sábado, 16 de febrero de 2008

LE SOLICITAMOS A NUESTROS COLABORADORES NO ESCRIBIR ARTÍCULOS DE MÁS DE 900 PALABRAS. A PARTIR DEL PRÓXIMO NÚMERO DEL BOLETÍN VIRTUAL, ESTE SERÁ EL LÍMITE DE LOS ARTÍCULOS.
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Reelección:
EL PAÍS SE ESTÁ ACABANDO Y LA
PAISOCRACIA SIGUE DISFRUTANDO.
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CONTENIDO


• Feriando el patrimonio público, Mauricio Cabrera Galvis.
• Con la vara que mides, Octavio Quintero.
• ¿Cómo Sarajevo en 1914?, La Nación.
• La Columna Vertebral, Octavio Cardona.
• Civilización Occidental: una idea a la que le ha llegado su hora, Amy Goodman.
• Oscuridad eléctrica, César González Muñoz.
• ¿Hacia dónde marcha Colombia?, Juan Manuel López Caballero.
• Lecciones del 4F, Cecilia López Montaño.
• Obamanía, Ramón Elejalde.
• A propósito de la confianza inversionista, Amylkar Acosta Medina.





FERIANDO EL PATRIMONIO PUBLICO


MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Febrero 10 de 2008

Muy equivocada, apresurada y tal vez ilícita, la forma como el Gobierno ha adelantado el proceso de privatización de las electrificadoras de Norte de Santander, Santander, Boyacá, Meta y Cundinamarca. Además con el grave riesgo de producir un detrimento del patrimonio público, tal como lo denunció el Contralor General de la República.

La historia comenzó en el 2004, bajo Uribe I, cuando el CONPES, siguiendo la recomendación del Fondo Monetario, aprobó la venta de las acciones de propiedad de la Nación en estas 5 electrificadoras regionales, y se oficializó en Julio del año pasado, bajo Uribe II, con la expedición de los decretos que definieron el programa de enajenación de las mismas, incluyendo la aprobación del avalúo “técnico” de las empresas según el cual el valor de las acciones estatales ascendía a 946 mil millones de pesos, siendo este el precio base para ofrecerlas en venta.

Desde el primer momento hubo críticas y rechazos a estas privatizaciones. En esta misma columna denuncie que se estaba haciendo una trastada a los fondos de pensiones al prohibirles comprar más del 3 por mil del total de acciones de cada empresa; el ex ministro Hommes coincidió en esta crítica y además alertó sobre el peligro de fortalecer los monopolios en el sector eléctrico en desmedro del sector social. La mayoría de los parlamentarios de esas regiones, incluyendo a los de los partidos uribistas, se opusieron a la privatización, lo mismo que los gobernadores de los departamentos involucrados, quienes además le plantearon al Gobierno la posibilidad de que las electrificadoras fueran vendidas a los entes territoriales.

La objeción más contundente a esta venta provino del Contralor Julio Cesar Turbay, quien en Diciembre del 2007 formuló un “Control de Advertencia” y pidió al Ministro de Minas suspender el proceso de enajenación por considerar que la valoración estaba mal hecha. “Continuar el proceso bajo esas condiciones, implicaría el riesgo de menores ingresos para el Estado, lo que podría configurar detrimento patrimonial”, afirmó el Contralor en su documento, y añadió que la Contraloría encontró “serias dificultades para obtener la información necesaria sobre los ejercicios de valoración adelantados por las Bancas de Inversión contratadas por ese Ministerio (…) lo cual va detrimento de la transparencia que un proceso de esta magnitud debe tener”. Son críticas muy similares a las que hizo la misma Contraloría cuando el presidente Uribe quiso entregarle Telecom a un empresario mexicano.

Inicialmente el Gobierno desestimó todas las objeciones y críticas, inclusive las del Contralor, y decidió seguir adelante con la privatización que debía culminarse a finales del año pasado. Sin embargo no pudo hacerlo en ese mes gracias a la afortunada intervención de jueces de la República que aceptaron las tutelas interpuestas contra la venta de las electrificadoras de Norte de Santander y Meta. Otra acción judicial en el caso de la empresa de Boyacá todavía está bajo estudio.

Lo extraño es que después de haber rechazado las críticas a la valoración de las electrificadoras, y de haber estado listo a venderlas a los bajos precios definidos el año pasado, el Gobierno cambió súbitamente de posición y expidió los Decretos 242 a 246 del 2008 mediante los cuales subió el precio de venta de sus acciones, el cual ahora es de $1.157 mil millones, es decir 211 mil millones de pesos más que en el avalúo anterior.

El tardío reconocimiento de sus equivocaciones no exime al Gobierno de la responsabilidad política de las mismas. ¿Qué hubiera pasado si las acciones populares no hubieran demorado la subasta de las electrificadoras y estas se hubieran hecho a un precio más bajo que su valor? ¿Quién hubiera respondido por el detrimento del patrimonio público?.

Subsisten otros interrogantes sobre este oscuro proceso. ¿Por qué la prisa de vender estos bienes públicos y no esperar que se definan todos los procesos judiciales? ¿por qué no entregar la información necesaria a la Contraloría? ¿por qué los limites ilegales a la compra por parte de los Fondos de Pensiones?. Ojala el Congreso tome cartas en el asunto para evitar que se siga feriando el patrimonio público.



Con la vara que mides..


OCTAVIO QUINTERO.

Los escuderos uribistas especializados en derecho internacional se refieren cada vez con más vehemencia a la supuesta intervención de Chávez en los asuntos internos de Colombia con motivo de los reiterados pronunciamientos del mandatario venezolano sobre la beligerancia de las Farc y, posteriormente, sobre su declaración de que Venezuela no limita al occidente con Colombia sino con las Farc, lo que en principio se tomó como ironía del mal gusto, pero que poco a poco se ha ido desbrozando su verdadero alcance geopolítico cual es el de reconocer que efectivamente la guerrilla colombiana sí tiene dominio territorial, una de las condiciones fundamentales para el reconocimiento de fuerza o ejército beligerante. Esta última apreciación chavista fue refrendada por el presidente ecuatoriano en los mismos términos: es decir, en el sentido de afirmar que tampoco Ecuador limita, en su caso, al norte con Colombia, sino con las Farc.
El reconocido docente e investigador en Derecho Internacional de la Universidad Externado, Eric Tremolada, titular en Colombia de la Cátedra Jean Monnet de Derecho Comunitario, confiesa haberse zambullido en los últimos días en los convenios de Ginebra de 1949 y sus protocolos adicionales de 1977, así como en los manuales en la materia de Mariño Menéndez, Remiro Brotóns, González Campos, Puente Egido, entre otros, para precisar con la mayor objetividad posible si Venezuela está interviniendo en los asuntos colombianos.
Su lapidaria conclusión es que Venezuela sí está interviniendo en los asuntos internos de Colombia al pretender que Colombia reconozca la beligerancia de las Farc, aparentemente presionando además al gobierno colombiano con bloqueos comerciales a lo largo de la frontera y con medidas económicas internas que estropean el libre comercio entre los dos países a nivel oficial y privado. Eso, dice Tremolada, “es una flagrante violación a la obligación del principio fundamental de no intervención por parte de Venezuela, quien por el contrario debe cooperar para garantizar los propósitos y principios rectores de la Carta de Naciones Unidas”.
La injerencia de Venezuela en los asuntos internos de Colombia no es tan clara como pretende establecerlo el distinguido profesor de derecho internacional del Externado porque, no sabemos si fue que no quiso escudriñar en los convenios de Ginebra que él mismo refiere, o es que esos convenios ignoran qué tanto debe intervenir un país en otro cuando sus asuntos internos afectan directamente los asuntos internos de sí mismo. Por analogía podemos recordar que todos tenemos derecho a la vida privada, pero que ese derecho se pierde cuando con nuestros actos privados perturbamos la privacidad de terceros. Es el caso de la fiesta del piso 2 que no deja dormir tranquilos a los habitantes del piso 1.
Parece lógico que mi vecino, en este caso, Venezuela, ande preocupado (y mucho), con el estado de guerra, subversión, terrorismo, narcotráfico, paramilitarismo y parapolítica que se vive en Colombia, lo que en los términos de la analogía anterior, podría considerarse un verdadero aquelarre que no deja dormir tranquilos a los vecinos inmediatos como Venezuela, Ecuador, Brasil y Panamá, sino al inmediato del norte como Estados Unidos.
Por tener interés en que la fiesta del narcotráfico en Colombia se acabe, es por lo que Estados Unidos interviene ya abiertamente en los asuntos internos de Colombia ¿o no? ¿Acaso no fue con el pretexto de luchar contra el narcotráfico que se aprobó el Plan Colombia? Plan, que recuerdo muy bien, se hizo explícito en que no sería utilizado para financiar la lucha del gobierno colombiano contra los grupos insurgentes, concretamente contra las Farc y el ELN, precisamente porque eso constituiría una intervención abierta en los asuntos internos de Colombia. ¿Y qué es lo que tenemos?
Con los mismos argumentos, y con más veraz, también podemos enjuiciar la intromisión de Estados Unidos en los asuntos internos de Colombia cuando, como es el caso, el embajador de turno, ayer Fretchet y hoy, que ya no se ni como llama el “careloco” ese que a diario opina, pontifica, califica y descalifica sobre los asuntos más particulares, más internos y más privados de la sociedad y el gobierno colombiano.
Si todavía quedan dudas sobre la intervención estadounidense en los asuntos internos de Colombia, preciso es valernos de la investigación del profesor Tremolada para disiparlas cuando, para el caso de Venezuela dice que (…) “basta con remitirnos a la citada Resolución 2625 (XXV), de 24 de octubre de 1970, de la Asamblea General de las Naciones Unidas que contiene la Declaración sobre los principios de Derecho Internacional
referentes a las relaciones de amistad y a la cooperación entre los Estados que determina el alcance de la obligación de no intervenir en los asuntos que son de la jurisdicción interna de los Estados: "Ningún Estado puede aplicar o fomentar el uso de medidas económicas, políticas o de cualquier otra índole para coaccionar a otro Estado a fin de lograr que subordine el ejercicio de sus derechos soberanos y obtener de él ventajas de cualquier orden". Además señala que "Todos los Estados deberán también abstenerse de organizar, apoyar, fomentar, financiar, instigar o tolerar actividades armadas, subversivas o terroristas encaminadas a cambiar por la violencia el régimen de otro Estado, y de intervenir en una guerra civil de otro Estado".
Como dicen por ahí, “el que tiene rabo de paja no se arrima a la candela”, y por eso es que Colombia no puede llevar el caso de Chávez a Naciones Unidas porque junto a él tendría que analizarse también el propio caso estadounidense en donde sería muy probable, porque parte de la lógica, que tenga más razones y hasta más derecho Venezuela por cuestiones de vecindad, de preocuparse más por los asuntos internos de Colombia que Estados Unidos que, al parecer, sus preocupaciones son más de orden político, geopolítico, económicas e imperiales, que de buen vecino.

oquinteroefe@yahoo.com
11-02-08



¿Como Sarajevo en 1914?


La Nación, Buenos Aires.

La independencia de Kosovo es la mecha de un barril de pólvora

Estados Unidos ha montado un proceso que debe conducir a una declaración unilateral de independencia por parte de Kosovo, el 17 de febrero de 2008, y de reconocimiento ulterior de la misma por parte de un centenar de Estados. Al hacerlo no sólo reconocen que la intervención de la OTAN, en 1999, no fue otra cosa que una guerra de conquista sino que además abren la puerta a todo tipo de reclamos separatistas a través del mundo. Ese, y no otro, es el objetivo de Estados Unidos ya que se trata de provocar una onda expansiva que contribuya a la desintegración de la Federación Rusa. Un juego peligroso que podría desestabilizar a toda Europa en su conjunto, como denuncia Jurgen Elsasser.
El diputado alemán Willy Wimmer (CDU) escribía recientemente:
«Cuando, en 1918, el mundo de ayer se vio reducido a cenizas y mientras muy pérfidamente se sentaban las bases del siguiente gran conflicto, nadie quiso perder mucho tiempo en buscar las causas de la guerra. Se declaró que fueron los disparos que costaron la vida a la pareja de herederos del trono de Austria. Todos recordaban aquel hecho y no hacía falta interrogarse sobre las razones, que eran mucho más determinantes que el atentado de Sarajevo. Hasta ahora no ha habido tiroteos durante las negociaciones sobre el futuro de Kosovo, pero la firma de ciertos documentos podría tener el mismo efecto que los pistoletazos. Ahí están las mechas y van de Irlanda del Norte hasta el Tíbet y Taiwán, pasando por el País Vasco, Gibraltar y el Cáucaso.»
La situación actual en la región de los Balcanes recuerda de forma inquietante la que llevó a la Primera Guerra Mundial. Luego de varios años agitados, Alemania y las demás grandes potencias habían llegado durante la Conferencia de Berlín a un compromiso sobre el nuevo orden en el sudeste de Europa: La provincia otomana de Bosnia debía seguir siendo turca en el plano jurídico, pero en la práctica estaría bajo administración austriaca. En 1908, Viena rompió el tratado y anexó la provincia en el plano jurídico. Para completar el panorama, en 1914, el archiduque Francisco Fernando fue asesinado en Sarajevo.
Un centenar de años más tarde, las potencias de la OTAN han tratado de establecer un compromiso similar: después de su guerra de agresión de 1999 contra Yugoslavia, impusieron en el Consejo de Seguridad de la ONU la Resolución 1244 que mantenía el estatus jurídico de Kosovo como parte de Serbia mientras que lo ponía, en la práctica, bajo la administración de las Naciones Unidas.
Posteriormente las potencias occidentales se mostraron favorables a la secesión total de la provincia y a su entrega, bajo control de la Unión Europea, a la mayoría albanesa. Ese es el proyecto del negociador de la ONU Martti Ahtisaari. Desde el punto de vista del derecho internacional, eso sería posible si Belgrado estuviese de acuerdo o sin obtener al menos la aprobación de esa solución en el Consejo de Seguridad. Al no existir dichas condiciones, Kosovo solamente puede proclamar su independencia de forma unilateral, mediante un acto arbitrario. Eso es precisamente lo que va a suceder en las próximas semanas.
Al igual que hace un siglo, los intereses de los Estados de Europa Central, los de Rusia y los del mundo musulmán, siguen entrando en contradicción en la región de los Balcanes. Cualquier cambio violento en ese frágil equilibrio puede tener consecuencias para todo el continente.
Estuvimos al borde de la guerra mundial
Durante los días posteriores al 10 de junio de 1999 se pudo comprobar hasta qué punto el sudeste de Europa pudiera ser fuente de un importante conflicto internacional. Luego de 78 días de bombardeos de la OTAN, el ejército yugoslavo ya estaba dispuesto a retirarse de Kosovo; ya se había firmado el acuerdo militar en ese sentido entre Belgrado y la alianza atlántica y se había adoptado la Resolución 1244. Sin embargo, mientras se retiraban las tropas del presidente Milosevic, unidades rusas estacionadas en Bosnia avanzaron inesperadamente hacia Pristina. Los soldados habían transformado la inscripción SFOR –que llevaban los blindados para indicar que pertenecían a la fuerza de estabilización presente en el Estado vecino, bajo mandato de la ONU– en KFOR, sigla de la fuerza de ocupación de Kosovo, cuya formación acababa de decidirse. El presidente ruso Boris Yeltsin había aprobado la constitución de dicha fuerza bajo la autoridad del alto mando de la OTAN, pero sus generales querían que Rusia obtuviera por lo menos una cabeza de playa estratégica.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores Joschka Fischer recuerda en sus memorias el dramatismo de la situación: «Los paracaidistas rusos realmente no podían desafiar a la OTAN después de su entrada en Kosovo porque eran demasiado pocos y su armamento demasiado ligero. La ocupación del aeropuerto sólo podía significar una cosa: estaban esperando refuerzos por vía aérea. Aquello podía llevar muy rápidamente a una peligrosa confrontación directa con Estados Unidos y la OTAN. [...] La situación se hizo más peligrosa aún cuando se confirmó la noticia de que el gobierno ruso había pedido a los gobiernos húngaro, rumano y búlgaro una autorización de sobrevuelo para sus aviones Antonov de transporte de tropas.
Tenían la intención de enviar por vía aérea 10 000 soldados, una parte hacia Kosovo y otra hacia Bosnia de donde serian enviados después a Kosovo por vía terrestre. Ucrania ya había concedido el permiso, pero los otros países mantuvieron su oposición. Pero, ¿qué pasaría si los aviones rusos ignoraban la prohibición? ¿Estados Unidos y la OTAN les impedirían aterrizar o desembarcar su carga estando ya en tierra o se atreverían a derribarlos en pleno vuelo? La posibilidad de una tragedia de imprevisibles consecuencias se estaba delineando.»
Paralelamente a la guerra de nervios sobre los aviones rusos, la crisis se agravó en el aeropuerto de Pristina. Las tropas del contingente británico de la KFOR habían llegado rápidamente y habían apuntado sus cañones hacia los ocupantes insumisos del aeropuerto. El comandante supremo de la OTAN ordenó el asalto, pero Michael Jackson, el comandante británico de la KFOR, mantuvo la sangre fría y se negó a ejecutar la orden. Llamó por teléfono a Wesley Clark y le gritó: «¡No correré el riesgo de desencadenar la Tercera Guerra Mundial por usted!»
No se sabe cómo se las arregló Occidente para lograr que el presidente ruso detuviera los Antonov. En todo caso, la batalla del aeropuerto de Pristina no llegó a tener lugar únicamente porque Jackson se mantuvo firme. Clark aceptó aquel acto de desobediencia. A decir verdad, hubiera tenido que ordenarle a la policía militar que arrestara a Jackson. Un general alemán criticó después aquella actitud. «El retroceso de los británicos y los americanos fue una mala respuesta en una situación que no hubiera conducido nunca a un conflicto serio entre la OTAN y Rusia», escribió Klaus Naumann, por aquel entonces presidente del Comité Militar de la OTAN y, por lo tanto, el oficial de más alto rango en el seno de la alianza atlántica.
Misiles sobre Bondsteel*
[*la base militar qu EEUU que ha construido en Kosovo. ndt.]
¿Pudiera producirse una situación tan peligrosa como aquella en las próximas semanas? Ya en el año 2006, la Fundación Ciencia y Política (Stiftung Wissenschaft und Politik, SWP), uno de los think tanks más importantes de Alemania, expresaba su inquietud en cuanto a una solución impuesta desde el exterior a la cuestión de Kosovo: «Esas misiones exigirán un compromiso diplomático duradero y el concurso de los recursos políticos, militares y financieros de la Unión Europea.» Al mencionar los «recursos militares» los autores se refieren a la KFOR, que cuenta actualmente con 17 000 soldados, entre ellos 2 500 alemanes.
Una intervención pudiera apuntar no sólo a Kosovo sino incluso a la propia Serbia. La Fundación prevé una situación «que recuerda la crisis de 1999», o sea los bombardeos. De producirse incidentes en Kosovo, estos podrían extenderse a las provincias serbias de Voivodina y Sandjak así como al valle de Presevo. También estima lo siguiente: «Manifestaciones masivas que implicarían enfrentamientos entre las fuerzas moderadas y las fuerzas radicales o con la policía podrían conducir a la disolución de las estructuras estatales». Si estallan las estructuras estatales de Serbia, la Unión Europea, según su concepción clásica, podría adopta el papel de estabilizador y aportar una «ayuda fraternal». Para eso están los «battle groups».
Analicemos los hechos previsibles en el verano de 2008. Tanto la OTAN como los albaneses de Kosovo han excluido categóricamente las nuevas negociaciones que pedían Belgrado y Moscú. El 24 de enero, Hashim Thaci, ex jefe de la organización terrorista UCK, recientemente convertido en primer ministro de la provincia de Kosovo, anunció que la declaración formal de independencia tendría lugar «de aquí a 4 o 5 semanas». Al día siguiente el International Herald Tribune decía –sobre la base de fuentes diplomáticas– que «Alemania y Estados Unidos [se habían puesto] de acuerdo para reconocer la independencia de Kosovo», lo cual tendría lugar «después de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales serbias del 3 de febrero». Eso fue lo que acordaron Angela Merkel y George W. Bush. Es posible suponer que la canciller, miembro de la CDU, haya pedido consejo a su compañero de partido Willy Wimmer, quien fue durante muchos años secretario de Estado en el ministerio de Defensa en la época de Helmut Kohl.
Después de la proclamación oficial de la «Republika kosova», las comunas serbias situadas al norte del río Ibar sin dudas proclamarán su fidelidad a Serbia, o sea que no forman parte del nuevo Estado. Es posible imaginar entonces que fuerzas armadas de los albaneses de Kosovo penetren en los enclaves de la minoría serbia, en particular en el bastión serbio de Nordmitrovica, y repriman brutalmente toda resistencia. Durante un similar comienzo de limpieza étnica, a mediados de marzo de 2004, los terroristas skipetaris lograron movilizar una muchedumbre de 50,000 personas. Sólo fue posible frenar la violencia de aquel ataque porque la KFOR se opuso, por lo menos parcialmente, a la acción de los extremistas, matando a 8 de ellos.
En la actual situación, lo más probable es que la KFOR en su conjunto se comporte como lo hizo en el pasado el contingente alemán de esa misma fuerza: mirando a otra parte y permitiendo la acción de los terroristas. En 2004, en el sector ocupado por los alemanes alrededor de Prizren, todas las iglesias y todos los conventos serbios fueron incendiados. Desde entonces, los serbios de Kosovo han formado varios grupos de autodefensa, entre los que se destaca la Guardia Zar Lazar, que lleva el nombre de un héroe de la histórica batalla de Amselfeld, librada en 1389. Esos paramilitares anunciaron que dispararán misiles sobre la base militar estadounidense de Camp Bondsteel si se produce una declaración de independencia de Kosovo.
Resulta difícil saber si se trata de una fanfarronada o de una intención seria. Según los conocedores de la región, es posible que la etiqueta de Zar Lazar sirva de cobertura a una banda de provocadores de los servicios secretos occidentales.
En interés de los países miembros de la OTAN, la secesión de la provincia debiera, en todo caso, producirse con la menor agitación posible e implementarse sin conflictos militares. Se da por sentado que habrá protestas diplomáticas por parte de Rusia e incluso de los pequeños países de la Unión Europea, como Eslovaquia, Rumania, y Chipre. En un estudio de diciembre de 2007, la Fundación Bertelsmann, cercana al gobierno, menciona el ejemplo de Taiwán.
Es sabido que esa pequeña república insular sólo ha obtenido el reconocimiento de un pequeño número de Estados y que no tiene representación ante las Naciones Unidas, a pesar de lo cual goza desde hace 60 años de cierta estabilidad e incluso de cierta prosperidad. Lo que quieren los Estados miembros de la OTAN es probablemente que, después de la proclamación de la independencia, los albaneses de Kosovo renuncien a la violencia contra la minoría serbia y que no toquen, por lo menos en un primer tiempo, las estructuras de autoadministración que existen en el norte. Si la OTAN bloqueara simultáneamente todas las comunicaciones con Serbia, a la larga los serbios de Mitrovica no tendrían más remedio que entenderse con los nuevos potentados que rodearán a Hashim Thaci.
Esta estrategia de victoria suave de los secesionistas pudiera, sin embargo, ser contrarrestada de forma bastante simple. El Frankfurter Allgemeine (FAZ) expresaba sus temores en ese sentido a finales de 2007: «Los serbios podrían cerrar la represa de Gazivodsko Jezero, situada en la parte de Kosovo que controlan los serbios, y privar así de agua numerosas regiones de Kosovo. Lo cual repercutiría en la generación de electricidad, ya actualmente insuficiente en Kosovo, ya que el agua de esa represa alimenta el sistema de enfriamiento de la central de carbón, no lejos de Pristina.»
La OTAN reaccionaría rápidamente recurriendo a la fuerza contra una operación de ese tipo, relativamente fácil de realizar ya que bastaría una tropa de paramilitares para ocupar la represa. «Ya se piensa, precisa el FAZ, en una intervención de la KFOR para impedirlo, pero en ese caso se alcanzaría el nivel de enfrentamiento militar que Occidente quiere precisamente evitar».
Puede producirse una respuesta por parte de Serbia
¿Cómo reaccionaría el gobierno de Belgrado si los albaneses y soldados de la OTAN agredieran a los serbios? ¿Continuaría su actual política de no intervención militar? Esa es la tendencia, ante todo, por parte del partido gubernamental más fuerte, el de los Demócratas (DS), reunido alrededor del presidente Boris Tadic y del ministro de Defensa Dragan Sutanovac. El partido pequeño de la coalición, el Partido Demócrata de Serbia (DSS) del primer ministro Vojislav Kostunica, es un poco más audaz. Su consejero Aleksansar Simic declaró expresamente que todo Estado tiene derecho a recurrir a las armas para proteger su integridad territorial. Pero, en caso de crisis, los que controlan el ejército son el Consejo de Defensa y el presidente, o sea Tadic.
Por consiguiente, Occidente no hubiera tenido de qué preocuparse… de no ser por la elección presidencial. El candidato del Partido Radical (RS), Tomislav Nikolic, tenía serias posibilidades de resultar electo. Ya en 2004, había obligado a Tadic a disputar una segunda vuelta, en la que el propio Nikolic acabó siendo derrotado por estrecho margen. Indignada ante la inminente disidencia de Kosovo, una mayoría de ciudadanos hubiese podido elegirlo esta vez. El ejército serbio habría estado entonces bajo las órdenes de un político que se ha pronunciado a favor del establecimiento de una base militar rusa en el país y cuyo partido tuvo su propia milicia durante las guerras de los años 1990.
Esa perspectiva trastornó el calendario de los secesionistas. En realidad, el 28 de enero, el Consejo Europeo quiso decidir el envío de una fuerza de unos 2 000 policías –contra la voluntad de Belgrado y, por lo tanto, en contra del derecho internacional, pero por ser necesario para garantizar la secesión. Pero como el 28 de enero estaba demasiado cerca de la segunda vuelta de la elección presidencial decisiva del 3 de febrero, aquella decisión hubiera constituido una provocación favorable a Nikolic. Así que se aplazó el asunto. Ese mismo día, Bruselas propuso un acuerdo de asociación al ex Estado renegado y renunció de forma complaciente a la condición que se había estado planteando hasta ahora, o sea a la extradición de los «criminales de guerra» Radovan Karadzic y Ratko Mladic. La Unión Europea esperaba aportar así a Tadic los votos que éste necesitaba. Y finalmente resultó electo por estrecho margen.
Belgrado tiene actualmente el apoyo de Madrid. Según la edición del 11 de enero del diario serbio Express, el primer ministro José Luís Rodríguez Zapatero obtuvo de otros gobiernos de la Unión Europea la garantía de que Kosovo no proclamará su independencia antes del 10 de marzo –o sea 4 semanas después de la fecha que anunciara Thaci– ya que la elección del nuevo parlamento español debe tener lugar en esa fecha. El gobierno socialista quiere impedir así que los movimientos separatistas españoles utilicen el precedente balcánico como argumento durante la campaña electoral española, cosa que los vascos ya venían haciendo.
El resultado es que la mayoría de los españoles pudieran sentirse tentados de sancionar a los socialistas, a los que la oposición conservadora acusa de ser demasiado indulgentes con las regiones deseosas de separarse de España. Estos retrasos en el calendario someten sin embargo a una dura prueba la paciencia de los albaneses de Kosovo. Y es de temer que traten de precipitar la decisión diplomática mediante la realización de acciones violentas de carácter espectacular.
Lo que no se sabe es cómo reaccionarían en ese caso las potencias de la OTAN... y los rusos. Estos últimos también tienen programada para la primavera la elección de su nuevo presidente y el candidato que abandone al hermano eslavo tendrá que afrontar la subsiguiente pérdida de votos.



LA COLUMNA VERTEBRAL


OVIDIO CARDONA BOTERO.

La columna vertebral está dañada en un 80 por ciento de los adultos. Esa es mi experiencia. La ciencia médica todavía no tiene muy estudiado el asunto y casi todos los problemas derivados de la columna los trata con sintomáticos. Para casi todo utiliza Diclofenaco, infiltraciones o, incluso, la cirugía del túnel carpiano. Incluso la migraña como tal no existe es solo un problema en las cervicales que se corrige con ejercicio y con dieta.
Hasta ahora a ningún médico de la tierra le ha dado por examinar la curvatura de la columna salvo en casos de lordosis o cifosis. En general todo lo buscan con radiografías o electro conducción y acuden a muchas cirugías innecesarias.
Los problemas de columna y los que de allí se derivan ya son epidemia.
Para el humano normal en corriente pensar que los ancianitos arrastren los pies y que se hagan en la ropa. Simplemente les consiguen bastones y pañales y asunto concluido. Así es en todo el mundo. Algunas personas tienen estreñimiento tenaz y es muy frecuente encontrar síndrome de colon irritable el cual tiene, entre sus componentes, un asunto de columna. Son muy frecuentes las cirugías en este último caso.
En realidad la migraña, la bursitis y los problemas de dolor clasificados como del túnel carpiano no son tales, son en realidad problemas de columna. La ciencia médica los trata por separado cuando en realidad se trata de simples problemas de columna y todos ellos se tratan con simples ejercicios, elementales de hacer.
La columna, en el cuello, tiene 7 vertebras. Le llaman cervicales. Cuando esas vertebras se desalinean producen migraña, bursitis, tendinitis, laringitis, hipo o hipertiroidismo, bronquitis, etc. Todos los órganos externos e internos, incluyendo la dentadura, de la parte superior del tronco, quedan afectados. Allí radica uno de tus problemas.
Las neuralgias son, casi siempre, causadas por desalineación de la columna, tanto si se dan en la cara, en las extremidades o en la espalda. EL PROBLEMA GRAVE ES QUE MUCHAS ENFERMEDADES PRODUCEN SÍNTOMAS QUE LA GENTE ENMASCARA TOMANDO ANALGÉSICOS. No solo la gente. La ciencia médica hace lo mismo.
En realidad, para los odontólogos, debería haber una materia que les enseñase a hacerle mantenimiento a la columna ya que como su trabajo es de pié entonces les es más vital.
Para uno saber cómo está de las cervicales el método es muy simple. No se requieren exámenes de tomografía, ni radiografías, ni de electro conducción. No se necesita ir al fisiatra ni al neurólogo.
Yo manejo un criterio que es el de curvatura y es como sigue;
Se acuesta la persona sobre el piso, no en cama ni en camilla. Se mete la mano por el cuello, por el lado derecho. Como a tocarse la oreja izquierda. Si la mano le pasa, en gran medida, tiene problemas de curvatura.
Para corregir problemas de curvatura en el cuello se procede así:
La persona se acuesta en el suelo, sobre el piso de madera, la baldosa o la alfombra, boca arriba. Mueve la cabeza como si quisiese tocar los senos. Puede comenzar con unos 10 movimientos o más si resiste. Lo importante es mirar que tanto aguanta sin cansarse. Al comienzo puede sentir molestia en los músculos del cuello o incluso en la cara. Uno empieza con 10 por una semana. A la semana siguiente sube a 15. A la siguiente a 20, etc. Hasta que pueda hacer diario 200 o 300 veces. Como puedes ver toma tiempo.
Cuando uno o una se acueste boca arriba en el piso, no en la cama, y la mano no le quepa por el cuello. ESTA CURADO. Así de simple. El suyo es un problema muy simple, aunque muy molesto. Así como un dolor de muela que no es muy grave pero si es inaguantable.
Hay otro problema de curvatura y es el de la cintura. Allí están las vertebras lumbares. Cuando hay problemas allí surge lo siguiente:
Cansancio para estar de pié, dolor de rodillas, pies fríos o muy calientes, estreñimiento, problemas de esfínteres puede aparecer la ropa interior orinada o untada de materia fecal sin que la persona se percate de ello. Esos y muchos otros son problemas de columna.
Para saber si hay problemas de curvatura en tu cintura te vuelves a colocar boca arriba en el piso, no en la cama, y con la mano derecha la metemos por la cintura a ver si pasa. Si pasa con facilidad toda o en parte, hay líos con la curvatura.
La corrección es muy simple, aunque toma tiempo y paciencia.
Compras un ladrillo farol, es decir, de los que tienen huecos y son grandes. Póngale 10x30x15 y lo forras en tela o periódico para que no talle o ensucie la ropa. También sirve un tronco de madera. Boca arriba lo metes en tus nalgas y estiras los pies. 5 minuticos. Luego retiras el ladrillo y permanece boca arriba. Va aumentando la permanencia sobre el ladrillo hasta durar 20 o 30 minutos diarios. Lo puedes hacer en la mañana o en la noche.
Yo a mis pacientes les doy una pomada que fabrico la cual le ayuda mucho con las molestias.
El día que te acuestes boca arriba y la mano no le quepa por la cintura estas curada y todas tus molestias habrán desparecido.
Debes revisar si tienes arco en el pié ya que no tenerlo desalinea la columna y entonces hay que usar los zapatos con plantillas.
Comparte este material con tus compañeritos aunque pueden armarte controversia porque hay cosas que la ciencia no sabe y los neurólogos y fisiatras te van a pelear. NO les pare bolas.



Civilización occidental:
una idea a la que le ha llegado su hora


Publicado el 30 de Enero de 2008, Por Amy Goodman

El fiscal general Michael Mukasey, inquieto, bebía a sorbos su agua. Era la primera vez que declaraba ante el Comité Judicial del Senado desde la controvertida confirmación de su nombramiento. Lo qué estaba en debate en aquella ocasión, al igual que en esta: la tortura. ¿Considera él que la técnica conocida como el "submarino" es una forma de tortura? Edward Kennedy, senador demócrata de Massachussets, lo convirtió en un asunto personal: “¿El submarino sería una forma de tortura si se lo hicieran a usted?” “Sentiría que sí”, respondió Mukasey. Aunque esquivó preguntas, antes y después de la de Kennedy, su respuesta a la pregunta personal sonaba auténtica.

Nuestro Fiscal General no debería necesitar ser sometido al submarino para saber que es una forma de tortura. De igual modo , los estadounidenses no deberían tener que sufrir una dictadura brutal para saber que está mal apoyar a dictadores de otros países.

Tomemos por ejemplo al perenne dictador de Indonesia, Suharto. Ha muerto esta semana a los 86 años, una edad que no alcanzaron la mayoría de sus más de 1 millón de víctimas. Suharto gobernó Indonesia durante más de 30 años, tras ser llevado al poder por el país más poderoso del planeta, Estados Unidos. Suharto llegó al poder en 1965 mediante un golpe de estado que contó con el apoyo de la CIA, la que le proporcionó listas de disidentes, a los que el ejército indonesio asesinó, uno a uno. Fue expulsado del poder en 1998, tras un levantamiento a favor de la democracia.

Durante todo el régimen de Suharto, las administraciones estadounidenses —demócratas y republicanas — armaron, entrenaron y financiaron al ejército indonesio. Además del millón de indonesios asesinados, otras cientos de miles de personas fueron también asesinadas durante la ocupación indonesia de Timor Oriental, un pequeño país 480 kilómetros al norte de Australia. Timor Oriental es un país que conozco bien, ya que he realizado la cobertura informativa sobre ese país durante años. El 12 de noviembre de 1991, mientras cubría una marcha pacífica de timoreses en Dili, la capital de Timor, el ejército de ocupación de Suharto abrió fuego contra la multitud, matando a 270 timoreses. Salí de esa situación con cierta suerte: los soldados me patearon con sus botas y me golpearon con las culatas de sus rifles M-16, de fabricación estadounidense. Fracturaron el cráneo a mi compañero Allan Nairn, que por aquel entonces escribía para la revista The New Yorker. Y aquella masacre fue una de las más pequeñas que ocurrieron en Timor. Sin embargo, el presidente George H.W. Bush siguió proporcionando armas a Indonesia, al igual que su sucesor, Bill Clinton. Lo único que logró que se detuviera la venta de armas estadounidenses fue el fuerte movimiento de base que se desarrolló en Estados Unidos.

Además de ser brutal a niveles inimaginables, Suharto también era un corrupto. La organización Transparencia Internacional calculó que la fortuna de Suharto se situaba entre los 15.000 y los 35.000 millones de dólares. El actual embajador estadounidense en Indonesia, Cameron Hume, alabó esta semana la memoria de Suharto, declarando: “El presidente Suharto estuvo al frente de Indonesia durante más de 30 años, un periodo durante el que Indonesia alcanzó un notable desarrollo económico y social...A pesar de que pueda haber cierta controversia sobre su legado, el Presidente Suharto fue una figura histórica que dejó una marca perdurable en Indonesia y en la región del sudeste de Asia”.stórica que dejó una duradera ¿Marca perdurable? Sí, siempre que eso se refieriera a arrancarle las uñas a la gente, hacer desaparecer a los disidentes indonesios, o eliminar a un tercio de la población de Timor Oriental, uno de los grandes genocidios del siglo XX. Pero está claro que eso no es a lo que Hume se refería.
Sea que se trate del submarino, de lanzar una guerra ilegal, o de retener a cientos de prisioneros sin cargos durante años en la Bahía de Guantánamo o en cárceles secretas de la CIA en todo el mundo, eso me hace recordar las palabras de Mahatma Gandhi, uno de los mas grandes líderes de la no violencia en el mundo. “¿Qué les importa a los muertos, los huérfanos y los que pierden sus hogares,” preguntaba, “si la destrucción sin sentido se lleva a cabo en el nombre del totalitarismo o en el santo nombre de la libertad o la democracia?”
La audiencia de Mukasey casualmente coincidió con el 60º aniversario del asesinato de Gandhi. También ese mismo día, Rudolph Giuliani y John Edwards se retiraron de la carrera por la presidencia. En su discurso de despedida, Edwards dijo: “Ha llegado la hora de la transformación de Estados Unidos”. A medida que se estrecha la carrera electoral, llega un momento clave para reflexionar: uno de los candidatos favoritos, John McCain, fue realmente torturado (a diferencia de Mukasey, aunque McCain apoyó la confirmación de este último). McCain pronosticó que podríamos permanecer en Irak durante 100 años. Él se enfrenta a Mitt Romney, que dijo que duplicaría el tamaño de Guantánamo. Ninguno de los candidatos demócratas restantes demanda la retirada inmediata de las tropas de Irak. Sí, es un momento clave para reflexionar sobre las enseñanzas de Gandhi. Cuando se le preguntó qué pensaba de la civilización occidental, Gandhi respondió: “Pienso que sería una buena idea”.
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Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now! (www.democracynow.org/es), noticiero internacional diario emitido por más de 650 emisoras de radio y TV en Estados Unidos y el mundo.
© 2007 Amy Goodman



Oscuridad Eléctrica


César González Muñoz

Para un observador desde el andén, sin acceso a información estratégica pero con interés en la marcha de los negocios públicos y alguna capacidad de discernimiento, la historia de la privatización de las electrificadoras regionales es una ópera bufa o una novelita de intriga. Detrás del velo está la realidad; pero la realidad no se ve desde el andén.

El Contralor General advirtió en septiembre del año pasado que el proceso de venta de las empresas distribuidoras de electricidad de Norte de Santander, Santander, Boyacá, Meta y Cundinamarca, como fue diseñado por el gobierno, viola la Constitución Nacional en cuanto al ejercicio pleno del derecho, por parte de los trabajadores y las cooperativas, a la adquisición privilegiada de acciones de empresas públicas. El artículo 60 de la Constitución ha sido un auténtico rey de burlas, y esta vez no fue la excepción. Este cuento de la “democratización” de la propiedad, con el que tanto se deleitaron los constituyentes, no ha sido más que un mosquito zumbón en las orejas de los sofisticados vendedores, intermediarios y banqueros de inversión que se ocupan de estas cosas. Y ello ha sido así en todos los gobiernos desde 1991.

Aquella advertencia del Contralor fue también un ruidito de corta duración. Por falta de instrumentos legales, o por falta de ganas, la entidad de control fiscal sólo frunció el ceño.

Turbay volvió a pronunciarse sobre el tema en diciembre. En carta al Ministro de Minas y Energía dijo varias cosas graves: Que a la Contraloría no le dejaban ver la información usada para valorar las electrificadoras; que así no se puede ejercer a derechas el control fiscal; que un viceministro dijo que la propiedad intelectual (y de paso los derechos de autor) del estudio de valoración pagado por el gobierno, son del banquero de inversión; que los estudios no habían tenido en cuenta los próximos ajustes tarifarios, con lo cual se podría generar una infravaloración de los activos públicos en cuestión. En fin, que allí podría haber detrimento patrimonial, y que se recomendaba suspender el proceso…Hasta aquí la Contraloría. En el andén no se sabe de explicación o satisfacción formal alguna del gobierno al Contralor. El tren eléctrico siguió sobre rieles.

Más tarde, el 31 de Enero, el gobierno expidió cinco decretos mediante los cuales aumentó en un 22 por ciento el valor mínimo de cada una de las electrificadoras para efectos de la subasta. El motivo expuesto es que la Comisión de Regulación de Energía y Gas “ha expedido elementos del nuevo marco regulatorio para la actividad de distribución de energía eléctrica.” Tales “elementos” causan, según el gobierno, un sustancial aumento del valor de lo que se va a vender, pero en parte alguna el ciudadano común puede encontrar una explicación sobre la razonabilidad de esos ajustes (ni sobre la calidad de la valoración inicial). En el andén todo es opaco. La distancia entre la ciudadanía y el Estado es muy grande y solamente los jueces – como agentes de última instancia – buscan llenar ese vacío.

Los gobernadores y alcaldes que representan minorías accionarias en las electrificadoras hacen bien al abstenerse de vender sus participaciones. Primero, por razones de moralidad pública ante la falta de claridad sobre los fundamentos de la valoración. Y segundo, porque los nuevos dueños mayoritarios, según la cartilla, van a producir acelerados aumentos de valor de esos patrimonios. Las acciones de la Electrificadora de Santander hoy en manos de la gobernación y la alcaldía de Bucaramanga (17 por ciento) constituyen un buen depósito de valor para respaldar pasivos pensionales. Se supone que la rentabilidad de esas acciones será muy superior al de activos financieros de renta fija.



¿Hacia donde marcha Colombia?


Juan Manuel López Caballero.

Creo que respecto a la marcha del 4 de Febrero no hay tanto lugar a diferentes interpretaciones.

Es un hecho que en cuanto a la intención de los que marcharon había una gran diversidad, divergencia e incluso contradicción: unos lo hicieron en efecto contra las FARC, pero otros contra el secuestro, por la liberación de los secuestrados, contra la violencia en general, por la paz, por el acuerdo humanitario, etc.

La realidad es que más que por un objetivo determinado, o incluso más que por el conjunto de las diferentes motivaciones, la presencia multitudinaria fue porque se montó una campaña por parte de todos los factores de poder del país como no se había conocido hasta el momento.

Y que, también independientemente de lo que cada cual haya querido expresar, es un hecho que el mensaje o la interpretación final la manejan los mismos estamentos que dieron impulso a la marcha. Y al respecto no hay duda: lo manejan para trasmitir la idea de que el país ve a las FARC como lo ve el Gobierno, y que en consecuencia quiere la continuidad de la política guerrerista y nada de acuerdos humanitarios o alternativas de búsqueda de la paz por medios diferentes a la rendición o el exterminio de los rebeldes; y en base a que la marcha del 4 de Febrero ha sido su triunfo tomarán las decisiones de ahora en adelante; y la del 6 de Marzo será minimizada porque es contra la violencia y la barbarie, pero contra aquellas que le han permitido al gobierno actual acceder y mantenerse en el poder.

Para la Marcha del 6 del Marzo los medios de comunicación no darán igual despliegue -con imágenes y mensajes impactantes- a los textos de las sentencias contra el Estado por parte de las Cortes Internacionales de Derechos Humanos y a las confesiones de los paramilitares sobre la forma y la cantidad de sus víctimas; o a los restos que se están encontrando en las fosas comunes; o al listado de desapariciones forzosas y ejecuciones extrajudiciales, o sea a los secuestrados y eliminados por las fuerzas oficiales (según el informe de la Misión Internacional sobre Ejecuciones Extrajudiciales e Impunidad en Colombia, 955 bajo el Gobierno actual); ni los Ministros presidirán caminatas contra la impunidad por esos delitos de lesa humanidad; ni los altos funcionarios tomarán esa bandera e ‘invitarán’ a sus subalternos a acompañarlos; ni los grandes empresarios repartirán camisetas y darán día libre a quienes salgan a protestar contra los falsos positivos; ni tendrán la misma actitud de indiferencia ante un eventual manifiesto de apoyo insurgente como la que tuvieron ante el de Mancuso y Cía.; ni harán eco a las consignas en contra de la intromisión de Bush como lo hicieron respecto a Chávez; ni aparecerán vallas en todas partes sin que se sepa quién las pone o con qué recursos; ni con los fondos públicos se pagarán anuncios como si fueran campañas institucionales a nombre de y para bien de toda la ciudadanía, etc.

Simplemente en Colombia la polarización hizo perder el sentido de humanidad y lo remplazó por la ética de la guerra, y por eso quienes promocionaron la manifestación contra la barbarie de las FARC no apoyarán igual las expresiones contra las mismas o peores barbaries, pero que son cometidas para defender sus intereses o, en el mejor de los casos, sus convicciones.



LECCIONES DEL 4F


Cecilia López Montaño


A pesar del oportunismo del Partido de la U al usar la marcha del 4 de febrero para impulsar la segunda reelección del presidente Uribe, de los miedos de muchos y de la incomprensión de otros, Colombia empezó a vivir una nueva etapa de su historia. Los ciudadanos, independientemente de sus ideas políticas, se reconocen hoy como una fuerza de opinión de dimensiones inimaginables. Nadie en sus cálculos más optimistas se imaginó semejante reacción frente a las FARC y ya se alista el país para seguir estas manifestaciones de rechazo, la próxima contra el paramilitarismo. Empezaron las marchas y ojalá sigan hasta que el país salga de ese modelo en el cual unos pocos deciden y se postergan soluciones para los graves dramas nacionales.

Muchas lecciones salieron del 4F. La más importante sin duda se refiere al papel de la juventud. Fueron unos jóvenes, sin interés político y simplemente como reacción a su dolor como colombianos, los que tuvieron esta excelente idea. Además, como jóvenes supieron utilizar lo que la tecnología moderna ofrece y, nadie mejor que ellos que si la manejan, para hacer el mejor uso de ella. Todos aquellos que veían a los jóvenes colombianos como insensibles, como aislados de los problemas nacionales, como dedicados a resolver sus vidas individualmente, se llevaron la sorpresa de su vida. Una juventud comprometida con su país es la mejor carta para un futuro distinto en Colombia. Es muy probable que se empiece a replantear este país en el cual conviven los pocos que todo lo tiene con los muchos que carecen de todo. Ese será otro país, con una generación al mando, menos egoísta, más comprometida y mucho más acorde con los valores mundiales.

La segunda lección se refiere a la capacidad demostrada por los colombianos para bajar su agresividad cotidiana y para unirse en un objetivo común. Parecía inconcebible que después de todas las expresiones de intolerancia que había visto el país en los días anteriores a la marcha, no se hubiera presentado, el 4 de febrero, ningún acto que rompiera con la armonía y con la convivencia que se vivió en este acto multitudinario. Cuando se entonaba el himno nacional, todos cantamos emocionados y con el sentimiento patrio a flor de piel. El país si puede ser civilista y sobreponerse a esa violencia que ha caracterizado la vida nacional.

No menos importantes son los mensajes que se desprenden del 4F y que no pueden perderse ante el oportunismo del Partido de la U y lo inoportuno de su actitud. El país no puede quedarse ahora en el debate de si se reelige o no nuevamente al señor Presidente Uribe sino que se deben interpretar los mensajes implícitos de este hecho y procesarlos para que se conviertan en realidad. Aunque no lo vea, se dio un claro mensaje al Gobierno y a su política de Seguridad Democrática. El país demanda el Acuerdo Humanitario ya y esto implica un viraje en la sola estrategia guerrerista del Gobierno. Liberar a todos los secuestrados era uno de esos mensajes que estaban en el alma de todos los que marcharon. No basta con que Colombia reaccione ante las acciones del presidente Chávez y ante las liberaciones unilaterales de la guerrilla. ¿Dónde está la propuesta del Gobierno? ¿Dónde está su estrategia? son las preguntas que estaban y siguen en el ambiente.

Pero los partidos políticos no se salvan de recibir mandatos. Tienen que conectarse con la sociedad colombiana que está mucho más despierta de lo que se quiere reconocer. El rechazo a la muy desprestigiada política tradicional exige replanteamientos al interior de los partidos para que respondan realmente a lo que se espera de ellos: distintos planteamientos de acuerdo con su ideología para resolver los problemas nacionales y, permitirle a los ciudadanos escoger aquellos de su preferencia. Acercarse a ese país nacional fue el claro mensaje. Para no recibir rechazo, todos los políticos tuvieron que dejar a un lado esa condición partidista para marchar como simples ciudadanos. Y finalmente para las FARC fue el mensaje explícito y contundente. El país se saturó con sus métodos salvajes, con su incapacidad de responder a las demandas de No secuestro y Paz. No más FARC; es un mensaje que resonó en el mundo y frente al cual la guerrilla no puede ser indiferente.

Y siguen las marchas. Ahora debemos hacer lo propio frente a los paras y recordar a sus víctimas y a las familias de estas. Es la hora de decirles ¡No más Paras!


E-mail cecilia@cecilialopez.com



Obamanía


Ramón Elejalde. www.ramonelejalde.com

Luego de ocho triunfos seguidos en distintas primarias en Estados Unidos, especialmente las apabullantes victorias en las riberas del río Potomac, se ha desatado en el país del Norte una verdadera “obamanía” que amenaza con derrumbar la mayoría que tenía Hillary Clinton dentro del Partido Demócrata, cuando se inició el proceso de selección del candidato de ese partido a la Presidencia de la República.
El triunfo de Obama en las riberas del Potomac es significativo y contundente. Ganó por 30 puntos en Virginia, por 25 puntos en Maryland y por 50 puntos en el distrito de Columbia. Además ganó entre los negros, como es apenas obvio; ganó, sorpresivamente, entre las mujeres; ganó entre ricos, entre los pobres; arrasó entre los jóvenes, pero también votaron por él mayoritariamente los ancianos y, el colmo, ganó entre los hispanos en Virginia y en Maryland. El periodista Antonio Caño dice que “Barack Obama es un fenómeno que excede las fronteras de la política tradicional”.
Por primera vez en la lucha por la candidatura demócrata a la Presidencia de la República, Barack repunta y gana en las encuestas nacionales. Las tendencias se han revertido y eso va en contra de las aspiraciones de Hillary. Ha sido el gran triunfador en los estados pequeños y su debilidad son los más grandes y poblados, pero los últimos resultados presagian un cambio dramático en Texas y Ohio, dos importantes estados que el próximo 4 de marzo celebrarán sus primarias y donde Hillary Clinton ha mostrado una importante fortaleza. Si Hillary pierde en estos estados o los resultados son muy estrechos, su situación se complica más de lo que está hoy. También hay que tener presente que antes de la fecha indicada se realizarán las primarias en los estados de Hawai, estado donde nació Obama y donde es el indiscutido favorito y en Wisconsin, donde también las encuestas lo muestran como absoluto ganador. Hillary llegará, seguramente, con diez derrotas a cuestas a las elecciones de Texas y Ohio.
El discurso de Obama es fresco y lleno de optimismo y el mensaje invitando al cambio, le ha llegado al electorado Demócrata y a un importante sector de independientes que lo vienen acompañando con su voto. Significativo su triunfo en Missuri y Virginia, donde personas sin partido le dieron el respaldo en forma mayoritaria. El anuncio de Obama sobre “El nacimiento de una nueva mayoría nacional” donde invita a que lo apoyen todos los sectores de la población gringa, sin ninguna exclusión o consideración partidista, parece calar entre el electorado. John McCain, el fijo candidato Republicano ha dado por descontado en sus discursos, que tendrá que enfrentarse en las elecciones generales a Obama. Evidentemente que el candidato negro no las tiene todas consigo, el establecimiento Demócrata, es decir, la maquinaria del partido, parece filarse con la ex primera dama norteamericana y además, Bill Clinton es uno de los líderes más carismáticos de esa gran nación.
Obvio que la maquinaria Demócrata deberá ser muy cuidadosa al momento de tomar su definición. No pueden olvidar que Obama ha ganado en un mayor número de estados y que ha obtenido cerca de nueve millones de sufragios por algo menos de ocho millones y medio de Hillary. Estos datos deben tener pensando a varios de los “superdelegados” a la Convención del Partido, que escogerá su candidato. Bueno, además los debe trasnochar la “Obamanía” que se está apoderando de Estados Unidos y que parece incontenible.
Notícula. Mucho lo advertí en estas páginas y en otros medios de comunicación: Los despidos masivos en la Contraloría de Antioquia son injustos, politiqueros y no obedecen a ningún estudio. Ya los jueces comienzan a darme la razón.


A PROPÓSITO DE LA CONFIANZA INVERSIONISTA


Amylkar D. Acosta M

Todo discurso demasiado enfático y vehemente,
suele encubrir lo contrario de lo que pregona.

Hablar de la “confianza inversionista” se ha vuelto un lugar común en boca de los altos funcionarios del gobierno, quienes la consideran como el ábrete sésamo para la mayor afluencia de inversiones e inversionistas extranjeros al país. No cabe duda que la inseguridad jurídica en cualquier país espanta la inversión, pues, como lo afirma un estudio de la Universidad de los Andes, “...un ordenamiento jurídico volátil y cambiante caprichosamente no es un orden justo por la incertidumbre que provoca” . Pero, de allí a convertir en normas pétreas las que estén vigentes, a despecho de su inconveniencia o pertinencia, hay un abismo; como dice el adagio popular, ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre. Es bien sabido que las malas leyes desacreditan a las buenas y se termina con un bajo cumplimiento de todas ellas; de allí que una de las funciones esenciales del Congreso es justamente la de reformarlas e interpretarlas con autoridad, cuando hay lugar a ello. Las reformas per se, entonces, no son atentatorias contra la seguridad jurídica; otra cosa muy distinta es la reformitis, las reformas por las reformas.

LA CAMISA DE FUERZA

Es entendible que en los acuerdos y tratados entre los países, especialmente en lo atinente a la inversión, se pacten acuerdos de promoción y protección a sus inversiones, que las amparen frente a eventuales procesos de intervención, confiscación o nacionalización por parte del Estado. A guisa de ejemplo, Colombia y Suiza firmaron el 17 de mayo de 2006 uno de estos acuerdos, mediante el cual se obligan a garantizarse recíprocamente estándares internacionales de tratamiento y protección para las inversiones provenientes de ambos países. Ello es parte de las reglas de juego de la economía global en la que está inserta la economía colombiana. Lo que sí nos ha parecido inconveniente y peligroso, por múltiples razones , es ir más allá, hasta ofrecerle al inversionista una especie de blindaje, al garantizarle la intangibilidad de las normas que le sean aplicables, sin importar las contingencias a las que pueda verse avocado el país hacia el futuro. Y precisamente este es el alcance de la Ley 963 de 2005 “por la cual se instaura una Ley de estabilidad jurídica para los inversionistas en Colombia”, aprobada en el Congreso de la República a los trompicones y reglamentada por el Decreto 2950 del mismo año. Cuando apenas se gestaba este esperpento jurídico, advertimos de los riesgos que entrañaba su puesta en vigencia ; ahora volvemos sobre tan espinoso tema a raíz de la reacción que suscitó en la opinión pública la firma del más reciente de tales acuerdos con la empresa Bavaria. Antes de esta, otras empresas se habían acogido a sus estipulaciones, destacándose entre ellas: Alpína, Proficol Andina, Disco, Almacenes Éxito, Sofasa y Comertex. Además de estos siete acuerdos ya suscritos, se han aprobado trece más y veinticuatro solicitudes están en lista de espera. A este paso, cabe preguntarse a quienes les serán aplicables los cambios que ameriten las normas en el futuro.

ENTRE FALACIAS Y ESPEJISMOS

Según el anuncio de prensa, este Convenio “hará posible un plan de expansión de las plantas de producción de Barranquilla, Antioquia, Bucaramanga y Bogotá” y ello conllevará una generación de 2.973 de empleos indirectos nuevos. Pero, acaso la decisión de este ensanche obedece a las garantías que le ofrece este Acuerdo o, en cambio, responde a los planes de la multinacional surafricana SABMiller, que se hizo a Bavaria justamente con el propósito de capturar el mercado suramericano de la cerveza . De modo que los beneficios que le reportará a Bavaria durante los próximos veinte años, como a las demás empresas que se han acogido o se acojan a esta legislación, se constituyen en una gabela más, que se viene a sumar a las exenciones, deducciones y descuentos tributarios, la rebaja en la tasa del impuesto a la renta, así como la desgravación a la remesa de utilidades , a las que, desde luego no van a renunciar. En virtud del Convenio de marras, se les garantiza a ellas que si “durante su vigencia se modifica en forma adversa a estos alguna de las normas que haya sido identificada en los contratos como determinante de la inversión, los inversionistas tendrán derecho a que se les continúen aplicando dichas normas por el término de duración del contrato respectivo” . Ahora bien, “para todos los efectos, por modificación se entiende cualquier cambio en el texto de la norma efectuado por el Legislador si se trata de una ley, por el Ejecutivo o la entidad autónoma respectiva si se trata de un acto administrativo del orden nacional, o un cambio en la interpretación vinculante de la misma realizada por autoridad administrativa competente” .

Incluso, “podrán ser objeto de los contratos de estabilidad jurídica los artículos, incisos, ordinales, numerales, literales y parágrafos específicos de leyes, decretos o actos administrativos de carácter general, concretamente determinados, así como las interpretaciones administrativas vinculantes efectuadas por los organismos y entidades de los sectores central y descentralizado por servicios que integran la rama ejecutiva del poder público en el orden nacional, a los que se refiere el artículo 38 de la Ley 489 de 1998, las Comisiones de Regulación y los organismos estatales sujetos a regímenes especiales contemplados en el artículo 40 de la misma ley” . Así las cosas, por la vía de enervar anticipadamente las normas que se expidan en lo sucesivo, tanto el Congreso de la República como los tribunales administrativos verán menguadas sus funciones y competencias, al hacerlas nugatorias en su aplicación. Es de anotar que, como lo explica el Ministro de Comercio, Industria y Turismo, Luis Guillermo Plata, “la estabilidad jurídica cubrirá la totalidad de las actividades que desarrolle la empresa” y no sólo aquellas que se deriven de las inversiones nuevas o ampliaciones que contempla la Ley. Se puede alegar que el sacrificio fiscal que puede representarle al erario estos acuerdos tiene su compensación, puesto que las empresas deberán pagar “una prima igual al uno por ciento (1%) del valor de la inversión que se realice en cada año” .

MÁS CARO EL CALDO QUE LOS HUEVOS

Más, sin embargo, a la hora de hacer el análisis costo – beneficio de sus implicaciones es previsible que tales acuerdos resulten desventajosos para el Estado y eventualmente se puede constituir en otra fuente de conflictos, que pueden terminar como tantos otros en condenas contra el Estado . En el caso específico de Bavaria, vale la pena recordar que su adquisición por parte de la SABMiller, que involucró una transacción por un monto de US $7.800 millones, la mayor en mucho tiempo, se hizo de modo que no se causara impuesto alguno por ese concepto. Asesorados por los más hábiles tributaristas, se ingeniaron la fórmula de la “fusión por absorción”, conocida como “triangulación”, extraña a nuestra legislación, para camuflar lo que a todas luces era una compra – venta de acciones. Con razón sentenció Solón, en el Consejo de los siete sabios de la antigua Grecia, que “las leyes, como las telarañas, enredan a los débiles y son rotas por los fuertes”. Con este subterfugio le birlaron, en concepto del jurista Francisco Vergara Carulla, más de US $1.200 millones al fisco, cifra esta ante la cual palidecen los $9.600 millones (¡!) que le pagará Bavaria a la Nación por prima de estabilidad. Eso sí, el hueco fiscal que se abre con estos acuerdos se taparán en su momento con más impuestos o más endeudamiento, que recaerán sobre las ya laceradas espaldas de los demás contribuyentes, quienes no estarán al abrigo protector de tales acuerdos.

Claro que el Ministro de Comercio, Industria y Turismo sigue sermoneando con que "para el inversionista las reglas del juego claras son las mas importantes en el momento de tomar una decisión, por eso en Colombia hemos decidido garantizarlas". Pero, a qué precio, por Dios! A juicio de Buiness Week, el gran atractivo de Colombia para la inversión extranjera se origina la estabilidad y dinámica de su economía, con una inflación bajo control y una política macroeconómica históricamente responsable y no en la mentada estabilidad jurídica, que, aunque importante, no lo es todo. Por las mismas razones, las calificadoras de riesgo Moody´s, Fitch y S & P´s. aunque aún no le dan el grado de inversión, sí han mejorado su percepción de la economía colombiana y pasó en los últimos meses de estable a positivo y ello es un avance. Son estos y no otros los factores que han contribuido al repunte de la inversión directa en Colombia en los últimos años, respondiendo además a una tendencia que ha favorecido a toda la región y no sólo a Colombia. Es cierto que la inversión privada en general y la extranjera en particular esta pasando por un buen momento; pero, todavía es demasiado pronto como para atribuirlo a este endriago, ya que las decisiones de inversión en nuevos proyectos o en la ampliación de estos no se toman de la noche a la mañana. En efecto, la participación de la inversión privada en el PIB pasó del 12 al 14% a comienzos de la década al 27%; de una inversión extranjera directa de tan sólo US $2.000 millones en 2001 y 2002, Colombia pasó a recibir más de US $6.000 millones.



COLOMBIA ES PASIÓN

Además, como ya lo hemos dicho, Colombia cuenta con todo un cúmulo de tratados comerciales y acuerdos de inversión bilaterales, como los suscritos con la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero - OPIC (por sus siglas en inglés), la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones - MIGA (por sus siglas en inglés) y el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a las Inversiones - ICSID (por sus siglas en inglés). En consecuencia, aquí en Colombia la inversión extranjera no tiene nada qué temer y goza de las mayores prerrogativas, que hacen de ella en este aspecto una Nación atractiva a la inversión extranjera. Los frenos con los que aún tropieza son los mismos con los que se enfrenta la inversión nacional, su rezago en materia de infraestructura, ciencia y tecnología , amén de las falencias institucionales, que no se van a obviar con tales acuerdos. Por ello, estamos seguros que ayudaría muchísimo más a estimular la inversión productiva en Colombia tomar en serio la Agenda Interna para la Productividad y la Competitividad, que seguir en esa carrera de dadivosidad para con la inversión y los inversionistas Además, un país en donde la seguridad jurídica se tenga que contratar y pagar por ella no es de fiar, porque ello no habla bien de él.


Bogotá, febrero 14 de 2008
www.amylkaracosta.net