miércoles, 21 de enero de 2009

CONTENIDO


Homenaje a un gran Liberal

• Burocracia, artículo de Lord Acton, traducido por Armando Martínez Garnica, especial para el Boletín Virtual.
• ¿Y de la Yidis Liberal qué?, Marco Aurelio Mejía.
• Mientras el Contralor politiquea…, Ramón Elejalde Arbeláez.
• Nada que temer, salvo la falta de asistencia médica. Amy Goodman.
• La guerra de las drogas, Juan Manuel López Caballero.
• La Liga Costeña: 90 años después. Amylkar Acosta Medina.
• ¿Un nuevo Bretton Woods?, Juan Torres López.
• La invasión israelí de Gaza y los yacimientos de gas, Michel Chossudovsky.
• Obama, el realismo y las expectativas, editorial de la revista Cinco Días de España.
• El viaje del elefante, José Saramago.
• En el lugar equivocado, Mauricio Cabrera Galvis.
• Una mirada a la mujer marroquí, Diva Criado Pacheco.
• Declaraciones de más violencia, Jorge Mejía Martínez.



HOMENAJE A UN GRAN LIBERAL


El domingo pasado falleció uno de los grandes del liberalismo. No puede la mezquindad de algunos cronistas que, ante la tumba recién abierta, repiten los epítetos de "cacique", ocultar al país la enorme figura de quien por mas de 40 años ,con sus conocimientos, su trabajo incesante y la apasionada entrega a sus causas, llenó buena parte de la historia legislativa reciente de este país. Y no para servir intereses subalternos, sino para llevar la vocería orgullosa de la Colombia olvidada, campesina e iletrada.
Víctor Renán, como lo conocía todo el mundo, hizo de su sencillez la base de su arrogante paso por los mas exigentes escenarios del país. Sobrado de méritos, abrumado por los reconocimientos de amigos y adversarios y por la gratitud y el orgullo de quienes depositaron por tan largo tiempo la confianza en su vocería, el Senador Barco señaló en el Congreso de la República unas cotas de responsabilidad, cumplimiento, laboriosidad y conocimientos que serán muy difíciles de igualar. Aguerrido combatiente del liberalismo, en las grandes victorias a las que contribuyó decisivamente, y en las amargas derrotas, fue un hombre de partido, conductor inteligente y compañero inolvidable.
Su vida es un ejemplo para las nuevas generaciones de colombianos. Desde su humilde hogar en Aguadas en donde nació hace casi 81 años, a base de estudio y consagración ascendió todos los escalones hasta llegar a los más elevados, a puro mérito, sin que nadie le regalara nada y sin desconocerle nada aún a sus más enconados adversarios.
Por eso ante su tumba, cabría una reflexión para quienes manejan los medios informativos en este país. No debería ser mezquino el reconocimiento a quien sirvió bien e incasablemente a este país. Todos los Presidentes de Colombia, desde Misael Pastrana hasta hoy, tuvieron palabras de gratitud para con el trabajo del Senador caldense, quien siempre supo conciliar los superiores intereses del país, con la digna representación del partido liberal y con la irrenunciable y orgullosa vocería de las regiones y las gentes olvidadas. En su recuerdo deberían hacerse crónicas y noticias de mucho mejor contenido que las ofrecidas por los grandes diarios nacionales que detrás de la palabra "cacique", o el reciclaje de versiones que jamás fueron comprobadas, prefieren desteñir el recuerdo de un grande del Parlamento de Colombia, a reconocer sus virtudes. A veces parece que la deseable unidad de los colombianos la hace mas difícil su prensa escrita



Burocracia

Lord ACTON y Richard SIMPSON. Traducción de Armando Martínez Garnica, especial para el Boletín Virtual.
John Emerich Edward Dalberg-Acton nació en Nápoles en 1834, y por recomendación del primer ministro inglés, William E. Gladstone, fue elevado en 1869 a la categoría de Barón Acton de Aldenham, la propiedad familiar en Shropshire. Después de estudiar en la Universidad de Munich (1850-1857) regresó a Inglaterra y jugó un importante papel como vocero del catolicismo liberal en la era victoriana. Entre 1895 y 1902 fue profesor Regius de historia moderna en la Universidad de Cambridge. Mientras escribía una Historia de la Libertad publicaba sus observaciones en varias revistas (Rambler, Home and Foreign Review, Chronicle y North British Review), desarrollando su preocupación central: la libertad individual y los medios por los cuales debía ser asegurada. En esencia, Lord Acton fue un liberal en el clásico sentido de la palabra. Aunque este artículo fue firmado en la revista Rambler (febrero de 1859) por uno de sus principales colaboradores, Richard Simpson, se trata de un producto colectivo de la época de su más productiva colaboración, al punto que J. Rufus Fears lo incluyó en el primer volumen de los Escritos selectos de Lord Acton (Indianapolis, Liberty Fund, 1985, p. 518-530). En estos tiempos de burocratización rampante conviene leer esta denuncia liberal de uno de los atributos del estado moderno, pues podría inspirar una mejor comprensión de las instituciones burocráticas que siempre están amenazando las libertades del ciudadano. La versión castellana de este artículo fue realizada por Amelia Acebedo Silva para esta entrega de la Revista de Santander.

Puede parecer paradójico a algunos de nuestros lectores que mientras profesamos una gran hostilidad a la burocracia, o a la interferencia de un gobierno centralizado en asuntos familiares y de la vida privada de los individuos, al mismo tiempo debamos salir en defensa de una encuesta gubernamental realizada sobre nuestra educación por una Comisión especial, la cual probablemente resultará en una mayor interferencia del gobierno.
Esto es más valedero en el caso de este tema, si consideramos que podríamos arreglárnosla del todo en la educación sin la intervención del Gobierno, algo que deberíamos preferir absolutamente; pero resulta que todas nuestras mentes más sensatas ya han llegado a la conclusión de que esto es imposible, tanto por nuestra pobreza y debilidad personales, como por el poder y la voluntad del Gobierno. El problema, por lo tanto, es hacer lo mejor que esté a nuestro alcance, y nuestra recomendación de cooperar con la Comisión se basa totalmente en esta consideración.
Para empezar, consideramos que cualquier sistema general de educación tiene una tendencia peligrosa, dado que tiende hacia la burocracia que tanto tememos y fomenta los principios burocráticos tanto entre los maestros como entre los estudiantes. La burocracia reside en las facultades, no en las clases. No es posible que exista una burocracia de los agricultores, de los hacendados o de los comerciantes, porque la simple similitud de estos oficios no es suficiente para que llegue a existir. Tampoco son suficientes la organización, la mutua dependencia y un suficiente entendimiento mutuo. Un gobierno militar no es una burocracia. Los hombres de una burocracia deben poseer suficiente cultura literaria y científica que los ponga en capacidad para erigirse en críticos y guías de vida de los otros, y en consecuencia en capacidad para conducir la vida de una nación. La burocracia no es algo ficticio, algo que se impone desde fuera, sino un desarrollo natural producido por la creación y organización de una masa de empleados públicos educados. Es la expresión de su vida social.
En todos los gobiernos puede existir una tiranía odiosa, monopolios, exacciones y abominables abusos de prácticamente toda índole, pero la idea de una burocracia no se realiza hasta tanto no se agregue el pedante elemento de la pretensión de conducir nuestras vidas, de querer saber qué es lo mejor para nosotros, de medir nuestro trabajo, de supervisar nuestros estudios, de prescribir nuestras opiniones, de hacerse responsable por nosotros, de decirnos cuando hay que ir a la cama, abrigarnos, ponernos nuestro gorro de noche y administrar nuestra comida. Este elemento no parece posible sin una argumentación persuasiva proveniente del poder gobernante, según la cual éste se encuentra en posesión del secreto de la vida y tiene un verdadero conocimiento de la ciencia política total, al punto que debe dirigir la conducta de todos los hombres, o al menos de todos los ciudadanos. Es por esta razón que cualquier gobierno que reconocidamente pone ante sus ojos el sumo bien de la humanidad, que procede a definirlo y dirige todos sus esfuerzos hacia este fin, tiende a convertirse en una burocracia.
El mundo ha conocido muchas realizaciones y muchos intentos de realización de toda suerte de burocracias: la de los abogados, de los clérigos, de los médicos, de los economistas políticos, de los maestros de escuela, de los filósofos o de los administradores paternales, todas las cuales han tenido su nostrum especial, su panacea para la humanidad sufriente, y todas se han sentido llamadas a obligar a la humanidad, quiéralo o no, a tragársela.
La burocracia de los abogados es el modelo universal de todas. La ley, de acuerdo con la definición griega, romana y clásica restaurada, se extiende a toda acción del hombre: los derechos legales de los legisladores incumben a toda acción humana posible; cualquier cosa que haga el sujeto puede ser cuestionada; pueden abusar, pero nunca exceder, su poder. La autoridad del gobierno es ilimitada hasta tanto no se le ponga límite. “Cualquier cosa que la ley no manda, está prohibido”, dijo Aristóteles, y “las leyes se pronuncian sobre todos los temas posibles”. Aún más, “la ley debe gobernar todas las cosas”. Este principio fue llevado tan lejos que en una sociedad donde la ley no se desarrolló de esta manera no se la consideraba merecedora del nombre de estado. Por ejemplo, Inglaterra habría sido considerada bárbara, indigna de un estadista y poco científica, al considerar todas las acciones legítimas, y la libertad del sujeto ilimitada, antes de que se generase una ley que las prohibiese. En Grecia y Roma la ley fue lo primero, y el hombre tenía que demostrar su derecho. En cambio, en Inglaterra el hombre fue lo primero, y la prueba de la ilegalidad de sus acciones le correspondía a la ley; allí no hay derecho administrativo, ningún poder en absoluto que pertenezca al gobierno como tal, excepto aquel que le concede la ley; no existe personificación del estado, no hay sacrificio del constituyente concreto al todo ideal. Inglaterra no tiene XII Tablas para declarar que “la salud del pueblo es la suprema ley”, pero se ciñe al principio medieval y cristiano jus cujusque suprema lex; la ley suprema se fundamenta en los derechos de los individuos, no en la supuesta conveniencia del Estado.
Pero la ley civil toma al hombre en su totalidad bajo su tutela y presume de ser la Providencia Mundana. Por ello es que los abogados, imbuidos de su espíritu, son la verdadera encarnación de la burocracia. Nunca se ha demostrado esto con mayor claridad que en la Convención de los leguleyos franceses, donde Robespierre declaró: “Tendremos un orden de las cosas donde todas las pasiones bajas y crueles serán encadenadas, y todas las pasiones benéficas y generosas serán estimuladas por las leyes”. Allí también Saint Just pretendió cambiar con una violenta dosis de legislación las costumbres y los modales de una nación, y hasta reformar el corazón humano.
Felizmente libre de esta exasperante plaga de abogados, Inglaterra, en cambio, ha sufrido mucho por la burocracia de los clérigos, tal como acaeció con el espionaje religioso establecido por las leyes penales, con la pretensión puritana de identificar iglesia y estado, de deducir las relaciones iglesia-estado únicamente de las Sagradas Escrituras, y de abolir las leyes canónica, civil, de procedimiento y común, así como los tribunales de justicia, en favor de su más antigua disciplina y tribunales de escritura y conciencia, una pretensión que fue ejecutada con espionaje inquisitorial y con el más severo esmero por los más poderosos clérigos, llevada incluso al terreno del más ínfimo detalle del ornamento femenino y de la diversión masculina. Así ocurrió en el Califato de Carlos I, con sus visires Laud y Juxon, y Spotswood, con sus cortes de la Alta Comisión y de la Cámara de la Estrella, y con sus cientos de actos gubernamentales motivados únicamente por el deseo de fijar a cada hombre pasivamente en su lugar, y de mantener en cada uno la sensación de que estaba bajo el cuidado paternal de personas que podrían juzgar mejor que él mismo lo que debería comer, beber y dejar de hacer.
Esto es más bien la burocracia fisiológica, tal como la soñó Bacon en su Nueva Atlántida. Baste decir que la mayor característica de la verdadera burocracia es la íntima convicción de sus conductores de que sus provisiones cubren adecuadamente el área total de la vida y del pensamiento humano, o al menos la parte más importante de ésta; por tanto, todas las otras provisiones son superfluas y, en el caso de ser contrarias a sus ideas son nocivas, y como tales deben ser abolidas tan pronto como sea posible para dejar libre el campo a la acción regeneradora de su benéfica influencia. De aquí resulta el intolerante, monopolizador e intruso carácter de toda verdadera burocracia, y su distinción respecto de la vulgaridad natural de la tiranía militar, o del mando del policía, pues éstas en principio sólo miran el exterior de las cosas, los actos expresos; en cambio la burocracia, cuando ha sido totalmente desarrollada, investiga los corazones y los pensamientos por medio de su policía secreta. Pero tomemos al soldado o al policía y eduquémoslo para que vigile nuestras costumbres, para que denuncie nuestras opiniones y para que interfiera en nuestras disposiciones familiares, y pronto le habremos enseñando a ser un burócrata. No hay burocracia en los burdos y fáciles expedientes de una patrulla de reclutamiento, o en el sargento reclutador que engatusa al mozo de labranza borracho para que se aliste en el ejército. Pero cuando se lleva un registro escrito de toda la población, de sus empleos y de sus conocimientos, y una reseña de sus capacidades corporales, y se le somete periódicamente a la maquinaria del reclutamiento militar, entonces comenzamos a percibir la presencia de una agencia burocrática que se confunde con la familia y dirige la vida nacional.
Pero esta agencia no se torna muy intolerable hasta que adquiere mayor desarrollo y comienza a inmiscuirse con la movilidad, la comunicación, la asociación, la opinión y la fe. Entonces se convierte en una especie de tutelaje minucioso aplicable a los niños pequeños, pero aplicado a los hombres y las mujeres adultas. Todo su tipo es pedagógico; su símbolo es el maestro, por supuesto que no el maestro de los viejos tiempos, cuando la palmeta se convirtió en el refugio de mayordomos fracasados, de arruinados harapientos, de inútiles que habían fracasado en cualquier otra ocupación, y de haraganes perezosos que no tenían crédito para disponer de capital para ninguna empresa superior. En una masa de tales materiales no había ni organización, ni ambición, ni inconformidad, y por lo tanto ningún embrión de burocracia.
Pero este tipo de maestro de escuela está desapareciendo rápidamente bajo la influencia del Gobierno, pues considerada tanto interna como externamente la vía del “preceptor” es ahora algo diferente de lo que fue antes. Considerada en sí misma la vocación de un maestro, pueden distinguirse en ella tres elementos: importancia de la responsabilidad –de formar un intelecto en ciernes y dirigir la adquisición de nuevos hábitos–; fastidio de la operación, por sus aburridoras repeticiones, contradicciones de estudiantes insolentes, enfados y decepciones; y por último la insignificancia del material con el que hay que trabajar, la mente infantil, no en sus manifestaciones amables sino en la rutina tan desagradable para sí misma como para el maestro: alfabetos, rudimentos, ideas simples y palabras, aritmética elemental y otras cosas tan carentes de interés para la mente más simple como para la más extraordinaria. Entonces, en relación con su posición externa, la trivialidad de los conocimientos necesarios es lo que mantiene el mercado docente abundantemente, aunque no bien provisto, y disminuye el valor de mercado aun de la mejor clase de maestros. Todas estas cosas tendían a mantener bajo el promedio de conocimientos de los profesores de primaria, o a confinar la profesión a la clase de hombres que si no eran aptos para ésta, tampoco lo eran para ninguno otro. Hay una contradicción en los elementos de carácter requeridos: la religiosa importancia de la responsabilidad requiere un alma desarrollada o religiosa que la aprecie; pero una mente desarrollada es demasiado apta y tiene que mantenerse totalmente asqueada tanto con la molesta y tediosa rutina del trabajo como con los pequeños detalles de alfabetos, lecciones de ortografía y sumas. Y una mente que podría fácilmente permitirse ser absorbida por estos asuntos muy difícilmente podría tener una opinión inteligente sobre la grandeza de su vocación. En consecuencia, el buen profesor de escuela era usualmente un personaje oscuro de principios elevados que trabajaba duro porque era su deber, y era capaz de aferrarse a su trabajo porque no tenía inteligencia para sentir el tedio del eterno círculo de la rutina que estaba condenado a recorrer. Entre tanto, el mal profesor de escuela era, con frecuencia, el individuo sórdido que acabamos de describir, que ingresaba a la profesión sin ninguna conciencia, sin pensar en el magnífico ideal de la profesión, impulsado sólo por la necesidad de conseguir comida y techo, e invitado por el fácil y elemental carácter de las bajas exigencias para el ingreso al oficio.
Pero los días de esta rutina sistemática fueron contados cuando el Gobierno comenzó a proveer escuelas y a pagar a los maestros conforme a los resultados de un examen de competencias. Este examen sólo prueba la agudeza o capacidad de los maestros, pero no su paciencia o su voluntad para economizar aquellas capacidades. Para un maestro de primaria modelo la paciencia, más que la agudeza, constituye el requisito fundamental. En efecto, los maestros de primaria pierden a sus estudiantes tan pronto como éstos superan los rudimentos y tienen que empezar otra vez con un nuevo grupo. Sus posibilidades de tener una oportunidad legítima de demostrar sus brillantes conocimientos son muy pocas; en corto tiempo está agotado, aburrido a morir, y con la paciencia perdida. Entonces comienza a probar nuevas teorías y a ensayar nuevos esquemas, a menos que compense su agotador esfuerzo mental mediante una apasionada complacencia; al menos rechaza la idea de entregar su vida a esta desagradable disciplina. Ansía la emancipación, o superarse a sí mismo, si no en su profesión, por lo menos a través de ella. Entra en relación con otros de la misma clase, con quienes agita teorías y esquemas. Cada día se aliena más y más por la árida y simple tarea de instruir en los mismos rudimentos a sucesivos grupos de niños. Comienza a desagradarle esta vocación casi religiosa que constituye la vida ascética de tantas devotas personas religiosas, y se apega más y más al Gobierno que despertó su ambición intelectual mediante sus exámenes de competencias y el cual sostiene la bolsa de la cual depende. Entonces comienza a verse a sí mismo como un miembro de la clase de funcionarios, como un empleado público, y pasa a menospreciar toda autoridad, excepto aquella que premia su ambición. Aquí, entonces, hay una organización amplia, influyente, pedante, una herramienta disponible de interferencia gubernamental, si llegara a surgir algún Ledru Rollin que quisiera utilizarla.
Y los muchachos formados en el principio de competencias constituyen otro elemento de peligro en la misma dirección. El maestro naturalmente desea presentar al inspector una escuela digna de ser acreditada. Ha hecho todo lo posible para despabilar a sus estudiantes e imbuirlos con una especie de entusiasmo por “las letras”, y los jóvenes han alcanzado las nociones de una educación que los hace inconformes con el trabajo no intelectual y les genera la expectativa de algún empleo de oficina. El hijo del albañil que ha aprendido el latín y el uso de las esferas desdeña entonces el arte artesanal de su padre y decide no ser un artesano: busca un lugar como oficinista, mensajero, funcionario de ferrocarril, policía, cartero, algo “literario”, o algo en el gobierno, donde su competencia escrita y conocimientos librescos pudieran valer algo. Entonces la influencia del sistema de competencias mismo cambia el respeto y los sentimientos afables que hacían del maestro una especie de padre para sus alumnos, por la ambición, y lleva a los estudiantes a valorar sus conocimientos no por alguna excelencia sustancial de sí mismos, sino por el poder que confieren para triunfar sobre otros y superar su nivel social original. Además, las materias en las cuales la competencia tiene lugar son materias sin valor intrínseco de mercado, improductivas respecto de la generación de alimentos o de vestidos, pues simplemente son preparaciones para ayudar a la mente en la futura empresa de la vida. Pero estas preparaciones elementales hasta ahora han sido tratadas en las escuelas como el asunto sustancial de la vida, y en efecto hay una vida en la cual ellos son el asunto sustancial, es decir, la vida del buró. La educación competitiva, por tanto, está formando gradualmente una gran clase de hombres jóvenes cuyo interés es el de remodelar la sociedad sobre una base burocrática y multiplicar oficinas de forma tal que pudieran ganarse la vida con lo que habían aprendido en la escuela.
Ahora, en un país como el nuestro, donde un poder en la Constitución es el elemento democrático, el desarrollo de la inteligencia del pueblo tiene que traer continuamente más y más de ellos al número de aquellos quienes son investidos con el ejercicio del poder político. Y la sola multiplicación de los miembros de un Estado es un paso hacia la burocracia; y ésta casi requiere tanto la multiplicación de los empleados como el aumento de su poder para fisgonear las acciones de cada ciudadano. Por ejemplo, cuando la Revolución Francesa concedió el derecho al sufragio universal fue por supuesto necesario tener cuidado de que el mismo hombre no fuera fraudulentamente a votar varias veces en la misma o en diferentes urnas. De aquí que a cada elector –todo varón adulto– se le tuvo que proporcionar una especie de pasaporte y tarjeta de identificación, documentos con los cuales la policía tenía que certificar todos los cambios de domicilio y por último todo desplazamiento. Las señas del hombre eran entonces descritas en el documento que portaba y quedaba expuesto a que en cualquier momento o lugar se le pidiera presentarlo. Vemos entonces que el abominable sistema de pasaporte fue un resultado lógico del sufragio universal y del voto; y queda probado que la burocracia es una secuela natural tanto de la multiplicación e intensificación del elemento democrático de la sociedad como de la autocracia. Y cuando este grupo numeroso de empleados se compone de hombres jóvenes educados en escuelas competitivas, ellos deben corresponder al tipo que se espera que tales escuelas produzcan. Un conocimiento atiborrado y una noción de todas las ciencias no es una reserva de la que se pueda depender: su resultado real es una engreída ignorancia, una agudización de las facultades lógicas comunes de la mente que la adaptan para el más común de los procesos lógicos, el desarrollo de los principios hasta sus últimas consecuencias, pero que la deja bastante desprovista para la ocupación real de la razón: sopesar probabilidades, permitir la interferencia de principios contrarios y apreciar todos los hechos que dan base a la inducción. La juvenil, ardiente y desprovista mente insiste en principios a priori. Los derechos del hombre, de un lado, el derecho divino de los reyes, del otro, dividen entre sí a los intelectos sin formación.
Las cabezas maduras en edad o en juicio registran con prontitud la absoluta inutilidad del intento de aplicar métodos matemáticos y metafísicos a los asuntos prácticos de la moralidad y de la política. Pero desafortunadamente el método a priori tiene grandes atractivos: su resuelta infalibilidad, su segura universalidad, su total desprecio por todos los contradictores y la facilidad de su adaptación; todos éstos cautivan al joven estudiante pues están al mismo nivel de sus capacidades, dado que la lógica requiere poca ayuda externa. Ésta es interna, sus principios son innatos y es tan perfecta en la juventud como en la edad madura. Rápidamente aprendida, fácilmente utilizada: dado un prolífico principio general, y, como la piel de la vaca tiriana, la lógica pronto la corta en tiras suficientes para rodear una ciudad. Pero el aprendizaje, ese vacilante deseo cauto de estar en lo correcto y ese temor a estar equivocado que prueba la validez de cada paso por medio de ejemplos y experimentos, es un camino largo, difícil y desagradable; es por ello que se le recomienda al joven estudiante seguirlo por algo distinto a su atractivo, pues lleva en su rostro la huella del tedioso trabajo prosaico.
Sin embargo, es la característica de todos los grandes hombres de estado. Selden declaró que él y sus asistentes no dejaron documento sin revisar cuando preparaban el texto de la Declaración de los Derechos. Burke, pese a sus vastas capacidades filosóficas y a la facilidad y brillantez con que discutía sobre los principios generales, es el gran profeta de la política prosaica. Todos los grandes estadistas y juristas se caracterizan por tal amor a los hechos, por tal examen cuidadoso de las autoridades, por tal argumentación especial, al punto que parecen ser cínicamente indiferentes al desarrollo lógico de los principios, a la oratoria, a la filosofía, a las más grandes y admirables explosiones de la naturaleza y del sentimiento. En la esfera de la ley y de la política el hombre de juicio frío y razón informada acaba con tales rasgos, desprecia al retórico y solamente respeta los hechos.
Esta consideración nos permitirá apreciar en su justo valor la alabanza reclamada por los franceses y que se les concede por todas las mentes justas. “Nosotros somos lógicos”, dicen ellos; “nosotros realizamos los principios hasta su completo desarrollo y sacrificamos los hechos a la razón; nosotros somos predominantemente racionales”. Por el contrario, “los ingleses son más prácticos pero menos sensatos”, no piensan o realizan sus principios; están en una duda perpetua respecto de los sistemas racionales, y nunca llegan a una conclusión pura y simple; la fortuna los favorece, pero sus mentes son de un orden inferior.” Podemos observar la característica francesa en la mente irlandesa. Sin olvidar que el irlandés Burke está a la pura cabeza de los representantes del espíritu inglés, no podemos ocultarnos a nosotros mismos que un espíritu muy similar rige en Irlanda y en Francia, y con las mismas consecuencias políticas. Estas dos naciones son conducidas a una personificación del gobierno, a considerarlo como un gobernante personal, animado por su propia razón y voluntad, que actúa según sus sentimientos e impulsos; y a esperar que él guíe, dirija y gobierne todo. En vez de considerarlo como un comité temporal –una especie de junta administrativa nacional elegida para dirigir los asuntos nacionales por un tiempo de acuerdo con el sentimiento nacional, hasta que un cambio en el humor público lo sustituya por otro equipo que represente otra política– consideran al gobierno como una providencia, omnipotente, y por tanto como el responsable de todos los males. Como el gobierno es para ellos el gran señor de las provisiones, no codician nada tanto como un lugar en él. La ambición nacional es la de ser un empleado público, sin considerar como es que va a funcionar el Estado si todos llegasen a estar empleados en él, si todos recurren a él y si todos esperan que los sostenga.
Ellos resuelven de manera lógica la primera y la más simple idea de gobierno, no vuelven sobre la noción para analizarla y modificar sus sentimientos respecto de ésta; esto es ser lógico, esto es ser medianamente educado en un gran sistema nacional de aprendizaje superficial y ostentoso. Haber agudizado intelectos sin juicios experimentados: esto es ser cualificado casi naturalmente para periodistas, como brillantes y parcializados ensayistas, corresponsales especiales, reporteros, escritorzuelos, así como todos los empleos secundarios de las letras. Pero no por ello apto para una gran visión imperial de las cosas, para el mando, para la asociación, para la justicia, para las más elevadas divagaciones filosóficas, hasta que el defecto haya sido erradicado gracias a un trabajo real y mucho y paciente pensamiento. La jactanciosa superioridad de nuestros vecinos intelectuales es realmente una inferioridad, porque la educación práctica del iletrado inglés es en sus resultados mucho más cercana al aprendizaje más desarrollado que la cultura literaria a medias de Francia, la que sólo hace a un hombre lógico y consistente en tomar la parte por el todo, en usar trilladas verdades a medias, y en no ver el límite de su propia capacidad. No es que tal manera de ver las cosas sea peculiar al francés. Demos al analfabeto inglés la educación del francés y pronto tendrá las ideas francesas.
Es sólo entre tal gente que la burocracia, en su forma más pura e intensa, es posible; cuando el mecanismo de gobierno es considerado como el último fin de todas las cosas, el principal bien del hombre, cuando el hombre es solamente un disponible animal gobernable, destinado a ser manejado por el profundo arcano de reportes, órdenes, admoniciones y regulaciones policiales. El hombre medianamente educado nunca es consciente de su ignorancia, piensa que todo lo sabe; en otras palabras, cree que lo poco que sabe equivale a todo. Sea este poco una familiaridad con los procedimientos administrativos, y estos procedimientos seguramente se presentan ante su imaginación como las cosas más importantes y más grandes del mundo. Ellos serán su religión y más que su religión: cuando su función le provee alimento y vestido entonces se alcanzan todas las pasiones dignas de interés, y los administradores se reunirán en busca de protección y defensa mutuas, y para exaltar su función dentro de la gran profética y social institución del mundo.
Y gente con esta admiración de sus funciones son siempre los mejores funcionarios; se ocupan de sus deberes con un apasionado y religioso fervor que garantizan la más entusiasta actividad. En consecuencia, el espíritu burocrático conquista el favor de los secretarios de estado, el celo de sus subordinados facilita y simplifica su trabajo. Es maravillosa la facilidad de movimiento que imprime a las ruedas de la política. Los administradores conocen tan bien su propio departamento que el pesado mecanismo de nuestros estúpidos viejos aficionados integrantes de juntas, supervisores, sheriffs, jueces y legisladores no tienen la menor posibilidad de resistirlos. Pensemos en el poder con que un mediocre comisario judicial se abalanza sobre una testaruda junta de guardianes que ordena dar ayuda al pobre en su propio domicilio en vez de destruir su hogar. Llega con el triple prestigio de un lugar superior, un conocimiento superior de la ley y una perfecta familiaridad con los detalles de la práctica administrativa. Se echa encima como un experto sobre un conjunto de aprendices, como un marinero de agua dulce, como un viajero en un grupo de patanes que no ha viajado. Toda persona tiene derecho a respeto en asuntos de su propio oficio. La división de departamentos ha permitido a nuestro comisario reunir en sus manos todas las riendas de todas las subdivisiones de su ramo; conoce sus estadísticas de memoria; logra con rapidez entenderse con el oficial de la junta o con cualquier otro oficial pago y permanente, y con muy poca habilidad se las arregla para que las cosas marchen como lo desea. Nada se le opone, excepto de vez en cuando el erudito conocimiento científico de algún filósofo retirado, quien además de asumir una perspectiva general de todos los departamentos políticos, y reducir las pretensiones del comisario a sus justas dimensiones, es capaz de enfrentarlo en su propio terreno y sostener sus argumentos aun en contra de la competencia especial del otro; entonces se origina el debate y la publicidad, pudiéndose enmendar los detestables procedimientos.
Pero, a medida que el Estado crece, y sobre todo entre las clases que requieren ser administradas, igualmente la administración tiene que incrementarse; el número de empleados debe crecer más y más, deben organizarse, y la clasificación de la gente cuyos asuntos tienen que administrar debe marchar al mismo ritmo de crecimiento de tal organización. En cada departamento se formará gradualmente una poderosa fraternidad para preguntar, registrar, reportar o denunciar, primero que todo, simplemente acerca de nuestras capacidades para contribuir a la carga de impuestos; luego acerca de nuestros nacimientos, fallecimientos y matrimonios; pronto los tendremos averiguando acerca de nuestra religión y podemos estar seguros de que se inmiscuirían en aquello sobre lo que indagan, si se atrevieran, pues así lo hacen siempre que se atreven. Preguntan acerca de la religión de un soldado, de un pobre o de un prisionero tan pronto ingresa al cuartel, al asilo o a la prisión. ¿Es ese hombre realmente libre en adelante para cambiar de religión según le plazca, conforme a nuestra constitución y a nuestras leyes, o es administrado por el empleado público que puede obligarlo a mantenerse como era al ingresar, antes que tomarse la molestia de cambiar el registro? Las clases más pobres ya son administradas burocráticamente. Se ha dado un paso adelante y un hombre de estado, sistemático y especulativo, puede en cualquier momento encontrar la ocasión para ir más lejos.
Es un gran error suponer que un sistema burocrático solamente es posible allí donde existe un gobierno monárquico; éste puede surgir gradualmente bajo cualquier sistema político y hacer despótica a cualquier forma de gobierno. Un hombre investido de autoridad es lo que es, cualquiera sea la forma como la haya adquirido: por título heredado, por las bayonetas de sus soldados, o por el sufragio universal. La vía de su ascenso es accidental, su posición es el elemento positivo, su esencia es que él es un dirigente. Cualquier salvaguardia necesaria para algunas autoridades es necesaria para todas. No es menor el riesgo ante el engrandecido demócrata que ante el monarca o ante el aristócrata: es la naturaleza humana de todos ellos por igual entrometerse, y unir tanto como fuese posible el control con el poder ejecutivo, así como para no tener a nadie que pueda interferir con su intromisión. ¿Qué puede ser más claro que el hecho de que controlar es el poder supremo? ¿Qué más lógico que el que un poder supremo debe imponer activamente su supremacía? Un pueblo lógico, es decir, semiculto, transferirá el poder nominal al lugar donde éste realmente existe, y acumulará su totalidad en el pueblo o en el monarca. Así, mediante la burocracia el pueblo o el monarca adquiere carácter igualmente despótico. Ésta otorga poder despótico a cualquier gobierno que sirve. Las repúblicas suizas y las constituciones germana y sarda son tan despóticas en su administración como el Imperio Francés, porque en todas ellas su administración es burocrática.
Cuando es poderosa, la burocracia es esencialmente revolucionaria porque es lógica, es decir, porque sigue un desarrollo libresco de principios generales, no el camino práctico de las experiencias y los hechos, y es por lo tanto, llevada a introducir cambios radicales inconsistentes con los hábitos de la gente para quienes legisla. En intereses y en condición, los funcionarios forman una clase aparte, cuya ocupación es clasificar al resto de la sociedad de la forma que les ocasione el menor problema, y al mismo tiempo multiplicar sus deberes hacia ellos de tal manera que tengan más derechos sobre ellos por el salario que reciben y una excusa para multiplicar sus efectivos. Se mantiene siempre cambiando a la gente según los lineamientos arbitrarios de una clasificación artificiosa, o aritmética, pero no según los principios humanos; no tiene en cuenta la historia y los hábitos de la gente ¿qué debería saber ella de hábitos o de historia? Su única meta es descubrir perpetuamente nuevos modos de interferencia, proveer más trabajo al buró, y someter a la gente siempre más completamente a su modo de hacer las cosas.
Es revolucionaria hacia la cabeza del gobierno porque su poder no reside en una persona en particular sino en el sistema, el buró, el cuerpo complejo; es suprema y marcha bien con o sin una cabeza. La cabeza depende de ella, pero no al contrario; cae una y otra se levanta en su lugar, pero cualquiera que surja tiene que utilizar la organización que ya está lista. No puede gobernar sin ésta, no dispone del tiempo para formar un nuevo sistema, y está obligada a adoptar aquel que tiene a mano. Por lo tanto, la cabeza que manifiesta algún síntoma de una tendencia reformista hostil tiene que temer la burocracia como su más terrible, su más revolucionario enemigo.
Ahora, cómo evitar las aproximaciones insidiosas a este vil sistema. Primero, tenemos que restringir tanto como sea posible la esfera de intromisión del gobierno y mantener nuestra independencia en tantas áreas de la vida como sea posible; nunca consentir que el gobierno tenga un poder sobre una clase que no deseamos que tenga sobre otra. Nunca aplaudir una ley injusta en contra de otros, por temor a que algún día se vuelva contra nosotros. Ser paciente bajo la necesaria falta de preparación y torpeza de un sistema independiente donde cada parte es equilibrada mediante controles; y oponernos firme y consistentemente a cada gran intento de centralización, tal como una igualación de las cifras diferenciadas de la pobreza y una administración central de los deberes de los consejos de guardianes, cualquiera que sean las ventajas o conveniencias que se nos prometan a cambio. La clase de los funcionarios debe mantenerse baja. Por esta razón, lamentamos la prueba de competencias como herramienta que alienta conocimientos que no encuentran una legítima posibilidad de empleo en el trabajo que habrá de realizarse, y que nos provee un inquieto e intruso cuerpo de pedantes jóvenes. Por el contrario, el antiguo sistema nos dejaba en paz con la certeza de que no teníamos nada que temer de la garantizada incapacidad y contenido no ambicioso de aquellos a quienes les fueron confiados los constantes deberes rutinarios del Estado. Los funcionarios deben estar siempre sujetos al público, y ser castigados por cada falta de cortesía o incumplimiento de funciones hacia aquellos cuyos asuntos tienen que administrar. Y en caso de disputas, la ley debe siempre suponer prima facie que el funcionario está equivocado, o por lo menos debe mantener la balanza perfectamente equilibrada. Ellos tienen, por supuesto, que ser responsables ante sus superiores oficiales, pero no en cuestiones entre ellos y el público, ya que el público no tiene la capacidad para proceder contra el funcionario, excepto cuando cuenta con el consentimiento de su superior; entonces es cuando se sientan las bases de una verdadera burocracia. Repetimos: todas las quejas, todas las acciones contra ellos, debe ser públicas. Mientras a los funcionarios no se les permita adquirir la francmasonería de una sociedad secreta, no pueden hacer mucho daño.
Finalmente, nunca estaremos protegidos de la burocracia hasta que hayamos exorcizado de nuestros hombres públicos aquel espíritu doctrinario que impera en revolucionarios como Jeremy Bentham, Buckle y Bright, aquel positivismo que trata al hombre estadísticamente y como masa, no como individuo; aritméticamente, no de acuerdo a sus intereses. En consecuencia, tenemos que abrigar siempre sospechas respecto de cualquier escuela que trate a los hombres como cifras para sumar, restar, dividir, multiplicar y reducir a fracciones comunes.

Y DE LA “YIDIS LIBERAL, qué?


Marco Aurelio Mejia A., mamejia701@yahoo.com
Para tratar el tema en cuestión, es conveniente hacer un poco de historia reciente. Vamos puntualmente al Dr. Vargas Lleras, quien en su informe a la prensa dijo concretamente lo siguiente:

Por eso, sostuvo que no acepta que el reemplazo de Nieto sea de Cambio Radical, como lo prometió el ministro Fabio Valencia Cossio, porque eso sería tolerar la persecución a unas personas para beneficiar a otras dentro del mismo partido. “Ese problema de la representación política ya no es problema mío. Yo estoy por encima de esa situación. El problema es de los funcionarios que proceden de esa forma. Tan censurable es que se compre o beneficie un parlamentario para obtener su voto —y es el debate de la yidispolítica—, como el que se le persiga o sancione quitándole su representación política en las regiones por no estar de acuerdo con la reelección”, (Vargas Lleras a Darío Fernando Patiño, de El Radar.).

Con lo anterior confirma el Dr. Vargas Lleras, que si existieron ofertas en la primera reelección, cosa que nunca ningún Uribista había confirmado, y si esta afirmación viene de un ex senador de la coalición Uribista es importante tenerla en cuenta. Partimos ya de una base cierta y es que si existió el cohecho en la primera reelección de Uribe, en el Congreso de la República, según las anteriores afirmaciones.

Pero ese cohecho que tanto mal ha causado y tantos dolores de cabeza han permitido, no hubiera sido necesario si hubiera existido coherencia en el partido Liberal. No es entendible como algunos liberales ruedan por la política Uribista buscando un escenario nacional y aun más, candidaturas presidenciales posteriormente.

Miremos la actitud de varios, personajes de la vida nacional, que votaron positivamente la reelección presidencial en la comisión primera del senado se la republica.

Gobernador actual de Cundinamarca, Cesar González Muñoz, militante del partido liberal hizo sus pinitos en el partido de la U, buscando como entrar en el juego político siendo “liberal”. Voto positivamente la reelección de Uribe, y posteriormente se inscribió como precandidato por el partido liberal a la presidencia de la republica, perjudicando a otros candidatos y fuë a parar a la Gobernación de Cundinamarca, después de haber causado un perjuicio al partido al votar a FAVOR DE LA REELECCION PRESIDENCIAL. El primero de la Yidis política., sin su voto el presidente Uribe no habría podido ir a la primera reelección. Hoy 17 de Enero, en el foro de Uribe los días sábados, se le veía y hablaba como el mejor de los “Arribistas”. Vaca ladrona no olvida portillo aforismo que aplica en nuestra querida patria.

Rafael Pardo R. es el segundo que camino de la mano con el anterior. Recorriendo los mismos caminos, pero con tal mala suerte que no “ gano” nada y se quedo de “ volante” en el partido, buscando hoy por hoy otra segunda oportunidad de candidatura presidencial. Sin su voto en el senado Uribe no habría obtenido reelección y el país se hubiera ganado un desgaste innecesario, ya que cualquier otro candidato que hubiera salido lucharía por la paz de Colombia y la seguridad del pueblo Colombiano. Segundo voto por Uribe, que si no se emite la yidis política hubiera sido innecesaria. Total dos votos liberales que dieron origen a la Yidis política, porque si hubieran votado liberal no hubiera pasado la reelección por mas conciencias que se compren.
Del Dr. Pardo se expreso en esta forma el ex ministro Carlos Holguín Sardi cuando era presidente del partido conservador y senador de la república en el diario El País de Cali:: …….., tras la maniobra del senador Pardo Rueda, que cada quien es libre de moverse en política, pero que siempre se debía tener coherencia y un discurso propio.

El polémico senador Héctor Helí Rojas No se explica uno como el Senador, tan toreado en las plazas publicas, tan polémico en sus debates, dio tiro al Uribismo y voto la reelección presidencial también en el senado, apuntillando al partido liberal para poder llegar al poder en el año 2006. Que falta de tino Senador, con su agilidad mental, si la reelección hubiera sido necesaria la podían haber aprobado descartando la reelección del presidente de turno y las cosas marcharían distintas en este país. No tendríamos un presidente, buscando perpetuarse como Chávez en el poder. Dr. Héctor Heli Ud. pecö y en materia grave por sus conocimientos constitucionales hasta el punto de este comentario de prensa :.
Decía el diario el Espectador en septiembre del 2008:”….. prepara una nueva “voltereta” política, recordando que en el reciente pasado él hizo parte del “Uribismo”, respaldó la candidatura de Álvaro Uribe contra la de Horacio Serpa en 2002, y sólo en 2004 volvió a las huestes liberales porque, según dijo en ese entonces, medio en serio y medio en broma, “en el uribismo nunca me consintieron”. (El Espectador sept. 22 del 2008)
Y la pregunta es: Votara positivamente el referendo para el 2010 si lo consienten en el Uribismo?


Hasta allí tenemos tres votos liberales, que causaron daño grave al partido y están figurando fuertemente en la política nacional. El daño causado fue en materia grave y no hay ninguna sanción sobre este punto. Que no estaban en el partido en ese momento, no es disculpa, ya que las ideas liberales no cambian, respetan la constitución al máximo y no es posible que después de cometer semejante error político, regresen a las toldas Liberales, aspirando a candidaturas presidenciales y políticas importantes dentro del partido. Estos puntos podría ser aplicados a otro senador que creo dio el voto en forma positiva como es el senador de la Dorada, que por encontrarse delicado de salud no hablare de él.

Los tres mosqueteros y D‘Artagnan, podríamos llamarlos, pero esta vez no buscaron la seguridad de la Reina (Colombia) sino que se la jugaron con el rey de turno (Uribe) y mataron la esperanzas del partido Liberal para llegar al poder, en el año 2006.
Serán culpables y llevaran su peso sobre sus espaldas por siempre: Ser inferiores a lo que representa ser LIBERAL.





Mientras el Contralor politiquea…


Ramón Elejalde, relejalde@gmail.com

Jorge Alberto Rojas Otálvaro, contralor de Antioquia, continúa su labor de entronización de la politiquería y del clientelismo en esa entidad, otrora exhibida como de las únicas que funcionaban bien en todo el País. A principios de este mes despidió a 35 funcionarios de carrera, muchos de ellos cabeza de familia, una mujer en embarazo y líderes sindicales, algunos con fuero, todos ellos personas competentes y honestas.
Martha Nelfy Botero, Luz Hurtado, Doris Arrubla, Noelia Lopera, Gilma Restrepo, Martha Múnera, María Isabel Tabares, Regina Villanueva, Anadelfa Rivera y Piedad Cecilia Gaviria son madres cabeza de familia, despedidas con claros fines clientelistas de Rojas Otálvaro (¿o el Bárbaro?). Martha Cecilia Múnera Ramírez está en embarazo. Pero fuera de esto el Contralor arremetió contra la Asociación de Empleados Públicos de la Contraloría General de Antioquia, Asepucoga, de la cual despidió a 21 agremiados. Esta asociación, para claridad de mis lectores, no es ninguna institución de izquierda. Está presidida por Sergio Eduardo Tamayo Gaviria, hermano del dirigente conservador Raúl Tamayo Gaviria, con 22 años de servicio a la contraloría en forma transparente y responsable, que también fue víctima de Rojas “El Bárbaro”. Con fuero sindical salieron, o les notificaron su salida a esperas del levantamiento del fuero (ir fusilando mientras llega la orden), fuera de Tamayo Gaviria, los empleados Jaime Pabón Quiceno, Anadelfa Rivera, María Isabel Tabares, Martha Botero, Camilo Arturo Castañeda, entre otros.
Es bueno recordar que ya el Contralor había despedido a más de 80 empleados de esa dependencia hace un año, asunto que le valió muchas críticas, episodio en el cual perdió muchas tutelas. Lamentablemente algunos jueces que le ordenaron reintegrar funcionarios, fueron pusilánimes al momento de resolver los incidentes de desacato. Existió un caso donde el Contralor cumplió la tutela reintegrando al funcionario y luego de dos meses lo despidió nuevamente. El Juez respectivo dijo, sin sonrojarse, que Jorge Rojas cumplió la orden judicial reintegrándolo. Los derechos fundamentales de las personas convertidos en meros enunciados constitucionales, normas semánticas que el intérprete aplica a su amaño.
“El contralor desde que tomó posesión del cargo se la ha pasado de tumbo en tumbo, tratando de ver cómo vincula a sus amigos, copartidarios y cuotas de los diputados de la coalición de Gobierno, amigos o parientes de magistrados, recomendados del Gobernador y despidiendo a los funcionarios con experiencia”, afirmaron en un comunicado público algunos empleados de la Contraloría. El Contralor siempre nos dijo que sus determinaciones eran para tecnificar esa Entidad. La verdad es que los 136 cargos que creó de libre nombramiento y remoción, hace un año, son simples cuotas politiqueras. Algunos de esos nombrados hace un año, fueron después retirados por solicitud del diputado que los recomendó. La mediocridad, la politiquería y el clientelismo apoderados de la Contraloría de Antioquia.
Pero mientras el Contralor hace politiquería, en la Gobernación, sus vigilados, hacen fiesta. Le recomiendo a Jorge Rojas poner atención sobre lo que se dice públicamente de la construcción futura de 2.000 viviendas en Antioquia; sobre las compras y contratos del Dapard; sobre los contratos en infraestructura física, muchos de ellos realizados bajo el amparo de la urgencia manifiesta; sobre la futura y posible actualización catastral en los municipios; sobre la microcentrales proyectadas; sobre la doble calzada Bello-Hatillo; sobre los verdaderos dueños de la distribución de licores en Risaralda. Denuncias sobre estos casos, con nombres propios, escucharon periodistas amigos suyos hace pocos días. Contralor, no es presentando simples datos, como sucedió con sus informes sobre los hospitales de Antioquia, sino cuidando la platica de los antioqueños como se ejerce con eficiencia ese cargo.
Para terminar, hago una invitación a mis lectores: ingresen por Google a la siguiente página en la Web: “intranet Contraloría General de Antioquia” (red privada de la Contraloría que relaciona a los funcionarios entre sí y a estos con el exterior) y se van a encontrar con una advertencia de Google para que no ingresen a esa página. Cuentan los que saben del tema que se abusa tanto con visitas a páginas prohibidas o pornográficas o a bajar softwares ilegales desde la red dicha, que visitar sus páginas se vuelve peligroso. Y eso que Rojas Otálvaro (¿o el bárbaro?) está tecnificando la institución.



Nada que temer salvo la falta de asistencia médica


Amy Goodman, Publicado el 14 de enero, 2009

Escuche.
Cincuenta millones de estadounidenses carecen de asistencia médica y 25 millones tienen seguro médico limitado. Millones de estadounidenses que están siendo despedidos pronto engrosarán estas listas. Las cuentas médicas son causa de más de la mitad de las quiebras personales en Estados Unidos. Desesperados por tener asistencia médica, quienes carecen de seguro o tienen un seguro limitado, acuden en masa a las salas de emergencia, a menudo teniendo que lidiar con problemas que se podrían haber evitado.
Las gigantes de la industria automotriz estadounidense están al borde de la quiebra en parte debido a gastos de salud extraordinarios, mientras compiten con empresas asentadas en países que brindan asistencia de salud universal. El economista Dean Baker calculó cómo le iría a General Motors si sus costos de asistencia de salud fueran los mismos que en Canadá: “GM hubiera obtenido mayores ganancias sin hacer más cambios, mayores ganancias que igualarían los 22.000 millones de dólares en el curso de la última década. No tendrían que acudir al gobierno en busca de ayuda”. GM es a veces descrita como una empresa de asistencia de salud que fabrica autos. El ex Presidente de Chrysler, Lee Iacocca dijo en 2005, “Es un hecho bien conocido que la industria automovilística estadounidense gasta más en asistencia de salud por cada auto, que en acero”. Él apoya un sistema de asistencia de salud nacional.
Barack Obama dijo en un discurso pronunciado en 2007 que “la asistencia médica universal, accesible para todos los estadounidenses no debería ser una cuestión de ‘si’, sino que debería ser una cuestión de ‘cómo’… Cada cuatro años se ofrecen planes de asistencia médica en campañas con mucha publicidad y promesas … Y en el momento que asume el presidente, los planes colapsan bajo el peso de la política de Washington”.
Franklin Delano Roosevelt, en su discurso de asunción de mando en marzo de 1933, declaró: “No tenemos nada que temer, salvo el propio miedo … Esta nación pide acción, y acción ahora”. Ya entrada la Gran Depresión, siguió una oleada de políticas ambiciosas, que son detalladas por el editorialista del New York Times Adam Cohen en su nuevo libro, “Nada que Temer”. Cohen escribe que Roosevelt desarrolló el ‘New Deal’ con asesores y miembros del gabinete claves y visionarios que aprobaron políticas audaces, entre ellos Frances Perkins, la primera mujer miembro del gabinete en Estados Unidos. Perkins, Secretaria de Trabajo de Roosevelt, promovió un programa de asistencia nacional que sentó las bases del sistema de bienestar, y también promovió regulaciones sobre el salario mínimo, sobre el límite de horas de trabajo y la prohibición del trabajo infantil.
Pero no logró que se aprobara la asistencia de salud universal. Cohen me dijo: “Ella realmente fue la conciencia del ‘New Deal’ en muchas formas…presidió el comité de Seguridad Social. Y quería que fuera más allá…que incluyera un seguro de salud nacional, pero la AMA (Asociación Médica de Estados Unidos), incluso en ese entonces era muy fuerte y se opuso. Y ella y otro par de progresistas del comité dijeron ‘Mejor nos conformamos con lo que podemos lograr’. No quisieron perder todo el programa de Seguridad Social”.
Obama designó al ex Senador Tom Daschle como Secretario de Salud y Servicios Humanos, y Director de la nueva Oficina de Reforma del Sistema de Salud de la Casa Blanca. El libro de Daschle sobre el sistema de asistencia de salud, “Critical”, recopila los fracasos históricos en el logro de la asistencia universal. Daschle escribe en su libro:
“Al igual que Clinton, Truman tenía motivos para estar confiado. Sus compañeros demócratas controlaban ambas cámaras del Congreso y las encuestas indicaban que los estadounidenses estaban preocupados por el alto costo de la asistencia de salud y estaban deseosos de un cambio. Pero ambos presidentes subestimaron el poder de las fuerzas alineadas en su contra…lobbistas con intereses especiales- encabezados por médicos en la época de Truman, y por aseguradoras en la de Clinton”.
Obama conoce bien el tema: su madre, mientras moría de cáncer, aún tenía que luchar contra la industria de los seguros de salud. En aquel discurso de 2007, Obama dijo: “Los planes provisorios y las soluciones a medias, ahora son algo del pasado….No podemos darnos el lujo de otra farsa decepcionante. Otra área más polémica que debemos atender es cuánto de nuestro gasto en asistencia de salud va a las ganancias récord obtenidas por la industria farmacéutica y de salud”.
Sin embargo, Daschel no propone mucho más que soluciones provisorias –mejorar los programas Medicare, Medicaid y la Administración de Salud de los Veteranos de Guerra, todos ejemplos de una “asistencia de salud de pagador único” en la que el gobierno es el único que paga la asistencia de salud– mientras mantiene el modelo de seguro médico lucrativo, ineficiente y de múltiples pagadores. En diciembre de 2007, el Colegio de Médicos de Estados Unidos comparó el sistema de salud de dicho país con el de otros países. Su informe concluye: “Los sistemas de pagador único generalmente tienen la ventaja de ser más justos, con menos costos administrativos que los sistemas que utilizan seguros de salud privados, menores gastos per cápita en asistencia de salud y altos niveles de satisfacción del consumidor y paciente”.
Michael Moore, en su película “SICKO”, incluye una grabación de John Ehrlichman dirigiéndose a Richard Nixon, mientras discuten las ganancias de las empresas de seguros médicos. La grabación dice: “…[las empresas de seguros de salud] hacen más dinero cuanto menos asistencia brindan [a los pacientes]”. Obama está al frente ahora. ¿A quién imitará? ¿A Nixon o a Roosevelt? La gente de todo el espectro político y económico, desde las grandes empresas al ciudadano común, muere por saber.
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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
Amy Goodman es presentadora de “Democracy Now!”, un noticiero internacional diario de una hora de duración que se emite en más de 550 emisoras de radio y televisión en inglés y en 200 emisoras en español. En 2008 fue distinguida con el “Right Livelihood Award”, también conocido como el “Premio Nobel Alternativo”, otorgado en el Parlamento Sueco en diciembre.
© 2008 Amy Goodman



La guerra de las drogas

Juan Manuel López Caballero.
Al mismo tiempo que la elección de Obama se produjo otra noticia que a la larga puede tener igual peso para Colombia. Dice simplemente: “Massachusetts se convierte en el duodécimo Estado del país en despenalizar la posesión de pequeñas cantidades de marihuana. El proyecto de ley fue aprobado con el 65 por ciento de los votos; se opuso el 35 por ciento”.
Una vez que la ley entre en vigor, aquellos detenidos con 28 gramos o menos de marihuana solo cometerán una falta punible (con una multa de hasta cien dólares) pero se considera solo como contravención y no delito, por lo que no se les abrirá ni quedará registro como un expediente criminal.
Ya California desde 1996 mediante referendo había iniciado el precedente de que los habitantes de los Estados que lo autorizaran podrían sembrar, distribuir y consumir el Cannabis, siempre y cuando se cumpliera la limitación de que fuera para fines terapéuticos. Con los años otros nueve estados se sumaron, con más o menos restricciones, a esta iniciativa: Washington, Colorado, Hawai, Alaska, Maine, Montana, Nevada, Oregón y Vermont.
Esto convirtió rápidamente a los Estados Unidos ya no solo en el primer consumidor del mundo sino el primer productor: la producción de marihuana generó 35.800 millones de dólares en 2007, cuando el conjunto de lo que habían sido el primer y segundo producto, el maíz y trigo, apenas alcanzaban juntos 30.800 millones de dólares[i].
Esto es bastante más de lo que requieren pacientes de sida, cáncer u otras enfermedades terminales que consumen legalmente marihuana en el país; aún con el crecimiento del consumo por los veteranos de las guerras que vuelven y no tardan mucho en sufrir los efectos del stress post traumático (PTSD) a quienes muchos médicos les recomiendan fumar marihuana, nunca se llegaría a una décima parte de esta cantidad; ésta, la hipocresía más grande, empieza a desaparecer con esta aprobación por uno de los Estados líderes en esta temática.
El problema carcelario americano había sido parte de los motivos que llevaron al cambio de actitud ante los consumidores. Antes no había problema jurídico al no distinguir entre traficante y usuario, pero eso llevó a que la población carcelaria por delitos de droga fuera mayor que la de todos los otros delitos juntos. Con el argumento de que además al mantenerle la categoría de delito asimilándola a las drogas fuertes se convertía en la entrada al mundo de la ilegalidad, se reconoció que esta era la causa de que se convirtiera en un problema social… es paradójico que aquí se desconozca esta realidad y se dé prelación al aspecto individual de que el consumir esta droga llevaría a consumir drogas más fuertes.
Por supuesto el mayor absurdo es que nuestro Presidente siga buscando mantener respecto a esto una política que el mundo abandona.
P.D. La ´Medalla de la Libertad ’ que otorgó Bush al Presidente Uribe no es algo bueno para Colombia. Entregada para reconocer a quienes compartieron sus políticas, y en especial la guerra a Irak, no es motivo de orgullo quedar identificados con el Gobernante más descalificado en la historia americana y menos con su peor aspecto; ni es conveniente para el país insistir en su cercanía con el partido y la política que acaban de ser rechazados por la Nación americana.


LA LIGA COSTEÑA: 90 AÑOS DESPUÉS



¨Esta patria es Caribe, no boba¨
Carta de Bolívar a Santander



Amylkar D. Acosta M, Ex presidente del Congreso de la República, Bogotá, enero 18 de 2009.
NOVENTA AÑOS DE LA LIGA COSTEÑA
La región Caribe no fue ajena a las tensiones entre las tendencias centralistas y federalistas del siglo XIX; por el contrario, aunque con alguna intermitencia, históricamente, la lucha en pos de la integración y la autonomía regional ha sido la constante. El año 1874 se constituyó en uno de los primeros hitos de esta larga marcha; en respuesta a la discriminación y el ninguneo del que era objeto la región Caribe y su dirigencia por parte del gobierno central, se constituyó por aquellas calendas la Sociedad de Representantes Costeños por parte de un grupo de 16 congresistas de los estados de Bolivar, Magdalena y Panamá. Este 18 de enero es memorable, pues en esta fecha justamente se cumplen 90 años desde que el ex ministro de Hacienda, Tomás Suri Salcedo, instaló en Barranquilla la asamblea constitutiva de la Liga Costeña. La iniciativa de crearla partió de los periódicos de la región y fue secundada por connotados dirigentes políticos, cívicos y gremiales del Magdalena grande, de la Sabana de Bolivar y el Atlántico, que vieron en ella la más fiel expresión del descontento y la inconformidad crecientes en la región, producto del agobiante centralismo. Como nos lo recuerda el historiador Eduardo Posada Carbó, decisiones tomadas por el gobierno central como ¨destinar fondos provenientes del impuesto de canalización – un tributo del río – para invertirlos en el Ferrocarril del Tolima provocaron la ira regional¨1 y exacerbaron los antagonismos entre la región y el centro.
EL MEMORIAL DE LA LIGA COSTEÑA
El Memorial enviado por el Presidente de la Liga, el ex ministro y ex senador Manuel Dávila Flórez, al Presidente de la Cámara de Representantes, Luis A. Mario Ariza, calendado el 14 de agosto de 1919, condensa los aspectos esenciales del reclamo de la región Caribe al gobierno central. Se destacan entre ellos el establecimiento de un ente autónomo para el manejo del Río Grande de la Magdalena y el impulso de las obras necesarias que garantizaran su navegabilidad, así como del Canal del Dique y los caños que conectan al río con la Ciénaga Grande y el mejoramiento de los puertos sobre el Caribe. Era evidente que el interior del país, después de haberse servido del Río Magdalena en la primera fase de su proceso de industrialización, le había dado la espalda y lo abandonaron a su propia suerte. Igualmente se demandaba del gobierno central la desgravación arancelaria de las importaciones de harina y trigo, reversar la medida tomada por Núñez en 1885 de nacionalización de las salinas marítimas y otro justo objetivo: una reforma constitucional tendiente a aumentar la representación de la región en el Congreso de la República. Ya dos ministros del Caribe, el propio Manuel Dávila y Simón Bossa, habían renunciado a sus carteras por sus desavenencias con las medidas que favorecían a los molineros de Bogotá que, como lo denunció Restrepo Plata, estaban “organizados en trust acaparador y formidable”2, en detrimento de los molineros de la Costa.
EL AUTONOMISMO NO ES SEPARATISMO
La noticia de la creación de la Liga costeña cayó como un baldado de agua fría a los heliotropos de la política bogotana, que abrigaban temores de que se estuviera incubando allí un proyecto separatista, dado el espíritu díscolo y levantisco de los cuales había dado muestras la región desde los albores de la independencia. Aunque no faltaron quienes como el ex alcalde Vicente Noguera Carbonell asumieron posiciones más radicales y llegaron incluso a enarbolar la bandera de la ¨república independiente del Caribe¨, la Liga nunca tuvo ese alcance ni esas intenciones, su tónica fue más bien conciliadora. Como acota Eduardo Posada Carbó “La Liga se declaró patriótica y progresista, expresó que respetaría las ‘autoridades legítimamente constituidas’, tras manifestar que sus intereses estaban por encima de las luchas de partido”3. No pasaba de ser ¨una expresión de poder regional¨4; nada más, pero tampoco nada menos. Pese a ello, el síndrome de la separación de Panamá surtió sus efectos; mientras la prensa capitalina se alarmaba por la eclosión de este brote autonomista al que tildaba de secesionista, el Presidente Marco Fidel Suárez se apresuró a empacar maletas y viajó intempestivamente a Barranquilla para tratar de conjurarlo. Su visita, la primera que hacía a esta región, sirvió de galvanizador de la lucha emprendida por la Liga, que se hizo sentir y escuchar y logró atraer la atención del gobierno central, el cual atendió aunque a medias varias de sus reivindicaciones.
Desafortunadamente las elecciones presidenciales de 1922 dieron al traste con la Liga Costeña, que sucumbió a los intereses banderizos. La desbandada no se hizo esperar, sus principales líderes se alistaron al lado de la candidatura liberal de Benjamín Herrera o de la conservadora de Pedro Nel Ospina y la división se tornó irreversible, cuando en la unidad estaba su fuerza. En 1934 se dio un frustrado intento de revivir la Liga mediante la creación de la Asamblea Interdepartamental de la Costa, la cual se dio cita en Cartagena, pero una vez más el entusiasmo fue pasajero y su existencia efímera. Posteriormente, con la constitución de CORELCA en 1967, la aspiración presidencial de Evaristo Sourdís y la creación del Sistema Integrado de Planificación Urbana y Regional (SIPUR) en 1975, se le dio otro envión a esta gesta en procura de la integración y la autonomía regional.
LA VIGENCIA DE SUS OBJETIVOS
Estos antecedentes sentaron las bases para los desarrollos ulteriores, los cuales se concretaron en la Ley 76 de 1985 a través de la cual se creó la región de planificación regional, más conocida como CORPES, el reconocimiento por parte de la Constituyente de 1991 que Colombia es un país de regiones y además la autonomía de las mismas5. Desde entonces las regiones se pueden constituir en entidades territoriales6, algo que no era viable mientras estuvo en vigencia la Constitución de 1886. Ello fue posible gracias a la iniciativa y al impulso dado por parte de la representación de la región Caribe colombiana en dicha Constituyente: Eduardo Verano, Juan B. Fernández, Carlos Rodado Noriega y el infaltable maestro Fals Borda, ilustre e ilustrado intelectual, comprometido como el que más con esta causa. Y no es casual que la misma hubiera partido de la representación del Caribe colombiano, habida cuenta del liderazgo que desde siempre ha asumido esta región, de cuya identidad como tal nadie duda7, en el pulso incesante con el absorbente centralismo con la mira puesta en la materialización de este anhelo largamente aplazado cuando no escamoteado8. Podemos concluir diciendo que los objetivos planteados por la Liga Costeña siguen vigentes y la región debe superar la intermitencia de esta lucha y perseverar en ella para poder coronarla con éxito. Hoy, más que nunca, el Caribe quiere dejar de ser alfil sin albedrío del centralismo bogotano, para enrutarse por la senda del progreso y del desarrollo social. Como diría Sourdis: es ahora o nunca!
Bogotá, enero 18 de 2009
www.amylkaracosta.net


¿UN NUEVO BRETTON WOODS?


Juan Torres López, Periódico Nuevo Enfoque, No. 44. San Salvador.

Es habitual que en los últimos tiempos se tome constantemente como referencia para hacer frente a la actual crisis a los acuerdos de la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas que se celebró en el Hotel Mount de Bretton Woods, durante el mes de julio de 1944.

El propio presidente del Banco Central Europeo ha reclamado volver a la "disciplina" monetaria que allí se impuso y muchos intelectuales progresistas reclaman que se celebre algo parecido para darle la vuelta al actual orden financiero internacional.

Las comparaciones son odiosas y no siempre apropiadas, y seguramente eso ocurra aún más en este caso.

El contexto político, económico y social internacional en el que se celebró la conferencia de 1944 es muy distinto al actual.

Para empezar, los países participantes se encontraban en guerra y habiendo vivido antes una larga recesión económica que hacía inexcusable poner soluciones sobre la mesa. Hoy día no vivimos en plena guerra mundial y la crisis, aunque bien es verdad que puede ser larga y muy traumática, no ha hecho más que empezar, de modo que es más fácil retrasar las medidas que pudieran ser traumáticas.

Con todo, la preparación de la Conferencia de 1944 llevó más de tres años de debates y discusiones previas.

Por otro lado, en 1944 había una gran potencia en el mundo occidental, en ascenso y cuyo liderazgo nadie podía poner en cuestión. No solo en el terreno político y militar sino también en el económico. Estados Unidos tenía un Producto Nacional que representaba en aquellas fechas casi la mitad del mundial y disponía del 80 por ciento de las reservas de oro existentes en el mundo.

Es verdad que Estados Unidos sigue siendo actualmente el motor de la economía mundial y que su influencia y poder es impresionante pero también que sus debilidades son cada vez más evidentes y que se encuentra en el inicio de su ocaso como potencia hegemónica. Ahora, y en los años venideros, no le será tan fácil como entonces imponer su voluntad al resto del mundo. Y si lo consiguiera, los resultados no serían tan mutuamente provechosos y estabilizadores.

Además, en aquellas fechas existía ya un bloque de países que a pesar de todas sus miserias y deficiencias representaban una alternativa al mundo occidental, de modo que éste debía cuidarse mucho de aparecer y actuar con la prepotencia de quien se cree que representa la única vía de desarrollo social posible. Ahora mismo, y como resultado de la gran derrota sufrida en los años ochenta y noventa no sólo por el llamado "campo socialista" sino por las ideas y las prácticas políticas más o menos contrarias al capitalismo, no hay apenas referencias decisivas ni contrapesos importantes a escala internacional.

Por otro lado, y en el lado de las ideas, también se puede destacar que, por primera vez, se venía de unos años largos en los que las políticas liberales habían mostrado una incapacidad material para hacer frente a los problemas del desequilibrio económico. El liberalismo era una ideología derrotada por los hechos y así los reconocían incluso muchos de sus más conspicuos representantes. Por el contrario, en la actualidad, y por mucho que el origen de la crisis se quiera achacar, y con razón, a las políticas neoliberales, lo cierto es que no se puede decir que los principios que las infunden estén puestos en cuestión. Se critica al fundamentalismo de mercado pero a la hora de la verdad se sigue insistiendo en bajar impuestos, en mantener a raya la intervención pública, en mantener los privilegios del capital privado.

Finalmente, en 1944, y en los años siguientes como consecuencia de todo lo anterior, no solo se cerraba un periodo sino que se abría otro con un régimen productivo bien distinto. Me refiero al de producción en masa que garantizaba al mismo tiempo una expansión masiva de los mercados y salarios directos, indirectos y diferidos suficientes para mantener la demanda agregada y también el consenso social.

No podía ser de otra manera como consecuencia del equilibrio de clases que entonces existía y que convenía mantener dada la existencia de un imaginario alternativo en el llamado campo socialista, dando así lugar al pacto social sobre el que se sustentó el Estado del Bienestar.

En los años de Bretton Woods y en los que siguieron, las potencias occidentales se enfrentaban a sí mismas tratando de que el capitalismo no colapsara por la presión de la alternativa socialista encabezada por la antigua URSS (presente en la Conferencia aunque no ratificara los acuerdos). Hoy día, en todo caso se enfrentan a la posibilidad de colapsar pero solo como exclusivo resultado de su desastroso funcionamiento.

Hay muchas diferencias, pues, como para pensar que la historia pudiera repetirse. Pero eso es una cosa y otra no reconocer la vigencia que en estos días tiene Bretton Woods como momento catártico que fue, como punto de inflexión en el que se establecieron normas, instituciones y políticas que abrieron una nueva época.

Es en este sentido en el que cabe demandar un nuevo Bretton Woods aunque las condiciones de partida y los puntos de llegada tendrían que ser lógicamente muy diferentes.

Lo que está hoy día en juego ya no es la articulación financiera de un bloque de países frente a otro, ni siquiera la consolidación de un orden financiero que impida que se produzcan de nuevo episodios como los que estamos viviendo.

Cuando el sistema financiero ha saltado por los aires y la economía mundial se encuentra sin savia y al borde de una depresión mundial, el problema que se está planteando es el del gobierno del mundo, el del funcionamiento de las instituciones básicas que pueden proporcionar un mínimo de orden y satisfacción básica y, por supuesto, el de los principios morales en que todo ello ha de basarse y hacerse posible.

En ese sentido, me atrevería a hacer una comparación entre lo que aportaron a la situación económica los acuerdos de 1944 y lo que hoy día me parece que se necesita.

En resumidas cuentas, Bretton Woods ofreció tres grandes instrumentos a los países occidentales: autoridad, reglas e instituciones. La primera fue la de Estados Unidos; las reglas, sobre todo de disciplina monetaria; las instutuciones, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Ahora serían necesarios esos tres ingredientes pero, en mi opinión, con contenidos concretos muy diferentes.

La autoridad es hoy día un elemento fundamental para poder afrontar con éxito los problemas económicos pero ha de ser plenamente compartida. No es aceptable hoy día que las relaciones económicas internacionales estén supeditadas al poder imperial de Estados Unidos, por un lado, y al corporativo de las grandes empresas y entidades financieras, por otro. Ni que el poder relevante sea el que deriva directamente de la fuerza en los mercados. Hace falta, por el contrario, multilateralidad, poder compartido y contrapesado, centralidad pero unida a una radical y deliberante democracia. Y mucha política, es decir, ciudadanía, para dirigir a la economía.

Urgen también nuevas reglas. Y aquí quizá Bretton Woods pudiera quedar más actual que en cualquier otro campo porque no en vano allí fue donde se alcanzaron acuerdos que hoy día podrían seguir teniendo semejante actualidad, como los relativos al control de los movimientos de capital. Si a la vista de lo que hoy día está sucediendo en la economía mundial hay alguna exigencia evidente y principal no puede ser otra que la necesidad de controlar los movimientos financieros de capital por tres razones fundamentales. Primero para evitar su deriva especulativa, segundo para reconducir la actividad bancaria a su función originaria y también para disponer de los recursos que requiere la actividad productiva y la redistribución de la renta a escala global.

Naturalmente, ahora se precisan también instituciones pero tampoco pueden ser las de antes, concebidas como imágenes vicarias del poder estadounidense sino de poder efectivo compartido, lo que no es solamente una cuestión de votos. ¿Cómo puede entenderse que los problemas de la economía mundial los resuelvan solo un puñado de naciones, por muy alto que sea su porcentaje en el PIB mundial?

Juan Torres López es Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla (España). Su web personal: http://www.juantorreslopez,com



Guerra y Gas Natural: la invasión israelí de Gaza y los yacimientos marinos de gas


Michel Chossudovsky, Global Research - Traducción SODEPAZ

La invasión militar de la Franja de Gaza por el ejército de Israel tiene relación directa con el control y la posesión de las reservas estratégicas de gas en la costa.

Esta es una guerra de conquista. Descubiertos en 2000, existen amplias reservas de gas frente a la costa de Gaza.

A la British Gas (BG Group) y a su socio, la Athens based Consolidated Contractors International Company (CCC), de propiedad del libanés Sabbagh Koury y su familia, se les concedió los derechos de exploración del petróleo y el gas por 25 años en un acuerdo firmado en noviembre de 1999 con la Autoridad Nacional Palestina.

Los derechos a los yacimientos de gas en alta mar son, respectivamente, de la British Gas (60 por ciento); Consolidated Contractors (CCC) (30 por ciento) y del Fondo de Inversiones de la Autoridad Palestina (10 por ciento). (Haaretz, 21 de octubre de 2007).

El Acuerdo PA-BG-CCC incluye el desarrollo del campo y la construcción de un gasoducto. (Middle East Economic Digest, 5 de enero, 2001).

La licencia a BG abarca toda la zona marina en alta mar de Gaza, que es contíguo a varias instalaciones de gas de la costa de Israel. (Véase mapa). Cabe señalar que el 60 por ciento de las reservas de gas a lo largo de la costa de Gaza e Israel pertenecen a Palestina. El Grupo BG ha perforado dos pozos en el año 2000: el Marina de Gaza-1 y el Marina de Gaza -2. Sus reservas se estiman por British Gas de ser del orden de 1,4 billones de pies cúbicos, por un valor de aproximadamente 4 mil millones de dólares. Estas son las cifras hechas públicas por British Gas. El tamaño de las reservas de gas de Palestina podría ser mucho mayor.

¿Quién es el titular de los yacimientos de gas?

La cuestión de la soberanía sobre Gaza de los campos de gas es crucial. Desde un punto de vista jurídico, la reservas de gas pertenecientes a Palestina.

La muerte de Yasser Arafat, la elección del gobierno de Hamas y la ruina de la Autoridad Palestina han permitido a Israel establecer un control de facto en Gaza y de las reservas de gas de la costa.

British Gas (BG Group) ha negociado con el gobierno de Tel Aviv. A su vez, el gobierno de Hamas ha sido puenteado en cuanto a la exploración y el desarrollo de los derechos sobre los yacimientos de gas.

La elección del Primer Ministro Ariel Sharon en 2001 fue un importante punto de inflexión. La soberanía de Palestina sobre los yacimientos marinos de gas fue impugnada en el Tribunal Supremo de Israel. Sharon declaró inequívocamente que "Israel nunca comprará gas de Palestina" de Gaza al entender que las reservas de gas en alta mar pertenecen a Israel.

En 2003, Ariel Sharon, vetó un primer acuerdo, que permitiría a British Gas para suministro de gas natural a Israel desde Gaza desde los pozos en alta mar. (The Independent, 19 de agosto de 2003)

La victoria electoral de Hamas en 2006 fue favorable a la desaparición de la Autoridad Palestina, que pasó a estar confinado en Cisjordania, en el marco del mandato de Mahmoud Abbas.

En 2006, British Gas "estaba cerca de firmar un acuerdo para el bombeo de gas a Egipto." (Times, mayo 23, 2007). Según los informes, el Primer Ministro británico Tony Blair intervino en nombre de Israel con el fin de evitarel acuerdo con Egipto.

Al año siguiente, en mayo de 2007, el Gabinete israelí aprobó una propuesta por el Primer Ministro Ehud Olmert "para comprar el gas de la Autoridad Palestina." La propuesta de un contrato por 3,5 mil millones de euros, con ganancias del orden de 1,6 mil millones de euros de los cuales 800 millones se destinan a los palestinos.

Tel Aviv, sin embargo, no tenía intención de compartir los ingresos con Palestina. Un equipo de negociadores de Israel fue creado por el Gabinete israelí para bloquear un acuerdo con el BG Group, evitando tanto al gobierno de Hamas y a la Autoridad Palestina:

"Las autoridades de la defensa israelíes quieren pagar con bienes y servicios, y no desean que el dinero vaya al control del Gobierno de Hamas". (Ibid,)

El objetivo era esencialmente anular el contrato firmado en 1999 entre el BG Group y la Autoridad Palestina bajo mandato de Yasser Arafat.

En virtud de la propuesta de 2007 del acuerdo con BG, el gas de los pozos palestinos de la costa de Gaza iba a ser canalizado por una tubería submarina al puerto israelí de Askalún (Ashkelon). Así se transfería el ontrol sobre la venta de gas natural a Israel.
La operación fracasó. Las negociaciones fueron suspendidas:

"El Jefe del Mossad, Meir Dagan, se opuso al acuerdo por motivos de seguridad, dado que los productos iban a financiar el terror". (Gilad Erdan, Discurso a la Knesset sobre el tema "La intención de la Vice-Primer Ministro Ehud Olmert para la compra de gas a los palestinos, los pagos servirán de Hamas", 1 de marzo de 2006, citado en el Teniente General (retirado) Moshe Yaalon, ¿El Futuro de la compra de a British Gas de Gaza amenazan a las aguas costeras de la Seguridad Nacional de Israel? Centro Jerusalén para Asuntos Públicos, de octubre de 2007)

La intención de Israel fue a cerrar la posibilidad de que se paguen regalías a los palestinos. En diciembre de 2007, el Grupo BG se retiró de las negociaciones con Israel y en enero de 2008 cerró su oficina en Israel. (web BG).

Plan de invasión en la mesa de dibujo

El plan de invasión de la Franja de Gaza en virtud de la " Operation Cast Lead " se puso en marcha en junio de 2008, según fuentes militares israelíes:

"Según fuentes de la defensa, el ministro de Defensa, Ehud Barak, dio instrucciones a las Fuerzas de Defensa de Israel para preparar la puesta en funcionamiento hace más de seis meses [en junio o antes de junio], a pesar de que Israel estaba empezando a negociar un
acuerdo de cese el fuego con Hamas." (Operation "Cast Lead": Israeli Air Force strike followed months of planning, Haaretz, 27 de diciembre de 2008)

Ese mismo mes, las autoridades israelíes entraron en contacto con British Gas, con miras a reanudar las negociaciones relativas a la compra de gas natural de Gaza:

"Tanto el Ministerio de Finanzas, con el director general y el Ministerio de Infraestructuras Nacionales con el director general Hezi Kugler Convinieron en informar a BG del deseo de Israel de renovar las conversaciones.”

Las fuentes agregaron que BG no ha respondido oficialmente a Israel sobre la solicitud, pero que los ejecutivos de la empresa probablemente han llegado a Israel hace un par de semanas para celebrar conversaciones con funcionarios del Gobierno. "( Globes online- Israel's Business Arena, 23 de junio de 2008)

La decisión de acelerar las negociaciones con British Gas (BG Group) coincidió, cronológicamente, con la planificación de la invasión de Gaza iniciada en junio. Parece que Israel estaba ansioso para llegar a un acuerdo con el Grupo BG antes de la invasión, que ya estaba en una avanzada fase de planificación.

Por otra parte, las negociaciones con British Gas se llevaron a cabo por
el gobierno de Ehud Olmert con el conocimiento de que había una invasión
militar sobre la Mesa de Dibujo. Con toda probabilidad, un nuevo acuerdo postbélico político-territorial de la Franja de Gaza también está contemplado por el gobierno israelí.

De hecho, las negociaciones entre British Gas y los funcionarios israelíes estaban en marcha en octubre de 2008, 2-3 meses antes del comienzo de los bombardeos de 27 de diciembre.

En noviembre de 2008, el Ministerio israelí de Finanzas y el Ministerio de Infraestructuras Nacionales dieron instrucciones a la Israel Electric Corporation (IEC) para entrar en negociaciones con British Gas, para la compra de gas natural a partir de la concesión BG offshore en Gaza. (Globes, 13 de noviembre de 2008)

"El director general Yarom Ariav del Ministerio de Finanzas y director general Hezi Kugler del Ministerio de Infraestructuras Nacionales escribió a la IEC CEO Amos Lasker recientemente, informándole de la decisión del gobierno de permitir que las negociaciones avancen, en consonancia con el marco de la propuesta se aprobó a principios de este año.

El Consejo de la IEC, encabezado por el presidente Moti Friedman, aprobó los principios de la propuesta marco, hace unas semanas. Las conversaciones con la BG Group se iniciará una vez que que la junta apruebó la exención de una oferta. "(Globes de 13 de noviembre de 2008)

Geopolítica y Energía de Gaza

La ocupación militar de Gaza tiene la intención de transferir la soberanía de los yacimientos de gas a Israel, en violación del derecho internacional.

¿Qué podemos esperar a raíz de la invasión?

¿Cuál es la intención de Israel con respecto a las reservas de gas natural de Palestina?

¿Un nuevo acuerdo territorial, con la presencia de israelíes y / o "el mantenimiento de la “Tropas de paz"?

¿La militarización de toda la costa de Gaza, que es estrategia para Israel?

¿La pura y simple confiscación de campos de gas palestinos y la declaración unilateral de la soberanía israelí sobre Gaza y sus zonas marítimas?

Si esto ocurriera, el gas de los campos de Gaza quedarían integrados en las instalaciones en alta mar de Israel, que son contiguos a los a la Franja de Gaza. (Ver Mapa 1).

Estas instalaciones en alta mar también están conectadas a Israel por el corredor de transporte de energía, que se extiende desde el puerto de Eilat, que es la terminal de un oleoducto, en el Mar Rojo hasta el Terminal del puerto de Askalún (Ashkelon), al norte de Haifa, y, finalmente, la articulación a través de un proyecto de oleoducto turco-israelí con el puerto turco de Ceyhan.

Ceyhan es el terminal del oleoducto Bakú, oleoducto transcaspio Ceyhan. "Lo que se prevé es enlazar el oleoducto BTC del gaseoducto Trans-Israel Eilat- Askalún (Ashkelon), también conocido como el Israel Tipline". (Véase Michel Chossudovsky, La guerra en el Líbano y la Batalla por el Petróleo, Global Research, 23 de julio de 2006)



Obama, el realismo y las expectativas


Revista Cinco Días, editorial. Enero 19 de 2009.

Las previsiones para el presente año no permiten mucho margen para el optimismo. Las tres principales áreas de actividad económica -Estados Unidos, Japón y Europa- están en recesión, los mercados financieros siguen sin liberar el crédito que necesitan empresas y familias, el riesgo de deflación es cada vez mayor y el paro está creciendo en todo el mundo a ritmos alarmantes. Ante tal panorama, la toma de posesión por Barack Obama como presidente de Estados Unidos el próximo martes se ha convertido en la gran esperanza para la economía estadounidense y, por extensión, la mundial.
La victoria electoral el pasado 4 de noviembre ha abierto importantes expectativas. Estados Unidos apostó por el cambio y puso fin a la etapa republicana de George W. Bush, cuyo índice de popularidad ha batido récords a la baja. La falta de liderazgo de la primera potencia mundial -agravada por los desmanes financieros en los que han incurrido, que han desencadenado una de las peores crisis de la historia económica reciente- se había convertido en un impedimento para articular soluciones globales. La llegada de Obama debe venir a suplir esa deficiencia, lo que justifica por sí sólo el optimismo que ha despertado el joven presidente demócrata. Sin embargo, quizá las expectativas se hayan desbordado.
Dentro y fuera de Estados Unidos se considera que el nuevo dirigente va a afrontar, y solucionar, los males más diversos que atenazan a la humanidad. Las peticiones, como cartas a los Reyes Magos, llegan estos días hasta niveles preocupantes. Los economistas confían en que el tirón Obama -apoyado en su plan de estímulo- devolverá la confianza a los consumidores estadounidenses; los ambientalistas esperan un vuelco radical en su política energética que favorezca la lucha contra el cambio climático; los proteccionistas están seguros de que acometerá reformas legislativas para controlar más directamente el sistema financiero, y los más liberales creen que se dinamizará la innovación bancaria. Incluso hay quienes defienden que Obama reconducirá la ética empresarial, eclipsada los últimos años por una codicia desmesurada. Y a nivel geopolítico muchas cancillerías -incluida la española- han descontado que Estados Unidos ejercerá su liderazgo con un espíritu más dialogante. Mucha tarea para un solo hombre.
Obviamente, mientras más esperanzas se depositen en la nueva presidencia de Estados Unidos, más riesgos hay de caer en frustraciones. Pero el optimismo que ha inyectado el primer presidente negro de la historia de Estados Unidos es, por encima de todo, un elemento inestimable que puede multiplicar el efecto de cualquier medida que adopte en sus primeras semanas de mandato. El peligro es que, por la misma razón, cualquier retraso o tropiezo puede ser magnificado y dar paso a una desazón igualmente desproporcionada. Es de esperar que el nuevo presidente de la economía más rica de la tierra sepa medir bien los tiempos, para que la ilusión que ha despertado se torne en la tan necesaria confianza. Para ello es necesario que se noten mejoras en plazos razonables. Aprobar y aplicar su plan multimillonario de estímulo a la economía en un tiempo razonable será la primera prueba de fuego.



El Viaje del Elefante


José Saramago. La Jornada, México, enero 19 de 2009.

El próximo lunes comenzará a circular el nuevo libro de José Saramago, El viaje del elefante, publicado por Alfaguara. Escrita 10 años después de que recibió el Premio Nobel de Literatura, la obra propone una mirada del autor a las flaquezas humanas. Con autorización de la editorial, La Jornada ofrece a sus lectores este adelanto.
Por más incongruente que le pueda parecer a quien no ande al tanto de la importancia de las alcobas, sean éstas sacramentadas, laicas o irregulares, en el buen funcionamiento de las administraciones públicas, el primer paso del extraordinario viaje de un elefante a austria que nos proponemos narrar fue dado en los reales aposentos de la corte portuguesa, más o menos a la hora de irse a la cama. Quede ya registrado que no es obra de la simple casualidad que hayan sido aquí utilizadas estas imprecisas palabras, más o menos. De este modo, quedamos dispensados, con manifiesta elegancia, de entrar en pormenores de orden físico y fisiológico algo sórdidos, y casi siempre ridículos, que, puestos tal que así sobre el papel, ofenderían el catolicismo estricto de don juan, el tercero, rey de portugal y de los algarbes, y de doña catalina de austria, su esposa y futura abuela de aquel don sebastián que irá a pelear a alcácer-quivir y allí morirá en el primer envite, o en el segundo, aunque no falta quien afirme que feneció por enfermedad en la víspera de la batalla. Con ceñuda expresión, he aquí lo que el rey comenzó diciéndole a la reina, Estoy dudando, señora, Qué, mi señor, El regalo que le hicimos al primo maximiliano, cuando su boda, hace cuatro años, siempre me ha parecido indigno de su linaje y méritos, y ahora que lo tenemos aquí tan cerca, en valladolid, como regente de españa, a un tiro de piedra por así decir, me gustaría ofrecerle algo más valioso, algo que llamara la atención, a vos qué os parece, señora, Una custodia estaría bien, señor, he observado que, tal vez por la virtud conjunta de su valor material con su significado espiritual, una custodia es siempre bien recibida por el obsequiado, Nuestra iglesia no apreciaría tal libertad, todavía tendrá presente en su infalible memoria las confesas de los protestantes luteranos, luteranos o calvinistas, nunca lo supe seguro, Vade retro, satanás, que en tal no había pensado, exclamó la reina, santiguándose, mañana tendré que confesarme a primera hora, Por qué mañana en particular, señora, si es vuestro hábito confesaron todos los días, preguntó el rey, Por la nefanda idea que el enemigo me ha puesto en las cuerdas de la voz, mirad que todavía siento la garganta quemada como si por ella hubiera rozado el vaho del infierno. Habituado a las exageraciones sensoriales de la reina, el rey se encogió de hombros y regresó a la espinosa tarea de descubrir un regalo capaz de satisfacer al archiduque maximiliano de austria. La reina bisbiseaba una oración, comenzaba ya otra, cuando de repente se interrumpió y casi gritó, Tenemos a salomón, Qué, preguntó el rey, perplejo, sin entender la intempestiva invocación al rey de judea, Sí, señor, salomón, el elefante, Y para qué quiero aquí al elefante, preguntó el rey algo enojado, Para el regalo, señor, para el regalo de bodas, respondió la reina, poniéndose de pie, eufórica, excitadísima, No es regalo de bodas, Da lo mismo. El rey aseveró lentamente con la cabeza tres veces seguidas, hizo una pausa y aseveró otras tres veces, al final de las cuales admitió, Me parece una idea interesante, Es más que interesante, es una buena idea, es una idea excelente, insistió la reina con un gesto de impaciencia, casí de insubordinación, que no fue capaz de reprimir, Hace más de dos años que ese animal llegó de la india, y desde entonces no ha hecho otra cosa que no sea comer y dormir, el abrevadero siempre lleno de agua, forraje a montones, es como si estuviéramos sustentando a una bestia que no tiene ni oficio ni beneficio, ni esperanza de provecho, El pobre animal no tiene la culpa, aquí no hay trabajo que sirva para él, a no ser que lo mande a los muelles del tajo para transportar tablas, pero el pobre sufriría, porque su especialidad profesional son los troncos, que se ajustan mejor a la trompa por la curvatura, Entonces que se vaya a viena, Y cómo iría, preguntó el rey, Ah, eso no es cosa nuestra, si el primo maximiliano se convierte en su dueño, que él lo resuelva, suponiendo que todavía siga en valladolid, No tengo noticias de lo contrario, Claro que hasta valladolid salomón tendrá que ir a pata, que buenas andaderas tiene, Y a viena también, no habrá otro remedio, Un tirón, dijo la reina, Un tirón, asintió el rey gravemente, y añadió, Mañana le escribiré al primo maximiliano, si él aceptara habrá que concretar fechas y realizar algunos trámites, por ejemplo, cuándo pretende marcharse a viena, cuántos días necesitará Salomón para llegar de lisboa a valladolid, de ahí en adelante ya no será cosa nuestra, nos lavamos las manos, Sí, nos lavamos las manos, dijo la reina, pero, en su fuero interno, que es donde se dilucidan las contradicciones del ser, sintió un súbito dolor por dejar que se fuera salomón solo para tan distantes tierras y tan extrañas gentes.
Al día siguiente, por la mañana temprano, el rey mandó llamar al secretario pedro de alcaçova carneiro y le dictó una carta que no le salió bien a la primera, ni a la segunda, ni a la tercera, y que tuvo que ser confiada por entero a la habilidad retórica y al experimentado conocimiento de la pragmática y de las fórmulas epistolares usadas entre soberanos que adornaban al competente funcionario, el cual en la mejor de las escuelas posibles había aprendido, la de su propio padre, antonio carneiro, de quien, por muerte, heredó el cargo. La carta quedó perfecta tanto de letra como de razones, no omitiéndose siquiera la posibilidad teórica, diplomáticamente expresada, de que el regalo pudiera no ser del agrado del archiduque, que tendría, aun así, todas las dificultades del mundo en responder con una negativa, pues el rey de portugal afirmaba, en un párrafo estratégico de la carta, que en todo su reino no poseía nada más valioso que el elefante salomón, ya fuera por el sentimiento unitario de la creación divina que relaciona y emparienta a las especies unas con otras, hasta hay quien dice que el hombre fue hecho con las sobras del elefante, ya fuera por los valores simbólicos, intrínseco y mundano del animal. Fechada y sellada la carta, el rey dio orden de que se presentara el caballerizo mayor, hidalgo de su plena confianza, al que le resumió la misiva, luego le ordenó que eligiese una escolta digna de su condición pero, sobre todo, a la altura de la responsabilidad de la misión que le había sido encomendada. El hidalgo le besó la mano al rey, que le dijo, con la solemnidad de un oráculo, estas sibilinas palabras, Que seáis tan rápido como el gavilán y tan seguro como el vuelo del águila, Sí, mi señor. Después, el rey cambió de tono y dio algunos consejos prácticos, No necesitáis que os recuerde que podréis mudar de caballos todas las veces que sean necesarias, las postas no están ahí para otra cosa, no es hora de ahorrar, voy a mandar que refuercen las cuadras, y, ya puestos, si es posible, para ganar tiempo, opino que deberéis dormir sobre vuestro caballo mientras él va galopando por los caminos de castilla. El mensajero no comprendió el burlón juego o prefirió dejarlo pasar, y se limitó a decir, Las órdenes de vuestra alteza serán cumplidas punto por punto, empeño en eso mi palabra y mi vida, y se retiró sin dar la espalda, repitiendo las reverencias cada tres pasos. Es el mejor de los caballerizos, dijo el rey. El secretario decidió callar la adulación que supondría responder que el caballerizo mayor no podría ser ni portarse de otra manera, puesto que había sido escogido personalmente por su alteza. Tenía la impresión de haber comentado algo semejante no hacía demasiados días. Ya en aquel momento le vino a la memoria un consejo del padre, Cuidado, hijo mío, una adulación repetida acabará inevitablemente resultando insatisfactoria, y por tanto será como una ofensa. Así pues, el secretario, aunque por razones diferentes a las del caballerizo mayor, prefirió también callarse.


EN EL LUGAR EQUIVOCADO


MAURICIO CABRERA GALVIS, Cali, Enero 18 de 2009

En este momento un presidente puede estar en el lugar equivocado. Esta podría ser una nueva versión de la conocida cuña publicitaria que se ilustraría con las fotos de dos presidentes latinoamericanos en sus recientes visitas a Washington. Uno, el de México, recibiendo en su embajada a Barack Obama pocos días antes de que asuma como nuevo presidente de los Estados Unidos en medio de grandes esperanzas de cambio. El otro, el de Colombia, en la Casa Blanca recibiendo una medalla de Bush, el peor presidente en toda la historia de los Estados Unidos, como muestra de agradecimiento por haberlo apoyado en la mentira que justificó la guerra a Irak.

La foto del presidente de México con Obama representa el futuro, pues se trató de una reunión de trabajo para analizar los temas críticos de la relación entre los dos países como el comercio, la inmigración o el narcotráfico, y que terminó con la promesa de Obama de realizar una estrategia integral para fortalecer la relación bilateral con México. Esta reunión “es el inicio de una relación muy estrecha y constructiva entre ambas administraciones” dijo el presidente Calderón.

Por el contrario la foto de Álvaro Uribe con Bush es el símbolo preocupante de un pasado oscuro que siembra muchas dudas para el futuro. Como dijo el editorial de El Tiempo, “el legado de Bush está indudablemente marcado por la mentira, la incompetencia, la excesiva ideologización y una torpe concepción neoimperialista del papel de E..U. en el mundo”; de manera que ir a Washington a participar en una ceremonia para honrar a quienes apoyaron incondicionalmente este legado y no lograr siquiera una cita para que a Uribe lo reciba por lo menos alguno de los miembros del equipo del nuevo gobierno, no es positivo para Colombia.

Por supuesto que debería ser motivo de orgullo patrio que nuestro presidente reciba la Medalla de la Libertad; pero hay premios que son un encarte para quien los recibe, por la persona que los entrega y los motivos para merecerlos. Del desastre de Bush ya se ha dicho mucho; lo que vale la pena es analizar lo que dijo Bush al entregarle la medalla a Uribe. Casi todo es cierto: que Uribe ha debilitado a la guerrilla, que ha disminuido los secuestros o que ha mejorado la seguridad.

El problema es esas no son las verdaderas razones para la condecoración, pues la verdad es que a los gringos poco les interesan los secuestrados colombianos, lo mismo que a los franceses solo les importaba Ingrid. La verdadera razón es que Uribe apoyó a Bush en la decisión de declararle la guerra a Irak, tal como lo hicieron los otros dos condecorados, los primeros ministros de Inglaterra y Australia. Lo grave para el futuro es que Obama se opuso desde el principio a esta guerra.

Además, lo que dijo Bush no solo le causa problemas a Colombia con Obama sino que también tiene repercusiones internas. La afirmación de Bush de que cuando Uribe lanzó su candidatura presidencial “a comienzos de esta década, la República de Colombia estaba a punto de ser, en el mejor de los casos, un estado fallido, o en el peor de los casos, un narco-estado”, es una acusación muy grave contra el gobierno de Pastrana y su proceso de paz, avalada por el silencio de Uribe.

Los que también se deberían sentir en el lugar equivocado son los exministros y funcionarios de Pastrana que hoy hacen parte del gobierno pero deberían sentirse aludidos por las críticas de Bush. Personajes como Fabio Valencia, Juan Manuel Santos o Sabas Pretelt jugaron un papel protagónico en el proceso del Caguán, pero hoy no son capaces de salir a defender a su antiguo jefe. Tal vez es a ellos a los que se refiere el Ministro de Agricultura cuando habla de los camaleones que se quieren apropiar del uribismo.



UNA MIRADA A LA MUJER MARROQUÍ

Diva Criado Pacheco, Noviembre 16, 2008. Especial para el Boletín Virtual.


Entender las tradiciones que rigen la cultura de un pueblo bajo el esquema de las propias es materia complicada, no obstante el respeto que como expresión cultural, deben infundir a quien las analice. Me refiero a Marruecos y concretamente a la situación de la mujer. Para quienes hemos tenido la oportunidad de conocer de cerca su situación y hemos socializado su condición, la situación de la mujer marroquí hoy en día resulta contradictoria: Por un lado, la tradición les exige la necesidad de observar ciertos comportamientos en aras de mantener ciertas estructuras sociales, derivadas de sus creencias religiosas, y por otro lado, su adaptación a la creciente “modernización” y “democratización” del Estado marroquí, en su paulatino pero creciente intento de ingresar al un mundo globalizado, de corte claramente occidental.
De manera que resulta interesante adentrarnos en el proceso y observar que forma parte de un proyecto de sociedad moderna, pujante y emprendedora, y que compromete la actuación de la mujer tanto en el ámbito público, como en el privado.
En el ámbito privado, vale la pena tener en cuenta que hasta la mitad del Siglo XX las mujeres marroquíes eran amas de casa o esclavas, en su mayoría analfabetas, a quienes les estaba prohibido salir de sus casas sin la compañía de un hombre. Además de lo anterior, la “Moudawana”, ley que regula los derechos de las mujeres y que basa su legitimidad en el Islam, continúa hoy en día siendo un instrumento justificador de la discriminación de la mujer, en tanto predica su sumisión al orden patriarcal y le impone códigos de comportamiento para la vida familiar. Esta ley, regula el matrimonio, su disolución, la filiación, el testamento y la sucesión. A pesar de las reformas que desde el 2004 se introdujeron en la Moudawana, este se encuentra muy lejos de satisfacer reivindicaciones femeninas, pues este estatuto personal de la mujer, convive con ciertas otras instituciones arcaicas como son la Poligamia y la Repudiación del marido a su esposa. Resulta claro por tanto, desde nuestra óptica occidental, que se continúa considerando a la mujer como una ciudadana de segundo orden, o mejor, como una “menor de edad”, para quien “existir” o “ser”, requiere de la tutela familiar, entendida esta tutela como la consideración de la mujer como una pertenencia más de su padre, hermano, marido, hijo o familiar masculino más cercano.
En el ámbito público, la Constitución del Reino de Marruecos consagra la supuesta igualdad de derechos entre hombres y mujeres; y decimos supuesta porque además de las referencias anteriormente expuestas, en lo que atañe al ejercicio del derecho al sufragio, las mujeres tienen la posibilidad de elegir, pero no de ser elegidas, perdiendo su posibilidad de participar real y efectivamente de la vida política de su país.
La religión constituye un factor determinante en la condición cultural de la mujer en Marruecos. Dentro de este marco, el velo es una tradición que muchas mujeres prefieren mantener. En las calles de las ciudades de Marruecos, especialmente en la Medina, suelen verse prendas tradicionales como el HIYAB, el cual deja la cara libre y muchas mujeres lo llevan como símbolo de identidad. El BURKA oculta completamente el cuerpo y una rejilla de tela en la cara les permite ver pero no ser vistas. El NIQAB, cubre hasta las rodillas y solo deja libre los ojos. El SHAYLA, un pañuelo largo y rectangular es usado alrededor de la cabeza. El CHADOR, cubre todo el cuerpo y puede combinarse con un pañuelo en la cabeza. Cuando a AZIZAH AL IBRI , fundadora de la organización “Karamah” (Dignidad), constituida por un grupo de abogadas musulmanas defensoras de los derechos humanos y la igualdad de géneros, se le pregunta sobre el uso del velo, ella afirma que “ quitarse o ponerse el velo es un asunto privado de la mujer “ . No se puede más que estar de acuerdo con ella, ya que no resultaría lógico defender la libertad de expresión y a la vez prohibir el velo.
En conclusión, resulta admirable en las mujeres marroquíes de hoy en día su lucha por que se les reconozcan y se hagan efectivos sus derechos económicos, políticos y sociales en igualdad de condiciones con los hombres. Al mismo tiempo, su interés por mantener sus tradiciones (en tanto dichas tradiciones no resulten incompatibles con el real y efectivo ejercicio de sus derechos), de manera que no se pierda su identidad como mujeres marroquíes, en lo que resulta un bien entendido proceso de modernización estatal.
Derechos reservados de autor.

Tomado de la “OTRA OPINION” III Encuentro de Periodistas y Comunicadores del Mediterráneo, celebrado el 23 y 24 de octubre de 2008 en Marrakech



Declaratorias de más violencia

Jorge Mejía Martinez, Jorge.mejia@une.net.co

Días antes de la muerte de dos agentes de policía a manos de los grupos emergentes del occidente de Antioquia, ocurrió un hecho no trascendido a la opinión pública: en un sector conocido como Tres Esquinas, vía vieja a Santa Fe de Antioquia y Liborina, más de 30 hombres armados, acorralaron a 8 policías, los desarmaron, les quitaron la munición y les devolvieron sus armas de dotación luego de enrostrarles: ¡quienes realmente mandaban en la zona! Y como para que no quedara dudas respecto a las pretensiones de los miembros de las denominadas Autodefensas Gaitanistas, luego ocurrió el ataque violento del pasado 9 de enero en la vereda Santa Rita, municipio de Sopetrán, contra los patrulleros de la Policía Nacional. La reacción inmediata de la fuerza pública permitió la incautación de armas, explosivos, panfletos, uniformes y medios de comunicación, en cantidad suficiente como para dotar todo un ejército ilegal. Pero el grupo sigue incólume. El provocador reto lanzado fue brutal.
En el Bajo Cauca la situación es peor, particularmente en Caucásea. La violencia se desbordó. El año pasado se tuvieron cerca de 200 homicidios; Si la tendencia actual se sostiene vamos a terminar este año con un asesinato por día. Es feroz la contienda que según las autoridades obedece a la puja entre grupos de narcotraficantes por hacerse al control estratégico de la zona. Pero en medio de la balacera caen pobladores que nada tienen que ver con la disputa, como el atentado contra la vida de dos niños que acompañaban en una moto a un adulto que terminó asesinado y la suerte de un universitario que, según versiones de habitantes de Caucasia, fue muerto simplemente porque a algunos les pareció un extraño en el lugar. Ya empezó a correr la voz de que es mejor no visitar la zona, en aras de no arriesgar. Medellín tampoco escapa como escenario de la confrontación; las cifras oficiales que hablan de preocupantes incrementos de los homicidios y de los desplazados intraurbanos, son la mejor notificación.
Para entender lo que está pasando, hay que ir mucho más allá. Hay una característica común entre los contendientes a muerte: en su gran mayoría fueron desmovilizados de las AUC. Por un momento dejaron las armas para negociar con el Estado, pero luego decidieron retornar a sus andanzas ilegales, haciendo a un lado cualquier vocación antisubversiva, para concentrarse en usufructuar el negocio de la coca. El sector que se denomina gaitanista, aspirará a lograr respaldo político y social, pensando de pronto, en una nueva negociación con el gobierno central. Lo cierto es que el proceso de desmovilización iniciado en los años 2003-2004, tiende a terminar en un estruendoso fracaso, si no se acierta en el diagnostico de lo que está ocurriendo. Estamos viendo –padeciendo- las consecuencias de una negociación a medias e improvisada.
Los acuerdos del gobierno nacional con la comandancia de las AUC, se redujeron a la entrega de unas armas de dudosa calidad, a la desmovilización de miles de supuestos efectivos reunidos en pomposas ceremonias y a la entrega de unas dadivas económicas y sociales por parte de la institucionalidad. En ningún momento se exigió la confesión plena y la reparación integral –luego la Corte Constitucional algo corrigió-, como tampoco el desmonte verificable de las estructuras y las actividades ilegales. Las rutas del narcotráfico, las redes y los contactos, continuaron como si nada hubiera pasado. Los grandes jefes de las AUC terminaron extraditados, pero muchos mandos medios le hicieron pistola a los acuerdos contraídos. El gobierno terminó frustrado porque el frente de lucha contra el paramilitarismo o el narcotráfico no se canceló y la sociedad quedó con el sinsabor de que los agentes violentos no han hecho más que reproducirse. El gran reto de las autoridades es demostrar que la política de seguridad democrática funciona más allá de la lucha contra la guerrilla, que hoy tampoco está desaparecida del mapa.

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