sábado, 15 de septiembre de 2007

Contenido


• El Genocidio Liberal: La matanza de la Casa Liberal de Cali, apartes del libro de Silvia Galvis y Alberto Donadío.
• Chávez y la llave de la paz, Rafael Guarín Cotrino
• Si por salud llueve, por pensiones no escampa, Ramón Elejalde.
• El protocolo de Kyoto y las reacciones políticas, Humberto Tobón y Tobón.
• Cortázar, modelo para a(R)mar, Carlos Alberto Villegas.
• La mala leche, Cecilia López Montaño.
• Uno menos, Octavio Quintero.
• Rescatar el prestigio del DANE, César González Muñoz.
• De los pantanos a Bagdad, Amy Godman.
• El costo ecológico y social de los agrocombustibles, Francois Houtart.



Jamás, en la historia de la humanidad, un Partido Político, ha pagado con tanta sangre, su derecho de existir, como es el caso del Partido Liberal Colombiano. RLLI.

EL GENOCIDIO LIBERAL
LA MATANZA DE LA CASA LIBERAL DE CALI

Silvia Galvis y Alberto Donadío, “El Jefe Supremo”, Editorial Planeta, Bogotá, 1988.

“Es la frialdad oficial, es la indiferencia ante la muerte”.

Julio César Turbay Ayala (1949)

El 22 de octubre de 1949 fue sábado. A eso de las 7 de la noche, Carlos Bonilla Aragón, medico de 29 años, salio en el carro a dar vueltas, sin rumbo fijo, por las calles de Cali, acompañado por su hermano Alberto. Consultaron en el Hotel Alférez Real el tablero de los cines, pero no se decidieron por ninguna película. Para no tener que acostarse temprano, Carlos sugirió que asistieran a la reunión prevista esa noche en la Casa Liberal pues había visto un pequeño cartel en algún muro donde se invitaba a la manifestación. Fue así, inocentemente, a falta de mejor entretenimiento, como Carlos y Alberto Bonilla Aragón, estuvieron a las puertas de la muerte.

La Casa Liberal, situada en la calle 15 entre carreras tercera y cuarta, no era en realidad una casa sino un gran solar viejo rodeado de paredes de tapia y con una única pequeña puerta de entrada. Sobre uno de los lados existía una tarima cubierta por un techo precario y un solo bombillo. A los lados, un par de baños rudimentarios.

El Representante a la Cámara Alfredo Jaramillo Uribe, que perdería a su hermano Humberto en el tiroteo, había terminado de hablar a los liberales reunidos allí bajo una ligera llovizna. Tomó entonces la palabra Hernán Isaías Ibarra, político liberal que pese a su juventud había alcanzado notoriedad nacional como orador que en 1945, en el Circo de Toros de Santamaría, proclamó la candidatura presidencial de Jorge Eliécer Gaitan.

Carlos Bonilla recuerda que cuando Ibarra, en un discurso encendido, acababa de llamar asesino a Laureano Gómez se oyeron los primeros disparos contra la puerta de la Casa Liberal. Una de las pocas personas armadas dentro de la casa, disparó para responder al ataque. Cuando se acercó a la puerta lo liquidaron. Ibarra se había bajado de la mesa en que hablaba. Cien, doscientos, tal vez trescientos liberales del pueblo, varios trabajadores ferroviarios, algunos empleados públicos. Se trataba de una manifestación popular al aire libre, un sábado por la noche.

En la confusión alguien descubrió que por la tapia frente a la fachada se podía saltar a otra edificación. Se formó así una improvisada escalera humana que permitía la fuga. Alberto Bonilla saltó a la tapia, pero su hermano Carlos resbaló. Sus zapatos se deslizaron en las grietas del muro. Si se los hubiera quitado tal vez habría escapado. No pudo intentarlo de nuevo porque en ese instante la gente gritó:”se entraron”. Unos seis hombres, con trajes blancos, que no se usaban entonces en Cali, se entraron a la casa y desde la puerta y la tarima comenzaron a disparar contra la multitud. Eran aproximadamente las ocho y media de la noche. Los liberales se refugiaron en el otro extremo del lote, tirándose al suelo horizontalmente, unos encima de los otros. Cuando comprendieron que los agresores eran chulavitas, empezaron a lanzar vivas al ejército.
Carlos Bonilla, se percató de que estaba encima de las capas de gente y entonces trató de protegerse metiéndose debajo de otra persona. Los pájaros estuvieron una media hora dando candela contra la gente que estaba acostada, recuerda el médico. Luego vinieron otros asesinos. Bonilla recuerda claramente cuando policías armados entraron a continuar la carnicería. Dispararon tal vez durante media hora más. Finalmente, otro cambio de asesinos. Un grupo de soldados entró al solar y siguió disparando por media hora más. Iban comandados por un elemento de baja estatura que de repente ordenó no disparar más y mandó a sus soldados a recoger las vainillas. El personaje de baja estatura ordenó a los sobrevivientes formar tres filas de a treinta personas. El doctor Bonilla todavía se pregunta quién diablos sabe qué es una fila de treinta personas. El temía formar adelante o atrás de las filas porque podían matarlo al salir. Pensó entonces que el lugar más seguro era la mitad de la fila del centro, y allí se colocó.

Empezó a entrar mucha gente a la Casa Liberal. Entraron civiles y uniformados. Carlos Bonilla sintió que estaba salvado cuando reconoció al capitán Luis Carlos Barrera, comandante de la policía municipal de Cali. Se habían conocido en el periódico conservador Diario del Pacifico, donde Bonilla trabajó como redactor del suplemento literario y Barrera fue cronista judicial. Barrera era un policía improvisado, como lo eran en aquella época los miembros de las policías municipales y departamentales totalmente contaminadas por el bacilo de la política. Pasó del periodismo a las armas porque era un elemento conservador confiable.

Desde el centro de las tres filas de sobrevivientes, Bonilla gritó a Barrera para hacerse reconocer. El comandante de la Policía ordenó que saliera Bonilla. Reinaldo Trujillo, que trabajaba en la auditoria de los ferrocarriles, vio la oportunidad de huir y se agarró por detrás, al cinturón de Bonilla. Barrera se dio cuenta y ordenó:”Bonilla no más”. El medico fue entregado por Barrera a dos policías, a los cuales responsabilizó de su suerte. Cuando lo montaron en un carro que llamaban “El Pájaro Verde”, Bonilla temió que lo llevaran a dar algunas vueltas antes de matarlo. Desde el carro, a eso de las once de la noche, vio por la calle a dos conocidos y les gritó para hacerse reconocer. Quería dejar un indicio, por si moría esa noche, pero los conocidos no lo vieron. El policía que le apuntaba a Bonilla un revolver de pronto le preguntó:”¿Por donde volteamos, doctor?”. A Bonilla le volvió el alma al cuerpo y supo que no lo iban a despenar. Los policías lo depositaron en su casa y cuando se abrió la puerta, su hermana Roselena espetó:” A vos que te pasó? Tenes la espalda llena de sangre. Era la sangre de un muerto que estaba encima de Bonilla cuando todos se echaron unos sobre otros contra la pared del fondo del solar.

“Va a haber baile”

Tulio Enrique Lerma Duran, un tramitador de documentos y bebedor consuetudinario, también vivió la masacre. Esa tarde en un café un hombre negro le pidió que lo invitara a un ron. Lerma le regalo uno y luego otro trago. Cuando le dijo al desconocido que esa noche asistiría a la reunión de la Casa Liberal, su interlocutor le contestó:”No vas a ir porque va a haber baile”. Se lo repitió tres veces el negro que se tomó dos rones.
Cuando comenzó el tiroteo, Lerma se refugio a unos veinte metros de la puerta, alejado de la gran masa de liberales que como Bonilla se encontraban en el otro extremo del solar. En medio de los quejidos Lerma se puso a rezar mientras los perdonavidas disparaban lo que él calcula fueron por lo menos mil tiros. Cesado el fuego, un oficial del ejército hizo arrodillar a todos los vivos. Cuando llego el capitán Barrera, comandante de la policía municipal, recibió el mando por encargo del oficial del ejercito y pidió unos voluntarios que ayudaran a arrastrar a los heridos hasta las ambulancias. Lerma recuerda que Barrera puso al doctor Bonilla Aragón al cuidado de los agentes, diciéndoles:”me responden por la vida de él”. A la salida de la Casa Liberal a Bonilla le gritaron:”cachiporro hijueputa”.

Tulio Lerma manifiesta con certeza que reconoció a uno de los asaltantes que dispararon contra la multitud. Se trataba del sargento del ejército Mario Rojas Ayala, natural de Cartago (Valle) y conocido suyo. Lo reconoció por la frente y sabe que Rojas Ayala disparó su arma. Probablemente, piensa Lerma, Rojas Ayala estaba acompañado por otro sargento, Fabio Piedrahita Echeverri, pues eran inseparables . Sin embargo, sobre este punto Lerma no tiene la misma certeza que sobre la presencia y los disparos hechos por Rojas Ayala. Tulio Lerma llegó al hospital San Juan de Dios a tres cuadras de distancia de la Casa Liberal, en una ambulancia, ayudando a cargar heridos. Uno de ellos Samuel Quesada, murió en sus brazos cuando llegaba al hospital de caridad. A eso de la una de la madrugada, un chofer de plaza, godo, gordo.conocido suyo, se ofreció a llevar a Lerma, que era victima ilesa, a su casa. Al voltear la esquina, Lerma salio ileso por segunda vez esa noche. Se habían alejado pocos metros del hospital cuando un disparo atravesó el vidrio del limpiaparabrisas del taxi. El chofer aceleró y se perdió en las calles del centro de Cali. Este impulso y otro detalle le salvaron la vida al tramitador de documentos. El chofer le había pedido que se sentara detrás de él, en el asiento trasero. Si Lerma hubiera tomado puesto diagonal al chofer, su vida de bebedor y de liberal habría terminado a la vuelta de la esquina del hospital.

“No nos maten, asesinos”

Otro sobreviviente de la masacre se llama Reinaldo Trujillo Ramirez. Tenía 25 años y trabajaba en la auditoria de los Ferrocarriles Nacionales. Estaba muy vinculado al directorio liberal de Cali y el 18 de octubre de 1949, cuatro días antes de la noche del terror, participó en la Casa Liberal en una reunión preparatoria de la manifestación del 22. Esa noche hubo varios disparos contra la casa, para amedrentar a los liberales. Uno resultó herido. Por eso el 22, cuando comenzó el abaleo, Trujillo creyó que no pasaría de ser una intimidación y se escondió en uno de los baños situados debajo de la tarima de los oradores. Trujillo recuerda que el tiroteo cesaba por ratos, lo que explica porqué los homicidas no liquidaron a todos los presentes. En el sanitario lo acompañaban Rosalba Molina, una de las pocas mujeres que acudieron a la reunión: Marino Orejuela, un trabajador ferroviario que perdió una mano; y dos muertos, uno de ellos de apellido Bermúdez, también ferroviario. Pese a la oscuridad y a la llovizna, Trujillo vio que los atacantes tenían tapada la mitad de la cara con pañuelos, como en el Lejano Oeste, y oyó que vivaban a Laureano Gómez. Cuando un grupo de liberales gritó:”No nos maten asesinos”, la respuesta acompañada de mas disparos, fue:”Quien los manda a ser liberales, tomen” . Otras gentes, arrodilladas, ofrecían inútilmente que dejarían de ser liberales si les perdonaban la vida. Los obligaban a gritar “abajo el liberalismo, viva Laureano Gómez” y luego los acribillaban .

“Los cogieron como en ratonera”

La prensa liberal de Bogotá reportó el lunes siguiente a la masacre las siguientes cifras de victimas: muertos, por lo menos 15 y probablemente entre 20 y 30; heridos, unos 70 .
El Hospital San Juan de Dios era un infierno. Alex Cobo, un médico joven recién egresado de la facultad, fue llamado de urgencia la noche del 22 de octubre y estuvo operando sin interrupción desde ese sábado hasta el martes siguiente cuando pudo regresar por primera vez a su casa. No sólo había decenas de heridos de bala sino que los familiares de los muertos y heridos y muchos liberales se agolparon en el hospital cuando la noticia se regó por Cali, y así al día siguiente y durante dos días más, hasta que los muertos fueron sepultados.

Aunque es siempre arriesgado afirmar que un suceso ocurre por primera vez, o que se ha establecido un primado, en éste caso todo indica que la matanza de la Casa Liberal ha sido, durante el siglo XX, la más sangrienta matanza de tipo político ocurrida en el casco urbano de Cali. Por el número de muertos y heridos, fue una tragedia no superada. La explosión de algunos camiones cargados con dinamita del ejército arrasó varias manzanas del centro de Cali el 7 de agosto de 1956 y dejó un millar de muertos y decenas de heridos, pero se originó presumiblemente en un descuido, es un descuido criminal si se quiere, sin que pudiera acertarse un propósito deliberado de liquidar opositores políticos. De otro lado, en los días en que cayó Rojas Pinilla en mayo de 1957 hubo en Cali unos cuarenta muertos durante los disturbios. Un conteo mortífero mayor que el del 22 de octubre de 1949 aunque consolidado con las cifras de victimas de varios días de protestas. En cambio, en la Casa Liberal, en un par de horas, no más de tres, murieron más de veinte personas.
Aun así el episodio no fuera el más luctuoso, sí presentó características de señalada barbarie. “Los cogieron como en ratonera”, afirma el juez de Pasto que durante varios meses tuvo a su cargo el proceso penal por la masacre . La Casa Liberal tenia una sola puerta de entrada y se sabía que decenas de liberales estaban allí reunidos. Constituían un blanco fácil, porque las posibilidades de escape se limitaban a saltar las tapias del solar, y particularmente porque estaban desarmados, salvo uno o dos de los asistentes que portaban revólveres. El resto sólo pudo defenderse, inicialmente, con unas piedras del solar. Cuando fueron sometidos y acorralados por los asesinos, era inútil lanzarlas.
En esa época en que la policía estaba politizada y en que los grupos de asesinos eran tolerados o apoyados por el partido conservador, las armas circulaban fácilmente hacia quien estuviera provisto de carnet del partido, no hacia los liberales.
Adicionalmente, no se temía un ataque contra los liberales esa noche de octubre que quedó grabada en la memoria colectiva de Cali. Hernán Isaías Ibarra recordó tres décadas mas tarde que él llegó que él llegó a la Casa Liberal en su carro particular, el cual parqueo en la calle, cosa que habría evitado si las circunstancias hicieran temer una agresión armada .

Para ganar las elecciones

¿Los móviles del crimen? Imprecisables. Los sobrevivientes no aciertan a encontrar una causa específica que explique el ataque premeditado. Otras fuentes tampoco aportan luces sobre el misterio. Probablemente se trató de un golpe destinado a amedrentar a los liberales del Valle y de todo el país. En la semana subsiguiente se produjeron, también en el valle, otras horrendas matanzas colectivas, más sanguinarias aún que la de la Casa Liberal, en especial el arrasamiento e incendio de todo el poblado de Ceilán, en la Cordillera Central, en jurisdicción del municipio de Bugalagrande. En Ceylán murieron unos 250 hombres, mujeres, niños, según la prensa de la época . Dicen que un sargento del ejército que llegó al lugar después del aniquilamiento de la población, se volvió loco al ver la carnicería humana . El asesinato de liberales a manos de los pájaros y de la policía registraba en esas calendas un renovado ímpetu.
El liberalismo interpretaba los asesinatos como mecanismo conservador para ganar las elecciones por la vía, no del voto, sino del terror. “Sólo por medio de la intimidación contra elementos opuestos al gobierno y probablemente por el terrorismo en los campos, será posible asegurar al menos una semblanza de tranquilidad”, anotaba el representante del gobierno suizo en Bogotá. Añadía que “…aún con la mayor benevolencia no es posible sostener la ficción de la existencia de una democracia en Colombia”. Según el ministro helvético, un político verdaderamente demócrata no podría afirmar, como lo hizo un jefe del conservatismo, que el partido que estaba en el poder sólo perdería una elección en caso de escisión en sus filas .
Carlos Bonilla Aragón marchó a Bogotá poco después de su experiencia de la Casa Liberal. Por sugerencia del parlamentario Francisco Eladio Ramirez se entrevistó con Carlos Lleras Restrepo, que lo recibió en una pequeña oficina del centro, donde escuchó el relato y luego le hizo a Bonilla este comentario: “ Eso pasó a tres cuadras de la Plaza de Caycedo. ¿Qué no pasará en las veredas?”.”Pacho” Eladio Ramirez, que conocía la historia que contaba Bonilla, le pidió que le repitieras todos los detalles a Lleras Restrepo, pues sostenía que el liberalismo estaba en componendas con el ejército con miras a dar un golpe de Estado. Bonilla no le hizo caso y repitió ante lleras la misma historia completa que se le quedó grabada desde 1949 .

Amnistía a los atacantes

La responsabilidad penal quedo establecida en cabeza de miembros de la policía, la mayoría pastusos, que fueron detenidos y procesados en Pasto. Es lo que recuerda el Juez de la capital de Nariño que tuvo en su poder el negocio penal durante varios meses cuando la radicación del proceso fue cambiada de Cali a Pasto. El expediente mismo, que de acuerdo con el juez era bastante voluminoso, no esta en pasto ni fue posible localizarlo . Los 46 sindicados, policías y detectives se beneficiaron de la amnistía decretada en el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla y en esa circunstancias la matanza quedó impune. A los acusados se les aplico la amnistía para los delitos cometidos antes del 1 de enero de 1954 “ cuyo móvil haya sido el ataque al Gobierno” ( causal inaplicable a la Casa Liberal ), “ o que puedan explicarse con extralimitación en el apoyo o adhesión a éste, o por aversión o sectarismo políticos”, que sí encuadraba con la acción criminal de Cali. El Tribunal Superior Militar concedió la amnistía, si bien el decreto la exceptuaba para los delitos “cuyos caracteres de atrocidad revele una extrema insensibilidad moral” .
Cali no dejó de adjudicar responsabilidades. Unos creen que el crimen fue ejecutado por la policía chulavita formada por elementos de fuera del Valle. Carlos Bonilla piensa que los policías del Valle no habrían disparado contra sus coterráneos, que podrían luego reconocerlos y vengar el crimen. Otros inculparon al detectivismo, nombre corriente que se daba a la Oficina nacional de Seguridad o Departamento Nacional de Seguridad, la policía secreta dependiente del Ministerio de Gobierno. El detectivismo de Cali tenía su sede en la carrera 5ª. No. 15-33, a dos cuadras de la Casa Liberal.
Tanto pavor inspiraba el detectivismo que muchas personas preferían no pasar nunca por esa calle de la ciudad. Tulio Lerma, sobreviviente de la Casa Liberal, recuerda lo que fue vox populi en esa época. Luis Arévalo Bayona, el terrible jefe de la seguridad, contaba con los servicios de dos torturadores, Jack Ossa, un negro ex – boxeador, y otro sujeto apodado “el negro Sancocho”, ambos expertos en colgar a los detenidos, pegar golpes en los testículos, castrar presos y lanzar cadáveres al río Cauca. El detectivismo, como se ha dicho, era una dependencia del Ministerio de Gobierno. El ministro era Luis Ignacio Andrade, que algunos liberales maliciosamente llamaban Luis Ignacio Adrede por lo que consideraban su fervor en la persecución de los liberales por todos los medios. En un editorial, El Tiempo no dudó en imputar a Andrade la responsabilidad por la Casa Liberal, afirmando que no evitó la masacre premeditada sobre cuya ocurrencia estaba advertido .
Otros culparon de la matanza en la Casa Liberal al gobernador conservador Nicolás Borrero Olano. Quince días antes, el ingeniero Borrero, hijo del primer gobernador del valle, recibió un revolver de dotación de la policía y el nombramiento de gobernador del departamento .”¿Era incapaz de matar una cucaracha pero le dijeron que se violenciara”, dice de él Carlos Bonilla, que lo conoció personalmente como empleado que fue de Diario del Pacifico, periódico conservador dirigido por los hermanos Nicolás y Guillermo Borrero Olano.
Algo debía saber Nicolás Borrero de la matanza. El 23 de octubre, Bonilla se dirigió como primera cosa del día, a la casa del gobernador Borrero. Le mandó razón con el jardinero para que lo recibiera y obtuvo como respuesta que el doctor estaba en una reunión y no lo podía atender. Bonilla escribió el mensaje en su recetario de médico informándole a Borrero que había estado la noche antes en la Casa Liberal y quería contarle lo que había visto. El jardinero llevó el recado pero Bonilla no pudo traspasar la puerta. Solo logro saber, por boca del empleado, que en realidad Borrero desayunaba solo en el comedor.
Una vez sepultados los muertos, los sobrevivientes y muchos caleños empezaron a dirigir sus sospechas contra el comandante de la Tercera Brigada, general Gustavo Rojas Pinilla, seguramente basados en que se trataba de un oficial conservador y preguntándose cómo era posible que el ataque pudiera realizarse en el centro de Cali, cerca de la guarnición, sin que el ejército lo impidiera. Se vivía grave tensión en toda la republica y los liberales eran asediados por la policía y los pájaros. En Medellín, el detectivismo asaltó la sede del directorio liberal y en Popayán fue abaleada la casa de Francisco José Chaux, miembro de la Dirección Nacional Liberal.
Carlos lleras Restrepo, después de informar que su partido no concurriría a las elecciones, señalaba en el Senado:”…nuestros copartidarios que están cayendo bajo las balas y los puñales no están siendo victimas de individuos aislados, sino victimas de un partido y de un sistema. Siendo eso así, no tiene sentido que nosotros hagamos distinciones sin fundamento entre los miembros de ese partido, entre los que ejercen directamente la violencia y los que incitan a ella o la justifican con sus sofismas” . Para los liberales, Rojas “no tomó medida alguna cuando los “Pájaros” comenzaron a realizar acciones esporádicas contra los funcionarios de ese partido” .
Belisario Beligerante

Un termómetro del enfrentamiento a muerte que se vivía entre liberales y conservadores y de cómo algunos conservadores consideraban blando el régimen de ospina, es la carta en que Belisario betancur rechazó el nombramiento como alcalde de Medellín. En la misiva, el joven de 26 años decía que aspiraba a salvar lo poco que a la capital quedaba sin destruir por el liberalismo y que estaba resuelto “a aplicar mano fuerte al bandolerismo de corbata para devolver a la ciudad su decoro y a los ciudadanos sus derechos”. Agregaba:

Esta tarea que debe emprenderse a cualquier precio y a todos los precios, sin consideraciones de ninguna índole, por las malas porque ya las buenas se habían ensayado, inútilmente, necesitaba absoluta certeza en la continuidad del gobierno. (….) La estrategia defensiva del ejecutivo Municipal, aspiraba yo a convertirla en estrategia de ofensiva. Mientras la nueva situación nacional subsista, considero imposible hacer las cosas terribles que los concejales liberales necesitan sentir para llegar a la convicción de que en el itinerario del delito la voluntad humana tiene fronteras .

Los liberales identificaban a Ospina Pérez como patrocinador de la violencia, imputándole el nombramiento, a comienzos de octubre de 1949, de gobernadores extremistas en departamentos electoralmente importantes. Fue el caso de Lucio Pabón Núñez en Norte de Santander, Jorge Leyva en Cundinamarca, Eduardo Berrío González en Antioquia y Nicolás Borrero Olano en el Valle del Cauca. De acuerdo con el representante liberal Julio César Turbay Ayala, las designaciones demostraban que el gobierno no deseaba un clima de concordia entre los partidos. Consideraba que un sectario intelectual como Pabón Núñez era más peligroso que cualquier conservador iletrado, porque su sectarismo se ejercía con el corazón y con la mente, “con frialdad calculada, con sistematizado ánimo y deliberado propósito criminal” . Un político y diplomático de vieja data adicto al ospinismo calificó de gran interrogante del gobierno de Ospina Pérez “la falta de una desautorización pública de (los) arbitrarios sistemas de gobierno” de los citados gobernadores. “El color azul en las personas de estos individuos devenía en negro”, escribió el ex – embajador antioqueño Pedronel Giraldo Londoño .

Festejo a Rojas

Ese 22 de octubre de 1949 en las horas de la noche, en los mismos instantes en que los liberales eran despenados en la Casa Liberal, a pocas cuadras de distancia, al otro lado del río Cali, en el casino de oficiales del antiguo Batallón Pichincha, se celebraba la ceremonia para festejar el ascenso de Rojas a general, decretado días antes por el gobierno de Ospina Pérez. El gobernador Borrero Olano asistía al banquete. Durante la fiesta le informaron a Rojas sobre el tiroteo y él ordenó que saliera un capitán con la tropa “y acabara con esos hechos” .
El rumor vinculaba el nombre de Rojas a la Casa Liberal desembarco también en las playas del Congreso Nacional durante el juicio constitucional realizado en 1958 y 1959 contra el ex – presidente militar.
No se ocultará, pues, al lector la importancia de adentrarse en la materia para intentar conocer si a Rojas le cupo o no le cupo alguna responsabilidad en la matanza. El juez de Pasto recuerda que Rojas no fue llamado siquiera a declarar dentro de la investigación penal, al menos hasta el momento en que el expediente estuvo radicado en Pasto. Pasemos ahora a un segundo punto. La afirmación del médico Carlos Bonilla Aragón según la cual dentro del solar miembros del ejército dispararon contra los liberales no es solo una afirmación suya. De una manera casual fue posible confirmar su veracidad.
Con el fin de acumular testimonios sobre la vida de Rojas, uno de los autores localizó a oficiales que fueron colegas o subalternos suyos en distintas guarniciones, con el fin de identificar a los oficiales que estuvieran vivos y se habló con muchos oficiales retirados, algunos de ellos generales en uso de buen retiro que cumplieron una larga carrera en el ejercito, otros capitanes o mayores que habían pasado a retiro muchos años atrás. Previa una llamada telefónica se obtuvo una entrevista con Mario Rojas Bueno, teniente del Batallón Pichincha en octubre de 1949. A diferencia de la casi totalidad de oficiales en retiro que fueron entrevistados, los cuales aceptaron la entrevista con gentileza, la conversación con el mayor (r) Rojas Bueno se atascó desde el principio.
“Tuve poco contacto con Rojas (Pinilla)”, fue su contestación mientras giraba un cheque para pagar la factura de la tarjeta de crédito Credibanco. Después de unos minutos fue obvio que el entrevistado prefería atender a los colaboradores de su oficina que se acercaban a consultarle un asunto o el otro. Cuando se le preguntó –casi por hacer una pregunta más para llenar el silencio de sus respuestas monosilábicas – si sabía algo de la Casa Liberal, el mayor® Rojas Bueno cambio de tono y mirando fijamente dijo:”Eso es lo que usted vino a preguntar, ¿no?”. La Verdad es que el entrevistador desconocía que Mario Rojas Bueno hubiera sido uno de los oficiales que ingresó a la Casa Liberal la noche de la llovizna sanguinaria. La pregunta se le hizo sin saber que se trataba de un testigo presencial. Rojas Bueno contó entonces que estaba a punto de dirigirse a su casa la noche del 22 de octubre cuando se supo de los disparos en la Casa Liberal y como encargado de la patrulla que actuaba dentro de Cali en casos de orden público, salio con unos veinte soldados hacia el lugar. Su versión de lo que vio: “Estaban liados en una batalla”. No se sabía quien era quien. Disparamos hacia las ventanas vacías porque desde ahí se venían los tiros. Sacamos a la policía. Los liberales estaban armados, tenían granadas y dinamita.
Preguntado si la patrulla a su mando decomisó las armas de los liberales, respondió negativamente. Preguntado si los liberales portaban armas largas, respondió que no y agregó que podían tener revólveres .
La declaración del oficial en retiro no coincide con las de los tres testigos sobrevivientes de la tragedia, que concuerdan en que los liberales estaban desarmados. De contera, no se entendería cómo el ejercito, una vez dominada la situación, no requisara a los asistentes para decomisar las granadas, la dinamita y las armas.
Esta versión unilateral del oficial en retiro muestra, sin embargo, que sí es verídica la presencia de miembros del ejército en la Casa Liberal y que las armas del ejército fueron disparadas dentro del lote. De esta certeza a la responsabilidad del general Rojas Pinilla, media un abismo. Aun si el comandante de la Tercera Brigada hubiera dado la orden de acudir al lugar de los hechos, no necesariamente sería culpable de los actos de sus subordinados.
En el Senado, Rojas señaló que la policía y el detectivismo en esa época dependían del Ministerio de Gobierno y que sólo pasaron a estar bajo la dirección del Ministerio de Guerra, la primera, y de la Presidencia de la Republica, el segundo, después del 13 de junio de 1953 .
Impecable respuesta desde el punto de vista formal. Debe, sin embargo, mirarse el aspecto de las atribuciones ajenas que de cuando en cuando Rojas trató de ejercer de hecho. Al efecto nada más indicativo que un incidente ocurrido seis meses antes de la masacre. El comandante de la Tercera Brigada solicitó al gobernador del Valle disponer que todos los detectives se presentaran a su despacho militar debidamente identificados para que les fuera expedido un salvoconducto para el porte de armas. Rojas aducía que muchos individuos, sin pertenecer al detectivismo, contaban con falsos carnets para amparar las armas que usaban. Sugería además que cada detective debía presentar ante la brigada un certificado del jefe de la seguridad nacional en que constara que no tuvo ninguna actuación en contra del gobierno durante los sucesos del 9 de abril de 1948. El gobernador, Saúl Saavedra Lozano, se manifestó indeciso sobre el punto y consultó al ministro de Gobierno. La respuesta de Darío Echandía fue categórica:

………solicitud Comandante Brigada es excesiva, porque los cuerpos de policía del Valle dependen del Ministerio de Gobierno y del Gobernador de ese Departamento. Es preciso que cada funcionario se mantenga estrictamente dentro de la órbita de sus funciones. Ni usted ni yo podemos ceder, en este caso, de las nuestras, sin que se quebrante el orden legal del país. Le ruego hacérselo saber así al señor Comandante de la Tercera Brigada .

El caso muestra un intento frustrado de Rojas por ejercer cierto control sobre el detectivismo aunque no demuestra, evidentemente, colusión alguna entre él y el detectivismo en la matanza de octubre. Se trae a cuento básicamente porque la declaración de Rojas en el Senado haría suponer que él era un funcionario celosamente apegado a la órbita de sus funciones y, en verdad, invadió las ajenas y otras veces intentó invadirlas, como se desprende del freno que tuvieron que imponerle gobernadores liberales y conservadores del Valle del Cauca.
Vamos llegando así a la absolución de Rojas Pinilla en cuanto a la participación de naturaleza penal en la matanza de la Casa Liberal. Nada sugiere que haya participado directa o indirectamente en la comisión del delito. ¿Sabía que la masacre estaba en cierne? ¿Sabía que los chulavitas dispararían contra los liberales atrapados en ratonera? No hay elementos para contestar a estas preguntas.
Lo que hemos hallado – y creemos que es inédita – es la prueba de la responsabilidad ética de Rojas Pinilla. Para entenderla, hay que retrotraerse a algunos antecedentes. El Gobierno suministró una información falsa de toda falsedad sobre los hechos de Cali. Un comunicado del ministro de Gobierno, Luis Ignacio Andrade, indicó que los liberales, arengados por dirigentes incendiarios, atacaron con revólver y bombas de mano las dependencias del detectivismo, ante lo cual la Seguridad Nacional se vio obligada a repeler la agresión, con un saldo de 17 muertos . Esta versión se basó en la enviada por el gobernador del Valle al ministro de Gobierno en telegrama del domingo 23 de octubre de 1949:

OT OT NR 10/SIN INT 16 ORDEN PUBLICO URGENTE CALI OCT 23 URGENTE MINGOBIERNO BOGOT
PERMITOME INFORMARLE ANOCHE ALREDEDOR OCHO Y MEDIA DESPUES CONFERENCIA DICTO DR HERNAN ISAIAS IBARRA EN CASA LIBERAL SALIO MULTITUD DIRIGIENDOSE HACIA EDIFICIO SEGURIDAD ATACANDO VIOLENTAMENTE ESTE CUERPO AUTORIDAD CON DIFERENTES ARMAS Y GRANADAS MANO – COMO GOBIERNO TENIA INFORMES SERIA ATACADA NUEVAMENTE SEGURIDAD PERSONAL ESTA ENCONTRABASE ACUARTELADO VIENDOSE ORECISADO DEFENDERSE- POLICIA ACUDIO DEFENSA AUTORIDAD SIENDO IGUALMENTE ATACADA CALLES ADYACENTES ENCUENTRASE SEGURIDAD ESTA SITUACION GRAVEDAD SALIO EJERCITO PRESENTANDOSE ALREDEDORES CASA LIBERAL DONBDE ATACANTES REPLEGABANSE Y EJERCITO FUE RECIBIDO POR NUTRIDAS DESCARGAS Y BOMBAS VIENDOSE OBLIGADO DISPARAR – CUANDO COMANDANTE POLICIA DIRIJASE DEL CUARTEL HACIA LUGAR SUCESOS HICIERONLE VARIOS DISPAROS EN CARRERA PRIMERA CON CALLE TRECE ESQUINA LA ERMITA DOS CUADRAS DE CASA LIBERAL LO QUE INDICA ATACANTES CUBRIAN VARIOS SECTORES – ATAQUE EXTENDIOSE TAMBIEN HASTA EDIFICIO DIARIO DEL PACIFICO – SEGÚN INFORMACIONES APARECEN MUERTAS DIECISIETE PERSONAS YA IDENTIFICADAS Y NUMEROSOS HERIDOS MUCHA GRAVEDAD – INVESTIGACION INICIOSE PRIMERAS HORAS HOY POR FUNCIONARIO COMPETENTE – CADAVERES ENCUENTRANSE HOSPITAL – DESDE MEDIA NOCHE RESTABLECIOSE CALMA – EJERCITO PATRULLA DIFERENTES SITIOS ENTRE ELLOS CASA LIBERAL ANFITEATRO Y HOSPITAL – SEGUIRE INFORMANDO – BORRERO OLANO GOBERNADOR .

Abundan las pruebas y los indicios que permiten demostrar la falsedad del contenido del telegrama:

El juez de Pasto que condujo la investigación penal recuerda que en el expediente no existían pruebas de que los liberales tuvieran armas. La versión oficial, afirma, es falsa. Se trató de un ataque político contra los liberales, sin que mediara agresión previa.
Los sobrevivientes entrevistados tachan de falsa la explicación del telegrama.
El abogado Álvaro Andrade Montaño, contratado por el directorio liberal de Cali para constituirse en parte civil en el proceso, afirma que no hubo ataque liberal a la Seguridad.
Es ilógico pensar que los liberales pudieran atacar al detectivismo, luego a la policía que acudió en defensa del detectivismo y finalmente al ejército. ¿Qué clase de guerreros míticos quiso inventar el gobernador Borrero Olano?
Si la multitud efectivamente hubiera atacado con armas y bombas, habría causado por lo menos un herido entre los detectives, policías y soldados. Por el contrario no se reportaron rasguños entre las fuerzas de seguridad.
Dos días antes de la tragedia el corresponsal de El Espectador en Cali informaba que la vida nocturna había desaparecido en la ciudad ante el temor de asaltos protagonizados por conservadores y el detectivismo. Los establecimientos nocturnos echaban de menos la clientela
Los procesados por los hechos del 22 de octubre no fueron los asistentes a la reunión de la Casa Liberal sino miembros de la policía y el detectivismo. Los policías sindicados fueron defendidos por el abogado penalista Antonio Saucedo Carrasquilla, el cual, sin embargo, negó su actuación jurídica a uno de los autores e incluso afirmó que nunca fue penalista
El detectivismo inspiraba tanto pavor como para hacer impensable un ataque multitudinario contra sus instalaciones. Después de la matanza, un columnista de prensa reveló un anónimo que circulaba en Cali con consejos para los turistas: “No frecuente los cafés y si a pesar de esta observación lo hiciere, déjese insultar y agredir de los detectives, pues de lo contrario será considerado liberal y será asesinado”. Y agregaba: “No salga a la calle después de las nueve de la noche, pues desde los automóviles oficiales (carros fantasmas) que inician sus actividades a esa hora, lo asesinarán” .
Tomás Ramirez Serna, corresponsal de El Espectador, estuvo presente en la Casa Liberal antes de comenzar los disparos y se salio cuando comenzó a lloviznar. Afirma que los liberales no estaban armados. “En esa época a las seis de la tarde no había un solo liberal en la calle”, dice. Luego del múltiple asesinato, Ramírez Serna regresó a la Casa Liberal y observó muchos muertos dentro del predio. Luego tuvo acceso a las actas de levantamiento de los cadáveres, donde constaba que todos los cuerpos fueron encontrados dentro de la Casa Liberal, salvo dos que se hallaban frente a la puerta. Cerca al detectivismo, a dos cuadras de distancia, no quedó ningún cadáver, aunque según el gobernador la batalla tuvo lugar en las calles y por ende allí deberían haber muerto varios liberales .
El médico Carlos Bonilla Aragón señala que a las 3 o 4 de la mañana del 23 de octubre los detectives dispararon contra su propia sede para justificar la versión del ataque previo de los liberales armados. Así lo declararon ante el juez de instrucción las señoritas Borrero Mercado, vecinas del detectivismo, recuerda Bonilla .
Fueron incontables los impactos de bala contra las paredes interiores de la Casa Liberal, como se observa en las fotografías tomadas por un fotógrafo de foto Mult el 28 de octubre de 1949. Ello demuestra que la matanza ocurrió dentro del solar.
Una carta pública firmada por veinticuatro abogados de Cali acusó al gobernador de deformar y cohonestar los hechos: “Las charcas de sangre, las señales del feroz abaleo, los cadáveres dentro del recinto de ese crimen y el reguero de ladrillos que hacia la puerta y sobre la calle arrojaron las victimas, tratando de contener la entrada de los asesinos, establece que así y no en otras circunstancias se perpetró el aleve y horripilante delito” .
Pese a la absoluta censura de prensa impuesta por Ospina Pérez a comienzos de noviembre de 1949, alcanzaron a publicarse algunas noticias sobre las detenciones ordenadas por el juez de instrucción, John Sánchez. Este emitió dos meses después de la matanza autos de detención contra Carlos M. Quintero, jefe del detectivismo, y contra los detectives Román Echeverri, Hernando Valencia y otro de apellido Quintero. Igualmente, ordenó la detención de los siguientes miembros de la Policía Nacional, división Valle: subteniente Jorge A Castaño, sargento Fabio Piedrahita E., dragoneante Mario Rojas Ayala y contra Jorge Erazo, sin grado conocido. No se informó de la detención de ninguno de los liberales que, según el ministro de Gobierno y el gobernador, en masa enfrentaron con bombas y granadas contra el detectivismo, la policía y el ejército .
Las distintas versiones oficiales no lograron unificar la mentira. Es lo que se deduce de los informes rendidos al gobernador por el detectivismo y la policía. No sólo chocan con la verdad real que enseña que los liberales fueron victimas y no agresores, sino que además esos informes son de muy poca credibilidad porque se desmienten recíprocamente. La única verdad que encierran es el estilo propio de la narración de una batalla .

La prolija enumeración precedente destinada a demostrar que la versión oficial es falsa y que los liberales no atacaron sino que fueron atacados a bala, persigue un solo objetivo. El de mostrar que el general Gustavo Rojas Pinilla incurrió en la misma falsedad cuando informó de los sucesos a sus superiores militares. Existe constancia de que repitió, en mensaje interno enviado a la dirección general del ejército, la misma información falaz que pusieron a circular el gobernador y el ministro de Gobierno:

1-8253 OCHO DOS CINCO TRES.- ANOCHE FUE ATACADA CASA DONDE FUNCIONA SEGURIDAD NACIONAL POR ELEMENTOS DICEN FUERON ARENGADOS POR REPRESENTANTE DOCTOR HERNAN IBARRA, CON SALDO DESGRACIADO DE QUINCE MUERTOS Y VARIOS HERIDOS EN SITIO ATAQUE Y LUGARES VECINOS STOP EJERCITO SALIO DOMINAR SITUACION Y FUE ATACADO DE CASA LIBERLA CON ARMAS DE FUEGO Y BOMBAS EXPLOSIVAS, AFORTUNADAMENTE SIN CONSECUENCIAS, DOMINANDO RAPIDAMENTE SITUACION Y RESTABLECIENDO CALMA STOP HE ORDENADO PATRULLAJE CONTINUO STOP POSTERIORMENTE INFORMARE CON DATOS MAS COMPLETOS.
GENERAL ROJAS PINILLA BRICOM
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El jefe del detectivismo, Luis Arévalo Bayona, rindió un informe más cercano al texto del telegrama, pero opuesto a la versión del subteniente Castaño:”Prevenido como estaba, organicé la represión del ataque, haciendo salir a mis hombres a la calle en grupos de cuatro, los que llevaban orden de tenderse tan pronto divisaran al enemigo. En esta forma logramos ganar la esquina formada de la calle 15 con carrera 5ª. Donde se trabó la lucha. Prueba evidente del acercamiento de las turbas a las oficinas de la seguridad, de las cuales solamente estuvieron a cuarenta metros, es (sic) el hecho de que uno de los atacantes, de filiación liberal, cuyo nombre no recuerdo, cayó a pocos pasos de esa esquina sobre la calle 15”. Arévalo Bayona consigna otra visión fantasmal. Refiere que el 18 de octubre, cuatro días antes de los hechos, ya se había producido un ataque masivo contra el detectivismo. El relato es una total invención pues ese día apenas hubo una pequeña reunión preparatoria en la Casa Liberal y los disparos se dirigieron contra los liberales y no al revés. Según Arévalo Bayona, los oradores del 18 de octubre ordenaron a los copartidarios que diera muerte al jefe de la seguridad y a sus subalternos. El jefe liberal Francisco Eladio Ramirez, afirmaba Arévalo Bayona, dijo:”Hay necesidad de queal (sic) salir de aquí se dirijan directamente a la casa de la seguridad y ataquen implacablemente, matando a esos asesinos. No importa que algunos caigan en la refriega; más vale estar muerto que sometidos a los godos! Esto fue oído por un conservador que logrofiltrarse (sic) al lugar donde se dictaban las conferencias. Naturalmente la orden recibida por los liberales asistentes a la reunión, fue cumplida por estos de manera exacta. Más o menos quinientos individuos se abalanzaron en masa sobre las oficinas de la seguridad. Al grito de “mueran los godos asesinos, abajo el gobierno chuladita (sic) asesino”. Borrero Olano a Mingobierno, octubre 26 de 1949, telegrama 1988, AGV.

¿Acaso Rojas fue mal informado? Es improbable, porque todo Cali supo que los inermes liberales fueron atacados en condiciones de inferioridad. Un conservador, el - exprocurador general de la Nación Rafael Escallón, de paso por Cali en visita particular, concluyó que la hecatombe se produjo dentro de la Casa Liberal y así tuvo el valor de declararlo públicamente .
Rojas tuvo la oportunidad como comandante de brigada de investigar sumariamente los hechos y en cambio se cruzó de brazos. No rindió a su superior, el director general del ejército, un parte veraz sobre un grave hecho de desorden publico sino que aceptó y reprodujo una versión oficial del gobernador y de los autores de la masacre. Es decir, su telegrama coincidió con la coartada de los sicarios. Le es aplicable a Rojas la sentencia que Carlos Lleras Restrepo le aplicara al ministro de Gobierno Luis Ignacio Andrade:
….el señor Andrade y los ejecutores materiales del crimen coincidieron sospechosamente en alegar ante el juez la misma coartada, y tardíamente trataron de justificarla, contra la evidencia de los hechos, haciendo dos días después de éstos un tiroteo sobre los cuarteles del detectivismo que no pudo efectuarse sin que los jefes superiores del cuerpo se dieran cuenta de ello. Es una monstruosidad sin nombre. Pero la censura no permite que yo la revele a los lectores de “El Tiempo”, para que no pueda empañarse la buena fama de que debe gozar quien ha sido designado para llevar la representación de la República nada menos que ante el Soberano Pontífice .

Las palabras que un representante a la Cámara de 33 años de edad pronunció unos días antes del múltiple homicidio, en un debate al ministro de Guerra, se convierten con el paso de los años en dedo acusador contra la conducta de Rojas Pinilla ese 22 de octubre de 1949. Sostenía el parlamentario que frente a la sangría nacional, la imparcialidad del ejército no consiste en que “la tropa no asesine colombianos, sino que la tropa impida que asesinen colombianos”. Hablaba de una imparcialidad beligerante que evitara crímenes y depredaciones, pues la imparcialidad de épocas de normalidad, que implica que los soldados no maten ni agraden, si se aplicaba también a esa época de anormalidad que se vivía en Colombia “podría tenerse por algún partido como complicidad para la realización de sus planes”. El representante liberal afirmaba que la violencia cesaría “como por encanto” si los ministros militares manifestaran al Presidente Ospina que las fuerzas armadas no eran solidarias con la conducta de la policía chulavita, de los alcaldes sectarios y de los gendarmes de los resguardos de rentas. Así peroraba en el hemiciclo de la Cámara el representante Julio César Turbay Ayala .

Los discursos encendidos del partido de oposición al gobierno no son ciertamente paradigma de conducta de los generales. Pero si el general Rojas hubiera sido neutral ante las andanzas criminales de la Policía y el detectivismo, ¿ por qué no reportó con veracidad lo sucedido a la superioridad militar? Por otro lado, no habría faltado a sus deberes militares si hubiera tratado de evitar, por los conductos regulares, que el detectivismo y los chulavitas cometieran desmanes, o si hubiera denunciado a sus superiores esos descarríos de la autoridad. ¿Cómo podía defender la vida de todos los ciudadanos, sin discriminaciones, haciendo caso omiso de la delincuencia oficial disfrazada en el detectivismo, que desde los carros fantasmas disparaba contra las casas de los liberales o los torturaba en sus instalaciones? ¿Cómo podía pasar por alto que en los campos los pájaros asistidos por los directorios conservadores exterminaban a los campesinos liberales? Es obvio que si el general Rojas hubiera manifestado su desaprobación a esos métodos criminales, el conservatismo lo habría considerado un elemento desleal, enemigo del gobierno.

No se podía ser imparcial en 1949, escudándose en que el detectivismo dependía del Ministerio de Gobierno. Esa imparcialidad, como apuntaba Turbay Ayala, se convertía en tácita autorización por los métodos criminales de chulavitas, pájaros y detectives. Por lo demás, Rojas no pretendió asumir una neutralidad formal, que frente a la matanza del 22 de octubre significaba guardar por lo menos prudente silencio en relación con la mentira oficial propalada por Borrero Olano y Luis Ignacio Andrade. Su actitud no fue siquiera la de encogerse de hombros ante una guerra en que el gobierno bendecía a uno de los bandos violentos y en que por ende aún el general mas leal a los principios esenciales del ejercito se habría sentido descorazonado. Si Rojas hubiera sido un frío oficial conservador no se le habría llevado a la comandancia del ejército en el momento en que la consigna del minoritario partido era la de ganar las elecciones a cualquier precio.

Rojas terminó, pues, solidarizándose moralmente con las desviaciones delictivas del partido que estaba en el poder. Esta parcialidad debió reafirmar la confianza que le tenían el Presidente Ospina y su partido. El general Gustavo Rojas Pinilla, después de los hechos de la Casa Liberal, no era simplemente un general de la República, sino un general conservador, más exactamente un general ospinista.

Gonzalo Canal Ramirez escribiría: “ Rojas había hecho política en el ejercito siempre, política de partido y política personal de intriga en la oficialidad más adepta a él, política a lo boyacense, política de “barrer para adentro”, con sus amigos, y de “barrer para afuera, con sus opositores”





Chávez y la llave de la paz


RAFAEL GUARIN

I nexplicablemente, el gobierno Uribe convirtió a Hugo Chávez en la vedette de la paz, arrojó cinco años de aislamiento internacional impuesto a las FARC y aceptó de facto que se le reconociera carácter político. El teniente coronel es consciente de que en sus manos puede estar la libertad de los secuestrados, pero sobre todo el triunfo de su revolución en Colombia y, con ello, la consolidación del ``bloque regional de poder''.
El anunciado reencuentro con las FARC, esta vez público, debe tener a Raúl Reyes preguntándose: si nos reciben en el Palacio de Miraflores, ¿por qué no lo harán Correa, Ortega, Lula, Kirschner, Castro, Evo o el propio Sarkozy? ¿Acaso la paz no lo justifica? Y, ¡coincidencia! Chávez acaba de ampliar el club de amigos con el exguerrillero Daniel Ortega y el apoyo de Lula. Uribe, que gruñía porque los vecinos no llamaban terrorista a las FARC, deberá ahora soportar que abiertamente les den tratamiento político.
Aunque es posible que se dé la liberación total de los secuestrados, en realidad es poco factible. Las FARC no cederán en el despeje de Florida y Pradera y en reintegrar a sus filas los guerrilleros presos, puntos en los que afortunadamente Uribe es aún ``inamovible''.
Esa situación conduciría más bien a un fracaso que Uribe utilizaría para legitimar el rescate militar y Chávez para desvirtuar vínculos con la guerrilla. No obstante, eso no comulga con el tratamiento que deben dar las FARC a quien consideran su principal y potencial socio estratégico. Tampoco con el expansionismo chavista.
Se abre entonces un escenario intermedio. Es más probable que liberen uno o varios secuestrados, pues la lógica terrorista y su experiencia les indica que son los cautivos quienes les permiten obtener réditos políticos. Preferirá soltarlos a cuentagotas, a medida que sus planes avancen, sin descartar una nueva masacre, como la de los once diputados, para mantener la agenda y disuadir operaciones de rescate.
Chávez aparecerá en esa escena como el hombre que tiene la llave para la paz y Uribe como el obstáculo. Se reiterará que no habrá paz mientras no haya un gobierno que privilegie la negociación, desmilitarice territorios y confine a las fuerzas armadas a los cuarteles. Para ambientarlo las FARC habrán aprendido que cada acción militar fortalece la línea dura del gobierno y quizás enfaticen en generar hechos políticos y hacer propaganda.
Los ''farianos'' son expertos maniobreros. En 1998 condujeron a los candidatos presidenciales a emular en ofrecimientos sobre la zona de despeje. Y en 2006, como lo dijo en su momento el analista Vicente Torrijos, buscaron ''una segunda vuelta electoral'' y que se pudiera ``concertar con el candidato opositor algún tipo de preacuerdo sobre una eventual negociación basada en un despeje militar''.
Como lo enseñó Mao, la guerrilla juega a que la movilización popular produzca ''un vasto mar para ahogar al enemigo''. Los documentos de su IX Conferencia confirman que se propone aprovechar los espacios legales y las contradicciones entre las fuerzas democráticas para doblegar en las urnas la voluntad de combate del Estado.
En ese contexto, el Polo Democrático sabe que es la opción ante el uribismo. Chávez comprendió que el Polo es el vehículo más apropiado para su revolución y las FARC que no accederán al poder por las armas. En 2010 convergen todos esos intereses. El ascenso al gobierno del Polo sería el desmonte de la seguridad democrática, el estatus de beligerancia a las FARC y un proceso de paz que con Chávez en la sombra puede culminar en una Asamblea Nacional Constituyente que instaure el socialismo del siglo XXI. No será el ''vasto mar'' de Mao sino un verdadero cataclismo.
Chávez puede tener la llave de la paz. Pero una paz que es la victoria de las guerrillas. Cualquiera diría que todo se justifica en nombre de la paz. No creo. Creo que la libertad y la democracia no se pueden sacrificar. El reto es construir escenarios de paz sin arrasar los principios básicos de la democracia liberal. Afortunadamente, son más los colombianos que se opondrán a tamaño despropósito.
www.rafaelguarin.blogspot.com



Si por salud llueve, por pensiones no escampa


Ramón Elejalde.

Hace ocho días comenté en esta misma columna la situación grave que se presenta con el sistema de salud en Colombia. Debo reconocer que en forma inmediata la señora Mariela Medina Gutiérrez fue atendida en Saludcoop y que la gerente regional de dicha institución me llamó a explicarme lo sucedido. La situación del niño indígena de cinco años, José Miguel Muñoz Chancí, aún sigue esperando que los encargados de atenderlo escuchen, como mínimo, la orden judicial que así los obliga. COOSALUD ARS y la I. P. S. Hospital General de Medellín, guardan silencio.
Pero si por salud llueve, por pensiones no escampa. En esta misma columna he escrito sobre varios casos de ciudadanos que han servido honesta y lealmente al Estado o a la empresa privada y que están esperando que el Seguro Social no les siga tomando el pelo. Los funcionarios del Seguro parecen preparados para dar caramelo y estirar a más no poder la decisión de quienes ya tiene cumplidos los requisitos para pensionarse.
El caso de Gabriel Escobar Gaviria, nada que ver con Pablo, es dramático e ilustrativo, tangencialmente lo he citado en esta columna:
El ingeniero Escobar Gaviria lleva casi siete años luchando por su jubilación. De por medio existe un fallo en un proceso laboral ordinario confirmado por todas las instancias posibles, que ordenan al Seguro Social concederle el derecho a su pensión y a pesar de eso el Seguro Social le sigue escurriendo el bulto a su responsabilidad, en un juego de ping pong cruel e inhumano.
La última perla en este caso, la resume graciosamente el interesado, en una nota que me envió esta semana a raíz de mi artículo sobre la salud:
“Ayer estuve en las oficinas del Seguro en Monterrey con la carta que me envió la encargada de pensiones. Todo me estaba saliendo bien porque apenas veían la carta me iban orientando por dónde debía ir, hasta que llegué donde el señor en silla de ruedas, el que en otras oportunidades no me dejaba pasar ni me daba ninguna explicación. Leyó la carta con mucha atención. Cuando la terminó me preguntó que dónde estaba el pensionado. Eso me pareció un piropo porque cómo así que yo después de estar seis años y medio detrás de esa pensión no he cogido cara de pensionado todavía. Bueno, si no he cogido la pensión, menos he cogido la cara de pensionado. Le dije que era yo, entonces me preguntó el número de la cédula, se lo dije. Ese señor debe tener una memoria de elefante porque no apuntó nada de un número de siete cifras. Maniobró su silla y se fue a la oficina en la que en febrero la joven Evelín me dijo que pediría mi carpeta a Bogotá y en junio estaría en nómina. Desde entonces yo no había podido volver a entrar a esa oficina, ayer tampoco. Al cabo de tres minutos regresó y me dijo que el fallo había sido enviado a Bogotá para que allá le dieran cumplimiento. Le pregunté que si eso significaba que la resolución, el pago y lo demás me saldría en Bogotá y que yo tendría que ir a preguntar allá. Me dijo que si. Le reviré arguyendo que en febrero la joven Evelín a quien nunca más había podido volver a ver me había asegurado que pedirían la carpeta a Bogotá para ponerme en nómina aquí antes de junio. Me dijo que sí la habían pedido, pero que como no la mandaron, entonces les enviaron el fallo para que allá lo hicieran efectivo. Después de imaginarme que los huesos de Aristóteles, el padre de la Lógica, se estaban revolviendo en su tumba, lo único que pude contestar fue un ‘plop’ como los de los chistes de Condorito”.



EL PROTOCOLO DE KIOTO
Y LAS REACCIONES POLITICAS


Humberto Tobón y Tobón [1]

El Protocolo de Kioto fue firmado por 141 países en 1997, pero sólo fue ratificado por 125 naciones y entró en vigencia en 2005. El objetivo que persigue es reducir en un 5 por ciento las emisiones de gases causantes del efecto invernadero en el 2012 frente al nivel que se tenía en 1990, tomado como año base.
Los gases de efecto invernadero que hacen parte del Protocolo y sobre los cuales actúa la medición de los objetivos propuestos son: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofluocarbono, perfluorocarbono y el hexafluorocarbono de azufre.
Si se logran los objetivos se estará aminorando el calentamiento global, preservando los páramos y evitando la destrucción de la capa de ozono. En esencia, como lo dijo el exsecretario general de la ONU, Kofee Annan, de lo que se trata es de «mantener estabilizadas las concentraciones de gases de efecto invernadero a un nivel compatible con el desarrollo sustentable, la producción de alimentos y la preservación de los ecosistemas»
La demora en entrar en vigencia el Protocolo radicaba en que el mismo debía estar ratificado por países que en conjunto emitieran más del 55% del total de dióxido de carbono, uno de los seis gases que más daños le causa a la atmósfera, y eso sólo se logró cuando Rusia tomó la decisión de sumarse a los 124 países que ya habían aprobado acogerse a los mandatos del Protocolo, que es un documento de 28 artículos y dos anexos jurídicamente vinculante, en donde se obliga a los firmantes a realizar mayores esfuerzos de control y transparencia sobre sus datos reales de emisiones.
Llegar al Protocolo de Kioto en 1997 fue una tarea que comenzó institucionalmente doce años antes en Villach, donde se reunieron científicos de 29 países y reconocieron lo que en 1957 profesores de Hawaii habían descubierto: un incremento permanente del dióxido de carbono en la atmósfera que estaba generando un efecto invernadero sobre el planeta.
En 1988 se realizó la Conferencia Mundial para el Clima y el Desarrollo en Hamburgo. Allí se propuso una mayor eficiencia energética para disminuir las emisiones de dióxido de carbono en el periodo 2000 - 2015 entre el 30% y el 50%. Ese mismo año en Toronto, científicos de 45 países hablaron en la Conferencia sobre Cambios Atmosféricos en torno al efecto invernadero. En ese momento el tema ya había tomado tanta trascendencia a nivel mundial, que científicos y funcionarios de 188 naciones se dieron cita en la Conferencia de Londres para el Cambio Climático en 1989, año en el cual se reunieron también los líderes mundiales en La Haya, preocupados por los descubrimientos que se estaban haciendo debido a las emisiones de gases por la combustión de hidrocarburos.
En 1990 el mundo conoció las primeras cifras concretas de las evaluaciones científicas, las cuales fueron presentadas en la Asamblea de las Naciones Unidas. Entre las conclusiones estaban que la temperatura hasta finales del siglo XXI aumentaría cada década en 0,3ºC. Que el nivel de los mares se incrementaría paulatinamente hasta en 20 centímetros antes de 2030 y llegaría a 65 centímetros en 2100. Y que el 70 por ciento de las emisiones dañinas provenían de países desarrollados y el otro 30 de los que están en vía de desarrollo. Esas predicciones se han actualizado con nuevas mediciones en los últimos 15 años. Se afirma por parte del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático que la temperatura podría incrementarse en 5,8 grados centígrados para el año 2100 si no se toman medidas urgentes, lo que representaría la mayor alza en casi 10.000 años. También se asegura que el nivel de los mares aumentará 50 centímetros y que las emisiones de los países en desarrollados se han incrementado sustancialmente y ya no existe esa diferencia tan marcada en este campo frente a las naciones industrializadas.
Con un panorama tan poco alentador se llegó a la Conferencia de las Naciones Unidas para el Ambiente y el Desarrollo en 1992 en Río de Janeiro. Una de las grandes conclusiones de este evento fue la Convención Básica para el Cambio Climático, a través de la cual se planteó la necesidad de que las naciones más industrializadas redujeran sus emisiones al nivel de 1990. Para revisar el avance de la Convención, se reunieron en Berlín en 1995 representantes de 150 naciones, pero los resultados fueron decepcionantes, entre otras razones, porque no había interés político ni económico en promocionar fuentes alternas de energía, aminorar las descargas de gases producidos por combustión de hidrocarburos o aplicar impuestos al carbón.
Con el precedente de Berlín y un fracaso adicional en Ginebra, se produce la reunión de Kioto en 1997, donde se firma por parte de 144 países un Protocolo que acoge en gran medida las propuestas hechas en Río. Entre las novedades, se planteó la posibilidad de que las naciones desarrolladas pudieran implementar mecanismos de intercambio de emisiones y que se inmiscuyeran a las naciones en desarrollo a través de Mecanismos de Desarrollo Limpio. Siete años después el Protocolo entra en vigencia.
La meta global del Protocolo es disminuir las emisiones en un 5 por ciento frente a la base que es 1990. Llegar a este porcentaje se logrará a través de la reducción del combustible de origen fósil; un masivo proceso de reforestación para acelerar la conversión del dióxido de carbono; promover y adaptar nuevas energías como la eólica, solar, mareomotriz, biomásica, gas y nuclear; y retirar las máquinas obsoletas e instalar convertidores catalíticos a los vehículos para evitar que viertan a la atmósfera sus contaminantes.
Los científicos han planteado la necesidad de que las medidas que se adopten en procura de mejorar el medio ambiente sean racionales y sometidas a evaluaciones muy precisas, para evitar que los remedios que se apliquen sean peores que la enfermedad, tal como aconteció con la prohibición del plomo como aditamento de la gasolina y para su reemplazo se adoptó un compuesto altamente tóxico basado en benceno. Estas decisiones van en contravía de una concepción ética que ha ido ganando terreno entre la comunidad científica y es que los métodos para reducir la contaminación del aire no deben aumentarla en otros sectores del ambiente, como los suelos o el agua.
Al momento de entrar el vigencia el Protocolo de Kioto, la Organización Mundial de la Salud reveló que las siete ciudades más contaminadas del planeta eran México D.F., Pekín, El Cairo, Yakarta, Los Ángeles, Sao Paulo y Moscú, mientras que a nivel latinoamericano figuraban Ciudad de México, Sao Paulo, Caracas, Quito, Bogotá, Santiago de Chile y Río de Janeiro [2]. Los países del centro y sur de América no están cobijados con la obligatoriedad de reducir las emisiones, a pesar de que en conjunto emiten el 9 por ciento de los (GEI) [3]. Los más contaminantes son Brasil, México, Venezuela y Argentina, responsables del 70 por ciento de las emisiones en la región.

Las reacciones políticas sobre Kioto. Aunque la mayor parte de los países refrendaron el Protocolo, la negativa de Estados Unidos a hacerlo creó una gran decepción mundial y una ira contenida contra este gigante económico. Estados Unidos tiene el 5 por ciento de la población mundial y contribuye con el 25 por ciento de la contaminación atmosférica global y representa el 40 por ciento de la de los países desarrollados. Su desafiante determinación no implica para ellos recriminación ni sanciones políticas y económicas.
El mayor contaminador del mundo continúa sosteniendo que el Protocolo no es de su interés, como lo subrayó la Secretaria de Estado, Condoleezza Rice. «Es muy dañino y negativo para la economía estadounidense. No es parte de nuestro futuro», dijo. Ellos prefieren, en consideración de Gilpin, asumir los costos económicos de control de la contaminación, los cuales se incrementaron alrededor de cuatro veces entre 1972 y 1990 y llegaron a un nivel de 115 mil millones de dólares en ese último año, es decir, cerca del 2.1% del PIB. Hoy esos costos podrían subir al 3% de su Producto Interno Bruto. Incluso, estudios de las naciones pertenecientes a la OCDE sugieren que una disminución sustancial del dióxido de carbono por debajo de los niveles de 1990 podría representar varios puntos porcentuales del PIB, lo que podría ser una talanquera al cumplimiento de los compromisos del Protocolo de Kioto.
Como se nota, la decisión norteamericana de hacerle el quite al compromiso de disminuir paulatinamente sus emisiones de clorofluorocarbonados y bióxido de carbono, está sustentada en la protección de los intereses económicos de las industrias petrolera y automovilista. Además, esgrimió como razones para rechazar en 2001 definitivamente cualquier posibilidad de firmar el documento, que no estaba de acuerdo con que a los países en desarrollo no se le exija el recorte de emisiones de gases.
La decisión de permitir que las naciones en desarrollo no tuvieran que hacer reducción en sus emisiones creó un panorama muy complejo, que cada día genera grandes debates, entre otras razones, porque desde 1990 los países inicialmente no contemplados aumentaron grandemente sus niveles de consumo de gases contaminantes por el desarrollo de la industria y el número de vehículos que entraron en circulación. Una era la realidad en el momento en que se hizo la reunión en Kioto y otra muy distinta al inicio del siglo XXI. Entre los que quedaron exentos de cumplir con los mandatos del Protocolo están China, India, México y Brasil, cuyas economías y desarrollo si bien no están al nivel de los países más industrializados, tampoco lo están al nivel de los más atrasados.
China, por ejemplo, que ha dado un salto muy grande en la economía mundial, es hoy la segunda nación que más gases expele a la atmósfera con el 13,6 por ciento (incrementó sus emisiones desde 1997 en un 47 por ciento), por lo que no se entiende su determinación de actuar sólo como firmante y no como aportante a la reducción. Lo mismo acontece con la India, que hoy se considera el quinto país más contaminante del aire. Frente a esta discriminación y a la ausencia de un nuevo anexo que obligue a China e India a combatir la emisión de dióxido de carbono y otros gases nocivos causantes del recalentamiento de la Tierra, es comprensible la actitud de rechazo de algunos países industrializados frente a esta asimetría que se podría ver reflejada en mayores costos de producción y menor nivel de competitividad en los mercados internacional.
La decisión de excluir a los países en desarrollo del cumplimiento del Protocolo, podría generar como reacción que ellos incrementen las emisiones de gases dañinos en su carrera por alcanzar mayor crecimiento en sus economías y más altos estándares en sus niveles de vida.
Lo que sí es evidente, es que los países industrializados con solo el 20 por ciento de la población mundial emiten el 60 por ciento del dióxido de carbono, metano y otros gases letales.

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[1] Economista y Comunicador Social, con estudios de especialización en Medio Ambiente, Finanzas Privadas y Ciencias Políticas
[2] Resultados del estudio sobre calidad de vida en grandes ciudades realizado por la consultora estadounidense William Mercer.
[3] Gases de Efecto Invernadero que provocan el calentamiento del planeta: CO2 (gas carbónico o dióxido de carbono), CH4 (metano), protóxido de nitrógeno (N20) y tres gases fluorados (HFC, PFC, SF6).
Lo invito a visitar mi blog en http://www.humbertotobon.blogspot.com/ para que opine sobre este y otros artículos de interés



CORTÁZAR, MODELO PARA A(R)MAR

En torno al escritor como suma de voluntades.

Carlos Alberto Villegas, Termita Virtual, septiembre 10 de 2007.

Sus ojos despiertos eran más grandes que los de su gato Teodoro y sus manos enormes parecían la inspiración de los cuadros del pintor ecuatoriano Guayasamín. Con unos miraba el mundo cotidiano como un acontecimiento fantástico, con las otras golpeaba rítmicamente su máquina de escribir para producir asombros o para desfacer entuertos, mientras consumía, uno tras otro, sus cigarrillos Galoise.

Como el mundo le quedaba pequeño a su catadura de armatoste y a su voluntad de escritor; un día viajó de Argentina donde fungía como traductor oficial y se autoexilió en París. Su propósito: enterrar para siempre la condición de burócrata que le impedía ser y poder darle rienda suelta al escritor que lo habitaba. Ya de niño había escrito a los nueve años una novela y sentidos poemas de amor que sus cercanos imaginaban como plagios. Hizo una primera tentativa. Un viaje de turismo que lo llevó por las principales ciudades europeas y le sembró la irrevocable decisión de conquistar París. A su regreso a Argentina buscó en una beca del gobierno Francés el pasaporte de salida. Sus maletas, organizadas con la neurótica precisión de un fama, incluían la discreta edición del poemario Presencia, publicado bajo el seudónimo de Julio Denis; su poema dramático Los Reyes firmado con su nombre; Bestiario, su primer libro de cuentos editado por Suramericana; ejemplares de revistas donde había publicado cuentos, ensayos, crítica y cartapacios debidamente marcados con cuentos y novelas aún no publicados. Una de ellas Divertimento, premonición de Rayuela, y El Examen, escrito en un lenguaje vulgar, según la ortodoxa mirada de Guillermo de Torre, el ultraísta cuñado de Borges quien trabajaba para editorial Losada. Ambas novelas fueron editadas en 1986, dos años después de su muerte.
La beca lo instaló inicialmente en los campos de la Sorbona donde sus compatriotas bebían mate y lloraban mares. Desde esa cabeza de playa París fue una casa tomada centímetro a centímetro. En las calles anheladas Cortázar ejercitaba una voluntad de sentir que vibraría con intensidad en Rayuela, novela paradigmática donde Horacio Oliveira, su alter ego, busca con desesperación a la Maga. Los rincones de la Ciudad Luz fueron para sus ojos de cronopio espacios significativos convertidos en avíos de presencias. Imagenes que incorporaría con la misma voluntad de sentir que Rilke le sugiere al joven poeta de sus epístolas:

“Si su cotidianidad le parece pobre, cúlpese a si mismo, dígase que nos es lo suficientemente escritor para hacer que sus riquezas vengan a usted; pues para los creadores no hay pobreza ni lugares pobres, comunes. Incluso si estuviera en una cárcel cuyas paredes no dejarán llegar los ruidos del mundo hasta sus sentidos, ¿no tendría usted aún su niñez, esa deliciosa, magnífica posesión que son los recuerdos? Vuelva hacia allá su atención, intente recuperar las sensaciones hundidas de ese amplio pasado; su personalidad se consolidará, su soledad se ampliará y se convertirá en una habitación a media luz frente a la cual pasa, a lo lejos el ruido de los demás. Una obra de arte es buena si nace de la necesidad. Entre en usted mismo y examine las profundidades de las que brota su vida. Admítala como suene, sin interpretarla. Asuma su destino y sopórtelo, con su peso y magnitud, sin pedir jamás una recompensa que pudiera venir del exterior. Pues quien crea debe constituir un mundo para sí mismo y encontrarlo todo en sí mismo y en la naturaleza a la que se ha integrado”. (Cartas a un joven poeta. J.M.Rilke).

En esa suma de voluntades que hacen al escritor; la voluntad de sentir es el cántaro de las resonancias, el agua trasmutada y fresca de la que beberán los otros en sus escritos. Cortazar lo sabía, tenía la certeza de ello. Pero además ejercitaba, con esos ojos que miraban mundos paralelos, la capacidad para descubrir lo fantástico en las cosas cotidianas. Un pez: la excusa que entreteje lo profano y lo sagrado en una nueva experiencia para el lector. Alguien que cuida temporalmente una habitación para una señorita de Paris: el punto de quiebre para la fantasía tragicómica de un hombre que vomitaba conejitos. Una pieza de museo: la excusa de tiempos imbricados para un asesinato pasional. El arrobamiento del público ante una ejecución musical: la justificación de un inexplicable canibalismo. O un reloj, un pedestre reloj, la vuelta de tuerca que nos enseña que la realidad no es como nosotros la pensamos
Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj
“Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan -no lo saben, lo terrible es que no lo saben-, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de tí mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de a atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj”.
Pero la necesidad de Ser del escritor - la suma de voluntades que le permite responder a su Verdadera Voluntad-, no se explica sin los otros. El viaje a Cuba en 1961, dos años después de la revolución le descubre "el gran vacío político que había en mí, mi inutilidad política. Desde ese día traté de documentarme, traté de entender, de leer".
El escritor tímido y romántico que llegó a París en 1951, empieza un despertar político que lo obliga a pasar al frente. Su palabra se hace compromiso y lucha concreta contra los que abusaban del poder. En 1967 matan al “Ché” Guevara. La muerte del revolucionario será traumática para su Ser de escritor, evidenciándole su clara diferencia con el escritor mercenario. La esencia del escribir no se explica sin una ética sin una mirada sin una ideología que lo sustente.

En carta a su amigo Roberto Artl le expresa: “Quiero decirte esto: no sé escribir cuando algo me duele tanto, no soy, no seré nunca el escritor profesional listo a producir lo que se espera de él, lo que le piden o lo que él mismo se pide desesperadamente. La verdad es que la escritura, hoy y frente a esto, me parece la más banal de las artes, una especie de refugio, de disimulo casi, la sustitución de lo insustituible.”
Cortázar no admiraba al Che Guevara, lo amaba filialmente: “Yo tuve un hermano/ No nos vimos nunca/pero no importaba./Yo tuve un hermano/que iba por los montes/mientras yo dormía. /Lo quise a mi modo,/le tomé su voz /libre como el agua,/caminé de a ratos/cerca de su sombra./No nos vimos nunca/pero no importaba,/mi hermano despierto/mientras yo dormía,/mi hermano mostrándome/detrás de la noche/ su estrella elegida.

El mismo icono romántico y bélico que sustentará la pasión de resistencia de los estudiantes del Mayo Francés en 1968, imagen que, junto con la de un Cristo revolucionario, vivo, joven, resucitado, lejano de la masoquista propuesta del cristo crucificado, avivará el surgimiento de la Teología de la Liberación en la II Conferencia General del Consejo Episcopal, ese mismo año en Medellín, Colombia. Año de revueltas y estallidos que apagará la vida del promotor de la igualdad de derechos civiles de los negros en Estados Unidos: Martin Luther King. Año del despertar político del planeta en favor de los pobres, los marginados, los excluidos.
Córtazar fue consecuente con ese despertar político. Su opción de batalla fueron los derechos humanos, la lucha contra un imperialismo que afortunadamente tenía una contraparte idealizada en aquellos tiempos: La Unión Soviética.


Debo hacer un paréntesis personal en esta historia que implica mi narrativa vital, para contar que me inicié muy niño en la lectura de historietas en la librería Darling de mi pueblo natal. Recuerdo mi primer contacto con la historia del arte y la literatura en las viñetas de “Fantomas, el Ladrón de Guante Blanco”. Las claves que este Robin Hood tecnológico daba a sus voluptuosas colaboradoras zodiacales, estaban impregnadas de citas literarias y artísticas. Tiempo después supe que Cortázar había sido guionista de esa historieta y lo admiré mucho más. Por mis investigaciones en risa y caricatura, supe que el texto heterodoxo que combinaba imágenes y textos: “Fantomas contra los vampiros multinacionales” (1977) era un informe informe realizado por él para el Tribunal Russell; organismo internacional constituido para examinar la situación política de América Latina, en especial la violación de derechos humanos. http://www.literatura.org/Cortazar/Fantomas/f1.html.
La necesidad de ser escritor comprometido y reconocerse con generosidad en el otro, llevó a Cortázar visitar a muchos escritores latinoamericanos que padecían la inequidad y la injusticia en las dictaduras de aquellos tiempos. Dictaduras que a diferencia de las de ahora no eran, paradójicamente, elegidas por el propio pueblo. La estulticia progresa.
Cortázar parecía participar de la proverbial enseñanza: “No puedo hacer todo, pero puedo hacer algo”.
Para fortuna de los estudiosos del escritor argentino, su colega ecuatoriano Jaime Galarza Zavala registró un testimonio de ese acto concreto para construir un mundo mejor.
Hace (…) años, el 20 de enero de 1973, una enorme humanidad trasponía la estrecha puerta de una celda del Penal García Moreno, tenebrosa prisión de Quito, la capital ecuatoriana. Era Julio Cortázar, el celebrado escritor argentino. Al día siguiente, el diario El Comercio informaba que la razón de esta visita consistía en su voluntad de solidarizarse con el autor de estas líneas, preso a raíz de la publicación de su libro El Festín del Petróleo. Regía los destinos del país la dictadura militar presidida por el General Guillermo Rodríguez Lara.
Debo rememorar esta historia por Julio Cortázar, por nuestra América Latina, por mí mismo. Las declaraciones del inmenso escritor conmueven y vibran (…) décadas después. Dijo Julio: “Estuve a verlo en la medida que se trata de un escritor que viene a visitar a otro que admira. Estaba al tanto de quien era Galarza Zavala en París, pues allí conocí su obra poética y especialmente su libro sobre el petróleo, que me conmovió, porque es una defensa de la soberanía ecuatoriana. Leyendo ese libro le admiré. Por eso, de paso por Quito, me pareció elemental conocerlo y establecer un contacto personal con él, estrecharle la mano”.
Sin duda, el lector atento señalará que no se conoce ninguna visita a las prisiones de Cuba donde Reinaldo Arenas padecía el vejamen castrista. No encontré ningún registro al respecto. No tengo otra respuesta. Siempre se corre el riesgo de ceguera cuando se milita ideológicamente. Por esa misma razón es más difícil aún el ejercicio escritural independiente. Sin embargo, es posible alegar en defensa de Cortázar que siempre trazó una línea tajante entre su quehacer literario y su compromiso político. La literatura de Cortázar no se puede calificar de panfletaria.

Finalmente es preciso señalar, también en su defensa, que si volviera a vivir, aún estaría golpeando su máquina de escribir ante la exorbitante cifra de 224 millones de personas que viven en latinoamérica en condiciones infrahumanas. Habría participado en una comisión de la Unesco para constatar los exabruptos de los Paras, la Guerrilla y el poco sistema democrático que aún queda en territorio colombiano. No dejaría de denunciar las torturas y los atropellos en Guantánamo y Abu Graib, y la insenbilidad de los paises poderosos frente al drama de los hambrientos y los desplazados por la guerra. Pero también ya nos hubiese construido un edificio de puerta giratorias donde fuera posible encontrar en cada una de ellas a las múltiples Magas ideales que habitan nuestra memoria. Es posible incluso que, aupados por su pluma, ya hubiesemos pasado del hispañol integrador al uso poético y multisémico del Glígligo.

Quiero despedirme transcribiendo de memoria algunos versos del poema semblanza que Elías Mejía, cofrade termitero, escribió en homenaje al escritor de los ojos fantásticos, al hombre más pacifico de este mundo, como el propio Cortázar se consideraba. Si la memoria me falla sabrán perdonarme los lectores advertidos y mi estimado poeta.

Retruécano
(fragmento citado de memoria).
Corta Zar a ras las taras
Piensa que si cortarás
Nadie te miraría como a una zorra
con corazón de roca
Serías la paloma torcaz
Capaz de trocar el azar
De esta raza tan rara.
Corta Zar, no importa
Si cortas en julio o en agosto
Di simple mente lo lijo, lo lijo,
Y como haciendo un hijo, no por lujo,
Tu sarta de buenas nuevas
Irás dando para rato.


LA MALA LECHE


Cecilia López Montaño


Con razón, la gran preocupación nacional la constituyen las próximas elecciones de octubre. No en vano, el señor Procurador de la Nación ha señalado que si no fuera por su importancia para la democracia, lo ideal sería que no se realizaran, seguramente porque no ve al país preparado para enfrentar todos los peligros que se avizoran. Un elemento positivo es que las dificultades se están identificando exante y no expost. Por ello, la obligación de todo analista es ser objetivo, despojarse de iras contenidas y ayudar a que este difícil proceso de limpiar la política colombiana llegue a buen término. Es decir, no proceder con “mala leche”.

A las amenazas de las nuevas versiones del paramilitarismo como las Águilas Negras y a las acciones de una guerrilla que lejos de replegarse continúa atemorizando a las poblaciones, se suman unas nuevas. Colombia siempre ha sufrido el clientelismo, pero ahora se enfrenta a otro mal, el populismo, o sea, dirigir recursos públicos a sectores marginados para obtener apoyos políticos. En el Congreso de la República ya empezaron las denuncias sobre la utilización de los programas “Familias en Acción” y “Familias Guardabosques” para comprometer auxilios a personas necesitadas a cambio de votos por determinados candidatos. Lo denunció el senador Luis Fernando Velasco como un hecho preocupante en el departamento del Cauca. Y eso que faltan datos de otros municipios.

En este complejo panorama político adquiere especial valor el voto de opinión, es decir, aquel que responde a aceptación de ideas y que no está sujeto a la maquinaria clientelista. Cuando el Partido Liberal elaboró sus listas para el Senado corrió este riesgo al poner en sus primeros puestos personas ajenas a la política tradicional del país y, más bien, pensó en individuos que por su formación y trayectoria profesional le dieran un aire de renovación al liberalismo. Este buen propósito casi fracasa. Salir sin ningún apoyo de líderes regionales, sin alianzas con candidatos a la Cámara, sin el respaldo de ningún alcalde o gobernador, sin siquiera un edil, sin recursos, resultó ser una tarea titánica. Por esto, la cabeza de lista casi se ahoga y para información de todos, no quedó en el último lugar porque el Partido Liberal terminó ganando una curul adicional, por residuo. Pero además, por estar en una posición vulnerable, fue necesario cuidar en los escrutinios hasta el último voto en todo el país, lo que arruinó financieramente la campaña. Como se reconoce “Bogotá es la única ciudad donde las elecciones no son dominadas por las mafias viejas o las mafias nuevas” y esta fue precisamente la ciudad que más respaldó la cabeza de la lista liberal: 9.618 votos o sea, 29.92% de los 32.150 del total. Le siguió, Antioquia con 3.494 donde no se hizo campaña por falta de tiempo; Valle, 2.045, Cundinamarca, 1.724 donde sólo se fue a Chía. Los resultados de la Costa fueron muy interesantes dado que sumados todos los departamentos, apenas se superó en un poco más de la mitad, los obtenidos en la capital. Y eso que la candidata es costeña. En Sucre y Córdoba fueron las mujeres campesinas las únicas que se atrevieron a dar un respaldo abierto a esa candidatura, asumiendo riesgos que ya las han diezmado.

Precisamente por haber obtenido solo votos de opinión, se hizo imposible cumplir con el rito de agradecer a los votantes. Con excepción de Barranquilla, y particularmente de Ciénaga, donde fue claro el respaldo de la familia Bonett de la cual nadie se atreve a dudar de su liberalismo y su transparencia, no se pudo identificar los votantes y solo se alcanzó a agradecer a través de conferencias en universidades, columnas de opinión y unos pocos mensajes escritos cuando aquellos que apoyaros lo hacían saber. Esta es la feliz historia de una campaña que no le debe a quien no toca, absolutamente nada. Solamente a aquellos que creen en las ideas, que las valoran y las acogen. Un error del pasado no se remienda con otro error del presente. Para alguien de mala leche, con pocas palabras basta.



Uno menos…
OCTAVIO QUINTERO
Rarísima esa entrevista de Petro a Cambio; mejor dicho, es un lenguaje meticuloso y sibilino. Me huele que Petro ya está haciendo el curso de candidato presidencial a la colombiana que consiste en pensar y decir dos cosas diferentes a la vez.
Coinciden las declaraciones de Petro con un trepidar de runrunes que cobran fuerza en el consciente colectivo según el cual, el Polo, o al menos algunas de sus figuras insignes e insignias como Lucho el alcalde, Navarro el ideólogo (de quien ahora ni fu ni fa) y Petro el indomable, se están desideologizando de la izquierda pura para alcanzar un lenguaje conciliar, es decir, pragmático, que en política significa prender una vela a Dios y otra al Diablo.
Petro, quien es bastante inteligente, comete imprecisiones calculadas (ya parece que piensa también que todos los colombianos somos bobos), en la entrevista a Cambio, y olvida posiciones que, precisamente, fueron las que lo llevaron al altar de la izquierda de donde se derrumba, al menos en mi sagrario, porque no en balde cae en contradicciones evidentes.
Dice Petro:
“La lucha del Polo no debe ser contra Uribe”. Y uno pudiera responderle parodiando a López Michelsen: ¿Y si no es contra Uribe, entonces contra quién? Porque, hasta donde me alcanza la lógica, la lucha en cualquier circunstancia, siempre hay que darla contra la cabeza del enemigo, y por eso es que en la metáfora mitológica nadie ha podido vencer a la Hidra, salvo Hércules, que le cortó sus siete cabezas de un tajo.
Raro, muy raro que Petro diga que la lucha no debe ser contra Uribe, cuando fue precisamente esa crítica que él emprendió contra Uribe, la que lo elevó a los altares de la opinión pública. Desaconsejar ahora que no es por ahí, es evidente que quiere favorecer al Presidente, liberándolo de la crítica y la censura pública. Es, en el lenguaje de Gaitán: ¡Tapen, tapen!
Aparece también muy frío con Chávez. Digamos que puede ser un poco de celos que siente ahora que el presidente Venezolano tantos guiños le está haciendo a Piedad Córdoba, su rival directa en la contienda del 2010. Y eso lo retrata como un desagradecido y egoísta.
Petro parece iniciar altos estudios en la escuela de la ‘Seguridad Democrática’ cuando dice que las Farc “son insensibles al llamado de la comunidad internacional y de la sociedad colombiana”. ¿A cuál comunidad internacional se refiere? (¿a la que impone Estados Unidos?); y a cuál sociedad colombiana? (¿a la que representan los privilegiados?). Cuando uno generaliza, corre el riesgo de meter a todo el mundo en el mismo costal. Yo no me atrevería a decir que toda la comunidad internacional ni toda la sociedad colombiana repudia a las Farc. El sólo hecho de que exista, es porque manifiesta (y probablemente magnifica) un cierto apoyo internacional; y, lo que sí no cabe duda, una evidente injusticia social en Colombia. ¿Qué se financien del narcotráfico? Es evidente. Pero pregunto: ¿Qué es Colombia, o quién es en Colombia que no se haya o esté beneficiándose del narcotráfico directa o indirectamente? Y le aseguro que las Farc no está entre las primeras ni serán las últimas organizaciones políticas o empresariales en beneficiarse del narcotráfico.
Parece que a Petro le entró el cuento oficial de que el Polo debe tomar distancia de esos “malditos terroristas” (en lenguaje uribesco), por los cuales sufrimos todo lo que le ha pasado, le está pasando y le pasará al país. Las Farc, lo sabe Petro, son parte del problema; no el problema en sí mismo.
Petro también se distancia de Castro cuando dice que Chávez no debe imitarlo. El camino, según Petro, es el de “una nueva concepción democrática”. Es decir, descalifica la revolución Cubana al decir que nadie debe imitarla. Yo mejor en este punto, me silencio… de momento; como también sobre esa misma tenue defensa que hace de Uribe, al decir que es “ciudadano pasajero”. Es como sí un fascista o un Nazi intentara justificar los crímenes de lesa humanidad de Mussolini o Hitler diciendo que su paso por esta vida fue pasajero. Decir que ha sido pasajero el inmenso daño político (por lo de la parapolítica); social (por el desmonte del Estado Social de Derecho), y económico (por la subasta del Estado al capital internacional), que Uribe le ha causado y le está causando al país, es como decirle a un enfermo de cáncer que no se preocupe que su enfermedad terminará cuando se muera, y punto. ¡Qué ironía!
Y, finalmente, perdóneme doctor Petro, pero decir que “hoy en día la izquierda tiene que ser pragmática”, es una evolución ideológica comparable a la metamorfosis que sufre el renacuajo cuando se aproxima a sapo. El pragmatismo, y usted tiene por qué saberlo, es de los oportunistas; es de los que no tienen principio sino fin; es de los que son capaces de matar la madre para anticipar la herencia.
A partir de hoy, y gracias a Columnistas Libres y el Boletín Virtual, que generosamente (y especialmente, gracias a la libertad de expresión), acogen estas reflexiones mías, declaro que he dejado de admirar a Petro porque lo que dice en ese reportaje de Cambio, es palabra escrita: y “lo escrito, escrito está”.


Rescatar el Prestigio del DANE

César González Muñoz
La verdad es escasa en Colombia. El DANE debiera jugar un papel esencial en la promoción de la confianza en la información sobre la demografía, la situación laboral y el desempeño de la producción. Ello no está ocurriendo. Los usuarios e interesados en la información del DANE miran con escepticismo o desconfianza buena parte de lo que sale del “cuarto de máquinas” de la entidad. La culpa ha sido del gobierno, de la propia dirigencia del DANE y de una pobre discusión académica.
Del gobierno, porque con la designación de Ernesto Rojas Morales (después de la abrupta salida de César Caballero causada por el manejo de cierta información sensible), el DANE se sumó al botín burocrático de los políticos cercanos al Presidente. Posteriormente se permitió desde la Casa de Nariño, y de hecho se estimuló, una pública pelea entre el DANE y el Departamento Nacional de Planeación sobre las cifras del desempleo. Sin duda, la víctima es la confianza en la producción de estadísticas oficiales.
De la cúpula del DANE, porque en medio de las discusiones sobre la calidad estadística del censo de población y de la encuesta de hogares, la entidad resolvió imponer una especie de principio de autoridad estadística para aislar a los críticos.
Ha faltado un buen debate académico sobre la calidad de los productos del DANE, después de los grandes cambios hechos en la encuesta de hogares; la principal discusión se relaciona con las cifras de desempleo. La evolución del crecimiento económico y las tendencias del desempleo no concuerdan entre sí. Tasas altas de expansión del PIB (especialmente desde comienzos de 2006) coinciden con aumentos en la tasa de desempleo, según el DANE. El público interesado sólo sabe que, para ciertos analistas, esas cifras “no cuadran”, son “improbables” o implican errores de medición, atribuibles a problemas metodológicos.
Sin embargo, el periódico de la Universidad Nacional puesto en circulación hace tres días incluye un interesante artículo de Francisco Pérez, asesor del DANE, en el que se manejan cifras de PIB y desempleo en Estados Unidos y algunos países latinoamericanos. El ensayo muestra que la paradoja colombiana también ha ocurrido en otras naciones, y que la intensidad del fenómeno ha aumentado recientemente.
Para rescatar el prestigio institucional del DANE es necesario considerar varios temas:
Uno, la capacidad técnica del DANE. En esa institución trabaja un grupo de técnicos bien entrenados, cuya ética y competencia profesional no debieran permanecer en tela de juicio. Ese equipo debiera tener una estrategia para la recuperación de su prestigio moral y técnico. En las actuales circunstancias, sería muy oportuno que los expertos del DANE se dejaran oír.
Dos, la independencia de la oficina estatal productora de las estadísticas es tan importante como la independencia del poder judicial y la autonomía del banco central. Tras su renuncia, Rojas Morales ha advertido públicamente que el Departamento Nacional de Planeación insiste en meter baza en las metodologías y en las mediciones mismas –en particular sobre empleo – “mediante presiones disfrazadas de consejos desinteresados”. Tremendas palabras, que le meten mucho ruido a la confianza pública en las estadísticas.

Tres, la liberación pública de información a nivel de microdatos es un asunto crucial en una sociedad supuestamente abierta, democrática y respetuosa de los derechos individuales.
Los microdatos son las respuestas ofrecidas directamente por el público censado, o encuestado. Se trata de registros individuales de hogares, personas, o unidades de vivienda. Rojas Morales tiene razón en su defensa de la confidencialidad de los microdatos del censo y de la encuesta de hogares. Produce alarma saber que mucha de esta información, que puede permitir la identificación individual de quienes responden, se entrega a ciertas entidades del gobierno. ¿Cómo se supervisa en Colombia la liberación de información sometida a reserva estadística?


De los pantanos a Bagdad: ¿misión cumplida?

Amy Goodman, Publicado el 4 de septiembre de 2007, Boletín Democracy Now.
Al cumplirse el segundo aniversario del huracán Katrina, varias decenas de residentes de viviendas públicas y activistas marcharon hasta la sede de la Oficina de la Vivienda de Nueva Orleans. Los manifestantes ocuparon las oficinas durante horas. Mientras el ejército y la policía rodeaban el edificio, Sharon Sears Jasper, una residente desplazada del emprendimiento de viviendas públicas Saint Bernard, declaró: “No vamos a detenernos. Nos negamos a permitirles que tiren abajo nuestros hogares y destruyan nuestras vidas. El gobierno, el presidente de los Estados Unidos, todos nos han fallado. Nuestra gente ha estado desplazada por demasiado tiempo. Se están muriendo por el estrés, la depresión y por tener a sus familias desperdigadas. Exigimos que habiliten todas las viviendas públicas. Traigan a casa a nuestras familias ya”.
Por otro lado, el día anterior a esta manifestación le pregunté al alcalde Ray Nagin si le había planteado alguna exigencia al presidente Bush mientras cenaban juntos la noche anterior. Bush acababa de hablar en una escuela que lleva el nombre de Martin Luther King, cuyos planteamientos sobre la raza y la pobreza quedan crudamente expuestos en Nueva Orleans. A diferencia de aquellos que han perdido sus hogares, el alcalde respondió: “No era momento de exigencias”.
Tracie Washington es la presidenta del Instituto de Justicia de Louisiana (Louisiana Justice Institute) y ha residido toda su vida en Nueva Orleans. Ella afirma que sólo una cuarta parte de las más de 5.000 viviendas para personas de bajos ingresos de Nueva Orleáns está ocupada. “Nuestro gobierno piensa que hay que desmantelar el antiguo sistema de las viviendas subsidiadas por el estado, que hay que clausurar los edificios. Estamos en medio de un litigio para cambiar esta situación, pero es tremendamente lento, y la situación es trágica”.
Tracy Washington describe el plan mediante el cual el sistema de viviendas públicas subsidiadas será convertido en el sistema de emprendimientos inmobiliarios conocido como “mixed-income”, en el que una parte de los departamentos son reservados para inquilinos de ingresos medios o altos : “Algunas de estas edificaciones que están cerradas no se vieron afectadas en absoluto por el agua. Pero se tomó la decisión de aprovechar la oportunidad. El huracán Katrina llegó. ‘Mira lo que podemos hacer. Podemos mantener a estas personas lejos de aquí, traigan las excavadoras, tiren abajo esta edificación’”.
No se trata sólo de los inquilinos. También están demoliendo viviendas de particulares. Tracie explicó que la ciudad instituyó una asombrosa regulación para permitir la demolición legal de casas. Mientras que anteriormente los propietarios tenían al menos 120 días y varios niveles de apelación para evitar que sus viviendas fueran demolidas, Nagin instituyó una ordenanza de “demolición por amenaza sanitaria inminente”. Ahora concede a los residentes únicamente 30 días para detener la demolición.
Para las decenas de miles de habitantes de Nueva Orleáns que están repartidos por el país, el exiguo aviso que da la ciudad —una calcomanía pegada en la propiedad en cuestión más la mención en un sitio web de la ciudad y en el periódico The Times-Picayune— es claramente insuficiente. Según The Times-Picayune, además de destruir las viviendas, se embargan las propiedades para costear la demolición, preparando así el terreno para que los propietarios desplazados pierdan su propiedad y ésta pase a manos de la ciudad.
Es por esta razón que grupos como el Common Ground Collective, el Instituto de Justicia de Louisiana, el Fondo Popular de Ayuda a las Víctimas del Huracán (People´s Hurricane Relief Fund) y la Coalición de Supervisión (Oversight Coalition) están tomando medidas, en la calle y en los tribunales.
Según el fundador de Common Ground , Malik Rahim, de las más de 12.000 personas que antes vivían en el Distrito Noveno, ahora sólo viven allí alrededor de 400. Caminé con Rahim por donde una vez hubo un barrio afroestadounidense densamente poblado y vibrante, ahora lleno de terrenos baldíos, lotes vacíos y escuelas e iglesias destruidas. Quedan en pie unas pocas casas de ladrillo; aisladas, dañadas.
Curtis Muhammad, residente de Nueva Orleans de toda la vida y miembro del Comité de Organización Popular (People’s Organizing Committee), cree que los intereses económicos que están por detrás de la fallida reconstrucción deben ser investigados. “La gente ve a Donald Trump ahí intentando comprar terrenos, ve a los grandes magnates. Los barrios cerrados están creciendo cada vez más. Echa un vistazo a la vivienda pública. Podrían haberlo resuelto, podrían haber limpiado todo en una semana si hubieran querido. Y así podrían haber hecho regresar a muchas personas a sus hogares. No se puede explicar eso”.
Dos años después del Katrina, mientras Bush volaba de los pantanos a Bagdad, un tribunal popular sobre el huracán —que sometía a juicio al gobierno en todos sus niveles— terminaba sus sesiones en Nueva Orleáns. Un grupo vendía unas camisetas en las que se lee: “No creas lo que dicen. La reconstrucción de la Costa del Golfo no es ‘lenta’: es un plan de privatización que nos quita nuestros hogares, escuelas, hospitales y derechos humanos”. ¿Misión cumplida?
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Amy Goodman es la presentadora de Democracy Now! (www.democracynow.org), noticiero internacional diario emitido por más de 500 estaciones de radio y televisión en Estados Unidos y el mundo.
© 2007 Amy Goodman



El costo ecológico y social de los agrocombustibles


François Houtart*, colaboración enviada por el Senador Hugo Serrano Gómez.

La cuestión de los agrocombustibles explotó realmente en los últimos años, lo que no cayó del cielo. Se escribe en una larga historia.
1. La energía como historia del dinamismo humano
La utilización de la energía está a la base de la actividad agrícola, artesanal e industrial. Los mitos griegos de Prometeo que encuentra el fuego y de Sísifo que trata de vencer la ley de la gravedad, indican la vinculación entre la energía y la vida humana. Las energías naturales fueron utilizadas desde el principio de la humanidad como mecanismo de sobrevivencia. Es en el periodo contemporáneo de la historia que se utilizaron energías fósiles y minerales, del carbón al uranio, como base de la transformació n de los recursos naturales y finalmente de la industrializació n.
La filosofía del progreso, del siglo de las Luces hizo pensar a la posibilidad para la humanidad de un progreso sin fin, basado sobre una materia energética inagotable. En el campo económico, el capitalismo, como organización económica de la producción y de la distribución se construyó sobre la utilización de energía tanto para producir como para transportar y como la base fundamental de su lógica es el valor de cambio, es decir la posibilidad de intercambiar de productos y servicios como base de ganancia y de acumulación, su desarrollo fue íntimamente vinculado con las fuentes energéticas.
En su fase neoliberal, que significa liberar las fuerzas del mercado para resolver la crisis de acumulación, hubo una verdadera explosión de la utilización de energías. El resultado fue el aumento espectacular de la producción de CO² en la atmósfera y finalmente el calentamiento acelerado del clima. Al mismo tiempo, estamos llegando al fin del ciclo hidrocarburo, con el agotamiento previsible del petróleo y del gas. Todo eso ha llegado a la conciencia mundial, alertada por los especialistas de la climatología y por las consecuencias ya visibles de este tipo de utilización de la energía y de sus consecuencias. Sin embargo, se trata realmente de una crisis del modelo de desarrollo, porque es cada vez más claro que no se puede continuar así, destruyendo la naturaleza por el proceso mismo de producción, de transporte y finalmente de consumo.
2. La respuesta a la crisis
La toma de conciencia que se nota mundialmente ha llevado, en el cuadro de las Naciones Unidas, a tomar medidas, como propuesto en la conferencia de Río de Janeiro en 1992, poniendo en relieve el concepto de desarrollo sostenible y en la Conferencia de Kyoto, tratando de disminuir la producción de CO² en la atmósfera, este último tratado firmado por la mayoría de los países, con excepción de los Estados Unidos, de Australia y de China. Por otra parte, la película de Al Gore: Una verdad incómoda, ha alertado también una gran parte de la opinión pública a la escala mundial sobre el calentamiento del clima. Sin embargo, Al Gore llega a conclusiones que no son las más fundamentales, sino centradas sobre los comportamientos individuales y el aspecto moral y religioso de estos últimos y no sobre el cambio de sistema de consumo.
De hecho, el modelo capitalista de desarrollo necesita cada vez más energías. Por eso se piensa ahora a nuevas energías. Sin embargo, el modelo de consumo y de desarrollo apenas se cuestiona. Las gasolinas son pintadas de verde. Las empresas petroleras son presentadas en la publicidad como benefactoras de la humanidad y protectoras del medio ambiente. Se habla hoy también de petróleo verde o fresco y de las "bioenergías" como soluciones. Debemos recordar que bio significa vida y el término está utilizado para fomentar la idea que este tipo de energías va a resolver no solamente la necesidad de fuentes nuevas, sino también el problema climático.
En breve, se trata de un nuevo canto sobre la solución: todo debe ser sostenible y eso puede realizarse dentro de la lógica del capitalismo. En abril 2007, el periódico norteamericano US Today, publicaba una advertencia diciendo: "Cómo enriquecerse con el calentamiento del planeta?" Pero la realidad es bien diferente.
3. La realidad
1) El consumo de energía
El consumo de energía según el modelo actual crece de manera muy rápida. La estimulación del consumo mundial general entre 2003 y 2030 es de un aumento del 60%. Para la electricidad, se consumía en el año 2000, 14.767 mil millones de kilowatios en el mundo. Se prevea para 2025 un consumo de 26.018 mil millones de kilowatios. Para el petróleo, en 1973, el consumo era de 4.606 Mtoe (millones de toneladas) y en 2003 el consumo era de 7.287 Mtoe. El petróleo se consume en particular en el transporte (el 58% en 2003, por el 45% en 1971). La industria consume el 20% de la producción petrolera (Elizabeth Bravo, 2007, 13).
Frente a la crisis petrolera y a la explosión de los precios, se exploran ahora varias fuentes de energía sostenibles: la energía solar, la energía del viento, del mar, de los ríos, el hidrógeno. Sin embargo, a medio plazo, éstas representan un porcentaje mínimo de las necesidades previsibles. La energía nuclear, muy discutida en función de los peligros de la producción y del problema de los deshechos, no va a representar más del 10% del consumo energético en los países industrializados. En Europa se ha decidido de utilizar 20% de agrocombustibles para el año 2020, lo que representará, en el mejor de los casos, el equivalente al crecimiento del consumo durante el mismo periodo. Todo eso conduce a la conclusión que la nuevas fuentes de energía no van a poder responder al tipo de consumo que tenemos actualmente y a la previsiones de aumento para el futuro.
2) Los agrocombustibles y el clima
Los agrocombustibles son de dos tipos, el etanol, que es un alcohol producido a partir de la caña de azúcar, del maíz, del trigo y el biodiesel, que es la producción de aceite a partir de la soya, del colza o de la palma. Según varias fuentes, el consumo de estas energías produce menos gases invernaderos que el petróleo o el gas, es decir que la combustión es algo más limpia. Sin embargo, este cálculo parece insuficiente para llegar a una conclusión definitiva. Si se toma el proceso completo de la producción, cada tonelada de biodiesel producido a partir de la palma aceitera por ejemplo, emite más CO² que el petróleo. El etanol producido a partir de la caña sembrada en la selva tropical, produce una vez y media más de gas a efectos invernaderos que el petróleo. Es decir que para hacer un cálculo real, debemos tener en cuenta muchos más elementos que solamente el resultado de la combustión (Eric Holtz Gimenez, 2007, 26).
Por otra parte, el retorno en términos de producción de energía es menos alto para estas energías, que el petróleo. Así, para un resultado de 100 con la utilización de energía fósil, el etanol producido a partir del maíz llega al 0.78%, y a partir de la madera, al 0.63%. El diesel producido a partir de la soya, da solamente el 0.53% de la energía fruto del petróleo. Significa que se debe utilizar más materia original para producir el mismo nivel de energía. La palma aceitera es probablemente una de las soluciones más eficaces porque ésta produce 5 toneladas por hectárea, lo que es una productividad bastante alta (Elizabeth Bravo, 2007, 33).
Para llegar a estos resultados, en muchos casos, se destruye los bosques primarios y las selvas. Así, Malasia e Indonesia han visto sus selvas disminuir de más de 80% en los últimos veinte años, principalmente en función de la extensión de la palma aceitera. Evidentemente, este fenómeno no fue principalmente causado por la utilización de agrocombustibles, sino en función de la demanda acelerada de las industrias farmacéuticas, alimentarias y cosméticas. Sin embargo, el futuro y las nuevas extensiones están vinculadas con la producción de energía. Una situación muy similar se plantea para la selva amazónica, que está en disminución y tiene el gran peligro de ser más destruida en los años que vienen, por la extensión de varios monocultivos, como la soya, el eucalipto y la caña de azúcar y el desplazamiento de la frontera agrícola que ella provoca. Todo eso significa también una fuente de cambios climáticos importantes que al fin de cuenta, son más destructivos para la selva original, que la extensión misma de los monocultivos.
La utilización de fertilizantes y de pesticidas, producidos con energía fósil es también un factor de destrucción ecológica. Los monocultivos los utilizan de manera intensiva, con un esparcimiento por avionetas, que no hace ninguna distinción dentro de la biodiversidad existente. Recordamos que actualmente, se utilizan 45 millones de toneladas de estos productos químicos cada año en el mundo y que se debe disminuir esta cantidad de manera rápida para salvar los suelos y el agua. También se debe añadir el transporte de los productos agrícolas originales hasta los ingenios para su transformació n, de los ingenios a los puertos, de los puertos en barco hasta los lugares de consumo, operaciones que utilizan energías petroleras y se añaden a la factura ecológica.
3) La destrucción del entorno ecológico
Ya hemos hablado de los bosques, pero se debe añadir la biodiversidad. Los monocultivos son causas de desaparición de la fauna y de la flora. En el Chocó colombiano, por ejemplo, en las inmensas plantaciones de palma aceitera, ya no hay ni pájaros en el cielo, ni peces en los ríos. Se destruyen también los suelos, por la utilización de pesticidas, y el agua, por la contaminación que causa no solamente la extinción de especies de peces, sino provoca un enorme problema para el consumo humano. Ciertos cultivos utilizan también un volumen de agua muy importante, que está desviada de otras producciones naturales, o que se agota (Victor Guitara, 2007).
Los deshechos son importantes y se nota una pérdida de carbono del suelo, provocado por el monocultivo de ciertas plantaciones. Finalmente, la utilización de transgénicos empieza a ser masiva. El presidente Lula habló de "la soya buena y de la soya mala", la mala, la transgénica será reservada a la producción de energía y la buena, para el consumo humano. Pero esto no toma en cuenta el peligro de contaminación entre los dos tipos de soya que muy a menudo coexisten en el mismo territorio.
4) La destrucción humana
Lo más fundamental en este proyecto de producción de agro combustibles es que el modelo actual, el monocultivo, significa la destrucción de la agricultura campesina, lo que corresponde al proyecto mundial del Banco Mundial, de hacer pasar la agricultura de la producción campesina a un modelo productivista de tipo capitalista, lo que significa la desagregación de comunidades indígenas (en Indonesia, en Papúa Nueva Guinea, en América Latina) y de afro descendientes y también la destrucción de los pequeños campesinos, a veces de manera brutal. En el caso de Colombia , eso se realiza con la ayuda del ejército y de los paramilitares que no dudan en masacrar la gente. Enfermedades se desarrollan entre la gente expuesta a los productos químicos. Se nota un número anormal de casos de cáncer, de anemias, de leucemias dentro de los que viven en estas regiones (Elizabeth Bravo, 2007, 65).
El resultado es un éxodo urbano enorme, que amplia las zonas de barrios marginales en las grandes y medianas ciudades y una migración internacional, por falta de empleo rural. Cuando la agricultura familiar genera 35 empleos por 100 hectáreas, las cifras son 10 para la palma aceitera y la caña de azúcar y solamente medio empleo, por hectárea para la soya (Eric Holtz Gimenez, 2007).
La violencia utilizada para obligar los campesinos y las comunidades a quitar sus territorios ha provocado la emergencia de movimientos de resistencia armada en Indonesia y es al origen de una gran parte del fenómeno de los desplazados en Colombia , estimados a más de tres millones de personas (Ricardo Carrere, 2006, 13). Este modelo de producción significa también una pérdida de la soberanía alimentaria de las comunidades locales. El monocultivo no permite la producción de alimentos diversificados. Cuando se utilizan para el agrocumbustible, granos básicos que sirven a la alimentación, se nota también un aumento de los precios. Así, en México, el precio del maíz aumentó considerablemente, ya que el país es importador de maíz de los Estados Unidos, donde este producto está utilizado dentro del plan del presidente Bush para producir etanol. Se prevee entre 2007 y 2010 un aumento de los precios de los cultivos agrícolas sirviendo al agrocombustible del 20 al 30% y entre 2007 y 2020 del 26 al 135% (Eric Holtz Gimenez, 2007, 27).
5) La concentración de los poderes económicos
Los monocultivos refuerzan el poder de los grandes propietarios y también de las multinacionales. Se observa, en un país como el Brasil, una coalición entre cuatro tipos de multinacionales. Las petroleras que quieren guardar el control de la producción energética, como el caso de Epson, Shell, Total, Repsol; las multinacionales del agrobusiness, con una gran extensión de sus actividades productivas. Se trata en particular de las empresas siguientes: ADM (Archer Daniels Midland), Monsanto, Bunge, Cargill. Las transnacionales de biotecnología como Monsanto y Aventis-Novartis y finalmente las multinacionales del automóvil, que quieren continuar su progresión adaptándola progresivamente a los nuevos combustibles.
6) Reproducción de las relaciones Norte-Sur
Como las sociedades energívoras del Norte, no pueden autoabastecerse, tienen que encargar al Sur la producción adicional. Sin embargo, el proceso queda principalmente controlado por los poderes económicos del Norte: procesamiento, fijación de los precios y comercializació n. Son las multinacionales del Norte que dominan el sector y que hacen las ganancias las más altas. Todo eso, para conservar el nivel de consumo del Norte y del más o menos el 20% de la población del Sur, que ha conocido un crecimiento económico espectacular dentro del modelo neoliberal. Así, se refuerza una burguesía comprador en el Sur, con su modelo propio de consumo y se sacrifican en el Sur tierras necesarias para la producción de alimentos y bosques que son los pulmones de la humanidad.
4. Las políticas actuales
En Europa, la situación es la siguiente: en 2004, cada persona producía 11 toneladas de gases invernaderos por año. El fenómeno está en aumento en España y en Italia y en diminución relativa en Alemania, Dinamarca y Finlandia. Los agrocombustibles son producidos a partir del colza, de la soya, del girasol y de la palma . El proyecto para 2010 es de llegar al 5.75% de agrocombustibles en los transportes públicos, lo que significará la utilización de entre el 4 y el 13%, según los países, del total de las tierras agrícolas. Los acuerdos de Kyoto piden que el 20% del total de consumo de combustibles sea de tipo sostenible para el año 2020, lo que significará una utilización todavía más intensiva de las tierras del Norte para la producción de energías y el recurso al Sur, porque ellas no bastarán.
La política europea consiste también a dar subsidios para favorecer este tipo de fuentes de energía. En 2006, la producción de un barril de biodiesel recibía un subsidio de 72 dólares; el etanol 100.07, cuando el barril de petróleo costaba más o menos 70 dólares. Por otra parte, los subsidios a la producción agrícola eran, en 2005, de 45 euros por hectárea, para 500.000 hectáreas de tierras este mismo año. Finalmente, hay una disminución del 50% de los impuestos para la importación de agrocarburantes. Para responder a las aplicaciones de los acuerdos, la necesidad de importar es grande, Europa necesitaría tantas hectáreas más de sus tierras agrícolas lo que no será posible. En Holanda, por ejemplo, eso significaría la utilización de 2.54 más tierras que el total del área agrícola existente.
En los Estados Unidos la situación es bastante similar. Ellos importan el 60% de su petróleo y se estima que eso pasará al 70% en 2010. En 2003, el presidente Bush recomendó la utilización de agrocombustibles, con la Ley de energías renovables: de 2.000 millones de galones en el año 2000, tendrían que pasar a 5.000 millones de galones en 2012.
Los Estados Unidos hacen etanol a partir del maíz: en 2006, 59 millones de toneladas fueron producidas. También se produce biodiesel, a partir de la soya. La multiplicació n de plantas para el proceso de los agrocombustibles está en carga de las grandes multinacionales: ADM, Cargill, Bunge, que actúan prácticamente en cartel. También el Estado da subsidios. La Farm Bill prevee 405 millones de dólares en subsidios, para que la producción sea rentable. Una parte importante de estos subsidios es absorbida por las multinacionales.
En América Latina, los principales productores de agrocombustibles son el Brasil y Argentina. En Brasil, se produce el etanol a partir de la caña, con una concentración importante de tierras. Se prevee en los años que vienen, la utilización de 21 millones de hectáreas. Las condiciones de trabajo son actualmente lamentables y la destrucción de los suelos y de las selvas son consecuencias inevitables. El biodiesel producido a partir de la soya, cubre 60 millones de hectáreas en Amazonia y unos pocos millones en otras zonas (Eric Holtz Gimenez, 2007, 27). Se declaró 200 millones de "tierras degradadas" significando la posibilidad de extensión del monocultivo. En Argentina , el biodiesel se produce a partir de la soya, y el etanol a partir de la caña de azúcar. Todas estas producciones son dirigidas, no solamente al consumo interno, sino a la exportación, aprovechando del boom de la economía mundial, especialmente encabezado por China y que exige siempre más producción de energía.
La propuesta para el continente latinoamericano para 2010, es la utilización de 10% de energía con base agrícola. En casi todo los países, hay incentivos tributarios y se multiplican los ingenios para producir los agrocombustibles en todo el continente, en particular en América Central para la exportación hacia los Estados Unidos.
5. La soluciones
La crisis de modelo de desarrollo es profunda. No solamente necesita una adaptación, sino un cambio radical del uso de la energía. No se trata solamente de comportamientos individuales, sino también colectivos y por eso existen varias medidas posibles.
A título de ejemplo podemos citar las siguientes: alargar la vida media de los productos, lo que significaría menos utilización de materia prima y de energía; producción por el uso en primer lugar y no por el cambio, lo que provocaría también una disminución del consumo de energía. Así, por ejemplo, las bananas exportadas de América Latina a Europa, necesitan transporte, hacen caer la producción de los frutos europeos y se realizan por monocultivos destructivos en el Sur: Favorecer el consumo de productos locales permitiría de ahorrar mucha energía; producir localmente cuando es posible y cambiar la política del Just on Time, que exige un enorme gasto de energía para el transporte; transportes colectivos y menos individuales; control público del sector energético, al fin de hacerlo escapar a exclusividad de la ley del valor (ganancia); utilización de formas renovables de energía: solar, marítima, eólico, hidrogenético, etc.; utilización de la agroenergía, dando la prioridad a los deshechos vegetales y a plantas de regiones secas, primero para el uso local, después con una agricultura campesina respectando la biodiversidad (y con reapropiación de sus tierras para los expulsados) y finalmente sin monopolio de la transformació n y de la distribución por las multinacionales.
Conclusiones
Podemos afirmar en primer lugar que los cinco mitos a propósito de los agrocombustibles, en la opinión pública y denunciados por Eric Holtz en Le Monde Diplomatique de junio 2007 son bien ilusorios: los agrocombustibles son limpios y protegen el medio ambiente; no provocan deforestación; permiten el desarrollo rural; no provocan el hambre; los de segunda generación son inminentes. Este autor demuestra que se trata de mitos, y lo comprueba con información sistemática y seria.
En segundo lugar, el enfoque de la producción de energía a partir de productos agrícolas necesita una transformació n profunda no solamente de tipo práctico, sino también del pensamiento y de la concepción filosófica. Necesitamos otra filosofía de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, esta última no siendo simple objeto de explotación para llegar a una relación de simbiosis. Lo mismo vale para la filosofía de la economía, que debe definirse no como la simple producción de valor agregado para la acumulación privada, sino como una actividad destinada a producir la base de la vida física, cultural y espiritual de todos los seres humanos en el mundo. Estos dos principios permiten establecer los límites de la utilización de los agrocombustibles a la vez para asegurar el equilibrio biológico del planeta y para una economía que corresponde a las necesidades del género humano.
Eso nos acerca de los principios de un "Socialismo del siglo 21", significando el predominio del valor de uso, la utilización renovable de los recursos naturales, la democracia generalizada y la interculturalidad. La batalla que se lleva a propósito de los agrocumbustibles forma parte de la defensa de la humanidad y de la afirmación de la vida.

Principales fuentes bibliográficas
BRAVO Elizabeth, Biocombustibles, cultivos energéticos y soberanía alimentaria en América Latina, Quito , Balli, Acción ecológica, Aivos, 2007.
CARRERE Ricardo (coord.), Palma aceitera - De la cosmética al biodiesel, la colonización continúa, Montevideo , WRM, UITA, 2006.
GUITARA Victor, www.ircamericas. org/esp/4463.
HOLTZ GIMENEZ Eric, Les cinq mythes de la transition vers les agrocarburants, Le Monde Diplomatique, junio 2007.

Nota:
(1) Ponencia presentada el 6 de Agosto 2007, en el Seminario internacional: Crisis planetaria, Derechos humanos y Agrocombustibles, diagnósticos, análisis y alternativas, sobre los Agrocombustibles organizado en Bogotá por la Comisión Intereclesial Justicia y Paz.
(2) Agosto 2007

* Sociólogo belga. Director del Centro Tricontinental (Cetri) y del Foro Mundial de Alternativas. ..

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