duce aceptó someterse a las leyes raciales de Hitler. Ella fue entonces autorizada para partir al exilio. Fue una brutal ironía para quien había sido una resonante difusora de las ideas del fascismo y ahora se convertía en su víctima. Quedó entre dos fuegos: el odio de los antifascistas y el odio de los fascistas que no le perdonaban su origen judío.

Luego de pasar por París y no conseguir ingresar en los Estados Unidos, vino a establecerse durante siete años a Uruguay y a la Argentina. Ya era amiga del maestro Petorutti. Su agitada historia acaba de ser narrada con precisión y suspenso por Daniel Gutman en su libro El amor judío de Mussolini, del fascismo al exilio , editado por Lumière .

La evoco ahora porque el miércoles se cumplieron 60 años de su vuelo en Aerolíneas Argentinas rumbo a Italia, de donde no regresaría jamás. Su vida y sus acciones, no obstante, aún brindan lecciones de alto voltaje.

Mussolini tuvo decenas de amantes, pero Margherita no fue una más: su relación duró décadas y estuvo mechada por polémicas. Aunque el Duce solía decir: "Los judíos son mis peores enemigos" y se había opuesto a que su hija Edda se casara con uno de ellos, no los persiguió y mantuvo como ministro de Finanzas al judío Guido Jung hasta 1935. Finalmente, casó a Edda con el conde Galeazzo Ciano, a quien designó canciller cuando tenía 33 años, el más joven de Europa. Ciano más adelante lo traicionó y fue fusilado por los fascistas en presencia de oficiales nazis.

A medida que crecía su poder, menos toleraba Mussolini los disensos, en particular los femeninos. Esto marcó crecientes diferencias con Margherita. Además, el Duce empezó a elegir amantes cada vez más jóvenes. La última, Clareta Petacci, tenía 32 años menos que él. Margherita publicó varios libros, muchos dedicados al arte. Fue la autora de la primera biografía oficial del Duce - Dux -, que se tradujo a 18 idiomas, agotó innumerables ediciones y le dio fama universal. Lo exaltó como el hombre que se hizo a sí mismo y enderezó la historia de Italia. A Margherita la llamaron "zarina del arte". Ante ella se inclinaban, reverentes, funcionarios y diplomáticos. Coleccionaba obras de vanguardia de muchos autores condenados después por el nazifascismo. Como dijimos, había conocido a Mussolini en la juventud, cuando éste, en Milán, editaba el periódico socialista Avanti! Ella era una deslumbrante pelirroja, miembro de una aristocrática familia judía radicada en Venecia desde hacía centurias. Esto impresionó al hijo de herrero, muy histriónico, pero poco esclarecido. Escuchó con embeleso relatos, descripciones y teorías acumuladas en la mente de esta mujer refinada.

Más adelante, en su camino al exilio, Margherita volvió a encontrarse con una vieja conocida, Alma Mahler, quien huía de Austria con su nuevo esposo, el poeta judío Franz Werfel. Alma escribió entonces: "Cuando la vi por primera vez, era la reina sin corona de Italia; ahora es una mendiga real en el exilio; viene a visitarnos con frecuencia y su vitalidad anima a todos los emigrados". Era frecuentada por Jean Cocteau y otros personajes ilustres. Dio numerosas conferencias en el Louvre en perfecto francés; su erudición era asombrosa.

Margherita escribió que desde que había llegado a su exilio parisiense se había sentido rodeada de gente buena, lejos del veneno, la presión, la falsedad y la crueldad. "Mis libros en Italia ahora no son leídos. Creo que serán quemados con todos los libros escritos por judíos en una ceremonia solemne." Muchos de ellos habían sido prologados por el mismo Duce y el absurdo sonaba a humor negro. "Las medidas tomadas en Italia en tres semanas van más lejos que las de Alemania en cinco años de persecución." Esto se contradecía con la promesa que Mussolini había transmitido a millones de italianos americanos y a toda América de que jamás tomaría medidas antisemitas. Margherita advirtió algo que antes no había querido ver: su cínico oportunismo.

En el primer encuentro que habían tenido ambos dictadores en 1934, Mussolini dijo a Hitler que defendería la independencia de Austria. Luego, mareado por delirios imperiales, lo apoyó en todo lo que exigía el teutón, incluidas las leyes raciales.

Antes de expulsarla, el Duce había vuelto a pedir la ayuda de Margherita para mejorar su perfil internacional, deteriorado por su invasión de Etiopía. Pero en mayo de 1936, frente a una multitud extasiada, anunció el nacimiento del imperio fascista. La Sociedad de Naciones le aplicó sanciones. No obstante, Estados Unidos se negó a cumplirlas en su totalidad por ruegos de Margherita al presidente Roosevelt. Ella todavía conservaba la esperanza de impedir que Mussolini siguiera a Hitler. De haberlo logrado, Italia no habría participado de la Segunda Guerra Mundial, esquivándola como el astuto Franco. Entonces, ¿qué habría pasado con el fascismo?, se preguntó Daniel Gutman cuando lo entrevisté con motivo de su excelente biografía.

Al estallar la guerra, el cónsul italiano en Barcelona, que había sido amigo de Margherita, le aconsejó huir enseguida de Europa y le consiguió un pasaje en el transatlántico Augustus rumbo al Río de la Plata. Durante la escala en Río de Janeiro fue abordada por los periodistas y ella se limitó a decir: "De política no hablo". En Montevideo la esperaba su hijo Amedeo, también expulsado de Italia. El periódico Marcha quiso extraerle secretos, pero Margherita Sarfatti replicó que venía a estudiar el arte precolombino. El periodista describió su rostro marcado por los embates del tiempo: de su pasada belleza triunfante e irresistible aún quedaba la mirada femenina y alegre de sus grandes ojos verdosos. Sólo atinó a balbucear: "Europa... la pobre Europa, ya no sabe buscar su felicidad". Otro diario tituló: "Margherita Sarfatti, el gran amor del Duce, vive desterrada en Montevideo". La revista Atlántida de Buenos aires pudo extraerle confesiones de sus primeros años de lucha, llenos de sueños e intenciones fraternas. Escribió a Emilio Petorutti, que había frecuentado el salón de Margherita en Milán y en ese momento dirigía el Museo de Bellas Artes de La Plata. La invitó enseguida, enterado de su tragedia, pero chocó con la intelectualidad antifascista, que no olvidaba los servicios prestados al nefasto movimiento. Tampoco pudo conseguir el apoyo del periodista Natalio Botana ni de los diarios La Prensa y LA NACION. Trató de conectarse con Victoria Ocampo, quien había visitado al Duce en 1934, antes de su agresión africana, para exponerle sus ideas feministas. Mussolini la atendió cortésmente, pero al despedirla en la puerta, la espantó con esta frase: ¡Le donne, per parire! (Las mujeres, para parir). Victoria no olvidaba. Su revista Sur tomó partido en favor de Gran Bretaña y Francia: "Permanecer neutrales ante su suerte es permanecer neutrales ante nuestra propia suerte". Victoria Ocampo, junto con Natalio Botana, fundó en 1940 la Acción Antifascista.

La presencia de Margherita Sarfatti en el exilio desconcertaba. Los judíos italianos la esquivaron. Pero Victoria Ocampo, fiel a su estilo rebelde, tuvo el coraje de extenderle un consuelo. Le escribió a su amigo Roger Caillois: "Ya ves, perdono muchas cosas", y agregó que lo hacía con quienes no son personas insustanciales. La acompañó a la primera conferencia que dio Margherita, titulada "De la novela histórica a la historia novelada", dedicada a la literatura francesa. Victoria, al presentarla, evocó que Margherita Sarfatti escribía artículos anónimos desde los 14 años en diarios socialistas y recordó su campaña en favor de las libertades, en 1914. Evocó su primer libro, La milicia femenina, en Francia, sus cursos en italiano, francés, inglés y alemán, sus actuaciones en las universidades de Berlín, Colonia, Amsterdam, Grenoble, Columbia, y su devoción por el arte italiano. Respecto de sus vínculos con Mussolini, piadosamente no pronunció una palabra.

Luego le empezaron a publicar artículos en diarios y revistas junto a firmas destacadas del momento, todas ellas antifascistas. Pasaba los veranos en Uruguay y los inviernos en Buenos Aires. Por fin consiguió la simpatía de Natalio Botana, quien se fascinó ante el acopio de cultura, gracia y belleza que reunía esta mujer. Margherita siguió el dramático curso de la guerra y celebró la victoria aliada. También se mantuvo alerta frente a los acontecimientos que agitaron a la Argentina desde comienzos de los años 40. El naciente fenómeno peronista le generó un incómodo déjà vu . Pero prefirió concentrarse en sus caudalosos conocimientos artísticos y marginarse de la política hasta su muerte, en Italia, en 1961. Esta biografía la ha resucitado en su fascinante atractivo y complejidad.



DOCTOR QUIERO VER SANGRE…, PERO AYÚDEME.
-UN PROBABLE SERIAL KILLER EN LA PRÁCTICA CLÍNICA –


ALFREDO DE LOS RÍOS. PSIQUIATRA - PSICOANALISTA.

COMENTARIO INTRODUCTORIO
Este trabajo consiste en la descripción y reflexión sobre un paciente que acudió hace algunos meses a una Consulta Psiquiátrica hospitalaria y por su relato y los actos criminales que ha cometido, me parece de especial interés publicarlo en un revista de temas jurídicos y criminológicos.
En nuestro país los fenómenos de violencia son altamente polimorfos, y en su mayoría están relacionados con actos de violencia política o delincuencial, que no llegan a ser directamente estudiados, ni competen de suyo, a los servicios de Psiquiatría. Estamos acostumbrados a las masacres, a los muertos en combates entre los diferentes grupos armados, a las víctimas de la delincuencia común y a los que mueren por riñas y venganzas; también a los innumerables casos de homicidios debidos a aquello que de manera eufemística se ha denominado la “limpieza social”. El homicidio o asesinato en Colombia asociado con trastornos psíquicos o sin motivos aparentes, quizás no es infrecuente, sino que tiene menos publicidad y apenas se estudia en los ámbitos forenses.
En este caso, que se presenta como un homicida múltiple, que actúa en solitario, las víctimas tienen un cierto patrón habitual, y no hay una intención de beneficio económico, ni sexual, ni una relación personal previa. Ofrece así el perfil de lo que a nivel tanto de la literatura forense como de los medios en general, se ha denominado asesinato en serie - serial murder - y el victimario toma las características de un asesino en serie o serial killer.
Actualmente este joven permanece en la impunidad, no se ha desarrollado ninguna investigación de tipo policivo de sus crímenes, y existen elementos confirmatorios por parte de su familia de varios homicidios, entre los muchos que él ha relatado en las entrevistas. La discusión se plantea en términos clínicos, psicopatológicos y psicosociales, además de varias inquietudes éticas sobre el abordaje de un caso tan singular para el psiquiatra clínico.
RESUMEN DE HISTORIA CLINICA
Nombre: AK
Edad: 18 años
Estudió hasta 11 grado, sin terminarlo. Ocupación actual: Ninguna. Vive con la madre y 7 hermanos medios. Son 5 hombres, el paciente es el mayor, y 3 mujeres. Una de sus hermanas, que presentaba un síndrome de Down, murió a los dos años de edad.
Motivo de Consulta:

A mediados del segundo semestre de 1999 se recibe en el servicio psiquiátrico una interconsulta de Medicina Interna que dice: “ Paciente con fractura de fémur, por lesión con arma de fuego. Farmacodependiente : Bazuco, “perico”. Ahora con euforia y excitabilidad haciendo episodios de hipertonía generalizada, los cuales después de conversar con el paciente, desaparecen por completo. Se solicita evaluación psiquiátrica.”
Diagnóstico provisional ( En la Historia clínica) :
 ¿Trastorno conversivo?
 ¿Convulsión?
 Farmacodependencia
 ¿Síndrome de Abstinencia?

Dos días después, el Residente de Psiquiatría encargado, anota en la historia clínica como respuesta al pedido de la interconsulta: "Hombre de 18 años, con fractura de fémur por arma de fuego; consume con frecuencia pasta básica de cocaína (PBC), marihuana (THC) y cocaína; presentó cuadro de rigidez muscular con supuesta pérdida de la conciencia, que cedió al hablar pausadamente con él; no presenta sintomatología de trastornos psiquiátricos mayores. Aparentemente el consumo de los psicoactivos no justifica la presencia de un síndrome de abstinencia. Ansiedad sintomática moderada; se ordena EEG (electroencefalograma). Fue reportado como normal.”
“Impresión diagnóstica: 1.- Abuso de PBC y THC
2.-¿ Crisis convulsiva vs crisis conversiva?
Seguimiento por Consulta externa de psiquiatría”
Consulta Externa de Psiquiatría.

En enero de 2000 el paciente consulta de forma ambulatoria en el servicio psiquiátrico del Hospital San Vicente de Paúl de Medellín. Esta consulta se realiza con presencia de un grupo de estudiantes de Medicina, situación frecuente en un hospital universitario.
Inicialmente el paciente entra solo. Su apariencia es la de un adolescente corriente con la cabeza rapada, cachucha, zapatos tenis grandes y de marca, delgado, tranquilo, mirada muy fija, actitud cooperadora. Lenguaje de parcero: “manes, amurao, chirretes, etc.” Previamente, con el grupo de estudiantes, habíamos leído las notas de la H.C. y esperábamos que consultara por las crisis descritas.
• ¿ Cuéntanos qué te ha sucedido? R. El diablo me habla…
• Explícanos mejor… R. Así de sencillo, como estar con Uds. aquí, y ninguna figura rara, como cualquier man de la calle.
• ¿De qué te habla? R. Siempre de cosas malas, me dice que debo hacer maldades.
• ¿Te asusta?… R. Casi no. Al principio me parecía raro y yo no entendía por qué me decía esas cosas. Ahora, ya estoy acostumbrado, más bien me parece extraño cuando no me dice nada….
• ¿Y qué maldades te dice que debes hacer?… R. Hacer daños, tirarle a alguien, matar…. ¿ Y has matado a alguien? R. Sí, varias veces.
(En ese momento dado el estilo de respuesta: frío, sin vacilaciones y con escasa resonancia afectiva, considero que no es prudente continuar el interrogatorio por esa vía, ya que estamos en un grupo académico y algo muy delicado está surgiendo, además para evitar el tinte de espectáculo que pueda ofrecer, debido al tema mórbido. Cambio de dirección la entrevista, para explorar con más detenimiento el carácter de los signos y síntomas actuales, dejando para otras entrevistas individuales los detalles de los posibles actos violentos).
Se elaboran preguntas sobre otros aspectos de su motivo de consulta. Narra que el 31 de Diciembre trató de suicidarse tomándose todas las pastillas que estaban a su alcance (vitaminas, analgésicos, antibióticos) y fue llevado a un servicio de urgencias donde se le practicó lavado gástrico y estuvo algunas horas en observación.
• ¿Por qué querías morirte? R. Estaba desesperado, aburrido, como con zumbidos en la cabeza y en los oídos. En esos días todavía me dolía la cabeza porque me habían dado con una cacha de un arma (muestra la cicatriz en la zona fronto-parietal izquierda) y sentía mucho dolor en la pierna fracturada, casi ni podía caminar. Además no podía dormir en las noches y me mantenía oyendo música.
• ¿Estabas consumiendo algún tipo de droga?
R. En esos días fumaba marihuana, uno o dos cigarrillos al día. No he vuelto a meter de lo otro…(ya sabíamos a qué se refería…)
Cuenta que esas molestias las tenía desde que salió del hospital. Sobre los “movimientos extraños” durante la hospitalización dice que no sabía por qué le daba eso. Se sentía aburrido, con rabia, con ganas de escaparse, pero no podía, y de repente empezaba a torcerse; considera que no perdió el sentido. En las noches dormía muy poco, a veces “veía” como unas sombras en la pared; anota que todavía no “conversaba” con el diablo, eso empezó después de salir del hospital. Agrega que en la hospitalización anterior, cuando lo atropelló un carro, que le fracturó el fémur de la otra pierna, y duró hospitalizado más de veinte días, no solo veía sombras, sino que en la oscuridad percibía como una cara, que crecía y parecía un monstruo y eso le producía mucho temor; esto le sucedió en varias ocasiones, pero cuando llegó a su casa ya no sentía nada.
Con respecto al trauma reciente nos comenta que los que lo atacaron "eran una gente de un combo de otro barrio, con los que hay cosas pendientes y me cogieron desprevenido; después me tocará buscarlos".
Luego anota: “ Eso no es nada, lo peor que me sucedió fue hace más o menos un año, cuando estaba en una esquina con mi mejor amigo, en esa época yo era sano (no consumía droga, no hacía maldades). El amigo me aconsejaba, era como mi hermano, aunque era menor que yo. Él consumía y era malo, pero no quería que yo lo fuera, y llegaron unos tipos y lo mataron delante de mí, yo solo quedé herido en un brazo (y muestra la cicatriz), fue lo más barro, lo más horrible. Yo creo que todo empezó ahí; desde esa época ya no me importa nada y tampoco que me maten…y al que se me atraviese me le enfrento".
En este momento le explico que lo puedo seguir atendiendo individualmente y le doy nueva cita para esa misma semana. La madre nos informa de sus antecedentes familiares y de conductas que ha observado en su hijo, que se agregan en la evolución del caso.
De aquí en adelante resumo los datos importantes de las entrevistas individuales posteriores a las cuales el paciente llega cumplido y con franca actitud de cooperación.
• ¿Qué buscas matando a alguien? R. No sé. Me da como un impulso. Necesito ver sangre, me gusta cuando ésta aparece. Pero nunca le tiro ni a mujeres, ni a viejos ni a niños. Solo a hombres grandes, que se puedan defender, para que no sea como abusando de debiluchos. -¿ Y qué es lo que haces? R. Salgo por la noche cuando las calles están muy solas y si veo que alguno pasa por ahí, trato de llegarle rápido, con un cuchillo filudo que tengo, y le corto el cuello o se lo clavo en el pecho. Casi ninguno dice ni pío, no es mi intención robarles y de algunos no puedo asegurar que hayan muerto, pero quedan ahí chapaliando… ¿Pero nadie te ha visto, no hay ningún testigo? R. No creo, porque es a horas en que no hay nadie, y si alguien ha visto también le dará miedo sapiarme…En el barrio donde vivo pasan muchas cosas, hay muchos muertos y la gente sabe que es mejor no hablar…”

Le pregunto que en qué puedo ayudarle y que si no teme que al contar todo eso alguien pueda denunciarlo a la policía. Dice que quiere dejar de sentir esos aburrimientos y también dejar de sentir ese deseo de matar y de ver sangre. - ¿Temes que si cuentas esas cosas se pueda saber y eso te produzca problemas? R. No creo que aquí me denuncien porque los médicos deben guardar los secretos de los pacientes…¿Me va a volver a dar cita?

Antecedentes

Algunos antecedentes importantes, son narrados por la madre y posteriormente corroborados por el paciente con los matices subjetivos correspondientes.
El genitor del paciente sólo tuvo una relación ocasional con la madre. El paciente no lo conoce y expresa deseos de ir a buscarlo.
En los antecedentes biográficos, no hay según la madre, particularidades especiales. Fue un niño normal para su medio, no especialmente agresivo. Aprendía con facilidad y solo perdió un año cuando fue atropellado, por la prolongada hospitalización.
La madre tiene unión libre con otro señor, quien es el padre del resto de los hijos. Relación difícil, con varias separaciones temporales; el marido ha sido muy violento con ella y con los hijos. Con el paciente ha sido especialmente cruel en los castigos. Desde que estaba muy pequeño lo encerraba, lo obligaba a subir de rodillas escalones o a pasar sobre tapas de gaseosas lo cual le producía esfacelación de la piel y sangrado en las rodillas . Se genera una rivalidad creciente entre ambos. Cuando tenía 14 años el paciente se enfrenta con el padrastro y le expresa que quiere matarlo. En ese tiempo el señor tenía otra mujer, la cual llamaba por teléfono a la madre y la insultaba. El paciente dice que va a agredirla para que le duela a su padrastro en lo que más quiere. Se da un nuevo enfrentamiento más reciente, cuando la amiga del padre expresa cierta satisfacción por la muerte de la niña mongólica y acusa a la madre de negligencia con su hija. De hecho, AK la agrede y le dispara con un changón (arma artesanal) que le produce una herida en el hombro. Amenaza al padrastro y le dice que si lo vuelve a ver por el barrio, le costará muy caro.
La madre insiste en que AK cambió totalmente a partir de la muerte del amigo. Fue buen estudiante, hábil en matemáticas. Abandonó el grado 11 por el trauma de la pierna. Trabajó con el padrino y éste dijo que era inteligente y muy hábil con las manos. Tiene gran facilidad para la mecánica. En los últimos meses, se le ve muy solitario, encerrado, irritable, le dan desesperos y grita o tira objetos. Cuando empezó a ser problemático, parece que estuvo vendiendo droga, lo arrestaron y lo enviaron a un correccional de donde escapó. Dice AK, que si lo vuelven a atrapar y lo llevan a la cárcel, se mata primero.
La madre comenta que expresa mucho interés en asistir a las citas.
Evolución

Ha asistido cumplidamente a 10 citas. Entre la primera y la tercera, comenta que mató tres personas más. Narra con mucho detalle uno de los homicidios. El de un joven, a quien señala como “un gomelo”, que en las horas de la noche estaba cerca de un lugar turístico, donde él merodeaba con otro amigo maldadoso. Decidieron asaltarlo entre los dos, lo degüellan con sendos cuchillos y luego le quitan los zapatos tenis de marca, que AK se lleva para su casa. En esa ocasión tanto las ropas de AK como los tenis de la víctima quedaron ensangrentados y es la primera vez que la mamá sospecha de algo concreto, y a los pocos días, alarmada, va a contarme al hospital. Durante las entrevistas AK narró no menos de 5 crímenes y aludió a aspectos fragmentarios de otros varios.
Muestra interés por contar todos los detalles pero también expresa que quiere hacer acciones buenas. Comenta que tuvo contacto con grupos satánicos, pero que allí no ha participado en muertes humanas, sino en sacrificios de animales. Le gusta beber sangre en estos sacrificios y acepta haberlo hecho con varias de sus víctimas. Cree que desde estas experiencias comenzó a oír la voz del diablo, aunque en las últimas semanas no la ha vuelto oír, o muy ocasionalmente. Le pregunto que cuántas personas cree que han muerto por sus ataques y, después de hacer cuentas, y vacilar unos momentos, dice que ¡45 (cuarenta y cinco)!!!
No expresa ningún arrepentimiento por sus actos, aunque quisiera “dejar esa tendencia, que a veces es muy fuerte”. Acepta que le impresiona que alguna víctima le diga que le perdone la vida porque es padre de familia, sin embargo, concluye su cometido para no dejar testigos. Cree que sus heridas y su mala situación económica son el castigo por sus malas acciones.
No se tenía evidencia de los homicidios, hasta que la madre supo de esas acciones y confirmó los últimos crímenes, lo mismo que su hermana, que en una ocasión, con angustia importante, fue al hospital para informarme que AK había matado un taxista cerca de su barrio, del cual ella había visto el cadáver y el auto volcado, y en aquel momento la mamá no estaba todavía enterada.
El último crimen que AK narró en las entrevistas antes de suspenderlas, fue de alguien a quien él conocía, una persona mayor, quien había sido su patrón meses antes, que con otro amigo, posiblemente el cómplice de otros homicidios, fueron invitados a su apartamento para tomarse unos tragos y para que le llevaran una amiga de ellos que le gustaba al expatrón. Este era soltero y vivía solo. En medio de la fiesta AK llamó al amigo aparte y le dijo que mataran al señor, y lo ultimaron con más de 30 puñaladas. En medio del acto sangriento, la víctima mira a AK y le pregunta: “¿Por qué Ud., si yo lo estimaba?” Advierten a la muchacha para que no cuente nada porque si lo hace, la amenazan con matarla.
Esconden el cadáver de la víctima debajo de una cama, envuelto en cobijas. AK se sintió muy decaído al otro día y tuvo varias pesadillas sangrientas en las cuales lo que más lo angustiaba era la mirada aterrorizada y sorprendida de su víctima y la agónica pregunta, a la cual él, días después, no sabía darle respuesta; solamente comenta que fue un impulso incontrolable y que sintió en medio de todo, un gran placer al hacerlo. Varios días después la madre, confusa y ansiosa, solicita una entrevista conmigo, porque fue ella la que descubrió el crimen. Los documentos de identidad de la víctima estaban en poder de AK y ella los encontró y con ello sospechó que algo había sucedido. Como el hombre asesinado era amigo de la familia, la madre llamó a una de sus hermanas para que exploraran el apartamento, sin darse a conocer. De esa forma encontraron el cadáver y en el medio de la intimidad familiar AK aceptó haber cometido el tremendo acto, con justificaciones muy pobres, como " él ya ha vivido mucho y tenía muchas cosas, en cambio yo no tengo nada"; sin embargo no parece haberle robado nada. La madre ha expresado que en varias ocasiones ha pensado en denunciarlo a la Fiscalía, pero siente que a pesar de todo es su hijo, y se sentiría muy mal si así lo hiciera.
AK tiene una novia, quien fue entrevistada en una ocasión, que confirma gran parte de la información dada por AK y acepta ella también haber cometido homicidios, por uno de los cuales estuvo dos años en la cárcel de mujeres. Comenta que tiene la necesidad de estar chupando sangre, por ejemplo de las manos de sus amigos, a los cuales chuza con navajas, dice que esta práctica le quedó de un homicidio que en conjunto con un parcero realizó contra un exnovio que la había traicionado y el amigo le enseñó a tomarse la sangre de los cadáveres, como una forma de conjurar el retorno del espíritu vengador. Ha practicado también rituales satánicos y en días pasados tuvo varias crisis que ella describe como si hubiera estado poseída por un espíritu diabólico. Comenta que AK es celoso y exigente, que en las discusiones se insultan y a veces se pegan entre ambos, pero que nunca él la ha violentado; que una vez le dijo que si le era infiel, la mataba lo mismo que al hombre. Lo nota últimamente decaído, irritable, y cree que ha hecho cosas que él no le ha contado.
En el EXAMEN MENTAL AK no presenta trastornos cognoscitivos, la conciencia, orientación, concentración, memoria reciente y remota no muestran trastornos. En las entrevistas el paciente se muestra tranquilo, coopera con el interrogatorio y en muchas ocasiones habla espontáneamente. Se queja de presentar en su casa insomnio de conciliación, ansiedad nocturna, con “desesperos” ocasionales en los cuales tiene que levantarse y caminar en su cuarto, o a veces es el momento en el cual decide salir y cometer alguna fechoría, que lo relaja y después retorna y puede dormir. Pese a que en las entrevistas no presenta síntomas depresivos definidos, en algunas ocasiones habla de estar aburrido, de no encontrarle un sentido a su vida, de creer que no podrá lograr el objetivo de tener un trabajo algún día y poseer dinero. No obstante, jamás llora ni expresa abiertamente que quiere morir; a lo sumo manifiesta que no le tiene miedo a la muerte y que si alguien trata de matarlo se batirá hasta el final. "De todas maneras creo que moriré muy joven, siempre es posible que alguien me resulte más varón".
Las alteraciones sensoperceptivas como “oír hablar” al diablo, no parecen alucinaciones verdaderas de tipo psicótico, sino más bien pseudoalucinaciones, es decir falsas alucinaciones, las cuales se consideran más como imágenes psíquicas de tipo escénico, por su carácter más complejo, con sentido temático y conexión con su situación subjetiva; además fueron desapareciendo a lo largo de las entrevistas y efectivamente podrían tener conexión sugestiva con las experiencias de satanismo.
En su pensamiento no encuentro trastornos de estructura ni de contenido. No existen verdaderas ideas delirantes, y a un cierto nivel la muerte y los hechos de violencia pueden señalarse más como ideas sobrevaloradas .Expresa un mundo mental en el cual podría ser rico y poderoso. Ha tenido contactos con grupos de delincuentes, pero no ha logrado ingresar por falta de padrinos. Actualmente actúa sólo o con algún compañero igualmente impulsivo. Lo que es claro es que los crímenes no tienen un objetivo económico ni sexual; la intencionalidad es nítida y aunque siente el “impulso” no parece de carácter “irresistible”.
En el afecto es donde se pueden encontrar más hallazgos: frialdad relacionada con sus acciones criminales; escasa respuesta de remordimiento o autocrítica, a excepción de lo ya señalado, cuando le han demandado piedad por tratarse de padres de familia, o en el caso relatado de su expatrón. No hace una conexión muy clara entre su malestar y su ansiedad con los actos cometidos. Es muy vaga la solicitud que él expresa para superar su tendencia homicida, hace más hincapié en la superación del malestar y del insomnio. Con rapidez realiza una cierta idealización del médico y al final de cada entrevista hace énfasis en que quiere continuar las sesiones, como si encontrara tranquilidad y ambiente de confianza en los encuentros. La mamá confirma lo anterior en las ocasiones que llamó o cuando me dio alguna información.
Es evidente la clara dificultad en el control de impulsos, no sólo en los actos más destructivos, sino también en su casa y con sus hermanos, con quienes presenta explosiones de rabia y agresiones intensas.
Hipótesis Diagnóstica- Punto de vista psiquiátrico

 Farmacodependencia múltiple
 Trastorno distímico (Depresión moderada de evolución crónica) con elementos ansiosos
 Trastorno de personalidad. (¿Antisocial? ¿Narcisista?)
 ¿Estructura psíquica psicótica con manifestaciones clínicas no específicas?

Tratamiento Psiquiátrico inicial: Se medica Fluoxetina 20 mgrs por día, por su efecto antidepresivo y para disminuir las conductas impulsivas. Se prescribe además Trazodone 50 mgrs en la noche, para inducción del sueño. El paciente no ha sido disciplinado con el tratamiento y no sabemos de su evolución actual, porque después de 10 citas deja de asistir, cuando se le señala que no es posible seguir escuchando sus actos criminales, sin que él haga algo para asumir la responsabilidad de los mismos, los cuales él justifica como un impulso importante pero no irrefrenable. Por razones obvias la escucha era amplia y atenta, y se trató de que el paciente realizara una demanda más personal, que la sola búsqueda de aligerar su malestar. Desde el comienzo se le planteó el desacuerdo básico del entrevistador con sus acciones criminales, pero se le ofreció la posibilidad de comprender mejor sus motivaciones y la seguridad de respetar su confidencialidad, en el sentido de que no se le delataría, respetando con ello el secreto médico.
Se comentó con el paciente la necesidad de discutir con otros colegas su caso, por las dificultades que implicaba para ofrecer cualquier tipo de ayuda, respetando la confidencialidad con relación a los aparatos de justicia. El paciente acepta con alguna reticencia.
De hecho se realiza una presentación con el grupo académico del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Antioquia y pese a que la discusión es rica en opiniones y en puntos de vista disímiles, el juicio mayoritario es que el paciente a pesar de que presenta algunos síntomas de malestar, no tiene una demanda precisa, y a lo mejor trata de encubrirse contándole a un médico y trasformándolo en cómplice. Se cita el célebre caso Tarasov de California (EEUU), en el cual un paciente que había expresado la intención de asesinar a su novia, el terapeuta no consideró prudente alertar a ésta porque en apariencia el paciente desistió de dicha amenaza por un tiempo; sin embargo, meses más tarde la asesinó. En estos casos, en la legislación de ese estado, se autoriza la ruptura del secreto médico y el aviso a la posible víctima o a la policía.
Se realizó también una consulta con Medicina Legal y de manera informal la respuesta fue la de que se debe preservar la confidencialidad del paciente. Plantean la duda de la veracidad de los relatos, porque en una situación semejante con otra persona, después de un largo tiempo se descubrió una pseudología fantástica, es decir una patología mental como efecto de la cual el paciente imaginaba haber cometido muchos crímenes sin ser eso verídico.

ALGUNAS CONSIDERACIONES CRIMINOLÓGICAS

El Instituto Nacional de Justicia de Estados Unidos define el asesinato en serie como: "una serie de dos o más asesinatos cometidos en eventos separados, usualmente, pero no siempre, por un victimario que actúa solo. Los crímenes pueden ocurrir en un período de tiempo que tiene un rango desde horas hasta años. Con frecuencia el motivo es psicológico, y la conducta del victimario y las evidencias físicas observadas en el crimen reflejarán elementos sádicos y de contenido sexual" (1).
Egger, en una reciente antología de trabajos sobre asesinatos en serie, anota la falta de consenso en las definiciones. Presenta la suya: "Un asesinato en serie ocurre cuando uno o más individuos (hombres, en los casos más conocidos) cometen un segundo y/o subsecuente asesinato. No hay una relación previa entre la víctima y el atacante; es en un tiempo distinto y no tiene conexión con el crimen inicial; y usualmente es cometido en un diferente lugar geográfico. Además, el motivo no es para beneficio material y existe deseo en el asesino de llegar a tener poder sobre sus víctimas." (2)
Holmes y De Burger definen al asesinato en serie: " como homicidios repetidos cometidos por un victimario cuya motivación es matar (de manera diferente a los crímenes pasionales o por beneficio personal) y cuyas víctimas son generalmente extraños o levemente conocidos. (3)
Estos mismos autores usan una tipología, que han utilizado después de revisar 110 casos de asesinos en serie. Encuentran tres tipos principales:
 El asesino tipo visionario, quien atribuye sus crímenes a visiones o “voces” que lo impulsan a cometer los asesinatos. Generalmente estos individuos responden a presencia de alucinaciones y presentan criterios clínicos de psicosis. También puede tratarse de alguien que siente una misión que tiene como objetivo eliminar un grupo identificable de personas como prostitutas o mujeres jóvenes.
 El tipo hedonístico quien mata por el placer derivado de sus actos.
 El tipo de poder y control, quien mata por la experiencia que tiene de dominación y sensación de poder. En estos casos aparece la profunda satisfacción del asesino de tener el completo control de la vida o la muerte de sus víctimas
Esta tipología es un instrumento para perfilar las diferencias motivacionales de los asesinos en serie, y tiene sus limitaciones por que es más una descripción que un producto del análisis psicopatológico o psicodinámico.
La motivación primaria de los serial killer, de los 203 revisados por Hickey, incluye: sexo (58%); placer sádico de matar (38%); ganancia económica (36%) y motivación personal o inespecífica (27%). La imagen estereotipada del asesino en serie como dirigido exclusivamente por sexo y lujuria, no es sustentada en este estudio. Y como anota este autor los asesinos aparecen como producto de múltiples motivaciones.
Ressler, Burguess y Douglas, en un estudio de 36 convictos señalados como asesinos sexuales, 29 de los cuales, además se consideraban como asesinos en serie, presentan una tipología basada en el grado de organización reflejada en la conducta del victimario.(4) La organización es usualmente un indicio de inteligencia, en estos casos es cuidadoso y astuto; el crimen está bien pensado y calculado. Es semejante a conducir un carro con el mayor cuidado. El crimen es habitualmente cometido fuera del área de residencia y trabajo. El asesino se mueve y puede desplazarse muchos kilómetros. La fantasía y el ritual son importantes. Hace selección de la víctima, la cual es considerada como la precisa: alguien a quien pueda controlar, por manipulación o por la fuerza, usualmente un extraño y utiliza sus habilidades verbales para manipular a sus víctimas y ejercer control sobre ellas hasta que las tiene en su propio terreno. Este tipo de asesino es buen conocedor del carácter criminal de sus actos y está orgulloso de su habilidad para entorpecer las investigaciones policivas. Es frecuente que conserve “souvenirs” (recuerdos) de sus víctimas, los cuales son usados para rememorar el evento o para aumentar sus fantasías en torno al crimen y los puede considerar como un trofeo. Puede excitarse con la crueldad del acto, y el control sexual de la víctima puede ser un factor importante en este escenario. Este tipo de criminal usa su propia arma, evita dejar indicios en el lugar de los hechos; además está familiarizado con los procedimientos judiciales y le interesa seguir los reportes para estar enterado de la situación de la investigación. El cuerpo de la víctima es removido con frecuencia de la escena del crimen y su objetivo es engañar o escandalizar.
El tipo contrario es el desorganizado, quien es considerado socialmente inadecuado, por ser aislado y solitario. Es menos móvil y se podría describir como alguien encerrado. Tiene una pobre imagen de sí, y escasos hábitos de higiene y apariencia descuidada. Sus allegados lo consideran misterioso en apariencia y conducta. Puede tener ideas delirantes y con frecuencia se le ha diagnosticado algún trastorno psiquiátrico. Este tipo de criminal, se considera que ha internalizado la rabia, el odio y el miedo. Sexualmente es más limitado y es posible que no haya tenido experiencias sexuales previas. Compensa con fantasías sustitutivas sus dificultades sexuales y se han observado actividades perversas como fetichismo, voyerismo, exhibicionismo y prácticas autoeróticas. Durante el crimen usualmente presenta un afecto ansioso. Hay mínimo uso de alcohol o drogas. En estos casos no se observa interés por las noticias acerca de los crímenes. Es más probable la mutilación de los cadáveres o la antropofagia en las cuales consumen flujos y sangre y realiza actos sexuales o masturbatorios con el cuerpo o con la ropa de la víctima.

UBICACIÓN DE AK EN LAS DEFINICIONES Y TIPOLOGÍAS PREVIAS

Cada caso es singular y ninguna tipología podrá ser lo suficientemente abarcadora para contener todos los rasgos. En general las definiciones apuntan a los elementos generales observados en AK: varios crímenes sin relación entre sí, personas en su mayoría extrañas, salvo el de su expatrón y con un perfil de hombres adultos. No predomina el beneficio económico, ni la venganza directa, ni tampoco, hasta el momento, la búsqueda de satisfacción sexual. En el caso concreto, durante las entrevistas, se le hizo el señalamiento del predominio de la figura masculina en sus víctimas y del odio y rivalidad con su padrastro, lo cual el paciente acepta y además le sirve como punto de partida para expresar su odio y los planes que ha tenido para matarlo y de hacerle daño por medio de la agresión a su amante. Este aspecto clínico, aunque parezca una caricatura de la teoría freudiana, tiene un peso específico en este caso. El paciente "actúa" desplazadamente ese odio en figuras equivalentes. Lo que no queda muy claro es la dinámica y los elementos que se movilizaron en la estructura psíquica, a partir de la muerte de su amigo, para desencadenar esta serie sin límite de homicidios. El conflicto es semejante al de muchos neuróticos, el interrogante es ¿por qué en este caso el asesinato del padre se repite interminablemente?
La tipología del visionario está más cercana a la estructura psicótica con la presencia frecuente de alucinaciones. En AK la voz del diablo es un fenómeno sospechoso, pero sus características pseudoalucinatorias, su falta de persistencia, su condición significativa no nos permiten considerarla como verdadera alucinación. En otros aspectos de su vida AK no actúa como un psicótico, por lo menos en el nivel clínico. Las prácticas satánicas pueden estar relacionadas, de forma sugestiva o identificatoria con esa representación, y en este caso, podría tener más el valor de un aspecto disociado del yo o del self. Es decir una parte del sí mismo, que concentra todo su potencial agresivo, que se diferencia de otros aspectos más integrados de su personalidad.

En muchos momentos AK ha expresado claramente el placer de matar y de "ver sangre", lo que lo sitúa en la tipología del hedonista. En oposición al "puro" placer están los efectos de malestar, ansiedad y depresión, además de las vacilaciones y esbozos de remordimientos con las solicitudes de clemencia, y de una manera más personal con la mirada y la pregunta en su último crimen conocido. Los antecedentes biográficos no muestran claramente las prácticas de crueldad o la frialdad para infligir dolor o sufrimiento. En su niñez y pubertad no se caracterizó, según la madre, como agresivo o pendenciero, ni tampoco como torturador de animales o abusador de niños más pequeños.
En las descripciones de sus homicidios, el aspecto de control y poder sobre la víctima ha surgido, no obstante no es un rasgo permanente. En varias oportunidades comentó que no sentía ni odio, ni rabia, ni especial pasión por la víctima. Rara vez utilizó prácticas de crueldad evidente, o técnicas de tortura o aplazamiento de los golpes mortales. Un rasgo que puede tener algún interés es que mata en silencio; rara vez, especialmente si no hay gran resistencia, insulta o humilla a sus víctimas.

En los aspectos de organización y desorganización, posee rasgos de ambos tipos. No planea ni calcula. Es impulsivo por excelencia, aunque en el momento preciso evita situaciones de riesgo, y aprovecha la soledad de la víctima, la oscuridad, el efecto sorpresa, y como se describía arriba, intenta terminar su acto a pesar de sentimientos que puedan surgir de alguna forma de compasión. Tiene su arma y conoce las zonas corporales frágiles. Evita huellas, pero a veces no parece cuidarse de ser visto. Su área de acción es más parecida al desorganizado, porque es en su barrio o en lugares aledaños, donde puede con facilidad ser reconocido. Tampoco le interesa el seguimiento en las noticias, aunque en alguna ocasión buscó en el periódico si estaba el reporte de la muerte, más para comprobar ésta, que por otra razón. En los casos en que ha tomado objetos, han sido éstos más de valor mercantil, pero como un acto a posteriori que como propósito inicial. Es muy aislado y permanece encerrado y huraño, especialmente en los últimos meses, no ha pertenecido a bandas, pero tiene algunos compinches y ha tenido relaciones afectivas y sexuales. Consume drogas psicoactivas, pero aclara, que cuando tiene alguna intención de "actuar", no las utiliza porque sabe que de esa manera puede ser torpe.

En su apariencia personal viste como alguien de su edad y de su nivel sociocultural, aunque su mirada es torva, penetrante y según dice la madre, muchas personas le temen por esa forma de mirar. A pesar de sus controles es posible que en las actuaciones más recientes haya dejado indicios, o tomado objetos, como los documentos de identidad, que en principio abrieron sospechas en su familia. Algunos otros errores podrán dejar indicios para los investigadores. Sabe que lo han visto algunos vecinos y actúa más como el que inspira temor que como el que calcula sus actos trasgresores.

Una pregunta que siempre ha estado presente: ¿ Qué busca hablando con el psiquiatra, y por qué desde el comienzo, incluso en presencia de más de cinco estudiantes, acepta haber matado, aunque en aquel momento, expresaba que lo hacía por orden de la voz del diablo? ¿Por qué ha insistido durante nueve citas, que se le asegure la siguiente?¿ Qué busca con los relatos detallados, y al parecer sinceros, de sus terribles crímenes? ¿Hay algo de goce en el acto mismo de narrarlos, exhibición, incongruencia con los posibles efectos? ¿Presenta, acaso una tipología inédita, más cercana a condiciones de un homicida en nuestro medio, protegido por las condiciones de impunidad y estimulado por la tradición de numerosos homicidios en su entorno social? Todo esto en una estructura psíquica con algunos conflictos no diferentes a otros congéneres, pero actuados por la facilitación que su entorno cultural le ofrece: haber sido víctima de abuso físico, objeto de castigos crueles, condiciones familiares conflictivas y rivalidad con una figura paterna inadecuada y agresiva; además de una madre victimizada y en cierto sentido complaciente?
¿Sigue los patrones que Freud plantea en su conocido artículo sobre el delincuente por sentimientos de culpa? Es decir la persona que por conflictos previos, y por la presión de sus tendencias superyoicas se siente culpable y una forma de hacer más llevadera la culpa es cometer acciones delictivas, que por retroacción justificarían esa culpa de origen más primitivo. Además puede de forma inconsciente buscar castigo, para aplacar la excesiva culpa.

Por último, los aspectos técnicos y éticos de su abordaje plantean numerosos problemas. ¿En este caso impera la tesis del predominio del bien público y obligaría la denuncia a las autoridades? ¿O más bien predomina el respeto de la privacidad y confidencialidad, pero a su vez el terrible malestar y cierta sensación de complicidad, al recibir esa información y anticipar nuevos crímenes sobre víctimas inocentes? ¿En estos casos se debe exigir abstinencia de sus actos para la continuidad de las entrevistas? ¿Son recomendables algunas condiciones particulares? ¿Se deben considerar algunos riesgos para la seguridad del entrevistador?

CONCLUSIONES

Quedan más interrogantes que conclusiones, por ello este caso todavía permite numerosas ampliaciones y la continuidad de la investigación en todos los terrenos: clínico, psicopatológico, psicodinámico, jurídico, criminológico, sociológico y antropológico, además de todos los aspectos técnicos y éticos. Queda abierta la discusión y la posibilidad de que se ofrezcan aportes, así sea que ya este caso se haya perdido, dado que el joven homicida no volvió a la consulta y también perdimos el rastro de su familia.