jueves, 17 de julio de 2008

CONTENIDO


• Catálogo de buenas intenciones, Ramón Elejalde.
• Colombia: Celebremos la liberación, no el régimen. Amy Goodman.
• Eso es cuento viejo, Rodolfo Correa.
• El movimiento universitario de Córdoba, 90 años después, Mateo Aquino Febrillet.
• ¿Qué pasa con la industria?, Mauricio Cabrera Galvis.
• Los extremos se tocan, Octavio Quintero.
• La popularidad si se está gestando, Jorge Martínez.
• Recuerde, Europa; César González Muñoz.




Catálogo de buenas intenciones


Ramón Elejalde. ramone@une.net.co

Seis meses es muy poco tiempo para presentar balances de gobierno. Es el período en el cual se preparan, se presentan y se aprueban los planes de desarrollo. Nadie pues está interesado en minuciosas rendiciones de cuentas a alcaldes y gobernadores por la razón expuesta. Sin embargo, el interés mediático de figurar y aparecer haciendo grandes cosas lleva a algunos mandatarios seccionales y locales a presentar catálogos de buenas intenciones o a repetir su programa de gobierno, como obras o gestiones que se realizan o realizaron.
Esto último es, ni más ni menos, lo que ha sucedido con el figurón “Balance de gestión de los seis primeros meses del gobernador de Antioquia”. La hidroeléctrica Pescadero-Ituango; el puerto de Urabá; la empresa Generadora de Energía de Antioquia; el Túnel Medellín-Rionegro; las dobles calzadas Barbosa-Cisneros, Ancón- Bolombolo, Chigorodó-Turbo y Hatillo-Donmatías no son más que obras proyectadas desde hace años, que deben merecer todo el interés del actual Gobierno de Antioquia, pero que no pueden ser exhibidas como realizaciones de un balance serio. Muchas de estas obras no las podrá mostrar, ni iniciadas, ni contratadas el gobernador Ramos Botero al final de su mandato. Como cañazo, excelente; como balance, risible.
En el balance referente a la salud dice el aviso gubernamental que “aumentamos a 5.436.740 los antioqueños asegurados en salud, en régimen contributivo y subsidiado, para llegar a un cubrimiento del 92% de la población”. Con este informe quedé totalmente perdido. Resulta que la semana pasada el señor director de Metrosalud denunció la falta de camas en los hospitales de segundo y tercer nivel para los enfermos pobres, especialmente del régimen subsidiado y la respuesta del Secretario de Salud de Antioquia fue la de que el colapso de los hospitales se debía al incremento que el Gobierno anterior del Departamento, había dispuesto para beneficiar a más antioqueños en salud. No entiendo este galimatías. ¿Alguien me lo podrá explicar? La verdad es que los cinco millones de nuevos asegurados en salud vienen del Gobierno de Aníbal Gaviria Correa. Lo grave es que la actual administración lo presenta como logro por un lado y como lastre para justificar su inactividad, por el otro. También alguien me podrá explicar por qué los mismos funcionarios actuales de la Secretaría de Salud, no los que vienen del Gobierno anterior, dicen que ésta es la administración de “la parálisis por análisis”. En esa dependencia todavía están analizando. ¿Hasta cuándo? Sería también muy bueno que el Gobernador se percatara de los procesos ejecutivos que se adelantan en los juzgados administrativos de Antioquia, por las enormes deudas que el Servicio Seccional de Salud tiene con varias clínicas y hospitales. ¿Dónde está la plata de la salud? ¿Será verdad, como lo afirman los acreedores de la Seccional de Salud, que está en el IDEA engrosando el flamante incremento de las captaciones de este Instituto? Y a propósito de las captaciones del IDEA, ¿será verdad que a todas las dependencias oficiales las obligaron a pasar sus recursos a este instituto perdiendo unas pequeñas ganancias que obtenían en los bancos comerciales? Si es verdad, así cualquiera incrementa captaciones.
Con el Programa Maná aceptan en el balance que ya comenzaron con el eje de complementación alimentaria, pero de los otros cinco ejes, ni pío. Amén de que uno de ellos será asignado a la Secretaría de Agricultura. Respecto a que “hemos ejecutado el 46,7% del presupuesto de inversión”, me preocupa lo afirmado por el diputado Rodrigo Mesa Cadavid, quien sostiene que el Gobierno de Antioquia confunde lo contratado con lo ejecutado y que hasta el 30 de junio de este año apenas se ha ejecutado un 5,13% del presupuesto departamental. Pone como ejemplo de la confusión existente en Hacienda del Departamento los contratos que por sesenta mil millones de pesos se legalizaron recientemente para arreglar vías. Estos contratos se ejecutarán hasta el año entrante y apenas se contrataron. No puede afirmarse que es presupuesto ejecutado. Dicen también que están contabilizando como presupuesto ejecutado los contratos interadministrativos que suscriben las dependencias de la Gobernación con el IDEA, recursos que están sirviendo para engrosar las captaciones, pero también para contratar vehículos y personal. Tal el caso del Dapard, que ha vinculado a cerca de treinta personas por ésta vía. Obvio, al momento de analizar el cumplimiento de la Ley 617 sobre recursos para funcionamiento, no tienen personal contratado y como el contralor es de bolsillo, nada pasa y todos tan contentos.
Notícula. Este viernes, con gran despliegue, el periódico El Colombiano me ha dado la razón en mis denuncias sobre el contralor de Antioquia. La respuesta del contralor politiquero no se hizo esperar, despidió el mismo día a Javier Brand a quien un Juez de la República, mediante acción de tutela, ordenó reintegrar recientemente. Sigue el incidente de desacato.


Colombia: celebremos la liberación, no el régimen

Publicado el 9 de Julio de 2008


Por Amy Goodman

Es fantástico ver a Ingrid Betancourt libre. Ingrid se postulaba a la presidencia de Colombia por el Partido Verde contra Álvaro Uribe en 2002 cuando fue secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) pocos días después de pedir a las FARC que detuvieran su campaña de secuestros. Fue mantenida como rehén durante más de seis años y fue liberada la semana pasada junto a otros 14 retenidos. La espectacular operación de rescate llevada a cabo por el ejército colombiano se ha podido ver en periódicos y televisores de todo el mundo, pero celebrar su liberación no debe confundirse con celebrar el actual gobierno colombiano.
Conversé por teléfono con Manuel Rozental en su hogar en Canadá. Manuel es un médico colombiano y activista de derechos humanos que huyó de su país tras haber recibido varias amenazas de muerte: “Estamos hablando del régimen con el peor historial en materia de derechos humanos del continente y del ejército con el peor historial de violaciones a los derechos humanos del continente y que, a su vez, cuenta con el mayor apoyo de Estados Unidos, incluyendo a los contratistas o mercenarios. Así que el hecho de que este régimen haya estado involucrado en esta liberación no debe, no debería y no puede tapar el hecho de que se trata de un régimen horrendo.”
Colombia es el mayor receptor de ayuda exterior estadounidense después de Israel y Egipto. Amnistía Internacional USA ha pedido que se interrumpa toda la ayuda concedida a Colombia, mencionando que “… las torturas, las matanzas, las ‘desapariciones’ y el asesinato de no combatientes son fenómenos generalizados, y la connivencia entre las Fuerzas Armadas y los grupos paramilitares continúa hasta el día de hoy. Se calcula que en 2006 la ayuda estadounidense a Colombia ascendió a unos 728 millones de dólares; aproximadamente el 80 por ciento de esta suma estaba destinada al ejército y a la policía.”
John McCain estaba en Colombia el 2 de julio, el día en que Betancourt fue liberada junto con tres contratistas militares estadounidenses y soldados y policías colombianos que estaban retenidos. Los vínculos de McCain con Colombia son dignos de mención. El Huffington Post informa que el multimillonario de Cincinnati Carl Lindner, ex Director Ejecutivo de Chiquita Brands International, acababa de celebrar un evento de recaudación de fondos para la campaña de McCain. Bajo la dirección de Lindner, Chiquita pagó y armó a uno de los más conocidos grupos paramilitares de derecha de Colombia, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El gobierno de Estados Unidos multó a Chiquita con 25 millones de dólares por haber financiado y armado a las AUC, clasificadas como “organización terrorista extranjera” por el Departamento de Estado estadounidense desde 2001. Una de las condiciones del trato era que Chiquita no tendría que hacer públicos los nombres de los altos ejecutivos implicados.
El Huffington Post y el New York Times informaron recientemente acerca de otro vínculo de McCain con Colombia. Su principal asesor, Charlie Black, renunció en marzo a su cargo de Presidente del grupo de Lobby BKSH & Associates, con sede en Washington, D.C., para dedicarse a tiempo completo a la campaña de McCain. Desde 1998, BKSH ganó 1,8 millones de dólares como representante de Occidental Petroleum, empresa que ha realizado controvertidas operaciones petroleras en Colombia. Occidental trabajó con una contratista militar y con el ejército colombiano para contrarrestar los ataques a los oleoductos. En diciembre de 1998, el ejército colombiano lanzó una bomba sobre el pueblo de Santo Domingo, matando a 11 adultos y siete niños. Según el periódico Los Angeles Times, Occidental “proporcionó, de forma directa o a través de contratistas, transporte de tropas, instalaciones para la planificación y combustible para los aviones del ejército colombiano, incluyendo a la tripulación del helicóptero que fue acusada de lanzar la bomba.”
La fotografía de un abrazo atrajo la atención de Inter Press Service, una agencia independiente de noticias a nivel mundial. Poco después de que Betancourt fuera liberada, IPS publicó un artículo, “The General Ingrid Hugged” (El General al que Ingrid abrazó), sobre el Comandante del Ejército colombiano, el general Mario Montoya. Montoya ha sido vinculado con un grupo comando secreto de fines de la década del ´70 que realizó atentados con bombas y masacró a los opositores políticos de la derecha.
La ráfaga inicial de momentos fotográficos con Betancourt abrazando a Montoya y posando junto a Uribe hizo aumentar la aprobación pública del gobierno de Uribe y del ejército colombiano. Sin embargo, a pesar de estas fotos oportunistas, Betancourt está empezando a reafirmar su tradicional condición de opositora. Ingrid declaró en Radio Francia Internacional (RFI): “El presidente Uribe, y no solamente el presidente Uribe sino Colombia en su conjunto, deberían cambiar ciertas cosas. … Creo que ha llegado el momento de cambiar el lenguaje radical, el lenguaje del extremismo y del odio, esas palabras muy duras que causan un profundo daño al ser humano. … Llega el momento en que uno tiene que aceptar sentarse a hablar con la gente a la que odia.”
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Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now! www.democracynow.org, noticiero internacional diario emitido en más de 700 emisoras de radio y TV en Estados Unidos y el mundo.
© 2008 Amy Goodman
Texto en Inglés: Traducido por: Ángel Domínguez y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org



Eso es cuento viejo

Rodolfo Correa.

“Las repúblicas deben ser autoritarias, so pena de incidir en permanente desorden y aniquilarse en vez de progresar” es una expresión hoy puesta de moda al considerarse como uno de los principales lemas de un colombiano históricamente inmortal.

Este político colombiano del que les hablo fue representante del Partido Liberal en una Gobernación Departamental, en el Congreso de la República, en diversos órganos administrativos y enarboló las banderas del liberalismo hasta cuando fue elegido Presidente de la República. Durante su gestión, y como consecuencia de la situación del país, cambió su orientación política. Alrededor de este Presidente se consolidó un grupo político de antiguos liberales y, en su segunda legislatura, abandonó definitivamente las filas liberales para fundar un nuevo Partido. Esta nueva agrupación política propugnó una regeneración nacional de carácter conservador. Aprovechándose de los réditos de su alianza con la oligarquía colombiana y por ende de sus altos índices de popularidad prorrogó sus funciones presidenciales durante varios periodos. A lo largo de su ejercicio presidencial estableció un fuerte lazo con una potencia extranjera y promulgó una nueva política territorial bajo el eslogan “centralización política y descentralización administrativa”, aunque lo primero se desarrollo perfectamente en Colombia, lo segundo todavía lo esperamos.

Pero bien, esta historia, como dice el bolero: parece que fue ayer, es más parece la de hoy. Sin embargo estamos hablando de un hombre que murió hace 114 años. Estamos refiriéndonos a Rafael Núñez. El colombiano que gracias a sus alianzas con los sectores potentados de este país y con los conservadores, logró ser reelegido Presidente como ninguno otro en la historia de la República (1880 – 1882, 1884 – 1886, 1886- 1888, 1892 – 1894). El mismo que como director de crédito público firmara las leyes de desamortización de bienes de manos muertas (que privaban al clero de sus propiedades) y dos décadas después firmara el Concordato entre la Iglesia y el Estado. Ese mismo que hizo parte de las filas liberales en la guerra de los Supremos, en 1840-1841 y que después arrodillara la República a los pies del confesionalismo, porque según él “en un país esencialmente católico, luchar contra la Iglesia sería como ir contra la corriente, pues a pesar de los esfuerzos, ésta lo haría naufragar”.

Así que lo de hoy no es nada nuevo es, como dicen los abuelos: ¡cuento viejo!



Las reformas de Córdoba: 90 años después
Importancia del Movimiento Universitario


MATEO AQUINO FEBRILLET, El autor es profesor universitario. Diario Digital.

La universidad como institución social, surge en la edad media en los siglos XII y XIII con la Universidad de Bolonia en Italia, a la que siguieron El Colegio de la Sorbona en París, la de Oxford y la de Cambridge en Inglaterra, la de Palencia y la de Salamanca en España. Surgidas primero con un carácter laico y cuestionador, la necesidad de legitimar el saber trasladó esa autoridad a las catedrales y de ahí nació la influencia posterior de la iglesia en el ámbito universitario tanto para validar los conocimientos, como para autorizar el funcionamiento de estas instituciones.
El origen de la universidad coincide con la culminación de labor de la patrística, que había elaborado la doctrina de la iglesia católica caracterizado por la prédica de los dogmas cristianos, y el surgimiento de la escolástica, movimiento filosófico que tuvo como núcleo el debate sobre las diferencias que se presentaban entre la autoridad divina y la razón. Este debate, fundamentado en el pensamiento de los filósofos griegos Platón y Aristóteles influyó en el surgimiento de las órdenes religiosas que llevarían a la práctica la concepción o visión cristiana de la historia social y política de la humanidad. Es así como se instituyen la orden de los franciscanos, siguiendo la línea de la patrística con el platonismo como guía, y por otro lado, la orden de los dominicos, quienes siguieron la línea escolástica sintetizando el pensamiento aristotélico, cuyo mayor representante se encuentra en Santo Tomás de Aquino.
En América, penetraron distintas órdenes religiosas y con la autorización del alto mando católico formaron instituciones de educación superior en todo el continente. En La Española, los dominicos fundaron la primera universidad del llamado nuevo mundo con el nombre de Santo Tomás de Aquino, autorizada mediante la bula In Apostulatus Culmine del 28 de octubre de 1538 y que hoy lleva el nombre de Universidad Autónoma de Santo Domingo. Hernando de Gorjón fundó el Colegio de Gorjón, convertido en Universidad de Santiago de la Paz, mediante cédula real del 23 de febrero de 1558, la que pasó a manos de los jesuitas en 1649.
A partir de ahí las órdenes religiosas continuaron fundando universidades: En 1551, la de México en México y la de San Marcos en Lima; en 1585, la de San Fulgencio en Quito; en 1592, la Javeriana en Bogotá; en 1621, la de Córdoba, en Argentina; en 1725, la de Caracas, en Venezuela; y en 1728, la de La Habana, en Cuba.
La Universidad Nacional de Córdoba, es la más antigua de Argentina y una de las primeras del continente americano, creada por los jesuitas primero como Colegio Máximo, donde los alumnos, en particular religiosos de esa orden, recibían clases de filosofía y teología y que, mediante disposición del Papa Gregorio XV del 8 de agosto de 1621 recibió la facultad de conferir grados, lo cual confirmó el monarca Felipe IV por Real Cédula del 2 de febrero de 1622.
La universidad de Córdoba, en sus orígenes, era llamada también familiarmente como “Casa de Trejo”, por el especial impulso que le dió el Obispo Juan Fernando de Trejo y Sanabria; ésta tuvo un perfil exclusivamente teológico-filosófico durante el siglo y medio en que se extendió la administración jesuítica.
En 1767 los jesuitas fueron expulsados por resolución del Rey Carlos III, lo que permitió que la universidad pasara a ser dirigida por los franciscanos, quienes estuvieron al frente de la misma hasta el 1808, cuando fueron desplazados por la realeza española con el nombramiento del Dr. Gregorio Funes como Rector.
En el devenir histórico, la Universidad de Córdoba experimentó importantes cambios. En 1791, dejó de ser exclusivamente teológica con la creación de las facultades de Derecho y Ciencias Sociales, en 1800, por real cédula pasó a ser Real; en 1856 adquirió dimensión de universidad nacional; en 1864 se suprimieron los estudios teológicos; en 1873 se inician los estudios de ciencias con la creación de la Facultad de Ciencias Físico - Matemáticas, posteriormente llamada Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
No obstante su desarrollo, la Universidad de Córdoba seguía siendo, como las demás universidades del continente, una entidad al servicio exclusivo de los intereses de la nobleza española y de la clase religiosa representada por la iglesia católica, lo que sumado a distintos factores sociopolíticos, impulsaron un movimiento reformador en la universidad conocido como LA REFORMA DE CORDOBA.
En los inicios del siglo XX, se dieron tres acontecimientos políticos que, de acuerdo con Julio V. González, incidieron significativamente en dicho movimiento: “la primera guerra mundial, puso en crisis el sistema de valores occidentales; la revolución socialista rusa de 1917 amplió el horizonte social y despertó nuevas expectativas y la llegada del radicalismo argentino al poder en 1916 representó el ascenso político de capas medias”.
La universidad de Córdoba a principios del Siglo XX, afirma Carlos Tünnermann, “era uno de los bastiones del clero y del patriciado argentino, de las universidades argentinas, era la más apegada a la herencia colonial, la más cerrada y medieval de todas. Gobernada por consejeros vitalicios y con cátedras casi hereditarias, era el símbolo de lo anacrónico y de una enseñanza autoritaria y esterilizante”.
El GRITO DE CORDOBA, fue dado a conocer el 21 de junio de 1918, mediante un documento que recoge las motivaciones y los fines del movimiento. En los siguientes fragmentos se resume el contenido de las motivaciones de dicha proclama:
“Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y –lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así el fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la Ciencia, frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático”.
“Nuestro régimen universitario –aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie del derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo”.
“La Federación Universitaria de Córdoba reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que la autoridad en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: Enseñando. Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y de consiguiente infecunda”.
“El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de Ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla”.
La esencia de las reformas de Córdoba es recogida por Tünnermann en los siguientes puntos: autonomía universitaria, elección de los cuerpos directivos y de las autoridades de la universidad por la propia comunidad universitaria: profesores, estudiantes y graduados, concursos de oposición para la selección del profesorado y periodicidad de las cátedras, docencia libre, asistencia libre, gratuidad de la enseñanza, reorganización académica que incluya nueva escuelas y docencia activa, asistencia social a los estudiantes, democratización del ingreso a la universidad, vinculación de la universidad con el sistema educativo nacional, fortalecimiento de la función social de la universidad, proyección de la cultura universitaria al pueblo y preocupación por los problemas nacionales mediante la extensión universitaria, unidad latinoamericana y lucha contra las dictaduras y el imperialismo.
El Grito de Córdoba se extendió rápidamente por los países latinoamericanos ejerciendo gran influencia en las universidades públicas de donde surgió el carácter de universidades autónomas: 1919 en Perú, 1920 en Chile, 1922 en Colombia, 1923 en Cuba, 1928 en Paraguay, y así, en todo el continente latinoamericano.
En algunos países, el movimiento llegó tardíamente por las férreas dictaduras que imperaban, como son los casos Venezuela, donde las reformas se incorporaron en la ley de 1944 después de la muerte del tirano Juan Vicente Gómez.
En la República Dominicana, la universidad se dinamizó después de la muerte del dictador Rafael L. Trujillo en el 1961, con la aprobación y promulgación de la Ley de Autonomía universitaria, pero adquirió una dimensión trascendente a partir del Movimiento Renovador Universitario emprendido en el 1966, cuando se asumió la visión de universidad crítica, democrática y abierta inspirado en el movimiento de Córdoba.
Hoy, a 88 años de la Reforma de Córdoba, puede afirmarse que se alcanzaron la mayoría de las reivindicaciones planteadas. Sin embargo, otras han sido mediatizadas y algunas han sido agotadas.
El libre acceso y la gratuidad de la enseñanza universitaria, si bien han permitido que un segmento importante de las capas medias y bajas de la población acceda a la universidad, la realidad es que los pobres todavía no pueden ingresar a la universidad.
La autonomía, en cuanto a la capacidad de la universidad para elegir sus autoridades y gobernarse internamente en los aspectos administrativos y académicos, es una realidad, sin embargo, el incumplimiento de la ley que le da sustento económico, mediatiza su quehacer en los campos de la investigación y la extensión.
En medio de los problemas que agobian actualmente la mayoría de los países latinoamericanos como la delincuencia, la criminalidad, la corrupción, el narcotráfico, la degradación del medioambiente, la brecha tecnológica y del conocimiento, la competencia desigual entre naciones que arrastra el proceso de mundializacion de la economía, las múltiples inequidades, la pobreza extrema, entre otros, son factores que limitan el desarrollo de las pueblos y merecen la atención y la ocupación de las universidades.
Temas como pertinencia social; equidad; calidad e innovación; autonomía responsable; formación integral, humanística, ética y crítica de profesionales; ejercicio de una gerencia socialmente responsable, transparente y ética; sistemas y formas de educación que garanticen formación durante toda la vida y cobertura al mayor número de sectores sociales; producción de conocimientos que contribuyan al desarrollo de las respectivas sociedades en las que operan; modernización e incidencia en la sociedad, entre otros, son verdaderos retos que enfrentan las universidades y que nos corresponde asumir a los que conformamos la presente generación.



Los extremos se tocan

OCTAVIO QUINTERO, oquinteroefe@Yahoo.com, 14-07-08
El nuevo Chávez y los dos Uribes fueron sendas columnas suscritas este fin de semana por dos importantes columnistas de la prensa colombiana: Rodrigo Pardo, director de Cambio y el ex ministro Rudulf Hommes, en varios medios regionales, entre ellos, El Colombiano de Medellín.
Yo estoy muy confundido con las expresiones y contenido de la reunión Uribe-Chávez de la semana pasada en Punto Fijo, estado de Falcón (Venezuela). En el campo ideológico, pues, ni se diga. No puedo entender cómo puedan asociarse proyectos tan diametralmente opuestos como el Socialismo del Siglo XXI del presidente Chávez y el neoliberalismo a ultranza del presidente Uribe; en el campo económico, menos, y por lo dicho atrás: habría que pensar en pedazos de inversión de un mismo proyecto binacional que se adelantara con dineros del Estado en Venezuela y de la empresa privada en Colombia, para conservar los diferentes modelos de uno y otro país.
Por esto me llamó la atención que estos dos columnistas se ocuparán de analizar las personalidades de los dos presidentes, más allá de sus expresiones ideológicas que los han llevado a insultarse de lo más lindo, como nunca antes homólogos colombo-venezolanos lo habían hecho en el pasado, incluyendo las muy profundas diferencias que personal, epistolar y por interpuestas personas sostuvieron Bolívar-Santander.
Estaba pensando que tal vez los presidentes Chávez-Uribe comparten un mismo afán dictatorial, en los términos de las dictaduras modernas que se adelantan no con las armas sometiendo a los contrarios sino con encuestas hipnotizando a la plebe.
Me abstenía de expresarlo por parecerme, de pronto, una posición muy radical de mi convicción ideológica. Pero leyendo a Pardo-Hommes, ahora no me cabe la menor duda de que los extremos se tocan en aquellas cosas prácticas en que sus contactos les sirven para satisfacer sus apetitos personales.
Pardo dice en la revista Cambio que Chávez “se está reinventando para superar uno de los momentos políticos más adversos de sus casi diez años de ejercicio del poder; y Hommes dice que el Uribe que estuvo en Venezuela “no es el mismo que opera en Colombia. El de acá es beligerante, no es flexible y no está tan dispuesto a aceptar los gestos conciliatorios de sus adversarios. Con ellos se muestra implacable (…). También es posible que Uribe sienta que se debe a su público, que el pueblo que lo respalda espera que actúe así y por eso el Uribe de allá es obsecuente y el de aquí imperial”.
Tan imperial, agregamos nosotros, que no pasaron 12 horas de su jovial encuentro con Chávez sin que llegara a Colombia a gañir que si tenía que gastar el 100 por ciento del presupuesto nacional para liquidar a las Farc lo haría con tal de borrar del mapa de Colombia a esos terroristas.
¿Podríamos concluir que la amabilidad entre Chávez-Uribe en Punto Fijo, más que un cierre de página, es la necesidad de dos extremos que persiguen un mismo fin? Yo creo que sí. Y en ese entendido, me siento defraudado, porque si entre ambos se dan oxígeno para perpetuarse en el poder, ello quiere decir que en el medio quedan unos pueblos emotivos más que racionales que no les importa distinguir de qué color es el gato, con tal que cace ratones.
Pienso, finalmente, que las buenas relaciones que dicen haber abierto en el libro de la historia no pasan de ser una pompa de jabón que explotará al primer pinchazo de, por ejemplo, el ministro de Defensa colombiano que habla con alfileres en la boca cuando de Chávez le gusta despotricar.


¡La popularidad sí se está gastando!

Jorge Mejía Martínez, Jorge.mejia@une.net.co
Injusto con el Alcalde de Medellín, el editorial del domingo pasado de El Colombiano: ¿Para qué sirve la popularidad? El editorialista se desespera por que Alonso Salazar cuenta con el 62% de favorabilidad –había ganado la alcaldía con menos del 50%- y por que el porcentaje de medellinenses que considera que la situación en la ciudad está mejorando pasó del 80 al 74 por ciento. Alonso perdió 12 puntos y el optimismo se redujo en 6. ¨Sólo llevamos seis meses de administración con los nuevos mandatarios y ya es tiempo de empezar a hacer cosas transformadoras que redunden en beneficio de la ciudad… ¡para eso es la popularidad: para tenerla y gastársela en beneficio de los gobernados!¨. Lo que el periódico no se esfuerza por esclarecer es que precisamente el Alcalde de Medellín no ha hecho otra cosa, desde que se posesionó hace poco más de seis meses, que gastar su capital político poniéndole la cara a los grandes problemas de ciudad. El supuesto castigo en las encuestas no es por asumir una actitud contemplativa, sino al contrario, por guerrear con las dificultades.
El hombre armó una polvareda en los primeros días de su mandato, cuando denunció la falta de compromiso de algunos miembros del Ejército nacional para controlar el porte generalizado de armas en Medellín. La policía decomisa y el ejército las devuelve. Fue el reclamo respetuoso pero firme del Alcalde. Desde la Secretaría de Gobierno municipal se realizó un intenso trabajo ante el Congreso de la República para lograr la aprobación de un acto legislativo, de iniciativa popular, que buscaba darles mayores competencias a los mandatarios locales para asumir con mayor rigor el control al porte y posesión de armas en el país. El proyecto se archivó. Faltó voluntad en el legislativo.
Alonso Salazar, además de frentero, no es maquillador. Hizo pública su preocupación por el incremento de los homicidios en el primer trimestre respecto a igual periodo del año anterior. Obligó a todo mundo: fuerza pública y funcionarios, a trabajar a marchas forzadas para producir resultados. Ya se están viendo: antes la impunidad era del 90%. Hoy se judicializan la mitad de los asesinatos en Medellín. La justicia está más pronta. Quien la hace la paga, es la mejor respuesta para combatir el homicidio. Los lectores recuerdan la postura vertical del Alcalde frente a los hechos oscuros de la Plaza Mayorista. Y algunos chismes que circulan por Internet con el propósito de enlodar la personalidad del burgomaestre, provienen de personas vinculadas con grupos de desmovilizados incómodos por la intransigencia del mandatario para acolitar la delincuencia.
El mismo periódico, desde hace mucho rato, ha insistido en la perentoria necesidad de tomar medidas para mejorar la movilidad de los medellinenses. ¿Qué hizo el Alcalde en seis meses? Adoptar acciones, traumáticas, rápidas e impopulares, pero al alcance de la mano. Mientras se avanza en las soluciones estructurales, aplazadas por administraciones anteriores – construcción de nuevas vías y operación del Metroplus- que requieren tiempo y recursos. Las motos que circulan en Medellín tuvieron un incremento del 300% en el último año, con un impacto inmenso en la accidentalidad y en la movilidad; la decisión fue adoptar el pico y placa para las motos de dos tiempos, las más contaminantes.
El pico y placa de cuatro horas para los particulares no fue suficiente para lograr mayor fluidez en Medellín; a partir del 4 de agosto la medida regirá todo el día -¿habrá medida más impopular que esa?- aunque no sobra recordar que tan solo el 8 por ciento de la población tiene vehiculo particular. El grueso de la población utiliza el transporte público. Y si es necesario ir más allá, la medida cobijará al mismo transporte público de pasajeros, particularmente el ofrecido por aquellas empresas que presentan un parque automotor superior al necesario. Parque automotor que en pocos años se incrementó un 22%. En la ciudad tenemos un taxi por cada 123 habitantes. En Buenos Aires, Argentina, hay un taxi por cada 344 pobladores.
A Alonso Salazar le tocó tomar la decisión sobre la modalidad de energía a utilizar por el sistema Metroplus, dado que los gobernantes anteriores no cumplieron con su obligación. Gas o electricidad: se consultaron los expertos de EPM, Metroplus, Área Metropolitana y UPB. Se adoptó la vía del gas, la más recomendada técnicamente, que resultó ser la menos popular. Había que actuar.
Todas decisiones no acordes con el querer de la galería. Puede que el Alcalde se equivoque, puede que tenga que reversar. Pero no va a meter las manos. La popularidad no está en una urna de cristal del piso 12 de la Alcaldía. Se la está jugando cada hora y cada día. Son las vicisitudes de gobernar.
PD: mi admirado y querido amigo Jorge Alberto Velásquez me acaba de hacer llegar su postura frente al tema de la movilidad, contrario a lo aquí planteado. Gracias y lo miraré.


Recuerde, Europa
César González Muñoz
Hay 80 millones de pobres en el territorio de la Unión Europea. De ellos, unos 20 millones son niños. Estas cifras no incluyen los solicitantes de asilo ni los inmigrantes sin papeles. La mayoría de los europeos pobres vive en las naciones “marginales” de la Unión. El promedio de la población pobre en Europa es el 15% de la población total. En España, este porcentaje es el 20%. Sólo Grecia y Portugal registran número más altos.
Son cifras sorprendentes y paradójicas. Pero es necesario tener cuidado. La medición de la pobreza en Europa es bien diferente a la que se usa en los países pobres. El consenso en la Unión Europea es que un individuo es pobre cuando recibe menos del 50% del promedio de ingreso personal disponible en el territorio considerado. Así, las estadísticas de pobreza en Europa tienen que ver más bien con la distribución del ingreso, con la “pobreza relativa”, que con la posición absoluta de insuficiencia de ingresos. Con los números que maneja la burocracia de la Unión, todo lo que sé es que en España, Grecia y Portugal, más del 20% de la gente recibe menos de la mitad del ingreso promedio, y que 80 millones de personas sufren allí de “pobreza relativa”.
En todo caso, hay grandes comunidades en situación de dureza y de privación en Europa. Si a ellas les sumamos los inmigrantes ilegales, el cuadro es color hormiga. Así y todo, la vida es más llevadera en la vieja Europa que en el mundo pobre.
Ni los problemas de desigualdad, de pobreza relativa y absoluta, ni las tremendas cargas fiscales en algunos países por cuenta de la seguridad social, ni el impacto del ciclo económico y la amenaza del desempleo, ni los conflictos culturales y el natural Miedo al Otro, alcanzan para justificar en el terreno moral la xenofobia de las élites europeas que hoy son mayoría en la eurocámara y los órganos ejecutivos de la Unión. Esta xenofobia desciende mucho en la escala social: Muchas comunidades de trabajadores están afectadas por la violencia racial y por el rechazo a los sin papeles.
Es difícil pensar en una Europa capaz de liderar la búsqueda de los caminos correctos hacia el futuro global, si uno de los signos de su unión es el de levantar barreras tan odiosas como la “Directiva del Retorno” aprobada en junio por el Parlamento Europeo, para ser puesta en marcha en 2010. Hoy el continente está menos dividido que nunca y, a trancas y a mochas, sigue siendo el paradigma de la integración. Pero su actitud frente a los inmigrantes lo reduce, le quita valor moral, desconoce e irrespeta su propia historia.
Winston Churchill escribió en 1945, después de su derrota electoral al fin de la Segunda Guerra Mundial: “¿Qué es Europa? Una montaña de basura, una morgue, un vivero de pestilencia y odio”. Sesenta y tres años después Europa es un lugar próspero al que hasta los ibéricos, empujados por la moral de la sociedad del consumo, quieren echarle cerrojo por miedo y por ignorancia. En el siglo 19 los europeos buscaron, por millones y millones, mejores Lares, incluyendo varios países de América Latina. Las guerras del 20 lo devastaron y expulsaron mucha gente hacia otras regiones. En la inmediata segunda Post- Guerra muchísimos europeos fueron llevados por oleadas de un sitio al otro del continente como refugiados, como deportados, como fugitivos de regímenes genocidas. Deben recordar.
En medio de su relativa abundancia material, Europa debe recordar su historia. Y ello no puede ser sólo poniendo flores frescas en los monumentos a los héroes y a los soldados caídos.

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